*** Твоей Луны зеленые цветы… Моей Луны беспечные рулады, Как светлячки горят из темноты, В листах вишневых сумрачного сада. Твоей Луны печальный караван, Бредущий в даль, тропою невезенья. Моей Луны бездонный океан, И Бригантина – вера и спасенье. Твоей Луны – печальное «Прости» Моей Луны - доверчивое «Здравствуй!» И наши параллельные пути… И З

Cautiverio

Cautiverio Brenda Trim Lawson Scott ha sido prisionero por tres a?os. Ha sido sometido a tortura, degradaci?n y numerosas pruebas por parte de humanos que desean sangre de cambiador. Est? convencido de que pasar? el resto de su vida encadenado a una pared hasta que la sexy cient?fica, Liv Kimbro, fue asignada a su caso. Lawson Scott ha sido prisionero por tres a?os. Ha sido sometido a tortura, degradaci?n y numerosas pruebas por parte de humanos que desean sangre de cambiador. Est? convencido de que pasar? el resto de su vida encadenado a una pared hasta que la sexy cient?fica, Liv Kimbro, fue asignada a su caso. Ella es la primera humana en mostrar una pizca de compasi?n y su atracci?n es combustible a pesar de su desd?n por su especie. Se desarrolla un plan de escape y Lawson ve cu?n lejos ir? Liv para liberarlo. La pasi?n estalla y la necesidad cruda y primaria se desata cuando sucumben al deseo mutuo. ?Lawson alcanzar? su refugio seguro y encontrar? una compa?era de vida cuando Liv capture su coraz?n o sus diferencias los destruir?n a ellos y a todos los que aman? Brenda Trim Cautiverio: Los Cambiadores de Hollow Rock – Libro Uno CAUTIVERIO LOS CAMBIADORES DE HOLLOW ROCK – LIBRO UNO BRENDA TRIM TAMI JULKA TRADUCIDO POR ENRIQUE LAURENTIN Derechos de autor © Octubre 2017 por Brenda Trim y Tami Julka Editor: Amanda Fitzpatrick Art Portada por: Madison Trim * * * Este libro es un trabajo de ficci?n. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginaci?n de los escritores o se han utilizado de manera ficticia y no deben interpretarse como reales. Cualquier parecido con personas, vivas o muertas, eventos reales, locales u organizaciones es una coincidencia. ADVERTENCIA: La reproducci?n no autorizada de este trabajo es ilegal. La infracci?n penal de derechos de autor es investigada por el FBI y se castiga con hasta 5 a?os en una prisi?n federal y una multa de $250.000. Todos los derechos reservados. Con la excepci?n de las citas utilizadas en las revisiones, este libro no puede reproducirse ni utilizarse en su totalidad o en parte por ning?n medio existente sin el permiso por escrito de los autores. Creado con Vellum (http://tryvellum.com/created) El destino le susurra al lobo: "No puedes soportar la tormenta" y el lobo susurra: "Yo soy la tormenta". ~Autor desconocido CAP?TULO 1 Deslizando su tarjeta de entrada por el teclado, Liv abri? la puerta cuando la luz verde indic? y entr? en una sauna. "Mierda, ?hace calor aqu?!" ella murmur? a un pasillo vac?o. ?Estaba apagado el aire acondicionado o estaba da?ado? Durante los ?ltimos dos meses, hab?a trabajado casi todos los fines de semana y sab?a que el aire acondicionado funcionaba los siete d?as de la semana. Luego record? a su jefe, Jim, mencionando a un nuevo guardia de seguridad a partir de ese s?bado, as? que tal vez lo hab?a apagado sin conocer de algunos de los fines de semana trabajados. No hab?a forma de que ella hiciera un turno de ocho horas hoy, pens?, abanicando su rostro. Tendr?a que averiguar sobre el sistema HVAC. Liv se apresur? hacia el laboratorio cuando el sudor le cubri? la frente. Descargando su bolso, su lonchera y un pu?ado de carpetas, tom? una coleta de su bolso para asegurar su largo cabello rojo en la parte posterior de su cuello. Oh s?, mucho mejor, pens? cuando su cuerpo refresc? algo. Por mucho que amara su cabello largo, cada verano contemplaba cortarlo porque era una pesadilla pesada cuando ten?a calor. Caminando hacia el termostato, verific? la configuraci?n. Eso fue extra?o. Se estableci? en setenta grados Fahrenheit, lo cual era normal para su laboratorio. Por lo general, estaba helada hasta los huesos mientras trabajaba y ten?a a mano un su?ter liviano. Ella no necesitar?a eso hoy, reflexion?, limpi?ndose las gotas en el labio superior. Estaba sudando como un cerdo atorado y apenas pod?a pensar con claridad. Los pantalones cortos y una camiseta sonaban bien ahora. Demonios, quitarse el sujetador y las bragas ser?a a?n mejor. En cambio, llevaba pantalones y una blusa debajo de la bata de laboratorio. Si no pod?a encontrar y solucionar el problema, se estaba quitando la bata de laboratorio y no le importaba qui?n podr?a verla e informar la infracci?n. Ten?a decenas, si no cientos, de diapositivas para examinar y con el calor saliendo de su cuerpo, la lente del microscopio se empa?ar?a. Liv sac? su tel?fono celular del bolsillo y le envi? un mensaje de texto a su jefe para ver si estaba al tanto de alg?n problema. Recordando que el panel de control central estaba en la sala de descanso, se dio la vuelta y se dirigi? por el pasillo principal, con los auriculares de color rosa en los o?dos y conect?ndose a su tel?fono celular. Con solo deslizar un dedo, la canci?n favorita de Liv apareci? y ella subi? el volumen al m?ximo. Bajando por el pasillo, intent? olvidar la temperatura y disfrutar de su mezcla. El largo pasillo del Laboratorio de Investigaci?n Primaria (PRL) parec?a extenderse por millas y, por supuesto, la sala de descanso estaba en el otro extremo. El piso de baldosas grises y las paredes de colores a juego se sumaron al entorno cl?nico e hicieron que la caminata se sintiera como la proverbial Milla Verde. Asumiendo que estaba sola en el edificio, las botas de vaquero de Liv sintieron la necesidad de dar dos pasos y sus brazos estuvieron de acuerdo, balance?ndose al un?sono con el ritmo r?pido. Dios, le encantaba bailar y no pod?a esperar para encontrarse con su vecina, Cassie, m?s tarde esa noche. Siempre se divert?an cuando sal?an y Liv necesitaba un descanso de trabajar miles de millones de horas. Mientras sacud?a su bote al boom-boom de Luke Bryan, no pudo evitar notar una puerta abierta por delante. De repente, su l?nea de baile se detuvo y el calor le cubri? el cuello y las mejillas. Tal vez ella no estaba sola despu?s de todo. Usualmente, todas las puertas de los distintos laboratorios estaban cerradas y aseguradas a menos que el personal estuviera trabajando. Liv esperaba que alguien m?s hubiera venido para terminar sus proyectos y pudiera explicar qu? estaba pasando con el aire acondicionado. Una mirada superficial a la pantalla de su tel?fono le dijo que Jim no hab?a respondido a su mensaje. No era sorprendente dado que el hombre pr?cticamente viv?a en el campo de golf los fines de semana. Mientras se acercaba a la puerta abierta, se sorprendi? al observar que era una puerta que siempre estaba cerrada. De hecho, en los cuatro a?os que hab?a trabajado all?, Liv no la hab?a visto abierta ni una vez. Ella hab?a asumido que era un cuarto de almacenamiento, pero al abrirla lentamente, se dio cuenta de que era otro pasillo largo. Una r?faga de aire fr?o golpe? su piel h?meda, tent?ndola a aventurarse a?n m?s. De acuerdo, esto era extra?o. ?Qu? hab?a aqu? que necesitaba una unidad de enfriamiento diferente? Y, ?por qu? funcionaba esta mientras el resto del edificio se sent?a como el desierto del Sahara? Alertada al instante, se quit? los auriculares para poder concentrarse en su entorno. Este pasillo ten?a el mismo esquema de color gris oscuro que el resto del edificio y varias puertas alineadas a un lado. La ?nica iluminaci?n en el pasillo proven?a de peque?as ventanas en cada puerta. Las ventanas estaban m?s altas de lo que ten?a sentido y cuando se acerc? a la primera puerta, Liv tuvo que ponerse de puntillas para mirar a trav?s ella. Colocando una mano sudorosa en la puerta para apoyarse, se asom? a la habitaci?n. Estaba vac?a pero hab?a un colch?n en el suelo, y encima de la gruesa almohadilla, dos cadenas estaban unidas al muro de piedra. "?Qu? demonios?" Liv murmur? silenciosamente. El colch?n y las cadenas eran lo suficientemente inquietantes, pero fueron los pu?os de metal al final de las cadenas lo que hizo que su coraz?n se acelerara y golpeara contra su pecho. ?Qu? estaba pasando en esta habitaci?n? Es cierto que estaba pr?stina y desocupada, pero no pod?a imaginar un uso para un colch?n o cadenas en el laboratorio. Aunque la habitaci?n estaba vac?a, sus sentidos de ara?a gritaban que algo estaba mal. Curiosa, se dirigi? a la siguiente ventana y mir? dentro. Tambi?n estaba vac?a. Mierda, pens? Liv mientras revisaba cada habitaci?n. Todas estaban vac?as, excepto los colchones solitarios y las cadenas unidas a las paredes. ?Qu? podr?a estar pasando en esta secci?n del edificio? Era de conocimiento com?n que se realizaron numerosas pruebas y experimentos en PRL, algunas realizadas en animales, pero esto parec?a algo completamente diferente. Los animales se quedaban en jaulas en un ?rea grande, no en habitaciones individuales como estas. Lo que estaba mirando se parec?a a las celdas de la prisi?n y, por primera vez, sent?a miedo de estar sola en el trabajo. ?D?nde estaba ese nuevo guardia cuando lo necesitaba? El metal retumb?, asustando a Liv, y ella salt?. Su coraz?n lat?a con fuerza contra su pecho cuando se dio cuenta de que proven?a de una de las ?ltimas cinco puertas a lo largo del pasillo. Agach?ndose, consider? sus opciones. ?Deber?a salir de all? y preguntarle a Jim el lunes? Eso sonaba razonable dado que el sudor empap? toda su espalda, lo que no se debi? por completo al mal funcionamiento del aire acondicionado. La escena le recordaba a una pel?cula de terror, y ella era la mujer tonta que caminaba ciegamente en medio del infierno. S?, ella deber?a irse de all?. Pero… ?ser?a capaz de pensar en otra cosa por el resto del fin de semana? ?Ser?a capaz de disfrutar la noche de chicas o cualquier otra cosa? No, enloquecer?a a Liv y no pensar?a en nada m?s que en este misterioso pasillo. Ten?a que saber qu? hac?a ese ruido y qu? estaba pasando, si acaso, en este sector del edificio. Silenci? la m?sica de miedo, pens?, mientras decid?a seguir adelante con su decisi?n impulsiva. Tomando varias respiraciones profundas para calmar sus nervios temblorosos, Liv lentamente dio varios pasos peque?os y se puso de puntillas para mirar por la peque?a ventanilla. Lo que vio la horroriz? y parpade? dos veces para asegurarse de que no fuera una alucinaci?n. Ella tens? sus ojos contra la tenue iluminaci?n de la habitaci?n. No, ella no estaba alucinando… o tal vez s?. De ninguna manera podr?a estar mirando a un hombre, un hombre anormalmente grande, durmiendo en el colch?n. Sus manos estaban esposadas y encadenadas a la pared. Estaba sucio, solo llevaba un par de pantalones de ch?ndal negro cubiertos de mugre. El hombre estaba acurrucado en una bola y tiritando. Su piel estaba bronceada pero parec?a enfermizo en posici?n fetal. Con ganas de ayudar, alcanz? la manija y gir?, pero estaba cerrada. Estaba a punto de golpear el cristal cuando escuch? sonidos amortiguados provenientes de la habitaci?n al lado. Caminando en silencio hacia la puerta de al lado, con el coraz?n latiendo un mill?n de veces por segundo, avanz? lentamente por la pared hasta que apenas pudo ver por la ventanilla. Otro hombre estaba a cuatro patas, cubri?ndose la cabeza y la cara con los brazos, mientras un guardia de seguridad lo golpeaba con su porra. Ella not? que tambi?n estaba encadenado a la pared, completamente a su merced. Liv no reconoci? al guardia pero not? que llevaba el uniforme negro de la compa??a. El guardia era cruel en su ataque. ?Era este el chico nuevo que Jim contrat?? Estaba atrapada en este terrible momento de lucha o huida mientras ve?a el abuso, aturdida m?s all? de lo cre?ble. Su honor dijo que no pod?a alejarse, pero que no ten?a idea de qu? pod?a hacer contra el hombre armado. Ella era peque?a en comparaci?n a ?l. De pie junto al guardia estaba David Cook, otro cient?fico investigador. Liv hab?a trabajado estrechamente con David en varios proyectos y le gustaba el chico. Ella no pod?a imaginar que ?l estuviera de acuerdo con estar de pie y observar tal brutalidad, pero su postura de piernas anchas y brazos cruzados desment?an eso. Y luego escuch? a David ordenar que el hombre fuera golpeado nuevamente. Estaban dedicados a golpear a un hombre indefenso. ?Qu? tipo de experimento estaban ejecutando? Una cosa era segura. Liv estar?a condenada si se iba ahora. Alcanzando la manija, casi dese? que estuviera cerrada, pero gir? y cedi?. Abri? la pesada puerta de metal y entr? con confianza y determinaci?n. Tal vez si actuaba como que se supon?a que deb?a estar all?, la tratar?an en consecuencia. Fingir hasta que lo hagas como Cassie siempre dec?a. "?Puede alguien explicarme qu? est? pasando?" Liv exigi?, con las manos en las caderas. Los dos hombres se volvieron y el que estaba en el suelo la mir?. Estaba tan sucio como el otro hombre en la habitaci?n junto a la suya. Usando los mismos pantalones de ch?ndal negro, parec?a que no se hab?a ba?ado o afeitado en meses, posiblemente a?os. Su cabello negro azabache estaba enmara?ado y le ca?a por la espalda. Una barba poblada cubr?a la mayor parte de su rostro y era larga y fibrosa. Parec?a un hombre de monta?a de las Grandes monta?as humeantes. Su cuerpo era grande como el de su vecino y fue entonces cuando se fij? en Liv. Estos dos hombres eran cambiadores. "Olivia, ?qu? haces aqu??" David pregunt?, obviamente sorprendido de verla all? parada. "Esto realmente no te concierne", agreg?. "No entiendo lo que est?n haciendo. Por favor expl?came por qu? estos hombres est?n encadenados y maltratados. Esto no es lo que hacemos aqu?”, implor?, con voz temblorosa de emoci?n. Odiaba llevar su coraz?n en la manga. ?Por qu? no pod?a ser la se?orita Ruda, llegar con las armas prestas y amenazar con denunciarlos? "Cari?o", ser? mejor que contin?es tu camino. Odiar?a llevarte sobre mis rodillas y ense?arte lo que le sucede a las ni?as que no se involucran en sus propios asuntos", se burl? el guardia y luego pas? su lengua por los labios. El est?mago de Liv se revolvi? al pensar en el hombre acerc?ndose a tres metros de ella. Era un hombre grande y corpulento que parec?a que felizmente cumplir?a con su amenaza. Adivinando que ten?a poco m?s de cuarenta a?os, parec?a estar en excelente forma f?sica. Fueron sus locos ojos marrones lo que la puso tan nerviosa. El hombre en el piso se movi? y el guardia levant? su bast?n y golpe? su espalda con dos golpes consecutivos. El cambiador cay? sobre su pecho y cara, cubri?ndose la cabeza lo mejor que pudo. Liv dio otro paso adelante. "?Es eso necesario? Ni siquiera puede defenderse. David, por favor haz algo", rog?. "Olivia, no es lo que parece. Es un cambiador y no se puede confiar en ?l. Son salvajes e impredecibles. Las esposas son para su protecci?n tanto como para la nuestra. Solo v?monos, ?Ahora!" David exigi? severamente, pero Liv percibi? la sinceridad en su tono. Ella sab?a muy poco acerca de los cambiadores y no hab?a pasado ning?n tiempo con uno, pero hab?a escuchado historias. La noticia retrataba a los cambiadores exactamente como lo describi? David. Salvajes, violentos e impredecibles. Los cambiadores eran reconocibles para los humanos por su gran tama?o. Eran m?s altos, m?s musculosos, con manos y pies m?s grandes. El hombre en el piso parec?a que pod?a ganar un concurso de Mr. Universo sin dudas. Si estaba ba?ado y afeitado, por supuesto. Liv reconoci? que era una sociedad muy segregada entre humanos y cambiadores, y ambos lo prefirieron de esa manera. Los cambiadores viv?an en sus comunidades aisladas y, por lo general, eran due?os de los negocios dentro. Mientras pagaran impuestos y obedecieran las leyes y regulaciones, todos estaban felices. Hubo rumores de que los cambiadores eran extremadamente violentos, incluso salvajes. El hombre en el suelo estaba agitado, gru?endo al guardia que se cern?a sobre ?l y Liv se pregunt? si estaba a punto de presenciar sus capacidades de primera mano. "Me ir? si ustedes dos vienen conmigo. No me puedo ir si creo que continuar?n golpe?ndolo", declar? Liv, cruzando los brazos sobre su pecho. S?, ella podr?a ser terca y desafiante, y sent?a que este hombre necesitaba un amigo en este momento. "Por qu? peque?a perra, te mostrar? el significado del castigo", escupi? el guardia y se dirigi? hacia Liv. A la velocidad del rayo, el cambiador se puso de pie y agarr? al guardia con una llave de cabeza. Antes de que Liv pudiera reaccionar, envolvi? la cadena de metal alrededor de su cuello y tir?, rompiendo el cuello del hombre. Liv solo pod?a imaginar la fuerza que deb?a tomar para hacer tal cosa. Inmediatamente, el guardia cay? al suelo como una mu?eca de trapo. El grito penetrante de Liv rebot? en las paredes de concreto mientras que al mismo tiempo David carg? hacia el cambiador, pistola tranquilizante en la mano. CAP?TULO 2 Lawson no pudo controlar su ira. Su lobo estaba a punto de hacerse cargo y tuvo que luchar contra el impulso de cambiar. Encadenado a la pared, los movimientos de su lobo ser?an limitados. Ten?a una mejor oportunidad en su forma humana de un posible escape. El guardia pedazo de mierda se merec?a lo que recibi?. No hab?a visto a este hombre hasta hoy, pero todos eran iguales. Entraron, le exigieron que cambiara, y cuando Lawson no obedeci? como un cachorro bien entrenado, recurrieron a golpearlo. A la mierda todos. ?l sab?a lo que intentaban hacer. Bueno… lo que pensaban que estaban tratando de lograr y ?l no estaba siguiendo ese juego. A la mierda con todos. La mujer grit? y Lawson vio al otro hombre correr hacia ?l. S?, este hijo de puta con la pistola tranquilizante no ten?a ni idea. Este hombre hab?a estado en su habitaci?n muchas veces y siempre estaba parado en las afueras como un cobarde, viendo a Lawson recibir una paliza tras otra con una expresi?n engre?da en su rostro. Estaba a punto de sentir la ira de Lawson e iba a disfrutar viendo c?mo el t?cnico de laboratorio se meaba all? mismo. Tan pronto como el hombre lleg? a la distancia, Lawson se agach? y extendi? su pierna derecha. El hombre golpe? r?pidamente el piso y Lawson lo agarr? por los pies y lo halo hacia su cuerpo. Segundos despu?s, sus cadenas se enredaron alrededor del cuello de su captor y pod?a sentir la vida abandonando el cuerpo del hombre mientras apretaba con todas sus fuerzas. Cuando los ojos del hombre giraron hacia atr?s, Lawson solt? el cuerpo sin vida. Otro grito de la mujer hizo que se volviera para mirarla. Horrorizados ojos verdes perforaron m?s profundo que las innumerables agujas que le clavaron. Pod?a oler su miedo, sin mencionar, su sexo. Sus sensibles fosas nasales no hab?an olido a una mujer en mucho tiempo. Fue abrumador y su cuerpo respondi? instintivamente. La necesidad primaria corri? por sus venas y un gru?ido bajo escap? de su garganta mientras su lobo rondaba la superficie, exigiendo ser liberado. "?Sal!" grit?, tirando de las cadenas. "No voy a cambiar ni por ti ni por nadie m?s. ?Ac?rcate a m? y estar?s en el piso junto a estos dos!" ladr?, pateando al guardia de seguridad muerto en su direcci?n. Ella dio un paso hacia ?l, con los brazos extendidos en se?al de rendici?n. "No s? de qu? est?s hablando. No sab?a sobre esta ?rea del edificio. D?jame ayudarte", suplic?. Cuando ella se acerc?, el dulce perfume provoc? y tent? su cuerpo. Su polla se endureci?, necesitando una liberaci?n m?s de lo que necesitaba aire para respirar. Ni siquiera se sent?a atra?do por los humanos, pero en este momento estaba listo para desnudarla, doblarla y follarla. Temblando fuera de control, se balance?. No para golpearla sino para asustarla. Si ella daba tres pasos m?s hacia ?l, ?l tendr?a a esa hembra en sus garras, y no sab?a qu? le har?a. “J?der, mujer. ?Quieres ayudar? Abre estos", exigi?, tirando de las esposas de metal de nuevo. Ella dud?, y Lawson no estaba seguro, pero parec?a estar contemplando sus palabras cuando de repente se volvi?, huyendo de la habitaci?n. Parte de ?l quer?a volver a llamarla y explicarle que no era un asesino a sangre fr?a. A Lawson no le gust? el horror que representaba, pero no vio otra opci?n. No pod?a estar en su presencia bajo tanta excitaci?n. Lawson volvi? a tirar de las cadenas, intentando liberarse. No es que no hubiera pasado cada momento de vigilia tratando de escapar, pero la puerta estaba entreabierta, y esta podr?a ser la ?nica oportunidad que hubiera tenido. Ten?a que salir de este infierno. Si tuviera que soportar una paliza m?s o involuntariamente dar una onza m?s de sangre, podr?a romperse. Hace mucho tiempo, dej? de contar los d?as que hab?a estado en cautiverio. Seg?n su estimaci?n, hab?a estado encarcelado durante al menos dos a?os, tal vez m?s. No hab?a tenido una comida decente, una ducha caliente o una cama caliente todo ese tiempo. Se alimentaba una vez al d?a, se lavaba con agua helada una vez a la semana y dorm?a sobre el colch?n sucio sin tanto como una s?bana para mantenerse caliente. Determinado a que no iba a pasar una noche m?s en esa mierda, Lawson apoy? el pie contra el muro de hormig?n para un mejor apalancamiento. Respirando profundamente, tir? de las pesadas cadenas. Nada. Lo intent? de nuevo. Ni siquiera un ligero desplazamiento al sujetador fijado a la pared. Puso ambos pies en la pared y tir? hasta que sinti? que los m?sculos de su brazo le arrancaban la tensi?n. De repente se le ocurri? que el guardia probablemente ten?a su tarjeta de entrada. Hab?a un peque?o teclado en la base de los pu?os que los bloqueaba electr?nicamente. Todo en ese maldito lugar estaba vinculado a trav?s del sistema de seguridad. Deseando no haber pateado al guardia fuera de su alcance, camin? tan lejos como las cadenas lo permitieron. Se estir? y alcanz? los pies del hombre. Finalmente, sus dedos tocaron las botas de cuero y se aferr? a las suelas. Tirando lo mejor que pudo, finalmente acerc? al hombre lo suficiente como para poder agarrarle los tobillos. Tirando de ?l a su lado, Lawson busc? r?pidamente en el uniforme del hombre. Finalmente podr?a escapar si pudiera encontrar la tarjeta de mierda. La euforia llen? su coraz?n. Necesitaba desesperadamente irse a casa. Su mam?, pap?, hermano y hermanas ten?an que estar muy preocupados. ?Lo cre?an muerto? ?Estaban a salvo? Sab?a que otros estaban cautivos porque escuch? los golpes cercanos, pero no ten?a idea de cu?ntos estaban all? o si los conoc?a. Una maldici?n sali? de sus labios cuando no encontr? nada en los bolsillos delanteros o traseros del guardia. Al toparse con la chaqueta, fue dif?cil para las grandes manos de Lawson buscar. Joder, estaba temblando de urgencia. Lado izquierdo, vac?o. Mientras se mov?a al bolsillo derecho, una voz profunda invadi? su concentraci?n. "?Y qu? co?o crees que est?s haciendo?” Lawson levant? la vista para ver a Jim Jensen. El hijo de puta pusil?nime, sin polla y grosero a cargo de toda esta operaci?n. Lawson hab?a fantaseado con estrangularlo con sus propias manos. Cinco hombres m?s entraron en su celda y la dicha de Lawson se desinfl? r?pidamente junto con su esperanza de salir de la c?rcel. “Sujetadlo, Kevin. Parece que nuestro amigo aqu? ha cometido un crimen", se burl? Jim, frot?ndose la barbilla hendida con desaprobaci?n mientras examinaba los cuerpos en el suelo. Lawson le dar?a un carajo golpearlo en esa mand?bula en forma de culo una solo jodida vez. Kevin dio un paso hacia ?l y Lawson se abalanz?, mostrando los colmillos. Mientras el grupo de hombres lo rodeaba lentamente, Lawson se agach? para ponerse en posici?n de lucha. Las probabilidades se apilaron contra ?l, Lawson decidi? que si ca?a, caer?a balance?ndose. * * * Lanzando un billete de diez d?lares al cajero, Liv se apresur? a ir al club nocturno, todav?a tambale?ndose por lo que hab?a sucedido. Estaba muerta de miedo y hab?a tomado su tel?fono una docena de veces, decidiendo entre llamar a su jefe o alertar a la polic?a de lo que hab?a presenciado. Finalmente, decidi? hablar con Cassie antes de hacer algo porque, francamente, estaba perturbada por la idea de que su prominente compa??a podr?a estar involucrada en algo tan atroz. Escaneando el piso, vio a Cassie y corri? hacia la cabina donde estaba sentada. Dej?ndose caer frente a su amiga, Liv tom? la bebida sent?ndose frente a Cassie y la bebi?. El tequila era un soplete que se abr?a camino por la garganta. "Hey, ?qu? demonios? Esper? quince minutos para tomar esa bebida” Cassie grit? por encima del fuerte golpeteo de la m?sica. "Y llegas tarde. He tenido que dar excusas lamentables a tres perdedores que me est?n acosando. ?D?nde has estado?" “Chica, no tienes idea. ?D?nde est? esa maldita camarera de todos modos? Necesito una botella despu?s de lo que acabo de pasar". Liv explic?, examinando el club por la conocida camiseta sin mangas con el eslogan "CH?PAME" a la altura de los senos excesivamente realzados que normalmente funcionaban en Popsicles, el local predilecto en Chattanooga “Bueno, su?ltalo. Sin embargo, es mejor que sea bueno porque esa fue la buena mierda que acabas de derribar. Esto no es una cita nocturna, y estoy bastante segura de que no me molestar?s m?s tarde", exclam? Cassie, aplastando un chicle. "Deja tus quejas" y esc?chame. En serio, no vas a creer lo que acaba de ocurrir en el trabajo", intervino Liv, agitando los brazos con la animaci?n. “Acabo de ver a dos hombres estrangulados justo delante de m?. Muertos. ?Me escuchas? ?Muertos!" Mientras gritaba las palabras, apenas pod?a creerlas. Los ojos marrones se hincharon como si admitiera ser una adicta a la hero?na fumando crack en una iglesia. "Hummm, ?Puedes decirlo de nuevo? Debo haberte o?do mal, Liv. ?Dijiste… muertos?” "?Si! Muertos. Dos hombres. ?Muertos! Como, como, lo opuesto a vivos", grit? Liv, al ver a un empleado caminando hacia ellos. Cuando Liv se dio cuenta de que las tetas con tacones se alineaban con la mesa de los ruidosos universitarios, se apart? de su l?nea de visi?n. “Me gustar?a una botella de tequila. No un vaso, sino toda la maldita botella. Y no puedo pagar las cosas realmente buenas, as? que tenlo en cuenta si esperas que pague por ellas. Ah, y dos vasos y algunas limas, por favor. Liv solt? un grito y plasm? lo que sab?a que ten?a que ser una sonrisa trastornada en su rostro, tratando de parecer tranquila a pesar de que estaba a punto de explotar de ansiedad. “Claro, cari?o. Te tengo cubierta. Vuelvo en un santiam?n”, respondi? la bomba rubia, escribiendo en su tableta. Liv exhal?, tratando de recuperar la compostura y luego se meti? en la cabina junto a Cassie. Todos en el club probablemente pensar?an que eran lesbianas, pero a ella no le importaba. Necesitaba hablar en privado con ella. "Est? bien, disminuye la velocidad y comienza desde el principio", le pidi? Cassie y coloc? una mano reconfortante sobre la de Liv y sonri? en su apoyo. Liv no podr?a haber pedido una mejor vecina y amiga que Cassie. Hab?an pasado por todo juntas, desde celebraciones hasta desamores, y si hab?a algo con lo que Liv pod?a contar, era Cassie. Ella era el tipo de amiga que si Liv dec?a que necesitaba deshacerse de un cuerpo, tomar?a una pala sin dudarlo. Liv record? la primera vez que se encontraron. Ella hab?a estado viviendo en su casa durante aproximadamente una semana y escuch? golpes en la puerta principal. Cuando respondi?, Cassie estaba parada all? con una camiseta de hombre y nada m?s, queriendo pedir prestada algo de miel. M?s tarde descubri? que la usaba para extenderla por su cuerpo y el de su novio. Ella le dijo a Cassie que se quedara con la miel, pero se convirtieron r?pidamente en amigas y socias de crimen. Saliendo de su memoria, reuni? sus pensamientos antes de explicar los eventos del trabajo. Una vez que comenz? a hablar, no pudo parar. Le cont? sobre el pasillo secreto, los cambiadores prisioneros y c?mo el guardia y otros cient?ficos hab?an muerto a manos del hombre que luego amenaz? con matarla. Lo extra?o era que ella no le hab?a cre?do. Sus ojos grises ten?an calidez y amabilidad a pesar de que mostraba colmillos afilados. “?Mierda! ?Qu? vas a hacer? ?Tu jefe te respondi? alguna vez? Cassie pregunt? cu?ndo la camarera, Penny, se acerc? a su mesa y dej? una botella de tequila Camarena, dos vasos de chupito y un peque?o taz?n de rodajas de lima sobre la mesa. Era un tequila decente. Probablemente va a cobrar el doble de lo que pagar?a en la licorer?a, poni?ndolo un poco fuera del alcance de Liv, pero al menos no se enfermar?a ni tendr?a una terrible resaca al d?a siguiente. "?Puedo traerles algo m?s?" pregunt? Penny sin prestar atenci?n, gui??ndole un ojo a uno de los chicos en una mesa cerca de ellas. "No. Estamos bien, gracias ", respondi? Liv, y Penny r?pidamente movi? su cabeza con una hermosa sonrisa. Volviendo su atenci?n a Cassie, Liv respondi?: “No tengo idea. ?Qu? piensas? ?Involucrar a la polic?a? ?Llamar a mi jefe y renunciar? Realmente necesito este trabajo. Tal vez los hombres no estaban muertos, sino solo desmayados ", sugiri? Liv. La verdad era que no estaba segura. Sucedi? muy r?pido. Tal vez estaba equivocada acerca de que estuvieran muertos. "No llamar?a a la polic?a, especialmente si te equivocas. Eso seguramente te despedir?a. Esto es lo que sugiero. Ve a trabajar el lunes y act?a como si todo fuera normal. Pronto sabr?s lo que pas?. Con suerte, est?s equivocada acerca de PRL. Jim parec?a lo suficientemente agradable cuando lo conoc? en el picnic el a?o pasado. Tal vez hayas dejado que tu imaginaci?n se apoderara de ti ", explic? Cassie mientras serv?a un trago a cada una y le entregaba el vaso con el logo en relieve a Liv. Liv la arroj? hacia atr?s y tom? una lima mientras su rostro se contorsionaba por el sabor fuerte. Ella mordi? y chup?. El mejor combo de todos. La acidez de la lima pronunci? su gesto, y un zumbido c?lido sigui? a su paso. "Tienes raz?n. Fingir hasta que lo consiga, ?verdad? Liv brome?, vertiendo a cada una otro trago. "?Brindar? por eso!" Cassie chill?, tintineando los peque?os vasos juntos. Liv sinti? una vibraci?n en su bolsillo y se dio cuenta de que todav?a llevaba su bata de laboratorio. Bien, eso fue vergonzoso como el infierno. No era de extra?ar que ning?n hombre se hubiera acercado a su mesa. Eran las tontas lesbianas que se bajaban en la cabina de la esquina, pens? mientras buscaba su tel?fono celular. "Oh, mierda, esto no puede ser bueno", espet? Liv mientras miraba el mensaje en la pantalla. "?Qu?? ?Qui?n es?" Cassie pregunt? con curiosidad. "Es Jim. Dice que necesita verme a primera hora ma?ana por la ma?ana, "respir? Liv, mirando su tel?fono. Ten?a la sensaci?n de que la mierda estaba a punto de golpear el ventilador y estaba parada frente a ella, cubierta de esti?rcol. CAP?TULO 3 "Adelante", ladr? Jim a trav?s de la puerta cerrada a su oficina. Liv se encogi? ante la voz ronca y trat? de descifrar su estado de ?nimo. No quer?a que le preguntaran sobre lo que vio con los cambiadores. Se hab?a obsesionado con el encuentro de la noche anterior, y el tequila no hizo m?s que darle dolor de cabeza. Tanto por pensar que era una marca decente. Por otra parte, pulieron toda la botella. Renunciando a su escrutinio, Liv abri? la puerta y fue recibida con una expresi?n solemne. Aparentemente, estaba molesto. Este no era el d?a para llegar al trabajo privada de sue?o y colgada. Entre el incidente en el laboratorio, la bebida y el mensaje de texto de su jefe, ella no hab?a dormido un gui?o. Bebi? tres tazas de caf? antes de salir de su apartamento, esperando que eso la ayudara a concentrarse. Desafortunadamente, al escuchar la agitaci?n de Jim, hab?a una alta probabilidad de que su caf? volviera a subir. La gran pregunta era si Jim estaba al tanto del posible doble homicidio y, lo que es m?s importante, si sab?a que ella lo hab?a presenciado. Sus pu?os se apretaron y se abrieron a su lado mientras su coraz?n daba la impresi?n de una caja de sorpresas, lista para saltar de su pecho en cualquier momento. El sudor goteaba por su columna mientras caminaba hacia su escritorio. “Buenos d?as, Jim. Espero no haberte hecho esperar ", tartamude?, odiando el quiebre de su voz. Si el tipo no conoc?a los detalles de la noche anterior, lo har?a pronto. La culpa deb?a estar escrita en toda su cara. Ella sab?a que su expresi?n gritaba que estoy escondiendo algo en letras grandes de ne?n. La evasi?n y el subterfugio no eran su fuerte. Incluso cuando era ni?a, Liv no pod?a salirse con la suya mintiendo. Una declaraci?n acusatoria y ella ceder?a, derramando sus entra?as y confesando sus pecados. Por supuesto, cuando era ni?a, sus pecados consist?an en no lavarse los dientes antes de acostarse, esconderse una galleta o no terminar la tarea. Ahora, ella avanz? a cr?menes mucho mayores que involucran brutalidad y el asesinato. Ella no hab?a participado, pero se qued? parada mientras brutalizaban a un cambiador y luego vio al hombre tomar represalias y quitarle la vida. Oh diablos. Liv no hab?a considerado lo que eso podr?a significar para ella. ?Podr?a ella ir a la c?rcel? Se maldijo por no llamar a la polic?a. ?Qu? le har?a la polic?a por permanecer en silencio? ?Eso la hizo c?mplice? Oh Dios, ser?a arrestada. Su mente se tambale? con las posibilidades. Se qued? atrapada en la idea de que Jim le hab?a dado un aplazamiento la noche anterior y ahora iba a despedirla y entregarla a la polic?a. Su respiraci?n se volvi? err?tica y su cabeza gir?. Mierda, necesitaba sentarse antes de desmayarse. La bebida con cafe?na se agit? y revolvi? en su est?mago. Ugh! Gracias a Dios, ella no hab?a podido comer nada sustancial esa ma?ana o estar?a arroj?ndose a la papelera de Jim antes de que ?l dijera la primera palabra. "Buenos d?as. He estado aqu? un tiempo, pero no por ti. Gracias por venir un domingo. Por favor, si?ntate”, le ofreci? con un gesto r?pido la silla frente a su escritorio. Liv camin? hacia el sill?n de cuero negro y se sent?. “Me ocup? del problema del aire acondicionado del que me enviaste un mensaje de texto ayer. Espero que no haya sido muy dif?cil trabajar. ?Pudiste hacer algo? Jim continu?, levantando una ceja curiosa. El hombre corpulento se sent? detr?s de su gran escritorio con los brazos cruzados sobre el pecho. Era grande y corpulento, por no mencionar, intimidante. ?La hab?a tra?do en serio para preguntarle sobre trabajar en el calor? Sab?a que no deb?a interrogarla. Hab?a ganado al empleado del mes m?s veces de las que pod?a recordar. Eludir los deberes no estaba en la composici?n gen?tica de Liv. ?La estaba probando para ver qu? sab?a ella? Sus ojos azul oscuro no daban pistas sobre sus pensamientos internos. El hombre ten?a una cara de p?ker asesino y ella consider? sugerirle que cambiara de jugar al golf a las cartas. “Um, en realidad el calor era insoportable y termin? temprano. Definitivamente est? funcionando ahora", expres?, frotando sus brazos contra el fr?o. Estaba en el fondo de la oficina de Jim y un escalofr?o le recorri? la espalda. Es cierto que sus temblores ten?an m?s que ver con el miedo a que ?l le pateara el culo y la entregara a la polic?a. "Olivia, realmente me gustas, por eso debes dejar de fumar mientras est?s al frente", aconsej?, entrecerrando los ojos mientras se inclinaba hacia adelante y apoyaba los codos en el escritorio. "No estoy segura de seguirlo, se?or", respondi? con cautela, descruzando las piernas y movi?ndose en la silla. Estrujando sus manos en su regazo, Liv sinti? un sonrojo en sus mejillas. Caray, ella era pat?tica. La necesidad de confesar se revolvi? en su est?mago. Si no purgaba la verdad, estaba segura de que se desmayar?a. "Seamos francos, ?de acuerdo?" pregunt?. “Llegu? anoche para encontrar a dos hombres muertos en uno de los laboratorios. Puedes imaginar mi sorpresa y preocupaci?n. Este no es el tipo de cosas que necesitamos filtrar a los medios. Esta es una empresa de buena reputaci?n y me gustar?a que siga siendo as?. Ahora, ?por qu? estoy compartiendo esto contigo? Bueno, digamos que revis? las cintas de seguridad de anoche. ?Quieres hablar de lo que viste? Jim pregunt?. Su tono perdi? su borde ?spero y sus ojos se apretaron de preocupaci?n. Liv se pregunt? si la preocupaci?n que vio en su rostro era genuina. No parec?a estar molesto o preocupado porque dos hombres estaban muertos. Ella no vio remordimientos de ?l, lo cual fue alarmante. "Se?or. Jensen, le juro que no estaba husmeando. Me dirig?a a la sala de descanso cuando not? una puerta abierta. Esperaba que alguien m?s estuviera trabajando y pudiera ayudarme con el problema del aire”, espet? cuando las compuertas se abrieron y las palabras salieron de su boca. "Est? bien. No te estoy acusando. Debes tener preguntas sobre el hombre encadenado. Por favor, si?ntete libre de decir lo que sea que tengas en mente”, dijo con una sonrisa burlona antes de enmascarar r?pidamente su expresi?n. El pelo en la parte posterior del cuello de Liv se eriz?. Necesitaba proceder con precauci?n hasta que descubriera su verdadera intenci?n. El instinto dec?a que su vida estaba en riesgo. De ?l, no de la polic?a. Sab?a del abuso cometido en su laboratorio y lo condon?. ?Qu? dec?a eso de su jefe? Nada bueno. "Bueno, no voy a mentir. Ver a ese hombre encadenado y golpeado fue impactante y tambi?n horrible”, murmur?, sabiendo que hab?a visto su reacci?n inicial en la cinta. “?Por qu? lo estamos reteniendo contra su voluntad? ?Qu? hizo para merecer tal trato? pregunt? ella, esperando no haber cruzado ninguna l?nea con su desaf?o. "?Estas consciente de que ?l es un cambiador?" pregunt? incr?dulo como si eso explicara todo. "S?, pero eso no me dice por qu? lo tenemos prisionero", admiti? mientras se levantaba de su silla. Su sangre corr?a por sus venas y su temperamento se calentaba, sabiendo que este hombre podr?a considerar las acciones del guardia justificadas. El cambiador estaba actuando exclusivamente en defensa propia. S?, se parec?a m?s a un animal rabioso, pero ?qui?n no ser?a asesino en esas condiciones? De repente, su instinto de auto conservaci?n sali? volando por la ventana. "Olivia", intervino y se levant? de su silla, caminando alrededor de la mesa para tomar sus manos. Estaban fr?as y h?medas y, sin pensar, ella las apart? de su agarre. Frunciendo los ojos, continu?: "S? que estas consciente de nuestra investigaci?n continua sobre el c?ncer y de encontrar una cura para la enfermedad mortal. Esa es la piedra angular de esta empresa. Dicho esto, debemos realizar experimentos e investigaciones dif?ciles para obtener las respuestas que buscamos”. ?Sabes sobre su causa? Por supuesto que lo hizo. Era uno de sus beb?s. Ten?a miles de horas invertidas en el archivo #4467557. Sin mencionar que perdi? a su abuela por c?ncer de ovario cuando solo ten?a diez a?os. Al verla marchitarse y morir, una concha de la mujer que hab?a conocido, dej? una marca indeleble. Liv se frot? el anillo de piedra natal en su mano izquierda mientras pensaba en su abuela. Era la ?nica pieza de joyer?a que llevaba su abuela, y se la hab?a dado a la madre de Liv para que se mantuviera a salvo hasta que Liv cumpliera los dieciocho a?os. Fue el amor y la devoci?n de Liv por su abuela lo que la hizo tan decidida a encontrar una cura para la enfermedad. "Por supuesto que estoy consciente. ?Qu? tiene eso que ver con el cambiador? pregunt? ella, insegura de a d?nde iba Jim con esto. “Tenemos razones para creer que la sangre de los cambiadores es la clave. Todos saben que tienen una habilidad superior para sanar. Estamos en algo… lo s?. Olivia, podr?amos estar al borde de un gran avance. Imagina el reconocimiento que recibir?a mi compa??a, nuestra compa??a, si somos los primeros en encontrar una cura”, se jact? emocionado, sonriendo de oreja a oreja. De nuevo, el pelo se le eriz? en su cuello. Algo no estaba sumando. Ella quer?a una cura tanto como la siguiente persona, pero no a expensas de los dem?s. Se acord? que el cambiador le gritaba, neg?ndose a darle sangre a ella o a cualquier otra persona. ?C?mo encontr? PRL estos sujetos de prueba? Era ilegal experimentar con humanos, incluso con cambiadores. No pod?a ver a estos hombres respondiendo un anuncio para ganar dinero extra donando su sangre. Adem?s, ninguno de los hombres que vio estaba all? voluntariamente. La ?nica forma en que iba a obtener respuestas era regresar a la habitaci?n con el cambiador y hablar con ?l. Y Jim era su boleto para entrar. "Esa es una noticia maravillosa, Jim. No me gustar?a nada m?s que encontrar una cura. Se han perdido muchas vidas. ?Qu? me est?s diciendo exactamente? ?C?mo obtuvo permiso para que estos cambiadores participaran y por qu? la situaci?n es tan vol?til? ?Se niega a cooperar? ?Es por eso que est? encadenado?" Pregunt? ella, intentando una alianza con Jim. "S? y no", dijo en una exhalaci?n ignorando por completo su pregunta sobre la legalidad del estudio. "El hombre que viste afirma que su sangre no puede ayudar. Se niega a cambiar por nosotros, que es lo que creo que debe suceder. Mi teor?a es que la sangre de su forma animal difiere de su estado humano, y esa es la sangre que busco. Adem?s, viste lo violento que se vuelve. Est? encadenado para que m?s de mis empleados no sean asesinados. Me niego a arriesgar sus vidas”, explic? Jim mientras comenzaba a pasear por la espaciosa oficina. "Puedo entender por qu? dices eso. No estaba preparado para la ira y la violencia que mostr?. Sab?a que no deb? haber salido corriendo de la habitaci?n, pero estaba aterrorizada. ?l tambi?n amenaz? con matarme”, le dijo Liv a su jefe, y otro temblor recorri? su columna cuando record? sus ojos grises llenos de furia. De nuevo, ella cuestion? su amenaza. Ella hab?a estado tan cerca que ?l podr?a haberla agarrado si quisiera, pero no lo hizo. “S?, escuch? todo cuando vi la cinta. Entonces, puedes entender por qu? esa secci?n del edificio est? cerrada. Tenemos m?s de cincuenta empleados y no puedo arriesgarme a repetir la noche anterior. No te quiero cerca de ese pasillo de nuevo. ?Estamos claros?" Jim pregunt?, pero no fue una solicitud. Fue una orden. Parte de Liv quer?a alejarse de ese terrible pasillo. Ella no estaba mintiendo cuando dijo que era aterrador. Nada en su vida fue tan horrible como presenciar dos asesinatos. La idea de que hab?a sido con las manos desnudas del cambiador la asust? hasta la muerte. ?l podr?a romperle el cuello con una mano. Puso una palma sobre su est?mago revuelto mientras su mente continuaba con la rutina de Sherlock Holmes. Necesitaba profundizar en este asunto. Jim claramente quer?a que esto se mantuviera en secreto. Se perdieron dos vidas. ?C?mo pod?a esconder eso? ?Qu? hay de las familias? No recordaba si David ten?a una familia, pero seguramente alguien lo iba a extra?ar. Y, ?por qu? demonios no involucr? a Jim con la polic?a? Liv ten?a innumerables razones para evitar al cambiador. Y sin embargo, ninguno de ellos la mantendr?a alejada. Sus ojos de acero gris se grabaron en su mente y ella no pod?a olvidarlos. Independientemente de sus acciones, estaba siendo torturado. Si ella se qued? parada y no hizo nada, tambi?n podr?a ponerle un arma en la cabeza y apretar el gatillo. ?Por qu? no podr?a ella ser como un felpudo y asentir con la cabeza como una buena ni?a y seguir con su vida? Esa ser?a la opci?n m?s segura, pero no pudo. No a expensas de la vida de otra persona. Ten?a que tener acceso a ?l y averiguar exactamente qu? estaba sucediendo tras bastidores de la compa??a para la que trabajaba, pero ten?a que abordarlo con cautela. Y desde el ?ngulo correcto. "Jim, podr?a ayudarte", sugiri?, pegando una sonrisa seductora en su rostro y pesta?eando mientras se acercaba y colocaba una palma sobre su pecho. Ella podr?a ser un asco al mentir y tener una cara de p?ker podrida, pero sab?a c?mo atraer al sexo opuesto. Como era de esperarse, su comportamiento se suaviz? y sus ojos recorrieron la longitud de su cuerpo. Con frecuencia lo sorprend?a mirando su trasero, pero nunca le hab?a prestado la menor atenci?n al hombre casado. Ahora, mientras ella coqueteaba con ?l, pr?cticamente se estaba babeando sobre s? mismo. "?Qu? tienes en mente?" murmur?, su voz cargada de lujuria. Manipular a Jim fue demasiado f?cil. Por el amor de Dios, no ten?a integridad. Era un idiota por caer tan f?cilmente presa de los avances de una mujer. Fueron hombres como ?l los que hicieron que Liv evitara el altar. Parec?a que ya nadie pod?a mantenerse fiel. Primera oportunidad de perderse y la mayor?a no lo pens? dos veces antes de caer en la trampa. "Me di cuenta de que el cambiador parece tener un punto d?bil por m? si te lo puedes imaginar", le pregunt? mientras giraba un largo rizo rojo alrededor de su dedo. “S?, me lo puedo imaginar. Puedo imaginar mucho m?s ", insinu?, tirando de la cerradura de su mano y envolvi?ndola en su grueso dedo. Se imagin? que el dedo en sus pantalones se hac?a m?s grueso por minutos. Dando dos pasos hacia atr?s, puso suficiente espacio entre ellos para que ?l le soltara el cabello. "Bueno, lo que estoy pensando es que tal vez pueda intentar ganarme su confianza. Si se siente c?modo conmigo, tal vez considere cambiar de puesto. Despu?s de todo, si su sangre tiene la llave, quiero su cooperaci?n tanto como t?. Simplemente creo que atrapas m?s moscas con miel”, brome? con un gui?o. "Apuesto a que tu miel es la m?s dulce", profes?, lami?ndose los labios. S?, este tipo era un jugador total. Liv no pudo evitar sentir pena por su esposa. La hab?a conocido una vez, y la mujer parec?a bastante amable. ?Por qu? tantos hombres hacen trampa? ?Faltaba algo en sus matrimonios o simplemente estaban ansiosos por probar algo diferente? Nuevamente, raz?n suficiente para evitar pasar por el pasillo del matrimonio. Intentar lograr que el hombre demasiado excitado se concentrara fue un desaf?o. “Puedo comenzar a pasar un poco de tiempo con el cambiador y ver qu? pasa. Podr?a necesitar quedarme sola con ?l", instruy? Liv, esperando obtener la aprobaci?n de Jim sin causar alarma. "No s? sobre eso. ?l es impredecible. Lo ?ltimo que quiero es que ese animal te haga da?o de alguna manera. Me gusta tener tu lindo trasero", admiti? abiertamente y extendi? la mano, golpe?ndole el trasero. Pervertido. A este tonto no le cost? mucho pensar que ella le hab?a dado luz verde. Ella no pudo evitar preguntarse cu?ntas otras mujeres habr?a perseguido en el trabajo. No hab?a escuchado rumores, pero eso no significaba nada. Los asuntos en la oficina pasaban todo el tiempo. "Solo prob?moslo y veamos. Si muestra alguna agresi?n, sacar? mi lindo trasero de all? m?s r?pido de lo que ?l pueda cambiar”, brome?, volte?ndose para que Jim pudiera admirar su trasero. Llevaba su par de jeans favoritos que abrazaban su trasero a la perfecci?n y quer?a que ?l viera lo que ella ten?a para ofrecer. Sus ojos se abrieron en agradecimiento y Liv no se perdi? la erecci?n que se tensaba en sus pantalones. Antes de que pudiera actuar sobre cualquier pensamiento travieso form?ndose en su mente, ella sali? de la oficina. “Nos vemos en la ma?ana, jefe. Disfruta tu velada,” ella grit? mientras levantaba su brazo y dec?a adi?s sin girarse para mirarlo. Escuch? un gemido cuando dobl? la esquina de su oficina y r?pidamente se dirigi? hacia la salida del edificio. Al salir a la brillante tarde soleada, tuvo que sacudirse los espeluznantes avances de Jim. Desafortunadamente, probablemente habr?a m?s para seguir. Tendr?a que acorralarlo hasta que supiera lo que estaba sucediendo en el ?rea segura de PRL. En su mayor parte, consider? esa reuni?n como una victoria para el Equipo Liv. Ahora todo lo que ten?a que hacer era lograr que el cambiador creyera y confiara en ella. Si la historia de Jim era leg?tima, esperaba poder convencer al hombre de que cooperara. ?Y si su sangre contuviera la cura? Pensar en las vidas que podr?an salvar la hizo saltar de alegr?a hasta su Jeep. No pod?a traer de vuelta a su abuela pero pod?a salvar a otros, y ese hecho hizo que su coraz?n se hinchara. Sin mencionar lo que podr?a hacer por su carrera. Las puertas se abrir?an. Tal vez no tendr?a que vivir de sueldo en sueldo por una vez en su vida. Cuidado gente. Olivia Kimbro estaba lista para conquistar el mundo. Justo despu?s de que ella comi?. Ahora que su est?mago se calm?, antes se estaba muriendo de hambre por una pizza. CAP?TULO 4 El temido clic de la manija de la puerta alert? a Lawson. Odiaba el sonido. Para ?l, significaba otra ronda de agujas para su carne o golpes para su cuerpo. Se sent? r?pidamente y se agarr? la cabeza cuando un dolor agudo explot? alrededor de sus ojos. Su rostro no se hab?a recuperado de las heridas recibidas durante la ?ltima golpiza, y apenas pod?a ver con su ojo derecho. Por lo general, su cuerpo se curaba en veinticuatro horas, pero esta fue la peor paliza hasta ahora. Lawson ten?a heridas abiertas por haber sido azotado con una cadena de metal y varias costillas rotas por patadas repetidas en el pecho y el abdomen. Record? haber escupido sangre justo antes de que un golpe en la cabeza lo dejara inconsciente. Lo hab?an torturado porque hab?a matado a dos hombres, pero su compasi?n por estos humanos crueles hab?a desaparecido. Nadie le hab?a mostrado una pizca de simpat?a. Fue tratado peor que un animal. Su cuerpo ten?a m?s agujeros que un queso suizo y era negro y azul por todas partes. Pod?a sanar r?pidamente, pero los constantes golpes y agujas, junto con la falta de alimentos y ba?os adecuados lo dejaron m?s d?bil de lo normal. Mental y f?sicamente. Honestamente, dese? que drenaran toda la sangre de su cuerpo y lo dejaran morir. Ser?a mejor que el sufrimiento continuo. Los azotes se hab?an vuelto m?s frecuentes, y Lawson no estaba seguro de cu?nto m?s podr?a soportar su cuerpo antes de apagarse. No ayud? que su voluntad de vivir se desvaneciera lentamente. Si no encontraba una forma de escapar pronto, morir?a en esa mierda y eso simplemente lo enojaba. Al menos logr? hacer un poco de da?o a los lacayos de Jim antes de que lo dejaran inconsciente. Lawson sonri? al recordar romper el brazo de un hombre y romper la pierna de otro. Mierda, dol?a como el infierno mover cualquier m?sculo de su cara. Al abrir su ojo izquierdo lo mejor que pudo, se sorprendi? al ver a la pelirroja entrar a la habitaci?n y luego cerrar la puerta detr?s de ella. Ella era la ?ltima persona que esperaba ver de nuevo. Jam?s. Pens? que ella permanecer?a en sus sue?os en lugar de carne y hueso ante ?l. Lamentablemente, ella hab?a consumido las ?ltimas dos noches de Lawson, obsesionando sus sue?os con sus aterrorizados ojos verdes. Estaba m?s cautivo por el eco interminable de su grito horrorizado que por las cadenas que lo sujetaban a la pared de cemento a sus espaldas. Al hacer un inventario r?pido, fue humillado hasta la m?dula con su aparici?n. Los pantalones de ch?ndal que hab?a usado desde el primer d?a estaban tan sucios que lo enfermaron. No tanto por la suciedad como por el hedor de la ropa rancia que necesita desesperadamente lavarse. El olor le disgustaba, y solo pod?a imaginar lo malo que era para ella. Lo que pod?a ver era su cabello oscuro y su larga barba que estaba enmara?ada, sus dedos y u?as de los pies estaban cubiertas de color y descoloridas. Era una verg?enza, y quer?a meterse en un agujero y esconderse. Muchos cambiadores asumieron que eran sucios por naturaleza debido a su lado animal, pero no lo eran. Clean-freak era un t?rmino que su familia le atribu?a debido a sus tendencias obsesivas. La mayor?a de los cambiadores eran fan?ticos de la higiene, y estar tan escu?lido, enferm? f?sicamente a Lawson. La peor parte fue su ba?o. Consist?a en un cubo grande en la esquina de la habitaci?n que no se eliminaba regularmente, lo que aumentaba los olores. Hab?a estado all? tanto tiempo que sus sentidos estaban silenciados, pero todav?a le revolv?a el est?mago pensar en sus malas condiciones de vida. "Oh, Dios m?o, ?qu? te hicieron?" exclam? la mujer, corriendo hacia ?l. R?pidamente levant? una mano, deteniendo sus pasos. "No lo hagas. Al?jate —orden? Lawson. Estaba impresionado con su valent?a. Ella lo vio cometer un acto violento contra dos humanos y tuvo el coraje de volver a su habitaci?n. Sola. Estaba corriendo al lado de un asesino. ?Ten?a ella un deseo de muerte? Seguro como el infierno no habr?a regresado a la escena del crimen, especialmente a este lugar desagradable. Levant? las manos a la defensiva y retrocedi?. "Est? bien, no me acercar? a ti. Si est? bien, me sentar? en el suelo aqu? mismo y mantendr? mi distancia ", murmur? la mujer, poni?ndose en cuclillas sobre el fr?o suelo de baldosas. Ella hurg? con su bata de laboratorio hasta la rodilla mientras cruzaba las piernas. Se dio cuenta de que llevaba pantalones de color canela y una blusa negra debajo de su bata de laboratorio. Su dulce aroma todav?a lo intoxicaba, pero descubri? que esta vez ten?a un poco m?s de control de su libido. Otro resultado de su cena con los guardias. Lo golpearon tanto que ni siquiera pod?a excitarse. Puso una bolsa roja en el suelo a su lado. Rojo. A juego con los largos mechones de su cabello sedoso. Tambi?n era su color favorito. De repente se le ocurri? a Lawson que su cautiverio no ten?a color, y esta hembra era un faro en su mundo oscuro. De todos los colores, ella era roja. Representaba amor, vida y pasi?n para ?l. Todos ellos ahora recuerdos distantes de lo que su vida se hab?a convertido. Su voz suave llam? su atenci?n. “Mi nombre es Olivia Kimbro, pero mis amigos me llaman Liv. Soy una de las cient?ficas de investigaci?n aqu? en PRL. ?Cu?l es su nombre?" pregunt? ella, metiendo la mano en la bolsa y sacando un portapapeles con algunos papeles adjuntos. Durante todo el tiempo que hab?a estado en este agujero, ni una sola persona tuvo la decencia de preguntarle algo tan simple como su nombre. No es que saber su nombre les otorgara el conocimiento que estaban buscando, pero le hab?a demostrado lo poco que les importaba a estos humanos. ?l la mir? sin decir nada. ?Por qu? deber?a compartir algo con ella? Estos humanos no le hab?an tra?do m?s que dolor, tortura y miseria. ?Por qu? ahora una mujer de repente muestra inter?s, si eso es lo que era? Podr?a ser una configuraci?n para todo lo que sab?a. De hecho, se pregunt? por qu? no hab?an enviado a una mujer antes de ahora para obligarlo a cambiar de forma. "No puedo decir que te culpo por tu silencio. Probablemente har?a lo mismo. ?Qu? tal esto? Te contar? un poco sobre m?, y luego puedes decidir si quieres hablar conmigo. Sin embargo, tengo que advertirte que mi historia es bastante aburrida”, declar? mientras met?a la mano en la bolsa de nuevo y sacaba una manzana Granny Smith, lanz?ndola r?pidamente hacia ?l. Levantando la mano, la atrap? en el aire. "Wow, buenos reflejos", dijo Liv con una sonrisa. "Supongo que es un rasgo cambiante. Nunca he conocido a un cambiador, as? que perd?name si soy ignorante". A Lawson le gust? el sonido de su voz. Era ahumado y suave, y lo intrig?. De hecho, ?l quer?a recostarse y que ella hablara o tal vez le leyera una novela completa de principio a fin. Ni siquiera le importaba de qu? se tratara siempre que le tomara horas completarla. Mirando la fruta verde brillante en su palma, la gir?, estudi?ndola m?s de cerca. Nuevamente, ver el color era un soplo de aire fresco. La firmeza y la piel impecable de la manzana era la perfecci?n en su opini?n. Hab?a vivido de avena fr?a y panecillos rancios desde que lo capturaron. Ah, lo cargaron con varios suplementos para mantenerlo sano, pero la comida que le dieron fue suave e ins?pida. No sab?a si deb?a comer la manzana o colgarla en la pared como una buena obra de arte. "Se echar? a perder si no la comes", coment? ella como si leyera sus pensamientos. Se llev? la fruta a la boca y dio un gran mordisco. Dulce y agrio estall? contra su lengua, y cerr? los ojos, saboreando la experiencia. No pod?a recordar haber comido nada con m?s sabor. Dando otro mordisco, gimi? de placer. Era fresca y crujiente y ol?a a un d?a soleado. Una cosa m?s que no hab?a visto desde siempre. "Wow, tal vez deber?a haberme guardado eso para m?. Mi vecina, Cassie, llamar?a org?smica a esa expresi?n de tu cara —dijo Olivia, ri?ndose. Los ojos de Lawson se abrieron para verla boquiabierta de inter?s. Sus seductores ojos verdes se encontraron con los de ?l y no pudo evitar la excitaci?n que se dispar? en su ingle por su mirada acalorada. Bien, la golpiza no disuadi? su necesidad de joder si ?l no la quer?a. * * * Liv sinti? un sonrojo en su rostro y r?pidamente desvi? su enfoque, mirando hacia abajo al portapapeles mientras miraba a trav?s de los papeles adjuntos. No hab?a informaci?n personal en su archivo, solo los resultados de lo que los otros cient?ficos hab?an encontrado de sus muestras de sangre. Desafortunadamente, no vio nada m?s que una mancha debido a su incomodidad, pero mantuvo su enfoque en cualquier lugar menos en ?l. Los penetrantes ojos grises del cambiador se acercaron y jugaron a las escondidas. Liv jur? que pod?a ver directamente en su alma y eso la hizo cruzar y descruzar las piernas mientras se mord?a el labio. M?s all? de desconcertante. Ella ten?a esqueletos indeseados en su armario como cualquier otra persona y ciertamente no necesitaba que este hombre diseccionara sus errores y fracasos. Respira hondo y vuelve al objetivo, se dijo. Ella necesitaba ganarse su confianza. De lo contrario, ?l nunca cambiar?a por ellos y ellos necesitaban la sangre de su animal. Se pregunt? en qu? animal se hab?a convertido. ?Oso? ?Le?n? Era imposible saberlo mir?ndolo y la mat? ver las m?ltiples heridas que cubr?an su cuerpo. Lo que sucedi? entre ?l y su jefe anoche no fue a su favor. S?, ?l mat? a dos hombres pero lo estaban golpeando sin piedad. Ella lo vio con sus propios ojos. Lo estaban atacando mientras ?l yac?a indefenso, tratando de protegerse. Ahora, su cara estaba hinchada hasta el punto que parec?a desfigurado. Un ojo estaba cerrado y el otro no estaba mucho mejor. Su torso superior estaba cubierto de verdugones y la piel estaba abierta en varios puntos. Su coraz?n llor? por el abuso que soport?. Al juzgar sus enormes m?sculos, Liv sab?a que el hombre era incre?blemente fuerte, pero incluso un cambiador deb?a tener limitaciones. Y parec?a que hab?an sido excedidos. De nuevo, su mente se pregunt? por su animal. Ella escuch? cuando cambiaron que no ten?an control sobre las acciones de su bestia. Qu? primitivo y crudo debe ser para ellos. Parte de ella reconoci? que tambi?n podr?a ser liberador. La curiosidad sobre su animal estaba comiendo su interior. Liv reconoci? que estaba un poco excitada por eso. Sacudiendo sus pensamientos inapropiados, consider? por d?nde comenzar en su resumen de vida menos que interesante. "Entonces, soy de Tennessee. Crec? no lejos de Chattanooga y fui al colegio comunitario aqu? en la ciudad. Mi pap? desapareci? cuando yo era muy joven. Para ser honesta, apenas lo recuerdo. No hermanos o hermanas, pero mi madre y yo estamos muy unidas. Ella es mi mejor amiga. ?Tienes hermanos?" ella divag?, finalmente encontrando sus ojos otra vez. No hubo respuesta, pero Liv vio algo brillar en sus orbes de acero gris. ?Era ella hablando de su familia? ?Ten?a una y la estaban buscando? Tantas preguntas pasaron por su mente. ?Cu?nto tiempo hab?a estado cautivo? ?C?mo fue capturado? ?Por qu? era tan resistente? Parec?a que deber?a querer ayudar a salvar vidas si pudiera. Ten?a que conseguir que se abriera si iba a llegar al fondo de lo que estaba sucediendo en su lugar de trabajo. "De todos modos… tengo treinta a?os, no tengo hijos y nunca he estado casada. Um, mi color favorito es el rosa, me gusta ir a bailar, me encanta la comida italiana, no bebo mucho alcohol pero consumo t? dulce como si estuviera pasando de moda, y… lo m?s importante, voy a gobernar el mundo una vez Descubra el secreto de c?mo ganar dinero en tubos de ensayo”, declar? con naturalidad y luego se ech? a re?r. S?, esa ?ltima parte fue una broma. Ella y Cassie ten?an un dicho que eran livin-la-vida-loca. Al mirar al se?or mientras divagaba, pens? que not? un leve rizo en su labio superior. ?l estaba escuchando. El problema era que eso no se traduc?a en que hablara. Tal vez ?l cuestionaba sus motivos. ?Qui?n sabe cu?nto tiempo estuvo encarcelado aqu? en esta celda horrible? Ella asumi? que nadie le hab?a mostrado una pizca de amabilidad. Probablemente necesitaba saber d?nde resid?a su lealtad. "Entonces, este es el trato. Quiero ayudarte. Por mucho que me gustar?a desbloquear esos pu?os y liberarte, esa no es una opci?n. Tienes algo de valor para este centro de investigaci?n y no te dejar?n irte sin obtenerlo. Pero lo que puedo hacer es ser un mediador y evitar cualquier abuso en su contra. Si me ayudas, har? lo que pueda para ayudarte. Pero necesitas confiar en m?. Mi jefe no estaba emocionado de que yo viniera aqu?, pero acept? darle una oportunidad ", admiti? libremente. Jim no iba a dejarla continuar con estas visitas si no progresaba. Estaba perfectamente bien con vencer a este hombre para que se sometiera. Liv no quer?a ver que eso sucediera. Se vio obligada a ayudar a este hombre si la dejaba. Ech? un vistazo a su reloj y entr? en p?nico cuando vio cu?nto tiempo hab?a estado con ?l. Su tiempo casi se hab?a acabado. Jim esperaba que ella le informara despu?s de esta primera reuni?n. Si ella se fue con las manos vac?as, ?l podr?a cancelar su trato. "Venga. T?rame un hueso. Cualquier cosa, por favor”, rog?, poni?ndose de rodillas y suplicando. Fue demasiado dram?tico, pero ella estaba tratando de lograr un punto. El hombre solo la mir?, inexpresivo. No iba a ceder ni una pulgada. Exhalando la derrota, busc? de nuevo en su bolso y sac? su viejo iPod Nano y un par de auriculares. Si nada m?s, ella podr?a dejarle algo de m?sica. Si estuviera encadenada a una pared, la m?sica ser?a su salvaci?n. Un medio para escapar de su miseria. "Quiero que tengas esto en caso de que no se me permita volver. Aseg?rate de esconderlo de los dem?s debajo de tu colch?n”, aconsej? Liv, lanzando el set en su direcci?n. Los atrap? sin desviar sus ojos de los de ella. Mirando hacia atr?s, sinti? que el rubor volv?a a sus mejillas, pero esta vez no apart? la mirada. Si nunca lo volv?a a ver, quer?a que supiera que realmente le importaba. Ella esperaba que ?l la viera en sus profundidades donde su mirada penetraba en su alma. Oblig?ndose a romper el control que ?l ten?a sobre ella, ella se gir? para salir de la habitaci?n. "Lawson". El bar?tono profundo envi? un escalofr?o por su columna vertebral, y ella se volvi? para mirarlo. Unos ojos de acero gris le robaron el aliento y le debilitaron las rodillas. ?l le dijo su nombre. Una palabra pero eso fue suficiente. Sonriendo, ella respondi?: "Es un placer conocerte, Lawson". Otro rizo de su labio superior le dijo que el sentimiento era mutuo. Al salir de la habitaci?n y cerrar la puerta, Liv cay? al suelo del pasillo. Dios la ayude, ella estaba jadeando. Regocijada, triunfante, vertiginosa. Estaba sobre la luna extasiada. Otra victoria para el equipo Liv. Emocionada de contarle a Jim sobre su peque?o milagro, se dirigi? a la sala de descanso donde dijo que se reunir?an. Seguramente habr?a varios empleados almorzando, lo que significaba que no estar?a sola con ?l. Ella no estaba de humor para coquetear o guiarlo y estaba muy segura de que no estaba de humor para sus avances no deseados. Con suerte, su informaci?n complacer?a a Jim, y ?l estar?a de acuerdo en que ella deber?a seguir viendo a Lawson. Y justo despu?s de su reuni?n con Jim, hab?a un viejo amigo a quien necesitaba ver. ?l era la ?nica persona que ella conoc?a que ten?a conexiones influyentes, sin mencionar los bolsillos profundos. Si alguien pod?a ayudar a Lawson, era ?l. Lawson. Solo pensar que su nombre produjo que otro escalofr?o recorriera su columna vertebral. CAP?TULO 5 Liv acerc? su Jeep a la cabina de guardia y se detuvo, presionando el bot?n de su ventana cuando Nick sali? del peque?o edificio de ladrillos. “Hola, se?orita Kimbro. Es bueno verla de nuevo", salud? con una amplia sonrisa. Nick era el guardia de d?a en la casa de Bart y a Liv le agradaba. Era s?per dulce, recordando a Liv a Santa Claus con su cabello blanco y su barba bien recortada. “Hola, Saint Nick. Feliz de verte tambi?n. Ha pasado un tiempo", respondi? ella y le devolvi? la sonrisa. Sus ojos brillaron y gui?? un ojo. Estaba acostumbrado a su apodo y no parec?a ofendido en lo m?s m?nimo. “De hecho lo ha hecho. Bart est? ansioso por verte, as? que ve a la casa. Pero aseg?rate de decir adi?s antes de irte —le grit? mientras ella se alejaba de su estaci?n. "Lo har?", grit? desde su ventana antes de presionar el bot?n nuevamente para evitar el calor del verano. Fue uno de los veranos m?s calurosos registrados, y la humedad hab?a estado por las nubes ?ltimamente. No hab?a nada peor que salir de su casa y sentir que necesitaba tomar otra ducha antes de llegar a su veh?culo. Caliente o no, ella amaba su ciudad. Hermosas monta?as, cambio de estaciones, cultura art?stica vibrante y una selecci?n interminable de restaurantes y vida nocturna. Le gustaba caminar, andar en bicicleta y pasear en bote, y los tres estaban al alcance de su mano en su ciudad natal. Si ten?a ganas de vestirse para salir por la noche o relajarse con una cerveza junto al lago, pod?a subirse a su Jeep y hacerlo dentro de los treinta minutos de su casa. Y, por suerte para ella, Bart ten?a un bote que siempre estaba disponible para hacer un crucero. Como Cassie siempre dec?a, no necesitas un bote, necesitas un amigo con un bote. Liv ri? entre dientes al pensar en su loca amiga, luego baj? de su Jeep y camin? hacia los escalones de la gran mansi?n. S?, Bart lo hab?a hecho muy bien por s? mismo, supuso, mirando la casa de ladrillos. Ella lo conoc?a desde la escuela primaria y hab?an sido novios en la secundaria. Fueron por caminos separados para la universidad, pero se mantuvieron muy unidos. Bart hab?a sido presidente del club de debate y el mejor alumno de su clase graduada, por lo que Liv no se sorprendi? cuando Bart sigui? una carrera pol?tica. Lo que la sorprendi? a ella, y a muchas otras personas, fue el nombramiento de Bart como gobernador de su estado. Fue el hombre m?s joven en asumir el cargo, y qued? en todas las noticias el a?o pasado. Mirando alrededor de la gran finca, Liv no pod?a imaginar c?mo habr?a resultado su vida si hubieran permanecido juntos. La esposa de un gobernador estaba muy lejos de su vida de cupones y tiendas de descuento. Afortunadamente, Bart nunca fue condescendiente con ella ni actu? de ninguna manera superior. Ese no era su estilo. Estaba con los pies sobre la tierra y era muy cari?oso. Tratando de tocar la intrincada puerta de vidrio con plomo, se sobresalt? cuando la puerta se abri? de golpe y Bart la abraz? con fuerza. Era varios cent?metros m?s alto que su figura de cinco y ocho, por lo que sus pies dejaron el suelo cuando ?l la acerc?. “Maldici?n, TKO, ?d?nde estuviste el mes pasado? He extra?ado tu trasero ", admiti?, apretando m?s fuerte. Si ?l no soltaba su agarre, ella podr?a terminar con una columna rota. "Hola, BS", chill?, empujando contra su pecho hasta que ?l afloj? su agarre. Lentamente la baj?, y ella no perdi? la dureza entre sus piernas cuando ella se desliz? m?s all? de su ingle. Liv no estaba muy segura de qu? hacer con eso. Bart era, con mucho, el soltero m?s elegible de la ciudad y ella hab?a escuchado los rumores de que su cama nunca estaba fr?a. A su alrededor, ?l era solo un buen amigo. Si Bart todav?a llevaba una antorcha para ella, nunca lo dijo ni actu? sobre ella. Eran amigos cercanos y ella siempre pod?a contar con ?l, pero ah? fue donde termin?. Por otra parte, ?l era un hombre, y el Sr. Happy entre sus piernas probablemente no necesitaba mucho aliento. "No dejes que nadie por aqu? te escuche llamarme as?. Eso se extender?a como un incendio forestal", brome? Bart, agarrando la mano de Liv y llev?ndola hacia la cocina. "No tienes que ser Einstein para resolverlo. Son tus iniciales, idiota", brome?. Sus apodos mutuos comenzaron en la escuela secundaria. TKO era de ella porque dijo que ella era un nocaut total. Bart era BS, que resultaron ser sus iniciales, pero representaba una porquer?a porque ella nunca supo cu?ndo le estaba tomando el pelo o si era sincero. De nuevo, grandes creaciones de un pol?tico. “Ja, ja, muy gracioso, inteligente. ?Tienes hambre? Hice que Patricia preparara un almuerzo. Espero que puedas quedarte un rato. Liber? mi horario para la tarde”, le inform? Bart cuando entraron en la gran cocina gourmet. "S?, me muero de hambre. Me puedo quedar un poco. Me hubiera tra?do un traje de ba?o si hubiera sabido que ten?as el d?a libre ", respondi? mientras los dos se sentaban en taburetes alrededor de una gran isla. De nuevo, no necesitaba una piscina, solo un amigo con una piscina. Patricia se acerc? y dej? dos platos, uno lleno de una variedad de carnes y quesos, y el otro ten?a galletas saladas y una vid de las uvas m?s grandes que Liv hab?a visto. Parec?an ciruelas, eran tan grandes, y su est?mago gru?? al verlo. Hola, se?orita Olivia. ?T? dulce, supongo? pregunt? ella, agarrando dos vasos de un armario cercano. "S? por favor. Esto se ve delicioso, Patricia. Gracias —respondi? Liv y luego acept? un vaso alto de t? helado de la mujer alta y delgada. La bebida fr?a era precisamente lo que necesitaba en este abrasador d?a de verano, y tom? un trago saludable, disfrutando de la explosi?n helada. Bart agarr? un peque?o cuadrado de queso y una galleta y luego se lo meti? en la boca. Liv tom? eso como su se?al e hizo lo mismo. "Ni siquiera pens? en nadar. Creo que lo he usado dos veces desde que me mud?. Sabes que puedes usarlo en cualquier momento, ya sea que est? disponible o no. Mi casa es tu casa”, pronunci? mientras introduc?a una uva en la boca. Patricia coloc? dos platos en la encimera antes de salir de la cocina. Patricia ten?a una elegancia sobre ella que exig?a respeto. Llevaba el t?tulo de chef en la casa de Bart, pero podr?a ser f?cilmente la dama de la casa con su gracia y aplomo. Y su estilo de etiqueta era impresionante. Cada vez que Liv hab?a estado en la casa, Patricia se vest?a como si fuera a una fiesta elegante. La elecci?n de hoy fue un traje pantal?n verde esmeralda con una blusa rosa p?lida, que hizo que sus ojos se vieran a?n m?s verdes. Un delicioso aroma atrajo la atenci?n de Liv y ella mir? los dos platos. El plato principal era el salm?n a la parrilla sobre una ensalada mixta de campo. Ol?a divino. A Liv le encantaba visitar a Bart porque todo estaba en la cima. No escatimar en gastos parec?a ser la regla de oro en la mansi?n del gobernador. Acerc? la bandeja de quesos a Bart y busc? su plato de pescado y utensilios. "Recordar? eso. No se sorprendan cuando caminen afuera y nos vean a Cassie y a m? tomando cerveza barata y m?sica country a todo volumen para que todos sus vecinos escuchen", brome?, mordiendo su pescado. "Oye, mientras ustedes dos tengan un traje de ba?o sexy, pueden hacer lo que quieran. Este lugar necesita un poco de acci?n. He estado muy ocupado ?ltimamente, he olvidado lo divertido que es ", confes?, y Liv pudo ver que se refer?a a cada palabra a pesar de que su conversaci?n era ligera y juguetona. Ella no hab?a considerado el estr?s y la presi?n de su trabajo. "Eso no es lo que escucho, se?or Playboy", brome? con un gui?o. "?Qu?? Yo playboy? Creo que est?s leyendo esos chismes de nuevo. No tengo tiempo para eso", dijo con una expresi?n burlona de sorpresa. S?, ?l estaba jugando con ella. Los tabloides lo hab?an clavado hasta donde pod?a ver. Bart era incre?blemente hermoso. El cabello rubio zumbaba corto con ojos marrones oscuros contra la piel bronceada. Parec?a un californiano nativo en lugar de un pol?tico optimista. "Bueno, tendremos que remediar esta aburrida vida que llevas. Tan pronto como est? disponible, planeemos una fiesta en la piscina. Usted suministra la comida y las bebidas, y yo proporcionar? a las mujeres calientes. Espero que tengas algunos amigos elegibles en el Capitolio", exigi?. Riendo, respondi?: "Tienes un trato. Estoy seguro de que puedo reunir algunas v?ctimas voluntarias. De todos modos, no para cambiar de tema, pero sonabas bastante nerviosa cuando llamaste. ?Qu? est? pasando?" pregunt? con curiosidad. ?D?nde comenzar con esa historia? Ella no sab?a cu?nto deber?a decirle. Despu?s de todo, ?l era el gobernador, y ella no quer?a ponerlo en una situaci?n comprometedora cont?ndole sobre el asesinato que presenci?. Considerando su dilema, necesitar?a escoger sus palabras cuidadosamente. "?Qu? sabes sobre los cambiadores?" ella pregunt?. Bart lade? la cabeza. "No mucho realmente. Tienden a atenerse a su propia especie. No est?n involucrados pol?ticamente, as? que no me aventuro en sus comunidades. Existe un tab? que los rodea, y los expertos dicen que son violentos y causan la mayor parte de nuestros cr?menes. ?Por qu? preguntas?" “Bueno, PRL est? investigando sus an?lisis de sangre. Jim cree que su capacidad mejorada para sanar podr?a ser la clave para curar el c?ncer”, revel?, mordi?ndose el labio inferior mientras observaba su reacci?n. “?Wow, eso ser?a incre?ble! Qu? avance para su empresa si eso prueba ser cierto. Entonces, ?cu?l es el problema, Liv? Cuando comienzas a morderte el labio, est?s preocupada o nerviosa. S?calo afuera. "Baj? la cabeza hacia donde ella tendr?a que hacer contacto visual. Sus c?lidos ojos marrones buscaron los de ella y ella pudo ver su preocupaci?n y cuidado. Dej? escapar un suspiro que no se dio cuenta que hab?a estado sosteniendo, y continu?: "El problema es que tenemos un cambiador en el laboratorio. Est? detenido contra su voluntad. Jim afirma que es porque el hombre es una bestia salvaje y est? protegiendo a sus empleados, pero no estoy tan segura. Algo en mi instinto me dice que es mucho m?s profundo que eso”, declar?, poniendo su tenedor en su plato. De repente, su apetito desapareci? y se sinti? mal del est?mago. Bart se apoy? contra el respaldo del taburete y cruz? una pierna sobre su rodilla, considerando sus palabras. Despu?s de unos instantes, habl? con expresi?n seria: "Esa es una acusaci?n bastante fuerte. ?Tienes alguna prueba de que Jim no est? diciendo la verdad? porque te dir? esto… Jim Jensen es muy apreciado en la comunidad. Demonios, en todo el estado, en todo caso. "Hasta donde s?. Jim tambi?n es un pedazo de mierda que enga?ar?a a su esposa con la ca?da de las bragas de una mujer, as? que no vayas a gritar lo considerado que es. Te lo digo, Bart. No tengo pruebas tangibles, pero he visto a este cambiador golpeado. Est? encadenado a una pared, por el amor de Dios. ?No hay algo que puedas hacer?" ella implor?. Su coraz?n se aceler? cuando su sangre hirvi? al pensar en Lawson y la forma en que lo trataron. Estaba tan furiosa que se asust?. Era ilegal e inhumano, y despu?s de sentarse con ?l, se dio cuenta de que no pod?a sentarse y no hacer nada. "Wow, baja la velocidad un segundo. No puedo comenzar a lanzar acusaciones sin pruebas s?lidas. Debes saber que podr?a haber graves repercusiones para m? y mi trabajo si me equivocara. ?Necesito recordarte que la relaci?n entre ellos y nosotros no es la mejor? No confiamos en los cambiadores y ellos no conf?an en nosotros. Es as? de simple. Coexistimos y eso es todo", explic? y Liv sinti? que su ?nica oportunidad de salvar a Lawson se le escapaba de las manos. ?Pero qu? hay de que lo encadenen y lo golpeen? Eso no puede ser legal", espet? ella, cruzando los brazos sobre el pecho. Se supon?a que Bart deb?a estar de su lado, no de Jim, y eso la estaba cabreando. Sus manos se extendieron y le quitaron los brazos, tomando sus manos entre las suyas. “Estoy de acuerdo, eso suena horrible. Nadie debe ser tratado de esa manera. Pero esc?chame. Si incluso hay una pizca de posibilidad de que Jim est? interesado en algo sobre la sangre del cambiador, debes saber que no se detendr? hasta que obtenga sus respuestas. ?Es correcto retener a alguien en contra de su voluntad? No. Pero, ?y si la clave para curar el c?ncer est? ah?? ?No valdr?a la pena?" pregunt?, frotando suavemente sus pulgares sobre la parte superior de sus manos. Bart sab?a que su abuela falleci? de c?ncer. Tambi?n sab?a lo apasionada que estaba por encontrar una cura. Tal vez ten?a un punto. "S?, supongo", murmur? Liv y luego sacudi? la cabeza. “No, no a costa de sus vidas. Ese es mi problema con todo este desastre. ?Cu?l es el costo real de la cura? Jim me ha asignado al caso, y trabajar? en estrecha colaboraci?n con Lawson. Sabr? si vuelven a maltratarlo”, transmiti?. Sus palabras fueron sobre el tren de la culpa que estaba detenido en la estaci?n y se neg? a irse. Ahora se sent?a responsable de lo que le estaba sucediendo a Lawson, y lo odiaba con cada fibra de su ser. "Est?s mordiendo ese labio de nuevo. ?Est?s segura de que est?s bien?" Bart cuestion?, d?ndole a sus manos un firme apret?n. "S?, estoy bien. Gracias por tu atenci?n. Me alegro de haber acudido a ti", admiti?. Bart era su caja de resonancia y su protector. Hab?a sido su hombro para llorar en la universidad cuando atrap? a su novio de dos a?os enga??ndola. Bart hab?a salido de su apartamento y rastre? a Joe, golpe?ndolo hasta la mierda por lastimarla. ?l era su hermano mayor cuando se trataba de defender su honor y ella fue quien le dijo lo que era, si quer?a escucharlo o no. Eran buenos el uno para el otro y ella valoraba su amistad. "Te dir? que. Tengo algunas conexiones estrechas con la comunidad de cambiadores. D?jame ver si hay alg?n rumor acerca de los secuestros o palizas contra ellos por parte de los humanos. Te llamar? en unos d?as para informarte si escucho algo, ?de acuerdo?" pregunt?, acariciando su rodilla. "Oh, eso ser?a fant?stico", respondi? ella, el alivio la inund?. Ella se inclin? hacia adelante y envolvi? sus brazos alrededor de su cuello, apretando con fuerza. "?Eres el mejor amigo que una chica podr?a tener!" ella grit?. ?l se apart? y la mir? profundamente a los ojos, compartiendo un momento. Ella pens? que ?l podr?a besarla y entr? en p?nico, quitando r?pidamente sus brazos del cuello de Bart. Se recost? en su taburete. "Ese soy yo. BGF, el mejor amigo", se burl? con una sonrisa, pero ella vio un destello de algo m?s. ?Le dol?a que ella se alejara? No hab?an sido una pareja desde que eran ni?os y ella ya no sent?a lo mismo por ?l. ?l era importante para ella como amigo, y ella nunca se arriesgar?a a perder eso por un r?pido revolc?n en el saco. "Hey, no vayas a cambiar tu apodo, BS. Te queda perfectamente”, brome?, tratando de aligerar el estado de ?nimo. Un parpadeo despert? a la vida detr?s de sus ojos marrones, y ?l sonri? con una sonrisa, mostrando dientes perfectos. “BS lo es. Siempre ser?s mi TKO ", dijo y bes? ligeramente su frente. Mirando su reloj, Liv se dio cuenta de que necesitaba ponerse en marcha. “Ooo, tengo que salir corriendo. Gracias por el almuerzo. Sin embargo, me tomo en serio esa fiesta en la piscina. Y ll?mame si escuchas algo sobre PRL”, dijo mientras se levantaba para irse. Bart la acompa?? hasta la puerta principal y ella lo abraz?, adi?s. Pensando en el trabajo, Liv salt? a su Jeep. En realidad omitido. ?Por qu? estaba tan mareada con el trabajo? Y, por alguna extra?a raz?n, estaba pensando en lo que se pondr?a para ma?ana. ?Qu? le pasaba a ella? Seguramente no ten?a nada que ver con el hecho de que ver?a a Lawson ma?ana. Bueno, tal vez solo un poco. CAP?TULO 6 Lawson cerr? los ojos y se cubri? la cara con el brazo, tratando de evitar que el agua helada le golpeara la cara. Su manguera semanal siempre fue una experiencia tan placentera. De hecho, con gusto elegir?a una paliza extra, o diez, para evitar esta humillaci?n. Era bastante malo quitarse la ropa mientras tres o cuatro hombres miraban, pero luego pararse all? mientras lo rociaban con una manguera era m?s que degradante. El l?der del ring de hoy parec?a disfrutar de lanzar agua contra sus bolas. Si se acercara un poco m?s, Lawson podr?a garantizar que ser?a su ?ltima actuaci?n como bombero. "Hey, cambiador, date la vuelta para que podamos limpiar tu desagradable trasero", se burl? el hombre y se volvi? hacia sus amigos que compartieron una carcajada. "S?, ?podr?amos olerte a una milla de distancia!" otro hombre grit? por encima del fuerte ruido de la presi?n del agua dura. ?Alguna vez iba a terminar? ?Estar?a alguna vez libre de esta degradaci?n? Su resoluci?n fue vacilante, y no pudo hacer nada sobre su situaci?n infernal. Tal vez deber?a cambiar por ellos. Pero entonces sabr?an que no era su sangre de cambiador lo que necesitaban, y no ten?a idea de si eso significar?a la muerte para ?l. Desafortunadamente, lo que necesitaban era imposible para ?l. Pod?a darles lo que quer?an, pero requer?a m?s que ?l cambiar. Mucho m?s. Y esa era informaci?n que llevar?a a la tumba porque ser?a condenado si lo hac?a por alguien. Pensando en lo que eso implicar?a, su mente viajar?a al cient?fico seductor. Olivia era realmente un misterio. No estaba seguro de su ?ngulo, pero una cosa que s? sab?a era que ella parec?a sincera acerca de querer ayudarlo. A cambio, Lawson tambi?n tendr?a que ayudarla. ?Podr?a confiar en ella para no usarlo contra ?l? El agua que ca?a sobre su carne disminuy?, sac?ndolo de sus pensamientos. Rompiendo un ojo, observ? al grupo de hombres salir de su habitaci?n, sin dejar nada m?s que una bandeja de comida. No tuvo que mirar dentro del cuenco para saber que era avena fr?a. Si alguna vez escapaba de esta c?mara de tortura, nunca tocar?a otra porci?n de esa cosa. Caminando hasta donde las cadenas lo permitieron, estir? los dedos para alcanzar sus pantalones de ch?ndal. La ropa interior era un lujo que no ten?a en esta instalaci?n. Y los jodidos pantalones todav?a estaban sucios, por lo que su ducha le hizo mucho bien. Tan pronto como se los puso, la acidez de la prenda lo hizo vomitar. Ten?a muchas ganas de quedarse desnudo. Al menos entonces se sentir?a limpio por unas horas. Pero, ?y si Olivia regresara? No es que estuviera avergonzado de su cuerpo, pero sin duda su polla cobrar?a vida tan pronto como captara el aroma de su dulce fragancia. Y su hermoso rostro y cuerpo sexy no ayudar?an mucho. Nunca hab?a encontrado atractiva a una mujer humana, pero ella era una excepci?n. Su voz calm? su dolor, y sus ojos verdes convocaron a su lobo como nadie antes. Ya sea por falta de compa??a femenina o por Olivia espec?ficamente, no ten?a idea, pero ella despert? a su bestia y le gust?. Caminando de regreso a su colch?n en el piso, busc? debajo y sac? los auriculares y el iPod que ella le dio antes de irse. Lo escuch? sin parar, y se hab?a convertido en su gracia salvadora. Por extra?o que parezca, la m?sica country era su favorita, y ella no podr?a haberle dado una mejor distracci?n. No familiarizado con muchas de las canciones en su lista de reproducci?n, se pregunt? de nuevo cu?nto tiempo hab?a estado en cautiverio. Sent?ndose, se apoy? contra el ?spero muro de hormig?n y meti? los peque?os altavoces en sus o?dos antes de presionar el bot?n de reproducci?n. Sonri? cuando George Strait cant? una balada de amor sobre el amor de un padre y Lawson cerr? los ojos, permitiendo que la melod?a lo llevara a un lugar m?s feliz. Con su familia. Eran las cosas m?s importantes en su vida y rezaba todos los d?as para que estuvieran a salvo de este trato cruel. Quer?a ver a su hermano y hermanas m?s que nada. Esperaba que su madre no estuviera preocupada por su desaparici?n y que su padre los estuviera protegiendo a todos. Lawson hab?a estado fuera tanto tiempo y tem?a lo que hab?a sido de su familia. No pod?a permitir que los pensamientos negativos se entrometieran. Si ced?a a los oscuros pensamientos, morir?a de desesperaci?n. No, ten?an que estar vivos y seguros. No hab?a otra opci?n. Una sombra se movi? sobre sus p?rpados cerrados y Lawson se puso en alerta, abriendo los ojos para ver qu? hab?a causado el movimiento. La puerta se abri? y Olivia cruz? la puerta, cerr?ndola detr?s de ella. Joder, era un regalo para la vista. Usando pantalones de color canela y una blusa de botones de color melocot?n p?lido, sonri? cuando lo vio. Quit?ndose r?pidamente los auriculares, observ? c?mo ella dejaba la bolsa roja y se sentaba casi en el mismo lugar que la ?ltima vez. No llevaba su bata de laboratorio, y Lawson tuvo una mejor vista de su cuerpo. Piernas contorneadas, cabello largo y rojo que le llegaba hasta la mitad de la espalda, y un pecho exuberante que despertaba su necesidad primordial. Hab?an pasado eones desde que hab?a tenido relaciones sexuales y su necesidad de la deliciosa hembra lo ten?a retorci?ndose para ocultar su erecci?n. “Hola, Lawson, ?c?mo est?s hoy? Veo que te has duchado. Debe sentirse bien estar m?s limpio. Aunque, veo que nadie ha lavado esos horribles pantalones. Ver? qu? puedo hacer para conseguir otro par ", ofreci?, metiendo la mano en su bolso rojo. ?Deber?a decirle su definici?n de ducha en este lugar? Obviamente no ten?a idea y probablemente lo encontrar?a espantoso. Si ?l cre?a por un segundo que ella pod?a hacer algo al respecto, lo mencionar?a, pero como dar?a lugar a otra golpiza, mantuvo la boca cerrada. Si ella ten?a acceso a algo de ropa limpia, ?l era bueno con eso. Sac? un recipiente de pl?stico transparente, inclin? la cabeza y sonri? con entusiasmo. "No tengo idea de lo que te han dado de comer, pero supongo que no ha sido muy sabroso. No s? lo que te gusta, pero creo firmemente que la pizza cura todas las dolencias. Pero… No estoy arriesgando esta rica delicia cubierta de queso lanz?ndola al aire. ?Est? bien si me acerco y te lo entrego? ella pregunt?. Nunca hab?a encontrado atractiva a una mujer humana, pero ella era una excepci?n. Su voz calm? su dolor, y sus ojos verdes convocaron a su lobo como nadie antes. Ya sea por falta de compa??a femenina o por Olivia espec?ficamente, no ten?a idea, pero ella despert? a su bestia y le gust?. Caminando de regreso a su colch?n en el piso, busc? debajo y sac? los auriculares y el iPod que ella le dio antes de irse. Lo escuch? sin parar, y se hab?a convertido en su gracia salvadora. Por extra?o que parezca, la m?sica country era su favorita, y ella no podr?a haberle dado una mejor distracci?n. No familiarizado con muchas de las canciones en su lista de reproducci?n, se pregunt? de nuevo cu?nto tiempo hab?a estado en cautiverio. Sent?ndose, se apoy? contra el ?spero muro de hormig?n y meti? los peque?os altavoces en sus o?dos antes de presionar el bot?n de reproducci?n. Sonri? cuando George Strait cant? una balada de amor sobre el amor de un padre y Lawson cerr? los ojos, permitiendo que la melod?a lo llevara a un lugar m?s feliz. Con su familia. Eran las cosas m?s importantes en su vida y rezaba todos los d?as para que estuvieran a salvo de este trato cruel. Quer?a ver a su hermano y hermanas m?s que nada. Esperaba que su madre no estuviera preocupada por su desaparici?n y que su padre los estuviera protegiendo a todos. Lawson hab?a estado fuera tanto tiempo y tem?a lo que hab?a sido de su familia. No pod?a permitir que los pensamientos negativos se entrometieran. Si ced?a a los oscuros pensamientos, morir?a de desesperaci?n. No, ten?an que estar vivos y seguros. No hab?a otra opci?n. Una sombra se movi? sobre sus p?rpados cerrados y Lawson se puso en alerta, abriendo los ojos para ver qu? hab?a causado el movimiento. La puerta se abri? y Olivia cruz? la puerta, cerr?ndola detr?s de ella. Joder, era un regalo para la vista. Usando pantalones de color canela y una blusa de botones de color melocot?n p?lido, sonri? cuando lo vio. Quit?ndose r?pidamente los auriculares, observ? c?mo ella dejaba la bolsa roja y se sentaba casi en el mismo lugar que la ?ltima vez. No llevaba su bata de laboratorio, y Lawson tuvo una mejor vista de su cuerpo. Piernas durante d?as, cabello largo y rojo que le llegaba hasta la mitad de la espalda, y un pecho exuberante que llamaba a su necesidad primordial. Hab?an pasado eones desde que hab?a tenido relaciones sexuales y su necesidad de la deliciosa hembra lo ten?a retorci?ndose para ocultar su erecci?n. “Hola, Lawson, ?c?mo est?s hoy? Veo que te has duchado. Debe sentirse bien estar m?s limpio. Aunque, veo que nadie ha lavado esos horribles pantalones. Ver? qu? puedo hacer para conseguir otro par ", ofreci?, metiendo la mano en su bolso rojo. ?Deber?a decirle su definici?n de ducha en este lugar? Obviamente no ten?a idea y probablemente lo encontrar?a espantoso. Si ?l cre?a por un segundo que ella pod?a hacer algo al respecto, lo mencionar?a, pero como dar?a lugar a otra golpiza, mantuvo la boca cerrada. Si ella ten?a acceso a algo de ropa limpia, ?l era bueno con eso. Sac? un recipiente de pl?stico transparente, inclin? la cabeza y sonri? con entusiasmo. "No tengo idea de lo que te han dado de comer, pero supongo que no ha sido muy sabroso. No s? lo que te gusta, pero creo firmemente que la pizza cura todas las dolencias. Pero… No arriesgar? esta rica delicia cubierta de queso lanz?ndola al aire. ?Est? bien si me acerco y te lo entrego? ella pregunt?..... ?l asinti? con la cabeza y cuando ella se levant?, su blusa se abri? lo suficiente como para que ?l pudiera ver su escote mientras ella se levantaba del suelo. Sus ojos se abrieron y su boca se hizo agua. Sus grandes senos se derramaban desde la parte superior de un sujetador beige. Lo que no dar?a por desabrochar el cierre con los dientes, dej?ndolos libres para su exploraci?n. Acerc?ndose a ?l con cautela, estir? el brazo para entregarle el contenedor. Capt? el olor de su delicioso aroma y luch? contra el impulso de atraerla hacia el colch?n y mostrarle c?mo los cambiadores reclamaban a una mujer. Se imagin? que su vida sexual de vainilla era mansa y aburrida. Lo que necesitaba era un hombre para rendir homenaje a sus exquisitas curvas. El dedo de Lawson roz? su mano cuando acept? la comida y sinti? su piel suave. Hab?a pasado demasiado tiempo desde que hab?a sentido la carne sedosa de una mujer. O desde que las manos de una mujer hab?an vagado sobre las suyas. Se sorprendi? cuando ella no salt? ni retrocedi?, sino que se demor? mientras se paraba sobre ?l, con los ojos verdes recorriendo su cuerpo. Конец ознакомительного фрагмента. Текст предоставлен ООО «ЛитРес». Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию (https://www.litres.ru/pages/biblio_book/?art=57160486&lfrom=688855901) на ЛитРес. 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