Не проходите! – У ворот Старик в потёртой гимнастёрке, Накрытый стол. - Да, где ж народ? Нет никого …Сергей, Егорка!? Старик зовёт. Простыл их след. Война… - Один лишь я живучий, А мне - за … девяносто лет. Судьбой так лихо перекручен. -Дошёл до вражеских ворот, И расписался на Рейхстаге, А жизнь пошла в круговорот: Всё прахом …слава, честь и

La Enfermedad De Parkinson En Tiempos De Pandemia

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La Enfermedad De Parkinson En Tiempos De Pandemia Juan Mois?s De La Serna La enfermedad de Parkinson ha sido ampliamente estudiada a pesar de ello a diario se est?n produciendo avances en cuanto al diagn?stico y tratamiento se refiere, de ah? la importancia de estar informado, tanto por parte del personal sanitario, como de pacientes y sus familiares. A continuaci?n, se presenta un texto accesible donde se plantean los aspectos m?s relevantes de esta enfermedad desde una perspectiva actualizada, tanto que incluso se lleva a abordar la pandemia actual y su implicaci?n en dicha enfermedad. El texto cuenta con el excepcional testimonio de la Dra. M? Esther G?mez Rubio, Psic?loga Cl?nica y Neuropsic?loga, Facultativo Especialista de ?rea del Hospital Nacional de Parapl?jicos (SESCAM) quien nos comparte su experiencia de primera mano con la enfermedad de Parkinson. Igualmente, cuenta con la valiosa contribuci?n del Dr. Marcos Altable P?rez, Neur?logo y fundador de Neuroceuta en Ceuta quien comenta sobre la sintomatolog?a no motora y los aspectos neuropsiqui?tricos de la enfermedad de Parkinson, as? como sus implicaciones en esta pandemia. La Enfermedad de Parkinson en Tiempos de Pandemia Juan Mois?s de la Serna M? Esther G?mez Rubio Marcos Altable P?rez Editorial Tektime 2020 “La Enfermedad de Parkinson en Tiempos de Pandemia” Escrito por Juan Mois?s de la Serna; M? Esther G?mez Rubio y Marcos Altable P?rez 1? edici?n: julio 2020 © Juan Mois?s de la Serna, 2020 © Ediciones Tektime, 2020 Todos los derechos reservados Distribuido por Tektime https://www.traduzionelibri.it Para referenciar: De la Serna, J.M.; G?mez Rubio, M.E. y Altable P?rez, M. (2020).La Enfermedad de Parkinson en Tiempos de Pandemia. Montefranco, Italia.Editorial Tektime. Declaraci?n: Los autores est?n conformes con los contenidos incluidos en el manuscrito, manifestando que no existen conflictos de intereses Aviso Legal No se permite la reproducci?n total o parcial de este libro, ni su incorporaci?n a un sistema inform?tico, ni su transmisi?n en cualquier forma o por cualquier medio, sea ?ste electr?nico, mec?nico, por fotocopia, por grabaci?n u otros medios, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracci?n de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del C?digo Penal). Dir?jase a CEDRO (Centro Espa?ol de Derechos Reprogr?ficos) si necesita fotocopiar o escanear alg?n fragmento de esta obra. Puede contactar con CEDRO a trav?s de la web www.conlicencia.com o por el tel?fono en el 91 702 19 70 / 93 272 04 47. Pr?logo La enfermedad de Parkinson ha sido ampliamente estudiada a pesar de ello a diario se est?n produciendo avances en cuanto al diagn?stico y tratamiento se refiere, de ah? la importancia de estar informado, tanto por parte del personal sanitario, como de pacientes y sus familiares. A continuaci?n se presenta un texto accesible donde se plantean los aspectos m?s relevantes de esta enfermedad desde una perspectiva actualizada, tanto que incluso se lleva a abordar la pandemia actual y su implicaci?n en dicha enfermedad. El texto cuenta con el excepcional testimonio de la Dra. M? Esther G?mez Rubio, Psic?loga Cl?nica y Neuropsic?loga, Facultativo Especialista de ?rea del Hospital Nacional de Parapl?jicos (SESCAM) quien nos comparte su experiencia de primera mano con la enfermedad de Parkinson. Igualmente, cuenta con la valiosa contribuci?n del Dr Marcos Altable P?rez, Neur?logo y fundador de Neuroceuta en Ceuta quien comenta sobre la sintomatolog?a no motora y los aspectos neuropsiqui?tricos de la enfermedad de Parkinson as? como sus implicaciones en esta pandemia. Sobre los autores: Dra. M? Esther G?mez Rubio, Psic?loga Especialista en Psicolog?a Cl?nica, Licenciada en Filosof?a y Ciencias de la Educaci?n (secci?n Filosof?a), M?ster en Neuropsicolog?a Cognitiva, M?ster en Psicopatolog?a y Salud, M?ster en Modificaci?n de Conducta, Facultativo Especialista de ?rea del Hospital Nacional de Parapl?jicos (S.E.S.C.A.M.). Licenciada en Filosof?a en U.C.M., Psic?loga especialista en Psicolog?a Cl?nica U.N.E.D., P.I.R. Hospital de la Princesa (Madrid), M?ster Psicopatolog?a y Salud U.N.E.D., M?ster Modificaci?n de Conducta U.N.E.D., M?ster Neuropsicolog?a Cognitiva U.C.M. y F.E.A. S.E.S.C.A.M. personal adjunto del Hospital Nacional de Parapl?jicos. https://youtu.be/CDDDsNGV0Eg (https://youtu.be/CDDDsNGV0Eg) Dr. Marcos Altable P?rez, licenciado en Medicina, especialista en Neurolog?a, M?ster en Neurolog?a Pedi?trica y Neurodesarrollo, y M?ster en Neuropsicolog?a. Con m?ltiples publicaciones en diversos espacios (revistas cient?ficas y congresos nacionales e internacionales, peri?dicos, p?ginas web, cap?tulos de libros, etc.) compaginando el ejercicio cl?nico en Ceuta, con el continuo estudio y actualizaci?n en la Neurolog?a, Neuropediatr?a y Neuropsicolog?a. Dr. Juan Mois?s de la Serna, Doctor en Psicolog?a, M?ster en Neurociencias y Biolog?a del Comportamiento, y Especialista en Hipnosis Cl?nica, director de postgrados en TECH Universidad Tecnol?gica y en Universidad Europea Miguel de Cervantes; docente postgrado y director de T.F.M. en la Universidad Internacional de la Rioja y en la Universidad Internacional de Valencia. Agradecimientos Desde aqu? mi agradecimiento a todas las personas que han compartido con sus conocimientos especializado sobre la enfermedad de Parkinson, especialmente a D?. Marian Carvajal Paje y a D?. Mar?a Caridad Mar?n Valero de la Federaci?n Espa?ola de P?rkinson e igualmente a la Dra. Mabel Velandia Ramos Audi?loga (Colombia); al Dr. Horacio P?rez-S?nchez investigador principal del grupo de investigaci?n “Bioinformatics and High Performance Computing” (Espa?a), y al Dr. Cesar Rengifo, M?dico Toxic?logo en el Servicio M?dico de la Cooperativa de Servicios M?ltiples (Venezuela). ?ndice Aviso Legal (#ulink_2757f79a-3211-5100-9764-987dffd1f62e) Pr?logo (#ulink_ac8fb2e7-d106-5616-854c-b7c5a584f5a7) Sobre los autores: (#ulink_49102f80-b109-58e9-a2f2-746a2703d5c6) Agradecimientos (#ulink_79e4f325-9e1b-5d48-adff-4a3f5090f4be) Cap?tulo 1. Introducci?n a la enfermedad de Parkinson (#ulink_442affda-df12-5fc1-9b0a-94af39f8026c) S?ntomas y Signos de la enfermedad de Parkinson (#ulink_1a4e8f88-bc8f-5d84-a1f3-39134489b97d) S?ntomas No Motores de la enfermedad de Parkinson (#ulink_c934c02b-f941-5929-9821-ed2dcda4dd0b) Origen de la enfermedad de Parkinson (#ulink_ba5593fd-b0a7-58dc-8ca4-0d17e765c692) Diagn?stico de la enfermedad de Parkinson (#ulink_b6ad7ecf-5c97-59b8-8d4f-4946f4ccfb6b) Entrevista sobre la Federaci?n Espa?ola de Parkinson (#ulink_5a5538af-cf3b-5577-a451-0f793ff2e74a) Cap?tulo 3. Contextualizando la Pandemia (#ulink_231acead-3340-5499-aa95-8caf1c9e1dd0) La denominaci?n del COVID-19 (#ulink_4e0221cb-b04f-522d-8928-9c2641df2c42) Sintomatolog?a por COVID-19 (#ulink_a3d63cc1-b609-5684-b9a1-7ebc28348a99) Cambios en la atenci?n sanitaria (#ulink_f5f167c3-79a1-5ac3-9f94-d8493141bf6c) La enfermedad de Parkinson y COVID-19 (#ulink_5b20243b-87a5-5d40-82df-23444397350f) Cap?tulo 4. Testimonio de una Psic?loga y Neuropsic?loga con Parkinson (#ulink_b195191a-d7f6-542a-b15c-cc7d8127929a) Antes del Parkinson: Primera reacci?n ante al diagn?stico: (#ulink_dc90ac37-67ad-5199-ae42-f4149f831947) Diagn?stico de Parkinson a una Neuropsic?loga: (#ulink_9f604236-512e-5fb2-8282-b76c97449628) De la negaci?n a la aceptaci?n (#ulink_4068aa26-afd9-5d96-826d-23263fa36b7b) ?C?mo afrontar el Parkinson? (#ulink_4d6fdcac-dd70-565c-a175-a1d1b26b46c5) Evoluci?n de la enfermedad en mi caso particular: (#ulink_dfd12982-5fd3-5d79-b8c6-32372f5bec25) Cierre (#ulink_8f8d4617-276d-5d2b-816f-2322f9794364) Cap?tulo 5. Emociones ante el COVID-19 (#ulink_082d6cf3-3133-5289-a96f-c22161c941a9) Depresi?n y la enfermedad de Parkinson (#ulink_7a311988-7d25-5adf-854a-41bf416bbf90) Ansiedad y la enfermedad de Parkinson (#ulink_e26a95e5-e8d1-55ae-84e2-3f2435470017) Neuropsiquiatr?a en la Enfermedad de Parkinson (#ulink_bab3ea38-e28f-5505-ae8e-7f8377e8d425) Entrevista sobre el Programa Contigo de la F.E.P. (#ulink_0b456519-150e-5982-b92d-40fced6f6f62) Bibliograf?a (#ulink_817eafa3-617f-56c6-98f0-b932574c1822) Cap?tulo 1. Introducci?n a la enfermedad de Parkinson Si nos fijamos en los resultados ofrecidos por Google, sobre las tendencias de b?squeda de la tem?tica de la enfermedad de Parkinson, en sus distintas acepciones alrededor del mundo desde el 2004 hasta el 2020, se puede comprobar que el primer pa?s m?s preocupado sobre ello son Puerto Rico, seguido de Espa?a, Pa?ses Bajos y Francia y Chile; en sexta posici?n Portugal, seguido de Italia, Canad? y Finlandia ocupando Estados Unidos la posici?n decimotercera de los sesenta y ocho pa?ses que componen el resultado de Google, siendo la ?ltima posici?n ocupada por Vietnam. Hay que indicar que esto no refleja el n?mero de casos de pacientes con este tipo de enfermedad en funci?n del pa?s, si no las veces que este t?rmino ha sido buscado, esto es, puede haber un pa?s en donde se da poca incidencia de la enfermedad de Parkinson, pero la poblaci?n est? muy sensibilizada, con lo que tendr? muchas b?squedas en Google al respecto. O al rev?s, una poblaci?n en donde existe una alta incidencia de la enfermedad de Parkinson y en cambio exista una escasa conciencia de este problema, y casi no se produzcan b?squeda sobre ello. A resaltar que entre los quince primeros puestos de pa?ses que buscan este t?rmino, nueve provienen del continente europeo. Igualmente hay que se?alar que de forma global se ha producido una ca?da del uso de dicho t?rmino con los a?os, quedando en el 2009 por debajo del 25% de las b?squedas que se realizaban en el 2004, situaci?n que se mantuvo hasta 2014 en donde se produce un cambio de tendencia, ahora creciente hasta nuestros d?as. Un hito dentro de la b?squeda de Google con respecto a la enfermedad de Parkinson se produjo el 15 de agosto del 2014, cuando la esposa de Robin Williams confirm? que el actor ten?a la enfermedad de Parkinson, una noticia que impact? tanto que la gente se puso a buscar qu? era eso de la enfermedad de Parkinson, y a partir de entonces se observ? una ligera recuperaci?n en este t?rmino de b?squeda. A pesar de lo anterior esto no informa sobre el n?mero de afectados, sino del inter?s mostrado por los usuarios de Google sobre la enfermedad de Parkinson, luego quedar?a conocer en qu? medida ha ido avanzando dicha enfermedad. “Parece ser que el n?mero de casos diagnosticados de p?rkinson ha aumentado en los ?ltimos a?os. Las razones las encontramos principalmente en el envejecimiento de la poblaci?n y en una mayor precisi?n en los diagn?sticos que cada vez se realizan mucho antes y en personas m?s j?venes, tanto que un 15% de los 10.000 diagn?sticos anuales se produce ya en menores de 45 a?os. Al mismo tiempo, la esperanza de vida ha aumentado en personas con esta patolog?a, por lo que realmente se puede asegurar que la esperanza de vida de estas personas es similar a la de personas sin la enfermedad”. Marian Carvajal Paje, F.E.P. Antes de entrar a abordar la definici?n sobre la enfermedad de Parkinson hay que tener unas nociones b?sicas de las bases neuronales, as? es importante conocer que el enc?falo se divide en tronco encef?lico, el cerebelo, el dienc?falo y el cerebro. - El tronco encef?lico consta a su vez de tres partes, bulbo raqu?deo (donde se regulan funciones como la respiratoria, el di?metro vascular y los latidos card?acos; adem?s del hipo, la tos o el v?mito); protuberancia (participa en la regulaci?n de la respiraci?n); y mesenc?falo (contiene la sustancia negra, y participa de la regulaci?n de la actividad muscular). - El cerebelo, es el encargado de la coordinaci?n motora fina y gruesa, adem?s de participar en la postura, el equilibrio y el tono muscular. - El dienc?falo, se divide en t?lamo (encargado de la integraci?n de informaci?n, la conciencia, el aprendizaje, el control emocional y la memoria) e hipot?lamo (regula el comportamiento y las emociones, la temperatura corporal, la sed y el hambre, los ciclos circadianos y estados de conciencia, la secreci?n hormonal de la hip?fisis y la regulaci?n del sistema nervioso aut?nomo). - El cerebro, donde se desarrollan las funciones cognitivas, decisiones conscientes, aprendizajes relacionales, o el lenguaje entre otras muchas. Hay que aclarar que haydos tipos de comunicaci?n que se pueden llevar a cabo a nivel neuronal, la el?ctrica y la qu?mica. La primera se realiza mediante impulsos el?ctricos que se originan en las dendritas y en el soma y se conducen por el ax?n hasta los botones terminales mediante la desporalizaci?n de la membrana neuronal; mientras que la qu?mica se lleva a cabo mediante sustancias denominadas neurohormonas que act?an como mediadoras en la transmisi?n de informaci?n a otras neuronas y c?lulas del organismo. El proceso se inicia dentro de la neurona, la cual transmite informaci?n mediante desporalizaciones propagadas, generadoras de potenciales de acci?n, con cambios de potencial en los canales de calcio y potasio, hasta llegar a la hendidura sin?ptica, donde se liberan las ves?culas que contienen neurohormonas (primer mensajero qu?mico o neurotransmisor), que atravesar?n el espacio interneuronal hasta llegar a los receptores de la neurona diana, la cual puede afectar en la superficie de la membrana celular (hormonas proteicas, pept?dicas y catecolaminas) o dentro de la c?lula, en el citoplasma o en el n?cleo (hormonas esteroides y tiroideas). Los neurotransmisores se pueden clasificar en grupos de amina (norepinefrina, epinefrina, dopamina, 5HT); amino?cidos (glutamato, GABA); purinas (ATP, adenosina); gases (?xido n?trico); p?ptidos (endorfinas, taquicininas); y acetilcolina. En concreto la dopamina tiene una funci?n inhibitoria, participando del estado de alerta, adem?s suele estar asociada a la consecuci?n del placer y el deseo sexual, activando el sistema nervioso simp?tico, necesario para los nuevos aprendizajes, basados en el deseo por conseguir el refuerzo. Generado en el Locus N?ger, en la parte ventral del tegmento mesencef?lico, llega hasta el n?cleo accumbens, la am?gdala, el ?rea septal lateral, el n?cleo olfatorio anterior, el tub?rculo olfatorio y el neoc?rtex. “La enfermedad de parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso, produci?ndose una progresiva degeneraci?n de las neuronas ubicadas en la sustancia negra y que son las encargadas de producir dopamina. La dopamina es la sustancia fundamental para que el movimiento del cuerpo se realice correctamente.” Marian Carvajal Paje, F.E.P. Altos niveles de dopamina mejoran la motivaci?n, el buen humor y el deseo sexual. Su inhibici?n por su parte produce desmotivaci?n, indecisi?n, bajada de la libido e incluso depresi?n. Por tanto la enfermedad de Parkinson va a producir una serie de cambios a nivel neuronal tal y como se muestra en una investigaci?n realizada desde la Universidad de M?dena conjuntamente con la Universidad Reggio Emilia (Italia) [1]. En el estudio participaron 40 personas, 24 pacientes con la enfermedad de Parkinson diagnosticados desde hace 5 a?os, con una edad media de 60 a?os, y 15 personas de su misma edad sin la enfermedad. A todos se les pas? por un registro con resonancia magn?tica funcional donde se escaneaba el cerebro en busca de diferencias morfol?gicas significativas de los cerebros de los pacientes con la enfermedad de Parkinson frente a los sujetos control. Los autores encontraron diferencias en cuanto al volumen de la sustancia gris del cerebro especialmente reducida en los pacientes con la enfermedad de Parkinson en la corteza parietal derecha y en la estructura interna del cerebro, en el putamen, responsable de la v?a motora y encargada de ejecutar los movimientos aprendidos. Dos a?os despu?s se volvi? a realizar el mismo estudio con los mismos participantes para ver c?mo hab?an cambiado sus cerebros, aumentando ahora la edad media a 62 a?os, encontr?ndose adem?s diferencias significativas en el n?cleo pediluvio y en el n?cleo pedunculopontino y la regi?n motora del mesenc?falo. Seg?n los autores, es importante descubrir c?mo el avance de la enfermedad de Parkinson va afectando a nuevas ?reas ya que permite conocer tambi?n c?mo tratarlo. Hay que indicar, tal y como se ver? m?s adelante, que el padecer la enfermedad de Parkinson va a estar asociado en un alto porcentaje a sufrir trastornos del estado de ?nimo. “Los trastornos del estado de ?nimo suelen producirse como resultado de las alteraciones cerebrales que afectan a los ganglios basales, l?bulos frontales y algunos agentes qu?micos cerebrales como la dopamina, la serotonina y la noradrenalina.” Mar?a Caridad Mar?n, F.E.P. S?ntomas y Signos de la enfermedad de Parkinson Es importante conocer que desde el ?mbito cl?nico se lleva a cabo una distinci?n entre s?ntomas y signos, a la hora de describir lo que le pasa a la persona: - Hablamos de signos para referirnos a un dato objetivo que recoge directamente el m?dico, sobre el estado de salud del individuo, como, por ejemplo, un n?mero reducido de leucocitos en sangre, como resultado de una anal?tica; alteraci?n en las ondas P seg?n el electrocardiograma; o la presencia de placas “seniles” y neurofibrillas evidenciadas por una T.A.C. (Tomograf?a Axial Computarizada). Luego los signos son evidencias indirectas que han de ser interpretadas por el m?dico sobre los distintos ?ndices que muestra el organismo. - Los s?ntomas, por su parte, son la expresi?n subjetiva de un paciente, sobre un mal funcionamiento de su organismo. Equivaldr?a a las quejas o dolencias manifestadas por el paciente sobre su enfermedad; as? como la intensidad percibida de molestias o dolores, y suele ser lo primero que eval?a un m?dico cuando se entra a consulta y pregunta, ?Qu? le pasa?, ?Qu? le ha tra?do a aqu?? Una vez recogidas las impresiones, el m?dico suele ahondar en dichos s?ntomas, con preguntas como, ?Desde hace cu?nto que le pasa?, ?Estas molestias las definir?a como dolorosas o incapacitantes? A la hora de completar el historial, para establecer si la persona padece un cuadro cl?nico, el valor de los signos es determinante, frente al de los s?ntomas, los cuales se tienen en cuenta como indicios a explorar, sin valor diagn?stico por s? mismos. Hay, adem?s, que realizar una nueva distinci?n entre los s?ntomas positivos y los negativos, no se trata de valorarlos como “buenos” o “malos”, ya que cualquiera de ellos es indicativo de que hay un problema de salud y por tanto son todos valorados como “malos” al ser negativos para el normal desarrollo de la vida de la persona: El s?ntoma positivo, se define como aquel que est? presente cuando no se espera que aparezca en una persona sana de la misma edad, por ejemplo, en la enfermedad de Parkinson, un s?ntoma positivo ser?a la presencia de temblores, algo que no se presenta en una persona sin la enfermedad de Parkinson. El s?ntoma negativo, por su parte, se define como la ausencia de una capacidad o habilidad que s? se encuentra en una persona sana de su misma edad, por ejemplo, un s?ntoma negativo puede ser la ausencia del habla, en el caso de una persona que ha sufrido un trastorno craneoencef?lico a consecuencia de una ca?da y al consiguiente golpe en la cabeza, algo presente en una persona de su edad. Es importante destacar que la distinci?n entre positivo o negativo se hace siempre en comparaci?n con otros de su misma edad, ya que hay s?ntomas que pueden estar presentes o ausentes a determinadas edades y no en otras. “La presencia de s?ntomas motores tales como temblor, lentitud de movimientos (bradicinesia), rigidez e inestabilidad postural pueden suponer que una persona padezca esta enfermedad. No obstante, no todos los temblores son debidos al p?rkinson ni todos los s?ntomas tienen por qu? darse en su conjunto. Es necesaria una evaluaci?n precisa por parte del neur?logo especialista para descartar otras posibles patolog?as que presentan s?ntomas similares. De la misma manera, existe un marcador emocional que es la presencia de un trastorno de ?nimo por depresi?n y que se da previo a la aparici?n de los s?ntomas motores. De hecho, para muchas personas los s?ntomas no motores del p?rkinson (depresi?n, apat?a, desmotivaci?n, trastornos del sue?o…) son en su conjunto m?s incapacitantes que los s?ntomas motores anteriormente citados.” Marian Carvajal Paje, F.E.P. Aunque cuando uno piensa en la enfermedad de Parkinson lo hace en sus s?ntomas principales asociados con el movimiento, no son los ?nicos, ni siquiera los que m?s influyen en la calidad de vida del paciente. Sabiendo que entre el 40 y 80% de los pacientes con la enfermedad de Parkinson deben lidiar adem?s con un problema a?adido, el dolor, algo que va directamente en detrimento de su calidad de vida y de las relaciones sociales. El dolor, cumple una funci?n de aviso al cerebro de que algo no va bien, pero cuando este es cr?nico, debido a un trauma o enfermedad se convierte en una gran molestia, que afecta no s?lo al normal desempe?o sino tambi?n a su capacidad cognitiva. El dolor puede cambiar el humor, e incluso “nublar la raz?n”, eso unido a un fen?meno denominado de sensibilizaci?n, por lo que aquel que sufre un dolor cr?nico, lo vive mucho m?s intensamente cada d?a, “aguantando” cada vez menos su presencia. De ah? que adem?s de la intervenci?n en la enfermedad de Parkinson, estos pacientes deban recibir el tratamiento oportuno para combatir este dolor que los acompa?a, pero ?Se puede mejorar el tratamiento del dolor en la enfermedad de Parkinson? Esto es precisamente lo que ha anunciado mediante una nota de prensa la empresa Mundipharma International [2] seg?n la cual la empresa ha concluido con ?xito la primera investigaci?n rigurosa sobre el tratamiento del dolor en pacientes con la enfermedad de Parkinson analizando los efectos del tratamiento con oxycodone-naloxone (OXN PR). Entre las caracter?sticas del estudio destaca que se realiz? empleando un grupo control al que se le administraba un placebo, as? como un dise?o de doble ciego, donde ni el paciente, ni los enfermeros que administraban la sustancia sab?an si estaban recibiendo el medicamento o el placebo. Evaluado mediante autoinforme empleando para ello una escala de valoraci?n del dolor, medido en varios momentos, hasta cuatro meses desde la administraci?n. Los resultados muestran diferencias significativas entre los dos grupos, los que recibieron medicamentos frente a los que recibieron placebo, durante los primeros tres meses, perdiendo la eficacia a los seis meses del inicio del tratamiento. Entre los efectos secundarios no deseados del tratamiento se observ? en el 17% de los pacientes, n?useas y estre?imiento. La nota de prensa no informa del n?mero de participantes, su g?nero, ni en qu? etapas de la enfermedad se encontraban. Una de las limitaciones del estudio es precisamente el m?todo de recogida de datos mediante autoinformes, ya que actualmente se pueden emplear otros m?todos m?s fiables para ello. A pesar de ello es una gran noticia ya que es el resultado de una investigaci?n rigurosa que ofrece una alternativa a los pacientes con la enfermedad de Parkinson con lo que aumentar su calidad de vida, al reducir el dolor que siente, aparte de tener que padecer el resto de los s?ntomas de la enfermedad. A pesar de lo anterior, hay que tener en cuenta que se debe realizar m?s investigaciones para comprobar que la eficacia de este tratamiento del dolor no interfiera en el empleado para la enfermedad de Parkinson, pues ya ha sucedido en otras ocasiones, que cuando se intentan tratar dos problemas a la vez, a veces los efectos positivos de los medicamentos se anulan entre s?, haciendo perder la eficacia de la intervenci?n. Por lo que ser?a conveniente corroborar los datos anteriores con distintos tipos de medicamentos y en distintas fases de la enfermedad para comprobar en qu? condiciones es m?s efectiva la intervenci?n del dolor a trav?s de este m?todo, buscando nuevas alternativas para aquellos pacientes que no responden adecuadamente a este tratamiento, ya sea por encontrarse en una fase avanzada o porque muestre otras patolog?as asociadas a la enfermedad de Parkinson. Pero volviendo a los s?ntomas m?s evidentes de la enfermedad de Parkinson, los problemas que se presentan en los movimientos, no todos pueden ser atribuidos a esta enfermedad, ya que est?n tambi?n presentes en otras enfermedades, de ah? la importancia de conocerlos y establecer el diagn?stico diferencial oportuno. A pesar de lo que se pueda pensar, tanto los profesionales como las personas ajenas a las ciencias de la salud, tienen cierto conocimiento sobre las patolog?as y psicopatolog?as m?s frecuentes, pero adem?s existe todo un abanico de enfermedades, trastornos y s?ndromes que son desconocidos ya sea por su escaso nivel de incidencia o porque no recibe la suficiente atenci?n de los medios de comunicaci?n. Es por ello por lo que existen los manuales de consulta como el Vadem?cum en el caso de los m?dicos y los manuales de diagn?stico, como el C.I.E.-10 [3] o el D.S.M.-V [4]en el caso de los psic?logos y psiquiatras. A estos se suele acudir cuando un caso no es todo lo suficientemente claro como debiera, al presentarse s?ntomas que no pertenecen al cuadro cl?nico que se tiene, o porque no se puede establecer un diagn?stico que conforme todos los s?ntomas observados. Pero son tantas las clasificaciones en categor?as y subcategor?as, sobre s?ntomas y s?ndromes, trastornos y enfermedades, que se requiere de cierta especializaci?n para poder dar una mejor atenci?n. As? los profesionales se especializan por edades, por ejemplo, en los trastornos del desarrollo en la infancia, o por grupos de enfermedades que comparten algunos elementos en com?n, como por ejemplo las enfermedades neurodegenerativas. A pesar de todo lo anterior, los profesionales de la salud deben actualizarse peri?dicamente para conocer las “nuevas enfermedades” o aquellas que han cambiado su incidencia en la poblaci?n y que ahora son m?s comunes, o que se presentan en conjunto con otras enfermedades o trastornos, pero ?Existe relaci?n entre S?ndrome de Pisa y la enfermedad de Parkinson? Esto es precisamente lo que trata de explorarse desde el Hospital “Moriggia-Pelascini”, el Instituto de Ciencias de Pavia, el Instituto de Ciencias de Montescano (Italia) y la Universidad de Tel-Aviv (Israel) [5]. El S?ndrome de Pisa se define como una torsi?n sostenida del tronco de al menos 10 grados, que se puede observar tanto mientras se permanece sentado o de pie, pero que desaparece en cuanto la persona se acuesta. En el estudio setenta y cuatro pacientes diagnosticados con la enfermedad de Parkinson, a los cuales se les tomaron medidas E.M.G. (ElectroMioGr?ficas), para comprobar el nivel de desviaci?n de la persona, para ello se realizaron en distintas posturas, incluido mientras permanec?an acostados. Se evaluaron en tres momentos diferentes, en reposo, contra?dos hacia la posici?n natural de los m?sculos y contra?dos al lado contrario al natural. Se observ? que en el 78% de los pacientes se mostraban diferencias significativas en cuanto a la desviaci?n muscular, especialmente sensible para ello el m?sculo oblicuo externo del abdomen, que fue el que m?s informaci?n proporcion? de todos los evaluados. Hay que tener en cuenta que tal y como informan los autores, se trata de una primera aproximaci?n para la determinaci?n de un m?todo v?lido para detectar la presencia del S?ndrome de Pisa en pacientes con la enfermedad de Parkinson, por lo que se requiere de nueva investigaci?n al respecto para poder as? establecer un procedimiento de diagn?stico m?s efectivo El estudio no informa sobre las caracter?sticas sociodemogr?ficas de los pacientes de la enfermedad de Parkinson, ni su edad, ni su g?nero… aspectos fundamentales si se quiere extrapolar los resultados a otras poblaciones. A pesar de lo anterior, el uso de la electromiograf?a, t?cnica muy simple y extendida en la pr?ctica m?dica, hace que el diagn?stico del S?ndrome de Pisa sea m?s sencillo y eficaz sobre todo si se realiza la evaluaci?n sobre el m?sculo oblicuo externo del abdomen. Hay que tener en cuenta, que como en cualquier otro caso, el padecer dos patolog?as al mismo tiempo, en este caso la enfermedad de Parkinson y el S?ndrome de Pisa no hace sino empeorar el pron?stico de la persona, dificultando su recuperaci?n. Adem?s, el infradiagn?stico del S?ndrome de Pisa s?lo sirve para ocultar s?ntomas que van a estar presente, interfiriendo con la calidad de vida del paciente con la enfermedad de Parkinson, mientras no reciba el tratamiento oportuno. A este respecto, falta todav?a por conocer c?mo se ha de tratar el S?ndrome de Pisa, y si este tratamiento va a conllevar alg?n tipo de contraindicaci?n con el recibido para la enfermedad de Parkinson. Igualmente, y dentro de los problemas del movimiento que podr?a inicialmente atribuirse a la enfermedad de Parkinson, pero que se precisa de un diagn?stico diferencial, cabe realizarse la distinci?n con respecto a la diston?a neurocirculatoria, la cual se puede definir como la modificaci?n del correcto “uso” de la musculatura por parte del organismo. Un ejemplo de esta modificaci?n es cuando hemos realizado ejercicios sin el calentamiento previo oportuno, lo que puede conllevar que durante las horas siguientes sintamos calambres. Igualmente, el ejercicio excesivo de un grupo de m?sculos puede hacer que temporalmente ?stos queden “flojos” y fl?cidos, recuperando su “tono” muscular, pasadas unas horas. Teniendo en cuenta que la musculatura repartida por todo el cuerpo permite a la persona realizar los movimientos gracias a su capacidad de contracci?n y relajaci?n de los tejidos que lo componen. Todo ello “guiado” desde el sistema nervioso central, quien da las ?rdenes que permite realizar los movimientos de forma coordinada. Nada m?s que hay que pensar en todos los grupos de m?sculos implicados en el andar, y que sin un “plan” establecido, ser?a dificultoso e incluso imposible poder hacerlo tan “armoniosamente”. As? y volviendo sobre la diston?a, cuando esta es cr?nica, se denomina s?ndrome dist?nico, en donde se ve alterada la tonalidad de la musculatura, ya sea total o parcialmente, normalmente asociado a causas gen?ticas o por un traumatismo craneoencef?lico, lo que se puede expresar con p?rdida de fuerza en los m?sculos, calambres, espasmos involuntarios, temblores, y descoordinaci?n de los movimientos, acompa?ado en algunos casos de dolor. Adem?s de los signos, entre los s?ntomas est? la inquietud por sus movimientos, tratando de ocultar sus manos y pies, carraspeo frecuente, debido al cambio de tonalidad de la voz, todo lo cual va a conllevar agotamiento f?sico y psicol?gico, dificultades para concentrarse, alteraciones del estado de ?nimo debido a esa sensaci?n de falta de control de su propio cuerpo, problemas digestivos y alteraciones del sue?o, lo que en algunos casos le conduce a la depresi?n. S?ntomas parecidos a los que expresan los pacientes, con s?ndrome de Tourette tambi?n denominado de tics cr?nicos, donde se dan tambi?n signos motores involuntarios expresados a modo de tics, que producidos cr?nicamente van a interferir en el normal desarrollo de la vida social, ya que suelen estar asociados a la coprolalia, que es la emisi?n de palabras obscenas y socialmente inadecuadas, causadas por su falta de control. Como vemos, una alteraci?n en nuestro tono muscular va a ser tambi?n indicativo de que algo no va bien dentro de nuestro organismo, ya sea a nivel neurol?gico o medular, relacionado normalmente con el sistema nervioso. As? cuando este control sobre los movimientos se “deteriora” por alguna enfermedad neurol?gica puede producir enfermedades como la de Parkinson o la Corea de Huntington tambi?n denominado Bailes de San Vito. Sobre los problemas del control muscular, aunque se pueden emplear muchas clasificaciones sobre los temblores, basado en los m?sculos afectados o la funci?n implicada, en este libro vamos a distinguirlos entre temblores de reposo y de acci?n. Los primeros hacen referencia a los m?sculos en estado de relajaci?n, es decir, mientras la persona permanece quieta, ya sea de pie o sentada, sin hacer nada, y a pesar de ello la persona sufre temblores; mientras que los temblores de acci?n por su parte son aquellos que aparecen ?nicamente cuando se va a realizar una acci?n, ya sea esta coger un objeto o andar. El inconveniente de sufrir este ?ltimo tipo de temblores es que dificulta la acci?n emprendida, por ejemplo, cuando se quiere llevar la comida del plato a la boca, sufrir temblores de acci?n en la mano o en el antebrazo supone que se vaya derramando la comida por el camino debido a dichos temblores. Hay que recordar que cuando se ejecuta una acci?n, por ejemplo, al flexionar el brazo, hay m?sculos que se contraen, que es cuando sufren el temblor de acci?n, y m?sculos que permanecen relajados, que no suelen sufrir temblor, pero ?C?mo se relacionan los temblores en la enfermedad de Parkinson? Esto es precisamente lo que se ha tratado de averiguar con una investigaci?n realizada desde la Cl?nica de P?rkinson del Este de Toronto y el Centro de Des?rdenes del Movimiento (Canad?) [6]. En el estudio participaron 100 pacientes diagnosticados con la enfermedad de Parkinson, con edades comprendidas entre los 43 a 99 a?os, a quienes se les observ? la lateralidad de sus temblores, tanto de los de reposo como de acci?n, estudi?ndose ?nicamente los temblores en las extremidades superiores, evaluado mediante el Unified P.D. Rating Scale [7]. Los resultados indican una relaci?n inversa entre la intensidad del temblor de reposo y el de acci?n, relaci?n que ?nicamente se mantiene en el mismo lado del cuerpo. As? la presencia de temblor de reposo moderado en una extremidad hace que, en ese lado del cuerpo, exista significativamente una menor probabilidad de sufrir temblor de acci?n. Temblores de los m?sculos que van a presentarse inicialmente en la mitad del cuerpo, pero que pueden extenderse tambi?n a la otra mitad, teniendo en cuenta que, aunque la caracter?stica m?s llamativa sea precisamente ese temblor, la enfermedad de Parkinson tambi?n conlleva s?ntomas como la rigidez e inestabilidad postural, y lentitud en sus movimientos. Tal y como se ha expuesto hasta el momento la enfermedad de Parkinson es neurodegenerativa asociado al control de los m?sculos, por lo tanto, sus efectos se van a agravando con la edad. A ello habr? que sumarle los problemas propios del paso del tiempo, con la disminuci?n progresiva de la autonom?a personal. Este aspecto es una de las mayores preocupaciones de los pacientes con la enfermedad de Parkinson, sabiendo que es cuesti?n de tiempo para que cada vez sea m?s dependiente para realizar casi cualquier actividad. Hay que tener en cuenta que los problemas musculares asociados a la enfermedad cada vez son mayores, pero ?Existe relaci?n entre padecer la enfermedad de Parkinson y los problemas cognitivos? Esto es lo que ha tratado de responderse con una investigaci?n realizada desde el Departamento de Neurolog?a, la Facultad de Medicina, Universidad Ondokuz Mayis; junto con la Cl?nica de Neurolog?a, Hospital de Entrenamiento e Investigaci?n; y el Servicio de Neurolog?a, Hospital Estatal Carsamba (Turqu?a) [8]. En el estudio participaron treinta y siete pacientes diagnosticados con la enfermedad de Parkinson, con edades comprendidas entre los 55 a 77 a?os, de los cuales diecinueve eran mujeres. Los participantes rellenaron una escala para determinar el nivel de independencia mediante las Scales for Outcomes in Parkinson’s Disease - Automatic [9]; para conocer la gravedad de la enfermedad se emple? el Hoehn y Yahr Scale [10]; igualmente se evalu? las habilidades cognitivas mediante el Mini Mental State Examination test [11,12], el Blessed test [13] y el Frontal Evaluation Test [14]. Para detectar sintomatolog?a depresiva se emple? el Geriatric Depression Scale; y por ?ltimo para evaluar la atenci?n y la memoria a corto plazo se emple? una prueba de secuencias num?ricas. Los resultados informan que no existe correlaci?n significativa entre el nivel de autonom?a y las habilidades cognitivas, funcionando de forma independiente. En cambio, existe una correlaci?n negativa entre la gravedad de la enfermedad y las habilidades cognitivas, esto es, a mayor gravedad menores puntuaciones alcanzadas en habilidades cognitivas. Entre las limitaciones del estudio hay que destacar que, a pesar de tener casi el mismo n?mero de participantes de cada g?nero, no se ha realizado un an?lisis comparativo, por lo que no es posible realizar ninguna inferencia al respecto en funci?n del g?nero. Igualmente, el rango de participantes es muy amplio, pudiendo confundirse los efectos propios de la edad, por lo cual ser?a bueno que se hubiese separado en dos grupos por ejemplo menores y mayores de 65 a?os para comprobar si existen diferencias, las cuales s?lo podr?an ser explicadas por la edad. A pesar de las limitaciones anteriores, los resultados muestran cierto nivel de independencia entre las capacidades cognitivas y la autonom?a personal. Cabe indicar que, al ser la enfermedad de Parkinson neurodegenerativa, esto implica que va a ir avanzando hasta acabar afectando a todas las funciones del organismo, aunque su s?ntoma m?s evidente es el temblor. As? las zonas cerebrales afectadas por la enfermedad de Parkinson hacen que poco a poco todos los m?sculos se vayan “descontrolando”, perdiendo as? su utilidad, adem?s de esta p?rdida de control caracterizado por los temblores, se va produciendo una paulatina rigidez de algunos grupos musculares. Aunque lo m?s “evidente” al principio son en aquellos movimientos que requieren de la participaci?n de un mayor n?mero de grupos musculares, como por ejemplo en el caminar, donde adem?s interviene la informaci?n vestibular que sirve para equilibrar la postura a cada paso. Con el avance de la enfermedad se van a producir “interferencias” en el resto de los m?sculos como por ejemplo en los de la mand?bula y la lengua los cuales son esenciales para el correcto desempe?o ling??stico, lo que va a hacer, que a medida que avance la enfermedad de Parkinson sea m?s dif?cil comprender lo que el paciente dice. No porque tenga ning?n tipo de afecci?n neurol?gica relacionada con el habla o el pensamiento, sino porque los m?sculos alrededor de la boca e incluso la lengua no responden adecuadamente a sus ?rdenes, pero ?Se puede llegar a afirmar que se puede identificar la presencia de la enfermedad de Parkinson por la forma en que se habla? Esto es lo que se ha tratado de resolver con una investigaci?n realizada desde el Departamento de Ciencias de la Computaci?n e Ingenier?a y el Departamento de Tecnolog?as de la Informaci?n de la Universidad de Ingenier?a R.A.G.H.U., junto con el Departamento de Tecnolog?as de la Informaci?n de la Universidad G.I.T.A.M.; y el Departamento de Microbiolog?a y Bioinform?tica de la Universidad Bilaspur (India) [15]. En este estudio se emplearon bases de datos sobre audios con grabaciones de voz y a trav?s de Big Data se buscaron diferencias entre pacientes con la enfermedad de Parkinson para ser comparado con la poblaci?n general con una edad menor de 40 a?os. Estos datos fueron procesados empleando tres m?todos de an?lisis matem?ticos informatizados diferentes, en donde se comprobaba la nitidez, la modulaci?n, la fase o impedancia de las frases tanto de los pacientes con la enfermedad de Parkinson como de personas que no lo ten?an, que funcionaban a modo de grupo control. Los resultados indican que el empleo de t?cnicas como Support Vector Machine puede ser empleado para el diagn?stico diferencial entre pacientes con y sin la enfermedad de Parkinson, a edades tan tempranas como los 40 a?os, con un porcentaje de aciertos del 70%. A pesar de la claridad de estos resultados se puede destacar como limitaci?n del estudio a la selecci?n de la edad como punto de corte entre antes y despu?s de la aparici?n de la enfermedad de Parkinson, debido a las diferencias individuales existentes no controladas en este estudio. Tal y como se?alan los autores de corroborarse los resultados de estos an?lisis, permitir? que cualquier persona con decir diez veces todas las vocales, y tras el preceptivo an?lisis matem?tico, se podr? conocer si se est? sufriendo los primeros s?ntomas “silenciosos” de la enfermedad de Parkinson o no. Un gran avance, ya que cuanto antes se diagnostique esta enfermedad, antes se puede intervenir, y con ello alargar la calidad de vida del paciente, y todo ello con unos escasos minutos delante de un micr?fono. Tal y como se ha comentado, los problemas del habla independientemente de la edad en la que surjan, van a dificultar que el paciente pueda llevar una relaci?n social adecuada, de ah? la importancia de comprobar sus efectos en la enfermedad de Parkinson. Siendo la capacidad de comunicarse una de las problem?ticas m?s importantes que afectan a la calidad de vida del paciente con la enfermedad de Parkinson, habi?ndose observado que en el 90% de los casos se ve dificultada por el avance de la enfermedad, ya sea por la alteraci?n en la velocidad del habla como por su capacidad discursiva, pero ?Presentan los pacientes con la enfermedad de Parkinson problemas del habla en funci?n de la edad? Esto es precisamente lo que ha tratado de resolverse mediante una investigaci?n realizada desde el Departamento de Neurolog?a de la Facultad de Medicina de la Universidad de S?o Paulo (Brasil) [16]. En el estudio participaron 50 pacientes diagnosticados con la enfermedad de Parkinson, siendo todos mayores de 40 a?os, los cuales fueron separados en dos grupos en funci?n de la edad, el primero, de 30 pacientes con edades comprendidas entre los 40 a 55 a?os; y el segundo, con 20 participantes, todos ellos mayores de 65 a?os. Se les administraron tres medidas, una neuropsicol?gica para evaluar el avance de la enfermedad de Parkinson a trav?s de la escala Hoehn y Yahr Scale [10] y del Unified Parkinson?s Disease Rating Scale [17]; una segunda de tipo perceptual donde se evaluaba la velocidad discursiva; y una tercera de tipo ac?stico, donde se evaluaba la capacidad de generaci?n de palabras de forma espont?nea mediante el an?lisis de vocales empleadas basado en el V.A.I. (Articulation Index). El estudio informa sobre que no existen diferencias entre los grupos de edad en cuanto a ninguna de las tres medidas, es decir, ni en gravedad de la enfermedad de Parkinson, ni en la velocidad ni en la capacidad discursiva. Una de las limitaciones del estudio es no haber separado a los pacientes por las puntuaciones obtenidas en las medidas neuropsicol?gicas, esto es, seg?n la gravedad de la enfermedad. A pesar de lo cual, el estudio se enfoca en un aspecto a veces olvidado con respecto a la enfermedad de Parkinson, la capacidad de comunicarse, siendo esta fundamental en una sociedad basada en la comunicaci?n oral. Los datos muestran que la edad no es una variable relevante en los problemas del habla asociados a la enfermedad de Parkinson, lo que indica que a cualquier edad se deber?a de poder intervenir mediante terapia espec?fica realizada por un logopeda que ayude a compensar las p?rdidas debidas a la enfermedad. “Si vemos la enfermedad de Parkinson desde el punto de vista neurol?gico existe un compromiso en el cerebelo que tambi?n se asocia al deterioro por la edad lo cual concluye que en general si se podr?a afirmar que hay dificultades en la motricidad voluntaria especialmente de los m?sculos de los ?rganos fonoarticuladores que tienen que ver directamente con la pronunciaci?n de los diferentes fonemas asociados al Habla. Ese deterioro tambi?n est? asociado a la expresi?n gen?tica. No se sabe cu?ndo va a comenzar esa dificultad todo depende del medio ambiente calidad de vida diagn?stico e intervenci?n precoz y gen?tica. En la actualidad se utilizan sistemas de inteligencia artificial para descubrir que mutaciones gen?ticas est?n relacionadas con la aparici?n del P?rkinson. Lo anterior ser? clave en el tratamiento del P?rkinson en un futuro pr?ximo. Es as? que ya se est?n desarrollando modelos predictivos de AI (inteligencia artificial ) basados en redes neuronales y con la capacidad adem?s de los m?todos de an?lisis estad?sticos mediante IA c?mo el Deep Learning a ayudar?n a los neur?logos a identificar pacientes seg?n sus caracter?sticas gen?ticas y cl?nicas candidatos a recibir posibles tratamientos a trav?s de la medicina personalizada y la Telemedicina.” Dra. Mabel Velandia Ramos Audi?loga Colombia. Hay que indicar que en ocasiones el p?blico en general conoce m?s las enfermedades por las consecuencias en sus fases avanzadas, tal y como sucede con la enfermedad del Parkinson. Al ser la enfermedad de Parkinson neurodegenerativa, con el tiempo los efectos se van a ir poco a poco agravando, que avanza desde los primeros s?ntomas del Estadio I, con ligeros movimientos en solo una parte del cuerpo, arrastrando un poco los pies, empezando a mostrarse los primeros s?ntomas de rigidez. En el Estadio II empieza a inclinarse la persona hacia adelante, se empiezan a producir alteraci?n del equilibrio y con dificultades para iniciar movimientos (bradicinesia). En la fase III y IV se complican los s?ntomas dificultando el equilibrio y en el andar. Hasta llegar a la ?ltima fase del Estado V, en donde la dependencia es m?xima necesitando a una tercera persona para realizar cualquier actividad de la vida cotidiana, pasando el paciente buena parte de su tiempo sentado o tumbado debido a sus temblores constantes. Hay que tener en cuenta que a medida que avanza las opciones del tratamiento de la enfermedad de Parkinson se reducen, empezando por el farmacol?gico y rehabilitador hasta el quir?rgico. De entre estos ?ltimos se pueden distinguir entre las reversivas como la estimulaci?n cerebral profunda, frente a las irreversibles, que incluye cirug?a en donde se intervienen ciertas partes del cerebro. Sobre estas intervenciones quir?rgicas la palidotom?a es la m?s com?n, donde se realiza una incisi?n en el globo p?lido del cerebro, intervenci?n que por otro lado se ha observado que tiene consecuencias emocionales en los pacientes intervenidos, pero ?La intervenci?n quir?rgica en el cerebro del paciente con la enfermedad de Parkinson acarrea cambios emocionales? Esto es precisamente lo que se ha tratado de responder con una investigaci?n realizada desde el Hospital de Santa Mar?a (Portugal) [18]. En el estudio participaron 30 pacientes a los cuales se les realiz? una intervenci?n quir?rgica para tratar las fases avanzadas de la enfermedad de Parkinson. A todos ellos se les realiz? un estudio previo y un seguimiento de un a?o tras la intervenci?n en donde ten?an que responder a un cuestionario estandarizado para detecci?n de emociones denominado Comprehensive Affect Testing System [19] donde se eval?an 7 emociones b?sicas en tareas de reconocimiento de rostro y 4 sobre el lenguaje (prosodia). Los resultados muestran que no existen cambios significativos entre los datos obtenidos antes y despu?s de la intervenci?n quir?rgica. A pesar de lo cual se comenta que se hab?a observado sintomatolog?a de apat?a o depresi?n en 6 de los participantes antes de la intervenci?n, y que luego el n?mero se ampli? a 14 despu?s de un a?o de la intervenci?n. Lo que sin duda deber?a ser objeto de estudio el por qu? en un a?o se ha duplicado el n?mero de personas con sintomatolog?a depresiva, y si esto se corresponde con una evoluci?n “normal” de la enfermedad o es producto de la intervenci?n quir?rgica. Como carencias del estudio hay que destacar que no se ha establecido un grupo control con el que comparar la evoluci?n de la enfermedad a lo largo del tiempo, y que tampoco se ha realizado una evaluaci?n exhaustiva del estado de ?nimo del paciente ni antes ni despu?s de la intervenci?n quir?rgica. Debido a las limitaciones del estudio no se pueden generalizar los resultados hasta que no se ampl?e el n?mero de participantes, se incluya un grupo control y se analice la evoluci?n del estado de ?nimo de los pacientes a los que se les ha sometido a una intervenci?n quir?rgica como medida de afrontar la fase m?s avanzada de la enfermedad de Parkinson. Aunque los s?ntomas m?s evidentes de la enfermedad de Parkinson son precisamente los temblores, existen otros no relacionados con los movimientos como es el problema del sue?o, con una prevalencia que afecta entre un 40 a 90% de los que padecen esta enfermedad ya sea con insomnio, exceso de somnolencia diurna, apnea del sue?o, o problemas durante el mismo. Para aquellas personas que no sufren este tipo de problemas, no suelen llegar a entender lo invalidante que resulta no recuperarse, descansar, y poder iniciar un nuevo d?a. Al respecto hay que comentar que una de las dificultades que tienen los pacientes con la enfermedad de Parkinson es que cuando se muestran los problemas del sue?o estos no se pueden tratar adecuadamente, ya que la medicaci?n que se emplea para estos casos suele ser incompatible con la que se recibe por el tratamiento de la propia enfermedad de Parkinson. Igualmente, algunos ejercicios indicados para estos pacientes no resultan todo lo prometedores que se esperar?a, manteniendo as? las dificultades del sue?o, y los problemas que eso conlleva a cualquier persona, pero ahora agravado por la enfermedad de Parkinson, pero ?Se pueden superar los problemas de sue?o de la enfermedad de Parkinson? Esto es precisamente lo que se ha tratado de averiguar con una investigaci?n conjunta realizada desde el Hospital de “S. Isidoro”; la Fundaci?n S. Maugeri IRCCS, el Hospital “Le Terrazze”; el Hospital Moriggia Pelascini, el Instituto Cl?nico de Perfeccionamiento (Italia); y el Instituto de rehabilitaci?n J.F.K. Johnson; junto con el Centro de Des?rdenes de Movimiento de la Universidad de la ciudad de Nueva York (EE.UU.) [20]. En el estudio participaron 138 pacientes con una edad media de 69 a?os, de los cuales 77 eran mujeres. Se separaron en dos grupos a los participantes, el primero con 89 pacientes, que recibi? conjuntamente tratamiento farmacol?gico y entrenamiento f?sico, y el otro, con 49 participantes, que ?nicamente recibi? tratamiento farmacol?gico. A todos se les examin? para comprobar su diagn?stico, a trav?s de la escala de sintomatolog?a de la enfermedad de Parkinson denominada Hoehn y Yahr Scale [10] y el Mini-Mental State [12]. Despu?s de 28 d?as se volvieron a examinar a todos los participantes para comprobar si se produc?an efectos diferenciales entre los dos grupos, empleando en esta ocasi?n la escala estandarizada denominada Unified Parkinson’s Disease Rating Scale [17]. Los resultados muestran mejoras significativas en el tratamiento conjunto entre el farmacol?gico y los ejercicios dise?ados al efecto, produci?ndose un decremento de los problemas de sue?o, en cambio no se encontraron diferencias en el grupo control que solo recibieron tratamiento farmacol?gico para tratar los problemas de sue?o asociados. Entre las limitaciones del estudio est? el no tener un tercer grupo de investigaci?n, que reciban exclusivamente el entrenamiento, para comprobar si se producen o no los efectos positivos deseados. Igualmente, el realizar una ?nica evaluaci?n a los veintiocho d?as, no garantiza que los efectos positivos en la mejora de los problemas del sue?o se mantengan a lo largo del tiempo, por lo que se requerir?a de posteriores evaluaciones para comprobarlo. S?ntomas No Motores de la enfermedad de Parkinson La enfermedad de Parkinson es una enfermedad causada por la degeneraci?n de las c?lulas nerviosas (neuronas) en el cerebro. Esta enfermedad generalmente cursa con trastornos del movimiento como temblores, rigidez, bradicinesia e inestabilidad en la postura corporal, pero tambi?n pueden presentarse s?ntomas no motores, que pueden preceden a los s?ntomas cl?sicos. Pudiendo ser as? un signo temprano de la enfermedad de Parkinson. Los s?ntomas no motores de la enfermedad de Parkinson se dividen en varias categor?as: disfunci?n auton?mica, s?ntomas cognitivos y psiqui?tricos, trastornos del sue?o y otros s?ntomas [16,21]. Los s?ntomas como la disfunci?n olfativa, el estre?imiento y la depresi?n pueden ser signos tempranos de aparici?n de s?ntomas motores. de la enfermedad de Parkinson. Las alucinaciones y la demencia ocurren en la enfermedad de Parkinson avanzada [21,22]. Disfunci?n auton?mica Las disfunciones auton?micas que pueden ocurrir en la enfermedad de Parkinson son hopotensi?n ortost?tica, disfunci?n olfatoria, salivaci?n y sudoraci?n excesivas, hipo, dificultad para tragar, n?useas, v?mitos, estre?imiento, incontinencia fecal, disfunci?n de la vejiga, disfunci?n sexual y p?rdida o aumento de peso. [21,23,24]. Son debidas a la afectaci?n del sistema nervioso aut?nomo. El encargado de mantener las funciones del organismo de forma inconsciente y autom?tica. Saliva y sudor excesivos La salivaci?n excesiva o sialorrea afecta a aproximadamente al 10% de todos los pacientes con enfermedad de Parkinson, y la sudoraci?n excesiva se observa en el 30 a 50% de los pacientes. Los pacientes que experimentan salivaci?n excesiva pueden experimentar complicaciones por hipo y neumon?a. Los pacientes con enfermedad de Parkinson pueden experimentar sudoraci?n excesiva en todo el cuerpo, sin limitarse a las axilas, las palmas o los pies y la cara. La salivaci?n excesiva se debe principalmente al deterioro de los movimientos de la boca y la degluci?n en lugar de la producci?n excesiva. Este es el resultado de la acinesia en la enfermedad de Parkinson. Hipotensi?n ortost?tica Estos s?ntomas ocurren en alrededor del 30 al 50% de todos los pacientes con enfermedad de Parkinson. Los s?ntomas m?s experimentados son dolores de cabeza, fatiga, mareos con los cambios posturales y disminuci?n de la consciencia despu?s de estar de pie o comer mucho. La disminuci?n y la p?rdida de visi?n pueden ocurrir repentinamente en los casos severos [21,24]. La hipotensi?n ortost?tica se define como una disminuci?n sist?lica de m?s de 20 mmHg o diast?lica de m?s de 10 mmHg. Es causada por la disfunci?n del reflejo baroreceptor y la denervaci?n simp?tica (estimulante) card?aca. El reflejo baroreceptor es el encargado de regular la frecuencia card?aca y la tensi?n arterial en funci?n de la informaci?n recibida sobre la presi?n arterial en las car?tidas, donde se alojan estos receptores. La terapia habitual con dopamina tambi?n puede causar hipotensi?n ortost?tica [21,24]. Olfato y disfunci?n gustativa La disminuci?n del olfato (hiposmia) y su p?rdida total (anosmia) ocurre en aproximadamente en el 90% de los pacientes con enfermedad de Parkinson. Una de las disfunciones olfativas, la hiposmia, a menudo es un signo temprano de s?ntomas motores de la enfermedad de Parkinson. La percepci?n del gusto se ve afectada tambi?n (disgeusia) al verse alterado el olfato. Estos s?ntomas no son demasiado graves, pero en algunos casos, esta disfunci?n puede causar una disminuci?n del apetito. La degeneraci?n del n?cleo olfativo anterior y el bulbo olfatorio puede causar la patolog?a olfatoria. Fumar, el traumatismo craneal y otras afecciones neurogenerativas tambi?n pueden causar esta disfunci?n del olfato [21,25,26]. Hipo y dificultad para tragar El 50% de todos los pacientes con enfermedad de Parkinson experimentan hipo y dificultad para tragar. El paciente presenta trastornos leves de degluci?n en las primeras etapas y disfagia severa en las etapas avanzadas. Los pacientes tienen problemas al tragar alimentos, agua o p?ldoras y pueden experimentar complicaciones como desnutrici?n, neumon?a o hipo. El hipo y la dificultad para tragar en pacientes con enfermedad de Parkinson son causados principalmente por un transporte del bolo alimenticio deficiente a trav?s de su paso por la faringe. La disfagia puede estar asociada con una activaci?n d?bil de los m?sculos de la lengua y las mejillas, as? como a una relajaci?n y coordinaci?n deficientes del esf?nter esof?gico superior [21]. N?useas y v?mitos Este s?ntoma es experimentado por aproximadamente el 20% de todos los pacientes con enfermedad de Parkinson. Los pacientes pueden sentir flatulencia, n?useas y v?mitos cuando inician un nuevo medicamento antiparkinsoniano. El ac?mulo de gases tambi?n puede ocurrir sin consumir f?rmacos, debido a la disminuci?n de los movimientos estomacales La sensaci?n de flatulencia en pacientes con la enfermedad de Parkinson deriva de la degeneraci?n de las neuronas auton?micas en el sistema nervioso perif?rico (plexo de Meissner) que inerva el tracto gastrointestinal y el tronco encef?lico. Las n?useas y los v?mitos pueden ser un s?ntoma primario en la enfermedad de Parkinson, pero generalmente son causados por los efectos secundarios de los f?rmacos dopamin?rgicos. Estre?imiento La prevalencia del estre?imiento en pacientes con enfermedad de Parkinson es de alrededor del 75%. El estre?imiento es a menudo el primer signo de s?ntomas motores. Los pacientes con estos s?ntomas pueden experimentar complicaciones en forma de megacolon, seudoobstrucci?n, v?lvulo, perforaci?n y malestar abdominales. El estre?imiento es un s?ntoma de disautonom?a y es causado principalmente por una disminuci?n de la motilidad del colon y la disfunci?n ano-rectal. La degeneraci?n de los n?cleos aut?nomos perif?ricos y el tronco encef?lico causa estre?imiento. La denervaci?n colin?rgica parasimp?tica puede causar disinergia del esf?nter, es decir, da?o en la coordinaci?n de relajaci?n del esf?nter anal, que resulta en la incapacidad de defecar normalmente [16,21,25]. Incontinencia fecal La incontinencia fecal ocurre en menos del 10% de los pacientes con enfermedad de Parkinson. Los pacientes experimentar?n heces que salen involuntaria o inconscientemente. Estos s?ntomas son raros y generalmente ocurren junto a incontinencia urinaria. La incontinencia, manifestada como no poder llegar al ba?o a tiempo es debida a los trastornos motores (acinesia o bradicinesia) y suele ocurrir en pacientes con enfermedad de Parkinson avanzada. Disfunci?n de la vejiga La prevalencia de la disfunci?n de la vejiga en pacientes con enfermedad de Parkinson es m?s del 50%. La disfunci?n m?s com?n asociada con la hiperreflexia del m?sculo detrusor (contracci?n de la vejiga para la emisi?n de la orina) son la nocturia (necesidad de orinar durante la noche) y la incontinencia urinaria. Por el contrario, la hipofunci?n del detrusor, como la retenci?n urinaria, es rara [21,26]. La disfunci?n de la vejiga es causada por la degeneraci?n auton?mica de la vejiga y de n?cleos motores. La degeneraci?n de la sustancia negra del tronco del enc?falo, que funciona para inhibir la orina, tambi?n puede causar disfunci?n de la vejiga. Disfunci?n sexual Este s?ntoma es experimentado por aproximadamente la mitad de todos los pacientes con enfermedad de Parkinson. La disfunci?n sexual en esta enfermedad incluye disfunci?n er?ctil, dificultad para alcanzar el orgasmo o anorgasmia, disminuci?n de la libido y disminuci?n de la sensibilidad genital. Tambi?n puede asociarse a hipersexualidad o aumento de la excitaci?n o apetito sexual (libido) lo que generalmente se asocia con el tratamiento con agonistas de la dopamina [21,24]. La disfunci?n er?ctil resulta de la degeneraci?n auton?mica tanto simp?tica como parasimp?tica. La disfunci?n sexual tambi?n puede ocurrir debido a la alteraci?n motora, los f?rmacos o los trastornos del estado de ?nimo. La deficiencia de testosterona se ha visto involucrada en algunos casos [21,24]. P?rdida o aumento de peso. La p?rdida de peso ocurre en muchas enfermedades neurodegenerativas, una de las cuales es la enfermedad de Parkinson. La p?rdida de peso en el Parkinson se asocia con una disminuci?n en el tejido graso. Factores como la discinesia, los trastornos de la degluci?n, el olfato, las n?useas y los v?mitos, o los efectos secundarios de los medicamentos pueden contribuir a la p?rdida de peso [16,21]. El aumento de peso es menos com?n que la p?rdida de peso en pacientes con enfermedad de Parkinson. Este aumento de peso ocurre debido al trastorno de control de impulsos bien primario o debido a los efectos secundarios de los f?rmacos agonistas dopamin?rgicos. Los antipsic?ticos at?picos, a menudo usados en la enfermedad de Parkinson para tratar los s?ntomas psiqui?tricos y el insomnio, como la quetiapina y la clozapina, tambi?n est?n asociados con el aumento de peso. Dolor El dolor ocurre en el 33 a 66% de los casos. Es experimentado por los pacientes en forma de rigidez, calambres, espasmos o dolor muscular que ocurren en la pantorrilla, el cuello o la espalda. El dolor a menudo ocurre durante el per?odo de inactividad y el descanso nocturno. Tambi?n puede asociarse con la discinesia y diston?as matutinas [21,25,26]. Los pacientes con enfermedad de Parkinson experimentar?n una disminuci?n en el umbral de dolor debido a la degeneraci?n de la funci?n dependiente de dopamina que regula la inhibici?n del dolor. La degeneraci?n de las c?lulas productoras de norepinefrina en el locus ceruleus del tronco encef?lico, tambi?n se asocia con dolor en pacientes con enfermedad de Parkinson [21,25,26]. S?ntomas cognitivos. Los s?ntomas relacionados con trastornos cognitivos y psiqui?tricos son frecuentes en pacientes con enfermedad de Parkinson. Estos s?ntomas pueden manifestarse como deterioro cognitivo, demencia (demencia de Parkinson, que es la segunda causa primaria degenerativa de demencia despu?s del Alzheimer), alucinaciones, depresi?n o ansiedad, apat?a, alteraci?n del comportamiento sexual, trastorno de control de impulsos, y delirios o alucinaciones [16,21,25]. M?s del 70% de los pacientes con enfermedad de Parkinson experimentar?n un deterioro cognitivo leve y demencia. La demencia por enfermedad de Parkinson generalmente ocurre en pacientes avanzados mayores de 65 a?os. Sus s?ntomas predominantes como bradipsiquia (proceso de pensamiento lento), alteraci?n de la memoria, atenci?n y visoespacial, y un s?ndrome disejecutivo [21,23]. La demencia con cuerpos de Lewy a partir de estructuras corticales es una causa importante de demencia en el Parkinson. En otros casos, puede producirse por otras causas, como cambios por la enfermedad de Alzheimer y lesiones vasculares. Los factores de riesgo que pueden causar demencia de Parkinson son la edad mayor de 65 a?os, las alucinaciones, delirios, antecedentes familiares de demencia, depresi?n y alteraciones de la fase de movimientos oculares r?pidos durante el sue?o o trastorno del sue?o REM [21,23]. Las alucinaciones ocurren en el 40% de todos los pacientes con enfermedad de Parkinson. Generalmente ocurren en la enfermedad en estadios avanzados. Las alucinaciones visuales ocurren con mayor frecuencia, mientras que las alucinaciones auditivas, gustativas, olfativas y t?ctiles son raras. Estos s?ntomas a menudo ocurren en condiciones con poca luz o alteraci?n de la conciencia, como durante el sue?o [21,25]. La degeneraci?n del ?rea visual y la percepci?n de la corteza est?n asociadas con alucinaciones e ilusiones en la enfermedad de Parkinson. Las alucinaciones a menudo se deben a los efectos secundarios de los medicamentos antiparkinsonianos, pero en las etapas avanzadas, pueden ocurrir de forma primaria. Otros factores de riesgo son el deterioro cognitivo, la vejez, las enfermedades cr?nicas y la depresi?n [21,25]. Trastornos del sue?o La enfermedad de Parkinson puede causar varios trastornos del sue?o. Estos trastornos del sue?o son la somnolencia diurna excesiva (hipersomnia), el insomnio y el trastorno de la fase REM del sue?o [25,26]. Somnolencia diurna excesiva (SED) La somnolencia ocurre en aproximadamente el 50% de todos los pacientes con enfermedad de Parkinson. Los pacientes con Parkinson pueden quedarse dormidos mientras conducen, hablan o se encuentran en lugares p?blicos. Los episodios repentinos de sue?o pueden ocurrir en los casos m?s severos, llamados ataques de sue?o. Aunque rara vez se duermen durante el d?a, por lo que rara vez se quejan en este sentido. La degeneraci?n del sistema de activaci?n reticular y los generadores de ritmo circadiano que regulan el ciclo de vigilia tienen un papel en la aparici?n de SED en la enfermedad de Parkinson. La levodopa, los anticolin?rgicos, la amantadina y los agonistas de dopamina pueden causar somnolencia. Tambi?n se debe considerar la presencia de apnea del sue?o, trastornos psiqui?tricos m?s habituales como la depresi?n y la ansiedad. Insomnio La prevalencia de pacientes con insomnio en la enfermedad de Parkinson es del 60 al 80%. Los pacientes pueden experimentar dificultades para conciliar el sue?o o para el mantenimiento del mismo [21,25]. El insomnio puede estar motivado por diversas causas. La degeneraci?n de los sistemas reguladores del sue?o y los cambios de los ritmos circadianos en el cerebro son causas importantes de insomnio. Adem?s, los s?ntomas motores como la bradicinesia, el temblor, la discinesia y el s?ndrome de piernas inquietas pueden interferir con el sue?o. Los medicamentos antiparkinsonianos tambi?n pueden causar insomnio. Y los s?ntomas psiqui?tricos, como las alucinaciones y los delirios, a menudo interrumpen el descanso nocturno. Trastorno de la fase REM Este trastorno ocurre en el 50% de todos los pacientes con enfermedad de Parkinson. ?ste tiene como caracter?stica la p?rdida de aton?a muscular normal durante la fase del sue?o con movimientos oculares r?pidos (REM). El paciente act?a fuera de su sue?o, lo que le hace hablar (somniloquia), mover las manos o los pies y gritar durante el sue?o. El paciente puede llegar a caerse de su cama, lesionarse el mismo o a la persona que est? a su lado mientras duerme [21]. S?ndrome de piernas inquietas Este s?ndrome puede ser un signo temprano de s?ntomas motores y un indicador de otros problemas, como el deterioro cognitivo. La degeneraci?n de la parte inferior del tronco encef?lico, especialmente el ?rea del locus ceruleus, puede estar involucrada en este trastorno [21,26]. Alteraciones visuales Las anomal?as visuales en pacientes con enfermedad de Parkinson son la diplop?a, trastornos de la percepci?n del color y contraste, y trastornos visuoespaciales. Las alteraciones en la sensibilidad al contraste pueden interferir con la conducci?n, especialmente durante la noche. La diplop?a es rara y generalmente ocurre al leer. Las alteraciones del color y el contraste pueden ser causadas por la disfunci?n en la retina debido a la degeneraci?n de las neuronas dopamin?rgicas en la retina y la disfunci?n en la corteza visual del cerebro. La diplop?a a menudo ocurre debido a una insuficiente convergencia de los m?sculos oculares. Funci?n visoespacial deteriorada asociada con disfunci?n cognitiva y alucinaciones en la enfermedad de Parkinson Hinchaz?n (edema) de las piernas La hinchaz?n de los pies a menudo ocurre en pacientes con enfermedad de Parkinson. Esta hinchaz?n ocurre en la parte inferior de la pierna, aunque por lo general, estos s?ntomas no son graves. Se trata generalmente de un efecto secundario de los medicamentos antiparkinsonianos, especialmente los agonistas de la dopamina. Sin embargo, la enfermedad de Parkinson per se tambi?n puede causar inflamaci?n del pie, incluso sin tratamiento. Конец ознакомительного фрагмента. Текст предоставлен ООО «ЛитРес». Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию (https://www.litres.ru/pages/biblio_book/?art=63375623&lfrom=688855901) на ЛитРес. Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.
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