Как часто я вижу картинку такую Воочию, или она только снится: Две девочки-гейши о чём-то толкуют, Забыв, что давно им пора расходиться. На улице тёмной все двери закрыты. Ленивое пламя в фонарике сонном… А девочки-гейши как будто забыты Двумя огоньками в пространстве бездонном. Ну что вам не спится, прекрасные гейши? Ведь даже сверчки неумолчны

Antes del Amanecer

Antes del Amanecer Morgan Rice La Ca?da de los Vampiros #1 En ANTES DEL AMANECER (Libro #1 de La Ca?da de los Vampiros), la joven Kate de 17 a?os de edad odia su vida. Marginada en su propia familia que no la entiende, es odiaba por su hermana m?s popular y hermosa que ella y despreciada por su madre controladora, quien prefiere a su hermana. Para salir adelante, Kate se refugia en sus amigos y en su inteligencia. Sin embargo, su vida sigue pareciendo destinada a un callej?n sin salida, sobre todo cuando su madre le anuncia que no podr? asistir a la universidad porque tiene que pagar la matr?cula de su hermana. Pero todo cambia un d?a. En su cumplea?os n?mero 17, uno de los chicos populares se enamora de ella. Al mismo tiempo, un nuevo chico misterioso, Elijah, llega a su escuela, y tienen una conexi?n inmediata. Cuando todo parece estar cambiando para bien, un terrible accidente pone su vida patas arriba. Al borde de la muerte, algo le sucede a Kate, algo que la mantiene con vida, algo que la transforma en algo que no estaba destinada a ser. Entre la vida y la muerte, Kate se convierte en algo que nadie jam?s ha sido. El debut de una nueva y espectacular serie repleta de amor, p?rdida, angustia y redenci?n, ANTES DEL AMANECER le da un toque fresco al subg?nero de vampiros. Con su suspenso trepidante y personajes queridos, te mantendr? pasando p?ginas hasta bien entrada la noche y te har? volverte a enamorar del g?nero de la fantas?a. Refrescante y ?nico, tiene los elementos cl?sicos que encuentras en muchas otras historias paranormales para j?venes adultos. Es f?cil de leer y acelerado. Recomendado para los amantes de romances paranormales. Apto para mayores de 13 a?os. The Romance Reviews (sobre Convertida) Agarr? mi atenci?n desde el principio… Esta historia es una aventura r?pida e incre?ble llena de acci?n. Paranormal Romance Guild (sobre Convertida) Morgan Rice antes del amanecer (la ca?da de los vampiros—libro 1) Morgan Rice Morgan Rice tiene el #1 en ?xito de ventas como el autor m?s exitoso de USA Today con la serie de fantas?a ?pica EL ANILLO DEL HECHICERO, compuesta de diecisiete libros; de la serie #1 en ventas EL DIARIO DEL VAMPIRO, compuesta de doce libros; de la serie #1 en ventas LA TRILOG?A DE SUPERVIVENCIA, novela de suspense post-apocal?ptica compuesta de tres libros; de la serie de fantas?a ?pica REYES Y HECHICEROS, compuesta de seis libros; y de la nueva serie de fantas?a ?pica DE CORONAS Y GLORIA. Los libros de Morgan est?n disponibles en audio y ediciones impresas y las traducciones est?n disponibles en m?s de 25 idiomas. A Morgan le encanta escucharte, as? que, por favor, visita www.morganrice.books (http://www.morganrice.books/) para unirte a la lista de correo, recibir un libro gratuito, recibir regalos, descargar la app gratuita, conocer las ?ltimas noticias, conectarte con Facebook o Twitter ?y seguirla de cerca! Algunos comentarios sobre Morgan Rice “?Un libro que puede rivalizar con TWILIGHT y VAMPIIRE DIARIES, y que te dejar? con ganas de seguir leyendo hasta llegar a la ?ltima p?gina! Si te gusta la aventura, el amor y los vampiros, ?este libro es ideal para ti! " –-Vampirebooksite.com (sobre Convertida) "Rice hace un gran trabajo jal?ndote en la historia desde el principio, con una gran calidad descriptiva que trasciende la mera pintura del entorno … .Bellamente escrita y es extremadamente r?pida de leer." –-Black Lagoon (sobre Convertida) "Una historia ideal para los lectores j?venes. Morgan Rice hizo un buen trabajo creando un giro interesante … refrescante y ?nico. La serie se centra en una chica … ?una chica extraordinaria! … F?cil de leer, pero con un ritmo muy acelerado … Calificaci?n PG ". –-The Romance Reviews (sobre Convertida) "Me llam? la atenci?n desde el principio y no me solt? … .Esta historia es una aventura incre?ble con un ritmo r?pido y llena de acci?n desde el principio. No podr?s encontrar un solo momento aburrido.” –-Paranormal Romance (sobre Convertida) "Repleta de acci?n, romance, aventura y suspenso. Pon las manos sobre este libro y d?jate enamorar de nuevo.” –-vampirebooksite.com (sobre Convertida) "Una gran trama, y sobre todo es el tipo de libro que tendr?s problemas para dejar de leer por la noche. Al ser tan espectacular, el final te deja con tantas expectativas que vas a querer comprar inmediatamente el siguiente libro, s?lo para ver qu? pasa.” –-The Dallas Examiner (sobre Amada) "Morgan Rice demuestra de nuevo que es una narradora de gran talento … .Este libro puede gustar a una amplia gama de lectores, incluyendo los aficionados m?s j?venes al g?nero de vampiros / fantas?a. El final es de un  suspenso inesperado que te deja conmocionado.” –-The Romance Reviews (sobre Amada) Libros de Morgan Rice OLIVER BLUE Y LA ESCUELA DE VIDENTES LA F?BRICA M?GICA (Libro #1) LA ESFERA DE KANDRA (Libro #2) LOS OBSIDIANOS (Libro #3) LAS CR?NICAS DE LA INVASI?N TRANSMISI?N (Libro #1) LLEGADA (Libro #2) ASCENSO (Libro #3) REGRESO (Libro #4) EL CAMINO DE ACERO SOLO LOS DIGNOS (Libro #1) UN TRONO PARA LAS HERMANAS UN TRONO PARA LAS HERMANAS (Libro #1) UNA CORTE PARA LOS LADRONES (Libro #2) UNA CANCI?N PARA LOS HU?RFANOS (Libro #3) UN CANTO F?NEBRE PARA LOS PR?NCIPES (Libro #4) UNA JOYA PARA LA REALEZA (Libro #5) UN BESO PARA LAS REINAS (Libro #6) UNA CORONA PARA LAS ASESINAS (Libro #7) DE CORONAS Y GLORIA ESCLAVA, GUERRERA, REINA (Libro #1) CANALLA, PRISIONERA, PRINCESA (Libro #2) ESCLAVA, GUERRERA, REINA (Libro #3) REBELDE, POBRE, REY (Libro #4) SOLDADO, HERMANO, HECHICERO (Libro #5) H?ROE, TRAIDORA, HIJA (Libro #6) GOBERNANTE, RIVAL, EXILIADO (Libro #7) VENCEDOR, DERROTADO, HIJO (Libro #8) REYES Y HECHICEROS EL DESPERTAR DE LOS DRAGONES (Libro #1) EL DESPERTAR DEL VALIENTE (Libro #2) EL PESO DEL HONOR (Libro #3) UNA FORJA DE VALOR (Libro #4) UN REINO DE SOMBRAS (Libro #5) LA NOCHE DE LOS VALIENTES (Libro #6) EL ANILLO DEL HECHICERO LA SENDA DE LOS H?ROES (Libro #1) UNA MARCHA DE REYES (Libro #2) UN DESTINO DE DRAGONES (Libro #3) UN GRITO DE HONOR (Libro #4) UN VOTO DE GLORIA (Libro #5) UNA POSICI?N DE VALOR (Libro #6) UN RITO DE ESPADAS (Libro #7) UNA CONCESI?N DE ARMAS (Libro #8) UN CIELO DE HECHIZOS (Libro #9) UN MAR DE ARMADURAS (Libro #10) UN REINO DE ACERO (Libro #11) UNA TIERRA DE FUEGO (Libro #12) UN MANDATO DE REINAS (Libro #13) UNA PROMESA DE HERMANOS (Libro #14) UN SUE?O DE MORTALES (Libro #15) UNA JUSTA DE CABALLEROS (Libro #16) EL DON DE LA BATALLA (Libro #17) LA TRILOG?A DE SUPERVIVENCIA ARENA UNO: TRATANTES DE ESCLAVOS (Libro #1) ARENA DOS (Libro #2) ARENA TRES (Libro #3) VAMPIRA, CA?DA ANTES DEL AMANECER (Libro #1) EL DIARIO DEL VAMPIRO TRANSFORMACI?N (Libro #1) AMORES (Libro #2) TRAICIONADA(Libro #3) DESTINADA (Libro #4) DESEADA (Libro #5) COMPROMETIDA (Libro #6) JURADA (Libro #7) ENCONTRADA (Libro #8) RESUCITADA (Libro #9) ANSIADA (Libro #10) CONDENADA (Libro #11) OBSESIONADA (Libro #12) ?Descargue los libros de Morgan Rice ahora mismo! ?Escucha la serie de EL DIARIO DEL VAMPIRO en formato de audio libro! 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Si desea compartir este libro con otra persona, por favor adquiera una copia adicional para cada destinatario. Si est? leyendo este libro y no lo compr?, o no lo compr? para su uso exclusivo, entonces, por favor regr?selo y compre su copia. Gracias por respetar el duro trabajo de esta autora. Se trata de una obra de ficci?n. Los nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, acontecimientos e incidentes son producto de la imaginaci?n de la autora o son usados como ficci?n. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas es pura coincidencia. Imagen de la portada Derechos de Autor iStock.com/nsilcock “Ven, noche gentil; ven, noche amante, negra como la ceja; Dame mi Romeo; y, cuando yo muera, t?malo y c?rtalo en peque?as estrellas, Y ?l har? de los cielos la cara tan fina Que todo el mundo se enamorar? de la noche…”     ? William Shakespeare     Romeo y Julieta CAP?TULO UNO Kate se despert? en la ma?ana de su decimos?ptimo cumplea?os sintiendo un agujero en el est?mago. Deseaba sentirse entusiasmada; pero sab?a, con un sentimiento de temor, que no habr?a ning?n regalo esper?ndola, ni un desayuno especial de cumplea?os, ni pastel. No habr?a tarjetas de felicitaci?n. Tendr?a suerte si alguien en su familia llegara a recordarlo. Sinti? el c?lido sol de Santa B?rbara en los p?rpados, abri? los ojos y parpade?. Su habitaci?n a?n estaba llena de cajas de mudanza, un desorden ca?tico que no lograba ponerse a ordenar. Tal vez era, se dio cuenta, porque no quer?a estar all?. No quer?a estar con su familia en ning?n lugar. ?Por qu? querr?a estar con ellos? Ellos la odiaban. Kate jal? el cobertor sobre su cabeza bloqueando la luz, no quer?a salir de la cama y comenzar el nuevo d?a. Lo mejor, decidi?, ser?a salir de la casa lo m?s r?pidamente posible e ir directamente a la escuela. Al menos, ten?a a sus amigas. Ellas sab?an muy bien c?mo era su vida en su casa, y festejar?an su cumplea?os. Finalmente, Kate sali? de la cama y se puso sus c?modos pantalones vaqueros favoritos y su playera negra. Luego, se puso los Converse rojos gastados y pas? el peine por su pelo caf? oscuro para soltarlo un poco, pero no lo suficiente como para modelarlo de una determinada manera. Ya que era una ocasi?n especial, se puso un poco de r?mel y se deline? los ojos con kohl. Dio un paso hacia atr?s y se observ? en el espejo. Su madre odiar?a su atuendo. Eso la hizo sonre?r. En el pasillo, el olor a panqueques, tocino y jarabe de arce flotaba en el aire. A su madre le fascinaba  pretender ser la Gran Madre Americana, con su peinado de mam? dedicada al hogar. No era m?s que una falsedad. Todo en ella era una mentira. Se supon?a que todas las mam?s-americanas amaban a sus hijos -no eleg?an a una hija a quien adorar mientras hac?an sentir peque?a e insignificante a la otra. Kate ya sab?a que los panqueques no eran para ella. Ser?an para su padre y su hermana, Madison, y su hermano, Max, pero no para ella. La burla de su madre hac?a eco en su mente. Si tan s?lo practicaras un deporte, podr?as tomar un buen desayuno. Pero como te pasas todo el d?a adentro leyendo, tienes que cuidar tu figura. Kate se prepar? antes de entrar en la cocina. La cocina en la nueva casa estaba decorada con buen gusto, estaba llena de todos los ?ltimos aparatos el?ctricos. Parec?a como si la hubieran recortado de una revista. Era todo lo que su madre necesitaba para mantener su farsa de la familia perfecta. Su padre estaba sentado a la mesa, con los ojos todav?a rojos por haber estado bebiendo la noche anterior. Miraba con tristeza su caf? negro. Sus panqueques estaban sin tocar frente a ?l. Kate sab?a que ten?a demasiada resaca para poder com?rselos. Madison, tambi?n en la mesa, estaba ocupada aplic?ndose maquillaje frente a su peque?o espejo de mano. Su cabello oscuro peinado con ondas suaves le ca?a sobre los hombros y brillaba a la luz del sol. Complementaba su look con un l?piz labial rojo brillante, con lo que parec?a m?s una estudiante de la universidad que de la escuela preparatoria, lo que era en realidad. Si alguien viera desde afuera, no parec?a que hubiera s?lo dieciocho meses de diferencia entre las dos muchachas. Madison era m?s como una mujer, mientras que Kate, en muchos sentidos, todav?a se sent?a como una ni?a escu?lida. Kate arrastr? los pies por la cocina y agarr? su bolsa del piso. Max la mir? y le sonri?. Ten?a catorce a?os y, con mucho, era la mejor persona en la familia de Kate. Al menos trataba de interesarse en ella. "?Quieres un poco?", ?l le dijo, se?alando su pila de panqueques. Kate sonri?. Sab?a que a Max le encantaban los panqueques y probablemente hab?a tenido que emplear hasta la ?ltima gota de su fuerza de voluntad para no devor?rselos. A ella le toc? su gesto. "Estoy bien, gracias", dijo. En ese momento, su madre se dio vuelta desde donde hab?a estado vertiendo jugo, junto a la ventana de la cocina. "No hay panqueques para Kate," ella dijo. "Parece que has engordado un par de libras recientemente." Mir? a Kate de arriba a abajo, sin molestarse en ocultar la repulsi?n en su cara. Kate le devolvi? la  mirada con frialdad. Max baj? la mirada hacia su plato, sinti?ndose culpable por haber causado que su madre criticara a Kate. "No te preocupes, Mam?," dijo Kate sin emoci?n. "Conozco las reglas." Por lo general, Kate ten?a cuidado de no responder a su madre. Eso s?lo empeoraba las cosas. Pero hab?a algo diferente ahora. Tal vez, porque ten?a diecisiete a?os. Se sent?a un poco m?s fuerte, un poco m?s poderosa. En el fondo de su mente, sent?a como si estuviera en la c?spide de algo emocionante. Kate abri? la nevera y sac? un yogur natural. Era lo ?nico que su madre la dejaba desayunar por el momento. Tom? una cuchara y empez? a tomar su yogur recostada en la isla de la cocina, no quer?a unirse al resto de su familia desayunando en la mesa. Su madre se acerc? a la mesa con la jarra de jugo de naranja y sirvi? un vaso a todos los dem?s. Madison cerr? su espejo de mano y mir? a su hermana. "?Quieres que te lleve con Max a la escuela?", dijo, sus ojos viajaron desde los zapatos gastados de Kate a sus vaqueros rotos hasta su muy poco favorecedora camiseta. Kate mir? a Max. Se ve?a m?s culpable que nunca. Max siempre hab?a ido a la escuela en bicicleta con ella, pero desde que se hab?an mudado a la casa nueva y el viaje era m?s largo, Madison lo llevaba en el coche. A ella no deber?a importarle, era un viaje de una hora a la Escuela Preparatoria San Marcos desde la nueva casa, a diferencia de los solo quince minutos en coche, pero echaba de menos esa sensaci?n de solidaridad entre los dos. Era como si ir juntos en bicicleta mostraba, en silencio, su desaprobaci?n de la ley del m?s fuerte prevaleciente en la casa, donde Madison estaba claramente en la parte superior. Pero ahora hasta esa tranquila protesta hab?a sido reprimida. En sus momentos m?s paranoicos, Kate se pregunt? si su madre hab?a insistido en mudarse a esta casa en Playa Mariposa s?lo para separarla de Max. “Ning?n avent?n", advirti? su madre, aunque su tono era m?s suave con Madison. "Kate necesita hacer ejercicio." Kate mir? a los cuatro sentados alrededor de la mesa del desayuno y sinti? una punzada de envidia. Su familia era completamente disfuncional pero, aun as?, era todo lo que ten?a, y estar separada de ellos le dol?a. "Voy a buscar mi bicicleta", Kate respondi? con entusiasmo. Madison se encogi? de hombros. No era demasiado cruel con Kate, pero nunca hac?a nada para defender a su hermana. Madison era la hija favorita de la casa y estaba bastante c?moda en la cima. Que la vieran demasiado junto a Kate podr?a da?arla. Sab?a de primera mano c?mo era caer en desgracia, y no har?a nada que la pusiera en riesgo. Desde el otro lado de la habitaci?n, Max llam? la atenci?n de Kate y articul? un lo siento. Ella sacudi? la cabeza y pronunci? un est? bien. No era la culpa de Max, quien siempre estaba atrapado en el medio de todo. ?l no deb?a sentir que era el culpable de la injusticia de su madre. Max se?alo la bolsa de Kate y levant? las cejas. Kate frunci? el ce?o y mir? adentro de su bolsa. Hab?a un sobre con brillantina azul en el interior. Ella jade?. Evidentemente era una tarjeta. Se sinti? abrumada de gratitud. ?l hab?a dejado una tarjeta de cumplea?os para ella. Kate levant? la cabeza e hizo contacto visual con ?l, quien le devolvi? una sonrisa con timidez. Gracias, ella articul?. ?l asinti? con la cabeza con una gran sonrisa. "?No tienes pr?ctica hoy, querida?" La mam? le pregunt? a Madison, con los ojos brillantes de orgullo mientras miraba a su hermosa y talentosa hija mayor. Las dos comenzaron a charlar sobre la pr?ctica de las porristas, comentando con malicia sobre cu?l de las chicas era una decepci?n para el equipo, o cu?l hab?a engordado demasiados kilos recientemente. Eran como dos guisantes en una vaina, su madre y Madison. La madre de Kate hab?a sido una porrista exitosa  en la escuela preparatoria y se hab?a decepcionado cuando Kate hab?a rechazado esa actividad por la lectura y la escritura. En ese momento, su padre se levant? de la mesa. Todo el mundo se qued? congelado. Era un hombre muy alto, y se cerni? sobre ellos, proyectando una sombra oscura en la cocina que, de otro modo, era brillante y  soleada. "Se me est? haciendo tarde para el trabajo," ?l murmur?. Kate se puso tensa. Parec?a que el ?nico lugar al que su padre deb?a ir era la cama para dormir la resaca. Se encontraba en un estado terrible, con su camisa fuera del pantal?n y con la barba crecida en el ment?n. Tal vez su problema con la bebida era una de las razones por las que su madre era tan cr?tica del aspecto  de Kate; tal vez no pod?a controlar la apariencia de su padre y, por eso, se la tomaba con su hija. Todos en la habitaci?n se quedaron inm?viles y en silencio mientras conten?an la respiraci?n. Su padre se mov?a pesadamente a su alrededor mientras tomaba las llaves del coche del taz?n sobre la mesada de la isla, y el malet?n del piso. Sus movimientos eran desordenados, y a Kate le preocup? que condujera el coche al trabajo en ese estado. Se pregunt? qu? pensar?an sus compa?eros de ?l. ?Sab?an lo mucho que beb?a por  las noches? ?O era tan buen actor como su madre? Cuando estaba en el trabajo, ?se transformaba en otra persona, era otro hombre, un hombre mejor, un hombre de familia, un hombre que exig?a respeto? Lo hab?an promovido varias veces, los que les permiti? mudarse a esta hermosa casa en una zona envidiable, deb?a estar haciendo algo bien. Una vez que la puerta se cerr? con un golpe y el coche se puso en marcha, todo el mundo se relaj? un poco. Pero no mucho. A veces, s?lo el temperamento impredecible de su pap? pod?a mantener en jaque a mam?. Sin ?l, ella era el jefe de todos y de todo, sobre todo de Kate. "Entonces," dijo ella, volviendo sus ojos fr?os a su hija menor. "He estado revisando nuestras cuentas desde que nos mudamos a la nueva casa, y todo parece indicar que no podr?s asistir a la universidad, Kate." Kate se qued? congelada. Todo su cuerpo se convirti? en hielo. "?Qu??" "Ya me escuchaste," dijo su mam?. "Este barrio es caro y no podemos darnos el lujo de enviar a las dos a la universidad. Madison tendr? que ser nuestra prioridad. Puedes terminar tu ?ltimo a?o de la preparatoria, y luego tomar el pr?ximo a?o para ayudar a pagar la colegiatura de Madison.” Kate sinti? que el yogur se le bat?a en el est?mago. Estaba tan devastada por la noticia que sent?a que iba a vomitar en cualquier momento. "T?… no puedes hacerme eso", balbuce?. Max se puso en cuclillas en su asiento. Madison tambi?n se ve?a inc?moda, aunque Kate sab?a que, de ninguna manera, iba a ponerse de su parte. "Soy tu madre y, mientras vivas bajo mi techo, puedo hacer lo que yo quiera. Madison ha sido aceptada en una gran universidad y no voy a poner en peligro su oportunidad de sobresalir.” La expresi?n de su madre era feroz. Ten?a los brazos cruzados sobre el pecho con fuerza. “Podr?as haberla felicitado", se burl?. "No creo haber o?do ni p?o de ti desde que Madison recibi? la carta. Ni siquiera te acercaste para partir el pastel.” Su madre hab?a organizado una fiesta de celebraci?n para Madison el lunes, cuando hab?a llegado la carta. Hab?a preparado un pastel – aunque le hab?a dicho a Kate que no pod?a tomar ni una rebanada-  incluso hab?a colgado un estandarte. La fiesta de Madison hab?a sido exactamente igual a la fiesta de cumplea?os que Kate no iba a tener. A Kate le martilleaba el coraz?n. Una niebla roja comenz? a descender sobre su mente. De repente, se le solt? la boca. “?Y yo?", exclam?. "?Qu? tal un feliz cumplea?os? ?Ni siquiera recuerdas que cumplo diecisiete! ?Por qu? todo tiene que ser sobre Madison? ?Qu? tal preocuparte por m?, para variar?" Max y los ojos de Madison se hincharon de miedo. Kate nunca le hab?a respondido antes y ambos estaban preocupados por las consecuencias. Por la expresi?n en su rostro, era claro que su madre se hab?a olvidado por completo de que el cumplea?os de Kate era hoy. Pero ella no iba a admitir su error, nunca lo hac?a. "No voy a discutir esto con usted, se?orita. Vas a limpiar casas conmigo para ayudar a pagar la matr?cula de Madison y no se habla m?s del asunto.” Su tono era sin emociones y fr?o. "Si te escucho hablando m?s sobre esto, te saco de la escuela y ni siquiera vas a graduarte de la preparatoria. ?Entendiste?” Mir? a Kate con una mirada de asco. "Ahora, ?no est?s llegando tarde a la escuela?", a?adi?. Kate se qued? echando humo. Los ojos se le llenaron de l?grimas. Otros ni?os esperaban recibir  regalos y tener una fiesta en sus cumplea?os. Lo ?nico que Kate recibi? fue la noticia de que le hab?an quitado su futuro. Tir? el bote de yogur y sali? de la casa. Era mayo y el sol quemaba abrasando su piel p?lida. Tom? su bicicleta de donde la hab?a dejado el d?a anterior despu?s de la escuela y comenz? a avanzar por la calle, pedale? con toda su fuerza, mientras trataba de encontrar una manera de aliviar la ira que pulsaba en su interior. Odiaba a su madre. Odiaba su est?pida nueva casa. Odiaba a su familia. Todo era una mentira. Lo ?nico que la hab?a sostenido todos estos a?os era saber que un d?a se escapar?a de ese lugar, de su horrible, sofocante madre y del in?til bebedor de su padre. Que un d?a ir?a a la universidad. Quer?a ir a la costa este, para estar lo m?s lejos de todos, como fuera posible. Ahora, su sue?o hab?a terminado. CAP?TULO DOS Kate lleg? en bicicleta a la escuela en tiempo r?cord. Por lo general, en alg?n momento Madison la rebasaba pero, como estaba muy enojada, hab?a llegado all? en menos de cuarenta y cinco minutos. El sudor le picaba la espalda mientras aseguraba su bicicleta en los bastidores junto a la playa de estacionamiento. Sab?a que su cara estar?a de un rojo carmes? y llena de manchas. En ese momento, un coche se detuvo en el espacio justo detr?s de ella y Tony salt? del interior. “Oh, Dios," Kate murmur? en voz alta. Tony era su amor plat?nico. Jugaba en el equipo de f?tbol, sal?a con todos los chicos buena onda, y sin embargo, era una persona realmente encantadora. Era la clase de tipo que ten?a tiempo para todos. No ve?a a los chicos de la escuela preparatoria a trav?s de la lente de sus grupos. No ve?a a Kate como una chica marginal, no era m?s que Kate Roswell. A veces, Kate sent?a que ?l era la ?nica persona que no la comparaba con su hermana que era m?s bonita, m?s popular, y m?s divertida. "Kate", dijo, cerrando de golpe la puerta del coche. “?Qu? onda?" Kate no pudo evitar sentirse inc?moda. Deseaba no estar cubierta de sudor, ni verse agotada. "Bien," dijo ella, fue lo ?nico que le vino a la mente. "Ey," ?l dijo con una expresi?n ligeramente burlona. “Hoy te ves diferente. Te hiciste algo en los ojos.” “Es m?scara", ella respondi?, sinti?ndose a?n m?s inc?moda. "Se te ve bien," dijo de una manera natural. "No me hab?a dado cuenta de lo azules que son tus ojos." El est?mago de Kate se arremolin?. Si ?l no quer?a ligarla, estaba haciendo un muy mal trabajo. "Ey, ?estoy en lo cierto que hoy es tu cumplea?os?", a?adi?. Ella no pudo evitar desmayarse. ?C?mo lo sab?a? No recordaba hab?rselo dicho. "Uh, s?, lo es," dijo. Tony sonri?, mostrando sus preciosos dientes, como perlas. "Feliz cumplea?os." Se inclin? y le dio un abrazo. Kate se qued? tiesa. Todo su cuerpo parec?a vibrar con la electricidad. Quer?a abrazarlo, pero le preocupada que si levantaba los brazos, mostrar?a unos parches de sudor del tama?o de China. Tony la solt? y se ech? hacia atr?s. "Gracias", ella murmur?, sinti?ndose como la mayor idiota en el mundo. Dese? poder verse tranquila. Sab?a que Madison nunca habr?a perdido el control si su amor plat?nico la hubiera abrazado. “Ey, mira," dijo Tony, mirando sobre su hombro al equipo de f?tbol que caminaba por el estacionamiento. "Tengo prisa. Que tengas un lindo d?a de cumplea?os, ?de acuerdo?” ?l se alej? mientras hablaba por encima del hombro. "Si te veo en el almuerzo, te dar? una magdalena." Luego se alej? con sus amigos. Kate agarr? la bolsa con fuerza, sab?a que hab?a estado terrible. Hab?a sido el comentario sobre sus ojos lo que la hab?a sacado de onda. No pod?a dejar de preguntarse si Tony hab?a estado coqueteando. Tal vez una peque?a parte de Tony tambi?n estaba enamorado de ella. “?Kate!", alguien grit?, y Kate se dio vuelta para ver a sus tres mejores amigas correr hacia ella. Dinah Higgins, Nicole Young, y Amy Tan hab?an sido las mejores amigas de Kate desde el noveno grado. Dinah era afroamericana y proven?a de una familia grande, c?lida que parec?a interesarse en Kate m?s que su propia familia. Llevaba el pelo recogido en trenzas, con hilos rojos y blancos entretejidos.  Nicole viv?a solo con su padre, su madre hab?a muerto de c?ncer cuando ella era muy peque?a. Era californiana de cabo a rabo, pero trataba de ocultarlo bajo capas de vestidos negros y botas de motociclista. Dado que su cabello era rubio natural, a menudo iba a la ciudad para te?irlo con todo tipo de colores. Ahora, los extremos eran de un naranja brillante. Amy era con quien Kate se sent?a m?s cercana. Sus padres eran de origen chino y se hab?an mudado a los Estados Unidos para darles mejores oportunidades a ella y a su hermano. Como consecuencia, hab?a una gran diferencia cultural entre Amy y sus padres. Ellos la ve?an con un poco de extra?eza, por su amor a la cultura pop, su obsesi?n por la reality TV, y su personalidad algo torpe. Por estas razones, Kate y Amy se sent?an muy cercanas. Amy tambi?n se sent?a como una extra?a en su familia. Las tres chicas tomaron a Kate y la envolvieron en un abrazo de oso. “?Feliz cumplea?os!" Todas gritaron. Muchos de los chicos m?s fresas que estaban en el estacionamiento las miraron con disgusto – se cre?an mucho para comportarse as? en p?blico. Pero a Kate no le importaba. Amaba a sus amigas y lo especial que siempre la hac?an sentir, a pesar de que fuera simple y aburrida en comparaci?n con Madison. “?Tenemos regalos para ti!" Dinah dijo, sacando un regalo mal envuelto de su bolso y deposit?ndolo en los brazos de Kate. "Abre primero el m?o," Nicole a?adi?, empujando una peque?a caja hacia Kate. "No vas a adivinar lo que es," dijo Amy, d?ndole un paquete en forma de libro. Kate se sinti? abrumada por todos los regalos. "Gracias, chicas," con una sonrisa radiante. "No s? qu? decir." “??brelos de una vez!", exclam? Nicole. Todas se sentaron sobre la hierba junto a las canchas de tenis. Kate abri? todos sus regalos -una caja de bombones de Dinah, unos pendientes con forma de cr?neo y con cruces de hueso de Nicole, y un ejemplar de segunda mano de Romeo y Julieta. Kate amaba a Shakespeare y amaba las tragedias rom?nticas, y se pod?a pasar toda la noche leyendo, si pudiera. "Ustedes son las mejores", dijo, abrazando a cada una. Amy le dio un codazo a su amiga. "As? que … ?qu? te dijo la Mam? Monstruo esta ma?ana? ?Te dijo feliz cumplea?os?" Kate sacudi? la cabeza. "No" Entonces, se acord? de la tarjeta de Max. "Max fue el ?nico que me hizo caso." Ella sac? la tarjeta. Se hab?a maltratado en su bolso. Abri? el sobre y vio una tarjeta de color rosa brillante con una flor en el frente. Era el tipo de tarjeta que se compraba para alguien de cuatro a?os, pero igual se sent?a agradecida. Max debi? gastar su dinero; seguramente su madre no le hab?a prestado nada. El interior de la tarjeta dec?a: "Para mi hermana, en su cumplea?os." ?l no hab?a escrito nada, simplemente "Kate" en la parte superior y "Max" debajo. Al ver la tarjeta tan simple se le encogi? el coraz?n de nuevo, recordando la dolorosa y decepcionante ma?ana. Antes de que Kate pudiera evitarlo, su labio inferior empez? a temblar. “?Kate!", exclam? Dinah, poniendo sus brazos alrededor de su amiga. "?Qu? pasa?" Kate trat? de hablar a trav?s de sus l?grimas, pero se sent?a abrumada. Las tres chicas sab?an lo dif?cil que era su vida en su casa – la hab?an escuchado y ayudado a lo largo de tres a?os de angustia- y estaban preocupadas por su amiga. "Mam? me dijo," comenz? Kate, inhalando con fuerza, ”dijo que no puedo ir a la universidad. Que tengo que trabajar para ayudar a pagar la colegiatura de Madison.” Amy abri? la boca. Dinah mir? a Kate con una expresi?n de dolor. Nicole le apret? el brazo. “?Ella no puede hacer eso!", exclam? Amy. "Es tan injusto," dijo Nicole, frunciendo el ce?o con dureza. “Puedes quedarte con mi familia si necesitas salir de su casa." "O con la m?a", agreg? Dinah. "Mi mama te adora. T? lo sabes." "Gracias", se quej? Kate. "Pero no s? qu? har? si no puedo ir a la universidad. Es como mi plan para  escapar, ?saben? " Las chicas asintieron. Hab?an hablado mucho de la universidad, incluso hablaron de asistir a la misma para no tener que separarse. “La verdad, no s? qu? hacer", agreg? Kate, sucumbiendo una vez m?s a sus l?grimas. "Supongo que Madison no te defendi?," dijo Amy. Odiaba a Madison por no apoyar a Kate y siempre le estaba diciendo a Kate que no deb?a ser tan condescendiente con su hermana. Seg?n Amy, Madison deb?a cuestionar a su madre por lo mal que trataba a Kate, en lugar de estar buscando sus elogios y su atenci?n. "No", respondi? Kate, con tristeza. "Ey," dijo Nicole, poniendo un brazo alrededor de su amiga. “Todo va a estar bien. Nos tienes a nosotras, te vamos a proteger. Algo va a pasar que cambiar? las cosas. Te lo prometo." Kate no sab?a c?mo pod?a estar tan segura. Nicole siempre dec?a que las cosas pod?an cambiar y que se resolver?an con el tiempo, pero Kate cre?a que las cosas solo pod?an cambiar para lo peor. Su padre beb?a cada vez m?s, y aun peor, su madre controlaba todo cada vez m?s, y Madison se distanciaba m?s y m?s mientras crec?a su condici?n de ni?a dorada. La vida de Kate parec?a seguir una trayectoria descendente; perder la posibilidad de ir a la universidad era la gota que rebalsaba el vaso. Nicole segu?a balbuceando. “Se est? acercando la fecha del baile de graduaci?n," dijo. "Qui?n sabe lo que puede suceder entonces." "Oh, por favor", respondi? Kate. “En este momento, pensar en chicos es la ?ltima cosa en mi mente." "?En serio?", dijo Amy levantado su ceja. "Porque me pareci? ver un cierto Tony Martin dar a una cierta Kate Roswell un abrazo en el estacionamiento." Aun con su tristeza, el pensamiento elev? un poco el ?nimo de Kate. Sinti? una sonrisa en sus labios. "S?. ?l, um, dijo que mis ojos se ve?an bien con la m?scara.” "Oh, Dios m?o!", grit? Dinah. “?Le gustas!" Kate se ri? y neg? con la cabeza. "No s?. ?l es amable con todos.” "S?, amable," dijo Amy, “?estaba coqueteando!" Nicole la estaba mirando con aire triunfante. "?No te dije que las cosas pronto ser?an mejores?" Kate agit? las manos, tratando de moderar el entusiasmo de sus amigas. "Realmente no lo creo", dijo. “A lo mejor te va a pedir que vayas con ?l al baile de graduaci?n," chill? Dinah. La idea hizo que Kate sintiera mariposas en el est?mago por el entusiasmo. ?Hab?a alguna posibilidad de que se lo pidiera? En ese momento, se acord? de la m?scara en sus pesta?as y de c?mo hab?a estado llorando. "Oh Dios, ?estoy hecha un desastre?", pregunt?, presa del p?nico. "No, chica," respondi? Dinah. "Te ves bien. ?Pero te voy a poner guapa para la hora del almuerzo, como regalo de cumplea?os! " Dinah amaba el maquillaje. Como su familia era muy grande, no pod?a comprarse toda la ropa y zapatos que quer?a para estar al d?a con la moda, entonces ella misma se la pasaba modificando su ropa y creando maquillaje. Se hab?a convertido en alguien incre?blemente creativo. Siempre estaba alentando a las dem?s a experimentar m?s con su apariencia. Nicole era la otra chica preocupada por su apariencia. Amy trataba de verse neutral para no asustar a su familia, a pesar de que le gustaban las minifaldas y las botas altas hasta la rodilla y se las pon?a cada vez que ten?a la oportunidad. En realidad, Kate era la ?nica que nunca hab?a explorado la moda. Sent?a que la mayor?a de las decisiones que tomaba era para irritar a su madre. Desde que se hab?a negado a vestirse con vestidos de color pastel sedoso que le gustaban a su madre y de ir a los desfiles de moda, se hab?a convertido en una chica poco femenina. Pero no sab?a si era realmente una chica poco femenina o si s?lo disfrutaba saber que molestaba a su madre cuando se vest?a as?. Kate sonri?. Si hab?a alguna posibilidad de que Tony la invitara al baile de graduaci?n, bien podr?a  darse toda la oportunidad del mundo. Ya se sent?a un mill?n de veces mejor que cuando esa ma?ana, muy enfadada, se dirig?a en bicicleta a la escuela. Sab?a que sus amigas la estar?an apoyando. “Y, mira, si Tony no me pregunta si quiero ir al baile con ?l, no pasa nada," a?adi? Kate. "Siempre podemos ir juntas." "Estoy muy contenta que lo digas," respondi? Amy. “?No creo que mis padres me dejen ir en un coche con un chico!" Todas se rieron. Se sent?a bien saber que se apoyaban unas a las otras, y que no necesitaban a los chicos para pasarla bien en el baile. La campana son? y las ni?as se levantaron y se dirigieron en direcciones diferentes. Amy y Kate ten?an matem?tica y caminaron tomadas del brazo por los pasillos. De repente, Kate sinti? que Amy le apretaba la mano. Levant? la vista y vio a Madison en el ?rea de casilleros con sus amigas porristas. Estaba de espaldas a Kate y Amy, por lo que no sab?a que ellas estaban detr?s; estaba contando una historia que estaba haciendo a las chicas rugir de risa. "Y entonces mam? dijo, 'Se?orita, vas a ser una empleada de limpieza como yo para que Madison pueda ir a la universidad." ?Pueden creerlo? Yo estaba como, ‘?Oh, Dios m?o, est? convirtiendo a mi hermana en una esclava! “?Y todo eso en su cumplea?os! A m? me dieron un coche para mis diecisiete. Ella no recibe nada." Se ech? a re?r, al igual que las otras chicas. A Kate le pareci? que el est?mago se le ca?a en los pies. ?C?mo era posible que Madison se riera as? de ella? Aceptaba que Madison no la protegiera en su casa, pero nunca se le ocurri? que estuviera hablando de su desgracia con sus amigas. Amy agarr? con fuerza al brazo de Kate, tratando de apoyarla, tratando de mantener su conexi?n con la tierra. Ayud? a Kate a pasar junto a Madison y el grupo de chicas malas. Al pasar, supo que Madison la ver?a, se dar?a cuenta de que la hab?a escuchado. Mir? por encima del hombro a su hermana. Se miraron a los ojos y Madison se ve?a solo un poco sorprendida. Pero aparte de eso, no pareci? afectarle haber pisoteado los sentimientos de Kate. Luego, apart? su mirada, volviendo su atenci?n a sus amigas. Kate camin? a clase, sinti?ndose m?s deprimida que nunca. CAP?TULO TRES Kate sobrevivi? sus dos primeras clases, aunque su estado de ?nimo no mejor?. Se sinti? aliviada cuando son? la campana, era la hora del almuerzo y podr?a reunirse con sus amigas. Con sus amigas, Kate se puso en la fila en la cafeter?a, que estaba llena de gente, y trat? de no mirar demasiado la selecci?n de alimentos. La situaci?n estaba grave. Nicole, como era vegetariana, ten?a mucha dificultad para encontrar algo que pudiera comer. Hoy, iba a comer gofres de patatas y jud?as, mientras que Dinah y Amy pudieron elegir un rico platillo con pollo tikka masala y arroz. Kate pens? que el curry se ve?a un poco grasoso, pero a Dinah, ligeramente m?s grande que el promedio de las chicas, no le importaba porque era alta y bien proporcionada. Amy era un palo de delgada y parec?a ser capaz de comer todo lo que quisiera sin engordar. Nicole parec?a mantenerse en forma solo gracias a su irritabilidad. Finalmente, Kate eligi? una ensalada. Aunque sab?a que las burlas de su madre por su peso eran  infundadas, no pod?a evitar sentir que, tal vez, si perd?a un par extra de libras, su madre no ser?a tan dura con ella. "Chica", dijo Dinah cuando vio su plato, "no me digas que eso es todo lo que vas a comer. Caramba, ?es tu cumplea?os! ?Ten un postre por lo menos!" Kate se sent?. “De hecho, Tony dijo que si me ve?a en el almuerzo, me comprar?a una magdalena," dijo. Las otras tres chicas sonrieron y se miraron entre s?. Kate se sinti? un poco tonta por haberlo  mencionado. "Oh, Dios m?o," dijo Nicole repentinamente. Todas dejaron de re?r y miraron a su alrededor para ver lo que Nicole estaba viendo. Un chico guap?simo acababa de acercarse a la cafeter?a. "Oh," dijo Kate, volvi?ndose. "Es Elijah. Es de cuarto, comenz? a asistir a clases hace como un mes. Escuch? a Madison hablar de ?l.” “?Este hombre celestial ha estado caminando por la escuela durante un mes entero, y ?sta es la primera que lo veo?", dijo Nicole con un dejo de amargura en su voz. Parec?a como si ?l la hubiera  paralizado, y ella no pod?a apartar los ojos. A Dinah parec?a gustarle tambi?n. "Oh, claro que s?. Tiene ese aspecto como Leonardo DiCaprio en Titanic.” "Pero melanc?lico," murmur? Nicole. "Oscuro y melanc?lico." Kate le ech? otro vistazo. Elijah era sorprendentemente atractivo. Pero, por lo que hab?a escuchado a Madison decir a su madre, era un poco solitario. Nunca parec?a pasar el tiempo con nadie. Cuando lleg? hac?a un mes, Madison hab?a tratado de que se uniera a su grupo, pero ?l se hab?a mostrado reacio, algo que a Madison le molest?. Consideraba que era un poco raro y no era digno de su atenci?n. ?l se ve?a muy dif?cil de alcanzar. De hecho, ?sta era probablemente la primera vez que Kate lo ve?a  en la cafeter?a. San Marcos era una escuela grande, pero alguien como Elijah no era el tipo de chico que pudiera perderse en la multitud. Se pregunt? por qu? no lo hab?a visto con mayor frecuencia. “?Se acuerdan lo que dec?amos sobre el baile de graduaci?n?", dijo Nicole. "Me retracto. ?Las dejo solas a las tres sin pensarlo si puedo ir con ?l!" Todas se echaron a re?r. Es decir, a excepci?n de Kate. Hab?a estado mirando a Elijah, examinando la forma en que se mov?a entre la multitud. Era tan ligero que parec?a estar flotando. Ten?a una manera elegante de moverse, como si cada paso fuera parte de una rutina de baile. Era fascinante. En ese momento, ?l volvi? la cabeza como si sintiera que alguien estaba mir?ndolo. Sus ojos y los de Kate se encontraron a trav?s de la concurrida cafeter?a. En ese momento, la inund? una sensaci?n que nunca hab?a sentido antes. Fue como si la hubiera golpeado un rayo, como si se le hubiera incendiado cada terminaci?n nerviosa en su cuerpo. Un grupo de chicos m?s j?venes pas? frente a la mesa de Kate, bloqueando su vista. Cuando ya pasaron, Elijah hab?a desaparecido. Ella estir? el cuello, tratando, sin ?xito, de verlo salir por la puerta a la que se hab?a dirigido. Hab?a desaparecido. "Chicas", dijo Kate a sus amigas que se estaban riendo, “?vieron eso?" Todas la miraron, confundidas. "?Ver qu??" "Elijah. Estaba all? un minuto, y luego desapareci? por completo.” Ella segu?a mirando en la direcci?n donde ?l hab?a estado un momento antes. No hab?a manera de que pudiera haber salido de la cafeter?a tan r?pidamente. "Elijah," Nicole ri?, agarr?ndose teatralmente el coraz?n. Despu?s mir? a Kate con agresi?n simulada. "Voy a luchar por ?l, ya sabes. A pu?etazos, jal?ndote del pelo, ara??ndote, toda la cosa.” Las chicas empezaron a re?r de nuevo, pero Kate no se les uni?. Su mirada se hab?a congelado en el lugar donde Elijah hab?a estado parado. Su mente daba vueltas. ?Qu? hab?a presenciado? CAP?TULO CUATRO Perdida en su propio mundo, Kate caminaba con las dem?s chicas por los pasillos llenos de gente de regreso a clase. Su mente a?n estaba conmocionada. Las chicas no parec?an entender por qu? le hab?a  afectado tanto, y cada vez que insist?a en que Elijah hab?a desaparecido literalmente frente a su cara, ellas  encontraban alguna manera de explicarlo. Se hab?a cansado de tratar de hacerles entender y se hab?a ido de la cafeter?a en una rabieta. Hacia el final de la jornada escolar, a Kate le gru??a el est?mago. Lo ?nico que hab?a comido era un yogur natural y una ensalada, y un par de bombones que Dinah le hab?a dado. Su ma?ana llena de decepciones, su r?pido viaje en bicicleta a la escuela toda enojada, y la rara desaparici?n de  Elijah, todo la hac?a sentir d?bil y un poco mareada. Sac? el seguro de su bicicleta y empez? su viaje de regreso a casa en bicicleta; se la tom? con calma, no quer?a caerse. Su bolso, lleno de libros de texto y con los regalos de sus amigas, estaba muy pesado, por lo que el viaje le estaba resultando a?n m?s agotador. El sol no estaba tan terriblemente caliente a las 3 de la tarde y una brisa fresca proven?a del mar. A lo lejos, Kate pod?a ver las monta?as del Parque Rattlesnake Canyon. Era uno de sus lugares favoritos. Amaba la naturaleza, la tranquilidad, su belleza. Le gustaba ir all? los fines de semana para pensar en cosas de la vida. Siempre le recordaba de que el mundo era enorme y que su vida en el hogar era s?lo una peque?a porci?n de experiencias que la tierra ten?a para ofrecer. Sin embargo, ?alguna vez llegar?a a ver el mundo? Sin una educaci?n universitaria, ?c?mo podr?a  vivir la vida que tanto deseaba? No pod?a soportar la idea de estar atrapada en California un a?o m?s, limpiando las casas de la gente rica con su mam? siempre pegada a su lado como una sombra. ?No era justo! ?Por qu? ten?a que hacer dinero para pagar la colegiatura de Madison? Madison no era, ni por mucho, m?s estudiosa que Kate; de hecho, probablemente quer?a ir a la universidad para conocer chicos. Entonces, Kate decidi? que tendr?a que encontrar una manera de guardar una parte de sus ganancias para ahorrar y comprar un boleto de avi?n a la costa este y un d?a, simplemente, desaparecer?a. Parec?a una soluci?n dram?tica, pero ?qu? otra opci?n ten?a? Kate estaba tan perdida en sus pensamientos que no hab?a notado el grupo de personas adelante de ella sino hasta que estuvo casi sobre ellas. Eran chicos del ?ltimo a?o de su escuela, se arremolinaban por toda la banqueta y la carretera, gritando y empuj?ndose en un revoltijo. Kate estaba a punto de rodearlos cuando se dio cuenta de que hab?a alguien entre ellos. Estaban golpeando a un chico como si fuera una pelota de playa, lo empujaban hacia atr?s y adelante, de uno a otro. Vio el pelo oscuro y los rasgos delicados del chico. Era Elijah. "?Ey!" grit? Kate, frenando bruscamente al lado del grupo. "?D?jenlo en paz!" Uno de los chicos se volvi? hacia ella, con el ce?o fruncido. “L?rgate, chica," dijo, cruelmente. "No creo que tu novio quiera que una chica lo rescate.” En ese momento, Kate pudo verlo bien. Elijah se ve?a abatido. Le hab?an desgarrado la camiseta en el hombro. Pero no bien los chicos ignoraron a Kate, volvieron a empujarlo hacia atr?s y hacia adelante, ?l ni siquiera se defend?a. “?Elijah!", grit?. “?Defi?ndete!" ?l la mir? como si la viera por primera vez, pero sigui? caminando. Ella no lo pod?a entender. Pero Kate no iba a dejar que le patearan el trasero por alguna est?pida creencia masculina de que las chicas no pod?an defender a los chicos. Ten?a una bicicleta, lo que significaba que era m?s r?pida que ellos, y podr?a usarla como un ariete. Tom? su mochila pesada y llena de libros de texto. La hizo girar y la lanz? contra el grupo de chicos, golpeando a uno de ellos en la espalda. "?Ey!", ?l grit?, tropez?ndose hacia adelante. “B?jale, loquita." No parec?a muy afectado, aunque ella crey? que ?l s?lo estaba simulando frente a sus amigos. Tal vez era idiota enfrentar a un grupo del ?ltimo a?o con nada m?s que su bolso y su bicicleta, pero la hab?a invadido alg?n tipo de fuerza, como una mam? ganso cuidando su nido. Estaba enfrentando a los agresores de Elijah como deseaba que Madison la defendiera de su agresiva mam?. Se regres? sobre s? misma y se lanz? en bicicleta hacia ellos lo m?s r?pido que pudo, dispers?ndolos por todos lados. "?Qui?n es esta loca?" Uno de los chicos le dec?a a otro mientras se mov?a fuera del camino. "?No es la hermana de Madison o algo as??", respondi? otro, mientras se re?a al ver a Kate empu?ando su mochila. "Ew, qu? asco ", dijo el primero. "Pero Madison es muy guapa. Ella debe ser adoptada, ?verdad? " Alentada por sus comentarios groseros, Kate volvi? a la carga. Golpe? a otro chico con su mochila, con tanta fuerza que esta vez se tambale? contra otro. Ambos cayeron al suelo en un mont?n. Tratando de guardar las apariencias, los chicos comenzaron a dispersarse, como ni?os que abandonan sus helados por una avispa irritante y persistente. Era claro que Kate, con su ataque a Elijah estaba creando m?s problemas de los que val?a la pena enfrentarse. Kate jadeaba con fuerza por el esfuerzo y la ansiedad, aunque un poco de adrenalina triunfal tambi?n corr?a por ella. Vio a los chicos irse, caminando por la carretera, y luego se volvi? hacia Elijah. Pero Elijah se hab?a ido. "?Ey!" Kate grit? en voz alta. Lo menos que el idiota podr?a haber hecho era quedarse para darle las gracias. Estir? el cuello, tratando de ver hacia d?nde se hab?a ido. Pero, cuanto m?s miraba, le era m?s claro de que no hab?a manera de que Elijah hubiera tenido tiempo para desaparecer de su vista. No hab?a casas o tiendas en esa parte de la carretera a donde hubiera podido ir, s?lo una monta?a rocosa en un lado y una fuerte ca?da hacia los tejados de las casas en la calle de abajo, en el otro. ?A d?nde se hab?a ido? Mir? a su alrededor, entrecerrando los ojos por la luz brillante del sol, pero ?l no estaba por ning?n lado. Entonces vio una figura debajo, en la parte inferior de la colina, caminando con esa manera elegante, precisa que reconoci? como la de Elijah. No ten?a idea c?mo hab?a podido llegar tan lejos en un espacio tan corto de tiempo. Trato de creer que la adrenalina estaba jugando con su percepci?n, aunque una sensaci?n de inquietud empezando a abrumarla. Era exactamente igual que en la cafeter?a. Elijah, estaba segura, pod?a moverse a trav?s de grandes distancias m?s r?pidamente de lo que era posible. Kate no estaba segura de la raz?n que la estaba impulsando a ir tras ?l. Tal vez porque ten?a diecisiete y no quer?a soportar tanta estupidez de la gente, pero sent?a que por lo menos se merec?a un poco de su agradecimiento por haberse arriesgado. La caja de bombones de Dinah se hab?a aplastado por golpear a los chicos. Estaban llenando de az?car de color rosa pegajoso todo el interior de su bolso. Y su copia de Romeo y Julieta ahora ten?a un enorme pliegue en la cubierta. Comenz? a pedalear en direcci?n a Elijah. Era un largo camino y en algunos puntos se hac?a  bastante empinado. Todo lo que Kate ten?a que hacer era inclinarse hacia adelante y dejar que la gravedad la propulsara hacia abajo de la colina. Por lo general, era una ciclista cuidadosa y lenta, no buscaba la emoci?n, pero ahora se sent?a bien sintiendo el viento ba?ar su pelo mientras bajaba por la colina. "?Ey!", grit? cuando crey? que Elijah podr?a o?rla. ?l se dio vuelta con una expresi?n de desconcierto. Una vez m?s, el momento en que sus ojos se encontraron, una sensaci?n extra?a inund? a Kate. Hab?a una intensidad en los ojos de Elijah, una especie de expresi?n encantada. Si los ojos eran en verdad el espejo del alma, el alma de Elijah parec?a ser vieja antes de tiempo. Aturdida por las sensaciones que surcaban su cuerpo, Kate apret? los frenos en los manillares. Pero iba mucho m?s r?pido que lo normal, su bicicleta era vieja, los frenos estaban un poco gastados y no estaban respondiendo tan pronto como le hubiera gustado. Pr?cticamente estaba volando, acerc?ndose al final de la carretera a una velocidad enloquecida. En la parte inferior, se dio cuenta presa del miedo, estaba la carretera. A Kate le empez? a martillar el coraz?n porque no hab?a manera de que pudiera detenerse a tiempo. Se dirig?a directamente a la carretera. El tiempo pareci? detenerse a un ritmo doloroso mientras llegaba a la conclusi?n inevitable e imparable de que estaba a punto de morir. Su bicicleta pas? la se?al de alto, mientras los frenos in?tiles chillaban y llenaban el ambiente de olor a goma quemada. Luego, vol? sobre las manchas blancas de la carretera  directamente al carril contrario. Kate vio el frente de una casa rodante frente a ella. Vio los ojos de sorpresa del conductor y luego sinti? el impacto. El cuerpo de Kate se estrell? contra la casa rodante. No sinti? ning?n dolor pero sab?a, por el sonido de un crujido ensordecedor, que se hab?a roto algo. Posiblemente todo. El claxon del coche empez? a sonar cuando ella rebot? en el parabrisas, y se desliz? completamente  hacia abajo. Su bicicleta se fue volando por el aire, y luego cay?. Ella se incrust? en la parte delantera de la casa rodante y golpe? el suelo, con la cabeza primero. Estrellas negras bailando era todo lo que pod?a ver. Su bicicleta aterriz? junto a ella, rompi?ndose en pedazos al impactar contra el duro asfalto. Kate tuvo una sensaci?n de entumecimiento, el olor met?lico de la sangre. Pero el dolor no llegaba. Supo que era algo malo. Era malo que no se pudiera mover. Malo que no sintiera nada. La cabeza de Kate cay? a un lado y su mirada encontr? el brillo del mar a lo lejos. Como si estuviera  al final de un largo t?nel, Kate pudo o?r el sonido de los coches frenando, las puertas del coche abri?ndose y la gente gritando. Pod?a oler la gasolina y el caucho y metal, y algo quem?ndose. Luego, a trav?s de todo el caos, vio la cara de Elijah frente a ella y sinti? que la levantaba en sus brazos. Le estaba diciendo algo, pero no pod?a entender sus palabras. Su expresi?n era intensa, presa del p?nico. Y justo antes de que todo se fuera a negros, le pareci? ver que unos colmillos le sal?an de la boca. No pod?a moverse para nada, ni siquiera pod?a gritar. Pero le lleg? la sensaci?n de algo en su cuello, agudo, caliente y h?medo, estaba segura. Entonces, el mundo se desvaneci?. CAP?TULO CINCO Lo primero que Kate sinti? fue un pitido electr?nico. No hab?a pensado mucho acerca de la muerte, pero estaba bastante segura de que deb?a ser algo as?. Pronto, se le uni? otro ruido; un chirrido. Y luego tuvo conciencia de la sensaci?n de que la estaban moviendo hacia adelante. Ruedas, pens?. Estoy sobre una camilla. Luego, vino un olor extra?o, demasiado limpio, como a lej?a y detergente. Estoy en un hospital, pens?. As? que no estoy muerta, se dio cuenta. Al menos no todav?a. Kate sinti? algo en su garganta y algo m?s que se clavaba en su brazo. No era doloroso, pero era molesto. Trat? de levantar una mano, pero no pas? nada. Pod?a o?r ruidos extra?os por encima de ella, como de gente que estaba hablando debajo del agua. Con el paso de los segundos, las distorsiones se volvieron menos pronunciadas, y empez? a escuchar las voces y entender las palabras. "Es un milagro", dijo alguien. Era una voz que no reconoci?. "Nunca vi a nadie sobrevivir a este tipo de lesiones", dijo otra voz. "Veamos si podemos obtener el consentimiento de los padres para someterla a algunas pruebas", dijo la primera voz. “Porque estaba sin se?ales de vida cuando la recogieron, y de repente, estaba respirando de nuevo. Ni siquiera tuvieron tiempo para desfibrilarla.” Kate se pregunt? cu?nto tiempo hab?a pasado desde que la casa rodante le hab?a pegado. ?Reci?n hab?a ingresado al hospital o hab?a pasado a?os en coma? Esta ?ltima idea la hizo entrar en p?nico. ?Y si hab?a quedado inconsciente en su decimos?ptimo cumplea?os y estaba despertando en su trig?simo cumplea?os? ?O cuadrag?simo? ?O de ochenta a?os! Comenz? a sentirse m?s y m?s agitada ante la idea de encontrarse cara a cara con Amy, Dinah, y Nicole, todas casadas con hijos. Sab?a que ten?a suerte de estar viva, pero la idea de que todo el mundo hubiera seguido con sus vidas sin ella le era aterradora. De alguna manera, como empujada por sus intensas emociones, se las arregl? para abrir los p?rpados. “Se est? despertando," dijo alguien. "No es posible. Est? en un coma inducido.” “?Te lo estoy diciendo!", el primero dijo de nuevo, con mayor insistencia. "Acaba de abrir sus malditos ojos.” Kate pod?a decir por el tono de su voz de que algo no estaba bien. Por la velocidad con la que choc?, el ?ngulo con el que golpe? contra el suelo, la forma en que su cabeza hab?a colisionado contra el asfalto, estaba cien por ciento segura que deber?a estar muerta. Al o?r sus voces, sabiendo que hab?a desafiado toda la l?gica al estar con vida, entr? a?n m?s en p?nico. Empez? a parpadear y pudo concentrarse en su entorno. Los azulejos blancos del techo brillaban por encima de ella y hab?a m?dicos y param?dicos a uno y otro lado, todos se ve?an confundidos. Trat? de preguntar qu? le estaba pasando pero no pod?a mover correctamente su lengua. Hab?a algo en su boca. Alarg? una mano, tratando de agarrar a uno de los m?dicos. Al moverla, not? la l?nea que sal?a de su mu?eca. Era una especie de aguja, un goteo o IV. La imagen la mare?; nunca le hab?an gustado las agujas. Hab?a sangre seca en su brazo. Kate se dio cuenta de que era enseguida despu?s del accidente. En caso contrario, no habr?a sangre ni tampoco param?dicos. No estar?an corriendo por un pasillo de esa manera. Si hubiera estado en coma durante a?os y a?os, estar?a acostada en alguna sala por ah?, completamente olvidada por todos, probablemente cubierta de polvo y telara?as. Al saber que no hab?a pasado un tiempo considerable, se calm? un poco, pero segu?a nerviosa por los m?dicos y las expresiones en sus caras. Finalmente, logr? alcanzar y agarrar una de las mangas del m?dico. ?l mir? hacia donde su mano lo agarraba, levantando la manga. Su rostro palideci?, como si estuviera viendo un fantasma. Mir? al param?dico. "Cre?a que hab?as dicho que sus huesos se hab?an hecho a?icos." El param?dico baj? la mirada hacia la mano de Kate. “As? estaban," dijo. De pronto se detuvo, como si estuviera tan completamente aturdido que ya no pod?a continuar. Lo dejaron atr?s y ?l desapareci? de la vista. Finalmente, Kate sinti? que la camilla giraba en una esquina hasta que se detuvo. Los m?dicos hablaban a su alrededor mientras la conectaban a diferentes m?quinas, cada una hac?a su propio pitido. Empujaban y tiraban de ella. Pero con cada minuto que pasaba, Kate parec?a recuperar una nueva facultad y ten?a m?s control sobre otra parte del cuerpo. Trat? de hablar, pero no pod?a con esa cosa en su garganta. Entonces, se estir? y sinti? una especie de protector de pl?stico alrededor de la boca. "Ey, ey, ey," uno de los m?dicos dijo, tratando de apartarle la mano. "Eso te ayuda a respirar. D?jala donde est?.” Ella hizo lo que ?l le dijo. "Vamos a aumentar su propofol", uno de los m?dicos le dec?a al otro. "Todav?a es probable que haya un derrame en el cerebro. El estado de coma le permitir? reducir el da?o.” “Ya recibi? la dosis m?xima", dijo el segundo. "Bueno, entonces hay un error", el primero argument?. “A ese param?dico se le fue algo, seg?n yo. Probablemente anot? algo equivocado. Esta chica no pudo haber recibido la dosis m?xima.” "Bueno, est? bien, si usted lo dice." Kate sinti? una sensaci?n de hormigueo donde el goteo se insertaba en su mu?eca. Una sensaci?n extra?a se desliz? por su cuerpo, como el tipo de cansancio que se siente durante una pel?cula aburrida. Definitivamente, no sent?a como si la estuvieran anestesiando. Ahora, los m?dicos se estaban mirando el uno al otro. "Debe haber algo mal con el suministro", dijo el primero. "Oh Dios, rev?sala, ?por favor? Lo ?ltimo  que necesitamos ahora es otra demanda.” Uno de los m?dicos desapareci?, dejando s?lo a dos. Uno de ellos se inclin? hacia abajo. Alumbr? con una l?mpara cada una de sus pupilas. "?Consumes drogas?", le pregunt?. Ella sacudi? su cabeza. ?l no parec?a creerle. "Porque si consumes drogas que puedan interferir con el propofol necesitamos saberlo. ?Nada de  anfetaminas?" Kate sacudi? la cabeza de nuevo. Desesperadamente, quer?a que le quitaran el tubo de su garganta para poder hablar con ellos. Los m?dicos se miraron sin saber qu? hacer. En ese momento, otra persona se acerc? a la cama. Era una mujer en un traje. "Tenemos una identificaci?n de la chica," dijo. "Hab?a una credencial en su mochila. Kate Roswell de la preparatoria San Marcos El director va a conseguir los n?meros de tel?fono de sus padres.” Los m?dicos asintieron. "O podr?a haberle preguntado a ella," dijo uno de ellos, se?alando hacia donde Kate estaba acostada, completamente despierta, y parpadeando pacientemente. La mujer vacil?. "Me dijeron que le hab?an inducido un coma." “As? es," dijo el otro m?dico. Los dos la miraban boquiabiertos, y se ve?an completamente aturdidos. "?Nos disculpan un momento?" Presas del asombro, los dos se alejaron. La mujer se volvi? hacia Kate. "Kate, ?puedes o?rme?", le dijo. Kate asinti?. “?Entonces eres Kate Roswell, ?verdad?" Kate asinti? de nuevo. "Soy Brenda Masters, soy una de las trabajadoras sociales del hospital. ?Alguien te dijo lo que pas??” Kate sacudi? la cabeza. Pero no necesitaba que le contaran. Se acordaba de todo. La casa rodante que golpe? su cuerpo, rompiendo sus huesos en pedazos. La oscuridad que cubri? su visi?n mientras sent?a la muerte acerc?rsele. Y Elijah. Elijah con sus colmillos que hundi? en su cuello. “T?pico de los doctores" dijo la mujer. "Nunca se acuerdan de hablar con los pacientes." Brenda se sent? en una silla junto a Kate. “Te golpe? una casa rodante. Est?s en el Hospital Santa B?rbara. Voy a trabajar contigo y con tus padres, mientras te recuperas. No te preocupes, van a estar aqu? muy pronto.” Brenda le dio in golpecito en el brazo. Pero lo ?ltimo que Kate quer?a ahora era a su familia. Sin duda, encontrar?an alguna manera de culparla. Le dir?an que hab?a sido imprudente por haber dejado que los frenos de su bicicleta se gastaran, o por bajar esa colina tan r?pidamente. Pod?a imaginar a su madre atac?ndola. Peor aun, podr?a llegar a afirmar que Kate estaba buscando atenci?n porque Madison iba a la universidad, y por no tener un pastel en su cumplea?os. Un mill?n de pensamientos cruzaron por su mente y los ojos se le llenaron de l?grimas. Una peque?o ce?o apareci? entre las cejas de Brenda. “?No quieres que vengan tus padres?", le pregunt?. Kate sacudi? la cabeza de nuevo y una l?grima cay? por su mejilla. La mujer se ve?a preocupada por la revelaci?n. Probablemente, no entend?a por qu? una chica de diecisiete a?os de edad, que hab?a sufrido un accidente casi fatal, no quer?a a su familia junto a ella. Probablemente, nunca hab?a conocido a nadie como los Roswells. "?Has hecho algo que no deb?as?", Brenda dijo suavemente. "Porque si te preocupa que vayan a enojarse contigo, estoy segura de que no ser? as?. S?lo querr?n saber que est?s bien.” Kate sacudi? la cabeza de nuevo. Se enojar?an, s?, pero no por lo que hab?a hecho. Sino porque exist?a. Sus l?grimas empezaron a caer a torrentes. "Tenemos que informar a tus padres", dijo la mujer. “Legalmente, eres una menor." Entonces, su voz se suaviz?. "Kate, voy a preguntarte algo importante y quiero que pienses c?mo vas a contestar. Asiente con la cabeza, si est?s de acuerdo con lo que digo y no muevas la cabeza si no lo est?s. Kate, ?tus padres te lastiman?" Kate trag? saliva, la garganta le doli? al tocar el tubo. C?mo deseaba desesperadamente cabecear s?. Pero en su vida no hab?a abuso, no como la mujer lo estaba diciendo. Al menos, no lo cre?a. Pero, ?el abuso siempre ten?a qu? tratarse de golpes y patadas, o podr?a significar la privaci?n de alimentos, ser condenada al ostracismo por ninguna raz?n, ser ignorada en un cumplea?os? Kate no lo sab?a completamente. Y a pesar de que era consciente de que un simple movimiento de cabeza podr?a desencadenar toda una serie de eventos, tal vez incluso podr?an sacarla de su casa y colocarla con personas que no la despreciaran y quisieran que fuera a la universidad, estaba Max en quien necesitaba  pensar. No pod?a hacer que viviera ese tipo de trauma, no era m?s que un ni?o. Ella sacudi? su cabeza. La mujer asinti?, aparentemente estaba satisfecha con la respuesta. Probablemente, pens? que Kate era una tonta fugitiva adolescente. Que se hab?a ido a buscar emociones y estuvo a punto de morir, y estaba tratando de evitar de que la castigaran. "Voy a llamarlos," dijo la mujer, levant?ndose y alis?ndose la falda. Ella se fue y Kate se dio cuenta de que estaba sola por primera vez. El tubo en su garganta la estaba volviendo loca. Le picaba como loco. Y, con desesperaci?n, quer?a poder hablar. Ten?a que preguntarle a alguien donde estaba Elijah. Se acord? que la levant? en sus brazos. ?Por qu? no fue con ella en la ambulancia? ?l debi? haberla llamado. Cuando Kate pudo sentarse en la cama, finalmente tuvo una buena vista de la sala. Estaba llena de otras personas que estaban dormidas. Todas estaban en coma, tal como se supon?a que ella estaba. La hab?an levado all? esperando que la hinchaz?n que pudiera tener en su cerebro disminuyera. Pero su cuerpo hab?a rechazado completamente las medicinas. Sus huesos tambi?n se hab?an curado. Es lo que hab?a dicho el m?dico. Cada hueso de su brazo -c?bito, radio, h?mero- se hab?a sido destrozado y sin embargo no sent?a ning?n dolor. De hecho, sus brazos estaban funcionando perfectamente bien. Pod?a girar sus manos delante de ella y mover todos los dedos. De hecho … toc? su boca y encontr? una boquilla pl?stica extra?a. Puso sus dedos debajo de ella y empez? a jalar. El tubo comenz? a deslizarse hacia arriba por su garganta. Era muy inc?modo, pero sigui? tirando hasta que todo estuvo fuera. Finalmente, pudo tomar una buena respiraci?n. Tir? el tubo al piso, contenta de librarse de ?l. La otra cosa irritante era el IV en su brazo. Arranc? el ap?sito que lo fijaba en su piel y jal? la aguja. Sangre sali? de su piel y ella la lami? instintivamente. Sin los tubos y cables, se sinti? mucho m?s c?moda, y pudo evaluar la situaci?n. Su cuerpo se sent?a diferente, pero no de una mala manera. No sent?a dolor en ning?n lado. La ?nica incomodidad que sent?a, ahora que el tubo estaba afuera, era una sensaci?n punzante en el est?mago. Se mor?a de hambre. ?Era algo habitual sentir hambre despu?s de tener una experiencia cercana a la muerte? Se toc? el cuerpo a trav?s del delgado vestido de papel. Todo estaba donde se supon?a. Le molest? un poco que probablemente hab?an cortado toda su ropa para comprobar si ten?a heridas, que no encontraron. Pero … ?c?mo pod?a ser que no hubiera sufrido ninguna lesi?n? No ten?a fisuras en las costillas ni pulmones perforados. No hab?a ning?n ?rgano roto, para nada. Todo eso era muy confuso. Se dio cuenta de que hab?an llevado su mochila con ella. Se agach? y encontr? el libro de Amy cubierto con el chocolate aplastado de Dinah. Luego, a la derecha en la parte inferior, encontr? su tel?fono celular. Nunca se le hab?a sido permitido un tel?fono inteligente como a Madison, por lo que ten?a uno de esos baratos pero indestructibles. Por suerte, hab?a sobrevivido al accidente. Lo agarr? y, en primer lugar, envi? un mensaje a Amy, en parte porque era m?s r?pido llegar a su nombre y tambi?n porque, de las tres, era su amiga m?s cercana. Me golpe?un coche. Totalmente bien. PLZ encuentra a Elijah. Puls? enviar y esper?. Pasaron unos segundos antes de que llegara su respuesta. ????????QU?!?!?!??! Kate suspir?. Era evidente que Amy no iba a escucharla aun cuando le hab?a dicho que estaba totalmente bien. Envi? un mensaje de vuelta. Honestamente, no es gran cosa. No hay nada roto. PLZ PLZ PLZ encuentra a Elijah. La respuesta de Amy lleg? momentos despu?s. ???Estas loca !! ?Donde est?s? Frustrada, Kate puso su tel?fono en la cama junto a ella. Necesitaba encontrar desesperadamente a  Elijah y preguntarle qu? estaba pasando. Estaba segura de que ?l lo sabr?a. En ese momento, los m?dicos se acercaron a su cama. Ven?an con otro medico, un hombre mayor de pelo blanco, y todos caminaban en grandes zancadas hacia ella. Cuando la vieron sentada, con el tubo en el suelo y el goteo intravenoso sobre la cama, se detuvieron en seco. "?Es una broma?", dijo el nuevo, el m?dico de pelo blanco. Los otros movieron enf?ticamente la cabeza. "Yo estuve con ella el segundo que se baj? de la ambulancia. Los param?dicos dijeron que no ten?a se?ales de vida pero cuando sali? de la ambulancia estaba respirando. “Le hab?an suministrado dos dosis de propofol," el otro a?adi?. "?C?mo puede estar sentada?", dijo el m?dico de pelo blanco. Kate empez? a sentirse mal por la forma en que estaban hablando de ella en lugar de a ella. Era quien  acababa de pasar por una experiencia traum?tica y la estaban tratando como un monstruo del circo. "Hola", ella dijo, aliviada de que el tubo no hubiera da?ado su garganta. "Creo que me siento mejor ahora. ?Puedo irme a casa? No veo el sentido preocupar a mi familia.” Ella comenz? a levantarse, pero los m?dicos la empujaron hacia abajo. "No espera. Lo siento, pero no puedes irte hasta que te hagamos unas pruebas. Es posible que tengas  da?o cerebral.” "Estoy bastante segura de que no," dijo Kate. "?Quieres que diga el alfabeto al rev?s o algo as??" Asombrado, el m?dico con el pelo blanco mir? a los otros. Finalmente, le hizo la pregunta que estaba en boca de todos: “?Qu? cosa eres?" CAP?TULO SEIS Los padres de Kate no llegaron al hospital hasta varias horas m?s tarde. Su padre no hab?a podido (o no hab?a querido) salir antes del trabajo. Su madre, a pesar de haber sido quien recibi? la llamada del hospital, hab?a estado "demasiado ocupada." Eran las 7 de la tarde cuando alguien de su familia fue a verla. El hospital, incluso hab?a tratado de convencer a Madison quien, a los dieciocho a?os, era lo m?s parecido  a lo que pod?an considerar un "adulto" en su familia. Pero ella estaba demasiado ocupada con una "importante" competencia de porristas despu?s de la escuela -claramente mucho m?s importante que la vida de su hermana, y no hab?a llegado. Durante todo ese tiempo, varios m?dicos y enfermeras hab?an estado entrando y saliendo para ver a Kate, cada uno estaba m?s desconcertado que el anterior. Finalmente, decidieron que ella estaba jugando alg?n tipo de broma de mal gusto, que hab?a fingido el accidente para llamar la atenci?n, una idea que sus padres compart?an cuando finalmente llegaron. Конец ознакомительного фрагмента. Текст предоставлен ООО «ЛитРес». Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию (https://www.litres.ru/pages/biblio_book/?art=43697143&lfrom=688855901) на ЛитРес. 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