Ты прячешься за сто одёжек, я слёзы лью - не раздевая. Непредсказуем, ненадёжен - была права не раз, не два я. Всё - трын трава, и хата с краю, и на чужие рты — заплаты. Ты снова врёшь, но понимаю: твои стихи не виноваты.

Daddy's Hobby

Daddy's Hobby Owen Jones Lek naci? como la hija mayor de cuatro en una familia t?pica de productores de arroz.  No esperaba hacer nada diferente de las otras chicas de su clase en el cintur?n de arroz del norte de Tailandia.  Normalmente eso ser?a: trabajar en el campo durante algunos a?os;  tener algunos beb?s;  d?rselos a mam? para que los cuide y volver a trabajar hasta que sus hijos tengan sus propios hijos y ella pueda dejar de trabajar para cuidarlos.  Un d?a ocurri? una cat?strofe inesperada: su padre muri? joven y con enormes deudas de las que la familia no sab?a nada.  Lek ten?a veinte a?os y era la ?nica que pod?a evitar la ejecuci?n hipotecaria.  Sin embargo, la ?nica forma que conoc?a era ir a trabajar al bar de su prima en Pattaya.  Fue como mesera y cajera, pero cuando se dio cuenta de que estaba embarazada de su in?til y separado esposo, las cosas tuvieron que cambiar.  Tuvo el beb?, se lo dio a su madre para que lo cuidara y volvi? a trabajar.  Sin embargo, ahora necesitaba dinero real para proporcionar una vida mejor a su hija y compensar el gasto de toda su juventud a 500 millas de distancia.  Se meti? en la industria del sexo tur?stico.  El libro relata algunas de sus ”aventuras”, sus sue?os y pesadillas y su ”modus operandi”.  Intenta mostrar, desde el punto de vista de Lek, lo que realmente es ser una chica tailandesa de bar : las esperanzas y frustraciones, las esperanzas y las decepciones, las esperanzas y las mentiras y enga?os que forman parte de ella todos los d?as de su vida.  Un d?a conoce a un hombre que le gusta y ella tambi?n le gusta.  Nada nuevo all?, hab?a sucedido cientos de veces, pero ella siente que es diferente.  Pasan cuatro semanas maravillosas juntos y luego ?l se va a casa, como todos lo hab?an hecho, dejando m?s promesas y m?s esperanzas.  Este regresa, pero la vida real con un novio de verdad no es tan f?cil como hab?a so?ado que ser?a.  Pasan por buenos y malos momentos, pero ?permanecer?n juntos y por cu?nto tiempo?  Despu?s de todo lo que ha pasado, ?podr? volver a ser una novia normal o incluso una esposa?  ?Podr? alguna vez volver a confiar lo suficiente en un hombre?  ?O ser?a mejor que renunciara a sus sue?os y siguiera trabajando en el bar?  Lek comienza a descubrir que conseguir lo que desea no siempre es tan bueno como pensaba.  ”Detr?s de la sonrisa” se refiere al hecho de que Tailandia es conocida en todo el mundo como ”La tierra de las sonrisas”. Daddy’s Hobby La historia de Lek, una chica de bar en Pattaya El primer libro de la serie l amada Detr?s de la sonrisa por Owen Jones Traducido por Lauren Izquierdo Copyright © 2020 Owen Jones Detr?s de la sonrisa: Daddy? Hobby Por Owen Jones Publicado por Megan Publishing Services http://meganthemisconception.com (http://meganthemisconception.com/) Cuarta edici?n El derecho de Owen Jones a ser identificado como autor de este trabajo se ha afirmado de conformidad con las secciones 77 y 78 de la Ley de Patentes y Dise?os de Copyright de 1988. Se ha aseverado el derecho moral del autor. En esta obra de ficci?n, los personajes, lugares y acontecimientos son producto de la imaginaci?n del autor o se utilizan de forma totalmente ficticia. Condiciones de venta Este libro se vende sujeto a la condici?n de que, a modo de comercio o de otro modo, no se prestar?, revender?, arrendar? ni distribuir? de ninguna otra manera en ninguna forma de encuadernaci?n o cubierta que no sea aquella en la que se public? y sin una condici?n similar, incluida esta condici?n que se impone al comprador posterior. Cont?ctame en: http://facebook.com/OwenJonesWriter http://twitter.com/lekwilliams [email protected] http://owencerijones.com ?nase a nuestro bolet?n para obtener informaci?n privilegiada sobre los libros y la obra de Owen Jones ingresando su direcci?n de correo electr?nico aqu?: http://meganthemisconception.com Novelas de la serie: Detr?s de la sonrisa La historia de Lek, una chica de bar en Pattaya Daddy? Hobby Un futuro emocionante Maya - Ilusi?n La dama en el ?rbol Pelda?os El sue?o El principio Rese?as “Desde las primeras p?ginas me cautivaron Lek y las otras chicas trabajadoras, sus duros estilos de vida y pensamientos, tandiferentes de nuestra propia forma de vida y aspiraciones occidentales. No pude dejarlo hasta que hube terminado". RLJ, Barry, Gales del Sur “Disfrut? mucho este libro y lo recomendar?a. Me gustan las historias que tienen lugar en pa?ses extranjeros, as? que este fuemi camino. Fue una lectura f?cil y fluy? sin problemas. Owen hizo un gran trabajo al crear un personaje con el que los lectorespudieran conectarse y preocuparse. Me encant? aprender peque?as curiosidades sobre la cultura tailandesa y las descripciones delautor me permitieron poder imaginar las escenas y tener una idea de c?mo ser?a estar all?. Apreci? conocer la historia de fondo deLek y las circunstancias que la l evaron a trabajar como chica de bar en Pattaya. A menudo, solo vemos un lado de la industriadel sexo en pa?ses como Tailandia y el resto depende de nuestras propias suposiciones. La historia termin? de manera bastanteabrupta (no me lo esperaba), ?as? que estoy deseando ver la secuela y descubrir qu? sucede despu?s! " Vanna B., Filadelfia, PA “Compr? su libro, Detr?s de la sonrisa, y lo disfrut? tremendamente. Tu estilo de escritura es el que me gusta, no me distraede la historia o de los personajes. Ciertamente da la impresi?n de que el libro fue escrito con fluidez, aunque estoy seguro de quepas? mucho tiempo jugando con ?l. El libro es una buena lectura y una descripci?n precisa del mundo de una trabajadora de bar tailand?s. Es muy dif?cilaceptar c?mo viven las chicas de los bares, ya que nuestras culturas son muy diferentes. Es posible que nos hayamos encontradoen el mismo lugar, pero tomamos rutas muy diferentes para l egar all?. Hay muy poco terreno en com?n sobre el que construir. Este libro ofrece una visi?n real de sus vidas, esperanzas y aspiraciones. Se lo recomendar?a a cualquiera que tenga una novia tailandesa, no como una advertencia, sino como una ayuda paracomprender su vida. Si ahorra un argumento, es dinero bien gastado. Creo que se disipar?an muchos prejuicios si m?s gente loleyera, si solo aquel os con prejuicios se preocuparan lo suficiente como para comprarlo. Si alguna vez haces una secuela, d?jameuna”. WD, Reino Unido. Lea la secuela: "Un futuro emocionante" Dedicatoria Este libro est? dedicado a todas las chicas de Pattaya que me contaron sus historias y me dieron la idea y el ?nimo para escribirlas. Agradecimientos El nombre de la chica de la portada es Chalita. Por favor env?eme cualquier consulta sobre el trabajo y se la remitir?. Owen Jones Tabla de contenido 1 Estuvo cerca 2 Las compa?eras de piso 3 Altas y Bajas 4 ?Un sue?o hecho realidad? 5 Refuerzos 6 Una nueva carrera 7 El d?a despu?s de la noche anterior 8 Volver a lo b?sico 9 El amigo de Wil 10 ?Un nuevo amanecer o simplemente otro d?a? 11 ?Qui?n lo hizo y por qu?? 12 La apuesta 13 El trato 14 Curva de aprendizaje 15 El viaje al campo 16 Baan Suay 17 Los ?ltimos d?as 18 Hogar dulce hogar 19 Un futuro emocionante 20 La realidad entra en acci?n 21 Tiempo de espera 22 Acercamiento 23 Y si al principio no tienes ?xito... 24 Llegar al ? 25 Visitando a mam? Glosario Libro dos: Un futuro emocionante 1 ESTUVO CERCA “?Oh, maldita sea, chica! ?En qu? te has metido esta vez? Pens? Lek mientras se despertaba una vez m?s. Hasta el momento, no hab?a dormido mucho esa noche. Su "novio", Ali, todav?a dorm?a y los vapores que sal?an de su boca abierta le dec?an que deb?a haber estado muy borracho la noche anterior. El a no se hab?a dado cuenta en ese momento, ya que ella misma hab?a estado bastante distra?da. Aunque su trasero todav?a palpitaba donde Ali hab?a tratado de agarrarla y la hab?a golpeado en su frustraci?n por no poder manejarlo. Podr?a pedirle a uno de los muchachos que lo procesara por eso, pens? con cierto grado de satisfacci?n, o incluso denunciarlo a la polic?a. Decidi? que lo har?a, si estuviera magullada. Sin embargo, esa noche le hab?a parecido un hombre tan agradable. Simplemente demostr? que nunca se sabe. Quer?a levantarse e irse, pero no le hab?an pagado los 1.000 baht que hab?an acordado; sin embargo, ten?a miedo de que se despertara en caso de que quisiera intentar hacerlo de nuevo. No estaba en la naturaleza de Lek sacar el dinero de su bolsil o y escabul irse, aunque ya era leg?timamente suyo. No hab?a nada m?s que quedarse al ? despierta, atenta, dej?ndolo dormir y esperando que el sue?o lo pusiera en un mejor estado de ?nimo cuando despertara. Lek le dirigi? una mirada furtiva m?s y se prepar? para una larga espera. Eran las 5:35 a.m. y no pod?a esperar razonablemente que despertara mucho antes de las 9:00 a.m. La noche anterior, Lek estaba trabajando en "Daddy’s Hobby", un bar de Beach Road, cuando un ?rabe de treinta y tantos a?os, Ali, se sent?. Las cosas hab?an estado muy tranquilas para ella hasta entonces, aunque la mayor?a de las otras chicas estaban "fuera". Lek se hab?a acercado a ?l para tomar su pedido y hacerlo sentir como en casa, como hab?a hecho con otros clientes miles de veces antes. Lek y Ali se hab?an presentado y Ali hab?a pedido una botella de whisky "100 Pipers", agua con gas y hielo. En cuesti?n de minutos y con la habitual hospitalidad ?rabe, ?l le ofreci? una copa y ella acept? agradecida. Despu?s de todo, hab?a pensado, nunca se sab?a a d?nde pod?an conducir las cosas, se estaba haciendo tarde y ella estaba m?s que un poco aburrida. Al recordar los acontecimientos, Lek pens? que hab?a visto algunas se?ales de peligro incluso en esa etapa inicial. ?Por qu? no hab?a escuchado sus instintos? Siempre la hab?an ayudado tan bien antes. Ali ya hab?a estado bebiendo antes de que ?l l egara a su bar; ella lo hab?a notado, pero luego ?l hab?a pedido una botella de whisky. No era inusual ver a los ?rabes bebiendo alcohol, pero ?l estaba bebiendo esta botella demasiado r?pido e insistiendo en que ella lo siguiera. Tal vez "insistir" era una palabra demasiado fuerte, pero ciertamente quer?a que el a fuera a trago a trago con ?l y no quer?a aceptar un "no" por respuesta. Hab?an terminado la botella y Ali le hab?a preguntado si "le gustar?a ir a comer algo", una de las muchas expresiones de c?digo en su profesi?n, que podr?a conducir a un empleo nocturno bien remunerado. Y a veces incluso una comida tambi?n. El a hab?a aceptado, pero en lugar de ir a un restaurante o a su hotel, la hab?a l evado a una discoteca ruidosa, donde parec?a conocer a un grupo de otros ?rabes. (El a nunca hab?a averiguado de d?nde ven?a en realidad porque su ingl?s era pobre y su ?rabe no exist?a; lo hab?a adivinado de Abu Dhabi). No conoc?a el establecimiento, pero estaba demasiado l eno y era demasiado ruidoso para su gusto. Los ba?os tambi?n ol?an mal y Ali se estaba comportando "raro" frente a sus compa?eros, luci?ndose; luci?ndola; pero tambi?n luci?ndose en general. Tambi?n hab?a comprado otra botella de whisky y bailado de una manera extra?a, tirando de ella un poco demasiado, manose?ndola, mordi?ndola incluso, exhibi?ndola frente a sus amigos. Entonces deber?a haberlo visto venir todo, pens?. Diez a?os en Pattaya le hab?an ense?ado mucho, pero a?n pod?a ser demasiado tonta para escuchar su voz interior. A veces, de todos modos. Si no hubiera sido una persona tan bondadosa desde su nacimiento, Pattaya podr?a haberle hecho cosas terribles a su car?cter. ?Deber?a escuchar ahora? ?Levantarse, vestirse y escabul irse, renunciando a los 1.000 baht? ?No! ?Maldita sea! El a sonri? para s? misma: "Maldita sea" era un juego de palabras con lo que hab?a intentado hacerle anoche. ?El idiota! ?Pero no hab?a podido manejarlo! Y que le sirva bien, ella no le ten?a simpat?a. ?l no hab?a dicho que quer?a sodom?a, si lo hubiera hecho, ella no habr?a ido con ?l. Bueno..., no por 1.000 baht de todos modos, brome? consigo misma. Hab?an salido de la discoteca despu?s de una hora m?s o menos, alrededor de la 1 a.m., y hab?an regresado a su hotel con sus amigos a cuestas. Por suerte, no hab?an querido entrar con ellos, pero se hab?an re?do y bromeado de una manera extra?a a pesar de que ella no pod?a entender lo que dec?an. Le hab?an dado una palmada en la espalda y le hab?an gui?ado un ojo a ella de manera sugerente. Inmaduros, hab?a pensado en ese momento, pero todav?a extra?o para los chicos de su edad. Quiz?s hab?an llevado vidas protegidas. Tal vez era la primera vez que saboreaban la libertad lejos de su aldea y de la mirada atenta de sus mayores. Ella hab?a visto el mismo tipo de comportamiento de algunos aldeanos tailandeses en su primer viaje a la Ciudad del Pecado, tambi?n conocida como la Ciudad de la Diversi?n, Para?so o Pattaya, dependiendo de su perspectiva moral. De todos modos, finalmente hab?an l egado a su habitaci?n y todo parec?a volverse un poco m?s normal. Ali ciertamente estaba borracho, pero ella tambi?n. Ali le ofreci? una ducha y ella acept? la oferta. ?l le dio una toal a limpia y esper? afuera a que terminara y mientras ella se met?a en la cama, ?l tambi?n se hab?a duchado. Todo hab?a vuelto a la normalidad, hab?a pensado, pod?a manejar eso ahora, estaba de vuelta en territorio familiar. Luego apag? la luz y se dirigi? a la cama, tropezando con un zapato o algo en el proceso. ?l hab?a murmurado algo en ?rabe, ella se hab?a re?do y luego ?l se hab?a subido a la cama y se hab?a vuelto raro. Fue dif?cil de explicar. Le hab?a arrancado las s?banas, pero sin lastimarla. Ciertamente la hab?a asustado, pero no demasiado. Al principio, de todos modos. Luego la hab?a arrojado sobre su frente y, poniendo un brazo alrededor de su cintura, hab?a levantado su trasero hacia ?l. Est? bien, hab?a pensado: a la manera de los perritos, ?eso le gustaba! Sin embargo, estaba tratando de ponerlo donde no le gustaba y se estaba enojando porque ella no estaba cooperando. Hab?a empezado a murmurar en ?rabe de nuevo y le hab?a empezado a golpear el trasero con fuerza como un vaquero sobre un cabal o en las pel?culas. Muy duro, demasiado duro. ?Qu? mierda! Quiz?s ir?a a ver a los chicos sobre ?l. ?El maldito! De todos modos, despu?s de 10 minutos m?s o menos, se hab?a derrumbado en la cama junto a ella sin lograr su misi?n. Hab?a dicho algo indescifrable y aparentemente se hab?a ido a dormir bastante r?pido. Lo hab?a visto todo antes: el tipo toma unos tragos, se pone cachondo, bebe demasiado, no puede levantarse y culpa a la mujer en su verg?enza. ?El maldito! Aunque no hay necesidad de ponerse violento, pens?. Muchos hombres eran como ni?os peque?os en la cama, con sus egos y rabietas y su orgul o herido tan f?cilmente. Un d?a, encontrar?a un buen hombre que quisiera cuidarla y amarla y… que no estuviera casado, sonri?. El a se qued? al ?, pregunt?ndose si ?l la hab?a magul ado o si incluso la hab?a hecho sangrar. ?Oh, esperaba que no! ?Pero ella le har?a pagar, si lo hab?a hecho! Sin embargo, ella no era del tipo vengativo y pronto se aburri? planeando actos huecos de venganza que sab?a que era muy poco probable que l evara a cabo. Pas? la hora del d?a, bueno, la noche, y pronto se durmi? de nuevo por en?sima vez esa noche. Ali pod?a sentir a alguien a su lado cuando se despert?, pero no pod?a recordar qui?n era ni siquiera de qu? sexo. Se hab?a despertado de cara a la persona, pero a?n no hab?a abierto los ojos. Decidi? darse la vuelta, d?ndole la espalda a su acompa?ante, mientras echaba un vistazo furtivo. Por favor, que sea una mujer, pens?. Realmente no quer?a que sus colegas de la plataforma petrolera lo atraparan con un muchacho. Los hab?a visto de camino a casa anoche, ?no es as?? Oh, por favor que sea una mujer, se repiti? a s? mismo mientras rodaba. ?Oh, gracias a Dios por eso! ?El a tambi?n era muy guapa! De hecho, era muy guapa y estaba en el mejor momento de su vida, a finales de los veinte, juzg?. Oh, podr?a caminar alto frente a sus compa?eros m?s tarde y presumir de sus habilidades. No recordaba muy bien lo que hab?an hecho y, por el momento, no le importaba. Sent?a la boca tan seca como la arena del desierto. Ten?a que conseguir un poco de agua y un par de aspirinas muy pronto. Levantarse seguramente la despertar?a, pero ?c?mo se l amaba? ?Oh, mierda! Aun as?, pod?a presumir a esa, ?al menos no era un hombre o un muchacho! "Lak, Lek, Lik", reflexion?. Sonaba familiar. Se decidi? por el del medio, ya que era el hijo del medio de tres. ?Por Al?! Decidi? hacerlo y salt? de la cama, recogiendo una toal a mientras se dirig?a al ba?o. A salvo dentro, se bebi? un vaso de agua, tom? las aspirinas y se sent? en el inodoro para recuperarse. Se hab?a movido demasiado r?pido y le daba vueltas la cabeza. ?Qu? noche debe haber sido! No es de extra?ar que el profeta Mahoma desaconsejara el alcohol, que en s? mismo era una palabra ?rabe, si no una invenci?n ?rabe. Ser?a un buen musulm?n de ahora en adelante, se dijo y no volver?a a beber nunca m?s. Sus padres y las Escrituras ten?an raz?n. Abri? la ducha y se qued? all? sentado mir?ndola correr durante unos minutos, mientras trataba de reconstruir sus movimientos de la noche anterior. Le hab?a gustado uno de los bailarines katoy en un pub l amado "Night Fever" en Boys Town e iba al ? siempre que pod?a alejarse de sus amigos. Hab?a estado all? anoche, pero seguramente, ?no le hab?a hablado? No, sab?a que era demasiado t?mido para "salir del armario" en esta etapa de su vida. Entonces, hab?a vagado por un tiempo y entr? a un bar tranquilo y vac?o en su camino de regreso para encontrarse con sus amigos. Al ? es donde debe haber conocido a Lak, Lek, Lik, razon?. Oh s?. Hab?a tenido una botella de whisky encima de lo que ya hab?a bebido. Estaba empezando a volver a ?l cuando se meti? bajo la ducha y el agua fr?a comenz? a quitar algo de la niebla y algo del dolor. Luego fue a encontrarse con sus amigos, aunque con un par de horas de retraso, y compr? otra botella de whisky a modo de disculpa. Todos hab?an tenido una buena noche y se hab?an ido por caminos separados. Eso fue todo, ?no hubo da?o! Saldr?a ahora, sonreir?a a Lak, Lek, Lik; le dar?a lo que pidiera, dentro de lo razonable y todos ser?an felices. Se sec? bruscamente y abri? la puerta. El a estaba sentada en la cama con las s?banas apretadas alrededor de ella hasta el cuello, mir?ndolo directamente a los ojos. Ten?a la mirada asustada de un conejo atrapado en un reflector. Le pon?a nervioso, pero no sab?a por qu?. "Buenos d?as, Luaek", murmur?, tan audazmente como se atrevi?. "?Dormiste bien?" “Mi nombre es Lek,” hizo un puchero, “y no. No dorm? bien. Quisiste fol arme en el culo y no me gusta. ?Me pegaste demasiado! No estoy feliz. Tal vez vaya a la polic?a y les diga sobre ti. La polic?a te l eva a Monkey House y los hombre te fol an en el culo y no te gustar?, lo mismo que yo”. Ali hab?a pensado que iba demasiado bien, pero dijo: “Ve, ve. Ve a ducharte, Lek, y hablamos de ello cuando termines. Lek tir? de la toal a, que la experiencia le hab?a ense?ado a mantener junto a la almohada, alrededor de ella y se fue cojeando al ba?o sin darle a Ali otra mirada. Ech? el cerrojo a la puerta tan fuerte y ruidosamente como pudo y comenz? a sol ozar audiblemente. Al menos, esperaba que fuera audible desde fuera. Entonces, abri? la ducha e hizo gritos de dolor a?n m?s fuertes, solo para asegurarse. Se inspeccion? en el espejo y se alegr? de ver que no hab?a se?ales de sangre o hematomas y cuando el agua fr?a comenz? a quitar el escozor de su hermoso trasero, su plan se estaba desarrol ando. Despu?s de ducharse, volvi? a ponerse la toal a y entr? cojeando en el dormitorio, donde Ali estaba sentada con anticipaci?n, ya vestido. Una buena se?al, pens? para s? misma, hab?a escapado a una repetici?n de la noche anterior. El a se sent? con cautela; asegur?ndose de que Ali fuera consciente de su malestar y solt? un grito de dolor. “?Ay! ?Ay! ?Ay! ?Me duele! ”, Gimi?, frot?ndose la nalga derecha. “Oh, Ali, ?por qu? me pegaste demasiado anoche? Soy una buena dama para ti pero no me pegues demasiado. Creo que casi me matas. Est?s loco. Creo que voy a ver a Mama San y le pregunto qu? hacer. Tal vez ir a la polic?a, no eres un buen hombre, Ali". Se estaba vistiendo sin mostrar una pulgada cuadrada de carne, como solo las mujeres criadas en una casa peque?a con una familia numerosa saben c?mo hacerlo, y Ali no se atrevi? a pedir ver las marcas. En verdad, Ali era un hombre amable y decente y los destellos de la noche anterior ya hab?an comenzado a filtrarse a trav?s de su conciencia borrosa haci?ndolo sentir bastante avergonzado - no recordaba haber golpeado a una mujer antes. Sab?a que ten?a que apaciguarla y sab?a que eso significaba dinero, aunque no necesariamente mucho. ?l dijo: Lek, realmente lo siento mucho. No s? lo que pas?. Estaba muy borracho. Estaba mal. Creo que los hombres pusieron algo en mi bebida, drogas o algo as?. Quiero hacerte feliz: comprarte muy buena comida en un buen restaurante y pagarte para decir "gracias" tambi?n. Lo siento. Lo siento mucho, perd?name. Tengo buen coraz?n, de verdad. No golpe? a una mujer antes”. Lek lo mir? desde la cama con sus grandes ojos casta?os mientras se peinaba y se secaba una l?grima. "Est? bien", dijo con una sonrisa burlona, "pero quiero que me des 2.500 baht para ir al m?dico por crema y comer en el" Restaurante Savoy "y no quiero verte de nuevo. Est?s loco a veces. ?Ya no conf?o en ti! No vengas al bar a buscarme. Tengo novio que me cuide al ?”. En realidad, eso era lo ?ltimo que Ali estaba considerando hacer de todos modos, as? que asinti? con la cabeza y se ve?a tan contrito como le era posible. Interiormente se sinti? aliviado; sinti? que se hab?a librado f?cilmente. Le costar?a un cuarto de d?a de pago en las plataformas y hab?a escapado de un enfrentamiento con la polic?a. Sab?a que un asalto no provocado a una tailandesa se tomaba muy en serio y que significar?a pasar al menos unas cuantas noches en la famosa c?rcel de Pattaya o Monkey House', como era incluso menos cari?osamente m?s conocido, m?s una multa de probablemente 20.000 Baht, la mitad de lo cual probablemente ir?a a parar a Lek en compensaci?n. Incluso podr?a ser deportado y puesto en la lista negra para que no volviera a ingresar a Tailandia. Entonces sus amigos tendr?an que saber por qu? no quer?a ir a Pattaya en sus pr?ximas vacaciones regulares. Oh, no, no, no, no, no. Mejor pagar ahora y tratar de aprender de la experiencia, si tan solo pudiera recordar exactamente cu?l fue esa experiencia. Lek termin? de vestirse y se maquill? un poco; de todos modos, nunca usaba mucho y realmente no lo necesitaba. Ali pens? que se ve?a un poco m?s feliz, lo que tambi?n lo anim? y en diez minutos estaban saliendo del hotel hacia el c?lido sol de la ma?ana. Lek ya hab?a descartado cualquier pretensi?n de cojera cuando salieron del hotel a la izquierda y comenzaron a caminar los 300 metros hacia el norte por Cal e Segunda hacia el cruce con la Cal e Central de Pattaya o Pattaya Klang, como se le conoce en tailand?s, donde se encuentra el Savoy situado en esquina. A Lek le encantaba esta hora del d?a, alrededor de las 11 a.m., porque Pattaya no se 'pon?a realmente en marcha' hasta las 10 a. m. Y todo el mundo estaba l eno de la vida, la promesa y la esperanza que trae un nuevo d?a, excepto, por supuesto, que en Pattaya se trata de la noche, por lo que el d?a comienza un poco m?s tarde. Camin? tranquilamente con un salto en su paso y una sonrisa en su rostro, manteni?ndose a unos dos metros detr?s de Ali. Lo hizo por varias razones: en primer lugar, porque sab?a que la mayor?a de los ?rabes prefer?an caminar delante de "sus damas"; en segundo lugar, porque en realidad no quer?a que la vieran con ?l (muchos hombres la miraban con ojos agradecidos, como siempre lo hac?an, y desde atr?s de Ali pod?a sonre?r, sin alterar su orgullo) y, en tercer lugar, por una broma que ella hab?a escuchado unas semanas antes que siempre la hac?a sonre?r. Se lo repiti?: "Una encuesta en Afganist?n revel? que la mayor?a de las mujeres caminaban tres metros detr?s de sus hombres antes de la intervenci?n de Estados Unidos, pero que despu?s de la intervenci?n esto hab?a aumentado a diez metros. Cuando se les pregunt? por qu?, la mayor?a de las mujeres afganas respondieron sonriendo: "Minas terrestres”. Se tap? los o?dos con las manos y mentalmente dijo: "Boom", dando un peque?o salto y una sonrisa a un farang (o extranjero) que pasaba. Era una de las mujeres m?s bellas de Pattaya, lo que significaba una de las mujeres m?s bellas de Tailandia, lo que significaba una de las mujeres m?s bellas del mundo y ella lo sab?a. Ning?n hombre no la l amar?a hermosa y ella podr?a elegir entre cualquiera de ellos, y ellos pagar?an felizmente por el privilegio. Le daba una sensaci?n de poder y un sentido de autoestima, aunque se daba cuenta de que solo le quedaban m?ximo unos cinco a?os de la buena vida. Ella hab?a llevado una vida extraordinaria seg?n los est?ndares de la mayor?a de las mujeres tailandesas. Hab?a conocido a cientos de hombres de casi todos los pa?ses del mundo y la mayor?a de ellos hab?an sido amables y generosos y, lamentablemente, estaban casados. Ninguno de ellos la hab?a l evado nunca a su "casa" en su pa?s, pero se hab?a alojado en los mejores hoteles y comido en los mejores restaurantes durante aproximadamente una d?cada. La mayor?a de sus relaciones no eran aventuras de una noche, como la mayor?a de la gente imaginaba. El a no los quer?a. Su estrategia, perfeccionada a lo largo de los a?os, era intentar averiguar algo sobre el hombre primero. El a siempre quiso saber: cu?nto tiempo le quedaba en Tailandia; de d?nde ven?a; cu?ntos a?os ten?a y si estaba casado. Cuanto m?s tiempo tuviera ?l en Tailandia, mejor ser?a la relaci?n que tendr?a con ?l y m?s posibilidades tendr?a de conseguir que se enamorara de ella. El pa?s de origen era importante porque ten?a preferencias sobre el lugar donde quer?a vivir. El a favorec?a a Gran Breta?a, pero Estados Unidos, Canad?, Francia o Alemania tambi?n le conven?an. Adem?s, la edad era importante, porque pod?a afectar su estado de visa en Tailandia y, obviamente, saber si estaba casado o no era esencial. Su relaci?n promedio, usando el conocimiento obtenido de estas cuatro preguntas, duraba dos o tres semanas. Muy, muy raramente alguien la hab?a dejado antes de su vuelo a casa. A veces, hab?a estado con el mismo hombre durante un mes o m?s. Algunos hombres incluso la hab?an l evado a otras ciudades tailandesas como acompa?ante e int?rprete. En muchas ocasiones hab?a volado a Chiang Mai, Phitsanulok, Ko Samui y Phuket a expensas de otras personas. A veces, los hombres regresaban y preguntaban por ella, porque se hab?an conocido en las vacaciones anteriores. Otras escrib?an espor?dicamente o enviaban correos electr?nicos; no es que su ingl?s escrito fuera siquiera aceptable, pero algunas de las mujeres mayores se especializaban en leer esas cartas a las muchachas y redactar respuestas rom?nticas adecuadas. Lek no sol?a meterse en todo eso; parec?a demasiado engatusar o mendigar y un poco bajo o deshonesto. Tambi?n hubo algunos momentos de miedo, pero muy pocos para mencionarlos. Al parecer, no muchos hombres volar?an hasta Pattaya para causar problemas y correr el riesgo de pasar diez a?os o m?s en el "Bangkok Hilton", una vida en la que podr?a compararse con escenas de la pel?cula "Expreso de Medianoche". Nunca hab?a sido cortada o violada como les hab?a pasado a otras chicas. Algunas muchachas incluso hab?an sido encontradas asesinadas y hab?a rumores de que algunas muchachas hab?an desaparecido en burdeles de esclavos en el extranjero contra su voluntad. Esperaba que fueran solo rumores, pero nunca se hab?a visto atrapada en el lado m?s oscuro de la industria del sexo. Ni siquiera quer?a pensar en la prostituci?n infantil o la pedofilia, pero siempre hab?a mantenido los ojos abiertos ante este tipo de abuso. No habr?a dudado en denunciarlo a la polic?a. Incluso hab?a logrado ahorrar una buena suma para su plan de contingencia, cuando l egara el inevitable d?a de la jubilaci?n y volviera a vivir a su pueblo, a menos que conociera a un extranjero rico, soltero, que quisiera llevarla a ella y a su hija de regreso a casa a su propio pa?s. Ese era el objetivo; ese era el ?ltimo sue?o y lo hab?a estado persiguiendo durante 10 a?os. El plan de contingencia era abrir una peque?a tienda en el pueblo y casarse con un amable granjero. Es cierto, probablemente tendr?a que conformarse con un hombre bastante mayor en este escenario, pero hasta ahora hab?a tenido una buena entrada y se har?a cargo de ?l, si era amable con su hija. Si se hubiera quedado en su aldea, habr?a estado casada con un granjero de su edad durante unos doce a?os y tendr?a tres o cuatro hijos. No es que fueran cosas malas, pero hab?a tenido que irse y ahora se dec?a a s? misma que se alegraba de no estar encadenada a las rutinas de una casa y una granja, viendo pasar el mundo en la pantal a del televisor. Ten?a amigas que hab?an elegido la vida matrimonial inmediatamente despu?s de la escuela y sent?a que la mayor?a de ellas envidiaban su estilo de vida de chica de bar, sus estantes de ropa hermosa y sus historias, respaldadas por fotograf?as, de lugares fabulosos con extranjeros ricos y generosos, que no pensaba en gastar tanto en una sola comida, una botella de vino o un regalo, como la mayor?a de los agricultores ganaban en un mes. Sus amigos y familiares de la aldea ten?an respeto por lo que hab?a hecho, a pesar de la forma en que hab?a elegido hacerlo. No se vieron obstaculizados por la moral occidental y el doble rasero. ?No eran la mayor?a de las personas que la condenaron o "sintieron pena por ella", como sol?an expresarlo, las desali?adas esposas de los mismos hombres que l egaron a Tailandia para conocer chicas como ella? No ten?a tiempo para ellas ni para c?mo pensaban. ?Financiar?an su estilo de vida y mantendr?an a su madre e hija si ella no hiciera lo que hac?a? Si lo que estaba haciendo estaba tan mal, lo pagar?a ella misma alg?n d?a en Karma. El a no ten?a ning?n problema con eso; siempre y cuando su anciana madre y su hija casi adolescente estuvieran bien. “haz el Bien, recibe el Bien. Haz el mal, recibe el mal” era su lema, Y el lema de los monjes. Y lo que era suficientemente bueno para los monjes tambi?n lo era para ella. En su estado de enso?aci?n, se hab?a olvidado de Ali y ahora se encontraba a su lado, su brazo envolvi?ndose alrededor de su cintura para conducirla al restaurante. "Bueno", pens?, "es un almuerzo gratis" y Lek, como la mayor?a de los tailandeses, era muy reacio a rechazar una comida. Se sentaron en la secci?n con aire acondicionado a la izquierda y Lek pidi? rollitos de primavera y pasteles de pescado para comenzar; seguido de un enorme pargo rojo, que deb?a cocinarse en un plato con forma de pez en la mesa y arroz jazm?n hervido. Lek demostr? su pericia gastron?mica y modales en la mesa ordenando una combinaci?n perfecta de salsas para el aperitivo, ayudando a Ali a comer algo y atendiendo a la cocci?n del pescado, mientras com?a su propia comida al mismo tiempo. Comieron bien, pero apenas hablaron, lo que se debi? igualmente al mal dominio del idioma ingl?s de Ali, la tensi?n entre ellos y la resaca. Cuando se separaron cuarenta y cinco minutos despu?s, ambos se alegraron de que la relaci?n hubiera terminado con una nota m?s feliz. Lek vio a Ali girar a la derecha, presumiblemente para regresar a su hotel por Soi 9, le hizo un peque?o saludo y cruz? la concurrida Cal e Segunda, entrando y saliendo entre las docenas de moto taxis y autobuses Baht que esperaban en el sem?foro. Gir? a la derecha en Pattaya Klang y camin? los doscientos metros hacia el este mirando por los escaparates hasta el siguiente giro a la derecha, Soi Buakhao. Calcul? que hab?a tomado suficientes precauciones para deshacerse de Ali, si ?l hab?a decidido seguirla. No le gustaba que los hombres supieran d?nde viv?a. Estaba tan feliz como un p?jaro cantor y eso irradiaba de ella. Sinti? que todos pod?an ver lo feliz que estaba. Hab?a aterrizado en una situaci?n complicada, potencialmente peligrosa, porque no hab?a escuchado sus instintos, pero hab?a jugado la mala mano que le hab?an repartido como un tibur?n de cartas de Mississippi y hab?a salido de ella con tanto dinero como muchos tailandeses ganaban en un mes y hab?a comido bien. Lek estaba esperando en el cruce de Soi Buakhao y Pattaya Klang a que un 'Autob?s Baht ' la l evara a casa, pero cambi? de opini?n y decidi? caminar por la esquina hacia el mercado tailand?s frente al restaurante Naam Chai y comprar una falda nueva para celebrar. Era una tarde muy calurosa de junio, pero el mercado estaba vivo, como casi siempre, y Lek deambulaba por los puestos de frutas en el frente comprando art?culos de fruta aqu? y all?, charlando con los comerciantes del mercado y otros clientes en su camino a los puestos de ropa en la parte trasera. Pas? cuarenta y cinco minutos en su pasatiempo favorito de comprar ropa antes de finalmente decidirse por una hermosa falda blanca con su signo de la estrella occidental bordado con lentejuelas en un muslo en la parte delantera. Con catorce pulgadas de largo, lucir?a sus hermosas piernas; al ser blanca, mostrar?a su color bronceado y el signo de la estrella les dar?a a los hombres una raz?n para mirar hacia abajo, si es que no hab?an pensado ya en eso. Era Leo, naci? a principios de agosto y, aunque no sab?a mucho sobre astrolog?a occidental, pensaba que era una t?pica leona. Hab?a le?do que los Leo eran agresivos y dominantes, pero en su opini?n eso solo se aplicaba a las hembras. Despu?s de todo, era la leona la que persegu?a y mataba a la presa. Los leones machos dorm?an mucho y exig?an comer primero. Solo entraban en juego si un depredador o rival entraba en escena y entonces era solo para la defensa ego?sta de su progenie y sus esposas; no necesariamente los defend?an por su propio bien. ?Qu? burla! Tambi?n compr? una blusa blanca corta, que se ataba a la mitad para terminar el atuendo, y luego se subi? a un taxi baht que se dirig?a al sur y a casa. 2 LAS COMPA?ERAS DE PISO Lek salt? ?gilmente del autob?s y se dio la vuelta para pagarle al conductor la tarifa de cinco baht, antes de cruzar la calle y dirigirse al antiguo pero recientemente renovado bloque de viviendas, donde se encontraba su apartamento. Subi? los tres tramos de escaleras y escuch? en silencio tras la puerta. No se oy? ning?n sonido, as? que rebusc? en su peque?a bolsa y sac? la l ave. Era solo la una y veinticinco, por lo que las chicas probablemente todav?a estaban durmiendo; rara vez se levantaban antes de las dos. Entr? lenta y silenciosamente y cerr? la puerta detr?s de ella. Lek pod?a ver la cama de matrimonio con dos bultos debajo de las s?banas y pod?a o?rlas roncar suavemente. Se puso "a cuatro patas" y se arrastr? hasta los pies de la cama, manteni?ndose por debajo de su l?nea de visi?n. Rod? las naranjas que hab?a comprado de la bolsa al suelo y, acostada de espaldas, las arroj? como granadas sobre sus amigas. Primero, los ronquidos se detuvieron y luego se pronunciaron algunas expresiones de perplejidad y Lek se dio la vuelta y salt? sobre la cama haciendo todo el ruido posible. Salt? sobre sus amigas e hizo como si quisiera quitarles la s?bana. Se unieron al juego gritando como colegialas t?midas, luego se abrazaron formando un tri?ngulo y rebotaron en la cama riendo. Las tres mujeres se conoc?an de toda la vida. Hab?an crecido en la misma parte del mismo pueblo y hab?an ido a la misma escuela y al mismo Wat, como hab?an hecho todos sus padres una generaci?n antes. Todas ten?an la misma edad tambi?n, dentro de los doce meses, aunque Lek era t?cnicamente la mayor. Tambi?n era la aprendiz m?s sabia y r?pida y Goong y Ayr lo reconoc?an por la alta estima que le ten?an. Aunque no eran parientes, la l amaban "hermana mayor" y ella las llamaba "mis queridas hermanitas" y todas se cuidaban como si fueran la ?nica familia que hab?an tenido en todo el mundo. Solo hab?a una persona a la que se le permit?a romper ese tri?ngulo formando un cuadrado y esa era Mama San, la jefa y due?a de 'Daddy's Hobby', el bar donde trabajaba cada una, pero Mama San era mayor, m?s amiga que compa?era y , al mismo tiempo, m?s madre que amiga y tambi?n ven?a del mismo pueblo. De repente y al un?sono, Goong y Ayr agarraron a Lek, la arrojaron de costado y comenzaron a "broncearle el trasero". Lek dej? escapar un grito involuntario y las chicas se detuvieron inmediatamente, sintiendo que algo andaba mal porque sab?an que Lek era una "buena deportista", siempre dispuesta a unirse a la diversi?n. "?Qu? te pasa, hermana mayor?" pregunt? Goong: "No te ablandar?s en tu vejez, ?verdad?" "?No!" Lek respondi?: "?Todav?a puedo vencerlas a ambas en cualquier momento!" "?Pero por qu? el castigo?" pregunt? ella, ya sospechando la respuesta. “?Cu?l es nuestro primer principio? ?Nunca estar desaparecida? pregunt? Ayr. "Oh s?. Ummm, lo siento ", dijo Lek," no tuve ninguna recepci?n en mi tel?fono. Sin embargo, trat? de hacerte saber d?nde estaba”. “?Mentira, hermana mayor! ?Por qu? no l amaste desde el vest?bulo del hotel o no diste una excusa para l amar desde un bar cercano, como nos entrenaste e insistes en que lo hagamos? “argument? Goong. "S?, bueno, lo siento mucho. No volver? a suceder ", respondi? Lek. "Oh, no creo que as? sea", dijo Ayr, "Mama San nos hizo peinar las calles por ti hasta las cuatro de la ma?ana y est? muy enojada contigo. Tal vez un viaje de regreso a casa durante un mes ser?a suficiente, casi, para que ella se calmara. De todos modos, eso depende de ti, recibir?s tu merecido cuando Mama San te vea. ?Por qu? te estremeciste cuando te abofeteamos el trasero? "Ah, esa es una larga historia", dijo Lek, pensando lo m?s r?pido que pudo. “Anoche, sal? del bar con un ?rabe l amado Ali, pero no nos l evamos muy bien, as? que decidimos separarnos antes de regresar a su hotel. Pens? en caminar de regreso al bar, pero ya era tarde, as? que l am? para ver a una vieja amiga que trabajaba en un bar cerca de Soi 8. Estaba charlando con dos ingleses so?adores y antes de que me diera cuenta, est?bamos caminando de regreso a su hotel. Bueno, para abreviar una larga historia... " "No lo hagas", intervino Ayr "?Queremos escuchar todo!" “El m?o era maestro de escuela y cuando l egamos a su habitaci?n, me refiero a su aula, me puso sobre sus rodil as, me baj? las bragas y me hizo chupar lo suyo mientras me pegaba por no tener mis deberes de ingl?s conmigo. ?Woaoy! ?Era pervertido! ?Fue encantador!" “Cu?ntanos m?s sobre el profesor, tienes suerte. ?Era alto y guapo? ?Ten?a un gran m?sculo..., me refiero a grandes m?sculos? “ri? Goong. "No seas grosera" dijo Lek, "sabes que no se supone que hablemos de nuestros amigos hombres, sino solo entre nosotras, ?eh? Era elegante, guapo, generoso y, umm, grande. Muy en?rgico tambi?n, as? que tal vez sea mejor que duerma un poco antes del trabajo m?s tarde. ?Por qu? no van ustedes dos a ducharse mientras yo salgo a buscar algo de comer? ?Qu? les apetece? ?Algo especial?" "S?lo una tortil a para m?", grit? Ayr desde el ba?o. "Yo tambi?n" a?adi? Goong desde su posici?n supina en la cama junto a Lek. Lek y Goong simplemente charlaron, pasando la hora del d?a, mientras Ayr se duchaba y cuando termin?, Goong tom? su lugar y Lek fue al peque?o restaurante en la siguiente cuadra. Pronto estuvo de regreso en su habitaci?n y, mientras las dos muchachas com?an, Lek se duch? de nuevo, se cambi? la ropa interior en su peque?a habitaci?n compartida y se envolvi? en una toal a. "Apartamento" probablemente era una palabra demasiado grande para lo que ten?an, aunque ten?an un alojamiento decente seg?n muchos est?ndares. A menudo se ve?a como una peque?a habitaci?n de lavander?a china con sostenes, calzas y bragas colgando para secarse por todas partes, porque eran demasiado modestas, lo creas o no, para permitir que los hombres vieran la ropa interior mientras se secaban en la terraza. El apartamento constaba de una habitaci?n bastante grande, de unos seis metros por cinco, un peque?o cuarto de ba?o con ducha y WC y un peque?o balc?n, donde pod?an secar la ropa exterior. Los muebles consist?an en una cama doble; un refrigerador; un ventilador; un armario; una c?moda; una mesa; tres sillas y un fog?n el?ctrico. Tambi?n hab?an comprado una tetera para agua caliente y t?; una caldera de arroz (considerada hoy en d?a imprescindible en Tailandia); un televisor; cuberter?a y vajilla. Pagaban 3500 baht al mes por eso m?s facturas, pero hab?an estado al ? durante cinco a?os y les quedaban tres a?os en el contrato de arrendamiento. Era c?ntrico y no ten?an que ir muy lejos para trabajar. Compart?an la cama, pero a ninguno de ellas le importaba eso; por lo general, una o m?s de ellas estaba "fuera", por lo que era raro dormir tres en la cama. Sin embargo, cuando ten?an que hacerlo, dorm?an muy poco, porque era como la primera noche en un dormitorio el primer d?a de clases con todas las risas y charlas. Hab?an obtenido la habitaci?n con la ayuda y garant?a de Mama San, quien parec?a conocer a casi todos y todo lo que vale la pena conocer en Pattaya. Compart?an todo: ropa, comida y dinero; dividieron todas las facturas y todas ten?an las mismas ambiciones: dejar sus trabajos y salir de Pattaya con un hombre decente y adinerado que las amara. Tambi?n compart?an treinta a?os entre todas las mujeres fracasadas en eso. Ten?an una hora antes de irse al trabajo y, como de costumbre, al son de alg?n programa pop de la televisi?n, se le?an fragmentos de art?culos de revistas, se maquil aban y preparaban la ropa de trabajo, m?s de varias veces. Lek decidi? no usar su ropa nueva ese d?a, pero de todos modos la model? para sus amigas. Tanto Ayr como Goong pensaron que se ve?a hermosa, y Lek tambi?n. "Pueden usarla en cualquier momento, hermanitas, aunque tal vez sea mejor que no", brome? Lek. “?Por qu? no? ?No crees que tambi?n nos quedar?an bien a nosotras? hizo un puchero Ayr. "No es eso", brome? Lek, "pero ustedes no son Leo, ?verdad?" Cada una de ellas sab?a que quedar?a igual de bien en cualquiera de ellas. Eran las tres mujeres incre?blemente hermosas. A las tres cuarenta y cinco, cerraron la puerta de su apartamento inadecuadamente segura detr?s de ellas y comenzaron a trabajar. Era solo un corto paseo hasta Soi Diana, que l eva el nombre de la princesa asesinada de Gales, donde pod?an cruzar a Cal e Segunda, pero decidieron tomar un taxi baht por Soi Buakhao hasta la nueva plaza de Pattaya, justo al otro lado de Cal e Segunda donde trabajaban en Soi 7 en el extremo de Beach Road. Lek pag? los quince baht por el viaje de cinco minutos y giraron a la izquierda hacia la Plaza. El lado derecho de la calle albergaba una docena de puestos grandes, cada uno con decenas y decenas de prendas de vestir para damas. La mayor parte era barata y alegre, breve y reveladora y estaba dirigida a los cientos de chicas de bar que usaban esta v?a hacia los principales distritos femeninos de Soi 7, Soi 8 y Beach Road. Pero ahora ten?a otra ventaja, los bares sub?an a la izquierda frente a los puestos, y a las tres amigas les encantaba la atenci?n que recib?an desde al ?, mientras se entregaban a mirar escaparates de camino al trabajo. Caminaban una al lado de la otra, moviendo el trasero y haciendo volantes con sus faldas como modelos de moda en su pasarela, mientras balanceaban sus bolsos en un ritmo perfecto con una melod?a que solo ellas pod?an escuchar. Todos los hombres las estaban mirando y les encantaba. Fing?an no notar la atenci?n mientras al mismo tiempo se deleitaban con ella; tratando todo el tiempo de captar furtivos atisbos de los hombres que los miraban, haci?ndolo naturalmente. Despu?s de todo, su turno a?n no hab?a comenzado. Caminar por esa ruta las l evaba m?s al ? de al menos cincuenta bares con probablemente tres o cuatro hombres en cada uno a esta hora temprana de la tarde. La mayor?a de estos principiantes ser?an brit?nicos, el mercado objetivo de Lek y sus amigos. Al caminar de esta manera, pod?an observar las ?ltimas modas en los puestos y, al mismo tiempo, permitir que los turistas brit?nicos las observaran y, tal vez, las siguieran al trabajo, si ten?an el suficiente entusiasmo. De camino a casa por la noche, si sal?a del trabajo antes de la una de la madrugada, podr?a triplicar esas probabilidades, pero no tendr?a muchas oportunidades de evaluar a su pretendiente, que es donde entra la experiencia y / o la desesperaci?n. Llegaron a Daddy's Hobby muy animadas. Lek esperaba una reprimenda y Ayr y Goong la esperaban con ansias. Tan pronto como Lek le dijo 'Hola' a Joy, una de sus compa?eras, una voz tron?: ?Lek! ?Trae tu peque?o culo arrepentido aqu? ahora mismo! Ahora mismo, dije”. Todos sab?an qui?n era y Lek se apresur? a entrar a ver a Mama San, haciendo sonre?r a sus amigas con su imitaci?n de un t?mido ratoncito. "Hola, Beou". dijo Lek “?C?mo est?s hoy? Ayer estuvo bien, ?verdad? "?No me vengas con toda esa mierda! ?Qu? te pas? anoche? Te fuiste con ese ?rabe borracho, lo que me pareci? una estupidez, pero de todos modos depende de ti. Pag? al bar bien por ti, as? que est? bien. Le diste el beneficio de la duda. No lo habr?a hecho. ?Por qu? no obtuviste el nombre de su hotel antes de irte con ?l? ?Por qu? no l amaste aqu? a alguien cuando l egaste? ?Est?pida vaca! “?C?mo crees que nos habr?amos sentido si algo te hubiera pasado? ?Qu? pasar?a si hubi?ramos le?do en los peri?dicos esta ma?ana que hab?an encontrado muerta a una chica no identificada en un hotel? ?Est?pida y ego?sta vaca! Sabes cu?nto te aprecian y admiran las otras chicas. ?Qu? tipo de ejemplo crees que les est?s dando, eh? ?Eh? Lek intent?: "Lo siento...", pero fue interrumpido. "C?llate cuando te hablo. ?Tienes idea de lo que nos has hecho pasar? ?Alguna idea en absoluto? Ayr, Goong y yo caminamos por las calles desde la una hasta las cuatro esta ma?ana busc?ndote, preguntando si alguien te hab?a visto y las otras chicas hab?an gastado todo su cr?dito telef?nico preguntando por ti y molest?ndome hasta el mediod?a de hoy pregunt?ndome si te hab?as dignado a ?inf?rmanos que estabas bien! " “Uff, chica. No nos vuelvas a hacer eso nunca m?s ", a?adi? con una voz mucho m?s tranquila y afectuosa y le dio un abrazo a Lek. Lek le apret? la espalda. "Lo siento, Beou, de verdad, lo siento", susurr? en el o?do de Mama San. "Est? bien cari?o. Est? bien”, dijo Mama San. “Eres mi directora n?mero uno y necesito que me ayudes a mantener a los dem?s a raya. Necesito que me ayudes a mantenerlas a salvo. Conf?o en ti para que me ayudes a cumplir mi promesa a sus madres de mantenerlas a salvo. Necesito que des no solo un buen ejemplo; necesito que des un ejemplo perfecto. Necesito que seas su modelo a seguir. Soy demasiado mayor para eso ahora. Me ven como un "ha sido", su jefe. Solo puedo asustarlas para que sean sensatas. T? puedes hacer m?s. Por favor, int?ntalo por m?, por ellas, pero sobre todo por ti misma, ?eh? Ah, y no m?s historias de mierda sobre dar mamadas a los profesores en las 'aulas' de los hoteles”. Mama San solt? a Lek, la tom? del brazo y la condujo con fuerza de regreso al bar, donde las otras chicas fing?an dar los toques finales a su maquillaje, pero se esforzaban mucho por escuchar lo que se dec?a. "Lek tiene algo que decirles a todas", dijo Mama San, mientras soltaba el brazo de Lek. "?Anda!" "Lamento mucho haberlas preocupado as? anoche. Fue imperdonable”, espet? Lek, tratando de poner patetismo en su voz, pero estaba siendo seriamente distra?da por lo que Mama San acababa de decir. ?C?mo diablos supo que la historia de la maestra era una invenci?n? "No s? c?mo o por qu? no l am?, pero no hay excusa. Perd?n por hacerles pasar por la preocupaci?n y, seg?n tengo entendido, por el gasto. Como gesto de mi gratitud, les propongo compartir con todas ustedes mis recaudaciones de ayer. ?qu? les parece? ?OKAY?" Lek mir? a su alrededor sonriendo; esperando ver la misma respuesta, pero no estaba al ?. “Mama San ya nos ha dejado a todas un paquete con un octavo de tu parte” intervino Joy. "Gracias por el gesto de todos modos". Eso habr?a sido unos 300 baht, pens?. Despu?s de todo, hab?a tenido un muy buen d?a, reflexion?. Hab?a un tipo que le hab?a comprado unas Lady Drinks antes; luego otro y por ?ltimo Ali: val?an 30 baht cada uno para ella y la mitad de la multa del bar, que era de 400 baht. Entonces, en total 250-300 baht, justo por encima de la recaudaci?n diaria promedio. Oh bien. As? es como va, pens?, f?cil viene; f?cil se va, aunque era m?s de lo que hab?a querido perder. Mama San sonri?, le dio un golpecito a Lek en el hombro en se?al de conmiseraci?n y volvi? a su cub?culo para terminar de preparar la caja. Lek era considerada una fuente de ingresos alta en su nivel de juego. Probablemente podr?a haber triunfado como 'residente' en uno de los hoteles m?s grandes de Bangkok o incluso de Pattaya, donde se esperaba que las ni?as tuvieran pasaporte, carnet de conducir, vestidos de gala y joyas decentes, pero Lek nunca lo hab?a seguido esa l?nea y nunca se la hab?an ofrecido. Si le hubieran ofrecido el puesto, probablemente se habr?a quedado con Mama San, quien tambi?n era de su pueblo. Ten?a una gran deuda con ella, o sent?a que la ten?a, que era lo mismo a sus ojos. Lek ganaba el "salario b?sico", al igual que las otras chicas como ella, de 3.000 baht al mes por atraer clientes, mantenerlos hablando y "estar disponibles para acompa?arlos". Aquellas que prefer?an no ser considerados para los servicios de acompa?antes, digamos mujeres casadas, recib?an 2.500 baht por mes. Adem?s de esto, se animaba a ambas clases de empleadas a pedirles a los hombres que les compraran bebidas l amadas "Lady Drinks", que por lo general era sidra o zumo ligeramente alcoh?lico, pero en elegantes botellas tipo champ?n. Las chicas obten?an 30 baht por cada uno de estos. Si el cliente les compraba una cerveza o un caf?, no obten?an nada, aunque se sentaban al ? y le hac?an compa??a de todos modos, al menos hasta que se sentaba un prospecto mejor. Luego estaba una chica de bar. Su jefe le pagaba a una chica de bar para que trabajara en el bar, si un hombre quer?a sacarla por la noche, entonces el jefe quer?a una compensaci?n por el salario que ella habr?a ganado. Esto se denomina "chica de bar" o "caza de bar". Por lo general, est? entre 300 y 1,000 baht y lo paga el hombre. La jefa compartir? eso con su empleada m?s tarde. Los servicios de acompa?amiento no tienen nada que ver con el bar, son negociables entre el cliente y el acompa?ante y oscilan entre 300 y 1500 baht o m?s por noche. Podr?a ser mucho m?s o incluso un poco menos. Lek siempre sacaba al menos 1,000 baht por cliente, despu?s de asegurarse primero de que hab?a tomado tantas Lady Drinks como pod?a conseguir, antes de dejar su bar de trabajo. A ninguna chica se le pagaba por beber en el bar de otra persona. Si Lek tuviera un "novio" por un promedio de, digamos, 20 d?as al mes, ganar?a al menos: 3.000 b?sicos; digamos, 4.500 en Lady Drinks; 4.000 en pagos de bar y 20.000 en honorarios de acompa?amiento por un total de unos 30.000 baht por mes, que es cuatro veces lo que ganar?a un polic?a novato armado con una familia y una hipoteca en un mes. Alojarse en buenos hoteles y comer en los mejores restaurantes eran hechos casi cotidianos; los regalos de oro y ropa eran bonificaciones, pero regulares. Las chicas del bar l egaban al trabajo entre las cuatro y las seis de la tarde. A Lek, Ayr y Goong les gustaba l egar temprano, porque muchos de los primeros bebedores eran brit?nicos, otras nacionalidades tend?an a salir m?s tarde. Los brit?nicos tambi?n tend?an a ser los turistas m?s generosos, lo que significaba mayores pagos por bebidas al final del mes. Los brit?nicos eran muy queridos en Pattaya, probablemente m?s que cualquier otra nacionalidad, pero eran cosechados igual que cualquier otra persona. Cuando el hombre brit?nico promedio l ega a Pattaya, ha volado 11.500 km y ha estado viajando durante 20 horas. Est? expuesto al sol, la arena, la buena comida barata, el alojamiento barato y miles de mujeres hermosas, todas las cuales hablar?n felizmente con ?l durante horas por el precio de una bebida barata de 100 baht. Esto derriba al hombre brit?nico medio. Es pr?cticamente imposible gastar 7.000 baht al d?a (el presupuesto t?pico de un turista), por lo que se vuelve generoso y todos ganan. Atraparlos lo suficientemente temprano es el truco, mientras a?n pueden hablar y no han perdido sus bil eteras. No es que Lek haya "atrapado" a nadie; se enorgul ec?a de ofrecer una buena relaci?n calidad-precio. Quer?a que la gente volviera por ella, quer?a un novio falang permanente. Una vez que las chicas se acomodaron y todos se pusieron al d?a con lo que los dem?s hab?an estado haciendo durante las ?ltimas quince horas, Lek volvi? a ver a Mama San para disculparse de nuevo. Mama San fumaba un cigarrillo, como de costumbre cuando trabajaba, y mir? a Lek que se acercaba a ella. "Hola. ?Est?s de acuerdo con que entregue tu dinero as?? Si tienes poco, yo lo pagar?, pero ten?a que dar un ejemplo de ti. Nunca podr?a volver a la aldea y volver a mirar a sus padres a los ojos si algo le sucediera a uno de ellas mientras est?n bajo mi cuidado, por as? decirlo. Supongo que te est?s preguntando c?mo supe que te hab?as acostado con ese ?rabe. Ali, ?no es as?? “Mmm”, respondi? Lek. “S?, estoy bien con el dinero y s?, tengo curiosidad por saber c?mo supiste sobre el maestro y Ali, pero si no quieres decirme, tambi?n est? bien. S? que te gusta mantener algunas cosas en secreto, que tienes tus caminos y tus medios. Realmente vine para decir que ir?a al cajero por la noche, si quer?as bajar y recuperar el sue?o despu?s de anoche”. "Oh, gracias, amor", dijo la jefe, en serio. “Realmente me vendr?a bien poner los pies en alto y ver una buena pel?cula despu?s de acostar al beb?. Entonces tambi?n puedo darle la noche libre a la ni?era. Recientemente ha estado gimiendo un poco porque nunca tiene tiempo. ?Pero qui?n lo tiene? Eso es lo que dije. OK, lo aceptar?. Dame veinte minutos para juntar mis cosas y me ir?". El a no hab?a dicho nada acerca de c?mo sab?a sobre el maestro y Lek sab?a que era mejor no insistir. Beou nunca olvidaba nada, as? que, si no hab?a respondido la pregunta, era porque no ten?a la intenci?n de hacerlo. Lek regres? a la barra. El turno nocturno hab?a puesto un poco de arroz en la ol a y Beou hab?a comprado una bolsa de cerdo al curry y una bolsa de verduras cocidas para quien tuviera hambre. Por lo general, eran las muchachas m?s j?venes que no ten?an instalaciones para cocinar o que estaban temporalmente escasas de fondos las que necesitaban esto y algunas estaban comiendo ahora, aprovechando la tranquilidad de la tarde. La mayor?a de las chicas hab?an comido en "la Cocina de Mam?" en alg?n momento u otro. Proporcionarlo costaba solo unos centavos, pero significaba que nadie pasaba hambre y que todos ten?an suficiente energ?a para trabajar hasta la una de la madrugada. Mam? no era tonta. Mama San sali? en ese momento con sus bolsas de la compra y las l aves de su motocicleta. "Est? bien, se?oritas, me voy ahora. Sean buenas." el a anunci?. Lek se ha ofrecido a reemplazarme esta noche, as? que cons?ganse amigos decentes mientras ella est? fuera de acci?n. Las veo ma?ana. ?Oh, y Lek! Casi olvido. Tu maestro vino a eso de las dos y dijo que te diera esto. Aparentemente, lo dejaste en su mesita de noche”. Con indiferencia tir? un peque?o sujetador de pelo y se fue. "Woo, woo, woo, woo, woo", gritaron todas las chicas a la vez. La historia ya se hab?a extendido y Lek se frot? el trasero y fingi? estar avergonzada. La sesi?n de la tarde comenz? muy bien: en su mayor?a brit?nicos de mediana edad, en su mayor?a borrachos y en su mayor?a asombrados de estar en un pa?s donde los bares estaban l enos de mujeres j?venes y amistosas dispuestas a hablar con ellos, y que estaban abiertos todo el d?a vendiendo cerveza a precios razonables. Lek jug? bien su papel de anfitriona; lo hab?a hecho muchas veces antes. Podr?a ofrecer un cigarril o a los que se sentaban al ? un rato o presentar a una chica u ofrecer buscar pareja para un juego de bar. Se hab?a ofrecido como voluntaria para ser la cajera como expiaci?n y eso significaba sentarse en la parte de atr?s del bar, controlar el dinero y las chicas, pero no acudir a menudo al bar. En Daddy's Hobby, como en la mayor?a de los bares, las chicas atra?an a los apostadores bailando, gritando o posando, tomaban los pedidos y luego entregaban las bebidas. Tambi?n se sentaban con los bebedores, si quer?an, y trataban de sacarles Lady Drinks. La orden iba a la cajera, quien le escrib?a una nota, ella tambi?n la anotaba en un libro mayor o ten?a un duplicado. El cliente recib?a una copia en un vaso de precipitados frente a ?l. Cuando quisiera cobrar, una chica sumaba las cuentas y llevaba su pago a la caja, quien verificaba que todo estuviera en orden, marcaba su factura como pagada y le entregaba el cambio, que la chica le devolv?a, esperando una propina. Por lo tanto, la cajera estaba atada a la caja, siendo la ?nica persona con acceso a la recaudaci?n y, en consecuencia, ten?a pocas posibilidades de realizar alguna acci?n. Por esta raz?n, y por la responsabilidad y la confianza necesarias, una cajera ganaba normalmente el doble del salario b?sico normal de una chica de bar. Mama San sol?a trabajar como cajera. Lek se sent? detr?s de un escritorio de tama?o mediano, en el que se colocaba un libro de cuentas duplicado, un libro de contabilidad de ventas, un diario de escritorio, una grabadora, un reproductor de CD y el control remoto del televisor. Estaba a cargo del entretenimiento audiovisual as? como del entretenimiento nocturno. El trabajo era r?tmico. Siete muchachas tra?an pedidos de forma regular; hab?a que escribir fichas; realizar entradas en el libro mayor; cambiar cintas o CD; dar cambio; cambiar los canales de televisi?n; hacer introducciones; intercambiar bromas. Todo hac?a que el tiempo pasara r?pido. Los "novios" habituales de dos de las chicas, Joy y Deou, Barry y Nick, l egaron para recogerlas a las nueve en punto. Lek consideraba importante armar un esc?ndalo especial con los novios habituales, como tambi?n lo hac?a Mama San. Los "novios habituales" eran el equivalente de las chicas a la pista caliente de un vendedor. Todo novio habitual era un posible boleto para salir de Pattaya. Un hombre se consideraba un novio habitual si volv?a por la misma chica varias noches seguidas. Los mejores eran los hombres que acababan de l egar, en cuyo caso una chica ten?a hasta cuatro semanas para que ?l se enamorara de ella, por no hablar de los 28 d?as de salario regular. A menudo, un cliente habitual hac?a arreglos para encontrarse con su dama en el bar de la casa a las ocho o nueve en punto; tomar?an unas copas (y Lady Drinks) y el pago de bar se har?a discretamente junto con su primer pedido. M?s tarde, pod?an irse a comer o ir a ver un espect?culo, aunque la chica habr?a estado trabajando al ? desde las cuatro o las cinco, como de costumbre, por si ?l no se presentaba. La regla de la casa era hacer que estos hombres se sintieran especiales: todas las chicas charlaban con ellos; todas las chicas se ofrec?an jugar juegos de bar; todas las chicas los trataban como parte de la familia. ?Parte de la familia, pero no de la hermandad! No solo el g?nero los exclu?a de eso. Ser extranjeros o falang (como se l ama a los cauc?sicos) los exclu?a tambi?n. Es importante darse cuenta de la diferencia. Ninguna de las chicas intentar?a robarle el novio a una colega. Todas las chicas quer?an lo mismo y todas las chicas har?an todo lo posible para ayudar a una amiga a lograr su ambici?n. Si un novio l amaba cuando su dama estaba, digamos, de compras o algo m?s, todas las chicas disponibles har?an un esc?ndalo por ?l, mientras que Mama San la llamaba discretamente para decirle que regresara a la base a una velocidad vertiginosa. Muchas chicas intentar?an cubrir sus apuestas haciendo "un poco de tiempo", si no estuvieran seguras de su marca. Lek se tomaba un par de minutos para repasar; tomar su pedido personalmente; darles la mano; preguntarles si ir?an a alg?n lugar especial m?s tarde y ofrecerles un cigarrillo; luego volv?a a su papeleo. El resto depend?a de ellas ahora y lo estaban haciendo bien hasta ahora. Lek mir? al grupo de cuatro; not? su lenguaje corporal y los sopes?: hab?an estado viendo a sus novios durante aproximadamente una semana y los hab?an visto todos los d?as y noches, lo cual era una muy buena se?al. Se alojaban en el Marriott, por lo que no les faltaba dinero; ten?an alrededor de cuarenta y cinco a?os, por lo que probablemente no eran "mariposas" como la mayor?a de los hombres m?s j?venes e incluso podr?an divorciarse. Se vest?an elegantemente. Ambos proced?an de la misma ciudad del sur de Gales y hab?an volado juntos. Era su primera vez en Tailandia y estaban en la tercera semana de una estad?a de cuatro semanas. Cosas de libro de texto, pens?, las chicas ten?an todas las posibilidades de ?xito: las muchachas estaban casi casadas. Pas? los canales de televisi?n para ver si pod?a encontrar algo de f?tbol, tal vez luego se quedar?an un poco m?s; despu?s de todo, a todos los brit?nicos les gustaba el f?tbol, ?no? Dos de las otras chicas, Porn y Or, parec?an estar bien tambi?n, afuera, jugando al billar con dos ingleses bastante agradables. Ten?an una buena oportunidad. El resto de las chicas estaban afuera, engatusando a los transe?ntes para que vinieran al bar. Mott estaba intentando bailar en el tubo. El a no era muy buena en eso, pero para ser justos, el poste tampoco era lo suficientemente largo. Aun as?, estaba teniendo una oportunidad y era divertido, si no sexy. Ayr y Goong trajeron a dos borrachos hacia las once y media y parec?an bastante felices, aunque Lek pens? que estaban por debajo de sus amigos. ?Todav?a! Depende de ellas, ella tampoco siempre lo hac?a bien. Pidieron una ronda y enseguida llamaron a la Mama San. Obviamente, ten?an algo de experiencia en Tailandia, aunque no en Daddy's Hobby. "?Cu?l es el valor del bar por estas dos muchachas?" uno de ellos arrastraba las palabras. "?Y hablan ingl?s?" el otro intervino. Lek se acerc?. El a pudo ver que eso necesitaba un manejo delicado, as? que l am? a Fa para que se hiciera cargo de la caja. “?Por qu? no se sientan a hablar con Ayr y Goong primero? Beban. Hagan amigos — sugiri? ella, acomod?ndose frente a ellos. “Son mujeres encantadoras y hablan ingl?s bien. Mi nombre es Lek, soy muy buena amiga de ellas. ?Cu?l es su nombre? "Ach, este es Dougal y puedes l amarme Jock", dijo uno. “Hola Ayr, hola Goong, hermosas jovencitas. ?Quieren un trago? ?Y t?, Ayr? ?Y t?? Lek, ?dijiste que era tu nombre? ?Est?s listo para otro, Dougal? Dougal asinti? y estrech? la mano de Ayr. A Ayr y Goong les resultar?a dif?cil seguir el acento escoc?s de los hombres, pens? Lek. Ya era bastante dif?cil para ella. Aun as?, las chicas s? hablaban ingl?s, por lo que pod?an tener una especie de conversaci?n unidireccional, si eso era lo que quer?an. Lek se arriesg? a que los escoceses no entendieran el tailand?s, aunque bien podr?an ser residentes de Tailandia y habl? con sus amigos en su lengua materna: “?Est?n seguras de que quieren seguir adelante con esto? Est?n un poco borrachos y ya las han estado toqueteando, a la vista tambi?n. ?Por qu? no tomar unas Lady Drinks? r?an un poco; ir a por una propina y d?jenlos vagar m?s tarde No queda mucho para irnos ahora y podemos irnos a casa juntas”. Fa l am? la atenci?n de Lek sobre un asunto similar en el fondo del bar. "No vayan a ning?n lado ni prometan nada hasta que yo regrese. D?ganles que el precio del bar por las chicas es de 500 cada una. Hablen de cualquier cosa, no tardar?”, aconsej? Lek. "Lo siento, chicos, vuelvo en cinco minutos", se disculp? en ingl?s mientras se dirig?a a la parte de atr?s del bar Los dos ingleses esperaban con Porn y Or, que, conociendo la rutina, se hab?a retrasado en pedir la factura de los clientes. Lek mir? a las chicas a los ojos cuando se acerc? y les pregunt? en voz baja si estaban contentas con la situaci?n. Dijeron que lo estaban igualmente en voz baja, por lo que Lek les indic? a todos que se sentaran en la esquina cercana de la barra detr?s de la sil a del cajero. "?Hola! Mi nombre Lek”, dijo a los ingleses, “?Les gustan las damas? ?Cu?l es su nombre? Se presentaron como John y Bob y estrecharon la mano de Lek. "?Qu? quieren hacer con estas chicas?" pregunt? con descaro, pero sin ning?n indicio de insinuaci?n. "Umm, bueno, est?bamos pensando en ir a comer algo y quiz?s ir a un club m?s tarde", dijo Bob. "Oh no hay problema. Depende de ustedes. Porno y O conocen Pattaya muy bien. Pueden mostrarles un buen restaurante, un buen club. Est?n trabajando aqu? ahora; ?Saben que debes pagarme por dejarlas ir temprano? No es mucho dinero. Cuatrocientos baht cada una o perder?n dinero. ?Entienden? Lo que quieran hacer las muchachas despu?s de terminar de trabajar es con ellas. Deben hablar con ellas lo que quieren. ?Entienden?" dijo Lek tratando de aclarar las circunstancias. "S?, creo que entiendo", dijo Bob. "?Qu? te parece, John?" "Estoy bien con eso", respondi? entendiendo un poco m?s r?pido que su amigo. "S?, bien", le dijo a Lek y sonri? a cada una de las chicas, que le devolv?an la sonrisa. "Muy feliz." Porn puso su brazo alrededor de su cintura y lo abraz?. "OKAY. Bueno. ?Todos felices! Ustedes hombres guapos. ?Quieren una bebida m?s aqu? o quieren liquidar ahora? ?Beber barato aqu?, pero caro en el restaurante? Bob opt? por otra cerveza y ofreci? bebidas a todos. Lek acept? y asinti? con la cabeza a Fa para que pusiera la cuenta en su vaso de precipitados. El a sonri? amablemente, tom? un sorbo del vaso y se meti? en la conversaci?n: "?D?nde se quedan? ?Est?n aqu? desde hace mucho tiempo? mirando a sus compa?eras. "Oh, nos quedamos en el 'Pig' calle arriba. Llevamos aqu? tres d?as. Faltan tres semanas”, respondi? Bob. Lek ten?a la informaci?n que quer?a y se excus? para regresar con los escoceses. Hab?an estado sentados a la vuelta de la esquina fuera de la vista, sin embargo, su ?nimo decay? cuando dobl? la esquina y vio que ya no estaban donde los hab?a dejado. "Fa, ?d?nde est?n Ayr y Goong?" ella pregunt?. “Oh, se fueron con esos hombres hace unos diez minutos. Me dijeron que dijiste que escribiera una multa de bar por 1.000, ?verdad? Los hombres tomaron dos rondas m?s, te dejaron dos tragos, pagaron la cuenta y dijeron que no pod?an esperar m?s, que ten?an que irse. ?Eso est? bien? ?He hecho algo malo, hermana mayor? Oh, y Ayr me dijo que te diera esto”. Fa le entreg? a Lek una hoja de papel, en la que estaba escrito el nombre de un hotel y un cartel de beso. "No, no, todo est? bien, hermanita. Lo hiciste bien. Estoy un poco cansada, eso es todo. Ve y hazle compa??a a Mott y abre media botella de whisky para los tres. Parece que todas los dem?s nos han abandonado”. Eran las doce y media de la ma?ana y la nueva ley obligaba a cerrar a la una de la madrugada. No es que se haya cumplido o aplicado ampliamente. La ?nica concesi?n que la mayor?a de los bares hicieron a la nueva ley fue apagar las luces y la m?sica a la hora oficial de cierre. Al no tener clientes, Lek se traslad? al frente del bar y se sent? con Mott y Fa, que le hab?an servido un whisky con soda con hielo. Las chicas que todav?a estaban en el bar despu?s de la medianoche sol?an compartir una botella de whisky. Lek les cont? su chiste sobre las minas terrestres y todos se rieron. No iba a pasar mucho ahora, as? que Lek les ofreci? a las otras chicas un final temprano. Mientras lo hac?a, l eg? la guardia nocturna, Noi. Mott y Fa ten?an aproximadamente 22 y 20 a?os respectivamente y pensaron que ir?an y arriesgar?an su suerte en Walking Street. Trabajo independiente, como se l amaba. Estaba a s?lo cinco minutos en taxi. Al salir del bar, Mott dijo: "Si vemos a tu maestro, ?deber?amos decirle que todav?a no has hecho tu tarea?" Lek le arroj? la tapa de una botella y se escabul eron riendo. Lek y su vieja amiga, Noi, la vigilante nocturna, se quedaron solas, no por primera vez. El trabajo de Noi era cuidar el bar despu?s de que el personal habitual del bar se hab?a ido. El a dorm?a al ?, pero si alg?n rezagado quer?a tomar una copa en cualquier momento de la noche, ella lo serv?a. El bar era suyo durante unas quince horas, desde aproximadamente la una de la ma?ana hasta aproximadamente las cuatro de la tarde. Noi tambi?n era de la misma zona, aunque no del mismo pueblo que Lek, y charlaron sobre sus familias en casa, poni?ndose al d?a con los ?ltimos chismes. Lek hab?a estado ocupada cuando normalmente l amaba a su hija para desearle buenas noches y preguntarle por su d?a y no estaba contenta consigo misma por no haber tenido tiempo para hacerlo. No era la primera vez que Soomsomai se iba a la cama sin la bendici?n de su madre, pero no suced?a con frecuencia. "Soomsomai entiende que tienes que trabajar, estoy segura. Es una ni?a bril ante ", la consol? Noi. “?Qu? quiere hacer cuando deje la escuela? ?Alguna vez ha dicho algo al respecto? Enfermera, maestra, ?algo as?? "No, en realidad no ha hablado de una carrera", dijo Lek, terminando la botella en su vaso. “Ella es todav?a joven y tiene mucho tiempo. No me importa lo que haga, siempre que sea feliz y no trabaje en un bar como yo. Le gusta cuidar a los animales. Cuida las gallinas de mam? y tiene algunos cerdos con el reba?o de su t?o. El a va directamente desde la escuela para darles de comer y hablar con ellos. Quiz?s, ella pensar? en ser veterinaria. “Su materia favorita en la escuela es la inform?tica. Alguien don? un par de computadoras a la escuela y los ni?os est?n aprendiendo con ellas, pero ya sabes c?mo es. Las clases son demasiado grandes y los profesores, con la mejor voluntad del mundo, no saben mucho sobre las computadoras. “Algunos de los profesores hablan ingl?s como idiomas extranjeros y tambi?n tienen problemas con las computadoras. Por mucho que se esfuercen, estas personas no son aptas para ense?ar ingl?s y computaci?n, que se basa en el ingl?s. Los comandos est?n todos en ingl?s, ?no es as?? Quiz?s deber?a conseguirle lecciones privadas y una computadora de segunda mano para practicar en casa. Le dar?a una ventaja, ?no? ?Cu?nto crees que cuestan? ?Sabes algo de computadoras? " "Lo siento, no...” "Ciertamente yo no s?. Ni siquiera s? c?mo encender una. ?E Internet? ?El a tambi?n deber?a estar en eso? "Oh, no es bueno preguntarme, querida", dijo Noi. "Soy igual que t?. No ten?an computadoras en la escuela cuando yo estaba al ?. Ni siquiera conozco a nadie que tenga una. Mi beb?, Su, ahora tiene 16 a?os y de lo ?nico que habla es de beb?s y casas. Terminar? la escuela este a?o y pronto se casar?, supongo. El a no quiere una carrera. El a no es ambiciosa. Le gusta venir a visitarme una vez al a?o de vacaciones, pero no le gusta mucho la ciudad, ni siquiera Pattaya. “Est? feliz de regreso a casa en el pueblo. Soomsomai estar? bien, no te preocupes demasiado. ?Por qu? no te vas a casa y te acuestas temprano? Parece que esta noche tienes la cama para ti sola. Ve y aprov?chala. Arreglar? un poco aqu? y luego me sentar? a leer mi revista un rato, a menos que un pr?ncipe azul venga a hacerme compa??a. ?Yo deber?a ser tan afortunada!" Lek sonri? a su amiga y se baj? de la barra. "Mmm, s?, tienes raz?n. S? que lo eres, pero sabes c?mo es. Me siento tan culpable por trabajar y no pasar tiempo con mi beb?. He echado de menos verla crecer y a veces me destroza. Por lo general, estoy bien, pero a veces, a veces simplemente no puedo manejarlo. A veces, solo quiero l orar y l orar... renunciar a todo y volver a casa con el rabo entre las piernas como un cachorro deshonrado. ?Por qu? lo hacemos, Noi? “Ah?, ah?, lo s?. Todas nos ponemos as? a veces cuando estamos un poco deprimidas. Has hecho todo lo posible por tu familia y no puedes hacer m?s que eso, ?verdad? Nadie puede. Vete a casa ahora y duerme bien. Te ver? ma?ana por la tarde ", la consol? Noi. Se dieron un largo abrazo, luego Lek recogi? su bolso y cruz? corriendo la estrecha carretera hacia uno de los moto taxis, que permanec?a en la fila d?a y noche. Lek conoc?a bien a los chicos. A menudo hab?an buscado refugio bajo el techo de su bar durante una tormenta o acud?an a tomar un caf? para ayudarlos a superar un per?odo de tranquilidad. Cuidaban a las ni?as locales como hermanos mayores: eran la protecci?n local o la mafia. “Hola, Nong”, dijo, “l ?vame a casa, ?quieres? Estoy muerta. ?D?nde est? el jefe esta noche? ?En el alboroto? “Hola, Lek, ?est?s bien, ni?a? Hermosa como siempre. Lo suficientemente buena para comer, si me entiendes. Si tan solo pudieras verme como algo m?s que un servicio de taxi a casa. Tengo m?s entre mis piernas que una simple motocicleta, ya sabes. Solo bromeo. Seguro, sube. No s? d?nde est? Bong. Lo conoces. ?l es el jefe y puede hacer lo que quiera. Solo soy el pobre ayudante contratado y hago lo que me dicen ", respondi?. Lek le dio una palmada juguetona en el hombro y salt? detr?s de ?l en la moto: "?Oh t?!" ella dijo. "Un d?a lo aceptar? y caer?s muerto de shock". Diez minutos m?s tarde, estaba parada fuera de su bloque, pregunt?ndose si ir?a a comer algo o no. Se sent?a triste y sola, pero decidi? no ir a comer, consider?ndose una compa??a demasiado pobre para infligir a nadie. La verdad era que la mayor?a de los hombres hubieran pagado solo por hablar con ella incluso en su estado de ?nimo melanc?lico, pero ella no se daba cuenta. En su habitaci?n, se sinti? totalmente sola. Sus amigas estaban con unos patanes borrachos, pero al menos no estaban solas. Encendi? el ventilador y la televisi?n y se quit? la blusa y los pantalones cortos. Se mir? en el espejo mientras se envolv?a con una toal a de ba?o. No est? mal, pens?, pero ?cu?nto tiempo m?s? Se quit? el sujetador y las bragas por debajo de la toal a, aunque de todos modos no hab?a nadie que mirara. Era fuerza de la costumbre. Se sent? en la cama y pas? los canales. No ten?an cable ni sat?lite, as? que lo dej? en un canal con m?sica y se fue a dar una ducha. Pens? en su madre, que ten?a 61 a?os. ?Cu?nto m?s le quedaba de vida? ?Recibir?a alg?n d?a una terrible l amada telef?nica dici?ndole que su madre hab?a fal ecido, antes de que pudiera tener la oportunidad de pasar los ?ltimos a?os con ella? ?Se casar?a Soomsomai y se mudar?a antes de que Lek tuviera la oportunidad de ayudarla a crecer? Estas eran las posibilidades que eran demasiado espantosas para pensar en ellas, pero que levantaban sus cabezas con demasiada frecuencia en estos d?as. Abri? la ducha y le rog? al agua que limpiara los pensamientos. Pero no fue as? y Lek se acost? en la cama y l or? hasta quedarse dormida, sola. Конец ознакомительного фрагмента. Текст предоставлен ООО «ЛитРес». Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию (https://www.litres.ru/pages/biblio_book/?art=63533216&lfrom=688855901) на ЛитРес. Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.
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