Òàê âðûâàåòñÿ ïîçäíèì èþëüñêèì óòðîì â îêíî Ïîæåëòåâøèé èññîõøèé ëèñò èç íåáåñíîé ïðîñèíè, Êàê ïå÷àëüíûé çâîíîê, êàê ñèãíàë, êàê óäàð â ëîáîâîå ñòåêëî: Memento mori, meus natus. Ïîìíè î ñìåðòè. Ãîòîâüñÿ ê îñåíè.

La Posesi?n De Un Guardi?n

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La Posesi?n De Un Guardi?n Amy Blankenship RK Melton La Posesi??n de un Guardi??n Series El Guardi??n del Coraz??n de Cristal Libro 5 Autor: Amy Blankenship Traducido Por Alicia Diaz Copyright ?© 2010 Amy Blankenship Edici??n en ingl?©s Publicado por Amy Blankenship Segunda Edici??n Publicado por TekTime Todos los derechos reservados. La leyenda del coraz??n de tiempo Los mundos pueden cambiar, pero las verdaderas leyendas nunca se desvanecen. La oscuridad y la luz han luchado constantemente desde el principio de los tiempos. Los mundos se forman y aplastan bajo los pies de sus creadores, pero la necesidad continua del bien y el mal nunca se han cuestionado. Sin embargo, a veces un nuevo elemento se lanza en la mezcla... la ??nica cosa que ambos lados quieren pero s??lo uno puede tener. De naturaleza parad??jica, el coraz??n de cristal del Guardi??n es la ??nica constante que ambos lados se han esforzado siempre en alcanzar. La piedra cristalina tiene el poder de crear y destruir el universo conocido, pero puede terminar con todo sufrimiento y lucha en el mismo aliento. Algunos dicen que el cristal tiene una mente propia... otros dicen que los dioses est??n detr??s de todo. Cada vez que el cristal aparece, sus guardianes siempre han estado dispuestos a defenderlo de todos los que lo usar?­an ego?­stamente. Las identidades de estos guardianes permanecen sin cambios y aman con la misma ferocidad sin importar el mundo o el tiempo. Una ni?±a se encuentra en el centro de estos antiguos guardianes y es el objeto de sus afectos. Ella tiene dentro de si el poder del cristal mismo. Este es el portador del cristal y la fuente de su poder. Las l?­neas a menudo se borran, y la vigilancia del cristal cambia lentamente en guardar a la sacerdotisa de los otros guardianes. Este es el vino del cual bebe el coraz??n de las tinieblas. Es la oportunidad de hacer que los guardianes del cristal sean d?©biles y susceptibles al ataque. La oscuridad anhela el poder del cristal y tambi?©n la muchacha como un hombre anhelar?­a a una mujer. Dentro de cada una de estas dimensiones y realidades se encuentra un jard?­n secreto conocido como El Coraz??n del Tiempo. All?­, una estatua de una joven sacerdotisa humana se arrodilla. Ella est?? rodeada por una magia milenaria que mantiene su tesoro secreto escondido y bien conservado. Las manos de la doncella se abren como si esperasen algo precioso en ellas. La leyenda dice que ella espera a la poderosa piedra conocida vuelva a ella como el Guardi??n del Coraz??n de Cristal. S??lo los Guardianes conocen los verdaderos secretos detr??s de la estatua y c??mo surgi??. Antes de que los cinco hermanos dibujaron su primer aliento sus antepasados, Tadamichi, y su hermano gemelo, Hyakuhei, protegieron el coraz??n del tiempo durante su historia m??s oscura. Durante siglos, los gemelos protegieron el sello que impidi?? que el mundo humano se solapara dentro del reino demon?­aco. Esta tarea era sagrada y las vidas de los humanos as?­ como de los demonios ten?­an que ser guardadas seguras y secretas del otro. Inesperadamente, durante su reinado, un peque?±o grupo de humanos accidentalmente cruz?? el mundo demon?­aco debido al cristal sagrado. Durante un tiempo de turbulencia, sus poderes causaron un rasg??n en el sello que hab?­a separado las dimensiones. El l?­der del grupo humano y Tadamichi se hab?­an convertido r??pidamente en aliados, haciendo un pacto para cerrar el rasg??n en el sello y mantener los dos mundos encerrados entre s?­ para siempre. Pero durante ese tiempo, Hyakuhei y Tadamichi se hab?­an enamorado de la hija del l?­der humano. Contra los deseos de Hyakuhei, el rasg??n hab?­a sido reparado por Tadamichi y el padre de la muchacha. La fuerza del sello se hab?­a multiplicado por diez, separando para siempre el peligroso tri??ngulo amoroso. El coraz??n de Hyakuhei estaba destrozado ... Incluso su propio hermano de sangre, Tadamichi lo hab?­a traicionado asegur??ndose de que ?©l y la sacerdotisa est?©n separados por la eternidad. El amor puede convertirse en el m??s perverso de las cosas una vez que se pierde. El coraz??n roto de Hyakuhei se convirti?? en c??lera maliciosa y celos causando una batalla entre los hermanos gemelos, poniendo fin a la vida de Tadamichi y dividiendo sus almas inmortales. Aquellos fragmentos de inmortalidad crearon cinco nuevos guardianes para tomar la tutela sobre el sello y protegerlo de Hyakuhei, que se hab?­a unido a los demonios dentro del reino del mal. Encarcelado dentro de la oscuridad en la que se hab?­a convertido, Hyakuhei ech?? todo el pensamiento de proteger El Coraz??n del Tiempo ... en cambio, volvi?? su energ?­a hacia el sello completamente hasta borrarlo por completo. Sus largos mechones de medianoche, que llegaban m??s all?? de sus rodillas y un rostro que s??lo pertenec?­a a los m??s seductores, desmintieron el verdadero mal escondido dentro de su aspecto angelical. A medida que la guerra comienza entre las fuerzas de la luz y la oscuridad, una luz azul cegadora se emite desde la estatua santificada que se?±ala que la joven sacerdotisa ha renacido y el cristal ha resurgido en el otro lado. A medida que los guardianes se sienten atra?­dos hacia ella y se convierten en sus protectores, la batalla entre el bien y el mal realmente comienza. De ah?­ la entrada en otro mundo donde la oscuridad es dominante en el mundo de la luz. Esta es una de sus muchas aventuras ?©picas ... Cap?­tulo 1 "Plumas de medianoche" Las plumas oscuras dejaron un camino en el cielo nocturno mientras Hyakuhei volaba dentro de la tormenta furiosa que hab?­a creado ... su ira formaba el n??cleo de la misma. Rayos y truenos imitaban su estado de ??nimo mientras la lluvia ocultaba la verdad de su tormento. Su ??ltimo poder era prosperar en la autoridad de los demonios que luch?? y luego tom?? dentro de su ser ... pero no hab?­a esperado que se volviera contra el fuego de esta manera. Su objetivo hab?­a sido un demonio f??cil de superar y consumir en el vac?­o que era su alma. Pero el duende hab?­a escondido en su mente un pedazo del coraz??n de cristal del guardi??n destrozado Ese poder permiti?? que el demonio de los sue?±os sobreviviera dentro de ?©l y ahora estaba tratando de conseguir su venganza. Los ojos negros de Hyakuhei se convirtieron en una sombra m??s oscura mientras se preguntaba si eso no hab?­a sido la verdadera intenci??n del demonio todo el tiempo ... para romperlo desde el interior. ??El demonio de los sue?±os humildes pens?? en darle ... pesadillas! En su furia, Hyakuhei hab?­a tomado err??neamente el sue?±o del duende en su cuerpo para silenciarlo para siempre ... s??lo para que lo atormentara ahora desde dentro. El demonio ten?­a un poder sin control que Hyakuhei no hab?­a esperado. Ten?­a en su interior la capacidad de ver el verdadero pasado que ni siquiera ?©l hab?­a sido consciente. Cosas que hab?­an pasado En otro tiempo y lugar ... realidades alternativas. Con tal poder, Hyakuhei deber?­a haber sabido que pose?­a uno de los talismanes del cristal sagrado. Ahora el demonio eligi?? atormentarlo con visiones cuando cerr?? los ojos al mundo que lo rodeaba ... el sue?±o se hab?­a convertido ahora en un lugar de enga?±o. Los recuerdos no deseados dejaron a su sangre caliente a un grado doloroso creando en ?©l un anhelo que hab?­a olvidado ... un antojo por la sacerdotisa de pelo casta?±o que siempre lo eludir?­a. El hambre que hab?­a sentido era insoportable ahora, un recordatorio de la traici??n final desde el ??ltimo lugar que esperaba ... el amor se convierte en algo malo una vez que se le ha quitado. El pelo de ?©bano oscurec?­a su rostro angelical mientras gritaba furioso. "??C??mo te atreves a mostrarme el pasado cuando no hay nada que pueda hacer para cambiarlo?" El sonido de su voz se perdi?? entre los truenos que resonaban a su alrededor. Trot?? de manera ensordecedora en respuesta a su angustia, casi insult??ndolo para que continuara. El rel??mpago destell??, iluminando su cara brevemente, trayendo sus rasgos hermosos a la realidad r?­gida. Hab?­a despertado, pero hace una hora, los sudores nocturnos lo acompa?±aban a los sue?±os de ella. La hab?­a abrazado una vez ... la toc??. Sus ojos de ?©bano se entrecerraron de ira. Ella hab?­a dejado que la amara y ni siquiera se acordaba. Eso solo era mucho m??s doloroso que los sue?±os, pero incluso ahora ten?­an sus propias vidas que el destino se hab?­a entrelazado una vez m??s. Los sue?±os recurrentes nunca terminaron ... el final siempre lo elud?­a, lo que le hac?­a querer ver y sentirse m??s del cuento atormentador agridulce. La cosa m??s vil de esta venganza que el duende del sue?±o pudo haber hecho jam??s fue hacerle desearla de nuevo. Supuestamente se hab?­a movido m??s all??, abrazando a la criatura que se hab?­a convertido en su nombre. Incluso ahora no se atrev?­a a enfrentarlo por temor a perderse ante el sufrimiento de su propia alma. Hyakuhei sinti?? que su furia retroced?­a mientras escuchaba las voces susurradas en su interior. Las innumerables entidades malignas contenidas por ?©l, los demonios que voluntariamente cumpl?­an sus ??rdenes, converg?­an en el esp?­ritu de los sue?±os ... luchando una batalla interior que no dur?? mucho tiempo. El demonio de los sue?±os se vio obligado a ceder a la voluntad de su nuevo amo, aunque s??lo fuera mientras las cadenas invisibles pudieran sostenerla. Sab?­a que el demonio todav?­a pod?­a burlarse de ?©l con voces e im??genes seductoras, pero tambi?©n sab?­a que ahora pod?­a usar ese poder prestado para compartir esos recuerdos con la sacerdotisa. Los labios de Hyakuhei se curvaron ligeramente en una sonrisa contaminada sabiendo que ahora pod?­a usar el poder de los duendes del sue?±o para su propia ventaja. Alimentar?­a a los sue?±os de la sacerdotisa de lo que hab?­an compartido una vez en el otro lado del tiempo ... plant??ndose dentro de sus imaginaciones nocturnas y mezclando recuerdos con el extra?±o lazo que los manten?­a unidos a??n ahora en este mundo. Su mano se alz?? frente a ?©l ... sosteniendo lo que le ayudar?­a. Las mechas del coraz??n de cristal del guardi??n que hab?­a recogido se iluminaron, reflejando el rayo que pasaba justo por encima de ?©l. Mientras observaba c??mo los peque?±os cristales resplandec?­an, su imagen apareci?? como un reflejo en ellos. Su mirada acarici?? la suavidad de su rostro y el rub?­ de sus labios. Ahora se convertir?­a en un maestro de la ilusi??n. -Te tendr?© otra vez -susurr?? ?©l en tono sombr?­o antes de que el mal regresara a su voz-. "??Sacerdotisa, voy a entrar en tu mente donde no puedes escapar de m?­ o los recuerdos de tu propio pasado ... nuestro pasado!" Los fragmentos de cristal rotos brillaban en su palma mientras su poder, ahora manchado, cruzaba mundos y realidades para encontrar a la sacerdotisa dentro de su propio mundo ... donde dorm?­a. En el otro lado de El Coraz??n del Tiempo, en su agradable cama caliente, Kyoko yac?­a dormida ... pero el silencio del sue?±o se perturb?? con parpadeos de im??genes y sonidos mientras se mov?­a y daba vueltas. La confusi??n se rompi?? cuando los sonidos y los movimientos se convirtieron en uno dentro de su mente y ella se perdi?? dentro de la extra?±a pesadilla. Ella estall?? en sudor fr?­o mientras el sue?±o se hac?­a casi real ... demasiado real como la atrajo. Kyoko pod?­a o?­r el grito de negaci??n del enemigo justo cuando se desmayaba. Hab?­a hecho todo lo posible. Hab?­a evitado que Hyakuhei adquiriera el Coraz??n de Cristal del Guardi??n de la ??nica forma en que hab?­a sabido c??mo hacerlo. Su ??ltimo pensamiento fue la tristeza ... hab?­a destrozado el Coraz??n de Cristal del Guardi??n y ahora ... no pod?­a volver a casa a su propio mundo. Hyakuhei mir?? a la chica que hab?­a estropeado todos sus planes. Hab?­a hecho que todos pensaran que estaba muerto ... ya no era una amenaza, entonces ?©l hab?­a esperado silenciosamente dentro de la oscuridad. Sab?­a que mientras la sacerdotisa estuviera con sus tutores, seria demasiado poderosa para acercarse. As?­ que se oculto y reprimi?? su poder, jugando muerto, esperando por ella para cometer el error de estar sola. Ella ser?­a d?©bil y vulnerable ... permiti?©ndole tomar el Coraz??n de Cristal del Guardi??n de ella. Todo hab?­a funcionado perfectamente. Hab?­a estado sola dentro de los jardines del Coraz??n del Tiempo ... lista para volver a trav?©s del portal del tiempo ahora pensando que el peligroso juego hab?­a terminado ... el juego que hab?­an jugado durante varios a?±os sin ning??n ganador. Hab?­a estado a pocos cent?­metros de lo que quer?­a m??s que nada. Hyakuhei estaba por encima de la hermosa y virgen sacerdotisa, con su oscuro pelo de cuervo que flu?­a como seda por todo su cuerpo, cepill??ndose contra sus pantorrillas y a??n agitando la brisa creada por el rompimiento del Coraz??n de Cristal del Guardi??n. Era tan bello como un ??ngel oscuro, pero dentro de ?©l golpeaba los muchos corazones de los demonios enfurecidos. Quer?­a matar a la Sacerdotisa por lo que hab?­a hecho, pero ?©l no ... no pod?­a, mientras su mirada acariciaba el rostro que amaba. Las rayas de las estrellas que sal?­an del rompimiento del Coraz??n de Cristal del Guardi??n todav?­a encend?­an el cielo como una lluvia de meteoros celestial ... era demasiado tarde. Hyakuhei sab?­a que sus guardines vendr?­an por ella. Los hijos de su hermano tratar?­an una vez m??s de salvarla de ?©l ... y la historia se repetir?­a una y otra vez. Los cielos hab?­an sellado su destino hace milenios ... s??lo para ofrecer la continua oportunidad de cambiar ese mismo destino. Su rostro angelical se convirti?? en una mueca de desprecio. El guardi??n no encontrar?­a a su sacerdotisa esta vez. R??pidamente, ?©l acun?? su cuerpo fl??cido dentro de sus brazos. Nadie sab?­a que estaba vivo y por ahora lo dejar?­a as?­. ??l no le har?­a da?±o ... en su lugar, Hyakuhei decidi?? ... que esta vez ... la mantendr?­a. De nuevo enmascarando su malvado aura, us?? su poder y abri?? un peque?±o vac?­o negro y entr??, llevando a Kyoko con ?©l a trav?©s de la puerta de enlace. El portal se cerr?? silenciosamente detr??s de ellos ... borrando todas las pistas de la verdad. Cuando los guardianes vinieron por ella, simplemente creer?­an que ella hab?­a ido a casa, abandon??ndolos a su tierra de demonios. Kyoko se despert?? en la cama pregunt??ndose de d??nde hab?­a venido la pesadilla. Busc?? alrededor de la habitaci??n con grandes ojos de color esmeralda asustados asegur??ndose de que no hubiera sido real ... que Hyakuhei no estaba all?­. Todav?­a pod?­a sentir que la tocaba, y extra?±amente, se perdi?? en ese toque. Sin embargo, al mismo tiempo, quer?­a borrar su memoria. Ella sac?? las mantas alrededor de ella en confusi??n. Al o?­r el silencio de la casa, Kyoko supo que nunca volver?­a a dormir, por lo que cometi?? el mayor error de su joven vida ... decidi?? regresar a un mundo de demonios en medio de la noche. Estar con los guardianes ser?­a lo ??nico que la har?­a sentirse segura nuevamente. Fue s??lo un par de minutos m??s tarde que se encontr?? en el otro lado de el coraz??n del tiempo mirando a trav?©s del claro que rodeaba a la estatua de la doncella. Ella suspir?? ahora que estaba tan lejos de la cama que acababa de tener la pesadilla como pod?­a. Pero a??n as?­, pod?­a sentir el sue?±o que la persegu?­a como si estuviera esperando que ella volviera a dormir. Se burlaba de los recovecos de su mente, plagando su imaginaci??n con im??genes que eran demasiado corporales para dejarlo ir. Sacudiendo la cabeza, respir?? hondo y bebi?? en la familiaridad de su entorno. Enormes piedras blancas sobresal?­an del suelo en recuerdo del magn?­fico castillo que hab?­a albergado los jardines conocidos como El Coraz??n del Tiempo. El viento se precipit?? a trav?©s de los miembros de los ??rboles circundantes, prestando un sonido suave a la oscuridad tranquila. Al ver que los rel??mpagos se alejaban a lo lejos, Kyoko volvi?? sus ojos esmeraldas hacia el este. Ella tembl?? pregunt??ndose c??mo algo tan hermoso ... podr?­a ser tan peligroso. Incluso contra el cielo oscuro pod?­a ver las nubes bloqueando las estrellas. El rel??mpago danzaba a trav?©s de las nubes como dedos de ara?±a dando a la tormenta distante una apariencia siniestra. Kyoko parpade?? cuando vio que los rayos convergen en un lugar en las nubes. Se form?? una peque?±a bola de luz antes de soplar hacia fuera como un peque?±o estelar. No le sorprendi?? este fen??meno ... haber visto las cosas m??s impactantes que una nube de rayos. Lo que le llam?? la atenci??n fue que segu?­a pasando en el mismo lugar. ??Qu?© estoy haciendo aqu?­? Pregunt?? a la estatua de la sacerdotisa que se parec?­a mucho a ella, sabiendo que no recibir?­a una respuesta. Las nubes enojadas de la tempestad que se acercaba no hab?­an llegado tan lejos y la luz de la luna brillaba como si estuviera poniendo de relieve el santuario virginal. Kyoko se acerc??, examinando el extraordinario detalle de la estatua y pregunt??ndose por la cent?©sima vez. Eran casi exactamente iguales ... ella y la estatua ... pero hab?­a sido tallada hace m??s de mil a?±os en este mundo ... no el suyo. ??Una vez m??s, se pregunt?? qui?©n podr?­a haberlo puesto y por qu?©? ??C??mo podr?­a tallarse algo con una cara que nadie hab?­a conocido o visto antes de su creaci??n? Kyoko suspir?? otra vez pregunt??ndose qu?© estaba haciendo. Era casi medianoche y le hab?­a dicho a los guardianes que no volver?­a hasta la ma?±ana. Pero mientras estaba acostada en su cama blanda, en su mundo relativamente seguro, no pod?­a dormir debido a un sexto sentido que le dec?­a que las cosas iban a cambiar. Si esos cambios eran para bien o para mal, no pod?­a decir ... y los sue?±os del enemigo no estaban ayudando. Sus pensamientos giraron entre el cristal del coraz??n guardi??n y el talism??n destrozado que se hab?­a convertido. Como siempre, sus ensue?±os y pesadillas pasaron por el guardi??n que ella nunca hab?­a pedido, y los demonios peligrosos que trajeron con ellos. Sus pensamientos se volvieron instant??neamente hacia Hyakuhei, su enemigo. No pod?­a entender c??mo alguien tan sorprendentemente hermoso pod?­a ser tan cruel y peligroso. Kyoko vio otro destello de rayo en el cielo a lo lejos. Ella arque?? una ceja record??ndose a s?­ misma que las miradas pod?­an enga?±ar. Hermoso o no ... como un rayo, Hyakuhei era muy peligroso. Sab?­a que mientras Hyakuhei recog?­a trozos del talism??n disperso, se volvi?? mucho m??s fuerte ... aunque era muy poderoso para empezar. ??l ya ten?­a la habilidad de tomar a los demonios d?©biles y bajos en s?­ mismo y prosperar en su poder oscuro. Tambi?©n podr?­a liberar ese poder con efectos devastadores cuando llegara el momento ... como en la batalla. Con una habilidad como esa ... ??por qu?© se molestar?­a con el Coraz??n de Cristal del Guardi??n? ??Qu?© tendr?­a que ganar reuniendo el talism??n? ??Realmente cre?­a que ganar?­a todo lo que deseaba una vez que estuviera completo y en su poder? Una vez m??s, ?©stas eran preguntas que s??lo conduc?­an a m??s preguntas y secretos que nunca se quer?­a conocer. Kyoko mir?? los ojos de piedra de la doncella pregunt??ndose qu?© secretos ten?­a. Alzando la mano, toc?? la mejilla de m??rmol con suavidad y pregunt??: -Hyakuhei parece casi imparable incluso sin la ayuda de los talismanes, as?­ que ??por qu?© est?? tratando de encontrarlos? El silencio fue su respuesta. Al darse cuenta de que estaba de nuevo hablando con un objeto de piedra, Kyoko cerr?? la boca para que guardara sus pensamientos para s?­ misma. "Vaya, realmente necesito amigos," murmur??. Bajando la mano, volvi?? la espalda al santuario que la transport?? entre mundos. Reanudando sus pensamientos, se mordi?? el labio inferior mientras imaginaba al enemigo dentro de su mente. Como Hyakuhei gan?? m??s del talism??n disperso, se volvi?? m??s peligroso para tratar. Si alguna vez gan?? todas las piezas del talism??n, entonces podr?­a romper la barrera entre el demonio y el mundo humano. Esta fue la verdadera respuesta a su pregunta. Si eso sucediera, ni el mundo ser?­a capaz de detener su obsesi??n mortal con el poder de la oscuridad. -No dejar?© que eso suceda, ??sabes? Sus hombros cayeron con el peso de mantener esa promesa. Su mente volvi?? al sue?±o que hab?­a tenido hace menos de una hora ... el mismo sue?±o que la dej?? en sudor fr?­o y se levant?? en su cama. Los sonidos y los sentimientos del sue?±o hab?­an sido tan reales que ella podr?­a haber jurado que hab?­a estado realmente all?­. Era como si estuviera viendo todo suceder y sinti?©ndolo al mismo tiempo. "Pero eso es imposible ... ??verdad?" Mir?? hacia la estatua mientras el recuerdo del sue?±o volv?­a a atormentarla. Hyakuhei la hab?­a capturado en su sue?±o y aunque ella lo hab?­a luchado ... ??realmente ten?­a una oportunidad? Kyoko parpade?? esperando que el recuerdo del sue?±o pronto desapareciera. No quer?­a sentir el temor de que supiera que vendr?­a con la visi??n que se acercaba a una pesadilla. Al ver la estatua de soltera mir??ndola fijamente, se le ocurri?? a ella. Si realmente hab?­a sucedido en el pasado o era verdaderamente el recuerdo de un sue?±o ... todav?­a era un recuerdo en el sentido m??s completo de la palabra. Ella sinti?? que las im??genes chocaban contra ella, haci?©ndola sentir como un venado atrapado en los faros. Sus ojos se cerraron de nuevo como si el destino exigiera que lo recordara todo ... incluso recordando los pensamientos del enemigo. Esta vez no fueron las mismas visiones que la anterior. En el sue?±o, hab?­a atravesado El coraz??n del tiempo. Pero en lugar de que los guardianes estuvieran all?­ esperando por ella, hab?­a sido el enemigo ... Hyakuhei. Mientras se volv?­a para huir de regreso La manera en que hab?­a venido, ?©l hab?­a alcanzado y agarr?? su mu?±eca en un apret??n de hierro para detener su vuelo. No importaba cu??nto luchara por alejarse de ?©l ... parec?­a que cuanto m??s luchaba, m??s se acercaba. ??l alcanz?? su otra mano y agarr?? su barbilla para elevar su mirada asustada a la suya y ella dej?? de luchar en el momento en que sus ojos se cerraron. En lugar de los fr?­os ojos negros del enemigo, ella miraba los c??lidos ojos marrones. "Bienvenido de vuelta," susurr?? Hyakuhei suavemente justo cuando sus labios descend?­an sobre los de ella. Kyoko se pellizc?? tan fuerte que la hizo saltar y el ensue?±o lleg?? a una parada repentina como si hubiera apagado un interruptor. ??Estaban los sue?±os y las pesadillas tratando de advertirle de alg??n destino desconocido o si ya hab?­a ocurrido y le estaba recordando el error? De cualquier manera, esperaba que la pr??xima vez que cerrara los ojos para dormir ... no tendr?­a sue?±o. "??Besando a Hyakuhei ...??? ella puso sus manos en sus caderas como si se ense?±oreara, ???qu?© en el mundo est?? pasando a trav?©s de su chica de la mente?" Se sent?­a como una traidora por decirlo en voz alta. "Eso es ... es casi tan malo como besar a Kyou por llorar en voz alta." Ella sonri?? burlonamente ante la comparaci??n, aunque no era tan gracioso. -La falta de sue?±o te lo har?? a ti -murmur?? ella todav?­a. -Tambi?©n hace que uno tenga conversaciones con ellos -continu?? antes de suspirar en la derrota. Necesito unas vacaciones. Sin embargo, a pesar de sus desvar?­os vocales, la imagen mental de besar a Kyou salt?? a la vanguardia de su mente y no se ir?­a. Una r??faga de calor viaj?? desde la parte superior de su cabeza hasta las puntas de los dedos de los pies. Se pregunt?? de d??nde hab?­an venido esos pensamientos. Una vez m??s, la imagen sali?? de la nada y ella hizo un esfuerzo casi f?­sico para empujarla hacia abajo. Con un escalofr?­o sin respeto, la mente de Kyoko hizo un boomerang de vuelta a los cinco hermanos que estaban predestinados a ser sus guardianes en este mundo peligroso ... o eso dijeron. Sus pensamientos se centraron por un momento en Kyou, el m??s antiguo y poderoso de los cinco hermanos. Kyou se present?? tan peligroso y enervante como su t?­o malo Hyakuhei. Para todos, incluso para sus hermanos, Kyou era un enigma. Con la belleza de un arc??ngel, ?©l ocultaba dentro de s?­ el poder de ayudar a destruir o curar este mundo lleno de demonios. Pero ella pod?­a decir por su actitud fr?­a que Kyou no se preocupaba por ninguna de las alternativas. Era como si hubiera decidido que su t?­o malo no era su problema. Ella estaba un poco contenta de que Kyou no viajara con el grupo, pero se qued?? solo. Kyoko s??lo lo hab?­a visto un par de veces desde que accidentalmente se convirti?? en su sacerdotisa y la mayor?­a de las veces que s??lo lo hab?­a visto de lejos ... esos encuentros hab?­an sido bastante perturbadores. Todav?­a no sab?­a mucho acerca de Kyou, pero a veces se preguntaba si pensaba que era ??Demasiado bueno para estar cerca de sus hermanos ... o era ella la que evitaba a toda costa? Kyoko alz?? una ceja pensando en voz alta de nuevo, "Bueno, probablemente sea lo mejor de todos modos, porque todo lo que ?©l y Toya hacen es pelear cuando est??n a poca distancia uno del otro ... y Kyou pr??cticamente ignora a sus otros hermanos". Ella solt?? un suspiro. Parec?­a tener un rencor contra ella por ser la sacerdotisa que deb?­a proteger. No es que necesite su ayuda. Su pensamiento volvi?? al pasado. En su primer encuentro, Kyou hab?­a estrechado sus ojos de oro en ella diciendo que ella no era nada sino un ser humano d?©bil y no digno de su protecci??n. Justo antes, hab?­a sido a??n m??s espantoso. Cuando vino a su mundo por error ... Kyou y Toya hab?­an tratado de matarla, pensando que ella estaba entrando a trav?©s del Coraz??n del Tiempo con la ayuda de su t?­o. Era el Coraz??n de Cristal del Guardi??n que la hab?­a protegido de su ataque y eso es lo que comenz?? todo este l?­o. De alguna manera, mientras el cristal del coraz??n del guardi??n la proteg?­a de los hermanos, se hab?­a roto en los cuatro vientos ... enviando a los demonios dentro de su mundo en un frenes?­ destructivo. Si los demonios que recorrieran este mundo recolectaran suficientes pedazos destrozados, entonces podr?­an tener el poder de atravesar su mundo y arrastrarlo al caos. Ella y los guardianes tendr?­an que encontrar los talismanes antes de que los demonios lo hicieran o todo se perder?­a. Desde entonces, los cinco hermanos guardianes se hab?­an dado cuenta de que ella era la verdadera sacerdotisa del cristal del coraz??n guardi??n y por lo tanto ... bajo su protecci??n. Kyou era el ??nico guardi??n que se manten?­a alejado de ella. Las pocas veces que se hab?­an cruzado, ten?­a la sensaci??n de que era m??s un enemigo que un aliado. Sus ojos dorados parec?­an tan duros y fr?­os cuando ?©l la hab?­a mirado ... como si destruirla fuera m??s a su gusto. Toya le hab?­a dicho una vez que Kyou pensaba que los humanos estaban debajo de ?©l. Eso fue ponerlo suavemente. Seg??n las propias palabras de Toya, Kyou era un idiota egoc?©ntrico y presumido que no podr?­a desarrollar un coraz??n si su vida dependiera de ?©l. Kyoko recordar?­a esto de vez en cuando y siempre trajo una sonrisa a su rostro. Por alguna raz??n, la actitud distante Kyou pose?­do s??lo parec?­a ... correcto. "Definitivamente lo lleva bien", dijo en voz alta. Los otros cuatro hermanos guardianes la hab?­an colocado bajo su protecci??n mientras buscaban el talism??n antes de que los demonios de su mundo los reunieran y usaran sus poderes para atacar. Toya se hab?­a designado como su vigilante y protector m??s cercano. Cubri?? esa proximidad con el hecho de que ella hab?­a comenzado este l?­o trayendo el cristal de nuevo a su mundo para comenzar. Pero de nuevo, podr?­a haber argumentado el asunto diciendo que si ?©l y Kyou no la hab?­an atacado cuando se conocieron por primera vez, no se habr?­an estrellado para empezar. Simplemente no vale la pena decir nada ... El temperamento de Toya siempre le daba dolor de cabeza y la irritaba. ??l todav?­a se molest?? con ella, pero a veces ten?­a la sensaci??n de que tal vez la amaba un poco demasiado. Simplemente prefiri?? esconder esos sentimientos detr??s del enorme chip que ten?­a en el hombro ... un chip que a ella de verdad le gustar?­a derribar de vez en cuando. Tal vez en realidad le dar?­a una mejor actitud sobre todo el asunto. Ella sonri?? suavemente al pensar en ?©l. Era como si fuera su hijo... Toya se estaba convirtiendo r??pidamente en su mejor amiga y tal vez incluso un poco m??s. Kyoko pod?­a sentir el leve rubor que se extend?­a por sus mejillas. Toya hab?­a salvado su vida muchas veces desde el d?­a en que los guardianes hab?­an intentado matarla. Ellos hab?­an creado un v?­nculo muy fuerte y aunque ella y Toya todav?­a discutieron mucho, ese v?­nculo limita muy cerca de un amor profundo. Era como si el cristal conociera los sentimientos que se esconden el uno para el otro porque de alguna manera hab?­a elegido a Toya para ser la ??nica que pod?­a seguirla de regreso a su mundo cuando los otros guardianes no pod?­an romper el portal del tiempo. Eso hab?­a impulsado algunas discusiones bastante humor?­sticas entre los hermanos. Kyoko estaba convencida de que lo hac?­an a prop??sito para hacerla sonre?­r. Los otros tres hermanos Shinbe, Kamui y Kotaro tambi?©n ten?­an un lugar en su coraz??n. Los labios de Kyoko se alzaron en una sonrisa cari?±osa, que la dej?? donde estaba ahora. All?­ estaba, sola, en medio de la noche, en una tierra donde los demonios vagaban libremente. A veces se preguntaba si no necesitaba que le examinaran la cabeza. -M??s parecido a la necesidad de encerrarla en alg??n lugar en una habitaci??n con paredes de goma, pens?? sarc??sticamente. No queriendo molestar a los guardianes todav?­a, Kyoko agarr?? una vid y se subi?? a sentarse en una de las rocas blancas circundantes. S??lo porque no pod?­a dormir no significaba que necesitaba despertarlos. Era demasiado tarde y todav?­a era muy temprano. Mirando hacia el cielo nocturno, ella se qued?? sentada all?­, disfrutando de la vista de los rayos que no parec?­an estar acerc??ndose. Los dedos de Kyoko se elevaron hasta la peque?±a bolsa que llevaba alrededor del cuello, donde descansaba algo del talism??n que hab?­an recogido. No se daba cuenta de que al tocar el encuadernado, una suave luz azul fluorescente irradiaba de ella y la direcci??n de la fresca brisa r??pidamente comenz?? a cambiar. Cerca, la cabeza de Kyou se inclin?? como un olor manchado que fue atrapado en el viento de la tempestad que se acercaba se dirigi?? hacia ?©l. Hyakuhei estaba cerca. Estrech?? sus ojos dorados mientras la brisa cambiaba, ahora proced?­a de la direcci??n del Coraz??n del Tiempo. Ese olor, apret?? los dientes ... la sacerdotisa y el poder del Coraz??n de Cristal del Guardi??n Ten?­a las manos puestas a su lado mientras la ira brillaba en su expresi??n, produciendo un peque?±o gru?±ido en la quietud del bosque circundante. Estaba sola y sin vigilancia. ??C??mo se atreve a estar en el santuario en esta peligrosa hora desprotegida! ??Por qu?© sus hermanos no estaban con ella? Kyou inhal?? profundamente a la mujer-ni?±a que viajaba con sus hermanos. En su mente, pod?­a ver la imagen de la sacerdotisa de la que ?©l y sus hermanos se hab?­an convertido en guardianes. Pelo casta?±o ... sorprendentes ojos esmeralda, era como si la belleza de la estatua de soltera hubiera cobrado vida y color. Ella nunca deber?­a haber venido a este mundo con el cristal del coraz??n guardi??n. Ni ella ni nadie pertenec?­an aqu?­. Si pudiera, la arrojar?­a por el portal y destruir?­a la estatua, pero hacerlo ser?­a una bastardizaci??n de la barrera que su padre Tadamichi hab?­a protegido. A pesar de su deseo, parec?­a que este punto era ahora muy discutible. El poder peligroso que su t?­o segu?­a ganando era su culpa. ??No sabr?­a qu?© pasar?­a? Si ella fuera la verdadera sacerdotisa, deber?­a haber sabido mantenerse alejada de este mundo demon?­aco. Su padre hab?­a muerto porque hab?­a cerrado el portal del tiempo y esta peque?±a ni?±a humana hab?­a deshecho todo lo que hab?­a sacrificado su vida. Todo hab?­a sido por nada. Tadamichi quer?­a que ?©l protegiera a los humanos ... todos ellos. Pero, ??por qu?©? ??Por qu?© ahora proteger?­a al humano que hab?­a sido lo suficientemente est??pido para abrir el portal entre sus mundos? ??Por qu?© Tadamichi se preocupaba tanto que diera su vida por ellos? Kyou hab?­a intentado asustarla y enviarla gritando de nuevo a su mundo. Pero para su incredulidad ... ella ten?­a que ser la ??nica mujer que parec?­a no temerle por m??s de unos pocos segundos fugaces a la vez. Cuando la hab?­a visto por primera vez hace mucho tiempo, se hab?­a quedado all?­, con la barbilla bien alta, apuntando con un dardo de esp?­ritu hacia ?©l como si ella, un simple humano, pudiera luchar contra ?©l ... y ganar. Hab?­a prometido proteger el coraz??n de cristal del guardi??n y el portal del tiempo, pero nunca una peque?±a ni?±a humana. Sus hermanos pueden haber accedido a ello, pero nunca lo hab?­a hecho. Los humanos eran seres d?©biles y necios que lo tem?­an. ??Por qu?© ten?­a que ser diferente? ??Por qu?© no le tem?­a? ??Por qu?© se paraba repetidamente ante ?©l, s?­mbolo de todo desafiante? Kyou salt?? del ??rbol en el que hab?­a estado sentado y se par?? a toda su altura. Pod?­a sentir su coraz??n latir fuerte y golpear bajo su piel ... su sangre de guardi??n exigiendo que ?©l fuera a ella. Suced?­a cada vez que estaba cerca y eso s??lo lo enfurec?­a m??s. Su instinto era una fuerza que era m??s fuerte que su voluntad. Su falta de miedo s??lo lo atra?­a a ella, y ??ltimamente, de alg??n modo hab?­a consumido sus pensamientos ... junto con sus sue?±os. Se hab?­a mantenido alejado del grupo por esa sola raz??n. ??C??mo se atreve esa muchacha a plantarse tan profundamente dentro de sus pensamientos? Le ense?±ar?­a a no encantarle con su insolencia y humanidad. Ella no era nada para ?©l excepto la sacerdotisa del cristal ... ella no ten?­a ning??n negocio aqu?­ a su alcance. El cuerpo de Kyou se tens?? al sentir un cambio en el equilibrio entre el bien y el mal acerc??ndose a la desesperada sacerdotisa. Su rostro estaba tranquilo ... la calma antes de la tormenta. Su pelo plateado se balanceaba en la constante brisa mientras sus sentidos recog?­an el peligro que estaba a punto de caer sobre ella. Hyakuhei inclin?? la cabeza hacia atr??s, dejando que la tormenta de su propia rabia a su alrededor. El viento se arremolinaba, arrugando su ropa y azotando su cabello de medianoche alrededor de su bello rostro. Sus ojos de rub?­ se abrieron cuando el viento trajo un olor a su nariz que no era de la lluvia y el cielo. Una expresi??n de euforia cruz?? sus rasgos y ?©l hundi?? sus alas de ?©bano hacia abajo en un potente golpe para ganar altura. Su mirada se qued?? en la direcci??n de El coraz??n del tiempo mientras una sonrisa siniestra apareci?? lentamente en sus labios. Ella estaba aqu?­ ... la sacerdotisa que lo atormentaba as?­. -Ah, sacerdotisa, as?­ que est??s sola y desprotegida -susurr??. "Espera mi llegada, mi belleza ... Voy a por ti. Los demonios comenzaron a verter en manadas del cuerpo de Hyakuhei mientras ?©l los soltaba para hacer su hacer una oferta. Una risa man?­aca escap?? de sus suaves labios y sus ojos estaban anchos, brillando con la luz de la locura l?­mite. El cielo se ennegreci?? con sus esclavos cuando se concentraron en la estatua de soltera y el objeto de pureza dentro de sus jardines. Los demonios de baja estatura ya estaban siendo atra?­dos por ella y el olor del poder que ten?­a. Eran s??lo z??nganos enviados para evitar que huyera y Kyou pod?­a sentir la presencia de su t?­o no muy lejos detr??s de ellos. Hyakuhei hab?­a descubierto su presencia desprotegida y ven?­a por ella. No permitir?­a que Hyakuhei la tuviera. Kyou levant?? la mirada mientras una sombra pasaba a trav?©s de la luz de la luna anunciando su llegada. Todos los sonidos de la noche se detuvieron cuando las alas transl??cidas aparecieron detr??s de Kyou, enviando un furioso aerosol de plumas de oro a trav?©s del claro de su forma silenciosa. Su largo pelo plateado se balanceaba en el viento mientras se preparaba para la lucha por venir. As?­ sea. Las palabras dejaron sus labios en una respuesta a sus propios pensamientos atormentados. Se hab?­a vuelto a poner en peligro y no le quedaba otra opci??n. Decidi?? que si sus hermanos iban a ser laxos en sus deberes, entonces ?©l tomar?­a a la sacerdotisa de ellos. Si esta era la idea que ten?­an de protecci??n, entonces merec?­an que se la llevaran. Pero primero ... ?©l destruir?­a el mal que la acosaba. Cap?­tulo 2 "Sin Miedo" Sin darse cuenta de que la tormenta se estaba acercando, Kyoko sinti?? que la brisa refrescaba su piel caliente y la recibi?? con una sonrisa suave. Cerrando sus ojos de esmeralda, disfrut?? de la soledad de la noche antes de dirigirse a Sennin y unirse a los guardianes que dorm?­an all?­. La hija de Sennin, Suki, se hab?­a convertido en su amiga m??s cercana en este lado del portal del tiempo y su choza era donde el grupo permanec?­a cuando no viajaban a trav?©s de las tierras peligrosas que buscaban los fragmentos quebrados del coraz??n de cristal del guardi??n. Suki hab?­a estado con ellos desde el principio, aunque ella no era un guardi??n. Kyoko sonri?? pensando en Suki y el guardi??n que nunca dej?? el lado de su amiga... Shinbe. Era uno de los cinco hermanos guardianes. ??l era tambi?©n un libidinoso y le gustaba mucho Suki. Con el pelo azul de medianoche y los ojos de amatista, era todo lo que Suki pod?­a hacer para seguir luchando contra sus avances. Su sonrisa se ensanch?? pregunt??ndose cu??nto tiempo m??s Suki podr?­a aguantar. Suki puede ser obstinado, pero Kyoko sab?­a lo obstinado que pod?­a ser un guardi??n una vez que decidiera algo. Kyoko y el guardi??n m??s joven, Kamui, sol?­an re?­rse cuando Suki intentaba mantener a Shinbe en la l?­nea sin admitir que le gustaba. Kamui ten?­a un gran sentido del humor y lo amaba mucho. El color de los ojos de Kamui cambiaba con su estado de ??nimo, pero no cre?­a que nadie la notara sino ella. Cuando Kamui sonri??, fue verdadera felicidad y muy contagiosa. Pero en el fondo, Kyoko percibi?? algo m??s... algo que ocult?? a todo el mundo... incluso a s?­ mismo. A veces los ojos de Kamui brillaban con secretos y conocimientos que ni siquiera pod?­a llegar a comprender. Para uno tan puro de coraz??n, era casi como si tuviera el peso de todo el universo sobre sus hombros. Le hac?­a querer protegerlo tanto como ?©l la proteg?­a, aunque no estaba d?©bil en absoluto. Sacudiendo sus preocupaciones por Kamui de su mente, Kyoko se qued?? con Kotaro, el m??s animado del grupo y competencia autoproclamada de Toya. Casi desde el principio Kotaro hab?­a reclamado a Kyoko por su cuenta... constantemente diciendo a los otros que ella era su mujer. Toya siempre tuvo que soportar esto independientemente de la situaci??n. Sab?­a que Kotaro estaba bromeando, pero Toya siempre lo tomaba muy en serio. Kotaro era un desali?±ado de cabellos oscuros y de ojos azules. Siempre la llamaba "su mujer" por muchas veces que lo negara. ??l era un pr?­ncipe dentro de su propio territorio y pasaba mucho tiempo all?­, protegi?©ndolo de los demonios dentro de su reino. La mayor parte del tiempo todo lo que tendr?­a que hacer era simplemente mostrar esos brillantes ojos azules a ella y esto la har?­a derretirse en un charco. Sab?­a qu?© cuerdas tirar con ella para obtener casi todo lo que quer?­a. A veces se preguntaba si cada uno de los guardianes no la ten?­a envuelta alrededor de sus dedos peque?±os de una manera u otra. Aunque el grupo muy rara vez lo vio. Sus pensamientos regresaron a Kyou. "Kyou," Kyoko se estremeci?? cuando el nombre dej?? sus labios. No le gustaba... ni a nadie m??s. A menudo actuaba m??s como un enemigo que como un hermano de Toya. Estos dos dieron un nuevo significado a las palabras de "rivalidad entre hermanos". Fuera de los cinco hermanos, Kyou fue definitivamente el extra?±o y al que uno evitar?­a a toda costa. Era a??n m??s hostil que el demonio que plag?? la tierra en la que viv?­a. Dejando atr??s sus pensamientos dispersos, Kyoko abri?? sus ojos esmeraldas y se desliz?? de la piedra s??lo para detenerse muerto en sus huellas. All?­... no m??s de seis metros de ella estaba Kyou. Parec?­a casi angelical excepto por la peligrosa expresi??n de sus ojos dorados. ?«Hablando del diablo?», pens?? para s?­. La oscuridad que los rodeaba parec?­a iluminar su cuerpo ... d??ndole una apariencia fantasmal. El silencio de Kyou fue tempestuoso. Parec?­a como si estuviera considerando algo y Kyoko ten?­a la sensaci??n de que no le gustar?­a nada el resultado. Kyou observ?? c??mo su rostro palidec?­a a causa de su alarma y saboreaba su aroma intoxicante. Por una vez ... ella deber?­a de temerle. Tambi?©n deber?­a temerle a los demonios que el acababa de destruir para protegerla. Sus ojos se abrieron en ella mientras recordaba los peligrosos monstruos que acababa de eliminar. Si hubieran llegado a ella... Los m??sculos de la mand?­bula de Kyou se flexionaron con rabia al pensar que las garras de un demonio la tocaban. A??n as?­... ella no corri??, ni grit??. ??Gritar?­a si se daba cuenta de que Hyakuhei estaba en camino? Tal temeridad no era de su mejor inter?©s. Mientras sus pensamientos se oscurec?­an, su falta de miedo s??lo serv?­a para inflamarlo a??n m??s... alimentando los fuegos de la extra?±a rabia y la pasi??n que sent?­a por la sacerdotisa. Kyoko permaneci?? inm??vil. No sab?­a c??mo tomar su bella imagen. Estaba demasiado asustada para moverse y no se atrev?­a a pronunciar un sonido sabiendo que cualquier cosa que hiciera podr?­a poner su vida en peligro. No estaba tan segura de que ?©l la hubiera perdonado por traer de nuevo el coraz??n del guardi??n a su reino. Pod?­a sentir un escalofr?­o lentamente subiendo por su espina dorsal... sin detenerse hasta llegar a la parte posterior de su cuello y extenderse desde all?­ como dedos helados de advertencia. Dio un paso atr??s antes de darse cuenta y se detuvo a s?­ misma d??ndole otro paso. Ella sab?­a que eso ser?­a considerado mostrando miedo y ella hab?­a sido ense?±ada por su abuelo a una edad joven para ocultar tal miedo. Las palabras de su abuelo volvieron a atormentarla, "Mostrando el miedo s??lo te hace una v?­ctima instant??nea." Kyoko cerr?? los ojos por un segundo. Pero cuando los abri?? de nuevo, Kyou no se vio en ninguna parte, lo que la hizo estar a??n m??s aterrorizada. Nuevamente, las ense?±anzas de su abuelo la persegu?­an: "Nunca dejes que el enemigo te salga de la vista o no ver??s el ataque venidero." "??Kyou?" Ella susurr?? su nombre mientras el temor se entrelazaba en su voz. Entonces sinti?? su respiraci??n caliente en su cuello y lo oy?? inhalar largo y lento como si estuviera probando su olor. Lentamente, con los ojos bien abiertos, esperando la muerte en cualquier momento, inclin?? la cabeza hacia un lado, deteni?©ndose s??lo cuando su mejilla toc?? su sedosa. Ella jade?? e intent?? lanzarse hacia adelante s??lo para sentir su brazo a su alrededor como una banda de robar, golpeando su espalda contra ?©l y golpeando el aliento de ella. El temor repentino de Kyoko le hac?­a m??s dif?­cil recuperar el aliento. Decidi?? que ahora sab?­a lo que realmente era un ataque de p??nico y se pregunt?? si iba a hiperventilar. Esta era la ??nica persona que tem?­a m??s que Hyakuhei, aunque ella hab?­a guardado ese peque?±o hecho para s?­ misma. Nunca hab?­a estado a distancia de ?©l... definitivamente le hab?­a gustado mejor de esa manera. El olor de ella le rodeaba, le intoxicaba. Kyou pod?­a oler su olor inmaculado, mezclado con el miedo, cada vez m??s fuerte y pesado cuanto m??s tiempo la manten?­a encarcelada contra ?©l. Finalmente... ella mostraba el miedo que ?©l exig?­a pero a??n as?­ no grit??. Su primer error hab?­a sido el peque?±o paso que le hab?­a quitado. S??lo ese simple gesto hab?­a calentado su sangre de guardi??n en formas que no hab?­a sentido en mucho tiempo. Los p??rpados de sus ojos dorados se cerraron moment??neamente mientras las im??genes brillaban ante ?©l demasiado r??pido para descifrar mientras imaginaba el sonido fantasmal de su voz gritando... ya fuera por miedo o por algo m??s dif?­cil de contar. Lo ??nico que sab?­a era que no quer?­a o?­rlo. O... tal vez necesitaba escuchar ese sonido para librarse del hechizo por el que lo hab?­a puesto. Algo le dec?­a que no importaba de un modo u otro. En lo m??s profundo del coraz??n de su guardi??n, Kyou sab?­a que ?©l la quer?­a y ?©l no era uno para ser negado. Una lenta y peligrosa sonrisa apareci?? en sus labios cuando empez?? a luchar contra ?©l. R??pidamente agarr?? una de sus mu?±ecas con un ligero agarre mientras se sacud?­a. Kyou acarici?? su cuello y luego tom?? un fuerte suspiro cuando se frot?? contra ?©l tratando de liberarse. -Me est??s animando -gru?±?? ?©l en su garganta y roz?? sus labios contra la delicada carne de su cuello-. Su sangre caliente le desafi?? a reclamarla como suya. Kyoko no pudo evitar los escalofr?­os que le produc?­a la sensaci??n de sus labios. ??Estaba tratando de seducirla o iba a matarla despu?©s de todo? Dej?? de luchar y sigui?? perfectamente inm??vil sin saber si le gustaba el sonido de lo que acababa de decir y no quer?­a enojarlo. Algo le dijo que s??lo estaba tratando de asustarla. "Chica inteligente," Kyou contempl?? a s?­ mismo, pero a??n as?­ ella no estaba gritando y ?©l la estaba tocando... qu?© extra?±o. Sus brazos se aflojaron en una sujeci??n m??s suave mientras ella miraba por encima de su hombro hacia ?©l con curiosidad, su miedo empezando a disminuir. Kyou observ?? de cerca sus ojos esmeralda y la reacci??n lo sorprendi??. Ella lo miraba como si fuera un hombre... no un se?±or de la guardia. Su incapacidad para demostrar el temor de ?©l era confusa y eso solo lo enfureci??. Su falta de miedo hab?­a sido lo que la hab?­a puesto en peligro esta noche en primer lugar. Tambi?©n era por eso que Hyakuhei estaba en camino hacia ella ahora pensando que podr?­a robarla en medio de la noche. Incluso a una distancia tan grande... pod?­a sentir la intenci??n maliciosa de su t?­o. Con su o?­do tan sensible como era, casi pod?­a o?­r la caricia del viento contra las plumas de ?©bano. Para ella esto era algo que temer... entre otras cosas. Miedo... ?©l podr?­a ense?±arle eso. ??l le ense?±ar?­a la realidad de su mundo y le mostrar?­a por qu?© nunca deber?­a haber entrado en ella. El Guardi??n, sus hermanos... sus protectores... no estaban aqu?­ para salvarla ahora. ??l le instruir?­a de varias maneras el verdadero significado del miedo. Sus ojos dorados brillaron perversamente en la d?©bil luz de la luna cuando una idea vino a ?©l. Kyou se acerc?? a su cuerpo, deslizando la palma de su mano lentamente hacia abajo en un movimiento de caricia hasta que descans?? contra su muslo en la parte inferior de su falda. Luego lo desliz?? arriba y bajo el pa?±o suelto. Pod?­a sentir el calor procedente de su suave piel quemando la palma de su mano. Todo su cuerpo se estremeci?? ante el ligero toque mientras trataba de retorcerse de su agarre. La moci??n le hizo apretarla con m??s fuerza. Desliz?? su otra mano a trav?©s de su costado, lo que signific?? s??lo ense?±arle la lecci??n de ser atrapada sola y sin protecci??n, por lo que ser?­a lo suficientemente inteligente como para no hacerlo de nuevo. Una vez m??s su instinto era m??s fuerte que su voluntad como algo en su interior llamado a ?©l... haci?©ndolo desear. Kyou pod?­a sentir el calor que irradiaba de ella y su alta sangre se mov?­a peligrosamente fuera de su control. Al confundirse, de repente no quer?­a dejarla ir. Nunca sabr?­a si la advertencia era para ?©l o ella. Sumergiendo sus labios m??s cerca de su oreja, Kyou respir?? una palabra. - ??Corre! En la mente de Kyoko, el miedo cedi?? el p??nico cuando sus brazos se aflojaron. Podr?­a ser muy obediente cuando llegara el momento y ahora era ese tiempo. Ella se lanz?? hacia adelante sin m??s pensamientos que para escapar. Su mente gritaba el nombre de Toya repetidamente, pero no sali?? un sonido de sus labios. Cada sonido que ella habr?­a hecho parec?­a estar alojado en su garganta, dej??ndolo resonando s??lo en sus propios o?­dos. Si pudiera acercarse m??s a la aldea ya Toya, entonces tendr?­a la oportunidad de que ?©l la oyera y la salvara de su hermano desquiciado. Ella mentalmente se suplic?? a s?­ misma a despertar a pesar de que sab?­a que esto era demasiado real para ser un sue?±o. Casi gimi?? en voz alta cuando una gota de agua la golpe?? probando que ten?­a raz??n... no era un sue?±o del que pudiera despertar, la tormenta finalmente la hab?­a alcanzado. Mirando r??pidamente por encima de su hombro, se estrell?? contra lo que parec?­a una pared y tropez?? hacia atr??s con el impacto. Al ver la camisa de seda blanca y ondulante a s??lo un paso de ella, corri?? en otra direcci??n... ahora huyendo del pueblo donde dorm?­an los guardianes y la ??nica esperanza que ten?­a de que alguien la salvara. Ella sab?­a que Hyakuhei sol?­a ser un guardi??n pero de alguna manera se hab?­a perdido a los demonios que una vez luch??... convirti?©ndose en el enemigo. Kyoko se pregunt?? si no le habr?­a ocurrido lo mismo a Kyou sin que nadie se diera cuenta. Kyoko vislumbr?? un blanco a su derecha y regres?? hacia la aldea esperando tener ahora la oportunidad de llegar a Toya. El latido de su coraz??n era tan fuerte en sus o?­dos que era ensordecedor. En alg??n lugar sab?­a que los dioses se re?­an de ella mientras el cielo se abr?­a y soltaba su lluvia con un chirrido tembloroso de trueno. ??Por qu?©? ??Por qu?© estaba haciendo esto? ??Por qu?© no la mat?? en lugar de torturarla primero? Sab?­a que no ten?­a ninguna posibilidad de salir corriendo. Tambi?©n era consciente del hecho de que ?©l iba a detenerla antes de que ella llegara a la seguridad, pero eso no impidi?? su precipitada carrera por ello. Kyou la observ?? acercarse a la aldea y decidi?? dejarla pensar que ten?­a media oportunidad de escapar por un minuto. S??lo lo har?­a mejor cuando la atrapara. Entonces otro olor lo golpe??. Sus hermanos. ??No! ????l no lo permitir?­a! Hab?­an fallado en protegerla y por eso, ahora se quedar?­a con ?©l sin importar qu?©. Su sangre noble lo exig?­a. Kyoko pod?­a sentir el repentino cambio en ?©l. Ella sinti?? el aura de Kyou cerr??ndose sobre ella y ella grit??, esta vez incapaz de retenerla. El sonido son?? como una campana de la muerte en todo el bosque como una mano sujet?? su boca y un brazo alrededor de su cintura se tens??, cortando su suministro de aire como una vez m??s se golpe?? contra su pecho. Sus pies estaban ahora colgando un par de cent?­metros del suelo. ***** Toya mir?? hacia el oscuro cielo nocturno justo cuando llegaban las primeras gotas de lluvia. Esta noche fue una mala noche... pod?­a sentirlo claro en su alma. Sus ojos coincid?­an con el color del rel??mpago que bailaba a trav?©s de la oscuridad mientras la tormenta se cerraba. Incapaz de dormir mientras Kyoko no estaba con ?©l, Toya hab?­a subido a una rama alta de un ??rbol en las afueras del pueblo para vigilar. Todo lo que pod?­a hacer era esperar hasta el amanecer y luego ir a su encuentro en los jardines de El Coraz??n del Tiempo. Si lo hiciera a su manera ... nunca se habr?­a ido a casa para empezar. El suelo tembl?? con un estruendo de trueno, pero los ojos de Toya se abrieron ... su o?­do capt?? un grito aterrorizado dentro de la tormenta. Ese grito le hab?­a quitado el aliento. ??Kyoko? ??Qu?© estaba haciendo aqu?­ a estas horas de la noche sin decirle primero? Sus ojos se volvieron instant??neamente hacia la plata fundida a medida que sus instintos protectores se aceleraban. Nunca la hab?­a o?­do asustarse, ni siquiera durante la batalla. El latido de su coraz??n vol?? cuando sus alas plateadas saltaron a la vida y se alej?? casi demasiado r??pido para que el ojo humano la detectara. ??Kyoko! El grito preocupado se desprendi?? de su garganta. ***** Shinbe estaba fuera de la caba?±a de Suki y ya no pod?­a dormir. Sus pesadillas no lo permit?­an. Su mirada de amatista se clav?? en el bosque que sosten?­a el portal El coraz??n del tiempo. Algo estaba mal, pod?­a sentirlo ... no ten?­a nada que ver con la tormenta que se avecinaba en el bosque. ??Kyou? ??Qu?© estaba haciendo Kyou tan cerca? Por un momento muy largo, la garganta de Shinbe se neg?? a trabajar y su respiraci??n se detuvo en su pecho mientras miraba a lo lejos. Pod?­a sentirla... Kyoko habia vuelto. Su pelo azul de medianoche se balanceaba en los vientos tempestuosos que tra?­an consigo el olor de la ira de su hermano y su pu?±o cerrado. No estaba sola... ??Kyou estaba con ella! Agarr?? su bast??n que estaba apoyado contra el marco de la puerta. Shinbe sab?­a que no ten?­a que llamar a los dem??s, ya pod?­a sentirlos detr??s de ?©l. Alas transl??cidas de amatista se extend?­an a su alrededor mientras sus pies dejaban el suelo. Kamui r??pidamente sigui?? el ejemplo, dejando un rastro de polvo multicolor a su paso. Kaen rugi?? a la vida levantando a Suki para unirse a la persecuci??n. ***** ??No! La voz de Kyou era severa como si la rega?±ara por algo que no aprobaba. No esta vez. Esta vez no lo negar?­an. Hab?­a querido tocarla antes, durante el calor de la batalla, pero nunca lo hab?­a hecho. Algo le hab?­a advertido que el contacto ser?­a peligroso para ambos, as?­ que se hab?­a refrenado. Esta vez apaciguar?­a su verdadera naturaleza. Su alma lo hab?­a plagado lo suficiente. Ella era el ??nico ser humano que se enfrentaba a ?©l en la batalla o en cualquier otro lugar y no correr con miedo. Apret?? los brazos para detener sus luchas. Sab?­a que sus hermanos la quer?­an ... pero Toya estaba enamorada de la sacerdotisa. Le hac?­a enojar porque su hermano estuviera cerca de algo que deseaba para s?­ mismo. Todav?­a no pod?­a entender por qu?© Toya no se hab?­a apareado con ella, sino que la hab?­a dejado libre e indefensa. ??No se dio cuenta de que el enemigo pod?­a llev??rsela? El mero pensamiento de que Toya la tomara como suya envi?? una ola de posesividad a trav?©s de sus brazos mientras la sosten?­a. Kyou sabia que Toya la hab?­a escuchado gritar por ayuda. Pod?­a sentir que el guardi??n de plata se acercaba a una velocidad alarmantemente r??pida. No s??lo le ense?±ar?­a a no salir sola por la noche ... tambi?©n le ense?±ar?­a a su hermano ingenuo una lecci??n por dejarla hacerlo. Con un r??pido pensamiento, cre?? un escudo que sab?­a que su hermano no pod?­a romper. Mir?? hacia abajo a la muchacha de ojos esmeralda, con el miedo que hab?­a causado. Kyou se quit?? la mano de sus labios s??lo para reemplazarla con sus labios ... cortando su grito. ??l reclam?? su boca en un beso duro, hambriento, implacable en su b??squeda. En cuanto la prob??, era demasiado tarde para devolverla. Kyoko al instante comenz?? a luchar contra ?©l, jadeando para respirar. ??Qu?© estaba haciendo? Ella nunca hab?­a sido besada antes y esto no era lo que ella hab?­a so?±ado como su primer beso. Ella grit?? contra sus labios s??lo para ser invadida. Kyou empuj?? su lengua en ella mientras sosten?­a su cara todav?­a, sus dedos entrelazados en su sedoso pelo casta?±o. Su otra mano se desliz?? hacia atr??s debajo de su falda acariciando la suave piel all?­ antes de encontrarse con el suave algod??n entre sus muslos. Mir?? fascinado mientras sus amplios ojos se cerraban instant??neamente y ella llorique?? en el beso. Kyou pod?­a sentir su confusi??n de desesperadamente queriendo que ?©l se detuviera, pero tambi?©n quer?­a m??s mientras ?©l daba vida a su cuerpo con sensaciones que nunca hab?­a sentido antes. Hab?­a muchas cosas que ?©l le ense?±ar?­a esta noche. Sus brillantes ojos dorados brillaron cuando una oleada de deseo blanco le dispar?? a trav?©s de ?©l y entre sus lomos mientras se apretaba contra la suave redondez de su cadera. No hab?­a querido llevarlo tan lejos ... ??qu?© hab?­a hecho? La adrenalina de Toya le proporcion?? velocidad hasta que su visi??n capt?? un tenue resplandor azul que proven?­a de la oscuridad del bosque. R??pidamente aterriz??, deteni?©ndose cuando los encontr??. Una barrera azul fluorescente rode?? a Kyou y su reh?©n, crepitando con peligrosa energ?­a. Lo que vio sus ojos lo destroz?? y lo llen?? de furia al mismo tiempo. -?? Kyou! Toya rugi?? de rabia. Moviendo las manos hacia abajo por los costados, sus dagas se deslizaron hacia la existencia. Agarrando las armas sagradas con firmeza, cruz?? las brillantes cuchillas. El poder dentro de las dagas gemelas puls?? a la vida causando una onda de choque a su alrededor ... enviando su cabello revoloteando y revelando la rabia que mostraba en su rostro. Toya rugi?? mientras se lanzaba contra la barrera y golpeaba sus hojas contra ella, s??lo para ser repelido hacia atr??s cuando los tornillos de energ?­a disparaban desde la superficie del escudo. Su cuerpo se estrell?? contra el tronco de un enorme ??rbol, deteniendo su vuelo. Gru?±?? mientras se deslizaba por la ??spera corteza. Recogi?©ndose de la suciedad, Toya observ?? airadamente mientras su hermano segu?­a besando a Kyoko. Entonces advirti?? que los m??sculos del brazo de Kyou se apretujaban ligeramente y segu?­a el movimiento hacia abajo a su mano. Al ver la mano de su hermano debajo de su falda, la rabia le golpe?? cuadrado en el pecho. Los movimientos musculares de su brazo s??lo pod?­an significar una cosa. Esa ira se amplific?? mientras su hermano continuaba, sabiendo que estaba observando. ??Kyoko! Toya pod?­a sentir la sangre de su guardia hervida mientras gritaba su nombre. Kyoko era suyo y no dejar?­a que Kyou la tocara de esta manera. ??Maldito bastardo! Otra vez una ola de energ?­a barrida a su alrededor, el env?­o de suciedad y escombros en los ??rboles de la onda de choque. La mente de Kyoko estaba atormentada mientras su cuerpo empezaba a traicionarla. Golpe?? a Kyou en todas partes con el pu?±o peque?±o que pod?­a aterrizar hasta que tuvo que agarrar el frente de su camisa para mantenerla porque las rodillas se debilitaban. Ella empuj?? contra su pecho tan fuerte como pudo, pero s??lo logr?? hacerle profundizar el embriagador beso y dar su acariciante mano m??s acceso. Oy?? que Toya gritaba su nombre y sab?­a que estaba lo suficientemente cerca para verla, pero Kyou no la solt??. El beso se hizo m??s exigente a medida que sus gemidos y movimientos fren?©ticos se hac?­an m??s intensos. Ella le ech?? una patada para que su pierna quedara atrapada entre la suya. Al frustrarse, trat?? de morderlo, pero tampoco funcion?? muy bien. No la estaba haciendo da?±o. En su lugar, lo que estaba haciendo se sent?­a tan bien. Ahora la acariciaba entre sus piernas con un agarre r?­tmico que la hac?­a sentir como si estuviera montando su mano ... era una tortura injusta. Nunca una vez hab?­a considerado a Kyou capaz de un beso ... mucho menos un tacto tan audaz. Para que fuera tan seductor fue ... el mismo pensamiento hizo que su mente y su cuerpo hicieran la guerra mientras ella todav?­a trataba de ganar su libertad. Kyou estaba disfrutando de su determinaci??n de luchar contra ?©l, pero pod?­a sentir que estaba confundida con su reacci??n al beso y al placer que le estaba dando. Su joven cuerpo intacto lo anhelaba incluso mientras luchaba contra ?©l con toda su pobre fuerza. Le dio a??n m??s satisfacci??n sabiendo que Toya estaba observando desde fuera del escudo que hab?­a creado a su alrededor. Pod?­a sentir su respuesta a su contacto y casi gimi?? mientras su cuerpo la traicionaba m??s. Sus gemidos cada vez m??s pronunciados como su lado sacerdotisa resplandeci?? a la vida ... el lado de su alma que pertenec?­a s??lo a los guardianes. Ella no hab?­a cedido. Ella todav?­a luch?? contra ?©l pero no import?? para la opci??n fue hecha. Lo hab?­a llevado demasiado lejos para volver atr??s. La mirada de Kyou se volvi?? para bloquear con la de Toya, queriendo que ?©l viera, para verlo despertar su pasi??n indomable. La expresi??n en la cara de Toya ... la mirada en sus ojos en ese momento. S?­, ahora su hermano sab?­a el precio que pagaba cuando apart?? los ojos de la que ?©l deb?­a proteger. En la mente de Kyou ... le sirvi?? a Toya el derecho de perderla as?­. Sus jadeos fueron suficientes para que casi pierda el control que estaba sujetando por un hilo. Era intoxicante por decir lo menos. Toya sabr?­a lo que se sent?­a al querer algo que su hermano ten?­a y saber que estaba fuera de su alcance. Kyou pod?­a sentir que sus luchas se debilitaban y sab?­a por qu?©, al sentir que intentaba evitar empujarse m??s contra su mano, donde el calor h??medo irradiaba de ella. Ten?­a la espalda arqueada y los ojos cerrados, las largas pesta?±as cubiertas por las mejillas encendidas. Justo cuando alcanz?? la cumbre de la monta?±a que ?©l la hab?­a forzado a subir, ?©l quit?? su boca de la suya dejando su grito seductor eco a su alrededor. El rostro de Kyou no conten?­a expresi??n, pero sus ojos brillaban mientras miraba, sintiendo la carne caliente de su cuerpo apretado contra el suyo. S??lo la hab?­a tocado ... tal pasi??n se ocultaba profundamente dentro de la sacerdotisa. La confusi??n de Kyoko se rompi?? cuando ella se sinti?? palpitar contra su mano y ella levant?? la cabeza para mirar a Kyou. Su aparici??n ang?©lica desment?­a su maldad. No era mejor que su t?­o Hyakuhei. Sinti?? que toda la fuerza de su ira mortificada anulaba cualquier temor que a??n tuviera. Levant?? la mano y le golpe?? con fuerza la mejilla, luego se calm?? cuando se dio cuenta de que probablemente hab?­a firmado su orden de muerte. Cuando el sonido del golpe se desvaneci??, Kyoko levant?? su barbilla desafiante mientras la lluvia zumbaba contra el escudo exterior de la barrera. "Te odio", sise?? mientras las humillantes lagrimas brotaban a sus ojos. Kyou no se vio afectada y no hizo ning??n movimiento para dejarla libre mientras su mirada se bloqueaba con su ahora enojada asustada. Le gustara o no, su sangre de guardi??n la hab?­a elegido y por eso ... ambos estaban condenados. A Kyou le gustaba el olor de su ira. Era como un afrodis?­aco para ?©l, pero sinti?? el caliente cuchillo de los celos mientras volv?­a su atenci??n hacia su hermano. Los ojos de Toya ahora estaban ocultos detr??s de los mechones de su pelo plateado de medianoche mientras los miraba. Sab?­a que no pod?­a romper la barrera que Kyou hab?­a creado, pero ?©l hab?­a o?­do sus palabras. Odiaba a Kyou y le tocaba liberarla de su esclavitud. -?? Kyou! La cara de Toya se levant?? para mostrar ojos plateados de rabia. "Somos sus protectores ... sus guardianes. ??Devu?©lvemela! ??Ahora! Su voz era ??spera y ronca dentro del sonido de la lluvia. Kyou segu?­a mirando a Kyoko. ??l desliz?? su palma contra su mejilla acariciando como sus ojos dorados aburridos en el suyo. -Tan posesivo -susurr?? como si hablara consigo mismo, todav?­a observando el fuego de sus ojos-. El hecho de que ahora le temiera a??n menos por su enojo le hizo sonre?­r interiormente. Volviendo su mirada a la de su hermano, los ojos de Kyou se estrecharon peligrosamente, pero su voz permaneci?? fr?­a y sin sentido. "Es demasiado tarde. Estaba relajado en su protecci??n de nuestra sacerdotisa para que ella estuviera sola en el santuario tan tarde por la noche." Kyoko intent?? alejarse de ?©l, pero su agarre se apret??. "??D?©jame ir, idiota!" Mir?? hacia atr??s por encima de su hombro a Toya que quer?­a gritar su nombre, necesitando su ayuda. Pero sus labios se mantuvieron sellados, no queriendo que los hermanos pelearan. Sab?­a que Kyou era fuerte, pero tambi?©n sab?­a si estaba enojado ... La fuerza de Toya era ilimitada. Una batalla entre ellos ser?­a demasiado peligrosa. Sin embargo, no pudo evitar la mirada suplicante que brillaba dentro de sus ojos de esmeralda ... esa sola mirada era un grito silencioso para que ?©l la ayudara. Como si estuviera leyendo sus pensamientos, Kyou la agarr?? de la barbilla y le devolvi?? la atenci??n a donde estaba. "Nunca," gru?±?? observando sus ojos ensancharse en alarma. Luego, tomando sus dedos en el pulso de su cuello, ?©l presion??, atrap??ndola mientras su cuerpo se le cay?? y ella silenciosamente se desliz?? contra ?©l. Casi se arrepent?­a de haberla dejado dormir ... casi. Toya sab?­a que su hermano era m??s fuerte, pero todav?­a ... no ten?­a derecho a tomarla. Pod?­a leer el extra?±o deseo en los ojos de Kyou mientras miraba a Kyoko. "??Qu?© crees que est??s haciendo? ??Demonios! Solo devu?©lvemela... Siempre la he protegido." Esper?? mientras su hermano lo miraba fijamente. Kyou pod?­a sentir lo que su hermano no pod?­a. El mal se estaba acercando a ellos en forma de Hyakuhei y sus secuaces. Esta ser?­a otra lecci??n para su querido hermano para aprender de la manera m??s dura. Toya solt?? su respiraci??n reprimida mientras sus manos se apretaban en pu?±o a los costados. ??En qu?© est?? pensando? ??Ella es nuestra sacerdotisa! Todav?­a no obtuvo una respuesta Toya susurr??: -Pens?© que dijiste que los humanos estaban debajo de ti ... ??por qu?© hiciste ... eso? El rostro de Kyou se mantuvo en calma y su voz se suaviz?? por un momento fugaz como si estuviera hablando con un ni?±o rebelde: -Si sacas los ojos de ella, entonces te quitar??n. Tu, hermano, no conoces el significado de la verdadera protecci??n. " Kyou ya hab?­a vuelto su atenci??n a la chica flaca en sus brazos. Su hermano la amaba pero nunca le hab?­a dicho, lo ir??nico. Amaba a su hermano pero ... ten?­a la intenci??n de robar ese amor. Lo quer?­a ... lo anhelaba y no se lo negar?­a. Sus orbes de oro se volvieron hacia Toya mientras su voz se endurec?­a. "Hyakuhei est?? cerca ... ??puedes sentirlo? Ella habr?­a estado en peligro. La dejaste sin tocar, sin marcar, desprotegida y sola ... esper??ndolo. No cometer?© el mismo error. Toya observ?? c??mo la sombra de las alas de oro de Kyou resplandec?­a en vida, destruyendo la barrera que los rodeaba al segundo momento en que las poderosas plumas tocaron su superficie. Grit?? en negaci??n cuando Kyou desapareci?? con Kyoko en su apretado abrazo. El sonido rebot??, no dejando nada m??s que el rugido de la tormenta que segu?­a asolando el bosque. Sab?­a que la hab?­a fallado por ahora, pero encontrar?­a una forma de liberarla de su hermano. Kyou estaba en lo cierto por rega?±arle por su falta de vigilancia sobre Kyoko, pero besarla ... tocarla as?­ ... y luego sacarla de su protecci??n. ??Por qu?©? La sangre de Toya herv?­a mientras el eco de la amenaza de Kyou resonaba en su mente. ??Desmarcado? Or?? para que Kyou no quiso decir que tomar?­a a Kyoko como su compa?±era s??lo para protegerla. Toya gru?±?? al pensarlo. ??Ni hablar!??? Grit?? al espacio vac?­o. ??l era el que siempre estaba a su lado, no Kyou. Kyou odiaba a los humanos y nunca hab?­a mostrado inter?©s en Kyoko. ??Por qu?© de repente har?­a algo tan precipitado? El aire que rodeaba a Toya se volvi?? vivo con la furia suprimida mientras sus poderes guardianes se elevaban peligrosamente con su ira. ??Kyou, maldita sea! ??No lo permitir?©! La voz de Toya se o?­a por todo el bosque. Cap?­tulo 3 "Descendiendo a la Oscuridad" Shinbe aterriz?? detr??s de Toya que hab?­a llegado justo cuando Kyou y Kyoko desaparecieron. Los otros descendieron detr??s de ?©l mientras observaban la poderosa aura de Toya expandi?©ndose a su alrededor en ondas azules fluorescentes. El rostro de Kamui mostr?? la conmoci??n de lo que acababa de presenciar como los reflejos morados dentro de su pelo indomable que se agitaba por los vientos de la explosi??n de Toya. Sus ojos parec?­an cambiar de color con cada latido del coraz??n que le sigui??. ??Kyoko? Su voz sonaba sin aliento mientras su labio inferior temblaba de rebeli??n. De sus alas transl??cidas brot?? un polvoriento polvo multicolores mientras los levantaba en un poderoso golpe, con la intenci??n de perseguir al que hab?­a quitado a Kyoko de ellos. Un destello de rel??mpago silueteaba las oscuras alas del enemigo mientras brillaba a la vida justo en el camino de Kamui. El largo cabello de medianoche de Hyakuhei se elev?? en la corriente causado por su repentino descenso. Sus ojos de ?©bano se bloquearon con Kamui haciendo que el guardi??n retrocediera en su precipitaci??n para rescatar a Kyoko. "Pobre ni?±o ... ??has perdido algo?" La voz de Hyakuhei conten?­a una nota de preocupaci??n, pero sus ojos de ?©bano daban sus verdaderas intenciones. Movi?©ndose hacia adelante, extendi?? la mano para tocar la mejilla p??lida de Kamui, s??lo para re?­rse cuando el guardi??n retrocedi?? varios pies para evitar el contacto. "Siempre tan asustadizo." Haciendo caso omiso del otro guardi??n que a??n est?? en el suelo, Hyakuhei acech?? al muchacho de ojos brillantes mientras se retiraba, "Ven ahora Kamui, ??c??mo vas a poder vencerme realmente ... si no tienes a tu sacerdotisa contigo?" Conoc?­a los temores del muchacho mejor que nadie. Sus labios insinuaban una sonrisa s??dica. Despu?©s de todo, el fue quien ense?±o a Kamui todos esos miedos. Kamui casi se atragant?? con el p??nico que estaba subiendo m??s alto por el momento. Ver el monstruo delante de ?©l era casi tan malo como sentir el monstruo escondido dentro ... del demonio de los sue?±os. Pod?­a sentirlo all?­ delante de ?©l, detr??s del rostro de su enemigo, los recuerdos de pesadillas que hac?­a tiempo hab?­a enterrado volvieron a perseguirle mientras luchaba contra el impulso de huir del hombre ante ?©l. Sintiendo el terror de Kamui inundar el ??rea Shinbe grit??: "??D?©jalo en paz, traidor!" Alzando su bast??n, utiliz?? su telekinesis para enviar un ataque de rocas y tierra a su t?­o y distraerlo el tiempo suficiente para que Kamui escapara. Con una ola de su mano, Hyakuhei cre?? una barrera para que los proyectiles rebotaran inofensivamente, sus ojos negros se volvieron hacia el guardi??n amatista en ira. "No interfiera con algo que no tiene conocimiento de su querido sobrino." Kamui cay?? al suelo, aterrizando en sus pies mientras empujaba los recuerdos oscuros hacia atr??s con la esperanza de que permanecer?­an ocultos por un tiempo m??s. Eran sus secretos para guardar y mantenerlos que deb?­a. Kamui parpade?? ... sus ojos volvieron a su normal estado brillante. Nunca recordar?­a lo que Hyakuhei le hab?­a atrevido a recordar ... volvi?? a mirar a los otros guardianes que deseaban que la mentira fuera verdad. Toya hab?­a visto lo suficiente y se quebr??. Con la velocidad m??s r??pida de lo que el ojo humano pudo detectar, Toya parec?­a desaparecer y reaparecer detr??s de Hyakuhei. Envolviendo su brazo alrededor del cuello del enemigo en un asalto de muerte, gru?±??: -??Y qu?© diablos crees que puedes hacer al respecto ... querido t?­o? Los ojos de Hyakuhei se convirtieron en rajas cuando se dio cuenta de que la ira de Toya hab?­a liberado el poder que igualaba el suyo propio. Viendo que Kamui hab?­a escapado de su alcance por ahora, sonri?? enga?±osamente. -??C??mo piensas detenerme cuando ni siquiera puedes proteger a una ni?±a peque?±a? -Ya perdi??. Sab?­a que todav?­a pod?­a torturar a la sacerdotisa con los recuerdos seductores escondidos en lo profundo de los sue?±os. El duende del sue?±o ver?­a que permanecieron vinculados. Tarde o temprano ... ella vendr?­a a ?©l de buena gana. Kyou no la tendr?­a por mucho tiempo. Incluso ahora pod?­a sentir su sue?±o ... esperando que se uniera a ella en sus sue?±os. Con una risa perversa, el cuerpo de Hyakuhei desapareci?? dejando a Toya una vez m??s gritar de rabia. ***** La oscuridad rode?? a Kyoko en su turbidez y de alguna manera ella supo que estaba una vez m??s dormida. La realidad se desvaneci?? en el fondo y se encogi?? interiormente, sabiendo que el sue?±o hab?­a encontrado una manera de continuar. Trat?? de luchar contra ella ... para despertarse para que no pudiera alcanzarla, pero la calma del mundo de los sue?±os era demasiado fuerte. El tiempo y el espacio no ten?­an sentido ya que el sue?±o se hizo real para ella. Kyoko se sent?­a caliente, casi demasiado caliente y la sensaci??n hac?­a dif?­cil para ella despertar. Luch?? para tratar de sacudir la oscuridad que la dejaba tan d?©bil y perdida. Moviendo sus dedos a su lado, sinti?? la suavidad de la piel. Se dio cuenta de que estaba acostada en alg??n tipo de piel. Abriendo los ojos, mir?? a un techo de piedra y dej?? que su visi??n la atravesara hasta los muros de piedra que la rodeaban. Estaba en una cueva de alg??n tipo. La luz parpadeaba en todos los colores a su alrededor desde un peque?±o fuego que estaba a s??lo unos tres metros de distancia. Fue realmente impresionante como s??lo el sue?±o podr?­a ser. Intent?? sentarse, pero instant??neamente se arrepinti?? del movimiento, recost??ndose tan despacio como pudo. Le dol?­a la cabeza y ella era d?©bil ... como si toda la fuerza acabara de ser zapped de ella. ??Qu?© hab?­a pasado? Sus labios se separaron cuando los recuerdos comenzaron a volver a ella. Esta vez se sent?? r??pidamente sin preocuparse por el dolor, pero a??n sosten?­a su cabeza en sus manos esperando conseguir su visi??n. Parec?­a que estaba profundamente dentro de la tierra debido a las formaciones de cristal a lo largo del techo y las paredes. S??lo hab?­a una entrada que pod?­a ver y era peque?±a, as?­ que el fuego estaba haciendo un buen trabajo de calefacci??n de la habitaci??n. Sin duda sin ella, la cueva habr?­a sido muy fr?­a. Cerrando los ojos otra vez y frot??ndose las sienes trat?? de pensar racionalmente. El Guardi??n del Coraz??n de Cristal Lo hab?­a destrozado para evitar que Hyakuhei lo obtuviera. Eso fue lo ??ltimo que record??. Al abrir sus ojos nuevamente, pudo ver con claridad. Mirando hacia abajo, se dio cuenta de que estaba tumbada en el pelaje del color de la medianoche. Kyoko gimi?? ... Hyakuhei la ten?­a. Ella lo sab?­a. ??Por qu?© otra cosa estar?­a tendida en lo que parec?­a ser una t??nica de piel negra dentro de un agujero en la tierra ... s??lo Hyakuhei podr?­a ser ese demente. Quer?­a llorar, pero sab?­a mejor, porque si ced?­a al miedo ... quiz??s nunca dejar?­a de llorar. Comprobando que su cuerpo hab?­a sufrido lesiones para mantener su mente fuera de sus miedos, se dio cuenta de que estaba sana y al instante se sinti?? mejor. Si Hyakuhei la iba a matar ... ya lo habr?­a hecho ... no? Ella se estremeci?? ante la persistente pregunta. Mirando a su alrededor, Kyoko se sinti?? mejor viendo que estaba sola. Si ella iba a tratar de escapar, ahora ser?­a el momento. S??lo esperaba que tuviera la energ?­a que tomar?­a para huir de la cueva sin que Hyakuhei lo supiera. Se arrastr?? sobre sus manos y rodillas y se estabiliz??. Se tom?? toda su fuerza s??lo para empujarse en una posici??n de pie. Luch?? contra la ola de mareo que la invadi??. ??Qu?© le hab?­a hecho? ??O era el rompimiento del cristal lo que hab?­a robado su resistencia. Se sent?­a como si estuviera perdida en un sue?±o y s??lo esperaba que fuera cierto. Ella no quer?­a ser un beb?©, pero dar?­a algo ahora mismo para que uno de los guardianes viniera a salvarla. Despu?©s de estar en un mundo lleno de demonios mientras ella hab?­a estado ... nada la asustaba mucho, pero en este momento ... ella estaba en silencio aterrorizada. Kyoko volvi?? su atenci??n a la entrada de la cueva. Mientras que era luz dentro de la cueva, parec?­a terriblemente oscuro en el otro lado de la abertura. Se acerc?? a la salida casi asustada de lo que encontrar?­a en el otro lado. Pod?­a sentir la diferencia de temperatura al llegar a la abertura. Incluso pod?­a sentir el fr?­o tratando de entrar en la c??lida habitaci??n y casi le hac?­a desear el calor de la piel negra en la que estaba acostada. Mirando hacia atr??s por encima del hombro, contempl?? regresar al calor, pero r??pidamente desterr?? la idea. "No", pens?? Kyoko obstinadamente mientras se frotaba los brazos para mantenerlos calientes. Hab?­a llegado tan lejos, no estaba a punto de darse la vuelta y regresar por ella. Adem??s ... era de Hyakuhei y necesitaba que parec?­a equivocado. ??l era el enemigo. Dio otro paso, que la llev?? a la puerta de la sombra, y ella ten?­a raz??n. Estaba tan oscuro. Kyoko levant?? los ojos para encontrar una peque?±a corriente de luz procedente de arriba. Por lo que ella pod?­a decir, estaba muy lejos de la superficie. Mirando la luz para no mirar hacia la oscuridad, not?? que deb?­a de ser ma?±ana. Con un suspiro tranquilo, se pregunt?? cu??nto tiempo hab?­a estado fuera de ?©l. Se mordi?? el labio inferior con la esperanza de que no hubiera dormido durante d?­as o algo as?­. La idea de estar sola a una milla bajo la tierra la estaba arrastrando y la idea de que Hyakuhei estuviera con ella aqu?­ abajo era algo m??s que espeluznante. Ella asinti?? con la cabeza para s?­ misma pensando: "Definitivamente es hora de escabullirse antes de que el diablo aparezca para arrojarme al fuego". Inhalando profundamente, ella estabiliz?? su miedo sabiendo que no ten?­a una alternativa ... pero ??c??mo se supon?­a que iba a volver a la cima? Kyoko dio otro paso en la oscuridad, con la esperanza de obtener una mejor vista, pero lo que sucedi?? despu?©s le quit?? el aliento. Ni siquiera pod?­a gritar. No hab?­a piso para que su pie tocara. Al instante perdi?? el equilibrio y estaba cayendo. Ella mir?? sin palabras el peque?±o rayo de luz que se hab?­a alejado de ella. Cerrando los ojos, Kyoko busc?? la luz mientras esperaba el impacto. Fuera de la oscuridad los brazos calientes la rodeaban para frenar su ca?­da. A ella no le importaba qui?©n fuera mientras no estuviera cayendo m??s. Su grito amortiguado reson?? en los muros de piedra mientras se aferraba a los hombros musculosos, su miedo fijado en darse cuenta de que podr?­a haber muerto. Pod?­a sentir el calor de la persona cuyos fuertes brazos la sosten?­an con seguridad contra un pecho ancho. Pod?­a o?­r algo que sonaba como alas blandas mientras sub?­an hacia la entrada de la habitaci??n de la que acababa de caer. Luchando contra el deseo de presionar m??s cerca del cuerpo que la hab?­a salvado, empez?? a concentrarse en lo mucho m??s ligeras que parec?­an las paredes. Cuando la luz se acerc??, Kyoko estaba casi demasiado asustada para mirar hacia arriba, sabiendo ya qui?©n la ten?­a, pero la curiosidad m??rbida le trajo los ojos de esmeralda a la cara unida a su l?­nea de vida. Sus temores fueron renovados. Su cara perfecta se volvi?? hacia ella mientras su largo cabello oscuro giraba alrededor de ellos en ondas. Si el mal ten?­a un nombre ... ese nombre ser?­a seducci??n. "Hyakuhei," su voz fue atada con alarma y gratitud al mismo tiempo. Era su culpa que estuviera aqu?­, pero tambi?©n ... no ten?­a que salvarla cuando cay??. ??Por qu?© hab?­a hecho eso? ??C??mo podr?­a luchar contra ese enigma? Una peque?±a brisa le golpe?? la espalda y se dio cuenta de que estaban cerca de la peque?±a cueva que hab?­a despertado originalmente. ??Hab?­a ca?­do tan lejos? Ella no dijo una palabra mientras sus pies aterrizaban en el suelo sin un sonido y ?©l llev?? su estilo nupcial de nuevo a la piel de piel y la sent?? abajo. Luego baj?? su cuerpo para sentarse frente a ella. Los nervios de Kyoko estaban en un nudo en el momento en que se estableci??. No le estaba ayudando que ?©l la mirara como si estuviera profundamente pensativo. Se mordi?? el labio inferior sabiendo que ser?­a in??til correr. Ella lo mir?? de nuevo como si lo estuviera examinando. Si ya no supiera lo malvado que era, habr?­a pensado en ?©l tan sorprendentemente hermosa como Kyou ... salvo que Kyou tuviera una coloraci??n clara, Hyakuhei ten?­a un color oscuro. Ambos hombres eran poderosos y muy peligrosos con miradas que pod?­an matar, pero ella sab?­a que no deb?­a dejarse llevar por la belleza seductora. Ella tambi?©n sab?­a no mostrar este miedo traidor de guardi??n. As?­ que estabilizando sus nervios, Kyoko levant?? un poco la barbilla y lo mir?? desafiante. "No tengo el cristal, ??por qu?© me trajiste aqu?­?" Se alegr?? de que su voz sonara m??s fuerte de lo que ella sent?­a y sac?? valor de ella. Hyakuhei ignor?? la pregunta de la sacerdotisa mientras ?©l la miraba por un momento. Esta chica le intrig?? en muchos niveles. Sab?­a que ten?­a un gran poder, pero tambi?©n sab?­a que no ten?­a idea de lo poderosa que era en realidad. Ni siquiera se dio cuenta de que su ca?­da se hab?­a ralentizado antes de que ?©l la hubiera cogido en sus brazos. Si la hubiera dejado caer, sin duda habr?­a aterrizado suavemente sobre sus pies. Su poder hab?­a crecido desde la ??ltima vez que se hab?­an encontrado cara a cara. Esta vez encontrar el Cristal del Coraz??n Guardi??n ser?­a m??s f??cil porque ella le ayudar?­a a localizar los fragmentos destrozados. Su error anterior hab?­a sido su obsesi??n con s??lo el cristal. Esta vez quer?­a tanto ... ella y el cristal. -??Por qu?© me tienes miedo? Hyakuhei susurr?? suavemente mientras levantaba su mano para tocar su mejilla y se sorprendi?? cuando apenas se estremeci??. Ella le estaba mostrando que no le ten?­a miedo, sin darse cuenta de que pod?­a oler su miedo cuando ?©l extendi?? la mano para tocarla. Ten?­a raz??n al asustarse, pero ?©l la har?­a olvidar esos temores. Con el contacto de la piel y sus amplios ojos mirando a los suyos, ?©l entr?? en su mente, d??ndole la sensaci??n de comodidad y seguridad. Ya le hab?­a puesto hechizos antes, pero siempre los hab?­a roto. Esta vez ser?­a un hechizo que la dejaba sin sentir ning??n peligro y que no tendr?­a ninguna causa para liberarse de ella, aunque probablemente lo har?­a si se esforzaba lo suficiente. Esta era la esclavitud de un demonio vampiro que hab?­a tomado recientemente en su alma. Las comisuras de sus labios sensuales aparecieron en un tono de sonrisa mientras curiosamente lo miraba y su olor de miedo retroced?­a. Kyoko deber?­a haber sabido mejor que dejar que la tocara, pero ella estaba haciendo todo lo posible para no mostrar miedo. Mientras su coraz??n le lat?­a en los o?­dos, empez?? a sentirse extra?±a. Todav?­a no hab?­a tratado de herirla y por alguna raz??n ... comprendi?? que no eran sus intenciones en absoluto. Se sent?­a segura con ?©l y tambi?©n se sent?­a somnolienta. Ella volvi?? su mejilla en la palma de su mano y baj?? las pesta?±as. "Hyakuhei," Susurr??, contenta de que ya no estuviera sola dentro de la cueva. ??l la sinti?? neum??tico y se arrastr?? m??s cerca para poner suavemente su espalda en el suave pelaje de medianoche. Se pos?? sobre su cuerpo y se qued?? mirando su visi??n. "Es a m?­ a quien amar?? Kyoko ... mi tacto, mi voz ... mi beso." ??l baj?? sus labios a los de ella mientras ella se quedaba dormida ... Esta noche dejar?­a que su cuerpo y mente durmieran y ?©l mantendr?­a contacto con ella para fortalecer el v?­nculo del esclavo. ??l le har?­a querer que llegara al punto de dolor f?­sico, as?­ que no tendr?­a m??s remedio que buscarlo y alimentarlo. Se acost?? a su lado, atrayendo su cuerpo entre sus brazos, inhalando su olor. ??l sonri?? para s?­ mismo sabiendo que era tan inocente ... s??lo una mujer-ni?±o realmente. No ten?­a ganas de cambiar eso esta noche. Su cuerpo se tens?? alrededor de ella posesivamente. Era pura y ajena al hecho de que ahora estaba bajo su control mientras dorm?­a dentro de un sue?±o. ??Era suya! A varios kil??metros de distancia, Hyakuhei se lanz?? y se volvi?? mientras so?±aba con el mismo sue?±o que Kyoko ... el demonio de los sue?±os ahora los ten?­a a ambos dentro de sus garras y ni siquiera lo sab?­an. El demonio se ri?? en silencio ante el caos que hab?­a creado. Oh, sin duda estaba bajo el control de Hyakuhei, pero su mente permanec?­a intacta. Por cu??nto tiempo todav?­a era un desconocido y trat?? de atacar a su carcelero mientras pod?­a. El fragmento de cristal dentro del esp?­ritu de los maestros del sue?±o le dio el poder de mirar profundamente dentro de Hyakuhei ... tan profundo que pod?­a ver a trav?©s del Coraz??n del Tiempo y en otra realidad. Mundo pasado o futuro ... no importaba porque era la verdad y lo usar?­a contra el oscuro que lo hab?­a encadenado. ??l alimentar?­a los recuerdos tanto a Hyakuhei como a la sacerdotisa para que ellos supieran la derrota no una vez ... sino dos veces. Esta era la tierra de los demonios y los demonios siempre deb?­an ganar. ***** Kyou sostuvo con cuidado a Kyoko en sus brazos aunque ella estuviera dormida. Hab?­a puesto cierta distancia entre Hyakuhei y la sacerdotisa, pero de alguna manera ... era como si Hyakuhei estuviera a la distancia de ella. Su sangre guardi??n rugi?? en respuesta a estos pensamientos mientras ?©l la manten?­a un poco m??s apretada para s?­ mismo. Levantando una mano para cubrir su mejilla, sinti?? que el calor extra?±o comenzaba a extenderse a trav?©s de ?©l cuando ella volvi?? su cara ligeramente en su palma. Sus ojos dorados se endurecieron cuando susurr?? un nombre en su sue?±o. Hab?­a dicho el nombre del enemigo con tanta ternura. Con un gru?±ido enfurecido, Kyou trat?? de mirar en su mente para ver lo que estaba so?±ando, pero encontr?? una barrera que lo manten?­a alejado del sue?±o. Su mirada se estrech?? ... la barrera de un demonio de sue?±os? ??C??mo se atreve Hyakuhei a construir un v?­nculo con Kyoko usando un demonio humilde? Sus labios se diluyeron con el conocimiento de cu??nto poder ten?­a el demonio de los sue?±os dentro de su encantamiento. Deteni?©ndose en el aire, Kyou envi?? una ola banid de poder ps?­quico directamente a la barrera y sonri?? helado cuando oy?? el grito d?©bil del maestro de sue?±os como lo dej?? su mente. Pod?­a sentir la mancha de Hyakuhei dejarla como su sue?±o lleg?? a un final abrupto. S??lo pod?­a esperar que Hyakuhei estuviera completamente despierto, con sudor fr?­o ... y con dolor. Kyou la acerc?? a su rostro para poder verla mientras volaba hacia la barrera velada que ocultaba su castillo. Otros s??lo ve?­an un bosque sombr?­o cubierto de parras estranguladas y la lluvia, pero ?©l conoc?­a la ilusi??n. Cerrando los ojos, susurr?? palabras secretas y el m??rbido paisaje cambi?? cuando un agujero en la barrera oculta se abri?? ... permiti?©ndole entrar. La ilusi??n se cerr?? detr??s de ?©l. El encanto hab?­a vuelto a sellar su hogar del inquieto mundo de los demonios. La propia barrera fue un golpe de genio creado por su padre Tadamichi para evitar que los enemigos no deseados atacaran. En el extremo sin embargo, Kyou descubri?? el prop??sito verdadero de la barrera ... para evitar Hyakuhei de volver a casa. Era un castigo apropiado hace tanto tiempo, Kyou hab?­a presenciado a su t?­o de pie justo afuera, mirando y deseando ... no ... tener que pasar m??s all?? y agarrar el poder que Tadamichi hab?­a dejado atr??s. Vol?? sobre los exuberantes terrenos que rodeaban su palacio, entrando en una ventana abierta en uno de los pisos superiores, sus pies aterrizaban en silencio sobre el suelo de m??rmol de su interior. Con gracia, sus pasos no hicieron ning??n sonido mientras caminaba hacia el lado de la habitaci??n que conten?­a una almohada lo suficientemente grande como para que una docena de personas pudieran dormir. Inclin??ndose, Kyou la deposit?? suavemente sobre la suave almohada s??lo para mirarla fijamente. ??Por qu?© la hab?­a tomado? Sab?­a por qu?© ... "porque la quer?­a". Eso hab?­a sido suficiente. Sab?­a cuando Kyoko despert?? que lo odiar?­a. Kyou no quer?­a que ella lo odiara. De nuevo se pregunt?? por qu?© le importaba tanto lo que pensaba de ?©l. ??Desde cu??ndo hab?­a querido algo que ya no le pertenec?­a? Gru?±?? suavemente, enfad??ndose con sus propios pensamientos enredados. ??C??mo pod?­a lograr que ella estuviera de acuerdo en quedarse aqu?­, con ?©l, sin tener que luchar con ella cada paso del camino? Este era un nuevo obst??culo para el se?±or del reino demon?­aco. Si hubiera sido alguien m??s causando estos pensamientos para atormentarlo, ?©l solo los destruir?­a y seguir?­a con su existencia. Pero ... ella era su sacerdotisa ... ?©l era su guardi??n. El no deseaba matarla. No quer?­a lastimarla en absoluto. S??lo quer?­a tenerla cerca. Esta noci??n lo sorprendi??. Har?­a un trato con ella. S?­, ella le mostrar?­a lo que ?©l quer?­a saber. S??lo entonces ?©l la dejar?­a ir ... Si todav?­a quer?­a irse y ?©l se asegurar?­a de que no lo hiciera. El hecho de que Hyakuhei se hubiera metido en sus sue?±os hace unos momentos aument?? su necesidad de mantenerla cerca. Su ??nica preocupaci??n en este punto era el poder del maestro de sue?±os ... ??era lo suficientemente fuerte como para romper la barrera que rodeaba su casa? ??La magia antigua ser?­a suficiente para protegerla? No ten?­a idea de cu??nto peligro estaba realmente. Los ojos dorados de Kyou se movieron hacia su rostro al sentir que su pulso se aceleraba. Ella despertaba. Se sent?? en la almohada a su lado y esper??. Primero, tratar?­a de calmar sus temores. Entonces y s??lo entonces ser?­a capaz de pasar al siguiente paso ... mantenerla a su lado sin importar el costo. Kyoko sinti?? como si estuviera en una nube y la confund?­a. Su mano se movi?? a trav?©s de algo muy suave y se pregunt?? si ella estaba so?±ando de nuevo ... Hyakuhei la hab?­a besado tan suavemente. ??Por qu?© la hab?­a besado? Sus ojos se abrieron s??lo para abrirse cuando la primera cosa que vio fue Kyou sentada a su lado, parec?­a un ??ngel congelado que hab?­a perdido sus alas. Unos ojos dorados y sin emociones la estaban clavando en el lugar donde estaba acostada. Las semejanzas entre su sue?±o y su realidad eran desalentadoras por decir lo menos. R??pidamente mir?? a su alrededor notando el suelo de m??rmol negro y las paredes de piedra. Su primer pensamiento fue que esto era como la cueva s??lo mejor. Parec?­a lo que ella siempre imaginaba que ser?­a el interior de un castillo. Los grandes tapices cubr?­an partes de las paredes que le daban un toque m??s c??lido, junto con la almohada de oro y negro que estaba tendiendo. Su atenci??n volvi?? a Kyou notando que no hab?­a movido un m??sculo. De nuevo el recuerdo de su pensamiento anterior volvi?? a atormentarla ... Es tan peligroso como Hyakuhei. ??C??mo podr?­a alguien tan hermoso ser tan malvado? La oscuridad de la habitaci??n hizo que su aura pareciera brillar de una forma perturbadora, como si se estuviera burlando de sus pensamientos. Una vez m??s, la misma sensaci??n de nudos en su est??mago volvi?? justo como en el sue?±o. Cerr?? los ojos con fuerza, apret?? las manos sobre la almohada y rez?? para que esto fuera s??lo otro sue?±o ... que despertar?­a de nuevo en la estatua de soltera y Toya estar?­a de pie sobre ella gritando por su estupidez por volver en medio de la noche . Cuando sus ojos se abrieron se trag?? con miedo, comprendiendo que esto era muy real. Cuando habl??, la asust?? tanto que se estremeci?? ante la melanc??lica voz. Sus ojos de esmeralda se ensancharon ante la reacci??n sabiendo que acababa de estropear de nuevo mostr??ndole miedo ... esto no era bueno. "No te har?© da?±o ... si te comportas." Kyou la mir?? inexpresivamente a los ojos esperando su reacci??n a sus palabras. ??l sonri?? entonces interiormente cuando ella lo mir??. "Bien." Pens?? para s?­ mismo. Ella no iba a gritar por miedo a ?©l ... al menos mientras ella todav?­a estaba tan enojada. Kyoko le lanz?? pu?±etazos mientras recordaba lo que hab?­a hecho ... y justo all?­ delante de Toya de toda la gente. ??C??mo pudo haber hecho tal cosa? Levantando la barbilla, Kyoko sise??, "??Y qu?© te hace pensar que alguna vez me comportar?­a?" Kyou casi se perdi?? cuando la demanda sali?? de sus labios rosados. Por los dioses, estaba decidida a desafiarlo hasta el final. A pesar de su antipat?­a inicial con ella, ten?­a que saber que no era su deseo terminar con su existencia. Si ese fuera el caso, ella habr?­a muerto en sus manos en su primera reuni??n. Su desaf?­o estaba calentando su sangre de nuevo ... forz??ndolo a hacer un esfuerzo f?­sico para concentrarse en la tarea a mano. Los ojos de Kyoko de repente cayeron de los suyos. No pod?­a competir con la intensidad de su mirada. En ese momento no. No con el coraz??n latiendo tan fuerte. La extra?±a mirada de sus orbes de oro la asustaba m??s que luchar contra el propio Hyakuhei. "Te comportar??s si quieres volver a Toya ya los otros guardianes", dijo con confianza como si declarara un hecho. ??l entrecerr?? su mirada mientras sus ojos se acercaban a los suyos. As?­ que ... ella pens?? que iba a discutir, ??verdad? Ciertamente lo esperaba. Si tuviera algo que ver con eso ... nunca volver?­a a mirar a Toya. "??Qui?©n crees qu?© eres?" -pregunt?? levant??ndose de rodillas delante de ?©l. "Pusiste tus manos en m?­ ... me tocaste en maneras que yo no quer?­a. No me importa lo que quieras o que tengas que decir, me llevas de vuelta a Toya, t?? ... ??Pervertido! " Kyou de repente se inclin?? hacia adelante haciendo Kyoko caer de nuevo en su posici??n original y sabore?? el olor mixto de su miedo y emoci??n. "Te quedar??s aqu?­ conmigo hasta que yo considere lo contrario. Si tus llamados Guardianes no pueden estar all?­ para protegerte, entonces no merecen la responsabilidad ." El temperamento de Kyou brill?? cuando record?? lo cerca que hab?­a llegado a la muerte de los demonios que hab?­a destruido antes de tomarla. Esto fue para su propio bien. Si no la hubiera encontrado a tiempo, estar?­a con Hyakuhei en este momento en lugar de estar bajo su protecci??n. Los labios de Kyoko se separaron confundidos, "??Por qu?© quieres que me quede aqu?­ contigo?" Fue entonces cuando se dio cuenta de lo cerca que estaba mientras se inclinaba sobre ella. Ella observ?? c??mo respiraba y parpade?? ... por un momento, parec?­a que su camisa se volv?­a casi transparente a la luz. Mentalmente sacudiendo su cabeza, ella encontr?? su mirada esperando una respuesta a su pregunta. Antes de que Kyou pudiera responder, la puerta de la habitaci??n se abri?? y dos ni?±os peque?±os corr?­an sonriendo y riendo. Parec?­an tener alrededor de seis a?±os. Los chicos ten?­an un pelo rubio ind??mito que se detuvo justo por encima de sus hombros. Eran gemelos id?©nticos. Kyou se sent?? bruscamente, moment??neamente, con la expresi??n de alguien con la mano atrapada en el frasco de galletas. Kyoko ni siquiera sab?­a que la mirada estaba incluso en su repertorio. Ella sab?­a que nunca lo olvidar?­a ... ??d??nde estaba una c??mara cuando realmente lo quer?­as? Inclin?? la cabeza hacia un lado sabiendo que eran ni?±os y gemelos humanos. ??Por qu?© estaban aqu?­ ... con ?©l? "Kyou, has vuelto." Ellos gritaron su nombre mientras corr?­an m??s cerca. Notando a Kyoko se detuvieron, sus ojos se ensancharon con t?­mida curiosidad. "Kyou, ??se queda ella?" Se volvieron ojos azules claros para mirar a Kyou. Kyoko observo a Kyou. Ni siquiera mir?? a los gemelos peque?±os mientras ?©l les respond?­a. "Hiroki, Hiraru," dijo con una voz inexpresiva. ???S?­. Vino las respuestas dulces. "Ella se queda. Ahora d?©janos por el momento." La fr?­a y calmada voz de Kyou no perturb?? a los gemelos mientras sonre?­an a Kyoko y luego corri?? hacia delante, cerrando la distancia entre ellos. Kyoko esperaba ser atacado. Sus ojos se abrieron de sorpresa cuando se detuvieron para alcanzarla y se subieron al regazo de Kyou, abraz??ndolo por todo lo que val?­an la pena. Una vez m??s, la expresi??n en el rostro de Kyou no ten?­a precio, lo que la hac?­a preguntarse cu??nto sab?­a realmente de ?©l. Los gemelos se echaron a re?­r cuando Kyou abruptamente gru?±?? profundamente en su pecho antes de darse la vuelta y saltar fuera de la habitaci??n. Kyoko mir?? de nuevo a Kyou. -??Por qu?© est??n contigo? Simplemente se par?? delante de ella, elegante y exasperantemente hermosa. Pens?? que no responder?­a y se sorprendi?? cuando lo hizo. "Ellos quieren quedarse ... y yo los dejo", respondi?? con la misma mirada en blanco que le hab?­a dado antes. Alz??ndose sobre ella, Kyou not?? la expresi??n de sorpresa que cruz?? su rostro. Su mirada se desliz?? por sus mejillas para hacer una pausa en sus labios ... labios llenos, casi putos. Kyoko no supo qu?© pensar de su respuesta. -??Por qu?© los dejas cuando odias a los humanos? Le encantaba ver moverse los labios. Kyou se acerc?? a Kyoko, a unos cent?­metros de su rostro. No son lo suficientemente inteligentes como para temerme. Su voz era baja y suave. Sus ojos se levantaron de sus labios que se impon?­an en los suyos. Kyoko trag?? saliva, inclin??ndose un poco hacia atr??s, pero la almohada no permit?­a demasiado espacio para hacerlo. ??Qu?© quer?­a decir ... que no era lo suficientemente inteligente como para tener miedo de ?©l? Pod?­a decir que ?©l no le har?­a da?±o, as?­ que ella no se apart?? de ?©l. -Entonces, ??por qu?© estoy aqu?­? Ella levanto una ceja. -Porque tampoco eres lo suficientemente inteligente como para tener miedo de m?­ -su voz se hizo m??s suave mientras observaba su rostro tan cerca del suyo. Le sorprendi?? lo mucho que sus emociones se mostraron en su rostro. Kyoko quer?­a inclinarse un par m??s de pulgadas tratando de crear espacio entre ellos. -??Quieres que tenga miedo de ti? -pregunt?? levantando una ceja molesta. Inhal?? cuando sus ojos parec?­an brillar extra?±amente a??n m??s dentro de la habitaci??n oscura. De repente olvid?? lo que hab?­a llevado a esta conversaci??n. "Mientras tu comportes, no tendr??s ni una raz??n para temerme. Por ahora, "??l extendi?? su mano para tocar su mejilla s??lo para bajar lentamente cuando ella repentinamente retrocedi?? fuera de rango. La luz de la ventana detr??s de ?©l reflejaba dentro de sus ojos. ??Se daba cuenta de lo seductora que se ve?­a con su inocencia infantil y sus melanc??licos labios? Se apart?? de ella, su mirada se estrech?? una vez m??s. Kyoko lo mir?? con curiosidad. "Kyou ... ??por qu?© estoy realmente aqu?­? Necesito volver a los otros guardianes y continuar cazando a los talismanes desaparecidos ". No pod?­a decir lo que estaba pasando con ?©l y estaba empezando a asustarla oficialmente. Todav?­a no le respond?­a y las mariposas en su est??mago se reproduc?­an mientras esperaba. Despu?©s de un minuto de verlo mir??ndola, Kyoko finalmente puso su mano sobre la almohada y se empuj?? hasta una posici??n de pie. Kyou estaba tan tentada a dejar que se inclinara hacia ?©l, pero despu?©s de tratar su cuerpo con tanta seducci??n antes, sab?­a que hacerlo romper?­a cualquier tipo de confianza que hubiera ganado. Se inclin?? hacia atr??s y la dej?? ponerse en pie. Sinti?©ndose un poco fuera de equilibrio tratando de ponerse de pie sobre la almohada de gran tama?±o, Kyoko puso sus manos para equilibrarse mientras miraba desafiantemente hacia ?©l. "De acuerdo... Si no hay raz??n para estar aqu?­, quiero volver." Ella fue a dar un paso pero antes de que supiera lo que pasaba, ella estaba de espaldas mirando a Kyou enojado. -Bueno ... al menos s?© que su rostro no es de piedra -pens?? para s?­-. Kyou hab?­a agarrado los tobillos de Kyoko y cuando aterriz?? ?©l la hab?­a empujado hacia ?©l. ??l estaba instant??neamente encima de ella, mirando hacia abajo en su rostro. Sus manos estaban apretadas contra su pecho y ?©l pod?­a sentir el poder del cristal dentro de sus palmas pero ella no lo solt??. ?«Bien?», pens?? para s?­. "??Crees que te tom?© por nada? ??Estabas en peligro y ni siquiera lo sab?­as! " Le inform?? sombr?­amente. "Peligro," Kyoko casi le gru?±??. "??Estaba bien hasta que apareciste!" Respir?? con fuerza tratando de calmar su temperamento y su coraz??n r??pidamente palpitante. No quer?­a hacerle da?±o, pero ella no se ir?­a todav?­a. Alguien ten?­a que mantenerla a salvo y no confiaba en que sus hermanos hicieran eso despu?©s de su negligencia. -No te ir??s hasta que aprenda lo que necesito saber de ti. -??Qu?© quieres aprender de m?­? Kyoko apret?? sus manos contra su duro pecho y lo empuj??, tratando de hacer que ?©l retrocediera para poder sentarse de nuevo. Cuando descubri?? que no iba a moverse, ella lo mir?? con frustraci??n. Estaba empezando a perder la paciencia con el ?«pr?­ncipe del hielo?», pens?? para s?­, haciendo que una leve sonrisa hist?©rica cruzara sus facciones. Las yemas de sus dedos hormigueaban con su poder y ella lo retuvo ya que ?©l no hab?­a hecho ninguna amenaza real para ella ... todav?­a. Kyou volvi?? a mirar las emociones cruzar su cara con asombro, aunque no mostr?? ninguna evidencia de ser sorprendido. ??l puso sus manos sobre sus hombros y le dio un ligero temblor. -Eso... quiero aprender eso. Kyoko frunci?? el ce?±o. ??De qu?© diablos estaba hablando? ??l la sacudi?? otra vez, "Y eso, quiero saber eso." "??Qu?©?" Ella le grit??, enfad??ndose. Kyoko le dirigi?? una extra?±a mirada pregunt??ndose en silencio si hab?­a perdido la cabeza en serio. -S?­ eso, todo eso y esto tambi?©n. ??l la atrajo hacia ?©l y le cort?? los labios con los suyos en un beso abrasador. Kyoko jade?? cuando ?©l la tom?? por sorpresa y desliz?? su lengua m??s all?? de sus labios trayendo su cuerpo m??s cercano al suyo, sabore??ndola. En su p??nico ... el poder del cristal se desvaneci?? y ella empuj?? contra ?©l, pero su fuerza no ten?­a voluntad real. Kyou escogi?? esta vez para liberarla cuando sus luchas cesaran. ??l hab?­a hecho su punto incluso si ?©l era el ??nico que lo entendi??. Su mirada nunca se apart?? de su rostro mientras ella ca?­a de nuevo contra la almohada, sus mejillas enrojecidas. La imagen quedar?­a impresa para siempre en su mente. Sus pechos suben y bajan con cada respiraci??n profunda. Sus labios se separaban ligeramente. Su largo cabello casta?±o oscilaba alrededor de ella en olas. Era el aspecto de seducci??n inocente ... haciendo que sus lomos se apretaran y se hincharan. Ya era suya ... s??lo que ella no lo sab?­a. Kyoko le puso la parte de atr??s de la mano en los labios en un intento de impedir que hiciera tal cosa de nuevo. Ahora estaba enfadada. Ella no entend?­a. ??Quer?­a saber qu?© de ella? -??De qu?© me est??s hablando? ??Que quieres que te ense?±e? Ella hizo las preguntas con una voz temblorosa sintiendo como si estuviera tratando de arrastrarla a su locura. Cuando no obtuvo una respuesta lo suficientemente r??pida, levant?? una ceja molesta y gru?±??: -Vamos a dar un salto. Luego se pas?? la mano por la boca, como si quisiera borrar la sensaci??n de su beso. Perdiendo su paciencia con ella, se volvi?? para salir de la habitaci??n. ??Por qu?© no lo entend?­a? ??Por qu?© no vio que ?©l quer?­a conocerla? No pod?­a liberarla ahora ... sin protecci??n de Hyakuhei. El enemigo se hab?­a puesto tan cerca de ella que ahora estaba obsesionado con sus sue?±os ... ?©l no lo permitir?­a. Kyoko le grit??. -??Me quiero ir! ??D?©jame ir! ??Si no s?© lo que quieres de m?­, entonces no puedo ayudarte! " Ella lo observ?? mientras ?©l se deten?­a, su espalda se puso r?­gida, pero ?©l no se volvi?? para mirarla. Kyou sab?­a lo que quer?­a de ella, pero por ahora, esto tendr?­a que hacer. -Quiero que me ense?±es tus emociones humanas. Caminaba hacia la puerta. "Quiz??s entonces??¦ Voy a entender por qu?© me molesta proteger a uno." ??l se fue, cerrando firmemente la puerta detr??s de ?©l. Una vez en el pasillo fuera de la habitaci??n, se apoy?? contra la madera de la puerta. "Eso fue ... extra?±o", pens?? con una ceja levantada. R??pidamente se enderez?? y mir?? a su alrededor para asegurarse de que nadie hab?­a presenciado su momento de debilidad. Kyou permaneci?? all?­ un momento, pensando. Si pudiera hacer que se quedara ... aunque fuese s??lo por un tiempo, tendr?­a tiempo de intentar que ella lo amara. Era hora de admitir lo que estaba haciendo ... al menos admitirlo para s?­ mismo. S??lo quer?­a tenerla cerca. Por una vez en su larga vida, quer?­a algo que pose?­a su hermano Toya. Quer?­a que la sacerdotisa fuera suya ... quer?­a ser el que la protegiera. ??Era esto lo que ellos llaman amor? Sus ojos se oscurecieron de forma atractiva. En el fondo ... conoc?­a las emociones, pero s??lo ?©l era consciente de ese hecho. Simplemente no hab?­a tenido una raz??n para aprovecharlos en tanto tiempo que se hab?­an quedado dormidos. ??l sonri?? en secreto. Si ella quer?­a dejarlo ... entonces primero, ella tendr?­a que llegar a conocer al verdadero ?©l. Primero, ?©l quer?­a saber qu?© era el amor humano y ella ser?­a la que le mostrara. Para hacerlo ... tendr?­a que enamorarse de ?©l. Su sangre alta ya la hab?­a elegido como su compa?±ero y no pod?­a cambiar eso. No importa cu??nto luchara contra ?©l ... s??lo luchar?­a m??s duro. Los ojos de Kyou se iluminaron con la idea de que ella se acercara a ?©l de buena gana. Quer?­a sentir todas esas emociones. Sab?­a por qu?© su padre y sus hermanos pensaban que los seres humanos eran tan interesantes ... dignos de protecci??n. Pensaban que todos y cada uno de ellos eran diferentes y de alguna manera intrigantes. Le resultaba f??cil ignorar a la mayor?­a de los humanos ... pero no a la sacerdotisa. Ella era el enigma entre los humanos. Hab?­a pasado mucho tiempo desde que el se?±or del reino de los guardianes esperaba cualquier cosa .... Pero esta fue una batalla que no ten?­a la intenci??n de perder. Cap?­tulo 4 "Doble Problema" Kyoko se sent?? en las almohadas mirando la puerta que hab?­a cerrado con fuerza unos segundos antes. Sus pensamientos se congelaron por la raz??n por la que dijo que estaba all?­. Kyou quer?­a que le ense?±ara emociones humanas? ??Por qu?© el pr?­ncipe del hielo quer?­a conocer las emociones humanas? ??Y por qu?© querr?­a aprender de ella? Levant?? la mano a sus labios sintiendo todav?­a la sensaci??n de hormigueo que le hab?­a causado su beso. Los ojos de Kyoko se estrecharon mientras ella bajaba la mano pensando. Pero una cosa es segura. Kyou ya conoce dos emociones ... enojo y presunci??n. ***** Hiroki y Hiraru abrieron la puerta, buscando a la chica bonita. Nunca hab?­a habido ni una ni?±a en el castillo o al menos una que hubieran visto. Hab?­a pasado mucho tiempo desde que hab?­an visto a otro ser humano entre ellos. Estaban tan acostumbrados a ver a Kyou que nunca se hab?­a dado cuenta de que estaban perdiendo nada hasta ahora. Ahora no pod?­an mantener a raya su curiosidad. Mir??ndose el uno al otro cuando no vieron nada inmediatamente, se inclinaron hacia adelante un poco m??s para ver completamente la almohada en la que la chica hab?­a estado acostada. Al ver que ella segu?­a all?­, se revolvieron casi cayendo sobre s?­ en el proceso. Los ojos de Kyoko se iluminaron considerablemente cuando vio a los gemelos. Eran tan adorables y otra vez se pregunt?? c??mo alguien como Kyou podr?­a tener a estos dos hermosos ni?±os en su compa?±?­a. Simplemente no encajaba con su fr?­a personalidad. En su apuro a su lado, uno de ellos tropez?? pero afortunadamente aterriz?? en el borde de la almohadilla en vez del piso de m??rmol implacable. Kyoko no pudo evitarlo y se ech?? a re?­r, cogi?©ndolo en sus brazos y coloc??ndolo de nuevo sobre sus pies. Observ?? c??mo el otro gemelo corr?­a y abrazaba a su hermano. Sus mejillas estaban apretadas juntas, mir??ndola con id?©nticas sonrisas. Eran tan adorables y le recordaban a su hermanito cuando era peque?±o. "Ten cuidado," Kyoko amonest??. -No debes atravesar pisos tan resbaladizos. -Me llamo Kyoko. "Hiya Kyoko. El es mi hermano Hiroki ... " "Y ?©l es mi hermano Hiraru." Terminaban las frases uno del otro. "Es muy agradable conocerte," Kyoko asinti??. "Eres muy bonita," dijo Hiraru en voz baja. Kyoko chill?? mentalmente a su ternura pero lo mantuvo adentro. "Gracias Hiraru, debo decir que ustedes dos son muy guapos tambi?©n." Ambos se sonrojaron dulcemente y Kyoko estaba encontrando m??s dif?­cil evitar abrazar la vida de ellos. Mir?? hacia la puerta y luego hacia ellos. -??Sabes d??nde est?? Kyou? Hiroki y Hiraru se miraron unos a otros. "Creo que le cae bien", susurr?? Hiroki. Los labios de Kyoko se separaron pero no sali?? nada y se sonroj??. "Sus mejillas son rojas", dijo Hiraru. "Las mejillas de mam?? siempre se pon?­an rojas cuando pap?? la abrazaba. ??Crees que Kyou abraz?? a Kyoko? " Kyoko resisti?? el impulso de caerse y enterrar su rostro en la almohada. -Ha hecho m??s que abrazarme -prosigui?? la idea. Tratando de distraerse not?? las manchas de suciedad en las manos del ni?±o y sonri??. Los muchachos ser?­an muchachos y parec?­a que estos dos hab?­an estado jugando afuera. Kyoko se estir?? y levant?? la mano de Hiroki haci?©ndola girar hacia arriba. ??Has estado jugando en la tierra? Ella gui?±?? un ojo. "Necesitamos tomar un ba?±o ahora", Hiraru le inform?? sabiendo que Kyou nunca ten?­a manos sucias. Los gemelos le miraban y quer?­an ser como su h?©roe. -??Vendr??s a tomar un ba?±o con nosotros? Kyoko neg?? con la cabeza. -No creo que sea una buena idea. Ella vacil?? cuando los gemelos tomaron una mano e intentaron empujarla a sus pies. "A Kyou no le importar??", dijo Hiroki. "Una vez que ve lo bonito que eres cuando est??s limpio tal vez te abrace." Los ojos de Kyoko se abrieron de nuevo y ella gimi?? mentalmente. Ella no quer?­a que Kyou la abrazara ... ella quer?­a que Kyou la dejara ir. Ah?­ es cuando realmente se dio cuenta de ella ... los ni?±os no sab?­an que estaba siendo mantenida en contra de su voluntad. Los peque?±os gemelos le sonrieron inocentemente, empuj??ndola hacia la puerta. Su decisi??n de quedarse donde estaba destrozada cuando vio sus sucios pies descalzos. Se pregunt?? qui?©n se ba?±aba y cuidaba de ellos. Todas las peque?±as cosas que su madre sol?­a hacer por ella, que daba por sentado, no se hab?­an dado a estos hermosos chicos. Kyoko no sab?­a qu?© hacer, asinti?? y sigui?? a los ni?±os por la puerta y por el pasillo. En el momento que era una ventaja s??lo para salir de esa habitaci??n. Hab?­a grandes tapices y pinturas revestimiento de las paredes ... m??s de unos pocos Kyoko no habr?­a importado tener una mirada m??s atenta pero ella no estaba a punto de hacer una cita. Ella ten?­a un motivo ulterior ... encontrar una manera de salir del castillo y volver a Toya. Las diminutas manos que sosten?­an las suyas continuaron tir??ndola por el pasillo hasta un conjunto de escalones de espiral de m??rmol blanco. La escalera era tan empinada Kyoko apret?? su agarre en las manos de los ni?±os no queriendo verlos viajar y caer en su prisa. En el fondo la condujeron a trav?©s de un juego de puertas dobles. Kyoko sinti?? el cambio de temperatura y humedad ... parpade?? sorprendida y mir?? a su alrededor con los labios entreabiertos. La habitaci??n era enorme, con una fuente de agua caliente que borbotaba c??modamente en el centro del piso de piedra. La piedra se extend?­a hasta las paredes donde estaba forrada con cojines suaves y esponjosos, creando un ambiente muy c??modo. Bajo las circunstancias adecuadas ... podr?­a haber sido considerado rom??ntico. Despu?©s de la pared, ella estir?? el cuello notando que subi?? por el centro del castillo, conduciendo a diferentes alas y dejando entrar la brisa y el sol. Si llov?­a, estar?­a mojada ahora mismo. -Bueno, al menos esto est?? m??s cerca de estar fuera de lo que era -mir?? hacia abajo y sonri?? cuando ambos muchachos la miraron con curiosidad-. "Es hermoso," asinti?? ella sin querer preocuparlos con sus propias divagaciones. Kyoko record?? a Toya una vez le dijo que Kyou viv?­a en un ambiente lujoso ... esto solo lo confirm??. No sab?­a cu??n grande era el castillo, y no estaba segura de querer averiguarlo. Ya estaba bastante mal que estaba teniendo problemas para recordar c??mo lleg?? a esta habitaci??n. Siguiendo su l?­nea de visi??n de regreso a la primavera, ella not?? all?­ donde los materiales blandos para el secado y el vapor que se levanta del agua caliente. Ella hab?­a llegado a amar absolutamente las peque?±as aguas termales que a menudo se encontraban en este mundo pero esto era ... lo mejor desde pan rebanado. De alguna manera, era incluso mejor que lo que ten?­a en su mundo moderno. Parec?­a casi demasiado bueno para uso general y se pregunt?? si esto era la zona de ba?±o personal de alguien. Ella se estremeci?? cuando la idea de que ?©ste pudiera ser el ba?±o privado de Kyou entr?? en su mente. Echando un r??pido vistazo alrededor para estar seguro, ella respir?? un suspiro de alivio al determinar que ?©l no estaba en ninguna parte. Kyoko mir?? nervioso a Hiroki ya Hiraru. ??Se supone que estamos aqu?­? Sonrieron, saltando de un lado a otro con entusiasmo. "??Quer?­amos que Kyoko viniera con nosotros como mam?? sol?­a hacer!" Con eso ... los gemelos precedieron en desnudarse y correr al agua, riendo de placer. Kyoko dej?? caer la mand?­bula. -??Como hac?­a mam??? Parpade?? varias veces pregunt??ndose c??mo dos ni?±os tan dulces e inocentes hab?­an sobrevivido sin su mam?? y c??mo hab?­a terminado viviendo con el pr?­ncipe de hielo. ***** Kyou caminaba de un lado a otro dentro de las paredes de su habitaci??n pregunt??ndose qu?© iba a hacer con Kyoko. No estaba preocupado por Toya y los dem??s, pero el hecho de que Hyakuhei se hab?­a acercado tanto a ella no le hac?­a feliz. Si no hubiera llegado a ella primero, ??qu?© habr?­a pasado? Sacudiendo la cabeza, gru?±?? ante la pregunta. Sab?­a exactamente lo que habr?­a pasado. Hyakuhei la habr?­a seducido y luego la habr?­a utilizado para reunir el talism??n y abrir un portal en su mundo. Todav?­a pod?­a recordar la suavidad de su voz mientras dec?­a el nombre de Hyakuhei mientras dorm?­a. Ese solo pensamiento bast?? para que quisiera volar furioso. Su t?­o no merec?­a tocar ... nunca tocar?­a lo que era suyo. Dej?? de pasearse y mir?? al espacio. Si ... le gust?? mucho el sonido de eso. El ??nico problema que enfrentaba en ese momento era ganar m??s de su confianza y hacerle ver que ?©l era el ??nico que jam??s tendr?­a la capacidad de protegerla de la manera en que estaba destinada a ser protegida. Para que pudiera lograr esto, necesitaba mantenerla a su lado y asegurarse de que permaneciera as?­. Sab?­a que pod?­a obligarla a quedarse, pero tambi?©n se dio cuenta de que eso s??lo la har?­a odiarle. Hab?­a trabajado la mayor parte de su vida manteniendo a los humanos a distancia, pero Kyoko ... no quer?­a que estuviera lejos. Si nunca abandonaba el castillo, entonces el mal nunca podr?­a alcanzarla. ??l quer?­a que ella quisiera permanecer voluntariamente, como los gemelos. Una sonrisa muy breve adorn?? sus labios pensando en los ni?±os humanos que hab?­a acomodado dentro de su casa. La expresi??n desapareci?? cuando su mente volvi?? al pasado ... mantener a los gemelos hab?­a sido un accidente. Los humanos que hab?­an estado varados en este mundo, hace milenios, tuvieron que luchar contra los demonios de este mundo para sobrevivir. Pero a menudo fueron asesinados en edades tempranas debido a su debilidad, por lo que la poblaci??n no hab?­a crecido mucho. Los que sobrevivieron a la edad adulta a menudo pasan toda su vida luchando contra los demonios que plagaron este mundo. Los guardianes y los seres humanos m??s fuertes en este mundo trataron de mantenerlos protegidos, pero no siempre pod?­an estar all?­ en el momento adecuado. Tal era la situaci??n con los gemelos. No mucho despu?©s de que el cristal del coraz??n del guardi??n hubiera sido destrozado, Kyou hab?­a o?­do hablar de un pueblo cerca de su castillo atacado por los subordinados de su t?­o y sab?­a que deb?­a haber un talism??n all?­ para que Hyakuhei mostrara tal inter?©s. Adem??s de eso, el pueblo estaba dentro de su territorio y por lo tanto bajo su protecci??n. Por desgracia, por razones que todav?­a no hab?­a descubierto, no hab?­a sentido que los demonios se acercaran hasta que era demasiado tarde. Cuando Kyou lleg??, el pueblo estaba bajo ataque de varios demonios de fuego en el aire. Los gemelos hab?­an sido los ??nicos que quedaban y eso era s??lo porque sus padres los hab?­an escondido en una cueva bajo su choza. ??No hab?­a o?­do sus gritos bajo el refugio ardiente ...? A Kyou le resultaba dif?­cil pensar en esa parte de la misma que le llevaba constantemente a un estado confuso. Habi?©ndolos sacado de los restos, se hab?­a dado cuenta de que los gemelos hab?­an sido adornados con un collar hecho a partir de los pedazos destrozados del cristal del coraz??n de la guarda. Los ojos azules cristalinos del gemelo hab?­an emparejado el color de la joya que colgaba alrededor de su cuello mientras que gritaban para la familia que se hab?­a tomado de ellos. Hab?­a permanecido all?­ mirando alrededor del pueblo destruido mientras los gemelos se aferraban a sus piernas, ocultando sus rostros contra ?©l. Kyou hab?­a pensado que era extra?±o que ambos fragmentos hubieran estado en forma de una l??grima ... ??qu?© ir??nico al mirar alrededor del pueblo que hab?­a sido asesinado dejando atr??s la misma raz??n por la que hab?­a sido demolido. ??Acaso el cristal guardi??n del coraz??n hab?­a escondido a los ni?±os de los monstruos que hab?­an venido por ellos? Teniendo en cuenta la naturaleza desconocida del cristal y los muchos secretos que conten?­a ... no le habr?­a sorprendido. Sabiendo que otros vendr?­an por los collares contaminados, Kyou r??pidamente quit?? los fragmentos de sus cuellos. Trat?? de convencerse repetidamente de que era parte de su deber como guardi??n proteger el talism??n pero, de nuevo, la emoci??n constantemente influy?? en sus decisiones. M??s tarde, mirando hacia atr??s en el evento, tuvo que dejar de asociarse a s?­ mismo ya sus hermanos con los gemelos. Como los ni?±os, ellos no ten?­an familia excepto el uno al otro. Ya estaba ocultando sentimientos por Kyoko, le hab?­a hecho curioso acerca de los humanos, as?­ que cuando los gemelos intentaron caminar detr??s de ?©l ... queriendo seguirlo ... ?©l se dio cuenta de que ellos tambi?©n morir?­an sin su ayuda. Algo en los rostros con l??grimas y en la forma en que lo miraban hac?­a que su pecho se sintiera tenso y pesado ... ?©l no los dejar?­a. La decisi??n tomada, se hab?­a vuelto y los hab?­a arrastrado en sus brazos y los hab?­a llevado a casa detr??s de las paredes donde los demonios no pod?­an encontrarlos. Vigilar?­a a los hermanos humanos y aprender?­a el secreto de por qu?© el cristal del coraz??n guardi??n proteg?­a tal raza. Sacudiendo los recuerdos de su mente, sac?? la cadena de su camisa y ech?? un vistazo a la esfera que descansaba all?­. Los fragmentos del cristal que hab?­a tomado de los ni?±os. Lo elev?? hasta el nivel de los ojos para ver c??mo las peque?±as gotas de l??grimas flotaban dentro de la barrera que les hab?­a dado. Tales hermosas hilachas de cristal azul que parec?­an nadar en un mar de l??grimas que hab?­an causado. L??grimas que sab?­a que los gemelos todav?­a perd?­an por su familia perdida, aunque ven?­an menos a menudo que antes. Ocasionalmente, mientras descansaba, uno o ambos intentaban arrastrarse a la cama con ?©l para dormir. No comprend?­a este aspecto de la comodidad, pero lo permiti??, curioso. Desliz??ndose el collar de nuevo en su escondite, Kyou se retir?? de nuevo a la habitaci??n que hab?­a colocado Kyoko en y abri?? la puerta. Sin pisar un pie dentro, pod?­a sentir que la habitaci??n estaba vac?­a y su furia creci??. No le hab?­a dicho que era libre de irse. Su expresi??n se endureci?? ... Tendr?­a que aprender su lugar si quer?­a protegerla. Inhal?? lentamente, detectando el olor de los gemelos que se mezclaban con los suyos. Camin?? sobre pies silenciosos hacia uno de los dos balcones que bordeaban el pasillo justo fuera de su habitaci??n. ??ste condujo al centro del castillo y mir?? hacia abajo hacia las aguas termales que yac?­an dentro. Al verla nuevamente, Kyou sinti?? que su ira se enfriaba. No hab?­a huido como hab?­a pensado por primera vez. ??l silenciosamente la observ?? desde las sombras mientras hablaba con los hermanos. ***** Kyoko camin?? hasta el borde de la fuente caliente cerrada, todav?­a indeciso sobre si deber?­a o no estar aqu?­ viendo a los gemelos ba?±arse o tratando de encontrar una salida del castillo por completo. Ver la felicidad despreocupada de los ni?±os alivi?? sus preocupaciones durante unos minutos. Mientras estuvieran con ella nada pasar?­a ... ??verdad? Dejando que su mente se relajara, se sent?? en el revestimiento de piedra que rodeaba el agua caliente, peg??ndose los pies mientras miraba al conjunto de gemelos humanos. Todav?­a ten?­a curiosidad por saber c??mo vinieron los ni?±os a estar aqu?­, con Kyou. "Hiroki, Hiraru, ??d??nde est?? tu mam?? y pap???" Los gemelos dejaron de salpicar y se volvieron hacia Kyoko con una inclinaci??n hacia sus peque?±as cabezas. "La aldea fue atacada y todos desaparecieron en las llamas". Hiroki tom?? un pedazo de tela de un lado, lo sumergi?? en un taz??n de fuente en el lado del resorte, y comenz?? a frotar su peque?±o cuerpo. Kyoko se sorprendi?? al ver que hac?­a espuma mientras se frotaba la piel. Entonces, ??los padres del gemelo estaban muertos? -??C??mo has venido aqu?­ para estar con Kyou? Vio c??mo Hiraru se dirig?­a a ella sonriendo. Su peque?±a cara se inclin?? hacia Kyoko y ella pudo ver el calor en sus ojos. "Los demonios nos habr?­an llevado tambi?©n, pero Kyou los detuvo y ahora nos quedamos con ?©l". Se dio la vuelta y salpic?? el agua de Hiroki, deshacerse del jab??n mientras continuaba respondiendo a su pregunta. Los demonios no pueden encontrarnos ahora. Ni siquiera pueden ver este lugar, Kyou lo dijo. Kyoko vio c??mo Hiroki luchaba por mojar el cabello de Hiraru y ensuciarlo. Entonces??¦ Kyou los hab?­a salvado y ahora los miraba como un padre? Kyoko enarc?? las cejas con confusi??n. Eso no sonaba como el Kyou que hab?­a llegado a temer. Su mirada se suaviz?? por un segundo pregunt??ndose si realmente lo conoc?­a. -??Un pr?­ncipe de hielo con coraz??n? Ella se ri?? de su propia broma. Viendo la corriente de jab??n que se dirig?­a hacia los ojos de Hiraru, Kyoko decidi?? ofrecer su ayuda. -??Quieres que te ayude a lavarte el cabello? Cuando los ni?±os asintieron y se echaron a re?­r, Kyoko se puso nerviosa y se quit?? la ropa, luego se desliz?? al agua para ayudarlos, ignorando completamente el hecho de que en el momento se supon?­a que estaba tratando de encontrar un camino de regreso a los otros guardianes y lejos del guardi??n que se hab?­a convertido en su c??rcel. ***** "??C??mo se supon?­a que iba a saber que Kyoko regresar?­a a trav?©s del portal del tiempo en medio de la maldita noche?" Toya grit?? en el cielo como si Kyou todav?­a pudiera o?­rlo. Le hab?­a llevado a Shinbe un rato s??lo para conseguirle esta calma. Al principio, se sintieron aterrados cuando los rastros de rojo comenzaron a filtrarse en los iris de Toya. Cuando Toya empez?? a destruir ??rboles selectos a su alrededor, hab?­an decidido retroceder un momento y dejar que trabajara algo de su ira en lugar de dejar que se acumulara a un nivel tan peligroso. "Y Hyakuhei apareciendo as?­ ... ??podr?­a haber sido secuestrada!" Toya sigui?? enfureciendo en confusi??n mientras sus ojos se volv?­an plateados de ira luego se reflejaban en el oro mientras la preocupaci??n volv?­a a su mente. Volvi?? a mirar el lugar donde Kyou la hab?­a sujetado dentro de la barrera contra su voluntad. ??Qu?© es lo que quiero decir? Ella fue secuestrada. -??Maldita sea! Gru?±?? ?©l con nostalgia. Shinbe era el contrario de Toya ... se mantuvo en calma ante la sacerdotisa desaparecida. ??Secuestrado o salvo? Pregunt?? mientras su mano se apretaba en su personal con incertidumbre. ??En qu?© estaba pensando Kyou? Estaba seguro de que hab?­a algo m??s en esta historia de lo que Toya les dec?­a. Su mirada de amatista observaba cada movimiento de Toya con la esperanza de que su maldito lado demon?­aco se quedara latente. Lo ??ltimo que necesitaban era que la sangre demon?­aca de Toya se hiciera cargo y empeorara la situaci??n. "Kyou nunca ha sido conocido por ser amable ... incluso cuando realmente estaba ayudando. Tal vez la tom?? s??lo para mantenerla a salvo hasta que Hyakuhei se haya ido." Toya cerr?? el pu?±o sabiendo que los dem??s no hab?­an visto lo que hab?­a visto. No quer?­a dec?­rselo. De alguna manera ... decirlo en voz alta lo hizo mucho m??s cierto, pero ten?­an derecho a saber lo que su hermano mayor estaba haciendo. Kyou no la traer?? de vuelta. ?????Por qu?© no? Kamui habl?? por primera vez desde que Hyakuhei hab?­a desaparecido. Es un guardi??n ... uno de nosotros. ??Por qu?© no la traer?­a de vuelta? Suki escuch?? en silencio mientras los hermanos intentaban arreglarlo todo. Todav?­a estaba en estado de shock con el hecho de que Kyou hab?­a aparecido en absoluto. Hasta ahora, hab?­a estado bastante fuera de esta guerra como si no fuera su problema. Sus esperanzas se elevaron ante la idea de que tal vez ahora hab?­a decidido ayudar, pero las siguientes palabras de Toya la hicieron encogerse de temor. -Porque ?©l la quiere a s?­ misma ... el bastardo ego?­sta la quiere por s?­ misma. Nunca ha tocado a otra mujer que haya visto as?­ ... lo que significa que probablemente la ha elegido para su compa?±era. Toya dej?? de pasearse y se dio cuenta de lo que acababa de decir. Sus ojos cambiaron de nuevo a oro puro mientras los levantaba para mirar a los otros. La mand?­bula de Shinbe se cay?? y los ojos de Suki eran del tama?±o de platillos, pero era Kamui el que m??s le preocupaba. Los ojos de Kamui se ocultaban detr??s de un pelo p??rpura indomable mientras el chico miraba al suelo, pero Toya pod?­a ver sus dedos cerrados en pu?±os. Toya comenz?? a dar un paso adelante pero se calm?? cuando Kamui dio un paso atr??s. ??No me toques! La voz de Kamui hab?­a cambiado y el sonido le dio a todo el mundo una sensaci??n muy inc??moda. ??Kamui? Toya apret?? los dientes esperando que Kamui pudiera sostenerlo por ahora. El muchacho era el m??s inocente de todos, pero s??lo porque hab?­a elegido olvidar la verdad sobre su propio pasado. -No te quedes dormido Kyoko -susurr?? Kamui advertido, sabiendo el peligro en el que estaba si Hyakuhei y el demonio de los sue?±os pudieran llegar tan lejos. Los charcos dejados atr??s por la lluvia parec?­an brillar con tonos l?­quidos moteados alrededor de Kamui. "Hyakuhei la quiere ... Kyou la quiere ... ??qu?© los hace mejores que todos los demonios que la quieren?" La voz de Kamui se estremeci?? cuando su pelo indomable se balance?? en el viento que parec?­a soplar s??lo a su alrededor. De repente, la sombra detr??s de Kamui adopt?? una forma diferente, haciendo que los otros retrocedieran. Con un estallido de energ?­a que ondul?? el aire y el agua a su alrededor, Kamui grit??: "??No pueden simplemente tomarla de m?­!" Una lluvia de glitter cay?? de las alas transl??cidas que aparecieron rebelde a trav?©s de su parte posterior. Finalmente, levantando sus ojos llenos de l??grimas, Kamui mir?? a los dem??s mientras las puntas de sus alas adquirieron un ominoso tinte oscuro. Sacudi?? la cabeza mientras su voz se volv?­a peligrosamente suave. "Padres ... hermanos ... no importa. No pueden tenerla." Los guardianes protegieron sus ojos del destello de luz que sal?­a de donde estaba Kamui. Cuando bajaron los brazos ... Kamui no estaba a la vista. "??Por qu?© tengo la sensaci??n de que no fue tras Kyoko?" Shinbe continu?? pregunt??ndose por la extra?±a oscuridad que hab?­a aparecido en las puntas de las alas de Kamui. Eso no fue una buena se?±al. Las palabras que Kamui hab?­a hablado, "padres y hermanos" enfriaron el alma de Toya y confirmaron su destino. -??Porque se ha ido tras Hyakuhei! Los hombros de Shinbe se derrumbaron en la derrota. "Voy a ir despu?©s de Kamui, vas a encontrar a Kyoko. En este momento, Kamui necesita la voz de la raz??n y yo soy el mejor para el trabajo en este momento. " Suki observ?? c??mo ambos se alejaban en diferentes direcciones como si se olvidara de ella. Entonces vio a Kaen a su lado. "Supongo que deber?­amos regresar a la caba?±a y esperar a que regresen". Ella se encogi?? de hombros sabiendo que ella s??lo reducir?­a a Shinbe si intentaba seguirlo. Se volvi?? para alejarse, pero not?? que Kaen no se hab?­a movido. Retrocediendo por delante de ?©l, sus labios se abrieron de admiraci??n. Kaen ten?­a l??grimas en los ojos mientras miraba hacia la direcci??n en que Kamui y Shinbe se hab?­an ido. ***** Hyakuhei entr?? en las c??maras de la cueva en la que se hab?­a alojado. Este era el escondite perfecto ... profundo en el suelo mientras lo buscaban por encima. Sus transl??cidas alas negras sacud?­an la tensi??n del vuelo y luego se retiraban como si nunca hubieran estado all?­. Mir?? alrededor de la majestuosa belleza de la cueva ... aqu?­ es donde ?©l la traer?­a. Estaba justo debajo de sus narices y ni siquiera lo sab?­an. Hyakuhei se sent?? sobre la t??nica de piel negra que hab?­a esparcido cerca de la hoguera para reconsiderar su estrategia. Kyou hab?­a arruinado sus planes de capturar a la sacerdotisa mientras ella estaba sola en los jardines de El Coraz??n del Tiempo ... pero los planes cambiaron. Ahora que s??lo estaba con uno de los guardianes en lugar de todos ellos, no ser?­a tan dif?­cil acertarla. Sus ojos se oscurecieron con intenci??n mientras buscaba la misma cosa que le hab?­a hecho saber que hab?­a estado sola cerca del santuario de soltera. Al igual que en el sue?±o ... el plan podr?­a haber sido el mismo. Pod?­a sentir el demonio de los sue?±os dentro de ?©l incluso cuando los otros demonios estaban en silencio. Estaba esperando que se durmiera. Hyakuhei cerr?? los ojos recordando los demonios de pesadilla que hab?­a alcanzado en el pasado. Hab?­a usado sus pesadillas para torturar a otros y hacerles experimentar sus peores temores ... ahora el enga?±o le fue devuelto diez veces. Ser capaz de compartir esta tortura con la sacerdotisa hab?­a convertido esta debilidad en un arma. Hyakuhei sostuvo el espejo de las almas dentro de su pu?±o enojado. Al ver s??lo su reflejo mir??ndolo fijamente, exigi?? saber el paradero de la sacerdotisa desaparecida. El espejo s??lo le mostraba la imagen de ramas retorcidas y el clima tempestuoso. ??Por qu?© Kyou llevar?­a a la sacerdotisa a un lugar que parec?­a cubierto de desesperaci??n? Sab?­a que el espejo pose?­do s??lo pod?­a decir la verdad, pero al mismo tiempo ... Hyakuhei sab?­a que ment?­a sin saberlo. Llam?? mentalmente a varios de sus servidores demon?­acos para que hicieran lo que ?©l quer?­a ... envi??ndolos en busca de su verdadero escondite desde que eran prescindibles. Sab?­a que la fortaleza de Kyou estaba en alg??n lugar de las tierras del norte. El castillo hab?­a desaparecido de la existencia durante la guerra entre ?©l y su hermano Tadamichi. Los demonios que envi?? a esa zona har?­an estragos en las aldeas y sacar?­an al se?±or guardi??n. Le permitir?­a a Kyou, sin saberlo, llevarlo a la sacerdotisa a la que estaba protegiendo. Mientras miraba hacia el cristal contaminado, el reflejo cambi?? ... pero no por su control. Los ojos de Hyakuhei se endurecieron cuando una visi??n de polvo multicolor cubri?? el espejo en se?±al de advertencia. ???As?­ que Kamui, ??qu?© har??s? -pregunt?? justo cuando Kamui se enfocaba en el espejo. Los ojos del chico se volvieron para mirarlo directamente como si supiera que estaba siendo observado. "??Me est??s buscando? Ten cuidado con lo que deseas. Advirti?? Hyakuhei. "No padre ... Es usted quien debe tener cuidado ", Kamui sise?? en represalia. "As?­ que ... ??has entregado los recuerdos?" Hyakuhei acerc?? el vaso a su rostro mientras las comisuras de sus labios aparecieron en una peligrosa sonrisa. "Kamui ... si realmente quieres mantener a tu sacerdotisa, entonces debes unirme. Toma tu lugar correcto a mi lado y la haremos olvidar a los otros guardianes juntos. Kamui se detuvo en el aire sabiendo exactamente lo que su padre hab?­a querido decir. "No soy nada como t?? o tus monstruos. Un d?­a los demonios en los que prosperas se convertir??n en tu padre ... piensas que eres t?? el que los controla. Te mientes a ti mismo, incluso cuando est??s perdiendo. Ambos pod?­an o?­r el eco de la risa mientras el maestro de los sue?±os luchaba contra sus restricciones. Kamui sab?­a que sus poderes estaban confinados en lo m?­stico y eso era algo que no pod?­a ser controlado ... incluso por Hyakuhei. "T?? me perteneces ... no ellos", Hyakuhei sise?? a la imagen. -Esa es una verdad que ni siquiera puedes enterrar para siempre. "??Nunca traicionar?© a mis amigos!" Kamui grit?? cuando rompi?? el v?­nculo entre ?©l y su padre. Hyakuhei lanz?? el espejo al fuego cuando explot?? de la ira de Kamui. Los fragmentos se convirtieron en plata l?­quida y se deslizaron sobre la le?±a. Se juntaron en un charco y lentamente se transformaron en la forma familiar, endureci?©ndose en el espejo encantado ... como si nunca se hubiera roto. Hyakuhei se recost?? en el oscuro pelaje mientras restos de brillos coloridos brillaban dentro de la cueva. "As?­ que, tus poderes han crecido. Veremos a Kamui ... ya veremos. ***** Kyou se apoy?? en el balc??n, mirando hacia abajo las aguas termales que hab?­a encerrado en el centro de su castillo. Sus ojos todav?­a estaban encerrados en su perdida y encontrada sacerdotisa. Parec?­a feliz por el momento y se le ocurri?? ... ella pertenec?­a aqu?­. Sinti?? que su sangre empezaba a calentarse cuando Kyoko empez?? a desnudarse. ??l observ?? c??mo se levantaba su pecho firme mientras se pon?­a la camisa por encima de la cabeza ... sus ojos comenzaron a brillar con oro l?­quido. Sus nudillos se pusieron blancos mientras su agarre se apret?? sobre las barandillas. Cerr?? los ojos por un breve instante intentando presionar el impulso de ir hacia ella. Cuando volvi?? a abrirlos, casi gru?±??. ??En qu?© estaba pensando? Estaba completamente desnuda. Kyou lo observ?? mientras ella entraba en el agua tibia. Ella lo intrig?? con su inocencia. ??Por qu?© tuvo este efecto sobre ?©l cuando ning??n otro humano lo hizo? Nadie hab?­a vuelto la cabeza, pero aqu?­ estaba ... deseando un ser humano y s??lo Kyoko lo har?­a. ??C??mo podr?­a ser tan puro e inconscientemente seductor al mismo tiempo? Ella era la encarnaci??n de la belleza envuelta en un peque?±o paquete humano. Gru?±?? bajo en su garganta. ??Qu?© pasar?­a si uno de los sirvientes que viv?­an dentro de su castillo la atravesara? Ella, sin saberlo, se hab?­a expuesto a cualquiera de los sirvientes que pasaban. Kyou envi?? un mensaje silencioso a todos dentro de su castillo para evitar las aguas termales o que sufrir?­an su ira como resultado de desobedecer. Si supiera que alguien la hab?­a espiado antes ... no habr?­a escapatoria de su ira. No deber?­a haber venido al ba?±o sin su permiso. Claro, era verdad que los criados dentro de su castillo permanec?­an ocultos, porque no le gustaba verlos a menos que los llamara. A??n as?­, el cuerpo de Kyoko no ser?­a visto por nadie m??s que por ?©l. Tendr?­a que ense?±arle a comportarse. Un fantasma de sonrisa le hel?? los labios mientras observaba. Una vez que Hiroki termin?? de ba?±arse, el ni?±o quer?­a ayudar a Kyoko a lavarse el pelo. As?­ que Kyoko lo dej??. Ten?­a que bajarse en el agua hasta el cuello para poder alcanzar los largos cabellos casta?±os. La sensaci??n de sus dedos peque?±os frotando su pelo y cuero cabelludo la envi?? a un estado muy relajado. Hiraru pronto se uni?? a ellos y Kyoko trat?? de no re?­r mientras discutieron qui?©n iba a enjuagarse. Finalmente, Kyoko resolvi?? su discusi??n dunking bajo el agua. Cuando volvi?? ella fue recibida con ruidos llorones adorables. Ella volvi?? a re?­r y sonrieron brillantes antes de comenzar una guerra de chapoteo entre s?­. Kyoko se movi?? al otro extremo de la fuente y se sent?? en un afloramiento rocoso bajo el agua para observarlos. Su mente estaba a gusto durante un corto tiempo mientras escuchaba el eco de las voces de los ni?±os mientras jugaban dentro del agua. Al darse cuenta de lo que estaba haciendo en lugar de concentrarse en lo que realmente estaba sucediendo, se lav?? r??pidamente. Cuando se dio la vuelta y empez?? a enjuagarse, Kyoko advirti?? que los gemelos sal?­an del agua. Los ni?±os ten?­an una expresi??n extra?±a en sus rostros como si estuvieran concentr??ndose en algo. Poco sab?­a que estaban escuchando el comando silencioso de Kyou. Se mordi?? el labio cuando asintieron como si respondieran a alguien. Tenemos que ir a vestirnos ahora. Agarrando algunos pa?±os de gran tama?±o de una pila, r??pidamente envuelven el material suave alrededor de s?­ mismos. Es la hora de comer Hiraru grit?? sobre su hombro mientras agarraba la mano de Hiroki y los peque?±os gemelos saltaban de la habitaci??n. Kyoko se qued?? en el agua en estado de shock cuando sinti?? que unas peque?±as agujas de miedo empezaban a subir por su espalda y cerr?? los ojos, una sensaci??n de malestar en el est??mago. En alg??n lugar sab?­a que los dioses se re?­an de ella. Deber?­a haberlo sabido mejor que seguir a los ni?±os aqu?­ sin hacer preguntas. Kyoko se dirigi?? al lado de la primavera esperando regresar a su habitaci??n antes de que "Mr. Doble personalidad "not?? que se hab?­a ido. Ten?­a que darse prisa, sus fr??giles "mantas de seguridad" se hab?­an ido y ella estaba desprotegida. Cuando sali?? del agua y empez?? a tomar las enormes toallas, oy?? un gru?±ido bajo directamente detr??s de ella. Lo siguiente que supo ... manos de ninguna parte se envolvi?? alrededor de sus costillas desnudas y fue tirada hacia atr??s contra un cofre cubierto de seda mientras sus pies dejaban el suelo. Kyoko mir?? al instante para ver la cara de Kyou. En lugar de la ira que hab?­a esperado ver, su rostro estaba tranquilo ... casi demasiado tranquilo. Baj?? la mirada hacia el piso observ??ndola alejarse m??s de ellos. S?­, los dioses estaban teniendo una fiesta de risa sobre este. Sus labios se separaron mientras ella miraba hacia atr??s viendo que ?©l la estaba llevando a un balc??n. Ni siquiera aterriz??, sino que se desliz?? por las puertas abiertas y regres?? a la habitaci??n en la que hab?­a comenzado. Finalmente se detuvo una vez que estaban sobre la enorme almohada en la que se hab?­a despertado. Kyoko esper?? a que se le cayera, pero no la solt??, ni la estaba hiriendo por tenerla demasiado apretada. Not?? que sus manos eran suaves mientras tocaban su piel desnuda. Kyoko abri?? mucho los ojos. ??Su piel desnuda! Oh ... ??c??mo pudo haber olvidado tan r??pido? Todav?­a estaba desnuda al ba?±arse. Sus brazos cruzaron instant??neamente su pecho de forma auto-protectora y sinti?? que todos sus m??sculos se tensaban, esperando mientras ?©l la sosten?­a como indecisa sobre qu?© hacer con ella. Ella podr?­a darle una gran pista de grasa si ?©l quer?­a y que ser?­a para ponerle el infierno hacia abajo! Los ojos de Kyou casi se cerraron cuando sinti?? que sus curvas suavemente redondeadas presionaban contra ?©l, causando estragos en sus sentidos. Se dio cuenta cuando se tens?? y eso le devolvi?? la mente por un momento ... Pero todav?­a no la solt??. Siempre se hab?­a enorgullecido del control y aqu?­ ser?­a una buena oportunidad para probar su control de ella y ense?±arle otra lecci??n al mismo tiempo. -??Te di permiso para salir de esta habitaci??n? Su voz era fr?­a e inflexible. Los ojos de Kyoko se ensancharon cuando su latido de coraz??n golpe?? en su pecho, golpeando sus costillas con tanta fuerza que supo que pod?­a sentirlo. Pensando r??pidamente, ??cu??l ser?­a la mejor respuesta? -dijo en voz baja-, no conozco las reglas. Ella se encogi?? sabiendo que jugar tonto ser?­a la mejor opci??n en este momento. Ella sab?­a por un hecho que en este momento no era el momento de luchar por sus derechos debido a su falta de ropa. No era que ganara si lo intentara. Ella s??lo quer?­a bajar y ?©l se fue por lo que a?±adi?? con una suave voz asustada, "Lo siento". Cuando oy?? su suave y dulce voz, lo envolvi??, haci?©ndole inhalar como sensaciones agrupadas en sus regiones inferiores. Esto ser?­a peligroso si ?©l empuj?? la prueba demasiado lejos. Sinti?? que la rabia de su desobediencia lo abandonaba, pero la rabia de su deseo se mantuvo diez veces. -La primera regla es que nunca vayas a ninguna parte sin mi permiso a menos que quieras ser castigado -su voz se suaviz?? para tomar la picadura de sus palabras, pero a??n as?­ la sinti?? estremecerse-. La garganta de Kyoko se sec??. ??Castigados? No quiso susurrar la palabra. Simplemente sali?? y ella sinti?? que su coraz??n comenzaba a revolotear por el miedo. Ella instant??neamente borr?? la imagen de Kyou azot??ndola de su mente desquiciada, no queriendo ni siquiera saber de d??nde hab?­a salido el insano flash. -S?­, te castigar?©. La palma de la mano de Kyou acarici?? su est??mago plano y lentamente hizo su camino hacia abajo como su rodilla subi?? en el interior de su muslo para extender sus piernas. En un movimiento para ayunar para ella intentar y desviar ... la palma de su mano ahuec?? su feminidad mientras su poderosa sangre trataba de hacerse cargo. -As?­ como as?­ -sus dedos masajearon su manojo de nervios justo encima de su entrada y la conmoci??n de ella la hizo alejarse instant??neamente de ?©l, con un grito suave que se inclin?? contra ?©l tratando de evadir su mano. El movimiento sensual era casi su deshacer y ?©l silb?? en su o?­do. "Si no te quedas quieto ... Tendr?© que castigarte m??s. Pod?­a sentirse cada vez m??s duro y aliviado cuando ella se alej?? de ?©l pero se qued?? quieto, su miedo a lo que ?©l har?­a para evitar que luchara contra ?©l. Kyoko cerr?? los ojos. Ella pens?? que ?©l hab?­a significado hacerle da?±o cuando ?©l dijo castigado pero esto era casi tan malo. ??No se dio cuenta de que estaba m??s perturbado que Hyakuhei? Esto la hizo perder el control de su cuerpo y tom?? su voluntad de ella como todo su calor se reuni?? a donde sus dedos estaban trabajando su magia. Ella no quer?­a esto sin importar c??mo reaccion?? su cuerpo, pero no pudo evitar sus reacciones. Todav?­a la sosten?­a en el aire con la espalda apretada contra ?©l y sus dedos estaban trabajando hacia adelante y hacia atr??s, estimul??ndola tanto que casi deseaba que la hubiera azotado en su lugar porque esto estaba creando un tipo diferente de dolor ... delicioso dolor que ro?­a Con hambre en ella. Ella jade?? y un gemido se desliz?? hacia fuera mientras sus dedos se deslizaban entre sus labios para empujar uno dentro de ella. Ella gimi?? cuando ?©l lo desliz?? adentro solamente para tomarlo hacia fuera otra vez. Ella sinti?? la piscina de calor l?­quido alrededor de su dedo mientras ?©l lo empuj?? dentro de su opresi??n haci?©ndola gritar. Sus ojos comenzaron a arder con el familiar aguij??n de l??grimas, pero ella los reten?­a. En el fondo de su mente estaba gritando a s?­ misma para dejar de actuar como si estuviera disfrutando del castigo de Kyou, a pesar de que lo era. El grito se hizo m??s fuerte y finalmente ella no pod?­a seguir ignor??ndolo. "Por favor, por favor, no lo aguanto m??s". Kyou escuch?? su grito y ?©l supo que estaba en el dolor con la necesidad de la liberaci??n. Su cuerpo virgen, tan nuevo para este placer, no le tomar?­a mucho m??s llevarla al pico. ??l observ?? su arco de la cabeza contra ?©l mientras ?©l bombeaba su dedo en su tensi??n caliente en el ritmo. Inclin?? la cabeza hacia adelante y lami?? el arco de su cuello ... prob??ndola. Sinti?? el impulso del instinto de morderla y hacerla suya para siempre. ??l satisfizo esa sensaci??n por un momento aspirando algo de su piel suave en su boca para dejar una marca roja leve en ella. Ella sab?­a muy bien. Pod?­a oler su aroma a su alrededor mientras presionaba su hinchada dureza contra su suave muslo. Kyou gru?±?? en la derrota ... Sab?­a que era ?©l quien perd?­a la batalla. Kyoko sinti?? que su mano la abandonaba y se desliz?? por su cuerpo hasta la almohada de abajo. Ella segu?­a lloriqueando y apretaba sus muslos juntos tratando de no oscilar. Sus sentidos estaban tan vivos que era casi doloroso. Cogi?? una de las almohadas m??s peque?±as y la abraz??, intentando ocultar su cuerpo. Ten?­a miedo de mirarlo. Tem?­a que pudiera ver la necesidad por la que su cuerpo lloraba. Enterrando su rostro en sus brazos, rod?? por lo que ella estaba acostada medio sobre su est??mago como para ocultarse m??s lejos. La observ?? tratando de esconderse de ?©l y la p?©rdida de ella en sus brazos enfriaba su sangre furiosa. Se dio cuenta de que no ten?­a ning??n control sobre esto y record?? lo que hab?­a escrito en los pergaminos de su padre. Tadamichi hab?­a advertido que los guardianes eran diferentes de los humanos cuando se trataba de elegir un compa?±ero ... que la sangre alta del guardi??n har?­a la elecci??n y no habr?­a que detenerla. Su padre, Tadamichi, hab?­a estado hablando de su rivalidad y de Hyakuhei sobre el mismo compa?±ero en ese momento, pero Kyou hab?­a entendido el significado subyacente. La advertencia pertenec?­a a cada guardi??n ... no s??lo a los gemelos. Ese hab?­a sido el ??ltimo escrito por su padre, pero los humanos atrapados dentro de este reino hab?­an continuado la historia. Su t?­o se hab?­a vuelto hacia el lado oscuro porque hab?­a sido separado de aquel a quien el cielo hab?­a destinado para ser su alma gemela. La joven Sacerdotisa, la estatua de soltera, se hab?­a hecho a semejanza de ... la misma estatua de doncella que imitaba a la sacerdotisa que yac?­a debajo de ?©l en este mismo momento. Podr?­an haber sido muy bien la misma mujer ... pero el tiempo demostr?? que no lo eran. Eran id?©nticos en miradas proclamando Kyoko como un descendiente directo de la sacerdotisa que su t?­o hab?­a elegido para su compa?±ero de vida. ??Era ?©l y su t?­o tan diferentes? ??La poderosa sangre de Hyakuhei hab?­a sido su ca?­da al final? ??Estaba Hyakuhei ahora err??neamente colocando a Kyoko en el lugar de su amor perdido? No lo permitir?­a. Kyou flotaba m??s cerca de ella, sumergiendo sus labios en su o?­do. No quer?­a que ella temiera esto. Quer?­a que ella lo quisiera. Lo que ?©l usaba como castigo ahora s??lo estaba encendiendo el fuego que la mantendr?­a con ?©l ... para siempre. ??l alarg?? la mano acarici??ndole el pelo con amor. "Para mantenerte a salvo de los demonios ... de Hyakuhei, tienes que obedecerme a Kyoko. No quiero herirte as?­ que te castigar?© as?­ ... y m??s si no te comportas. -Entonces d?©jame ir -susurr??. -Dices que no quieres hacerme da?±o, pero no me tratas mejor que ?©l. Preferir?­a que me tocara sabiendo que despu?©s me matar?­a, que me tocas sin saberlo. "Mi querida Kyoko, no tengo ning??n deseo de matarte. Como tu guardi??n no podr?­a ... ir?­a en contra de todo lo que represento. Usted est?? destinado a ser protegido por los guardianes y yo soy un guardi??n. Dejarte ir s??lo te enviar?­a sin la protecci??n de un guardi??n. Eso no puedo permitirlo. El castigo est?? parado. " Se agarr?? la cabeza entre las manos para mantenerla inm??vil y presion?? sus labios contra la parte superior de su cabeza antes de volverse para dejarla pensar en su castigo. "Hyakuhei tambi?©n es un guardi??n", susurr?? Kyoko desafiante, sabiendo que pod?­a o?­rla aunque no lo reconociera. Una parte de ?©l sab?­a que ten?­a raz??n, pero no estaba dispuesto a admitirlo. Quiso volar furioso al pensar que Hyakuhei la tocaba como acababa de hacerlo, pero se abstuvo. Necesitaba poner espacio entre ellos para mantener su propia pasi??n bajo control. Volvi?? su atenci??n a la ventana. Pod?­a sentir los demonios acerc??ndose a sus tierras por todos lados. ??Hab?­a descubierto Hyakuhei d??nde guardaba a la sacerdotisa? No ... s??lo los hab?­a enviado en su b??squeda. Mir?? de nuevo a Kyoko sin querer interferir. Los detendr?­a antes de acercarse m??s a sus posesiones. Kyou se movi?? casi demasiado r??pido para el ojo humano y cuando Kyoko lo mir?? ... ?©l se hab?­a ido. Cap?­tulo 5 "Alas Negras" Toya mir?? hacia el norte mientras volaba. Sus transl??cidas alas de plata bailaban a la luz de la luna, las plumas aparentemente delicadas revoloteaban ligeramente. Necesitaba encontrar a Kyoko lo m??s r??pido que pod?­a. Escudri?±?? el ??rea pregunt??ndose d??nde buscar primero cuando el humo creciente a lo lejos llam?? su atenci??n. ??Una aldea? Toya se volvi?? en esa direcci??n pregunt??ndose por qu?© Kyou hab?­a permitido que los humanos vivieran en sus tierras. 'Kyou odia a todos los humanos' ... Los pensamientos de Toya se deslizaron hasta detenerse ... Kyoko es humano. Sus labios se diluyeron con el punto discutible. Al acercarse a la aldea, advirti?? que hab?­a demasiado humo para venir de las estufas. El pueblo estaba en problemas. R??pidamente explor?? la zona detectando demonios en medio de las llamas que ahora ve?­a. -??Qu?© hac?­an los demonios en el territorio de Kyou? Diseminando sus sentidos m??s all?? de la aldea, Toya se dio cuenta de que los demonios cruzaban las fronteras de las tierras del norte en varios lugares ... no s??lo aqu?­. El color de sus ojos se rompi?? en plata fundida. "Hyakuhei ... ?©l sabe que Kyoko est?? aqu?­ en alguna parte," Toya escupi?? las palabras con enojo mientras escuchaba el grito del ser humano debajo de ?©l. ??Demonios! No tengo tiempo para esto -gru?±?? al tiempo que sacaba las dagas con la intenci??n de librar a la peque?±a aldea de las bestias antes de que pudieran hacer m??s da?±o. Toya vol?? sobre la aldea y abruptamente tir?? de sus alas de cerca ... los ap?©ndices emplumados desapareciendo cuando aterriz?? sobre una rodilla en el centro de lo que parec?­a ser la plaza del pueblo. Levantando la cabeza, gru?±?? ante los demonios que se cerraban a su alrededor. -Parece que la mayor parte de la poblaci??n humana la ha colgado -gru?±?? y se puso de pie, girando las dagas entre sus dedos-. "??Vamos, perras. Veamos c??mo se enfrentan a m?­! " Toya sonri?? cuando dos demonios se le acercaron desde lados opuestos. Esper?? hasta el ??ltimo momento antes de agacharse para forzar a los dos a encontrarse entre ellos, golpeando la frente con su excitaci??n para atraparlo. Poniendo las manos en el suelo, Toya dio patadas en las piernas, clavando cada uno en el ment??n para enviarlas al descubierto. "Tan est??pido como siempre", murmur?? ya aburrido. Un demonio espantoso se abalanz?? desde arriba y Toya rod?? lejos, apenas perdiendo sus afiladas garras en su espalda. Levant??ndose, se ech?? hacia atr??s justo a tiempo para echar de menos las garras de otro demonio ... perdiendo varios mechones de cabello y poniendo su camisa arrancada en el proceso. ??l hundi?? su daga de hielo en el pecho del demonio y sinti?? una oleada de satisfacci??n cuando el monstruo se convirti?? en hielo con el poder del arma. Una sensaci??n de ardor caliente inflam?? su lado izquierdo haci?©ndole gritar de dolor y enojo. El demonio volador hab?­a regresado y hab?­a clavado sus garras justo debajo de sus costillas. Sacando la daga del cuerpo congelado, golpe?? la daga de fuego contra sus labios y se volvi?? hacia los demonios que no se daban cuenta de que acababa de firmar su orden de muerte. Sus labios se separaron ligeramente, recordando un beso y un fuego estall?? de su boca quemando al demonio alado. Girando con gracia en un pie, el pie derecho de Toya apareci?? golpeando al demonio helado ... destroz??ndolo. "Eso va a ser complicado cuando se descongela," dijo Toya con un toque de orgullo. Volvi?©ndose hacia el resto de los demonios reunidos, ?©l trajo las dagas r??pidamente y cay?? en una postura de lucha. Sus sentidos estaban vivos con la emoci??n de la batalla y ?©l estaba consiguiendo algunas de sus frustraciones. Cada demonio alrededor de ?©l comenz?? a cambiar y de repente vio a Kyou de pie en su lugar. -??Oh, solo est??s mirando para molestarme! el exclam??. Los restantes demonios atacaron simult??neamente mientras Toya se agachaba, prepar??ndose para el ataque. Garras y acero se reunieron resultando en un ba?±o de sangre que dej?? a Toya empapado en unos momentos. Su ropa se rasg?? cuando el enemigo clav?? sus garras en su carne, pero Toya no disminuy?? la velocidad. Si alguien hubiera estado observando, habr?­an presenciado a Toya en su gloria luchadora. A pesar de las heridas en su cuerpo y la sangre derramada, era hermoso de ver ... cuando sus alas de plata se rompieron en la existencia, se convirti?? en la esencia de un ??ngel letal. Los ataques de repente se detuvieron y Toya se detuvo. Ahora estaba arrodillado sobre una rodilla con los brazos extendidos hacia un lado ... las dagas se apretaban fuertemente en su agarre. Su respiraci??n era pesada y sus cabellos de ?©bano y plata revoloteaban en la brisa. Largos flequillos colgaban sobre sus intensos ojos plateados casi ocultando su intenci??n. Despu?©s de unos momentos de silencio, los demonios restantes se lanzaron hacia adelante y Toya gru?±?? de frustraci??n. Era el momento de acabar con esto ... era el trabajo de Kyou de cuidar de sus tierras por llorar en voz alta. Trazando las dagas hacia adelante, las cruz?? frente a ?©l. El poder combinado de las armas se arremolinaba y se retorc?­a formando una esfera brillante. La esfera comenz?? a crecer y pronto lo abarc?? completamente. La siguiente explosi??n borr?? todo lo que quedaba del pueblo. Toya baj?? las dagas y lentamente, pero con gracia, se puso de pie. Inclinando la cabeza hacia atr??s, mir?? al cielo que estaba casi oscurecido por el polvo y los escombros. Ignorando el hedor de carne ardiente a su alrededor, camin?? a trav?©s de la tierra ahora est?©ril agradeciendo a los dioses que estaban all?? arriba que ning??n hombre hab?­a estado vivo a su llegada. "Esto es lo que nos hemos reducido", pens?? tristemente. 'Destruir aldeas s??lo para detener los esquemas enfermos y demente de Hyakuhei'. Toya suspir?? y sus alas se rompieron una vez m??s de su espalda, lo elevaron por encima del suelo contaminado y en lo alto del cielo nocturno. Kyoko estaba esperando a que ?©l la rescatara y estaba decidido a encontrarla. Al desaparecer en la noche, una sola pluma de plata flot?? al suelo y aterriz?? en la mano de un ni?±o peque?±o que lo hab?­a ocultado y presenciado todo. Cuando los peque?±os dedos se cerraron alrededor de la pluma brillante ... desapareci??. ***** Hyakuhei sali?? de un vac?­o no muy lejos de la cueva. No har?­a para dar su lugar secreto lejos ... a menos que fuera Kyoko que se uni?? a ?©l. Pod?­a sentir Kamui llegando y se pregunt?? si el ni?±o llegar?­a tan lejos antes de darse cuenta de los efectos de enfrentar sus pesadillas que tendr?­a sobre ?©l. Si el chico notara que su inocencia se disolv?­a ... ??seguir?­a viniendo? Su pelo largo de medianoche se balanceaba en la fresca brisa mientras los m??sculos de su cuerpo se flexionaban. Sabiendo que Kamui se lo hizo ... ?©l tendr?­a que luchar contra el suyo. "As?­ sea", susurr?? Hyakuhei oscuro. ***** Kamui sinti?? el helado fr?­o del viento enfriando el fuego que bull?­a dentro de ?©l. Tambi?©n pod?­a ver las puntas negras de sus alas por el rabillo del ojo y le asustaba. Por eso hab?­a enterrado esos recuerdos. Cuanto m??s se aferraba a los recuerdos peligrosos ... toda la rabia del pasado ... m??s dif?­cil era respirar. El viento cambi?? de direcci??n y una pluma flotaba m??s all?? de ?©l mientras ?©l retardaba su vuelo. Los ojos de Kamui se abrieron de terror. Negro ... la pluma era negra. ??l se volvi?? en p??nico, buscando al hombre alado negro que lo persegu?­a as?­. Nadie estuvo alli. Sus brillantes ojos se volvieron lentamente para mirar sus propias alas y el aliento dej?? sus pulmones como si alguien lo hubiera pateado en el pecho. Ten?­a las alas de su padre. ?????No! ??No te convertir?© en ti! Kamui envolvi?? sus brazos alrededor de s?­ mismo en negaci??n. "??No te convertir?© en ti!" Grit?? al ver a Shinbe a lo lejos. "Haz que se vaya, por favor ... haz que desaparezca", susurr?? ?©l sin querer que Shinbe lo viera con plumas de ?©bano. Dejando caer su cuerpo, r??pidamente se envolvi?? dentro de los ??rboles. Aterrizando fuerte en el suelo del bosque, Kamui se arrodill?? all?­ por un momento antes de abrir los ojos. Lo primero que brillaron sus brillantes ojos fueron sus alas negras. Con un grito angustiado, Kamui agarr?? a uno de ellos con dolor. ??l grit?? en agon?­a mientras trataba de arrancar el ala de medianoche de su misma carne. Dejando caer el ap?©ndice de plumas, dej?? caer su cuerpo agotado en el suelo. Las l??grimas cayeron de sus ojos cuando vio la hierba que le rodeaba silbaba con el malvado poder que sosten?­a profundamente dentro de su misma alma. Se escapaba de ?©l como una plaga que matar?­a todo lo que tocaba ... odio, rabia, celos, y el poder crudo indomable. ??El ??nico regalo que su padre le hab?­a dado era pura maldad! Curling en una bola apretada, su cuerpo comenz?? a brillar y brillar con cada latido del coraz??n como ese poder form?? un capullo apretado alrededor de ?©l. Si se liberara de la esclavitud, ??ser?­a el mal encarnado? -??No dejes que esto me suceda? Suplic?? en voz baja mientras luchaba con cada respiraci??n. "No dejes que me convierta en la pesadilla que mi padre quiere que yo sea." Los labios de Shinbe disminuyeron sintiendo a Kamui muerto por delante. Pod?­a sentir que el poder de Kamui se volv?­a inestable y no era un buen augurio. "Vamos Kamui, juntarlo ... Kyoko nos necesitar??. Algo negro flot?? por ?©l y r??pidamente lo arrebat?? del viento. Una pluma de medianoche ... pero no era de Hyakuhei. La preocupada mirada de Shinbe se lanz?? alrededor de la vecindad en busca del verdadero due?±o ... de Kamui. "No quieres hacer esto Kamui." Su voz conten?­a un atisbo de miedo. "Si abres la puerta a tal destrucci??n ... quiz?? nunca la vuelvas a cerrar ... por favor." El bosque debajo de ?©l brillaba con una extra?±a fuerza vital y Shinbe se dirigi?? r??pidamente hacia ella. Una gran esfera azul descansaba en un peque?±o claro que iluminaba todo alrededor de ?©l en una tonalidad azul vibrante. Desembarcando a su lado, Shinbe sinti?? el conflicto peligroso que rabiaba dentro de la esfera. Sus ojos de amatista mostraban su tristeza mientras contemplaba las plumas de ?©bano que a??n cubr?­an el suelo. ??Kamui? Shinbe susurr?? mientras extend?­a la mano y tocaba suavemente el color que giraba en la superficie del orbe. El segundo su mano toc?? la esfera, el conflicto interior se estabiliz?? por un momento ... volvi?©ndose puro. Los ojos de Shinbe se cerraron cuando tom?? la esencia de Kamui dentro de ?©l, dej??ndola construir. Todo el puro amor e inocencia de Kamui ... toda su maldad oculta, tambi?©n el poder salvaje que ?©l sacaba de esos sentimientos. Kamui abri?? los ojos sintiendo a alguien all?­, pero lo ??nico que pudo ver fue la jaula que hab?­a construido a su alrededor. A trav?©s de las gruesas paredes, pudo ver una aura de amatista y supo que Shinbe estaba all?­. No mires. Susurr?? mientras bajaba la cabeza, "...No quiero que veas la verdad. Pod?­a o?­r la desgarradora petici??n de Kamui. Mientras que el v?­nculo entre ?©l y Kamui era tan fuerte, Shinbe us?? su poder telep??tico para alcanzarlo a trav?©s de la barrera. Coloc?? su frente contra el escudo y presion?? las palmas de sus manos a cada lado ... haciendo que sus m??sculos fueran y tiraran al mismo tiempo. Enviando su voz dentro de la barrera de Kamui, Shinbe trat?? de razonar con ?©l. "Kamui, d?©jalo ir ... no necesitas luchar contra Hyakuhei por tu cuenta. ????No me gusta esto!! Lo haremos como hermanos ... juntos. Pero ahora mismo hay alguien que nos necesita m??s. Kyoko te necesita Kamui. ??Kyoko? Pero... Yo no soy un verdadero hermano ", grit?? Kamui desde dentro de su celda. Pod?­a ver su propio reflejo y era inquietante cuando los ojos negros lo miraban fijamente. "Nunca ser?© eso ... independientemente de cu??nto lo quiera ... lo necesito. No sabes lo que hay dentro de m?­ tratando de salir. ??Qu?© pasa si le hago da?±o? Los ojos de amatista de Shinbe se regaron en comprensi??n. "D?©jalo ir Kamui. Ese conocimiento ha sido enterrado y olvidado por una raz??n. Tu ten?­as una opci??n y t?? nos elegiste. Eres mi hermano ... un guardi??n de Kyoko. La protegemos con todo lo que somos ... aunque tengamos que olvidar de d??nde venimos ". -??Pero ... es una mentira! Kamui grit?? y se convirti?? en shock a??n cuando oy?? la voz de Hyakuhei insultarlo desde lejos. -T?? me perteneces ... hijo. Su sacerdotisa tambi?©n. Shinbe pod?­a o?­r la voz de Hyakuhei dentro de la barrera y eso lo enfureci??. "??Quieres que ponga las mismas cadenas en Kyoko que una vez usaste?" Shinbe grit??, tratando de hacer que Kamui escuchar la raz??n. "Lucha contra los recuerdos por ella. Enterrarlos en el fondo y nunca mirar hacia atr??s. Usted puede elegir su propio destino! ??No tienes que convertirte en ?©l! Piensa en Kyoko, maldita sea. ??Kyoko? Una l??grima cay?? de la mejilla de Kamui mientras miraba hacia abajo y la ve?­a destrozarse con su color reluciente. Si ?©l fuera verdaderamente su padre ... sus l??grimas ser?­an negras como la noche o carmes?­ incluso ... no el destello de luz que ?©l ve?­a ahora. Imagin?? a Kyoko luchando contra Hyakuhei y sab?­a lo que ten?­a que hacerse. La ??nica manera que pod?­a ganar contra tal mal era llegar a ser malvado ... pero nunca traicionar?­a a su sacerdotisa de esa manera. La amaba demasiado. Shinbe dio un paso atr??s desde la esfera cuando empez?? a levantarse varios pies del suelo. El aura azul que lo rodeaba brillaba como diamantes cuando la luz interior se volvi?? tan brillante que la domin??. No puedes tenerme a m?­ ni a ella. Una vez m??s Hyakuhei ... Te niego -susurr?? Kamui justo cuando la esfera se romp?­a-. A varios kil??metros de distancia, los ojos de Hyakuhei parpadearon de ira al escuchar las palabras de Kamui y ?©l respondi??: "No puedes ocultar la verdad por muchacho largo ... t?? y yo somos iguales". Shinbe corri?? hacia adelante para atrapar a Kamui mientras ca?­a. El muchacho se desmay?? fr?­o. Sus ojos de amatista se ensancharon con su sonrisa al ver el colorido brillo que cay?? de sus alas transl??cidas. Le abraz?? a Kamui sabiendo que todo saldr?­a bien ... menos por el momento. De alguna manera hab?­a olvidado la oscuridad una vez m??s. "Bienvenido de nuevo a Kamui," ??l sonri?? mientras los ojos de los chicos, demasiados colores para contar, se abrieron para mirarlo fijamente en la confusi??n. ***** "Simplemente no entiendo ... ??por qu?© Kyou de repente decidi?? que quiere Kyoko?" Suki paseaba de un lado a otro molesto porque ella no estaba all?­ ayudando a traer de vuelta a su amiga. Sennin se frot?? el templo mientras miraba a su hija, "Suki por favor si?©ntese. Me est??s haciendo marear. Agarr?? un palo y asom?? al fuego mientras continuaba. "Kyou es un guardi??n ... por lo tanto Kyoko est?? a salvo con ?©l. En cuanto a que ?©l la quiera ... bueno, si lo hace entonces ya est?? fuera de sus manos ". Suki se volvi?? para mirar a Sennin. What do you mean by that? No es un ni?±o. ????l puede controlar lo que hace! Sennin mir?? el fuego y dijo: "Si es su sangre de guardi??n la que la ha elegido, entonces Kyou no tiene otra opci??n". -??Qu?© quieres decir con que no tiene elecci??n? -pregunt?? Suki. "Es contra todo lo que los Guardianes representan para tomar ese privilegio de cualquier persona, y mucho menos de su sacerdotisa. Adem??s, si a Kyou le gustaba Kyoko todo el tiempo, ??por qu?© no dijo algo antes en lugar de robarla como un ladr??n? Sennin sonri??, "Por las mismas razones nuestro amigo Shinbe ha guardado silencio." Suki sinti?? que su cara se calentaba y se alej?? de su padre. "??Por qu?© Shinbe querr?­a callar acerca de gustar a alguien? Nunca hab?­a tenido problemas hablando su mente antes ... o manteniendo sus manos para s?­ mismo para el caso. Ella se encogi??. "Quiz??s la raz??n por la que Shinbe ha mantenido su silencio se debe a la ??nica cosa que mantiene a cualquier hombre tranquilo para el que adoran secretamente ... el miedo al rechazo". Arque?? una ceja sabiendo que dec?­a la verdad. Suki mir?? a su padre como si hubiera crecido una segunda cabeza. "??Quieres decir que Shinbe ama a Kyoko ... y nunca se levant?? las tripas para dec?­rselo?" El pensamiento hizo que el pecho de Suki doliera y la vista se volviera acuosa. Suki de repente agarr?? su cabeza, frotando el lugar donde Sennin acababa de ce?±irla con su propia bayoneta. "Deja de ser una chica tonta," murmur?? Sennin, colocando la bayoneta en el piso de la caba?±a. "Los j??venes y su olvido." Hizo una pausa en su pensamiento por un momento ... recordando en secreto sus propios momentos "olvidados" con la madre de Suki. -Ah, los recuerdos. ***** El talism??n dentro del maestro de los sue?±os ard?­a a la vida cuando sent?­a que Hyakuhei y Kyoko se deslizaban dentro de las paredes del sue?±o. Esto fue cuando ?©l obtuvo suficiente libertad para mirar en sus almas y encontrar cosas que ambos hab?­an olvidado o nunca ten?­an el poder de recordar, el otro lado de sus almas. Los ojos negros del demonio de ensue?±o se abrieron de par en par mientras miraba a ese mundo y tra?­a a sus v?­ctimas. Incluso la barrera protectora alrededor de la chica no era lo suficientemente fuerte como para mantenerlo fuera. ***** Los sue?±os eran un extra?±o enigma, de hecho, pero cuando se despiertan dentro de un sue?±o, ya no saben que todav?­a est??n perdidos dentro de su propia mente ... eso es m??s que extra?±o. Kyoko entr?? en esa misma niebla, sinti?©ndose como si estuviera envuelta en una manta de calor. Resistiendo el impulso de abrir los ojos, se acurruc?? m??s cerca. Todo estaba tan tranquilo, excepto por el latido del coraz??n que sonaba tan fuerte y calmado contra su o?­do. Sus ojos se abrieron de par en par sabiendo que no deb?­a estar durmiendo con nadie. La mirada sorprendida de Kyoko entr?? en contacto con un pecho desnudo. Not?? los magros m??sculos debajo de la piel impecable y los zarcillos de largo cabello oscuro y sedoso que se extend?­an en ondas a trav?©s de sus costillas. Su mirada sigui?? curiosamente las cerraduras de ?©bano hacia arriba a la cara impecable ... Hyakuhei. Se mordi?? el labio inferior sintiendo un rubor en sus mejillas. ??Qu?© estaba haciendo acostada con ?©l? Al ver que sus ojos a??n estaban cerrados, ella r??pidamente mir?? hacia abajo entre ellos para asegurarse de que llevaba pantalones. Gracias a Dios, aparte de su camisa desaparecida, ambos estaban vestidos. "Es s??lo Hyakuhei ... ?©l es mi guardi??n ... ??verdad?" Se record?? obstinadamente. Tratando de recordar c??mo llegaron all?­ ... ella dibuj?? un espacio en blanco. De hecho, no pod?­a recordar lo ??ltimo que hab?­a hecho y frunci?? el ce?±o suavemente mientras miraba de nuevo hacia ?©l. "Efectivamente. Estaba cayendo y me salv??. Sus labios se separaron cuando sus ojos se cerraron con los suyos, ?©l estaba despierto y la miraba fijamente. Su mano segu?­a presionada contra su pecho. Pod?­a sentir el mismo latido de coraz??n fuerte y constante que hab?­a escuchado momentos antes. Su atenci??n baj?? hasta sus labios antes de apartar su mirada de mala gana. Ella se incorpor?? lentamente, sintiendo que su mirada la segu?­a mientras lo hac?­a. Ahora que ya no se tocaban, se pregunt?? por el fr?­o vac?­o que se precipitaba para robar su calor. Hyakuhei la vio despertar y sin sentir miedo, esper?? a que se levantara. ??l anhelaba esto. Le gustaba su olor conflictivo ... su pureza chocando con su propia aura maligna. Sus oscuros ojos se dibujaron en el rosa que ahora te?±?­a sus mejillas. Le hizo preguntarse qu?© estaba pensando. Mientras la observaba asomarse en la soledad de la cueva, pod?­a decir que no le gustaba el confinamiento de sus paredes. ?????D??nde estamos? Kyoko se apart?? de ?©l para mirar la peque?±a abertura de la cueva y sinti?? un ligero temor al ver la fr?­a oscuridad que se extend?­a m??s all??. Ella dio un titubeante paso hacia atr??s deseando poder seguir oyendo el latido de su coraz??n y sentir la seguridad con la que hab?­a despertado. Hyakuhei se levant?? detr??s de ella y envolvi?? sus brazos firmemente alrededor de ella cuando sinti?? que su pico de miedo. No te preocupes por mi mascota. Te traje aqu?­ para mantenerte a salvo de los demonios que quieren el cristal del coraz??n de la guarda. Se acarici?? el pelo con la mejilla. -Siempre te proteger?© y te mantendr?© a salvo ... -sus labios insinuados en una sonrisa secreta que ella no pod?­a ver. Kyoko cerr?? los ojos e inclin?? la cabeza para dar su suave caricia mientras asent?­a. Eso sonaba como si fuera la respuesta correcta aunque ella no recordaba los demonios que hab?­an dado persecuci??n. -Oh, est?? bien -susurr?? mientras se hund?­a en su calor-. "Kyoko, ??te gustar?­a salir? Me gustar?­a contarte algo. ??l desliz?? su palma lentamente por su brazo hasta que su peque?±a mano estaba dentro de la suya. Kyoko se pregunt?? por qu?© se sent?­a tan d?©bil. S?­, sol Eso es lo que necesitaba para despejar la cabeza. Por alguna raz??n, se sent?­a fuera de lugar, pero no pod?­a poner el dedo en el dilema. Ella s??lo asinti?? con la cabeza a Hyakuhei, confiando en ?©l para sacarla de esta oscura y hermosa mazmorra. Hyakuhei apret?? su brazo fuerte alrededor de Kyoko presion??ndola a su lado y se levant?? sobre el suelo de piedra. A su vez, ?©l la sinti?? envolver sus brazos alrededor de ?©l, aferr??ndose a ?©l para que no se caiga. "No te dejar?© ir nunca Kyoko," le susurr?? en su o?­do mientras le tocaba la barbilla suavemente sabiendo que ella no escuchar?­a el doble significado dentro de sus palabras. Su rostro se volvi?? hacia el suyo y ella solt?? su agarre. Se desliz?? fuera de la cueva y luego hacia arriba, pero no demasiado r??pido para no asustarla. Aterriz?? en el suelo blando a la luz del sol. Kyoko mir?? a su alrededor las hojas. El bosque les ofrec?­a una sombra moteada y todo era tan brillante como sus ojos esmeralda ajustados a la luz. Ella se solt?? y dio un paso fuera del c?­rculo de sus brazos. ??Qu?© estaba haciendo ella aqu?­? ??Qu?© le faltaba? Mir?? a Hyakuhei sinti?©ndose un poco confundido. ??No estaba buscando algo que hab?­a perdido? "Kyoko, ??todav?­a me ayudar??s a encontrar los fragmentos del coraz??n del guardi??n de cristal antes de que los demonios puedan usarlos para romper el portal?" Observ?? c??mo sus ojos se iluminaban en comprensi??n. Se alegr?? de que a??n no se acordara de sus verdaderos guardianes. El hechizo que ten?­a sobre ella era fuerte y mientras nada mov?­a la memoria, el encantamiento no la confundir?­a. Kyoko sonri??. S?­, para eso estaba ella. Buscando el talism??n. "S?­ Hyakuhei. Los fragmentos. Casi se me olvida. Cerr?? los ojos y trat?? de detectar cualquiera de los cristales de energ?­a intacta cerca. Despu?©s de un momento, sus ojos se abrieron y ella se?±al??. "Cerca de media milla de esa manera Hyakuhei y es solo." Ella sonri?? contenta de que no estuviera dentro de un demonio ... bueno, no que ella pudiera decirlo. Dej?? que la tomara en sus fuertes brazos mientras los levantaba del suelo y los llevaba en la direcci??n que ella indicaba. Encontraron el fragmento r??pidamente y cuando le pidi?? que lo guardara, ella no pens?? dos veces antes de d??rselo, aunque algo le ro?­a su memoria. Suspir??, volvi?? a cerrar los ojos e instant??neamente detect?? otro fragmento ... pero esta vez no estaba solo. Esta vez fue contaminada con oscuridad. Ella alcanz?? detr??s de ella para su ballesta pero su mano se vino vac?­a. Ella frunci?? el ce?±o pregunt??ndose d??nde la hab?­a dejado cuando sinti?? una mano en su hombro. "Kyoko, no te preocupes. Te mantendr?© seguro. S??lo dime d??nde est??. Sab?­a que estaba buscando su arma, pero ese era un recuerdo que tambi?©n quer?­a que olvidara. Conoc?­a el poder detr??s de los dardos espirituales y era un poder que no quer?­a cerca de ?©l. Le dej?? mostrarle la direcci??n del fragmento y eso lo llev?? a un demonio de sombra que se estaba alimentando del poder de la cinta de cristal. Empujando a Kyoko detr??s de ?©l, Hyakuhei lanz?? una barrera a su alrededor para que estuviera a salvo mientras fing?­a luchar contra el demonio. Era una criatura tan espl?©ndida y su poder era enorme ahora que ten?­a el talism??n dentro de ?©l. Puede haber sido un simple demonio de la sombra alguna vez, pero ahora ... ahora se parec?­a a un drag??n negro. Ser?­a una verg??enza matar a la bestia, pero no pod?­a llevarla a su propio cuerpo y saborear sus poderes frente a Kyoko. Ella no lo entender?­a y podr?­a provocar la memoria de que ?©l era realmente el enemigo. Utilizando sus poderes sobre los demonios, Hyakuhei hizo un trabajo r??pido de terminar su vida. Al ver la gota de cristal caer, lo cogi?? sintiendo la peque?±a porci??n de poder que Kyoko le hab?­a dado sin saberlo. Las esquinas de sus labios se volvieron hacia arriba cuando mir?? hacia atr??s a Kyoko. Solt??ndola de la barrera de protecci??n, volvi?? a tomarla entre sus brazos. Sab?­a que la estaba enga?±ando para que estuviera con ?©l, pero de repente no quer?­a que fuera una mentira. Inclin??ndose hacia ella para bloquear el resto del mundo, baj?? sus labios a los de ella. ***** El gru?±ido de Hyakuhei reson?? mientras se acercaba a la oscuridad justo cuando el sue?±o terminaba. La risa atormentadora del maestro de sue?±os fue lo ??nico que lo salud?? dentro de la cueva mientras observaba c??mo las llamas del fuego convert?­an varias tonalidades de color antes de que las llamas lamecedoras se retorcieran en una oscura sombra de negro para emparejar su estado de ??nimo. C??mo se atreve el sue?±o a tentarlo ... haci?©ndole observar la soledad. Cap?­tulo 6 "Escape mortal" Kyoko se despert?? con un sobresalto, justo cuando los recuerdos de lo que hab?­a sucedido le llegaban precipitadamente hacia atr??s como una confusa marea. Casi pod?­a jurar que pod?­a o?­r el eco del furioso rugido de Hyakuhei mientras se alejaba del sue?±o y le produc?­a escalofr?­os. Era su grito todav?­a sonando en sus o?­dos dejando sus ojos abiertos de sorpresa. El sue?±o la hab?­a encontrado de nuevo y de alguna manera sab?­a que estaba esperando a que ella volviera a cerrar los ojos. Sus dedos se arrastraron hasta tocar suavemente sus labios y algo dentro de ella se pregunt?? si se quedar?­a dormida de nuevo ... si el sue?±o comenzara con ese mismo beso. Ella envolvi?? sus brazos alrededor de s?­ misma, extra?±amente perdiendo el calor. Pregunt??ndose cu??nto tiempo hab?­a estado durmiendo, mir?? hacia la ventana. Desde la altura de la luna y todas las estrellas pod?­a ver que todav?­a estaba en medio de la noche, pero se acercaba al amanecer con cada latido del coraz??n. No era de extra?±ar que su mente estuviera tratando de hacer de Hyakuhei su salvador cuando su verdadero salvador se estaba poniendo tan peligroso. Esto fue culpa de Kyou. Hab?­a pasado tanto tiempo en tan poco tiempo que no estaba sorprendida de que hubiera llorado a s?­ misma para dormir. Su mente y su cuerpo no la dejaban dormir sino s??lo unos minutos a la vez hasta que encontr?? una manera de salir de este l?­o. Ya se estaba poniendo duro para descifrar lo que era realidad y lo que s??lo estaba dentro de su propia mente. -??Qu?© demonios cre?­a que era Kyou? Kyoko mentalmente atac?? mientras se levantaba sobre sus codos. Necesitaba escapar de este lugar y de ?©l lo antes posible. Mirando alrededor para que algo se pusiera, Kyoko vio una t??nica de seda blanca tendida en una mesa baja junto a la gran almohada. Su mirada vag?? por el resto de la habitaci??n con la esperanza de encontrar algo m??s que usar. Sab?­a que la seda de la t??nica no le proporcionar?­a mucha cobertura y este era el norte por el amor de Dios ... Se congelar?­a. Al soplar sus golpes hacia arriba en la decepci??n, se subi?? a trav?©s de la almohada y se levant?? para alcanzar la bata. Desliz??ndose, se maravill?? de la suavidad sedosa de ella contra su piel. Era tan ligero que parec?­a que no hab?­a puesto nada. Si ella no hubiera sido un cautivo aqu?­ ... ella podr?­a haber realmente me gust?? este lugar. Atando la seda a su alrededor, Kyoko se acerc?? a la ventana y mir?? hacia fuera ya planeando su escape. La luz de la luna proporcionaba suficiente luz para ver pero la suficiente oscuridad para tratar de escapar. Inclin??ndose por la ventana, mir?? hacia abajo la gota de tres pisos de negaci??n. Al ver las hendiduras profundas en la pared externa de la roca, sus labios se curvaron en una sonrisa infantil. Ella sab?­a despu?©s de estar con Toya durante tanto tiempo que ella ser?­a capaz de bajar. -Espero que no caiga -contest?? ella en un susurro. Ten?­a que correr tan lejos de Kyou como fuera posible antes de que ?©l tomara algo de ella que ella no estaba ofreciendo. Kyoko suspir?? interiormente mientras hac?­a un silencioso deseo. Toya... Te necesito. Las palabras parec?­an resonar dentro de ella y de alguna manera se sent?­a tal vez ... tal vez Toya la hab?­a o?­do. Memorias incalculables se filtraban por su mente ... Toya nunca la dejar?­a caer. Sus labios se abrieron con asombro por un momento antes de sacudir la sensaci??n como imaginaci??n. Agarr?? el alf?©izar de la ventana para estabilizar sus nervios. Al enderezarse los hombros y encontrar su coraje, decidi?? que no estaba esperando a un salvador porque incluso ella sab?­a Kyou era una fuerza a tener en cuenta. Realmente no quer?­a que Toya se pusiera en ese tipo de peligro. Tambi?©n sab?­a que cuanto m??s esperara, m??s probar?­a que Toya tratara de rescatarla. Kyoko subi?? a la repisa y le arroj?? las piernas. Volvi?©ndose, ella lentamente se sent?­a para apoyarse en la pared. Ella hizo una mueca cuando la piedra parec?­a que se le cortaba los pies desnudos, pero ella ir?­a a trav?©s de cualquier cosa s??lo para escapar. Con el mayor cuidado posible, se dirigi?? al lado del castillo. Lo que s??lo tard?? unos cuantos momentos fugaces se sinti?? como horas. Pas?? toda la escalada temiendo ser atrapada, pero cuando sus pies finalmente tocaron el suelo, todos los dem??s pensamientos huyeron, salvo llegar lo m??s lejos posible. Mirando hacia la ventana, ella retrocedi?? lejos de la pared a medias esperando ver Kyou aparecer y arrebatarla de nuevo. No pod?­a pasar por otro de sus "castigos" como ?©l lo llamaba. Ese pensamiento la llev?? a la acci??n. Kyoko se volvi?? y corri?? como si los demonios de Hyakuhei la persiguieran a trav?©s del laberinto de jardines y estatuas que lo rodeaban. Sin detener su precipitada precipitaci??n por la libertad, sus ojos lo tomaron todo, maravill??ndose de la belleza surrealista de la misma incluso dentro de la oscuridad. S??lo el temor de ser encontrado por Kyou la mantuvo en marcha cuando sus pulmones comenzaron a arder y sus piernas se estrecharon. Se sorprendi?? cuando lleg?? al final de los terrenos s??lo para encontrar una barrera muy potente que brillaba con un matiz azul luminoso. Ella sab?­a que tomar?­a todos sus poderes de sacerdotisa romper algo que Kyou mismo hab?­a hecho. Una vez m??s mir?? por encima del hombro a la imponente estructura que Kyou llamaba casa. No hab?­a ninguna duda en su mente que ?©l sabr?­a lo que ella estaba haciendo si la barrera fue derribada. S??lo necesitaba hacer una apertura lo bastante grande como para dejarla pasar. Mordi?©ndose el labio inferior, extendi?? una mano temblorosa y toc?? la superficie de la barrera para probar su fuerza y fue recompensada con una leve onda de choque que pas?? a trav?©s de su cuerpo. No le doli?? ... en su lugar; Se sent?­a como si la barrera estuviera tratando de decirle que hab?­a un peligro desconocido en el otro lado y que ella se quedara adentro donde estaba seguro. Ella sonri?? sorprendida d??ndose cuenta de que el escudo era m??s para protecci??n que para causar da?±o corporal ... al menos desde el interior de la barrera. No ten?­a ninguna duda de que si alguien o algo trataba de entrar desde fuera sin permiso ... ah?­ es donde estar?­a el dolor. Hizo una pausa mientras el sue?±o volv?­a a ella ... la barrera que Hyakuhei hab?­a puesto alrededor de ella para protegerse del drag??n que hab?­a luchado ... tambi?©n era s??lo para mantenerla a salvo y ella se hab?­a sentido segura ... extra?±a que pensar?­a tan suavemente hacia el enemigo. "No quiero hacer da?±o ... por favor", susurr?? Kyoko mientras volv?­a a tocar la barrera. Para su asombro, una abertura apareci?? y r??pidamente camin?? a trav?©s de la niebla de color azul lechoso justo cuando el escudo se cerr?? detr??s de ella. Le hab?­a dado exactamente lo que necesitaba. Volvi?©ndose para ver si la barrera se hab?­a cerrado realmente detr??s de ella para borrar el hecho de que hab?­a escapado, Kyoko se sobresalt?? al encontrar s??lo un desolado bosque cubierto de vegetaci??n exuberante y ning??n terreno o castillo en cualquier sitio. Parec?­a como si la tristeza y la tristeza hubiesen descendido al silencio, todos viviendo dentro de su enmara?±ada red de miembros. ??Sabr?­a Kyou si alguien rompi?? la barrera que hab?­a colocado alrededor de su casa? ??Habr?­a alg??n tipo de alarma para avisarlo? Sent?­a que el miedo se deslizaba a trav?©s de ella al pensar en lo que har?­a cuando la encontrara desaparecida despu?©s de advertirle que no se fuera. Kyoko levant?? una temblorosa ceja sabiendo que no iba a ser lo suficientemente est??pida como para esperar a ver si el pr?­ncipe de hielo ten?­a un sentido del humor o no. Êîíåö îçíàêîìèòåëüíîãî ôðàãìåíòà. Òåêñò ïðåäîñòàâëåí ÎÎÎ «ËèòÐåñ». Ïðî÷èòàéòå ýòó êíèãó öåëèêîì, êóïèâ ïîëíóþ ëåãàëüíóþ âåðñèþ (https://www.litres.ru/pages/biblio_book/?art=40850949&lfrom=688855901) íà ËèòÐåñ. Áåçîïàñíî îïëàòèòü êíèãó ìîæíî áàíêîâñêîé êàðòîé Visa, MasterCard, Maestro, ñî ñ÷åòà ìîáèëüíîãî òåëåôîíà, ñ ïëàòåæíîãî òåðìèíàëà, â ñàëîíå ÌÒÑ èëè Ñâÿçíîé, ÷åðåç PayPal, WebMoney, ßíäåêñ.Äåíüãè, QIWI Êîøåëåê, áîíóñíûìè êàðòàìè èëè äðóãèì óäîáíûì Âàì ñïîñîáîì.
Íàø ëèòåðàòóðíûé æóðíàë Ëó÷øåå ìåñòî äëÿ ðàçìåùåíèÿ ñâîèõ ïðîèçâåäåíèé ìîëîäûìè àâòîðàìè, ïîýòàìè; äëÿ ðåàëèçàöèè ñâîèõ òâîð÷åñêèõ èäåé è äëÿ òîãî, ÷òîáû âàøè ïðîèçâåäåíèÿ ñòàëè ïîïóëÿðíûìè è ÷èòàåìûìè. Åñëè âû, íåèçâåñòíûé ñîâðåìåííûé ïîýò èëè çàèíòåðåñîâàííûé ÷èòàòåëü - Âàñ æä¸ò íàø ëèòåðàòóðíûé æóðíàë.