Растоптал, унизил, уничтожил... Успокойся, сердце, - не стучи. Слез моих моря он приумножил. И от сердца выбросил ключи! Взял и, как ненужную игрушку, Выбросил за дверь и за порог - Ты не плачь, Душа моя - подружка... Нам не выбирать с тобой дорог! Сожжены мосты и переправы... Все стихи, все песни - все обман! Где же левый берег?... Где же - прав

Sorprendido Por Mi Leona

sorprendido-por-mi-leona
Тип:Книга
Цена:306.53 руб.
Просмотры: 123
Скачать ознакомительный фрагмент
КУПИТЬ И СКАЧАТЬ ЗА: 306.53 руб. ЧТО КАЧАТЬ и КАК ЧИТАТЬ
Sorprendido Por Mi Leona Dawn Brower Christian y Scarlett tienen un pasado del que no quieren hablar ni recordar. Cuando se cruzan, se ven obligados a revivirlo todo, y finalmente lo dejan en paz. Deben admitir finalmente la verdad... cuando es la ?ltima cosa que cualquiera de los dos quiere. Se sienten atra?dos el uno por el otro, y tienen que preguntarse si pueden encontrar una manera de superar sus diferencias, y permitir que el amor florezca entre ellos. Christian Kendall, el Marqu?s de Blackthorn desea no tener responsabilidades. Si su familia no dependiera de ?l, habr?a podido viajar como su hermano Nicholas. Con Nicholas lejos, se siente un poco perdido e inseguro por primera vez en su vida. Lady Scarlett Lynwood est? perdida. No en el sentido f?sico, sino en el emocional. Quiere explorar el mundo y descubrir tesoros escondidos. No tiene lugar en su vida para el amor. Quiere ser valiente como su madre. Desafortunadamente, eso no es algo que nunca pueda ser. Tiene que ser la dama id?nea y atenerse a las circunstancias. Lo que sus padres no entienden es que nunca ser? apropiada o dama. Tiene un esp?ritu salvaje que no ser? domesticado. Christian y Scarlett tienen un pasado del que no quieren hablar ni recordar. Cuando se cruzan, se ven obligados a revivirlo todo, y finalmente lo dejan en paz. Deben admitir finalmente la verdad... cuando es la ?ltima cosa que cualquiera de los dos quiere. Se sienten atra?dos el uno por el otro, y tienen que preguntarse si pueden encontrar una manera de superar sus diferencias, y permitir que el amor florezca entre ellos. Sorprendido por mi Leona ?ndice Agradecimientos (#u865a2ec0-8375-5286-99d0-e15664555762) Pr?logo (#ub456ce15-942a-55c2-9d6f-5ba098b361b2) CAP?TULO UNO (#ubb0e2212-dd28-56e0-8842-5c6fa479f6c6) CAP?TULO DOS (#u1df124c6-3f24-5fdb-a64a-151211ac1397) CAP?TULO TRES (#uf33a7b8e-741f-5415-b2cb-4558514d1a5d) CAP?TULO CUATRO (#u2349dd06-4f1d-50b2-8193-8e034e61964a) CAP?TULO CINCO (#ud3fa70be-45fc-5171-a7b1-acdfe8f1054f) CAP?TULO SEIS (#ua9dc4ef0-b053-50ef-9939-389239b38a26) CAP?TULO SIETE (#u4081a787-9b7e-57a4-9e34-1877e3acef75) CAP?TULO OCHO (#u8d3767b3-2ca3-5357-93a9-ffcff35fefe2) Ep?logo (#u101db3c2-61f6-5fbd-8dd1-97a09c14a42a) ACERCA DE LA AUTORA (#u9a908d69-d005-5b54-89e0-752d90d7344d) A veces tu coraz?n necesita m?s tiempo para aceptar algo que tu mente ya sabe, y a veces es al rev?s. Espero que todos disfruten de las dificultades que Christian y Scarlett enfrentan, y los perdonen mientras se esfuerzan al m?ximo. El amor duele, pero vale la pena con la persona adecuada. Agradecimientos Aqu? es donde agradezco profusamente a mi editora y artista de portada, Victoria Miller. Ella me ayuda m?s de lo que puedo decir. Aprecio todo lo que hace y que me impulsa a mejorar... a hacerlo cada vez mejor. Gracias, muchas gracias. Tambi?n a Elizabeth Evans. Gracias por estar siempre a mi lado y ser mi amiga. Significas mucho para m?. Gracias no es suficiente, pero es todo lo que tengo, as? que gracias amiga m?a, por ser qui?n eres. Pr?logo Verano de 1835 Lady Scarlett Lynwood miraba por la ventana de la biblioteca de la Mansi?n Weston. Ella no deber?a estar all?. No la biblioteca, la mansi?n Weston... Algo dentro de ella le dijo que se arrepentir?a de permitir que su madre la llevara all?. Sus premoniciones nunca la condujeron a equivocarse, ni una sola vez desde que se dio cuenta de que a veces pod?a predecir el futuro. Puede que tenga cinco y diez a?os, pero su car?cter diferente a menudo la hac?a sentirse vieja. Esta vez no fue diferente. —?Por qu? est?s aqu? sola? —pregunt? un caballero. Se volvi? para encontrarse con Christian Kendall, la mirada del Marqu?s de Blackthorn. ?l era un par de a?os mayor que ella, y segu?a siendo un completo caballero. Eso podr?a ser porque esta era su casa familiar, y un d?a ser?a el duque, o podr?a ser su comportamiento. Ella no estaba segura de ninguna de las dos cosas, ni de por qu? le importaba en absoluto. Scarlett se encogi? de hombros tranquilamente. “No hay nada de inter?s fuera de esta habitaci?n.” Christian, no pod?a pensar en ?l como Lord Blackthorn, le parec?a impersonal y formal, inclin? su cabeza a un lado. —?Pero hay algo entretenido aqu?? —Por supuesto, —respondi? ella y se?al? hacia los estantes. —Hay numerosos libros con cuentos en los estantes que podr?an llevarme a diferentes mundos en cualquier momento que yo elija. ?l sonri?. “Supongo que eso es cierto.” Christian se acerc? a ella. “?Tienes un libro favorito?” Ella sacudi? la cabeza. “Me gustar?a leer algunos de los libros de los que habla mi madre”, a?adi?. “Ya sabes, de su ?poca.” La sonrisa de Christian cambi?. ?No le gustaba hablar de los viajes en el tiempo? Su madre, Alys, la Duquesa de Weston, hab?a viajado desde la misma ?poca que la madre de Scarlett. Esto no era un secreto que ninguna de las dos mujeres hab?a ocultado a sus hijos. Scarlett hab?a espiado varias de sus conversaciones a lo largo de los a?os. Recordaban lo f?cil que era moverse de un lugar a otro, los tel?fonos m?viles y algo llamado ducha caliente. Todas parec?an interesantes, pero Scarlett dudaba que alguna vez las encontrara. Le gustaba pensar que era valiente, pero dudaba que tuviera el valor de viajar a una ?poca desconocida. —No estoy seguro de entender lo que quieres decir, —dijo Christian cuidadosamente. Scarlett sacudi? su cabeza y levant? la comisura de sus labios. —No finjas que no entiendes mis palabras. No te conviene hacerte el ignorante del pasado de nuestras madres. ?l levant? una ceja, casi con arrogancia. —No discutimos estas cosas. Es mejor no decirlas. Scarlett se burl?. Era un tonto entonces. —Tal vez deber?a recordarles a las damas que nos trajeron a este mundo ese hecho. No creo que hayan recibido ese mensaje en particular. Christian suspir?. —Tienes raz?n, por supuesto. Se puso de pie frente a un gran espejo y mir? su reflejo. Era un joven bastante guapo, y probablemente se volver?a m?s guapo con los a?os. Sin embargo, no era para ella. Ella no sab?a su futuro, pero s? sab?a que no ser?a una futura duquesa. Ese destino parec?a atroz, y se neg? a creer que se enamorar?a de un hombre destinado a empujarla en medio de las expectativas de la sociedad. Prefer?a hacer lo que quisiera sin tener en cuenta nada de eso. —?Sabes c?mo funcionan los viajes en el tiempo? —pregunt? ?l, todav?a mir?ndose al espejo. —Lo s?, —respondi? ella. —Bueno, no del todo, entiendo que es posible, y que mi familia tiene ciertos dones que nos permiten doblar el tiempo a nuestra voluntad, pero no s? c?mo lo hacen funcionar. Scarlett se mir? al espejo. Hab?a algo inusual en ?l, y se sinti? atra?da por ?ste. Quer?a tocarlo, pero eso significaba acercarse m?s a Christian. Antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo, se acerc? a ?l y se puso directamente a su lado. Su cabello era un poco m?s claro, casi ba?ado por el sol, y el de ella... un tono de rojo m?s oscuro. Sus reflejos los miraban fijamente, casi burl?ndose de Christian y de ella, para alcanzarlos y ?qu?? ?Entrar? Eso no parec?a correcto. Ella cerr? los ojos y pudo imaginarlo. Los dos caminando mano a mano a trav?s del cristal reflectante. —Te est? hablando a ti tambi?n, ?no? Christian pregunt? en un susurro silencioso. —Me habla todo el tiempo, y algunos d?as casi quiero rendirme ante ?l. ?Eso fue lo que hizo? ?Hablar con aquellos con habilidades y atraerlos al otro lado? ?Es eso lo que le pas? a su madre? Scarlett nunca le hab?a preguntado c?mo hab?a viajado, y a su vez, su madre nunca le hab?a dado los detalles. Ahora quer?a averiguarlo. M?s tarde, finalmente le preguntar?a. Su madre podr?a ofrecer la informaci?n por su cuenta, ya que su don especial era la empat?a y pod?a discernir f?cilmente lo que le molestaba a la gente. “Es hacer algo”, admiti? ella. Scarlett tom? su mano y la agarr? en la suya. No entend?a por qu? sent?a la necesidad, pero tampoco la cuestionaba. Mir? sus manos, y luego se encontr? con su mirada. —Si quer?as tomar mi mano, deber?as haberlo dicho antes, —afirm? en tono coqueto. —Oh, c?llate, ella lo reprendi?, luego extendi? la mano y toc? el espejo. Las ondas giraban como si estuvieran en un estanque despu?s de que una roca fuera lanzada. Ella se estremeci? ante la suave textura, sin esperarlo. “?Viste eso?” —No creo que debas hacerlo de nuevo, —respondi? Christian, con la voz tensa. Las ondas se despejaron y se form? una imagen en el espejo, que ya no mostraba su reflejo. En su lugar, mostraba... su futuro. Scarlett no hab?a esperado eso. Una versi?n antigua de ellos estaba en un apasionado abrazo dentro de una habitaci?n que ella no reconoc?a. La bes? como si su vida dependiera de ello, y le hizo cosas raras a sus entra?as para presenciar. Las sensaciones se extendieron sobre ella, y casi gimi?. Scarlett casi pod?a sentir lo que su futuro yo hac?a. —Eso... Su voz estaba ronca mientras hablaba. —Eso no puede ser verdad. —?No? Ella se volvi? hacia ?l y levant? una ceja. —?Me ves tan horrible, entonces? —No dije eso, —respondi? ?l, a la defensiva. Mir? hacia abajo a sus manos apretadas y se liber?. —No... no es eso en absoluto. El espejo debe estar lanz?ndonos un intrincado enga?o. —?Con qu? fin? Ella estaba disgustada con ?l. Scarlett quiso pincharlo unas cuantas veces y maldecirlo, pero se contuvo. ?l no merec?a respirar el mismo aire que ella. —?Est?s sugiriendo que el espejo es capaz de sentir? Ella resopl?. “No seas rid?culo”. Scarlett se alej? de ?l y empez? a salir de la habitaci?n, pero se detuvo cuando ?l la llam?. —Puedes ver el futuro, ?no? ?Honestamente crees que eso suceder?? Ella mantuvo la espalda recta y no se volvi? para recibir su mirada. Su indignidad crec?a a pasos agigantados. Scarlett no hablaba de sus dones. ?C?mo podr?a saberlo? “Mi futuro no tiene nada que ver contigo”. Despu?s de que ella habl?, continu? fuera de la habitaci?n. No explic? que no pod?a ver su propio futuro y no ten?a forma de averiguar si la visi?n en el espejo era verdadera o no, pero esperaba que fuera como ?l dijo... un truco de alg?n tipo. Odiaba pensar que ella lo desear?a y le permitir?a besarla de esa manera. Scarlett, al menos en la coyuntura actual de su vida, no ten?a planes de casarse con nadie. Besar normalmente llevaba a una dama por ese camino directo, y el camino hacia Christian ven?a con deberes y responsabilidades que no se ve?a capaz de cumplir. Un d?a ?l ser?a el duque, y ella no ten?a aspiraciones de ser su duquesa, o m?s importante, la esposa que necesitar?a a su lado. Sin embargo, en el fondo, ella cre?a que era verdad. Incluso cuando quiso negarlo hasta su ?ltimo aliento. Scarlett lo quer?a, siempre se hab?a sentido atra?da por ?l, pero segu?a dici?ndose a s? misma que no era para ella. Ella repet?a ese mantra hasta que un d?a lo crey?... ?l merec?a una dama que pudiera entregarse completamente a ?l. Scarlett jam?s podr?a ser esa mujer... porque nunca se permitir?a amarlo. Darle su coraz?n, en su opini?n, al menos para ella misma, era equivalente a sufrimiento. No, no se enamorar?a, ni ahora ni en el futuro. Eso era lo mejor. CAP?TULO UNO Diez a?os despu?s... Scarlett mir? por la ventana del carruaje mientras viajaban por el largo camino que llevaba a la Mansi?n Weston. De alguna manera, era surrealista. Durante la ?ltima visita, hab?a tenido una experiencia extra?a, que esperaba no repetir nunca, con Christian Kendall, el Marqu?s de Blackthorn. Ella lo hab?a estado evitando tanto como le fue posible desde ese d?a. Despu?s de su experiencia compartida, lo hab?a evitado a toda costa. Lo que hab?a visto en ese espejo era lo m?s cercano a una pesadilla que pod?a imaginar. Ella no cre?a en el amor, y esperaba plenamente que eso era lo que el espejo reflejaba en ellos. Se supon?a que deb?a amar a Christian, pero no pod?a. El amor era algo para otras personas, no para una chica que ve?a m?s de lo que deb?a. Sus premoniciones le mostraron tanto y tan poco. En resumen, le mostraron todo excepto lo que ella quer?a ver. Un futuro que no involucrara a Lord Blackthorn... ?l no pod?a ser su futuro, aunque a veces ella deseara que lo fuera... y le dol?a m?s de lo que le gustar?a aceptarlo como un hecho. Eran completamente opuestos. Ella no quer?a amarlo, o desearlo. Scarlett cre?a en el fondo que nunca deb?a casarse, y estaba decidida a mantenerse firme en esa convicci?n. De alguna manera se las hab?a arreglado para mantener su distancia de Lord Blackthorn, y continuar?a haci?ndolo por el tiempo que pudiera. A veces el destino ten?a otros planes, y tem?a que los suyos hab?an decidido finalmente forzarla al camino que cre?a que deb?a seguir. Esta fiesta en la casa no era una a la que ella hubiera querido asistir. Su prima, Lady Hyacinth Barrington, hab?a querido seguir a un pr?ncipe extranjero all?. Ella deseaba ser una princesa. Por supuesto que no lo ser?a, pero decirle a su primo testarudo que era como hablar con una enorme roca. Una vez que se diera cuenta del error que estaba cometiendo, se sentir?a incre?blemente est?pida. Hab?a un hombre para Hyacinth, y ese era el Conde de Carrick. Estaban destinados a estar juntos. —S? que ya lo he dicho, —dijo su t?a, Lady Havenwood, mientras hablaba con Hyacinth. —Pero me alegro de verdad de que haya decidido asistir a la fiesta en la casa. Ser? tu ?ltima oportunidad de asegurarte un encuentro antes de que nos retiremos al campo. —Tal vez estoy condenada a seguir siendo una solterona, —lament? Hyacinth. Su tono se llen? de amargura mientras hablaba. —Puede que sea lo mejor. Prefiero Havenwood de todos modos. Estoy segura de que, cuando llegue el momento, Elijah me permitir? permanecer en la residencia. —No seas dram?tica, —afirm? Lady Havenwood y luego suspir?. —Est?s lejos de convertirte en una solterona. Intenta ser un poco m?s... agradable. Perm?tete que te guste alguien y mira a d?nde te lleva. Scarlett quiso resoplar. Su t?a ten?a buenas intenciones, pero era ajena a las necesidades y deseos de su hija. En cierto modo, era afortunada. La empat?a de su madre le permiti? ver m?s de lo que la mayor?a de las madres ver?an. Entend?a a Scarlett como nadie lo har?a. Tal vez un d?a su querida t?a se conectar?a con Hyacinth, y tendr?an una mejor relaci?n. Scarlett as? lo esperaba. Ambas significaban mucho para ella. Por encima de todo, Hyacinth quer?a amor, pero exist?a el potencial para que ella tomara una decisi?n de la que podr?a arrepentirse. El futuro no estaba escrito en piedra. El hombre que amaba era Lord Carrick, pero ella cre?a que quer?a algo tan fr?o como el t?tulo de princesa. Hyacinth se encontr? con la mirada de Lady Havenwood y le dijo: “Madre, has encontrado el amor y esperas que todos puedan". La mayor?a de los individuos no son tan afortunados. D?jame encontrar mi propio camino, y por favor deja de dar consejos inoportunos”. —No hay necesidad de ser grosera, —dijo su madre con un gru?ido de palabras. —No te preocupes, prima, —dijo Scarlett. Ten?a que intentar llevar a su prima en una direcci?n diferente. En la que deber?a apuntarse a s? misma. Si pudiera mirar m?s all? de sus propias ambiciones... —El amor ya est? contigo. Pronto ser? evidente. Eso son? un poco vago para sus propios o?dos. Scarlett dudaba que Hyacinth lo creyera. Hyacinth arrug? su nariz. —No creo que quiera tratar de discernir el significado de eso. Ella mir? fijamente a Scarlett. —?Qu? hay de ti? ?Tienes amor en tu vida? Ella frunci? el ce?o. —Mi futuro siempre me resulta confuso. Cuanto m?s cerca estoy de algo, m?s dif?cil es verlo. Me gustar?a creer que tendr? amor, pero no puedo estar segura. Scarlett se encogi? de hombros. No pod?a decirle a nadie que una vez se vio en un espejo con Christian, y parec?a estar tontamente enamorada de ?l. Esa visi?n ten?a que ser una mentira. Se neg? a aceptarla. —Estoy segura de que el amor te encontrar?. ?C?mo no podr?a? Su tono parec?a ser sincero. No hab?a raz?n para dudar de los sinceros deseos de su primo por ella. “Gracias”. Los labios de Scarlett se inclinaron hacia arriba en una c?lida sonrisa. —Aprecio que creas en mi felicidad. Al menos alguien lo hizo... El carruaje se detuvo frente a la mansi?n. El Hyacinth se movi? un poco hacia adelante mientras se deten?a. Se agarr? al lado del carruaje para mantenerse en su lugar. Scarlett se inclin? a un lado para sujetarse. —Me alegro de que finalmente hayamos llegado. Scarlett cerr? los ojos y suspir?. Su primo realmente odiaba viajar. Probablemente por eso no quer?a asistir a la fiesta de la casa. Probablemente preferir?a volver a Havenwood. Su objetivo de convertirse en princesa sin duda hab?a alterado sus planes. —No podr?a estar m?s de acuerdo, —respondi? Scarlett y se qued? sin aliento. —Hubo momentos en los que pens? que nunca llegar?amos. —Ahora suenas como Elijah. Hyacinth sonri?. —Se quej? de todo el viaje que hicimos aqu? una d?cada antes. Su primo, Elijah, odiaba viajar m?s que cualquiera de ellos. Esperaba no ser tan irritante como ?l a veces. A Scarlett no le importaba viajar de vez en cuando. Odiaba este viaje en particular, porque la llevaba al ?nico lugar al que no quer?a ir... a la Mansi?n Weston. No importaba cu?ntas veces se recordara mentalmente a s? misma que no pod?a dejar de temblar el miedo que la envolv?a. Lord Blackthorn estar?a all?. Se cruzar?an y ella tendr?a que enfrentarse a ?l de nuevo. ?Quiz?s hab?a olvidado esa visi?n desgarradora del alma? Scarlett pod?a esperar... Lady Havenwood se rio. —No tolera bien los largos per?odos en un carruaje. Ese hijo m?o los evita a toda costa y ahora prefiere montar su caballo. Ella agit? la cabeza. —Probablemente sea lo mejor. Hubo momentos en ese viaje en los que consider? asesinarlo, y lo adoro. —Estoy segura de que nadie te habr?a culpado, le dijo Hyacinth. “Era insoportable”. Scarlett estaba un poco sorprendida de que su t?a considerara insufrible cualquier cosa que Elijah hiciera. Por mucho que ella expuso sus rasgos m?s deseables, parec?a como si Lady Havenwood creyera que su querido hijo no pod?a hacer nada malo. Un lacayo abri? la puerta del carruaje. Meti? la mano dentro y ayud? a las damas a salir. Hyacinth se estir?, probablemente agradecida por haber salido del curr?culo. Hab?an llegado. Ahora Scarlett ten?a que hacer lo mejor para evitar a Lord Blackthorn todo el tiempo que estuviera all?. Sin embargo, esa tarea podr?a resultar inevitable. —Bueno, madre, —comenz? Hyacinth. —No s? t? y Scarlett, pero estoy deseando descansar en mis aposentos". Ha sido un viaje bastante tedioso para llegar aqu?. —Lo entiendo completamente, —acept? Lady Havenwood. —Vamos a saludar a la se?ora de la casa, y entonces podremos descansar todos. Scarlett asinti?. —No necesitas convencerme. Estoy lista y dispuesta a dormir el resto del d?a. Ella se frot? la barriga. —O al menos hasta la cena. Mi est?mago podr?a estar en desacuerdo con dormir toda la noche. Hyacinth se rio levemente. Scarlett se alegr? de que su primo fuera feliz. Probablemente ten?a planes de escabullirse y acechar al pr?ncipe. Scarlett dese? silenciosamente una feliz cacer?a. El pr?ncipe podr?a no ser el futuro de Hyacinth, pero podr?a llevarla a donde pertenec?a: a los brazos de Lord Carrick. Scarlett no dijo ni una palabra m?s. Quer?a esconderse en sus aposentos por ahora. M?s tarde, descubrir?a la mejor manera de evitar a Lord Blackthorn. Podr?a ser imposible, pero ten?a que intentarlo. Christian Kendall, el Marqu?s de Blackthorn mir? el carruaje frente a la entrada de la Mansi?n Weston. Un mech?n de su pelo casta?o claro cay? sobre su frente mientras el viento soplaba a su alrededor. Christian levant? su mano y la apart? de sus ojos. Era muy consciente de qui?n estaba dentro de ?l. Hab?a estado esperando que llegaran. Lady Scarlett hab?a estado haciendo su mejor esfuerzo para evitar pasar tiempo en su presencia. Ahora que ella estaba aqu?, eso ser?a imposible de lograr. Nunca debi? haber venido a la Mansi?n Weston si no quer?a que ?l la persiguiera. Esa visi?n en el espejo le hab?a aterrorizado cuando era demasiado joven para entender su significado. Durante a?os, hab?a estado huyendo de su futuro, pero ahora estaba listo para afrontarlo. Su hermano corri? directo a ese espejo y a su destino. Si Nicol?s pudo ser tan valiente, entonces por Dios, ?l tambi?n podr?a. —?Qu? est?s mirando? Rhys Rossington, el Conde de Carrick pregunt?. Un mech?n de su pelo rubio dorado se escap? de la corbata de cuero que lo sujetaba. —Algunos invitados est?n arribando, —respondi?. Su primo pod?a discernir por s? mismo sus identidades. Hab?a una dama en la que Rhys estar?a interesado. Rhys mir? hacia el frente de la mansi?n. Hab?an estado caminando a lo largo de los acantilados, mayormente en silencio. Su primo reflexion? sobre algo. Christian sospechaba que ten?a mucho que ver con Lady Hyacinth Barrington. Parec?an estar atra?dos el uno por el otro, y Christian cre?a que pronto encontrar?an el camino hacia el otro. No ten?a dudas de que su primo le propondr?a matrimonio a la dama en alg?n momento... era cuesti?n de tiempo. —?Sabes cu?ntos invitados se esperan? Rhys pregunt? mientras manten?a su atenci?n en la casa. —No lo s?, —respondi? Christian. —Mam? no me consulta sobre estos asuntos. No m?s de lo habitual, espero. Hab?a un hu?sped del que Christian se preocupaba, y como ella hab?a llegado, el resto no le importaba en absoluto. —M?s de lo que probablemente nos gustar?a, para ser honestos. —Cierto, —afirm? Rhys sin compromiso. —Supongo que deber?amos volver a la casa. La t?a Alys esperar? que la ayudemos a entretener a los invitados. —Madre tendr? expectativas de alg?n tipo, —acept?. —Pero probablemente estemos exentos el primer d?a. Ma?ana, por otro lado... —No te preocupes, —contest? Rhys. “Conozco mi deber”. Sonri? con malicia. “Habr? muchas damas que requieran un poco de diversi?n. Entre mi encanto y tu naturaleza evasiva, estoy seguro de que ayudaremos a la causa de tu madre”. Christian ten?a sus dudas. Con su inter?s en Scarlett, y el de Rhys en Lady Hyacinth, habr?a bastantes damas decepcionadas en la asistencia. Sin embargo, no se lo dir?a a su primo. Rhys podr?a seguir negando sus sentimientos por Lady Hyacinth. “Tal vez”, —respondi? con cautela. “Dejar? mi juicio para ma?ana. Por ahora, deber?amos entrar. Podemos jugar al billar y quiz?s beber demasiado brandy. Me gustar?a saltarme la cena de esta noche, y esta podr?a ser nuestra ?nica oportunidad”. Ten?a la sensaci?n de que Scarlett pretend?a hacer lo mismo. La pregunta era: ?se esconder?a en su habitaci?n o encontrar?a otro lugar al que escapar? ?l esperaba que lo ?ltimo fuera lo que ella eligiera. Aunque, de cualquier manera, Christian ten?a la intenci?n de tener una reuni?n privada con ella. Ella podr?a pensar que pod?a esconderse, pero era hora de hacerle desistir de esa idea. —Un vaso o dos, o varios m?s, suena como tocar el cielo, —dijo Rhys. Lade? sus labios hacia arriba en una sonrisa malvada. —Espero que planees perder en el billar porque tengo la intenci?n de ganar todos los partidos. —Puedes intentarlo, —respondi? Christian de coraz?n, y toc? el hombro de Rhys d?bilmente con la palma de su mano. —Pero ambos sabemos que eso es poco probable. —Quiz?s, Rhys estuvo de acuerdo. —Pero eso no niega el hecho de que planeo intentarlo. Christian se rio. “Siempre lo haces”. Caminaron lado a lado hacia la mansi?n. Christian no ten?a ning?n deseo de jugar al billar, ni de beber brandy, pero ten?a que hacer algo para pasar el tiempo hasta que pudiera pasar alg?n tiempo en compa??a de Scarlett. Pasar esas horas con su primo ser?a al menos entretenido... Конец ознакомительного фрагмента. Текст предоставлен ООО «ЛитРес». Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию (https://www.litres.ru/pages/biblio_book/?art=63808331&lfrom=688855901) на ЛитРес. Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.
Наш литературный журнал Лучшее место для размещения своих произведений молодыми авторами, поэтами; для реализации своих творческих идей и для того, чтобы ваши произведения стали популярными и читаемыми. Если вы, неизвестный современный поэт или заинтересованный читатель - Вас ждёт наш литературный журнал.