El Hombre Que Sedujo A La Gioconda

Esta es la historia del hombre que conquist? y sedujo a la mujer que, indescifrablemente inmortalizada por Leonardo de Vinci, sedujo al mundo con su mirada. Es la historia de Tristano, un joven diplom?tico pontificio con un pasado misterioso y sombr?o que, entre estrategias y enga?os, entre aventuras y complots, entre intrigas y guerras de la Italia del Renacimiento, cumpli? brillantemente sus misiones, una tras otra, utilizando el arte que mejor conoc?a, el arma m?s poderosa: la seducci?n. Pero lleg? el momento en que el destino le encarg? la tarea m?s importante… Un investigador independiente del CNR de Pisa, experto en criptograf?a y blockchain, encuentra por casualidad en el archivo de una abad?a toscana un extra?o archivo encriptado que contiene una incre?ble, extraordinaria e in?dita historia… de la cual no puede desprenderse: En una fr?a noche en la que la historia ensayaba el Renacimiento, mientras los se?ores de Italia se aniquilaban unos a otros por el ef?mero control de las fugaces fronteras de sus pa?ses, un joven diplom?tico pontificio con un misterioso pasado prefiri? probar su mano en el arte de la seducci?n en lugar de la guerra. ?Qui?n era ?l? No era un pr?ncipe, ni un l?der, ni un prelado, no ten?a ning?n t?tulo oficial… y sin embargo hablar con ?l era como conferir directamente con el Santo Padre, se mov?a con facilidad en el complejo tablero pol?tico de aquel per?odo pero nunca dejaba rastro alguno, escrib?a la historia todos los d?as pero nunca aparec?a en ninguna de sus p?ginas… estaba en todas partes y sin embargo era como si no existiera. De un se?or?o a otro, de un reino a una rep?blica, entre estrategias y enga?os, entre aventuras y complots, Tristano cumpli? con ?xito sus misiones… hasta que el destino le encarg? la tarea m?s importante: descubrir qui?n era realmente. Para ello tuvo que descifrar una carta de su verdadera madre, mantenida durante 42 a?os oculta por la casta de los poderosos de la ?poca. Para ello, tuvo que cruzar aquel incre?ble intersticio temporal indemne de una extraordinaria e inaudita concentraci?n de personajes (estadistas, caudillos, artistas, literatos, ingenieros, cient?ficos, navegantes, cortesanos, etc.) que han cambiado de forma significativa, dr?stica e irreversible el curso de la historia. Para ello, tuvo que seducir a la mujer que, indescifrablemente inmortalizada por Leonardo da Vinci, sedujo al mundo con su mirada.