«Я знаю, что ты позвонишь, Ты мучаешь себя напрасно. И удивительно прекрасна Была та ночь и этот день…» На лица наползает тень, Как холод из глубокой ниши. А мысли залиты свинцом, И руки, что сжимают дуло: «Ты все во мне перевернула. В руках – горящее окно. К себе зовет, влечет оно, Но, здесь мой мир и здесь мой дом». Стучит в висках: «Ну, позвон

Corazones Marcados

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Corazones Marcados Blankenship Amy Los hermanos guardianes son inmortales muy posesivos cuando se trata de proteger a Kyoko de Hyakuhei, de los demonios, incluso de ella misma. Pero, ?cu?ndo se pasa de la raya? Si los hermanos supieran que tienen que matarse entre ellos para estar cerca de ella, ?lo har?an? Si eso les permitiera amarla, entonces lo har?an en un abrir y cerrar de ojos. ?Su muerte ser? suficiente para mantener a Kyoko alejada del se?or de los demonios, Hyakuhei, que la ha amado durante toda la eternidad? A veces ni siquiera la sangre es suficiente cuando Kyoko no juega seg?n las reglas de sus Corazones Malditos.? Los hermanos guardianes son inmortales muy posesivos cuando se trata de proteger a Kyoko de Hyakuhei, de los demonios, incluso de ella misma. Pero, ?cu?ndo se pasa de la raya? Si los hermanos supieran que tienen que matarse entre ellos para estar cerca de ella, ?lo har?an? Si eso les permitiera amarla, entonces lo har?an en un abrir y cerrar de ojos. ?Su muerte ser? suficiente para mantener a Kyoko alejada del se?or de los demonios, Hyakuhei, que la ha amado durante toda la eternidad? A veces ni siquiera la sangre es suficiente cuando Kyoko no juega seg?n las reglas de sus Corazones Malditos. Tabla de contenido Cap?tulo 1 "Sacrificio" (#ulink_6babd75f-e06d-51b2-9281-48a1a30314e9) Cap?tulo 2 "Una voz del pasado" (#ulink_64fdf741-b0f4-56b6-ad8f-b535719466dd) Cap?tulo 3 "Las hormonas son nuestra escuela secundaria" (#ulink_192f7b89-f380-59fe-9221-52ac3e1594f0) Cap?tulo 4 "Los chicos malos y Romeo" (#ulink_c6d40771-489a-5662-af3b-a6c9bb91a9d5) Cap?tulo 5 "El Fantasma de la ?pera" (#ulink_c4db5c29-944d-5eb7-a3fe-2a62b92a8ce8) Cap?tulo 6 "Lo que los demonios temen" (#ulink_8b30379c-ac83-5d61-9434-01a1a56c6e10) Cap?tulo 7 "Despertar" (#litres_trial_promo) Cap?tulo 8 "Enigma" (#litres_trial_promo) Cap?tulo 9 "Seducci?n" (#litres_trial_promo) Cap?tulo 10 "Celos peligrosos" (#litres_trial_promo) Cap?tulo 11 "Sin invitaci?n" (#litres_trial_promo) Cap?tulo 12 "Rivalidad entre hermanos" (#litres_trial_promo) Cap?tulo 13 "Corazones Celosos" (#litres_trial_promo) Cap?tulo 14 "Atrapado en el medio" (#litres_trial_promo) Cap?tulo 15 "Comportamiento perturbador" (#litres_trial_promo) Cap?tulo 16 "Punto de ruptura" (#litres_trial_promo) Cap?tulo 17 "?ngel de alas negras" (#litres_trial_promo) Cap?tulo 18 "Los demonios entre nosotros" (#litres_trial_promo) Cap?tulo 19 "Lazos que unen" (#litres_trial_promo) Corazones Marcados El Coraz?n De Cristal Del Guardi?n Libro 8 Amy Blankenship Traducci?n al Espa?ol: ZionXVI Derechos de autor ? 2010 Amy Blankenship Edici?n en ingl?s Publicada por Amy Blankenship Segunda edici?n publicada por TekTime Todos los derechos reservados. Cap?tulo 1 "Sacrificio" Los hermanos guardianes se reunieron alrededor de los restos de la estatua de la doncella. Incluso heridos y ensangrentados, eran todav?a un espect?culo para contemplar. Sus transl?cidas alas se extend?an detr?s de ellos como los ?ngeles de la leyenda, pero las mort?feras armas que acababan de usar para rechazar la lluvia de demonios hablaban de su verdadera naturaleza. Los guardianes eran m?s peligrosos y letales de lo que los demonios pod?an esperar ser. Ellos son los protectores del Coraz?n del Tiempo... el portal del tiempo que es el enlace entre el mundo de los demonios y todos los humanos. El tiempo y el espacio separan los mundos para que nadie pueda cruzar sin el uso del portal sagrado. Los guardianes nunca esperaron volver su poder en contra de lo que hab?an nacido para proteger. Los vientos de cambio hab?an comenzado hace tres a?os cuando la estatua de la doncella comenz? a brillar repentinamente, revelando el hecho de que la sacerdotisa humana hab?a renacido al otro lado del Coraz?n del Tiempo. Hyakuhei, que una vez fue el guardi?n m?s poderoso, ahora se?or de los demonios, hab?a atacado, enviando a sus demon?acos secuaces en un frenes? mientras intentaban llegar al portal... intentando llegar a la sacerdotisa del otro lado. Los guardianes sab?an porque Hyakuhei hab?a atacado con tanta furia apasionada, pero la raz?n del guardi?n oscuro no importaba... no pod?an permitirlo. Su intensa guerra dur? tres largos a?os, sin cesar, debilitando a ambas partes del conflicto.... hasta hoy. Hyakuhei hab?a liberado al m?s astuto de los demonios, uni?ndolos a los m?s d?biles para luchar con venganza. Enviando al ej?rcito del mal a invadir a los guardianes en gran n?mero, Hyakuhei hab?a extendido sus oscuras y oscuras alas, invocando su ?ltimo poder para desestabilizar la barrera y escapar al reino humano. Hab?a sucedido tan r?pido que los guardianes ni siquiera sab?an cu?ntos demonios se hab?an deslizado a trav?s de la barrera con ?l y la ?nica manera de detener a m?s seguidores hab?a sido destruir el Coraz?n del Tiempo. Ahora los guardianes estaban en una encrucijada. Hyakuhei y los demonios ser?an libres de acechar a la sacerdotisa dentro del reino humano, porque con el portal del tiempo destruido... los guardianes no pod?an alcanzarla. ?No deber?amos haber hecho eso, ?gru?? Toya, mirando fijamente a la pila de escombros desde donde se arrodill? en el suelo. La p?rdida de sangre hab?a minado su energ?a, pero no su ira. Hab?a enviado todo el poder que pod?a a trav?s del portal del tiempo un instante detr?s de Hyakuhei. Solo esperaba haber herido al se?or de los demonios en el proceso. "?Hyakuhei la cazar?!" ?Es s?lo un beb?. Tres a?os de edad y sin poder contra ellos. La tristeza en la voz de Kamui era espesa mientras sus ojos brillaban con l?grimas. Intent? borrar las pruebas, pero s?lo consigui? dejar una mancha de sangre en la mejilla. "?Y si los demonios la encuentran antes que ?l?" ?No tendr? ninguna oportunidad contra ellos. Kotaro cerr? sus helados ojos azules, neg?ndolo. ?No tiene a nadie que pueda protegerla de los demonios... o de Hyakuhei. Las alas de amatista de Shinbe se desvanecieron mientras envolv?a su brazo alrededor de la herida a trav?s de sus costillas. Se curar?a, pero no servir?a de nada. ?Puede que hayamos detenido al resto de los demonios de entrar en su mundo... pero en realidad, lo hemos perdido todo si ?l la reclama. Kyou era el ?nico que segu?a en pie a su altura, pero s?lo porque hab?a decidido ignorar sus propias heridas a la luz del dilema al que se enfrentaban. ?Esto no ha terminado. ?Su voz estaba desprovista de la angustia que aflig?a a sus hermanos. ? ?De qu? est?s hablando? Sise? Toya mientras se pon?a en pie. ?El portal del tiempo est? destruido. No podemos salvarla. Sus alas plateadas desaparecieron en una r?faga de plumas, dejando paso a su ira. ?Hay una manera... pero el precio es alto, ?les inform? Kyou. ?No hay un precio demasiado alto, ?dijo Kamui lo que pensaban los dem?s. Sus manos estaban ahora con los pu?os a los costados y sus ojos decididos. El largo pelo plateado de Kyou ondeaba en la brisa mientras giraba sus dorados ojos para cerrarlos con los de Kamui. "?Morir?as por ella?" ?Si eso la salvar?a a ella y a su mundo, fue la respuesta instant?nea de Kamui cuando dio un paso adelante. ?Entonces ser?a un peque?o sacrificio. ?S?lo dinos lo que tenemos que hacer, ?exigi? Toya. ?Nuestras vidas ya le pertenecen a ella... Si se necesita sangre, entonces sangraremos. Kyou mir? de un guardi?n a otro viendo que todos estaban de acuerdo. ?Si morimos en este reino, entonces apareceremos en el suyo... pero hay un costo por tal acto. Nuestros poderes como guardianes se reducir?n a la mitad, y nuestras alas son el precio del pago porque ser?n el poder que nos lleve a trav?s del tiempo y el espacio. ??Estaremos juntos? ?Shinbe tuvo la premeditaci?n de preguntar. ?Somos hermanos y eso nunca cambiar?. No renaceremos... sino que nos deslizaremos a trav?s del velo del tiempo tal como somos. Para los mortales, apareceremos s?lo alrededor de las edades de diecisiete a diecinueve a?os, pero nuestra inmortalidad nos impedir? envejecer. El poder del descenso nos dar? una vida como si siempre hubi?ramos estado entre ellos.... cerca de ella. La sacerdotisa es inocente en el reino de los humanos... no tendr? poder hasta que sea mayor de edad. Shinbe apret? con m?s fuerza su bast?n mientras miraba hacia el sangriento campo de batalla que les rodeaba. ?Hemos sido atacados por poderosos demonios muchas veces, y aun as? vivimos. ??C?mo hace un guardi?n para que lo maten?? ?La m?s leve insinuaci?n de una sonrisa posey? los labios de Kyou mientras respond?a. ?Se necesita un guardi?n para matar a un guardi?n. ?Si vamos a hacer esto, entonces ser? mejor que lo convirtamos en una prueba de fuerza, ?insisti? Kotaro intentando alejar el horror de matar al hermano de uno. Shinbe asinti?, entendiendo lo que Kotaro estaba intentando hacer. "Siempre nos hemos preguntado qui?n de nosotros es el m?s fuerte." Los ojos brillantes de Kamui se volvieron negros y el color ?bano se extendi? r?pidamente por sus alas como si estuviese comiendo el polvo de estrellas que brillaba all? en manchas de varios tonos. En el instante en que Kamui lleg? a su verdadero poder; se convirti? en una lucha a muerte. En pocos momentos, Toya fue el ?ltimo en pie. Cay? de rodillas por el dolor de lo que acababa de hacer, y de lo que a?n ten?a que hacer. Nadie hab?a pensado en el sacrificio m?s verdadero que se iba a hacer. ?Estar contigo, ?su voz era solo un susurro mientras guardaba el resto de sus pensamientos en su interior. Tomando sus dagas gemelas en un apret?n de manos, las clav? en su propio coraz?n. El ?ltimo de sus poderes activ? las dagas sagradas mientras el hielo se extend?a r?pidamente desde su coraz?n.... seguido por las llamas. Cap?tulo 2 "Una voz del pasado" Quince a?os despu?s... Kyoko se detuvo ante la puerta de la oficina sin querer entrar. Ella hab?a estado en el internado de todas las ni?as desde que ten?a memoria y ser llamada a la oficina de la Sra. Estupidez nunca hab?a sido algo bueno. Le dio un nuevo significado a las palabras "Oh, mierda". ?Adelante, Hogo. Incluso silenciada desde la otra habitaci?n, la voz femenina parec?a ?spera e inflexible, del tipo que b?sicamente rallaba los nervios de la gente. Kyoko se estremeci? pregunt?ndose c?mo demonios sab?a la vieja que estaba all?. Se tom? un segundo para mirar a su alrededor, buscando la c?mara esp?a secreta que nunca hab?a encontrado, luego se encogi? de hombros y abri? la puerta. Viendo que la due?a principal no estaba sola en la oficina, Kyoko se movi? de un pie a otro pregunt?ndose qu? hab?a hecho para meterse en problemas esta vez. Como la escuela estaba en medio de la nada y no se permit?a la entrada a los hombres, ella nunca hab?a estado en la misma habitaci?n con el sexo opuesto e instant?neamente mir? hacia otro lado. ?Si?ntese, Srta. Hogo, tenemos mucho que discutir. ?La Sra. Estupidez dijo con toda la arrogancia que pudo. Hasta ella parec?a estar preocupada porque su escuela de justicia hab?a sido invadida por un hombre. ?Este es el Sr. Sennin, un abogado que ha estado a cargo del patrimonio de su familia desde que usted fue colocado aqu? en nuestra escuela. ?Me ha dicho que su trabajo ha terminado y que todos los derechos de la propiedad se le devuelven a partir de la medianoche de hoy. Kyoko parpade? varias veces, confundida. ?Su familia qu?? Siempre le hab?an dicho que estaba bajo tutela de la escuela y asumi? que eso significaba que era hu?rfana. Su cumplea?os era ma?ana, pero.... Kyoko se estremeci? de repente cuando la Sra. Estupidez se puso de pie y se dirigi? a la puerta de la oficina. La espalda de la anciana estaba r?gida como una tabla y sus talones hac?an ruido en los pisos de madera de la oficina. Mir? hacia abajo de su nariz m?s all? de las molestas gafas que colgaban del extremo de la misma. ?Dejar? que el Sr. Sennin explique el resto. ?La puerta se cerr? con un resonante estruendo, dejando a Kyoko y al hombre solos dentro de la oficina. ? ?Puedo llamarte Kyoko? ?pregunt? el Sr. Sennin educadamente. Personalmente, se alegr? de que la vieja vaquilla los hubiera dejado solos. Su voz era envejecida y ?spera pero suave y dulce al mismo tiempo, haciendo que Kyoko finalmente levantase sus ojos esmeraldas para encontrarse con los suyos. Estaba vestido con un traje de negocios como un abogado, pero su sonrisa pertenec?a al abuelo de alguien porque esa sonrisa llegaba hasta sus ojos parpadeantes y grises. Ella asinti?, necesitando un momento para encontrar su voz. ? ?Conoces a mi familia? Kyoko hizo la ?nica pregunta que pens? que nunca tendr?a una respuesta. ?Los conoc?a muy bien. Tu abuelo era mi mejor amigo. Suspir? mientras tomaba la silla de la Sra. Estupidez y la pon?a alrededor del escritorio junto a la de Kyoko. ?Tu abuelo te trajo a m? cuando s?lo ten?as tres a?os con instrucciones muy expl?citas y un testamento. Muri? en un extra?o accidente s?lo un par de horas despu?s de dejar mi bufete. ?El viejo respir? hondo, como si la memoria a?n le doliera profundamente, y luego empez? a explicarlo. ?Tu abuelo vino a m? en confianza. Me dijo que todos en tu familia estaban en peligro. Tus padres acababan de morir en extra?as circunstancias y ?l tem?a por tu vida.... tem?a que fueras el siguiente, supongo. Se agit? como si estuviera luchando por explicarlo. ?Ver?s.... tu madre y tu padre fueron encontrados en la sala de estar de tu familia, aparentemente mutilados hasta la muerte por alg?n tipo de animal. Sus ojos se oscurecieron ante el recuerdo. ?Pero nunca se encontraron pruebas de que hubiera animales dentro de la casa. El Sr. Sennin frunci? el ce?o: ?Cuando lleg? la polic?a, buscaron a tu hermano menor Tama, pero desapareci? sin dejar rastro. Estuviste con tu abuelo en la feria del condado durante el momento de la muerte de tus padres. Pero cuando los investigadores registraron la casa, fue su habitaci?n la que sufri? el mayor da?o. Fue entonces cuando tu abuelo te trajo a mi oficina". ? ?Se han ido todos? ?Kyoko se sinti? como si estuviera atrapada en los faros.... descubriendo que s? ten?a una familia y sabiendo que los hab?a perdido a todos en la misma respiraci?n. ?Nadie me ha dicho nada de esto. Siempre dec?an que estaba bajo tutela de la escuela. ?Nunca se me ha permitido salir del campus. Parpade? pregunt?ndose si habr?a sido mejor que no lo supiera. El Sr. Sennin asinti? con la cabeza: ?Mis instrucciones eran enviarle a un internado aislado lo m?s lejos posible de la casa de su familia, y luego no tener ning?n tipo de contacto con usted hasta que cumpliera diecisiete a?os. Siempre he enviado las cuotas de la escuela a trav?s de una cuenta en el extranjero para que no puedan ser rastreadas. Mir? alrededor de la habitaci?n sintiendo pesar por su aislamiento. ?La ?nica raz?n por la que escog? este lugar fue porque el suelo aqu? es sagrado... bendecido por los monjes que viven en el monasterio, justo arriba de la monta?a. Sus ancestros y tradiciones son los m?s antiguos del mundo... y los m?s poderosos. Tambi?n ped? que nunca se te permitiera salir de la escuela. Ver?s, tu abuelo estaba convencido de que si no estabas escondido en alg?n lugar.... que los demonios te encontrar?an. Kyoko se estremeci? de sorpresa. "?Demonios?" Ese era su secreto y nunca se lo hab?a contado a nadie. Sus compa?eras de cuarto siempre le preguntaban sobre sus pesadillas cuando se despertaba gritando, pero ella simplemente les dec?a que no recordaba los sue?os. Ella baj? los ojos no queriendo que ?l viera el miedo que hab?a en ellos. Se acomod? la garganta pregunt?ndose si hab?a dicho demasiado y se volvi? r?pidamente hacia su papeleo como si pudiera amontonarlo a?n m?s ordenado de lo que ya estaba. ? Pong?moslo de esta manera, confi? en tu abuelo tanto como ?l confi? en m?. Kyoko intent? bloquear las visiones que intentaban formarse en su mente. El retrato de familia mental que ella hab?a guardado en secreto en su coraz?n estaba ahora cubierto de sangre. Parpadeando la visi?n hasta que todo lo que pudo ver fue al amable hombre que le hab?a hablado sin rodeos, le pregunt?: "?Qu? pasa esta noche a medianoche? La Sra. Estupidez dijo..." ?Sra. Estupidez, ?el Sr. Sennin se ri? y luego se aclar? la garganta. ?Tienes que admitir que el nombre encaja con ella. Comparti? una sonrisa con ella y luego puso su carpeta de papeleo en el escritorio frente a Kyoko. ?Hay una casa bastante grande y una suma de dinero a?n mayor que vuelve a ti esta noche a medianoche. Puedes quedarte todo el tiempo que quieras, o puedes volver a casa al lugar donde naciste y terminar tu ?ltimo a?o de secundaria. Los labios de Kyoko se abrieron y sus ojos esmeraldas se hab?an agrandado mientras hablaba. "?Tengo una casa?" Se ve?a un poco t?mido y le dijo: ?S?, est? en las afueras de la ciudad y la tierra detr?s de ella es tuya hasta donde alcanza la vista. Incluso tiene una piscina climatizada en el suelo dentro de los jardines de flores detr?s de la casa que no se puede ver desde la carretera. Tendr?s toda la privacidad que puedas desear". Al verla morder su labio inferior, trat? de aliviar sus temores. ?La casa no est? en medio de la nada como este lugar. Hay una casa enorme al otro lado de la calle y siempre hay muchos coches entrando y saliendo. Lo he notado porque mi esposa y yo hemos ido a tu casa una vez al mes a limpiarla durante los ?ltimos quince a?os. Incluso recientemente lo hemos almacenado en caso de que decidas volver a casa. Una lenta sonrisa se extendi? por los labios de Kyoko mientras buscaba la ?nica cosa que siempre hab?a querido. Dentro de la carpeta hab?a una foto de una casa grande con un jard?n de flores bien cuidado y un largo camino de entrada. Hogar.... ten?a un hogar, un lugar donde su familia hab?a vivido y sido feliz. Mirando de nuevo al Sr. Sennin, ella sonri? una vez m?s y le dio su respuesta. ? ?Cu?ndo podemos irnos? ***** Kyoko se par? en el c?sped de enfrente mirando hacia la casa donde el Sr. Sennin dijo que una vez vivi? con su familia. La casa era de dos pisos, de color blanco impecable, con enormes columnas que sosten?an el techo del porche delantero que atravesaba todo el frente de la casa. Ella hab?a estado all? de pie durante casi diez minutos, pero el sol se estaba poniendo r?pidamente y concentr? su atenci?n en la puerta principal. Hab?a estado tan nerviosa al salir de la escuela de las ni?as y tomar un avi?n para cruzar el oc?ano, pero ahora que estaba en casa, una tranquila serenidad se hab?a asentado sobre ella. El Sr. Sennin hab?a sido de mucha ayuda enviando su equipaje delante de ella y haciendo que su esposa lo llevara a la casa. Incluso hab?a hecho que le enviaran los expedientes escolares a la escuela secundaria de la ciudad, de modo que ma?ana todo lo que tendr?a que hacer era presentarse a clase. Viendo como los faros se mov?an por el frente de la casa, Kyoko mir? por encima de su hombro a la residencia que estaba al otro lado de la peque?a carretera de dos carriles. La casa era m?s o menos del mismo tama?o que la suya, pero diferente. Todas las luces de la otra casa estaban encendidas y con tantos coches en la entrada... parec?a llena de vida. Ambos estaban situados cerca de la carretera con nada m?s que tierra a su alrededor hasta donde alcanza la vista. Era como si fueran los ?nicos aqu? en el borde del bosque y las monta?as. Los faros en cuesti?n eran en realidad un jeep que se detuvo con una frenada ruidosa casi en la entrada principal de la otra casa. Escuch? los engranajes antes de ver la puerta del jeep abierta. Volviendo, se dio cuenta de lo sola que estaba esta casa. Al o?r el portazo del jeep, se baj? de los escalones con la llave y cerr? la puerta de forma protectora detr?s de ella antes de que se encendiera la luz. Por alguna raz?n, no estaba preparada para conocer a los vecinos con su familia feliz y su vida normal. Encendiendo el interruptor de la luz, Kyoko solt? la respiraci?n que no se hab?a dado cuenta de que hab?a estado aguantando. ***** Toya tir? del jeep hacia el parque y sali? a mirar hacia la casa de enfrente. Podr?a haber jurado que hab?a visto a alguien parado en el patio delantero. Una oscura ceja se elev? bajo su flequillo cuando la luz apareci? en la habitaci?n delantera. Se apoy? en el jeep pregunt?ndose qui?n estaba en la casa Hogo. ? ?Compraste la pizza? Toya casi salt? de su piel cuando Kamui habl? desde menos de un pie detr?s de ?l. ? ?Maldita sea, Kamui! Un d?a te voy a arrancar la cabeza antes de que me d? cuenta de que eres t? el que se me acerca as?. Kamui sonri?, ? ?No te bastaba con matarme una vez? Sus ojos de color polvo de estrellas se iluminaron al ver las cajas de pizza esparcidas por el asiento trasero. Sabiendo que Toya conduc?a, fue un milagro que sobrevivieran al viaje. Recogi?ndolos, Kamui volvi? a la casa y se dio cuenta de que Toya no se hab?a movido. Siguiendo la l?nea de visi?n de Toya, mir? al otro lado de la calle sin ver ning?n coche en la entrada. Apenas reconoci? el hecho de que se ve?a una luz tenue en el piso de abajo. ?La anciana estuvo all? hoy temprano, probablemente limpi?ndola de nuevo. Supongo que olvid? apagar la luz. Kamui se encogi? de hombros. ? ?Vienes? ? ?Qui?n te crees que eres, mi ni?era? ?Toya insult? a medias y ni siquiera se molest? en mirarle. ?No, pero yo soy el gur? de la pizza y digo que, si no te apuras, no tendr?s nada. Kamui se ech? a re?r cuando oy? el gru?ido de Toya. Toya esper? hasta que se qued? solo en el camino de entrada antes de dirigirse a la finca Hogo. Hab?a estado en la casa muchas veces durante los ?ltimos quince a?os buscando pistas sobre d?nde hab?a desaparecido la sacerdotisa. Cuando entraron por primera vez en el reino humano y entraron en la casa, los guardianes pensaron que era demasiado tarde. R?pidamente se dieron cuenta de que la sacerdotisa no hab?a estado entre los muertos. A?n pod?an sentir su fuerza vital dentro de este reino y los demonios tambi?n la segu?an buscando. En el primer recuerdo que Toya ten?a de esta casa, hab?a habido ambulancias y coches de polic?a por todas partes. La madre y el padre estaban muertos, y los ni?os y el abuelo estaban desaparecidos. Sin revelarse a los humanos, los guardianes hab?an esperado y observado. Tan pronto como la casa estaba vac?a, entraron en ella... oliendo el mal olor que los demonios hab?an dejado a su paso. Un par de d?as despu?s, el cuerpo del abuelo fue encontrado con el cuello roto. La oficina del forense dictamin? que fue un accidente, pero los hermanos sab?an que no era as?. El viejo estaba agarrando un pergamino que Shinbe sac? de la escena antes de llamar al 911. Shinbe fue tambi?n el que descifr? el pergamino. El anciano se hab?a colado de nuevo en la propiedad y estaba en medio de un intento de construir la casa y la tierra consagrada para protegerse de los demonios cuando fue asesinado. Los demonios nunca se alejaron de esta zona y con el tiempo, los humanos se dieron cuenta de que la ciudad estaba embrujada. Los federales incluso hab?an enviado a sus investigadores paranormales y extraterrestres muchas veces pensando que tal vez era una invasi?n alien?gena. Pero por lo general llegaban un poco tarde para encontrar las pruebas. Toya y sus hermanos trataban de llegar primero, de matar a los demonios o al menos de encubrirlo. Durante quince a?os los guardianes hab?an vivido en la casa de enfrente y se hab?an mezclado con el resto de la humanidad lo mejor que pudieron. Kamui incluso se convirti? en un genio de la inform?tica para evitar que el gobierno los marcara con una bandera roja. Nadie pregunt? nunca c?mo es que cinco j?venes ten?an un suministro interminable de dinero y una casa enorme en las afueras de la ciudad. Toya se qued? en las sombras mientras caminaba por la parte de atr?s de la casa. Mirando a la piscina, not? que hab?a sido reabierta recientemente. Su mirada se estrech? en el agua cristalina y vio una tonalidad roja deslizarse a trav?s del l?quido como si lo alcanzara. Entrecerrando sus dorados ojos, dio un paso atr?s. La visi?n espeluznante desapareci? cuando vio el vapor saliendo del agua caliente y trat? de quitarse de encima la sensaci?n de que acababa de pisar su propia tumba. Se encogi? de hombros ante la posibilidad de que alguien pudiera haber vendido la casa. Si alguna vez se hubiera puesto a la venta, los guardianes habr?an sido los primeros en saberlo y lo habr?an comprado. Adem?s, si alg?n extra?o hubiera comprado en secreto el lugar, el hecho de que la casa est? embrujada se deshar?a r?pidamente de los nuevos propietarios... o al menos estar?a embrujada si fuera necesario. ?l y sus hermanos se asegurar?an de eso. Toya mantuvo su mano sobre la cerradura de la puerta corrediza de cristal y oy? un suave clic. Entrando, la cerr? detr?s de ?l y se qued? de pie escuchando. La casa estaba tan silenciosa al principio que pens? que se hab?a equivocado, pero luego oy? una voz suave que ven?a de la sala de estar. Siguiendo el sonido, se detuvo cerca de la umbr?a de la puerta. Hab?a una chica de pie frente a la fr?a chimenea y miraba por encima de ella a la pared. Toya levant? la vista y vio el enorme retrato de familia que siempre hab?a estado all?. Era de un hombre con el pelo plateado, casi como el de Kyou. Pero el pelo de este hombre era m?s corto, y s?lo llegaba hasta los hombros. Su cara parec?a muy joven, pero hab?a una mirada en sus ojos que manten?a la sabidur?a m?s all? de la de un simple humano. El m?sculo en la mand?bula de Toya salt? sabiendo que el hombre era mortal... muy humano, y muy poderoso por derecho propio. Este hombre una vez fue llamado mago... pero no en esta vida. Ahora los llaman cient?ficos y f?sicos. Los campos de torsi?n y los agujeros de gusano nunca fueron dise?ados para ser manipulados por los humanos. Su apariencia no hab?a cambiado sin importar cu?ntas veces ?l y su familia hab?an renacido en el mundo. La mirada de Toya se dirigi? a la bella mujer de pelo casta?o que se abrazaba a su lado. Ella sosten?a a un ni?o peque?o en sus brazos mientras el padre ten?a a una ni?a peque?a con cabello casta?o sentada en su regazo. Los ni?os no pod?an tener m?s de un a?o de diferencia en edad. Toya hab?a venido aqu? tantas veces.... mirando la foto. Estaba seguro de que todos los guardianes lo hab?an hecho. Los ojos de la ni?a brillaban como esmeraldas, incluso en el color apagado de la foto. Ten?a los ojos de su padre. Sus labios eran como si el fot?grafo le hubiera dicho que se quedara quieta y un rubor bonito le coloreara las mejillas. ?Estoy en casa, mami. ?Kyoko extendi? la mano y toc? la elegante madera que enmarcaba el cuadro. Su vista se detuvo en su hermano peque?o mientras intentaba recordar su rostro. "Tama". Los ojos de Tama eran del mismo color que los suyos, aunque en la foto algunos de los azules celestes a?n no se hab?an desvanecido... pero ella pod?a ver su verdadero color. Sonre?a como si acabara de hacer algo maravilloso... tan lleno de vida. El Sr. Sennin dijo que Tama hab?a desaparecido cuando sus padres fueron asesinados. ?Podr?a estar todav?a por ah? en alguna parte? ?Ojal? estuvieras aqu? conmigo, Tama. Ser?a bueno conocer al menos a una persona en la escuela ma?ana. Toya se olvid? de respirar cuando extendi? la mano y agarr? el marco de la puerta para estabilizar sus repentinas y d?biles rodillas. Dio un r?pido paso atr?s, m?s profundo en las sombras mientras la chica daba un giro completo para mirar alrededor de la habitaci?n. Cuando sus ojos color esmeralda captaron la luz... el aliento que hab?a estado conteniendo sali? de ?l como si le hubieran dado un pu?etazo en el est?mago. Ten?a el pelo largo y casta?o, y en ese momento sus labios volvieron a estar en un estado de melancol?a. Sus ojos dorados se deslizaron por el uniforme de la escuela, como s?lo hab?a visto en las pel?culas de institutos cat?licos. La falda era corta, record?ndole el uniforme de una animadora, seguida de unas largas piernas bien formadas. Ella desabroch? la camisa lo suficiente para que Toya supiera que las monjas no lo aprobar?an. ?l la hab?a visto antes... al otro lado del coraz?n del tiempo. La estatua de la doncella que sosten?a el portal del tiempo en sus manos... esta muchacha imitaba la piedra, nacida en carne y hueso. Hab?a encontrado a la sacerdotisa y era impresionante. Cerr? los ojos ante el recuerdo fantasmag?rico de haberla besado... no era su recuerdo para guardarlo. Kyoko se mordi? el labio inferior sinti?ndose asustada ahora que estaba en el mundo sin la Sra. Estupidez y todas sus reglas. Tal vez fue porque era su primera vez para todo. "Vamos Kyoko", dijo en voz alta para romper el estruendoso silencio mientras recog?a su maleta. "Si quieres estar lista para la escuela ma?ana, entonces ser? mejor que vayas a buscar un dormitorio y deshagas la maleta." Toya se qued? all? unos momentos m?s... aprendiendo de nuevo a respirar. ***** En las colinas, millas detr?s de la casa Hogo, se pod?a sentir un temblor cuando el aroma de la sacerdotisa era llevado a trav?s de la tierra por el viento de octubre. Los ojos rojo sangre se abrieron y se pudieron o?r las garras de los demonios raspando contra los muros de piedra mientras la alcanzaban. Un sinf?n de cavernas y t?neles hab?an sido excavados hace mucho tiempo por esas mismas garras. T?neles que hab?an sido lentamente transformados en elaborados pasillos iluminados por la luz de las antorchas de los candelabros de piedra. Tallados de victorias demon?acas decoraban casi todas las superficies, mientras que la roca de cuarzo natural en el suelo a?ad?a un lustre brillante al entorno, que de otra manera ser?a oscuro y l?gubre. Las grandes cavernas se transformaron en habitaciones separadas que conten?an dormitorios, cuartos de ba?o e incluso lo que se habr?a pensado que era un sal?n del trono con una silla tallada en una roca negra resbaladiza. Se incrust? m?s piedra de cuarzo en las paredes de las habitaciones, reflejando la tenue luz de las antorchas y amplific?ndola. Tambi?n se hab?an encontrado piedras semipreciosas incrustadas en las paredes, mientras que de los techos colgaban largas cortinas de seda y brocado... adquiridas por medios desconocidos. Era un castillo construido bajo tierra para proteger una cosa muy preciosa, incluso m?s preciosa que las piedras de las paredes. Dentro de las entra?as de las cavernas, en una de las habitaciones, los ojos verde esmeralda se ve?an ensombrecidos por la curiosidad mientras miraban r?pidamente al techo cubierto de seda, pregunt?ndose qu? hab?a agitado a los demonios. Sintiendo que el aire quieto se agitaba al lado de su cama, busc? encontrar al hombre que lo hab?a criado desde ni?o y que le hab?a dado todo lo que siempre hab?a querido... incluso el poder de controlar a los demonios. ?Hyakuhei, ?nos han encontrado los guardianes? Tama pregunt? casi esperando la pelea. Ser un adolescente ya era bastante dif?cil para un chico normal... ...y Tama no estaba ni cerca de la normalidad. Las comisuras de los labios de Hyakuhei se curvaban ligeramente en el tono de una sonrisa. Todo dentro de ?l se calm? mientras inhalaba. ?Es el aroma de la sacerdotisa lo que ha hecho temblar a los demonios esta noche... Creo que ha vuelto a casa. Los ojos de Tama se iluminaron con una oscura excitaci?n. ??Mi hermana finalmente ha vuelto a nosotros?? Arroj? sus sentidos hacia afuera, tratando de sentirla usando el poder que Hyakuhei hab?a compartido con ?l. Inhal? profundamente, saboreando la dulzura del aire, pero tambi?n pudo saborear el poder de los guardianes cercanos. Si hubieran dejado que Hyakuhei se fuera con su hermana en paz, entonces nada de esto habr?a ocurrido. Son criaturas malvadas... pensando que son mejores que los demonios. Fue culpa del guardi?n que los demonios fueran a por su familia cuando llegaron a este mundo. A su llegada, los demonios hab?an corrido libres... mat?ndolo a ?l y a sus padres porque Hyakuhei hab?a sido herido al segundo que Toya hab?a destrozado El Coraz?n del Tiempo. Esa herida le hab?a costado al se?or de los demonios el control sobre los demonios por un tiempo. Hyakuhei todav?a estaba dentro del portal del tiempo cuando fue destrozado... ...causando que su cuerpo corp?reo se convirtiera en una sombra para no ser destruido. Si los guardianes no hubieran hecho eso, entonces Hyakuhei habr?a seguido controlando a los demonios. Ni Tama... ni su madre y su padre habr?an sido asesinados. Hyakuhei lo hab?a encontrado tirado en su cuna. Los demonios no hab?an da?ado su cuerpo como lo hicieron con sus padres, pero estaba muerto de todas formas. Recordando cu?nto hab?a amado la sacerdotisa a su hermano peque?o en el pasado... Hyakuhei us? las fuerzas que le quedaban para recuperar su fuerza vital, reviviendo el alma que a?n no hab?a abandonado el cuerpo. Todo este tiempo, ?l y su salvador permanecieron ocultos de los guardianes, esperando el regreso de Kyoko. Durante los ?ltimos a?os, Hyakuhei recuper? lentamente algo de su fuerza, pero a?n as? se agot? cuando us? esa energ?a para convertir su cuerpo de una sombra en carne y hueso. Tan pronto como se gastaba esa reserva de energ?a, volv?a a ser una sombra. La ?nica ventaja de ser una sombra era que pod?a espiar a los guardianes... incluso estar en la misma habitaci?n con ellos y nunca lo sabr?an. Muchas veces, cuando Tama era un ni?o, le preguntaba en silencio a Hyakuhei por qu? no enviaban a los demonios a atacar a los guardianes. ?l simplemente hab?a respondido, "No hay necesidad de guerra cuando no hay nada por lo que luchar todav?a". Como Hyakuhei hab?a usado su fuerza vital para devolverle la vida, no s?lo pod?an comunicarse a trav?s de un v?nculo mental, sino que Tama tambi?n pod?a ver las sombras de los recuerdos de Hyakuhei desde su punto de vista... sentir sus sentimientos. Sab?a que Hyakuhei ten?a raz?n al esperar. Tama record? las historias que Hyakuhei le hab?a contado sobre su hermana. Historias de la chica humana que accidentalmente atraves? el portal del tiempo hace tanto tiempo... ...trayendo un pueblo entero de humanos con ella al reino de los demonios. Hyakuhei y su hermano gemelo Tadamichi hab?an evitado que los demonios mataran a Kyoko y a los humanos que de repente se encontraban dentro del enorme reino de los demonios. Mientras estaban bajo su protecci?n, Hyakuhei se hab?a enamorado de ella y le hab?a dado el poder de ser su sacerdotisa... el poder de cruzar entre mundos para que ella pudiera volver a ?l. En un ataque de celos, su hermano gemelo Tadamichi le hab?a robado y la hab?a devuelto a su propia dimensi?n, sellando el portal entre los mundos. Hab?a sido un acto malicioso lleno de celos por la sacerdotisa. El coraz?n de Hyakuhei se hab?a destrozado. Se hab?a alejado de su hermano con ira y reclamaba a los demonios como sus nuevos aliados. Convertirse en su maestro, su guerra con los guardianes hab?a sido por una raz?n... para encontrar un camino a trav?s del coraz?n del tiempo para poder reclamar a su sacerdotisa perdida. Debido al poder que le hab?a dado, la sacerdotisa era ahora inmortal... reencarn?ndose una y otra vez como la llave del portal entre los mundos. Pero con el paso del tiempo, hab?a olvidado su verdadero poder y su amor por Hyakuhei. Los ojos de Tama ard?an de odio hacia Tadamichi y los guardianes. ??Qu? har?n con ella?? imagin? el retrato que hab?a visto en la sala de su familia cuando entraba y sal?a de la casa sin que los guardianes se dieran cuenta. Ella era encantadora y ?l quer?a a su hermana de vuelta. Hyakuhei silenci? a los demonios que esperaban su orden sabiendo que tendr?a que tener cuidado por ahora. Mir? al joven que hab?a criado para ser el pr?ncipe oscuro de los demonios... el hermano peque?o de Kyoko. Cuando atraves? por primera vez el portal del tiempo, vino a por Kyoko, quer?a criarla a su lado hasta que fuera mayor de edad para que ?l la reclamara. Pero el viejo la hab?a escondido de los demonios que hab?an atacado a la familia. Sus demonios m?s letales ya hab?an matado al chico y a sus padres antes de que pudiera agarrarlos. Eran los mismos demonios que ahora ten?a encerrados en su cuerpo para poder tener poder sobre ellos. Sin su control f?rreo, los demonios habr?an matado a todos los humanos con los que se hubieran cruzado... esparciendo la muerte como una plaga. Sabiendo que Kyoko a?n estaba viva y que un d?a volver?a, quer?a un regalo para ella... su hermano peque?o. Le dio a Tama algo de su fuerza vital junto con el poder de ayudarle a gobernar sobre los demonios. Desde el primer momento en que Tama respir?, tuvieron un v?nculo telep?tico. Y aunque el ni?o nunca hab?a dicho una palabra hasta hoy... pod?an o?r los pensamientos del otro. Desde entonces, Tama hab?a permanecido a su lado voluntariamente... como su hermana lo hab?a hecho una vez. ?Ya es mayor de edad... la desear?n. El enojo de Hyakuhei ante el pensamiento se pod?a escuchar en su voz. ?Intentar?n ganarse su confianza dici?ndole que la est?n protegiendo de los demonios. Una vez que se haga amiga de ellos, intentar?n reclamarla a ella y a su poder para controlar el portal del tiempo. ?As? que est? a salvo por ahora, reflexion? Tama. ?Pero no podemos dejar que se quede con ellos. Ella no pertenece a ese lugar. Su iris esmeralda se expandi? y luego se oscureci? hasta el ?bano. ? ?Tienes un plan? ?Tendremos que ser astutos. No pude traer muchos demonios conmigo a este mundo y mis propios poderes son fugaces. Cuando los poderes de tu hermana sean despertados por los guardianes y nos reunamos, mis poderes ser?n restaurados. Hyakuhei pod?a sentir la influencia de los demonios dentro de ?l mientras hac?an temblar las paredes de su prisi?n, deseando el poder que hab?a dentro de la sacerdotisa. Si los demonios pod?an llegar a ella, la obligar?an a abrir el portal del tiempo y dejar que el resto de los demonios entraran en este dominio. Gru?? sabiendo que no s?lo tendr?a que ser m?s listo que los guardianes... tambi?n tendr?a que ser m?s listo que los demonios. Hab?a descubierto que la ?nica forma de vencer el mal era ser mucho m?s. ?Una vez que tu hermana est? a mi lado, traer? mi ej?rcito y los guardianes ya no ser?n un obst?culo. Por ahora, esperan que los demonios vengan a por ella, y lo har?n, ?le inform? Hyakuhei. ?Mientras los guardianes est?n ocupados, Kyoko ser? contactada por su hermano perdido hace tiempo y ?l le advertir? del enga?o de los guardianes. Pero debemos tomarnos nuestro tiempo y ser cuidadosos o la pondremos en peligro. Si piensan que ella va a traicionarlos... entonces no despertar?n su poder. En cambio, se volver?n contra ella. Los celos retorcieron la voz de Tama al sentir la atracci?n de las mentes de los demonios a su alrededor, ?No pueden retenerla?. ?No, Hyakuhei sonri? conociendo un plan a?n m?s profundo, ?Pero primero... dejaremos que piensen que pueden. Cuando Tama frunci? el ce?o y le mir? de nuevo, Hyakuhei se hab?a desvanecido. Usando su telepat?a para comunicarse, pregunt?, ? ?Vas a verla? Su voz era melanc?lica y llena de melancol?a. Quer?a ver a su hermana, pero sab?a que ten?a que esperar a Hyakuhei para asegurarse de que estaba a salvo. ?Shhh, el susurro de Hyakuhei estaba embrujado mientras cortaba la conexi?n entre ?l y Tama. Otro beneficio de ser una sombra fue el teletransporte. Se materializ? dentro de la sala de estar frente a la imagen que la sosten?a a ella y a Tama. Su atenci?n se dirigi? lentamente hacia las escaleras. Neg?ndose a teletransportarse, se forz? a s? mismo a soportar cada gramo de dolor que el retraso le causaba mientras sub?a las escaleras y se apoyaba en el marco de la puerta abierta cuando ella apareci?. Sab?a que verla le doler?a y sabore? cada momento. Su maleta estaba abierta en la cama y ella caminaba de un lado a otro, colgando ropa en el vestidor. Era la ?nica en el mundo que ten?a la habilidad de simplemente quitarle el aliento sin siquiera intentarlo. Su pelo casta?o estaba en largas capas con rizos sueltos... el cuerpo de una diosa... su sacerdotisa. ?l observ? como ella disminu?a la velocidad y luego se deten?a junto a la cama, aparentemente perdida en sus pensamientos. Se arrastr? hasta el colch?n y se acurruc? en una bola, abrazando una de las almohadas a su pecho. ?Est? tan tranquilo aqu? mam?... pap?. Desear?a que Tama volviera a casa. Entonces quiz?s el silencio no ser?a tan ensordecedor, Kyoko suspir? mientras yac?a de lado en la cama sin molestarse en arrastrarse bajo las s?banas. Parpadeando un par de veces sinti? que el cansancio la reclamaba. Hyakuhei se sent? en la cama a su lado, observando su respiraci?n. ?No tardar? mucho, Kyoko... conseguir?s tu deseo. Nunca m?s te sentir?s sola. Usando la energ?a de un momento, su cuerpo cobr? vida cuando tom? la cubierta de la cama. Lentamente la desliz? hacia arriba y sobre su cuerpo, luego se inclin? y bes? suavemente su sien antes de desaparecer. ***** ? ?Nos matar? a todos si no queda nada de pizza! Kamui ten?a un apretado agarre en un extremo de la caja de la pizza mientras que Shinbe y Kotaro ten?an un agarre mortal en el otro extremo. Kamui se solt? tan pronto como la puerta se abri? y luego se ri? cuando Shinbe y Kotaro lentamente dejaron la caja frente a la silla de Toya como si la hubieran estado protegiendo para ?l. Cuando Toya no se fue con ellos como lo hac?a normalmente, Kyou levant? la vista de su port?til y vio a Toya sentarse en la mesa... en el asiento equivocado. ?l arque? hacia un lado una ceja oscura cuando Shinbe y Kotaro se encogieron de hombros y abrieron la caja de la pizza de Toya. Ellos empezaron a devorarla. Toya ni siquiera los mir?. ?Toya, Kyou incit?, yendo en alerta m?xima cuando Toya no lo reconoci?. Cerrando el port?til, agarr? el hombro de Toya y comenz? a sacudirlo pero Toya se estremeci?, mir?ndolo como si saliera del shock. Kyou se pregunt? en silencio si Toya hab?a encontrado otro demonio que estaba al acecho cerca de la casa. Extendi? sus sentidos invadiendo el aura de su hermano pero no sinti? ning?n indicio de contacto con los demonios... en cambio encontr? algo m?s perturbador. ? ?Ha ocurrido algo? Kyou pregunt? al o?r el r?pido golpe de la sangre de Toya justo debajo de su piel. Toya asinti?... entonces asust? a todos en la mesa cuando sus labios se levantaron en una sonrisa. Toya nunca sonri?. ?Creo que tenemos que ir a la escuela ma?ana. ?Toma, ?quieres que te devuelva tu pizza? Shinbe dej? caer la pieza que acababa de morder y golpe? la mano de Kotaro, haciendo que tambi?n dejara caer la pieza robada en la caja. La desliz? lentamente por la mesa hasta que estuvo delante de Toya. ?Podr?as haber peleado con nosotros en lugar de asustar a todos con esa espeluznante sonrisa, ?se quej? Kotaro. ?No creo que estuviera bromeando, ?dijo Shinbe mientras cerraba sus ojos de amatista con los grandes ojos dorados de Toya. Se inclin? hacia atr?s en su silla ahora que todos estaban prestando atenci?n. Viendo la mirada aturdida tratando de volver a los ojos de Toya, suspir?. ? ?Y por qu? querr?amos unirnos de repente a los fen?menos del instituto Hormonas Somos Nosotros? ?Porque la chica que acaba de mudarse al otro lado de la calle empieza all? ma?ana. La respiraci?n de Toya era un poco irregular ahora que finalmente lo hab?a dicho en voz alta. Cuando varias sillas se retiraron de la mesa, Kyou golpe? con las palmas de las manos la mesa con un golpe. ??Si?ntate! ?Abajo!? Era como presionar el bot?n de pausa de la TV y luego rebobinarlo muy lentamente. Una vez que todo el mundo hab?a obedecido, se volvi? hacia Toya. ?D?ganos de qu? est? hablando.? ?Est? sola... es ella. Toya frot? su sien a pesar de que sab?a que los guardianes no pod?an tener dolores de cabeza. ?Kyoko... Ella estaba hablando con el lanzador encima de la chimenea. As? es como s? que ella comenzar? la escuela ma?ana. ? ?C?mo es ella? Kamui pidi? que le dieran la misma mirada en sus ojos que hab?a perseguido a Toya s?lo un momento antes. ?No habl? con ella, ?Toya admiti? entonces que sus hombros cayeron una pulgada. ?No pude, pero ella estaba vestida como lo hacen en esos internados. ?Podemos averiguar d?nde ha estado si sus registros ya han sido transferidos a la escuela local, a?adi? Kotaro de forma ?til. ?Estoy en ello, Kamui intr?pidamente arrebat? el port?til de Kyou. Conoci? una puerta trasera en la base de datos del sistema escolar porque comprobaba regularmente todas las escuelas de los alrededores en busca de se?ales de cualquiera que entrara y saliera de la edad de Kyoko o Tama. ? ?Est?s seguro de que es ella? ?Kyou le pregunt? a Toya mientras se inclinaba hacia adelante en su silla. ?La habr?amos conocido en cuanto la vi?ramos. Kyoko se parece a la estatua de la doncella... pero viva. Toya cerr? los ojos saboreando el hecho de que hasta ahora ?l era el ?nico que la hab?a visto. Si ?l tocaba la parte de ?l que era Tadamichi... entonces ?l podr?a incluso recordar a qu? sab?a ella. Si los otros guardianes supieran su secreto, se habr?an puesto celosos. ?Ojos verdes esmeralda, pelo casta?o pero parec?a fr?gil... como si todav?a fuera una ni?a. ?Yo dir?, Kamui acord? mientras sus ojos se abr?an en la pantalla. ?Sus registros indican que ha estado viviendo en una escuela de chicas en el medio de la tierra de nadie desde que ten?a tres a?os. Kyoko Hogo, 17 a?os. Toda la informaci?n est? aqu? e incluso tengo su horario de clases para ma?ana". Frunci? el ce?o pensativamente, ?Pero no veo nada de que su hermano empiece la escuela con ella. Toya sacudi? su cabeza. ?S? que esper?bamos que estuvieran en alg?n lugar seguro juntos, pero Tama nunca estuvo con ella. Ella est? completamente sola all?. Recu?rdame otra vez por qu? no podemos decirle qui?nes somos. Ya sab?a la respuesta, s?lo le molestaba porque quer?a dec?rselo. Kamui mir? desde el port?til mientras respond?a primero. ?Hemos hecho esta votaci?n antes. Cualquiera en su sano juicio llamar?a a la polic?a si les dij?ramos qui?nes somos realmente. Ella es humana Toya... sin idea de nada que tenga que ver con ser una sacerdotisa. Tenemos que ser cuidadosos. Shinbe dijo: ?Adem?s, lo ?ltimo que necesitamos o queremos son los federales husmeando porque la polic?a nos investiga por acosar a la chica de al lado. Y si los demonios descubren que la sacerdotisa ha vuelto, probablemente armar?n un buen l?o que har? que los federales vuelvan a la zona de todos modos. Ser? bastante peligroso con todos nosotros apareciendo en la escuela ma?ana. ?Es m?s, si nos levantamos y le decimos que los demonios vinieron a por ella a la edad de tres a?os y nos cree... entonces probablemente se culpar?a a s? misma por el asesinato de su familia?, Kotaro aport?, como otra raz?n justificable. Toya mir? a los otros guardianes, una vez m?s no le gustaron las respuestas. ?Usted ha pensado demasiado esto, ?no? ? ?Qu? esperas? Hemos tenido quince a?os para darle la vuelta a esa pregunta. Kamui le dio a Toya una sonrisa de disculpa. ?Shinbe, creo que deber?as ir a revisar las salas de los demonios que rodean la casa. Kyou asinti? con la cabeza a Shinbe y de repente s?lo hab?a cuatro de ellos en la habitaci?n. ?Maldici?n, se fue tan r?pido que sent? una brisa. Kotaro se frot? los brazos como si la corriente de aire lo hubiera enfriado. Los dedos de Kamui volaron a trav?s del teclado mientras hablaba, ?Siempre lo he tenido preparado como si todos hubi?ramos sido educados en casa por nuestro padre adoptivo y todos estamos en el 12? grado. A partir de ma?ana, nos cambiaremos a la escuela p?blica para que podamos graduarnos como adolescentes normales. ?Oh, eso no enviar? una bandera roja en absoluto, ?dijo Kotaro sarc?sticamente. ?Cinco hermanos empezando en el mismo grado, al mismo tiempo. Incluso si los profesores entienden lo que est? pasando, seguiremos siendo la comidilla de la escuela por los estudiantes. No es como si tuvi?ramos una oportunidad de encajar con los adolescentes reales. ?Int?ntalo, Kamui le dio una mirada al ras. ?De todas formas, dame algo de cr?dito. Escalonar? nuestro horario para que uno de nosotros est? en la clase de Kyoko todo el tiempo. He tenido nuestros registros escolares actualizados cada a?o desde el jard?n de infantes, as? que nuestra edad coincidir?a con la de ella si alguna vez regresara. ?S?lo por curiosidad", Kotaro sonri?, ?Pero, ?y si la sacerdotisa hubiera vuelto a los diez a?os? ?D?jame en paz, Kamui lo fulmin? con la mirada. ?O har? que tus notas apesten. Cambiando completamente de tema, Kyou coment?: ?Si estoy en lo cierto, los demonios no pudieron localizarla porque el internado estaba en tierra sagrada... por la misma raz?n que nosotros no pudimos encontrarla. Hasta ahora, los demonios se han extendido causando estragos s?lo aqu? y all?. Pero ahora, atrapar?n su olor y volver?n uno por uno. Su voz se volvi? tan fr?a que absorbi? el calor de la habitaci?n, ?Y s?lo porque no hayamos encontrado ninguna se?al de Hyakuhei en este mundo no significa que no est? aqu?. ?Sabemos que est? aqu?, ?Toya gru?? sintiendo que su odio se encendi? y se calm? instant?neamente. ?Vinimos a este mundo para poder estar con ella y protegerla. Ella no deber?a estar all? sola ni siquiera por un minuto. ?Todos estamos de acuerdo con usted Toya... pero usted tiene que recordar que ella es una inocente. Por eso vamos a convertirnos en sus nuevos mejores amigos, ?le inform? Kyou. ? ?C?mo se supone que vamos a hacer eso? Toya se apresur? a responder. ? ?Tu mami nunca te ense?? a hacer amigos? Kamui sonri?, pero sus ojos se abrieron cuando Toya se levant? r?pidamente. Toya not? que Kamui se estremeci? y levant? una ceja oscura. ?Voy a ver por qu? tarda tanto Shinbe. ***** Shinbe confirm? que sus guardias demon?acas no hab?an sido perturbadas, aunque le preocupaba el hecho de que los demonios no fueran su ?nico problema. El hecho de que Hyakuhei hubiera roto la barrera alrededor de El Coraz?n del Tiempo hablaba mucho del peligro que la sacerdotisa estaba realmente en peligro. Claro que las barreras ayudar?an a esconderla y evitar?an que los demonios m?s d?biles cruzaran las l?neas, pero no ser?a suficiente para detener a Hyakuhei si sal?a de su escondite. Una cosa que sab?a de Hyakuhei era que el se?or de los demonios era lo suficientemente paciente... ...como para fingir estar muerto durante los ?ltimos quince a?os. Los demonios que los guardianes hab?an atrapado husmeando, los hab?an destruido. Pero ahora que la sacerdotisa estaba aqu?... no se sab?a qu? iba a salir de la carpinter?a. Necesitar?a una mejor protecci?n. Cuando not? que una de las luces de arriba se encendi?, Shinbe r?pidamente escal? los muros exteriores sin poder evitarlo. Se sinti? como si su alma misma se hubiera acercado a ella. Sus ojos de amatista brillaban cuando miraba por la ventana y la ve?a de pie dentro del enorme ba?o. Toya ten?a raz?n... ?l la habr?a conocido al verla. Observ? sus movimientos gr?ciles cuando ella se meti? en la ducha para probar la temperatura del agua. ?l intent? dar la espalda, pero cuando ella comenz? a desabrochar su camisa hab?a sido ?l quien la hab?a desabrochado... ?l estaba congelado en el lugar. ?As? es como se ver?a la estatua de la doncella sin ropa, Shinbe respir? y luego comenz? a subir m?s alto para poder ver m?s de ella que s?lo de la cintura para arriba. De repente perdi? su agarre en la pared cuando un brazo rode? su cuello y lo tir? hacia atr?s. Toya gru?? cuando cay? al suelo de espaldas, pero no fue tan malo como que Shinbe cayera sobre ?l. ? ?Qu?tate de encima! ?Toya rezong?. ?Suelta mi cuello y lo har?, sise? Shinbe mientras clavaba el codo en las costillas de Toya. Toya empuj? a Shinbe y r?pidamente se puso de pie. ?Se supone que deber?as estar revisando las salas de los demonios, no... Hizo un gesto hacia la ventana, ?... eres un pervertido, ?lo sab?as? ?S?lo quer?a verla. Shinbe comenz? a mirar hacia la ventana pero el peligroso gru?ido de Toya lo detuvo. ?Creo que ya has visto suficiente. Los ojos dorados de Toya se arremolinaron por capricho. Shinbe debati? record?ndole a Toya que hab?a mucho m?s que ver pero que sab?a cu?ndo no deb?a presionar a su suerte. ?Bien, siempre est? el vestuario de las chicas en la escuela ma?ana. Eso le vali? una agitada bofetada en la cabeza, pero se ri?. ?Vamos, tenemos una reuni?n a la que asistir. Toya empez? a volver a su casa empujando a Shinbe delante de ?l todo el camino. Todo el humor dej? la cara de Shinbe mientras le contaba al grupo sus temores sobre la debilidad de la barrera. "S? que hemos matado a muchos de los demonios que rondan la zona esperando por ella, pero a veces me pregunto si hemos olvidado el verdadero problema." ?Haremos turnos para vigilarla esta noche. La orden de Kyou comenz? la vieja discusi?n sobre qui?n ir?a primero, pero Kyou gan?. En su forma de sombra, Hyakuhei se apoy? en la pared m?s lejana de la misma habitaci?n donde ten?an su reuni?n secreta. Apenas prestaba atenci?n a sus sobrinos mientras su mente se dirig?a a la calle donde dorm?a la chica en cuesti?n. Pens? que era triste que a?n evitaran decir su nombre y se pregunt? si era la culpa lo que les imped?a hacerlo. Cap?tulo 3 "Las hormonas son nuestra escuela secundaria" Kyoko hab?a estado frustrada toda la ma?ana tratando de averiguar qu? ponerse. No era como si tuviera mucha selecci?n ya que hab?a usado lo mismo todos los d?as en el internado. Afortunadamente encontr? un trozo de color que iba con su aburrido conjunto. Una de las chicas le hab?a regalado una camisa el a?o pasado para Navidad. Era verde esmeralda, corta y con volantes. Siempre le hab?a encantado, pero nunca hab?a tenido la oportunidad de usarla. Ahora que se la hab?a puesto con una de sus faldas negras de la escuela, se sent?a casi emocionada ante la perspectiva de ir de compras despu?s de la escuela y reemplazar su guardarropa. El Sr. Sennin le hab?a dado la tarjeta bancaria junto con la informaci?n de su cuenta ayer en el avi?n. Kyoko casi hab?a gritado en voz alta cuando ?l le dijo el saldo de la cuenta. Se alegr? de no hacerlo cuando ?l agreg? el hecho de que la tarjeta era s?lo de la cuenta de recreo. Sus verdaderas pertenencias estaban en una cuenta completamente diferente. Ahora se enfrentaba a su primer dilema... c?mo llegar a la escuela. No permit?an que las chicas obtuvieran su licencia de conducir en el internado y ella no ten?a ni idea de si el autob?s ven?a por esta calle... no es que el conductor del autob?s supiera que ten?a que recogerla de todos modos. Se sorprendi? de su pensamiento cuando una bocina son? afuera. Abriendo la puerta delantera, Kyoko sonri? y salud? al taxi. ?Gracias Sr. Sennin", ?susurr? mientras tomaba su mochila y se dirig?a a la entrada. ?Bueno, eso responde a esa pregunta. Shinbe se subi? al asiento del pasajero del jeep de Toya mientras que Kyou y Kamui se dirigieron al elegante mustang negro. ?S?lo espero que el hechizo de barrera que le puse anoche pueda esconderla lo suficiente para evitar que cualquier demonio extraviado asalte el instituto. Toya apret? los dientes sabiendo que todos los guardianes hab?an estado en su dormitorio por separado anoche, pero la idea de lo cerca que Shinbe debi? estar para lanzar ese hechizo le estaba irritando. Kotaro se puso sus gafas de sol y cruz? su pierna sobre la parte trasera de su motocicleta. ?El ?ltimo en llegar tiene que hacer los deberes de todos. ***** Queriendo ver a su hermana por s? mismo, Tama se sent? en la pared de ladrillos de tres pies de alto frente a la escuela secundaria. Mir? a Hyakuhei, que estaba apoyado en el ladrillo justo a su lado, aunque Tama sab?a que nadie m?s ser?a capaz de verlo, ya que era una sombra. Hasta ahora hab?a guardado silencio mientras ambos miraban a los estudiantes que entraban en la escuela. Con su corte de pelo de patinador y su ropa nueva, Tama se mezcl? con los otros estudiantes mientras miraba y esperaba. Sus ojos verde esmeralda se escondieron detr?s de la oscuridad de sus pensamientos por un momento mientras sent?a el poder de los guardianes pasar cerca y entrar en la escuela. No los mir? por el riesgo de que su odio se manifestara. Anoche, hab?a enviado a uno de sus demonios a vigilar su casa y a avisarle si su hermana se iba. En alg?n momento de la madrugada, uno de los guardianes la hab?a matado. Como amo del demonio... hab?a sentido su muerte violenta. Sab?a que controlar a los demonios no era lo mismo que tener mascotas, as? que no le molestaba cuando uno mor?a. A veces, sent?a ganas de matarlos ?l mismo cuando uno de los demonios escapaba de su poder y her?a a un humano... o algo peor. Sintiendo un aumento de la energ?a a su alrededor, gir? la cabeza para ver a una chica que se alejaba de un taxi que se hab?a parado en la parte delantera de la escuela. Los labios de Tama se separaron sabiendo sin duda que era Kyoko. Ten?a un largo cabello casta?o con grandes y sueltas ondas que rebotaban mientras caminaba. Parte de ?l estaba recogido en una cola de caballo cerca de la parte superior de su cabeza, mientras que el resto lo dejaba colgando casi hasta su cintura. Mir? hacia ?l con ojos de esmeralda brillante y luego r?pidamente mir? hacia otro lado como si estuviera nerviosa. Hyakuhei mantuvo su aura oculta mientras ella se acercaba a ellos. El hecho de volver a verla tan pronto le hizo sentir una repentina necesidad. Pod?a o?r los latidos de Tama acelerarse mientras el chico le susurraba en su mente... "Est? aqu?, ?verdad? ?S?. La voz de Hyakuhei era una mezcla de emociones mientras los recuerdos resurgieron para atormentarlo. ?Es hora de dejar nuestro regalo a los guardianes. Tama sonri? malvadamente cuando levant? la mano y se quit? a la viuda negra del hombro, dej?ndola sobre el ladrillo a su lado. Vio como Hyakuhei pas? su mano por el ar?cnido venenoso, haciendo que pareciera m?s una caricia que lo que realmente era. La sombra que la ara?a proyect? en el sol de la ma?ana abri? sus ojos rojo sangre. ***** Kyoko estaba hecha un manojo de nervios cuando entr? en el edificio. Se sent?a como si alguien la estuviera observando y la sensaci?n dejaba escalofr?os en sus brazos. Este lugar no se parec?a en nada al internado. Algunos de los chicos que acaba de pasar hac?an de todo, desde fumar cigarrillos, hasta besuquearse ah? mismo en frente de la escuela. Como si eso no fuera suficiente... lo que llevaban puesto la hac?a sentir casi inferior. Casi perdiendo los nervios, Kyoko se dio la vuelta y puso su mano contra la puerta queriendo salir corriendo. Mirando a todos los estudiantes, sus ojos volvieron al chico sentado solo. Ella hab?a notado que ?l la miraba mientras sal?a del taxi y ?l segu?a mir?ndola. Era m?s alto que ella, pero m?s o menos de la misma edad, con un cuerpo letal que la moda alternativa no escond?a del todo. Le recordaba algo que sabes que es peligroso, pero que de todas formas te apetec?a. Viendo el sol brillar en sus ojos mientras inclinaba la cabeza, ella podr?a jurar que sus iris cambiaron de negro a verde brillante. Imaginando que era s?lo su imaginaci?n, Kyoko se dio la vuelta y suspir? sabiendo que era el momento de enfrentarse a la m?sica. Tratando de evitar el contacto visual con cualquiera, se dirigi? a las puertas de cristal con la palabra "OFICINA" pegada al lado. Inclin? la cabeza hacia todas las chicas que estaban alrededor de las puertas mirando y susurrando. Capt? todo tipo de comentarios de, ?mira ese trasero?, a los que yo llamo "yo la vi primero". Una vez dentro de la habitaci?n con la puerta cerrada detr?s de ella, Kyoko mir? a su alrededor notando que era incluso m?s ruidoso aqu? dentro de lo que hab?a sido en el pasillo. Empez? a ir hacia el escritorio largo pero se detuvo al ver a varios estudiantes frente a ella. La secretaria apret? su lengua con enojo. ?Ni siquiera he tenido tiempo de revisar el fax, as? que tendr?n que sentarse hasta que pueda organizar sus horarios. ?Nuestros horarios ya est?n aprobados y deber?an estar con el resto del papeleo. La voz de Kyou estaba helada. Si la anciana lo hubiera conocido mejor, se habr?a tropezado con ella misma para hacer lo que ?l le pidi?. Con una mirada al fax, se encendi? y comenz? a imprimir. La mirada de Kyoko se fij? en el tipo cuya voz le hab?a dado escalofr?os, pero en cuanto lo vio, sus labios se separaron. No es de extra?ar que hubiera una multitud de chicas espiando las puertas. Ten?a el pelo m?s largo que jam?s hab?a visto en un hombre y era blanco-plateado... no como el color de un viejo, pero de aspecto suave y vibrante. Su ropa era la de un ni?o rico y parec?a que estaba acostumbrado a salirse con la suya. La sonrisa que le dio a la secretaria era malvada y fr?a, pero su cara era pura perfecci?n. Parec?a que deber?a haber estado en una sesi?n de fotos en alg?n lugar para esos anuncios de ropa interior de Calvin Klein. Sus mejillas se calentaron cuando su expresi?n se suaviz? instant?neamente y ?l la mir? como si hubiera escuchado sus pensamientos. Kyoko dio un paso atr?s, alej?ndose de ?l. La alfombra era mucho m?s segura de mirar. ? ?Eres Kyoko Hogo? La se?ora pr?cticamente grit? desde detr?s del escritorio. La mirada de Kyoko se levant? y asinti? con la cabeza, sin que le gustara el foco de atenci?n. ?Aqu? est? su agenda. La dama sostuvo el papel pero mantuvo los ojos en el tipo que estaba delante de ella. ?Su abogado tuvo la previsi?n de enviarle la informaci?n la semana pasada en vez de a ?ltima hora. Su voz no podr?a haber sido m?s dulce si le hubieran puesto az?car. Kyoko sab?a que el sarcasmo era para el tipo con el que hab?a estado discutiendo y no para ella. ?Puedes ir a tu primera clase. Hizo un gesto con la mano a Kyoko hacia la puerta y luego se volvi? hacia los dem?s: ?No puedo creer que tenga que hacer seis nuevas inscripciones en un d?a. Kyoko se dio la vuelta y corri? hacia la puerta s?lo para encontrar a uno de los tipos que la abr?a. Ya estaba bastante avergonzada, as? que sin siquiera mirarlo directamente, r?pidamente murmur?, "Gracias", mientras se escabull?a. Volvi? a salir al pasillo y puso varios pies entre ella y las chicas babeantes antes de que finalmente sintiera que el nivel de tensi?n se desplomaba. Mirando el papel y volviendo a los enormes pasillos, Kyoko not? que se dirig?an en diferentes direcciones, incluso subiendo los escalones. ?Genial... ?c?mo se supone que voy a encontrar la habitaci?n 101? ?Sube las escaleras y la primera puerta a tu izquierda," dijo Tasuki mientras se inclinaba sobre su hombro mirando su horario. ? ?Eh! En realidad tenemos las mismas clases. Vi?ndola girar como si la hubiera asustado, Tasuki le dio su sonrisa de "soy tan inocente". ?Nunca te he visto aqu?, y s? que esa oficina puede ser un desastre. As? que pens? en venir y presentarme en caso de que necesitaras ayuda. Sac? la mano. ?Tasuki... ?y t? eres?" Kyoko no pudo evitar la sonrisa que se dibuj? en sus labios mientras su c?lida mano tomaba la de ella y la sosten?a. La curiosidad entr? en su mente sintiendo que lo conoc?a de alguna parte. Parpade? cuando la sensaci?n no desapareci? aunque sab?a que no hab?a forma de que lo conociera antes de ahora. Su cabello era tan oscuro que ten?a extra?os reflejos azules que lo atravesaban a la luz y colgaba en capas desordenadas sobre sus hombros. Pod?a ver un pendiente cruzado colgando a un lado y pens? que parec?a el cantante principal de una banda de rock de los 80. Una de las chicas de su escuela hab?a estado constantemente en problemas por contrabandear carteles de rock y ponerlos en varios lugares del campus. ?Kyoko, ?le dio su nombre de pila ya que era todo lo que le hab?a ofrecido. ?Y los profesores afirman que no sirvo para nada. Su sonrisa era brillante mientras agitaba su mano hacia las escaleras. ?Ahora puedo probar que todos est?n equivocados evitando que te pierdas hoy. Kyoko lo sigui? por las escaleras mientras ?l hablaba de los profesores, que daban tareas y que no las daban. Cuando entraron en la clase de ciencias, se dio cuenta de que estaba preparada con escritorios dobles. ?S?, ?Tasuki frunci? el ce?o. ?Todo el mundo ya tiene un compa?ero. La escuela tiene la costumbre de poner pupitres dobles en cada clase. Se encogi? de hombros, ?pero el escritorio al lado del m?o est? vac?o. Kyoko estaba feliz de que el profesor simplemente le sonriera y luego mirara hacia otro lado en lugar de presentarla a la clase. Encontrando un libro de ciencias ya en el escritorio, se organiz? r?pidamente mientras el resto de los estudiantes llenaban lentamente las sillas. Tasuki fue el ?ltimo en levantarse ya que estaba hojeando su libro se?alando el cap?tulo en el que estaban. ?Tasuki... deja de intentar polinizar y toma asiento. La profunda voz masculina proven?a del frente de la clase haciendo que Kyoko se volviera de varios tonos de rojo cuando algunos de los estudiantes se volvieron para mirarlos. ?Puede que sea nueva, pero por el aspecto de sus notas anteriores, no creo que su falta de pareja le haga da?o. ?Si ella necesita un compa?ero... Shinbe entr? en la clase como si perteneciera a ella, ?... entonces ser? voluntario. Le dio un resguardo al profesor y se dirigi? al ?nico asiento vac?o de la sala. Mientras la profesora miraba el papel, los ojos de Kyoko se abrieron de par en par y sac? sus cosas de la silla de al lado. Le record? instant?neamente a Tasuki porque parec?a que ten?an el mismo peinado. Pero los ojos de este chico no eran de un marr?n suave como los de Tasuki... podr?a jurar que eran de amatista. Cuando Tasuki intent? parecer una estrella de rock, este tipo no tuvo que intentarlo... simplemente lo hizo. ? ?Lo compartir?s conmigo? Shinbe centr? su mirada en la de ella mientras tomaba su asiento. ? ?Eh? ?Kyoko contest? tan elegantemente. ?Por qu? su temperatura se hab?a disparado? ?Tu libro, sonri? Shinbe pregunt?ndose qu? estaba pensando. ?Parece que s?lo hay uno. ?Oh. S?. Kyoko asinti? deslizando el libro entre ellos mientras ?l deslizaba su silla contra la de ella. Se pregunt? en silencio si era una regla en alg?n lugar que la chica nueva tuviera que sonrojarse todo el d?a. Mirando a Tasuki, se dio cuenta de que la sonrisa de su nueva amiga se hab?a desvanecido y que ?l golpeaba r?pidamente su l?piz contra su escritorio mientras miraba fijamente un agujero en su nueva compa?era. No era el ?nico que miraba fijamente. Parec?a que todas las chicas de la habitaci?n decidieron que necesitaban algo de su mochila para poder girarse y mirar. Shinbe puso un codo en el escritorio y se inclin? para bloquear la vista del tipo que hab?a visto llevarla de la mano por las escaleras de la oficina. ?Parece que tendr?s un compa?ero despu?s de todo. Se llama Shinbe, le gui?? un ojo para pedirle toda la atenci?n. Una hora m?s tarde, Kyoko estaba casi triste al ver que la clase llegaba a su fin. Shinbe hab?a resultado ser muy divertido como lo fue el experimento cient?fico de ese d?a. S?lo su mesa y la mesa de Tasuki hab?an acertado. Shinbe cogi? su libro de ciencias compartido al mismo tiempo que ella. Colocando su mano sobre la de ella, la empuj? hacia ?l. Mientras ella lo miraba con esos grandes ojos esmeralda, fue todo lo que pudo hacer para no envolver su brazo alrededor de su cintura y ponerla al ras de ?l. ?Me quedar? con esto, su voz era ronca y luego se emparej? mientras a?ad?a, ?Ya que no hay tarea. Su pulgar acarici? el dorso de su mano mientras escuchaba c?mo se aceleraban los latidos de su coraz?n. Kyoko asinti?, sintiendo que se debilitaba en las rodillas, y luego apart? su mano de la suya a rega?adientes. Hab?a algo en ?l que la hac?a querer arrastrarse en sus brazos y eso era simplemente inquietante. Se dio la vuelta para agarrar su mochila del suelo, pero not? que el brazo de otra persona ya la estaba alcanzando. Tasuki cogi? la bolsa de libros antes de que pudiera y r?pidamente se meti? entre ella y Shinbe. ? ?Lista para el c?lculo? Kyoko asinti? contenta por la distracci?n. ?Nunca. Se ri? de la mirada de Tasuki. Tasuki entendi? la broma, poniendo los ojos en blanco y gimiendo. ?S?, cada vez que creo que he resuelto las matem?ticas, tiran algo a?n m?s est?pido en la pizarra para poder re?rse de m?. Agarr? la mano de Kyoko, tirando de ella detr?s de ?l, ?Vamos, te mostrar? el camino al infierno. Shinbe los vio irse con los ojos entrecerrados en la mano que sosten?a la suya tan posesivamente. ?Cree que sabe lo que es el infierno, ?eh? Puedo mostrarle el verdadero. Shinbe susurr? celosamente en voz baja. Se encogi? de hombros ante la necesidad de romperle los dedos al chico. Cerrando los ojos por un momento, dej? que sus poderes se abrieran en abanico por toda la escuela en una ola mientras buscaba cualquier signo de que los demonios estaban al acecho. Cuando la ola pas? a Kyoko y a su amiga, Shinbe frunci? el ce?o. No era que el chico fuera un demonio... el aura era extra?amente familiar. En la siguiente clase, Tasuki empez? a llevarla hacia la mesa que sab?a que estaba abierta, pero de repente se detuvo en su camino. Kyoko sigui? su mirada, y todos los dem?s estaban en la clase. Sus ojos se abrieron de par en par al ver el largo pelo plateado del tipo que hab?a visto discutiendo con la secretaria. Como si sintiera que le estaban observando, su cabeza se gir? lentamente y sus ojos de oro l?quido capturaron los de ella y la mantuvieron inm?vil. ? ?Cu?ntas personas nuevas tenemos a partir de hoy? Tasuki no pregunt? a nadie en particular. ?Seis, ?le contest? Kyoko recordando lo que la secretaria hab?a dicho. ?Mi asiento est? aqu? arriba, ?dijo Tasuki con melancol?a mientras pasaba lentamente junto a ?l. Kyoko sinti? un d?j? vu cuando vio un libro de matem?ticas y que ?l ya lo hab?a deslizado entre los dos asientos como si la estuviera esperando. Apart? el pensamiento pensando que quiz?s el profesor le hab?a pedido que lo compartiera con ella antes de que entrara en la sala. Cuanto m?s se acercaba a ?l, m?s perturbada se sent?a. Era como si todas las hormonas de su cuerpo se hubieran puesto de pie y se hubieran dado cuenta. Cuando ella se sent?, ?l acerc? su silla y ella sinti? que el calor se deslizaba por sus mejillas. Mirando al otro lado de la habitaci?n, not? que un par de chicas le estaban frunciendo el ce?o. Sabiendo que esta iba a ser la clase m?s larga de la historia, Kyoko cerr? los ojos y se frot? la sien. Tan pronto como la clase de matem?ticas comenz? su tarea, Kyoko se esforz? en recordar c?mo hacer los problemas, a pesar de que hab?a aprendido esto el a?o anterior en el internado. Viendo la mano de Kyou casi volando a trav?s de la p?gina, Kyoko suspir? en su interior habi?ndose quedado atascada en el segundo problema. La maestra estaba caminando por las islas y not? que Kyou casi hab?a terminado con la p?gina. ?Veo que ya has aprendido a hacer esto Kyou. ?Me har?as el favor de ayudar a explic?rselo a Kyoko? La profesora sonri? dulcemente pero no esper? una respuesta cuando apareci? en la siguiente fila de estudiantes. Kyoko estaba mortificada. Se qued? completamente quieta mientras ve?a c?mo apartaba sus propios papeles. Cuando ?l se inclin? hacia ella para acercar los suyos, un mech?n de su pelo se desliz? por su mano. Sintiendo la fr?a sedosidad, Kyoko confirm? sus peores temores... que iba a reprobar matem?ticas este a?o. Las comisuras de los labios de Kyou se inclinaron con el m?s m?nimo indicio de sonrisa mientras escuchaba sus pensamientos. Inclin?ndose para poder mirarla directamente a los ojos, puso su mano sobre la de ella y le susurr?, "No dejar? que fracases". Al final de la clase, Kyoko hab?a recordado c?mo hacer los problemas de c?lculo. Incluso hab?an terminado los deberes de esa noche antes de que la clase terminara. Un d?j? vu volvi? a llamar cuando se ofreci? a guardar el libro para ellos. Viendo a Tasuki esper?ndola junto a la puerta, se apresur?. ? ?De verdad tienes econom?a dom?stica? Kyoko le pidi? que se abstuviera de mirar por encima del hombro a Kyou. ?Claro. De hecho, la mayor?a de los alumnos son de la clase de este a?o." Sus ojos brillaron cuando gui?? el ojo. ?Los hombres tenemos que saber cocinar para nuestras amadas y mantenerlas felices. Tasuki sonri?, ?Adem?s, cocinamos casi todos los d?as, as? que es como comer algo antes del almuerzo. ? ?Ja! As? que la verdad finalmente sali? a la luz. Sab?a que hab?a una raz?n por la que quer?a tomar esta clase. Kyoko le dio una sonrisa p?cara sabiendo que necesitaba esta clase probablemente m?s que las otras. Hasta anoche, nunca se le hab?a permitido entrar en una cocina y se preguntaba si ser?a capaz de fingir lo suficiente para no convertirse en el payaso de la clase. Ahora que estaba cocinando para s? misma... era o pasar la clase o aprender a amar a las Cheerios. Esta clase fue creada completamente diferente a todas las dem?s. Hab?a mesas y sillas como en un comedor en lugar de escritorios. ?No hay asientos asignados. Tasuki movi? sus cejas y r?pidamente las llev? a una mesa al fondo de la habitaci?n. Todo el lado derecho de la habitaci?n estaba compuesto por todo lo que necesitaban para cocinar, incluyendo cinco estufas. Kyoko r?pidamente mir? alrededor contando cinco mesas y asumi? que cada mesa estar?a cocinando junta. Otros dos tipos se unieron a su mesa y Tasuki le present? a Yohji, que parec?a un deportista americano. Cuando le pregunt? el nombre del otro tipo, Kyoko se dio cuenta de que deb?a ser uno de los nuevos estudiantes. De nuevo se sinti? atra?da hacia ?l por un im?n invisible que s?lo funcionaba con los nuevos estudiantes. ?"Hola", ?susurr? ella mientras ?l sonre?a y asent?a con la cabeza. ?l era tan sorprendente como los otros dos chicos nuevos que hab?a conocido esta ma?ana. Su cabello era incre?ble... era oscuro y claro al mismo tiempo, con reflejos de amatista por todas partes. Era a la altura de los hombros pero ind?mito, como si hubiera estado en una tormenta de viento y sus ojos... no eran de un color... eran de todos los colores, y podr?a jurar que brillaban con una luz antinatural. Parec?a que la miraba tan fuerte como ella lo miraba a ?l. Cuando sus miradas se encontraron, Kamui sonri? una sonrisa que habr?a ganado al mismo diablo. ? ?Podr?an ustedes dos por favor conseguir una habitaci?n? Yohji se quej?, causando que Tasuki gru?era y Kamui se riera. ?S?lo si podemos encerrarte en ?l, Kamui sonri? a Yohji cuando se puso r?gido. Trat? de no re?rse en voz alta cuando se le ocurri? que el deportista era claustrof?bico. ?S?lo estaba eligiendo a la persona para la que estaba cocinando. ?Qu? es lo que pasa? ?Celoso? ?Quieres que cocine para ti en su lugar?" Yohji se encogi? de hombros al decidir que lo har?a, "S?lo si te hace feliz, cari?o". Tasuki se sent? en su silla viendo al chico nuevo mirar a Kyoko. Se equivocaron. No era Yohji el que sent?a las agujas de los celos. Tal vez era el momento de conocer a la competencia. Mir? la feliz sonrisa en la cara de Kyoko y decidi? que lo mejor era idear un plan. ?Hoy haremos caramelos de Halloween desde cero, ?anunci? la profesora mientras repart?a las recetas. ? ?Y ahora podremos comer las cabezas de los monstruos! Kamui a?adi? como si acabara de ganar la loter?a. Cuando Kyoko comenz? a re?rse con ?l, Kamui sinti? que su sangre se calentaba y se encontr? luchando contra la necesidad de alcanzarla. Se pregunt? silenciosamente si sus hermanos estaban luchando contra ese mismo anhelo. Cada uno de ellos eligi? un cortador de galletas con forma de Halloween diferente e hizo diez galletas cada uno, coloc?ndolos en una bandeja de gran tama?o. Cuando terminaron, fue Kamui quien estuvo all? para sacar la sart?n del horno. Viendo que las galletas con forma de calabaza de Kyoko estaban muy deformadas, susurr? una r?pida palabra en alg?n idioma olvidado mientras sacaba la sart?n del horno. ? ?C?mo sucedi? eso? ?pregunt? Kyoko con asombro mientras tra?a la sart?n a la mesa. Sus galletas eran perfectas y las galletas de los chicos parec?an como si las hubieran hecho ni?os de cinco a?os. ?Y es por esto que la mayor?a de los chicos toman la clase, Kamui sonri? mientras le daba un mordisco a la galleta de Kyoko y luego parpade? cuando escuch? un leve gru?ido de Tasuki. Mirando mejor al tipo que se hab?a designado a s? mismo como guardaespaldas de Kyoko por el d?a, Kamui inclin? su cabeza ante la sensaci?n de presentimiento. Cap?tulo 4 "Los chicos malos y Romeo" El almuerzo fue el siguiente y cuando Tasuki se puso en la cola de la cafeter?a, Kyoko mir? a trav?s de los grandes ventanales de cristal y empez? a comer fuera. Viendo mesas esparcidas por todas partes en el hormig?n, mir? m?s all? de ellas y not? un par de mesas de picnic bajo hermosos ?rboles de sombra. Necesitando unos minutos de consuelo para calmarse de toda la excitaci?n de la ma?ana, escogi? el ?rbol m?s grande y se sent? en la base del mismo, mirando hacia el exterior de la escuela. Hyakuhei se apoy? en el ?rbol junto a Kyoko, aunque sab?a que era un punto discutible para hacerlo. Sus ojos eran oscuros, sin ninguna emoci?n y sus labios no mostraban ning?n indicio de su estado de ?nimo. Ya estaba cansado de ser invisible para ella, pero sab?a que ten?a que esperar su momento. ?C?mo pod?a consolar a alguien que ni siquiera sab?a que estaba all?? Metiendo la mano en la mochila, Kyoko sac? la peque?a y suave nevera que hab?a llenado de uvas y se relaj? contra la suave corteza del ?rbol. Escuchando una motocicleta cerca, levant? la vista. Un tipo de tonos oscuros, vestido de negro, con el pelo largo y en capas, caminando lentamente por la acera. Ella no pod?a ver sus ojos, pero pod?a ver que ?l la estaba mirando directamente. No pod?a decidir si era porque no hab?a estado cerca del sexo opuesto, o si era simplemente el hecho de que esta escuela estaba llena de chicos que se graduar?an s?lo para convertirse en s?per modelos. Pod?a imaginarse al tipo de la motocicleta en la portada de una pel?cula sobre chicos malos sexys. Se comi? un par de uvas y cerr? los ojos tratando de bloquear el sitio delicioso. Sus hormonas ya hab?an sido lamidas hoy y ella estaba empezando a sentirse doblada. No fue que nada de esto la sorprendiera porque en el internado se hab?a salido con la suya... leyendo. Cuando las otras chicas iban a la biblioteca p?blica, siempre le daba a la que estaba enamorada de las estrellas de rock una lista de libros para que se la llevara. Luego tomaba la portada de un libro de Shakespeare y lo envolv?a alrededor del libro que estaba leyendo para que nadie conociera su culpable placer... Libros de romance de todo tipo. Empez? con romances hist?ricos en los que el indio secuestraba a la chica blanca y la llevaba a su tipi, manteni?ndola all? hasta que se enamoraba de ?l. Luego se hab?a ramificado hacia el romance paranormal... los vampiros tambi?n eran conocidos por secuestrar a la chica y mantenerla hasta que se enamorara de ?l. Esos libros se inclinaban m?s hacia la er?tica y ella los culpaba de que sus hormonas estuvieran fuera de control ahora. Durante el ?ltimo a?o, hab?a estado leyendo todo tipo de romance paranormal que pudiera tener en sus manos y cuanto m?s oscuro mejor. Kyoko se quit? el flequillo de los ojos sabiendo que su inocencia hab?a desaparecido... aunque s?lo fuera mentalmente. Al o?r el timbre de la escuela, se acobard?, al darse cuenta de que no hab?a comido m?s de tres uvas. Metiendo el contenedor en su mochila, se sorprendi? al encontrar una mano que la ayudaba a levantarse. Tasuki se arrodill? delante de ella mientras le cog?a la mano. "?Est?s lista?" sonri? lentamente cuando not? que ella ten?a la misma mirada en su rostro para ?l que con los nuevos. Tal vez no hab?a perdido despu?s de todo. Kyoko sonri? en respuesta, ?Gu?ame a Shakespeare. ? ?C?mo lo supiste? Tasuki parec?a confundida. ?Porque no tuve la suerte de pensar que la clase de literatura mundial nos permitir?a leer una serie de vampiros. Ella se ri? cuando ?l amartill? una ceja oscura. Cuando entraron en la clase, Tasuki se?al? el escritorio vac?o del fondo, y luego fue a ver si el profesor ten?a una copia extra de Romeo y Julieta. Kyoko ya estaba sentada y sacando su cuaderno cuando la silla de al lado se rasp? en el suelo. Levant? la vista y se qued? sin aliento. El tipo que hab?a visto observ?ndola desde el asiento trasero de la motocicleta durante el almuerzo estaba tirando su abrigo de cuero en el respaldo de la silla. Tasuki se apart? del maestro con la copia de Romeo y Julieta en la mano cuando not? que Kyoko ya no estaba sola. ?No puedo ganar, ?verdad? ?pregunt? al aire delante de ?l mientras se agarraba al indefenso libro. ? ?Perd?n? ?pregunt? el profesor pensando que Tasuki estaba hablando con ?l. Tasuki le mir? por encima del hombro, "Supongo que no tendr?s dos copias por casualidad". Hizo un gesto hacia el escritorio de Kyoko. ?Ten?amos copias extra, pero parece que alguien entr? en el armario de suministros y asalt? los libros de 12? grado anoche. Aunque es extra?o... es dif?cil creer que alguien quiera un mont?n de libros de matem?ticas y ciencias. El profesor se encogi? de hombros cuando se dio la vuelta y empez? a apilar los papeles en su escritorio. Tasuki dio un paso adelante antes de darse cuenta de lo que el profesor hab?a dicho... ?Matem?ticas, ciencia y los libros de Romeo hab?an desaparecido? Eso s? que era extra?o. Mir? al tipo que estaba al lado de Kyoko de forma sospechosa. ? ?Qu? sabes de todos estos nuevos chicos que han aparecido hoy? ?Pregunt? r?pidamente. ?No mucho. S?lo que hay cinco de ellos... adoptados en la misma familia y todos en el mismo grado. Han sido educados en casa hasta ahora. Puso los papeles en su escritorio y se encogi? de hombros: ?P?deles que compartan. Los hombros de Tasuki se desplomaron y de repente se sinti? abrumado. Mientras cerraba la distancia entre ellos, se sent?a un poco m?s alto por la sonrisa que Kyoko le dio. Entreg?ndole el libro, se inclin? y le susurr? al o?do: ?S?lo hay una copia... lo siento. Pero si hay deberes, entonces podemos usar mi copia y hacerlos juntos. Escondi? su sonrisa cuando el tipo a su lado le ech? una mirada oscura en su direcci?n. ?Gracias, Kyoko grit? la palabra y luego se volvi? hacia el tipo que estaba a su lado. Sus labios se separaron para decirle que ten?an que compartir, pero las palabras se le atascaron en la garganta. ?l la miraba directamente mientras se quitaba las gafas de sol. Sus ojos eran azules como el hielo... no el bonito azul normal que la gente desea, sino como un hielo azul profundo. Le recordaba el color de una luz negra pero m?s azul. Sinti? que su cabello se mov?a contra su mejilla como si un leve viento soplara aunque estuvieran dentro y se pregunt?. ?Tenemos que compartir. La voz de Kyoko estaba sin aliento. ?Ser? Romeo si t? eres Julieta, ?dijo Kotaro con una voz que estaba destinada a la seducci?n. ***** Kyoko camin? junto a Tasuki de camino a la clase de teatro. Todav?a le preocupaba que un tipo que parec?a el l?der de la banda de los chicos malos pudiera leer a Romeo como si lo hubiera practicado toda su vida. Sali? de su sue?o cuando entraron por la puerta del auditorio de la escuela y se dio cuenta de que no ser?a un aula en la que estuvieran haciendo teatro. ?La clase ha estado reuniendo cosas para decorar el baile de m?scaras del viernes por la noche," Tasuki la puso al corriente. ?Va a ser en el edificio de la vieja escuela, justo detr?s de ?ste. Se dio cuenta de todas las cajas alineadas en el borde del escenario y de los estudiantes que las agarraban y sal?an por la puerta trasera con ellas. ?Supongo que es hora de decorar. Tasuki agarr? dos cajas y se detuvo al final del escenario esperando que Kyoko se le uniera. Cuando ella cogi? una caja sin mirar a ver lo que hab?a en ella, ?l la vio tambalearse por su peso. Antes de que Tasuki pudiera dejar sus cajas y correr hacia ella, alguien ya estaba all?. Kyoko se encogi? de hombros sabiendo que iba a dejar caer todo mientras ca?a. Parpade? cuando el peso de la pesada caja desapareci? de repente. La caja estaba de nuevo en el escenario como si no la hubiera movido y dos fuertes brazos la rodeaban por detr?s para evitar que se cayera. Calor... se sent?a tan caliente. Brazos fuertes, pod?a sentir los duros m?sculos de su pecho y no pod?a evitarlo mientras se apoyaba en su fuerza. Nunca se hab?a sentido tan segura en su vida como en este momento y quer?a quedarse. ? ?Est?s bien? Toya pregunt? mientras se derret?a contra ?l. Fue todo lo que pudo hacer para no enterrar su cara en su pelo y besar la suave piel del arco de su cuello. Todo dentro de ?l quer?a mantenerla. ?"M?o", ?susurr? Toya interiormente cuando sinti? los latidos de su coraz?n latir al mismo tiempo. Kyoko empez? a cerrar los ojos pero alguien le agarr? la mu?eca y la sac? del calor. ? ?Kyoko? Tasuki no pudo ocultar el p?nico en su voz. ?H?blame. Parece que casi te desmayaste hace un momento. ?Estoy bien. Kyoko parpade? y mir? detr?s de ella. Su h?roe se inclinaba para recoger la caja cuando sus ojos se encontraron. Ojos el?ctricos como el oro fundido... como los de Kyou. Ten?a el pelo de ?bano con ese mismo color de plata resalt?ndolo, esta vez en rayas y capas muy largas. Instant?neamente se pregunt? si ?l y el chico de la clase de c?lculo eran hermanos. Se hab?a sentido tan fuerte... inamovible, aunque no era mucho m?s grande que Tasuki. Pero algo en la forma en que se mov?a le daba una gracia elegante y depredadora que le recordaba a una pantera cuando estaba de caza. La forma en que la miraba la hac?a sentir como la presa. Viendo al otro tipo echarle una mirada firme y dura por encima del hombro de Kyoko, Toya cogi? la caja y empez? a pasar por delante de ellos. ?Yo llevar? esta. Mientras se mov?a a su alrededor, se trag? el sabor de los celos al notar que el tipo a?n no hab?a soltado su mu?eca. Tan pronto como estuvo fuera de su vista, Toya se apoy? en el ladrillo junto a la puerta y escuch? para asegurarse de que realmente iba a estar bien. Satisfecho de que ella estaba, cerr? los ojos saboreando la forma en que ella se hab?a sentido contra ?l. Se alej? de la pared sintiendo por primera vez en mucho tiempo que ten?a una raz?n para existir. Los labios de Kyoko se separaron al darse cuenta de que ni siquiera le hab?a dado las gracias. Alej?ndose de Tasuki, empez? a agarrar otra caja para poder alcanzarle, pero Tasuki se agarr? a su mu?eca y le dio la espalda. ?Kyoko, detente. T?mate un momento para respirar y dime qu? fue eso, ?insisti? Tasuki cuando not? la mirada de p?nico en sus ojos y la forma en que temblaba de repente. Sabiendo que ten?a raz?n, Kyoko se recost? en el escenario y respir? profundamente para estabilizarse. ?Lo siento Tasuki. La caja era demasiado pesada y creo que casi me desmayo. Realmente no he comido mucho en los ?ltimos d?as debido a la mudanza. Ella no estaba mintiendo, as? que tal vez eso fue todo. Kyoko mir? de nuevo hacia la puerta. ?Ni siquiera llegu? a darle las gracias por atraparme. Ese pensamiento la entristeci?. ? ?Lo conoces? Los ojos de Tasuki se oscurecieron al encogerse de hombros, ?Supongo que es uno de los cinco hermanos que empezaron hoy. Es extra?o c?mo cada uno de ellos ha encontrado la manera de estar cerca de ti en su primer d?a. Viendo el ce?o fruncido de Kyoko, intent? convertirlo en una broma. ?Supongo que s?lo quieren estar cerca de la chica m?s guapa de la escuela. Gui?? el ojo y comprob? el peso de las cajas detr?s de ellas hasta que encontr? una casi vac?a. ?Aqu?, puedes llevar esta. Cuando puso la caja en los brazos de Kyoko, ella la sostuvo con una mano. ? ?Qu? soy? ?Cinco? Se ri? mientras cruzaban el terreno de la escuela hacia el viejo edificio en ruinas. Su mente retrocedi? a lo que ?l hab?a dicho sobre los chicos nuevos. ? ?Hermanos? Entonces, ?c?mo es que todos est?n en el mismo grado? Tasuki sonri?, agradeciendo en secreto al profesor que hab?a respondido a sus preguntas. ?Adoptado, y hasta ahora, educado en casa. Cambi? r?pidamente de tema no queriendo compartirla m?s de lo que ya lo hab?a hecho hoy. ? ?Vienes el viernes? ? ?D?nde? Kyoko perdi? el hilo de su pensamiento. ?Al baile de disfraces, asinti? a la caja que llevaba, ?Es viernes, noche de Halloween. ?No lo s?, Kyoko sonri? mientras pensaba en la libertad de poder ir finalmente a alg?n lugar como una adolescente normal, pero al mismo tiempo no ten?a ni idea de d?nde comprar un disfraz. ??Hay alg?n lugar que venda disfraces tan tarde en el juego? ?El centro comercial tiene una tienda de disfraces que s?lo abre un par de semanas al a?o. Como esta fiesta de disfraces es una tradici?n escolar, tienen una selecci?n muy amplia. Quer?a pedirle que fuera con ?l, pero la idea de que dijera que no le dol?a el est?mago. Tuvo una visi?n de uno de los nuevos chicos pidi?ndole que fuera y la pisote? en un punto grasiento de su mente celosa. ?Podr?a ser muy divertido si vamos juntos, Tasuki contuvo la respiraci?n mentalmente pateando su propio trasero. ?Vale, Kyoko expres? aut?nticamente mientras dec?a que s? a su primera cita. ? ?Oh wow! Sus ojos esmeralda se iluminaron al ver la transformaci?n de lo que deber?a haber sido un viejo y polvoriento gimnasio. Los estudiantes lo hab?an limpiado tanto que casi brillaba y ahora a?ad?an la oscuridad de Halloween. ?S?, ?Tasuki dijo, de repente el tipo m?s feliz del mundo. ?Se ver? a?n mejor para el viernes por la noche. Toya mantuvo su distancia despu?s de o?rla decir a Tasuki que ir?a al baile de m?scaras con ?l, pero no ten?a que estar cerca para o?r cada palabra que ella dec?a. Esta fiesta de disfraces ser?a una mala idea para ella, pero viendo la felicidad en su cara... ?l no habr?a intentado detenerla por nada del mundo. Parec?a que ?l y los otros guardianes tendr?an que encontrar un disfraz y alejarla de su cita. Las manos de Toya le dieron un pu?etazo a sus lados cuando Yohji intent? que ella subiera una escalera para colgar decoraciones. El pervertido le cabre?, pero antes de que pudiera entrar, Kyoko puso sus manos en sus caderas y mir? a Yohji como si fuera est?pido y le hizo re?r. La mirada de Kyoko recorri? la habitaci?n buscando el eco de la risa, pero se rindi? cuando Yohji estaba lo suficientemente d?bil como para preguntarle por qu? no colgaba los adornos cuando todos los dem?s hab?an tomado su turno. ?Te propongo un trato, Yohji, Kyoko le dio una fr?a sonrisa que deber?a haberle advertido. ?Te traer? una falda corta ma?ana y podremos turnarnos para colgar los adornos. Se dio vuelta para volver al auditorio por otro palco. Yohji baj? la mirada para ver su falda mientras se alejaba. ?l comenz? despu?s de ella pero se detuvo cuando Toya se puso directamente en su camino. ?Yo no har?a eso si fuera t?, la voz de Toya era baja y peligrosa y si Yohji hubiera mirado, habr?a notado el extra?o color plateado que empezaba a sangrar con el oro de los lirios de Toya. Tristemente, el deportista tonto no era conocido por su cerebro. ? ?Es eso una amenaza? La cara de Toya se torn? muy seria, ?Seguro. Haciendo honor a su reputaci?n, Yohji empez? a rodear a Toya s?lo para acabar de cara cuando se tropez? con algo. ?Oh, ?qu? demonios? Yohji grit? alcanzando su tobillo y buscando lo que sea con lo que se tropez?. Sin ver nada, empez? a mirar a Toya pero no pudo encontrarlo en ninguna parte. Tasuki pas? por encima de Yohji en su camino hacia la puerta. ?No parece que vayas a bailar mucho el viernes por la noche. La preocupaci?n estaba ausente de su voz. Kyoko volvi? al auditorio pero tan pronto como la puerta se cerr? detr?s de ella, supo que algo estaba mal... muy mal. Para empezar, toda la sala estaba muy oscura y totalmente silenciosa. Escuchando algo que corr?a por el suelo hacia ella, se dio la vuelta y sali? corriendo por la puerta y se estrell? contra una pared de ladrillos. Los brazos de Toya instant?neamente rodearon a Kyoko para estabilizarla. Sinti? el mal mezclarse en la oscuridad mientras las puertas dobles se cerraban lentamente detr?s de ella, atrap?ndola dentro. Mientras la rodeaba con ambos brazos le pregunt?, ? ?Est?s bien? Kyoko asinti? mientras pon?a su mejilla contra su pecho. Era la segunda vez que ?l le preguntaba eso. ?Creo que hay un animal o algo ah? dentro. ?Tasuki te est? buscando, Toya minti? cuando puso sus manos sobre sus hombros y la movi? suavemente a su alrededor. Antes de que ella pudiera decir nada, Toya estaba dentro del edificio con la puerta cerrada firmemente detr?s de ?l. Kyoko se dio cuenta de que lo hab?a hecho otra vez... desapareci? antes de que pensara en darle las gracias. Alcanzando el pomo de la puerta y gir?ndolo, ella frunci? el ce?o. ?Cerrada? Tasuki la hab?a visto en los brazos de Toya desde la distancia y la vista le hizo apretar los dientes. Antes de que pudiera alcanzarlos, Toya ya estaba dentro y Kyoko parec?a estar encerrada fuera. ? ?Qu? pas? esta vez? Tasuki trat? de ocultar el fastidio que se estaba gestando a la velocidad que parec?an tener los nuevos chicos de la escuela por haberse acercado a Kyoko. Kyoko tir? de la puerta una vez m?s y se rindi?. ?Creo que hay alg?n tipo de animal ah?, pero Toya me dej? fuera as? que no estoy segura de lo que era. Tasuki sacudi? la cabeza: ?Probablemente sea una broma de Halloween para seguir con los cuentos de que el pueblo est? embrujado. Cosas extra?as han estado pasando por aqu? desde que era peque?a. Yo no me preocupar?a por ello. Vamos, la clase termina en un par de minutos de todos modos. Cap?tulo 5 "El Fantasma de la ?pera" Toya escuch? el clic de las cerraduras en las puertas circundantes y pudo sentir a sus hermanos acerc?ndose a un ritmo r?pido. Cuando la habitaci?n se ilumin? con una luz brillante, su mirada busc? a Kamui reconociendo que era su magia la que iluminaba la habitaci?n. Viendo que los cuatro hermanos se dirig?an hacia ?l, sus sentidos se pusieron en alerta. ? ?Alguna idea de qu? tipo de demonio es? Retrocedi? en l?nea con sus hermanos cuando las pesadas cortinas del escenario cayeron de las cuerdas que los sosten?an, apenas lo perdi?. ?Supongo que quiere ser el fantasma de la ?pera cuando crezca, ?dijo Shinbe y luego escucharon un chasquido que sonaba como garras zapateando sobre la madera. Se mov?a tan r?pido que todo lo que ve?an era un rayo de oscuridad. ?Salgan, salgan, dondequiera que est?n, ?llam? Kotaro haciendo que su voz resonara suavemente en el teatro. ?Buen toque, Kyou lo felicit? con un levantamiento de ceja. ?Ahora, ?podemos por favor ser adultos y matar a esta cosa? Toya asinti? hacia la zona m?s oscura del escenario. Mientras la atenci?n de todos se centraba en ella, la sombra se estir? y ondul?, despeg?ndose de las paredes y el suelo. Los ojos rojo sangre se abrieron de golpe, pero su forma no era tanto humanoide como un giro entre humano y ar?cnido. La parte superior de su cuerpo permanec?a en su mayor?a como una sombra, mientras que sus piernas se llenaban de afiladas espigas ?seas en las articulaciones y las puntas. Su boca se abri? como el queso en la pizza que se derrite y emiti? un chillido al subir por la pared y cruzar el techo. ?Es bueno que sea casi Halloween o nos costar?a explicar ese escalofriante sonido que recorre los pasillos de la escuela. Kamui se estremeci? sacudiendo el espeluznante sonido. La campana del ?ltimo per?odo son? causando que el demonio chillara de nuevo al arrancar el altavoz del borde superior de la pared y luego lo arroj? a los guardianes. ?Bien... no hay testigos Kotaro mir? a la criatura con cansancio, tomando nota del hecho de que se estaba preparando para saltar. ?Esta cosa va a ser un dolor en el culo, Toya gru?? justo antes de que fuera golpeado en la fila de asientos detr?s de ?l. R?pidamente sac? su daga de plata de su cintura y movi? su brazo hacia los lados, cortando al demonio deforme a trav?s de lo que s?lo podr?a describirse como su est?mago. Unos tent?culos de aspecto desagradable salieron de su espalda justo cuando Kotaro lo atac?, intentando quit?rselo a Toya. Los tent?culos lo rodearon, uni?ndose al impulso de Kotaro y le dispararon a trav?s de la habitaci?n y hacia el borde del escenario. Toya observ? la oscura aparici?n montando el demonio ara?a inclinarse hacia ?l e inhalar como un vac?o demente haciendo que su pelo se levantara del suelo. Los colmillos de la ara?a se mostraban mientras abr?a lentamente sus mand?bulas para atacar. ? ?Maldita sea! Huele a Kyoko en m?. Los brazos de Toya estaban ahora encajados debajo de su pesado cuerpo dej?ndolo en desventaja. Kyou levant? su mano, formando una bola brillante que se hizo oblonga al mover su mano de un lado a otro. Extendiendo su mano, la forma se extendi? por toda la habitaci?n, formando un l?tigo y azot?ndose alrededor de la cabeza del demonio. Echando la mano hacia atr?s, Kyou arranc? el demonio de Toya, pero tuvo que luchar con ?l para evitar que volviera a Toya cuando el guardi?n plateado se levant? del suelo. ? ?Por qu? diablos s?lo est? detr?s de Toya? Kamui se quej?. R?pidamente levant? sus manos, susurrando palabras mientras a?ad?a el extra?o lenguaje de signos para dar fuerza al hechizo. El demonio se movi? de lado a lado, tratando de evitar el golpe que se avecinaba, pero Kamui se gir?, siguiendo cada uno de sus movimientos. Al final del c?ntico, las palmas de las manos se giraron hacia fuera y la ?ltima palabra reson? por toda la habitaci?n, lanzando el hechizo al demonio. El demonio grit?, alcanzando a Toya cuando la fuerza de la explosi?n lo envi? a trav?s de varias filas de asientos antes de que se estrellara contra la pared. Sus piernas se volvieron instant?neamente hacia el interior mientras se apoyaba contra la pared para usarla como una tabla de rebote. Antes de que pudiera saltar, Shinbe estaba delante de ?l, lanzando otro hechizo que lo sostuvo contra el yeso destrozado mientras los otros guardianes se adelantaron y literalmente lo desgarraron miembro por miembro. Shinbe se dio cuenta de que el demonio sombra intentaba deslizarse por la pared y escapar de ellos. En un abrir y cerrar de ojos, salt? la pared y se puso como una jaula a su alrededor. ? Hey Nasty, ?a d?nde crees que vas? gru?? mientras una barrera de cristal azul aparec?a sobre ella como una media burbuja. Shinbe se empuj? de la pared, aterrizando f?cilmente de pie. El cuerpo mutilado del ar?cnido que estaba esparcido en el suelo se movi? varias veces y luego se hundi? en s? mismo al convertirse en polvo. ?No puedes dejar eso ah?, Kamui lanz? su pulgar hacia la extra?a vista de la sombra que se deslizaba dentro de... lo que empezaba a parecer un saco de huevos azul transparente. ?De que poca fe eres, Shinbe sonri? al ver que el saco se hac?a cada vez m?s peque?o. ?Para cuando termine de encoger, se necesitar? un microscopio para encontrarlo. Ahora... se volvi? y camin? directamente hacia Toya y olfate?. Toya le dio una mirada que deber?a haberle hecho correr. Cuando su hermano fue tan est?pido como para no captar la indirecta, extendi? la mano y agarr? a Shinbe por la garganta, levantando sus pies varios cent?metros del suelo para respaldarlo a la distancia del brazo. ?No vuelvas a hacer eso nunca m?s. Toya lo dej? caer no muy suavemente. Shinbe se empuj? del suelo con una sonrisa de satisfacci?n. ?Y t? me llamas pervertido. No es de extra?ar que el Hombre Ara?a te quisiera tanto. Tienes el olor de Kyoko por todas partes." Sus ojos de amatista se estrecharon cuando su humor se desvaneci?. ? ?Por qu? es eso? ?Hablando de Kyoko, la voz de Kyou hizo que la temperatura en la habitaci?n bajara varios grados. ?Si estamos todos aqu?... entonces, ?qui?n la est? vigilando? ***** Cuando Kyoko le pregunt? a Tasuki si pod?a usar su m?vil para llamar a un taxi, ?l le ofreci? r?pidamente llevarla a cualquier sitio que quisiera ir. Kyoko acept? agradecida, sin querer aventurarse por primera vez en un pueblo extra?o sola. ? ?El centro comercial? Claro. Si quieres, puedo ayudarte a elegir un disfraz para el baile de disfraces. Tasuki empez? a imaginar todo tipo de cosas que ?l escoger?a para ella. Luego retrocedi? r?pidamente, d?ndose cuenta de que no querr?a que los dem?s la vieran con la mitad de esos disfraces. ? ?Es esa la raz?n por la que vamos al centro comercial? ?Un disfraz de Halloween? Kyoko suspir? y mir? por la ventanilla del coche debatiendo si decirle la verdad o no. Al pasar frente a la escuela en el tr?fico lento, not? que el mismo tipo de esta ma?ana estaba de nuevo solo en la acera. Se pregunt? qu? era lo que le llamaba la atenci?n de ?l. Mientras lo miraba, se dio cuenta de que todos los dem?s estudiantes se arremolinaban a su alrededor... ...pero ?l era la quietud en medio de una tormenta furiosa, y la miraba directamente con ojos negros como el pecado. Le entristeci? ver que se equivocaba al pensar que eran verdes. Se inclin? hacia el cristal para verlo mejor mientras se acercaban y pasaban lentamente. ?l la miraba con tanta hambre en sus ojos que Kyoko lo sinti? claro hasta su alma. Eso la hizo querer acercarse a ?l. ?l gir? su cabeza lentamente mientras pasaban; manteniendo sus ojos en ella y Kyoko vio sus labios moverse. ? ?Qu?? ?Kyoko susurr? tratando de entender y luego sinti? la mano de Tasuki en su hombro. ? ?Le conoces? Tasuki pregunt? a?n deslumbrado en el espejo retrovisor. Algo en ese tipo estaba mal. Conoc?a a todo el mundo en la escuela, pero nunca hab?a visto a ese tipo por aqu? hasta hoy. ?No es un estudiante. Kyoko se sent? en su asiento pero r?pidamente mir? por encima del hombro sin poder ayudarse a s? misma. Afortunadamente, Tasuki dobl? la esquina en la se?al de stop y el desconocido se perdi? en la distancia. ?"No". Kyoko sacudi? su cabeza queriendo dejar el tema, ?Estoy nerviosa porque nunca he estado en un centro comercial... o en cualquier otro tipo de tienda realmente. ? ?Qu?? Tasuki dijo un poco demasiado alto. ?Est?s bromeando... ?verdad? ?Ojal?. Kyoko sonri? ante la mirada de su cara. ? Voy a contarte un secreto, pero tienes que prometer que no lo dir?s a nadie. Tasuki asinti? agarrando el volante un poco m?s fuerte. ?Nunca har?a nada para herirte Kyoko, as? que si quieres confiarme algo... est?s a salvo. ?Gracias. Kyoko se sent? en su asiento mirando al frente y lentamente le cont? toda la historia... sin dejar nada fuera. ?As? que lo primero que necesito es un nuevo armario. Tasuki llevaba diez minutos aparcado en el centro comercial escuch?ndola. Era la cosa m?s triste que hab?a escuchado. ? ?Quieres decir que nunca te han besado? Cuando ella lo mir? extra?amente, ?l sonri? y cerr? la distancia entre ellos. Los ojos de Kyoko se abrieron de par en par cuando sus labios atraparon el fondo de su boca y la bes?. Luego se movi? para hacer lo mismo con su labio superior. Ella se qued? sin palabras cuando ?l se alej? un cent?metro y respir? mientras ve?a su reacci?n al primer beso. Debi? gustarle lo que vio porque las comisuras de sus labios insinuaban una sonrisa satisfecha cuando volvi? a su asiento para mirar el centro comercial frente a ellos. ? ?Sabes qu? Kyoko? Tasuki la mir? como si no hubiera hecho nada. ?Estamos a punto de dar un nuevo significado a las palabras... compra hasta que te caigas. ***** Tama se par? en la puerta del gimnasio abandonado viendo a los guardianes salir del auditorio. Hab?an matado al demonio ara?a que hab?a ido a buscarlos tal como lo hab?an planeado. S?lo hab?a sido una prueba y hab?an fallado miserablemente. ? Los guardianes se distraen f?cilmente pensando que la mantienen a salvo. A Hyakuhei no le preocupaba el demonio que hab?an perdido. Antes de entrar en este mundo, hab?a escondido muchos de sus m?s poderosos demonios donde nadie pod?a encontrarlos... en lo profundo de su propia alma. Por ahora, usar?a a los demonios m?s d?biles como carne de ca??n y atraer?a a los guardianes a una falsa sensaci?n de victoria. ? Que piensen que la est?n protegiendo lo mejor que pueden. ? ?Puedo ir a verla ahora? Tama mir? fijamente al guardi?n conocido como Toya. Mientras luchaban contra el demonio de las sombras dentro de la escuela, Hyakuhei se hab?a unido a la mente del demonio, dejando que Tama viera la batalla a trav?s de los ojos del demonio. Sab?a que Toya ten?a el olor de Kyoko en ?l m?s que los otros guardianes. El odio ard?a en sus ojos cuando los celos entraron en su coraz?n herido. ? S?lo los tontos se apresuran a entrar, querido muchacho, ? le advirti? Hyakuhei. Era dif?cil para Tama compartirla con el enemigo, pero lo que Tama no entend?a era que ser?a a?n m?s dif?cil para los guardianes compartirla entre ellos. Cuanto m?s estrecho sea su v?nculo con ellos... m?s posesivos se volver?n hasta que se enfrenten entre ellos. Pasar?a poco tiempo antes de que los hermanos empezaran a autodestruirse. No eran diferentes a ?l y a Tadamichi. Tama pregunt? recordando la forma en que lo hab?a mirado desde la ventana del coche. Ella quiere hacerlo. ? Su alma siente curiosidad por ti... sabe que eres su hermano, aunque no lo recuerde. Es el lazo que la une a todos nosotros. Hyakuhei sinti? que el anhelo que Tama sent?a se fusionaba con el suyo. ? Pronto Tama... muy pronto. Tendr?s a tu hermana. ***** Hyakuhei estaba en la cima de la escalera mec?nica del centro comercial viendo a Kyoko mirar el centro comercial con asombro. Siempre hab?a sido una inocente y parec?a que en esta vida no era diferente. Una peque?a sonrisa se dibuj? en la comisura de sus labios. ?Ven a m?, ?susurr? dentro de su mente sabiendo que ella escuchar?a la citaci?n sin darse cuenta. Kyoko mir? hacia el segundo piso y luego mir? a la escalera mec?nica como si fuera una atracci?n de la feria. ? ?Podemos? le expres? a Tasuki y luego volvi? a la escalera mec?nica. ?Claro, Tasuki sonri? y luego se ri? cuando le hizo subir primero. ?Oh, claro... sacrif?came... por qu? no. Se encogi? de hombros como si no importara y se agarr? a la barandilla como si estuviera aterrorizado. Sacando la lengua hacia ?l, Kyoko agarr? la goma del pasamanos y se puso detr?s de ?l. ?Deja de mirarme como si esperaras que vuelva a bajar las escaleras. Kyoko advirti? cuando ?l sigui? mir?ndola por encima del hombro. Ella levant? la vista fingiendo que ya lo hab?a hecho antes, pero cuando su mirada se fij? en el hombre que bajaba por la escalera mec?nica paralela a la suya, se olvid? de respirar. El pelo largo y oscuro enmarcaba el rostro m?s hermoso que hab?a visto. Las ?nicas personas que pod?an acercarse eran los chicos nuevos que hab?a conocido hoy en la escuela. Sus labios estaban relajados pero ella pod?a sentirlos contra los suyos en un beso caliente. Sus luminosos ojos oscuros estaban enmarcados por gruesas pesta?as oscuras. A medida que se acercaba en su pendiente hacia ella, Kyoko sinti? que su coraz?n se saltaba un latido y todo se ralentiz?. Pod?a sentir que ?l la alcanzaba y que ella tambi?n lo quer?a. Su mano dej? la barandilla para mover los cent?metros que separaban su lado del suyo. En el momento en que ?l puso su c?lida mano sobre la de ella, el tiempo se recuper? y ella estaba en la cima de la escalera mec?nica. Kyoko sinti? que la decepci?n se apoderaba de ella cuando se dio la vuelta para encontrarlo, pero no se le ve?a por ning?n lado. ***** ?Ella est? en casa, ?llam? Kamui desde el porche y se estremeci? cuando sus hermanos se le unieron tan r?pido que ni siquiera los vio moverse. ?Y mira qui?n est? con ella. ?Tasuki, ?dijo Toya con una voz demasiado tranquila para igualar el calor de sus ojos. ?Parece que se fue de compras, ?dijo Kotaro. ?Me hubiera gustado tener las faldas cortas, Shinbe suspir? con nostalgia. ?Lo estar?as. Kyou le mir? fr?amente de reojo, causando que Shinbe se moviera al otro lado de Kamui por razones de seguridad. Una de ellas fue el hecho de que estaba asustado. ?No puede simplemente huir as?. Toya cruz? sus brazos sobre su pecho pregunt?ndose por qu? Tasuki tardaba tanto en volver a su coche. ?Pero ella no lo sabe, se?al? Kamui, Al menos lleg? a casa a una hora decente. ?Una hora decente hubiera sido antes de que oscureciera, ?dijo Kyou rotundamente. Toya comenz? a bajar las escaleras pero Kyou extendi? la mano y la coloc? firmemente en su hombro. ?Tasuki s?lo lleva sus bolsas dentro. Ya casi ha terminado. ?Te he dicho que no te metas en mi cabeza. Toya mir? a Kyou, "Un d?a no te va a gustar lo que encuentras arrastr?ndote por ah?. Se sacudi? el hombro, haciendo que Kyou lo soltara. Lo ?ltimo que necesitaba era que Kyou escuchara sus pensamientos. Tener parte de Tadamichi dentro de ?l era bastante espeluznante. Se asegur? de que sus defensas mentales estuviesen levantadas y mir? al otro lado de la calle cuando el coche de Tasuki se alej? de la casa. ?Me pregunto si pens? en parar y conseguir algo de comer, ?murmur? Toya, pensando en voz alta. ? ?Por qu? te preocupar?a eso? Kyou pregunt? curiosamente sabiendo que Toya no era de los que dicen cosas al azar. ?Ella casi se desmay? durante la clase de drama hoy. La o? decirle a Tasuki que no hab?a comido debido a la mudanza, Toya le inform? antes de a?adir, ?Tasuki tambi?n le pidi? que fuera con ?l a la fiesta de disfraces del viernes por la noche en la escuela. Los labios de Kotaro se adelgazaron cuando sac? un cuchillo de hoja larga de la cintura de sus pantalones y comenz? a pasarla entre sus dedos como un bast?n. "Creo que Tasuki se ha nombrado a s? mismo su guardaespaldas con la esperanza de ser un poco m?s." ?Si no tiene cuidado, estar? un poco muerto. Sabiendo c?mo sonaba eso, Toya a?adi? r?pidamente, ?S?lo encontrar? un objetivo para los demonios si se acerca demasiado a ella. ?Somos cinco... Creo que podr?amos superar sus avances si lo intentamos. Shinbe sonri? con suficiencia. ?Hoy hemos fallado. La voz de Kyou no ten?a ninguna emoci?n, pero la mirada de sus ojos dorados era de enfado. ?Somos sus guardianes y ella es s?lo una ni?a humana que es m?s fr?gil que la mayor?a. Si sigue poni?ndose en peligro al desaparecer, no tendremos m?s remedio que revelarnos por lo que somos... sus verdaderos guardianes. ? ?Y decirle lo que es? Kamui agit? su cabeza. ?Ella no est? lista para eso... pi?nsalo. Nuestra sacerdotisa ni siquiera est? comiendo bien porque su mundo ha sido puesto al rev?s. Dale tiempo para ajustarse a eso primero Mientras tanto, tal vez deber?amos acercarnos m?s a ella para que cuando le digamos la verdad, no piense que estamos locos... o peor a?n, nos vea usar nuestros poderes y piense que somos una especie de extraterrestres. ?Sigo pensando que te equivocas en eso. Necesita recurrir a nosotros si algo sucede. Ahora mismo, la ?nica persona a la que acudir?a ser?a a la Shinbe que tanto le gusta, ?se?al? Toya. ?Hey, me molesta eso, ?dijo Shinbe tratando de ocultar su sonrisa. ?No... te pareces a eso, Kamui le dio un codazo de buena manera. Toya mantuvo su mirada al otro lado del camino, pero en su mente recordaba como ella casi se hab?a derretido en sus brazos. ?Ella es nuestra sacerdotisa Nos sentimos atra?dos por ella y creo que ella tambi?n se siente atra?da por nosotros. Dudo que se asuste tanto como ustedes temen que lo haga. ?Compromet?monos, ?dijo Kyou. ?En caso de que algo salga mal... necesita saber que estamos justo enfrente. ?De acuerdo, ?dijo Toya. ?Primero... ella necesita comer. Kyou sac? su m?vil del bolsillo. Cap?tulo 6 "Lo que los demonios temen" Kyoko acababa de terminar de guardar su ropa nueva cuando el timbre de la puerta hizo eco haci?ndola saltar. Bajando las escaleras, mir? por la mirilla y vio a un repartidor con cinco cajas grandes de pizza. Al abrir la puerta, frunci? el ce?o sabiendo que era un error. Antes de que pudiera decir algo, el tipo levant? una mano para detenerla. ?S? que no pediste la pizza porque la familia de enfrente la pidi? para ti. Es un regalo de bienvenida al vecindario. Sonri? y le entreg? las cajas. ?Y ya pagaron las pizzas y me dejaron una gran propina. Asinti? con la cabeza y se dirigi? a su coche. Kyoko sonri? nerviosamente y luego mir? al otro lado de la calle. Viendo el largo cabello plateado parpadeando en la luz del porche, supo que s?lo pod?a ser Kyou. Todos los chicos de la escuela estaban en el porche mir?ndola. Los labios de Kyoko se curvaron para convertirse en una verdadera sonrisa. Los salud? con la mano y les hizo un gesto para que se acercaran. ?Y tenemos nuestra invitaci?n, Shinbe casi ronronea cuando empez? a bajar las escaleras. Toya extendi? la mano y lo espos? en la parte superior de la cabeza. ?Si no te comportas all?, entonces ser? nuestra ?ltima invitaci?n. Shinbe entrecerr? los ojos y se volvi? hacia Toya. ? ?Qui?n muri? y te hizo el ?nico que pod?a tocarla? Ella es tan nuestra como tuya, imb?cil. ?Todos morimos, maldito est?pido. Toya apoy? a Shinbe el resto del camino para bajar las escaleras cuando la plata comenz? a arremolinarse en sus ojos. Su voz se volvi? peligrosamente baja mientras gru??a, ?Est?s tan condenadamente caliente que puedo olerlo. ?Y tienes una erecci?n tan grande con ella que est?s buscando pelea, ?dijo Shinbe y luego se gir? y se uni? a los otros que ya estaban a la mitad del camino de entrada. Toya gru?? molesto sabiendo que Shinbe ten?a raz?n, pero eso no significaba que le tuviera que gustar. Escuch? una voz ri?ndose dentro de su mente y supo que no era suya. Bajando los brazos a su lado, se encontr? con el resto de ellos. ? ?No ten?a ni idea de que erais vosotros los que viv?ais al otro lado de la calle! Kyoko dijo con asombro cuando subieron a su porche. Y pensar que estaba celosa porque su casa parec?a tan llena de vida, mientras que la suya parec?a solitaria. De repente no se sent?a tan aislada. ?Pasa. ?Cu?nto tiempo han vivido en la casa de al lado? ?Desde que t?... Kotaro cort? a Shinbe. ?Alrededor de quince a?os. Kyou se inclin? y tom? de sus brazos las cinco cajas de pizza de gran tama?o. Levant? una ceja cuando se dio cuenta de que lo segu?a por su casa y ?l parec?a conocer la disposici?n mejor que ella. Ni siquiera mir? cuando encendi? el interruptor de la luz en el comedor. ??? ???????? ?????. ??? ?????? ?? ?????. ????? ?? ??? ????, ??? ??? ????? ??? (https://www.litres.ru/pages/biblio_book/?art=51834874&lfrom=688855901) ? ???. ????? ???? ??? ??? ????? ??? Visa, MasterCard, Maestro, ? ??? ????? ????, ? ????? ?????, ? ??? ?? ?? ????, ??? PayPal, WebMoney, ???.???, QIWI ????, ????? ???? ?? ??? ???? ?? ????.
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