*** Твоей Луны зеленые цветы… Моей Луны беспечные рулады, Как светлячки горят из темноты, В листах вишневых сумрачного сада. Твоей Луны печальный караван, Бредущий в даль, тропою невезенья. Моей Луны бездонный океан, И Бригантина – вера и спасенье. Твоей Луны – печальное «Прости» Моей Луны - доверчивое «Здравствуй!» И наши параллельные пути… И З

Traicionada

Traicionada Morgan Rice Diario de un Vampiro #3 En TRAICIONADA (Libro # 3 Diario de un Vampiro), Caitlin Paine se despierta de un coma profundo para descubrir que se ha sido convertida. Ahora es un verdadero vampiro, se maravilla de sus nuevos poderes, incluyendo su habilidad para volar y su fuerza sobrehumana. Descubre que su verdadero amor, Caleb, est? todav?a a su lado, esperando pacientemente que se recupere. Tiene todo lo que so?aba. Hasta que de repente todo sale terriblemente mal. Caitlin se horroriza al descubrir a Caleb con su ex esposa, Sera y, antes de que Caleb tenga la oportunidad de explicarle, Caitlin le ordena que se vaya. Afligida y confundida, Caitlin quiere acurrucarse y morir, su ?nico consuelo es su loba Rose. Caitlin tambi?n encuentra consuelo en su nuevo entorno. La han llevado a una isla escondida en el r?o Hudson -Pollepel- y vive en una cofrad?a de vampiros de ?lite adolescentes, ni?os y ni?as por igual, 24 en total, incluyendo a ella. Se entera de que este es un lugar para los parias, que son igual a ella, y se encuentra con su nueva mejor amiga, Polly; comienza su entrenamiento en el combate ?lite de vampiros, se da cuenta de que finalmente podr?a tener un lugar al cual llamar hogar. Pero una guerra de vampiros se avecina, y su hermano Sam est? en alg?n lugar, secuestrado por Samantha. El malvado Kyle ahora esgrime la m?tica Espada y est? en pie de guerra; no se detendr? ante nada para acabar con Nueva York. A pesar de estar en su nueva casa y de su b?squeda de un nuevo amor en el esquivo vampiro Blake, Caitlin sabe que s?lo podr? permanecer en esta isla por un tiempo antes de que la llame su destino. Despu?s de todo, ella sigue siendo la Elegida, y todos esperan que encuentre a su padre y la otra arma que podr?a salvarlos a todos. Dividida entre sus nuevos amigos y sus sentimientos hacia Caleb, tendr? que decidir donde est? su coraz?n, y si est? dispuesta a arriesgarlo todo para tratar de encontrar a Caleb y tenerlo en su vida una vez m?s .... traicionada (libro # 3 del Diario de un Vampiro) morgan rice Acerca de Morgan Rice Morgan Rice es la escritora del bestseller #1: DIARIO DE UN VAMPIRO (THE VAMPIRE JOURNALS), una saga que comprende once libros (y siguen llegando); la saga del bestseller #1: TRILOG?A DE SUPERVIVENCIA (THE SURVIVAL TRILOGY), thriller pos apocal?ptico que comprende dos libros (y siguen llegando); y la saga de fantas?a ?pica, bestseller #1: EL ANILLO DEL HECHICERO, que comprende trece libros (y contando). Los libros de Morgan est?n disponibles en audio y edici?n impresa, y la traducci?n de los libros est? disponible en alem?n, franc?s, italiano, espa?ol, portugu?s, japon?s, chino, sueco, holand?s, turco, h?ngaro, checo y eslovaco (pr?ximamente en otros idiomas). A Morgan le encantar?a tener comunicaci?n con usted, as? que visite www.morganricebooks.com (http://www.morganricebooks.com) para unirse a la lista de correo electr?nico, recibir un libro gratuito, recibir regalos gratuitos, descargar una aplicaci?n gratuita, obtener las ?ltimas noticias exclusivas, conectarse a Facebook y Twitter, y ?mantenerse en contacto! Algunas Opiniones Acerca de las Obras de Morgan Rice "TRAICIONADA es una gran entrega de esta serie. Morgan Rice realmente ha logrado convertirse en una ganadora con esta serie. Tiene un ritmo r?pido, est? llena de acci?n, amor, suspenso e intriga. Si usted no ha le?do sus dos primeras novelas, le?las y luego ponga sus manos en TRAICIONADA. He le?do estos libros en orden, pero cada uno de estos libros tambi?n est? dise?ado para ser le?do de forma individual. Si usted no ha le?do los dos primeros, lea TRAICIONADA. Estoy seguro que va a terminar comprando los dos primeros - ?vale la pena leerlos todos ... una o dos veces!" --VampireBookSite " CONVERTIDA es un libro que puede rivalizar con TWILIGHT y Vampire Diaries, ?y querr? seguir leyendo hasta llegar a la ?ltima p?gina! Si a usted le interesa la aventura, el amor y los vampiros, ?este libro es para usted!" -- Vampirebooksite com "Rice hace un gran trabajo jalando al lector en la historia desde el principio, gracias a su gran calidad descriptiva que trasciende la mera pintura de los escenarios .... Al estar tan bien escrita y ser de lectura r?pida, CONVERTIDA es un buen inicio para una nueva serie de vampiros que seguramente ser? un ?xito entre los lectores que buscan una historia ligera pero entretenida " . --Black Lagoon Reviews “Rice hace un gran trabajo para captar su atenci?n desde el principio, al utilizar una gran calidad descriptiva que va m?s all? de la simple descripci?n de la ambientaci?n... Bien escrito y sumamente r?pido de leer”. --Black Lagoon Reviews (acerca de Turned) “Es una historia ideal para lectores j?venes. Morgan Rice hizo un buen trabajo dando un giro interesante... Innovador y singular. La saga se centra alrededor de una chica... ?una chica extraordinaria! Es f?cil de leer, pero con un ritmo sumamente r?pido... Clasificaci?n PG (Gu?a Paternal)”. --The Romance Reviews (acerca de Turned) Libros de Morgan Rice EL ANILLO DEL HECHICERO (THE SORCERER’S RING) LA SENDA DE LOS H?ROES (A QUEST OF HEROES) - (Libro #1) LA MARCHA DE LOS REYES (A MARCH OF KINGS) - (Libro #2) EL DESTINO DE LOS DRAGONES (A FATE OF DRAGONS) (Libro #3) EL GRITO DE HONOR (A CRY OF HONOR) (Libro #4) UNA PROMESA DE GLORIA (A VOW OF GLORY) (Libro #5) UN DEBER DE VALOR (A CHARGE OF VALOR) (Libro #6) UN GRITO DE ESPADAS (A RITE OF SWORDS) (Libro #7) UNA SUBVENCI?N DE ARMAS (A GRANT OF ARMS) (Libro #8) UN CIELO DE HECHIZOS (A SKY OF SPELLS) (Libro #9) UN MAR DE ESCUDOS (A SEA OF SHIELDS) (Libro #10) UN REINADO DE HIERRO (A REIGN OF STEEL) (Libro #11) UNA TIERRA DE FUEGO (A LAND OF FIRE) - (Libro #12) EL DECRETO DE LAS REINAS (A RULE OF QUEENS) - (Libro #13) LA TRILOG?A DE SUPERVIVENCIA (THE SURVIVAL TRILOGY) ARENA UNO: TRATANTES DE ESCLAVOS (SLAVERSUNNERS) - (Libro #1) ARENA DOS (ARENA TWO) - (Libro #2) DIARIO DE UN VAMPIRO (THE VAMPIRE JOURNALS) TRANSFORMACI?N (TURNED) (Libro #1) AMORES (LOVED) (Libro #2) TRAICI?N (BETRAYED) - (Libro #3) DESTINADO (DESTINED) (Libro #4) DESEO (DESIRED) (Libro #5) PROMETIDO (BETROTHED) (Libro #6) PROMESA (VOWED) (Libro #7) ENCUENTRO (FOUND) (Libro #8) RESURRECCI?N (RESURRECTED) (Libro #9) ANSIAS (CRAVED) (Libro #10) DESTINO (FATED) (Libro #11) (http://www.amazon.es/s/ref=nb_sb_noss_1?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&url=search-alias%3Daps&field-keywords=morgan%20rice&sprefix=morga%2Caps&rh=i%3Aaps%2Ck%3Amorgan%20rice) Escuche (http://www.amazon.es/s/ref=nb_sb_noss_1?__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&url=search-alias%3Daps&field-keywords=morgan%20rice&sprefix=morga%2Caps&rh=i%3Aaps%2Ck%3Amorgan%20rice)la saga de “EL ANILLO DEL HECHICERO) THE SORCERER’S RING en formato de ?audio libro! 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Si usted desea compartir este libro con otra persona, tiene que adquirir una copia adicional para cada beneficiario. Si usted est? leyendo este libro y no lo compr? o no se compr? solamente para su uso, por favor devu?lvalo y compre su propia copia. Gracias por respetar el trabajo de esta escritora. Esta es una obra de ficci?n. Los nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, eventos e incidentes son producto de la imaginaci?n de la autora o son usados de manera ficticia. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, es solo coincidencia. Arte Jacket © iStock.com / © Jen Grantham ?NDICE UNO (#u856d51f1-5683-591b-b5f0-f7e83fbb39f3) DOS (#ud03d15f0-f419-5c93-909e-bac3f220f53d) TRES (#u6f1a5479-2ec2-5aa8-bc9c-e41ea842980c) CUATRO (#ud59650d5-4a09-53c2-9ecc-306095a190bc) CINCO (#u8041887b-095b-5e69-8276-2fb9ed356d36) SEIS (#u5d1b053e-984d-5ac6-9836-7ea9ddea28e9) SIETE (#uf69961d5-81aa-5f0e-b3e8-7f4e37b2c36d) OCHO (#u5a06e093-4f5e-5371-b9f3-f98de195dd7e) NUEVE (#litres_trial_promo) TEN (#litres_trial_promo) ONCE (#litres_trial_promo) DOCE (#litres_trial_promo) TRECE (#litres_trial_promo) QUINCE (#litres_trial_promo) DIECISEIS (#litres_trial_promo) DIECISIETE (#litres_trial_promo) DIECIOCHO (#litres_trial_promo) DIECINUEVE (#litres_trial_promo) VEINTE (#litres_trial_promo) VEINTIUNO (#litres_trial_promo) VEINTIDOS (#litres_trial_promo) VEINTITRES (#litres_trial_promo) VEINTICUATRO (#litres_trial_promo) VEINTICINCO (#litres_trial_promo) VEINTISEIS (#litres_trial_promo) HECHO: 60 millas al norte de Manhattan, existe una isla peque?a y misteriosa en el r?o Hudson donde se encuentra un castillo escoc?s en ruinas. Esta isla es conocida como Pollepel, y lleva el nombre de una muchacha, Polly, quien, hace cientos de a?os, qued? atrapada en el hielo del r?o Hudson y termin? viviendo a sus orillas. La leyenda cuenta que fue rom?nticamente rescatada por su novio, quien se cas? con ella en la isla. "Setenta puedo recordar bien, Dentro del volumen del tiempo que he visto Horas terribles y cosas extra?as; pero esta noche de dolor Ha burlado antiguos saberes ". - William Shakespeare, Macbeth UNO Isla Pollepel, R?o Hudson , Nueva York (D?a de Hoy) "?Caitlin? " le lleg? la voz. "?Caitlin?" Caitlin Paine escuch? la voz y luch? por abrir sus ojos. Los sent?a muy pesados, sin embargo, por m?s que lo intent?, apenas pudo abrirlos. Finalmente, lo logr?, s?lo por un breve segundo, quer?a ver de donde proven?a la voz. Caleb. ?l estaba arrodillado a su lado, tomando su mano entre las suyas, ten?a la preocupaci?n grabada en su rostro. "?Caitlin? ", pregunt? nuevamente. Ella trat? de orientarse, de quitar las inmensas telara?as de su cabeza. ?D?nde estaba? Pod?a ver lo suficiente para notar que esta habitaci?n hecha de piedra estaba vac?a. Era de noche, y por un gran ventanal entraba la luz de la luna llena. Pisos de piedra, paredes de piedra, un techo abovedado de piedra. La piedra se ve?a suave y antigua. ?Estaba en un claustro medieval? Adem?s de la luz de la luna, la habitaci?n estaba iluminada por una peque?a antorcha fijada a la pared del fondo, y no daba mucha luz. Estaba demasiado oscuro para poder ver m?s. Ella trat? concentrarse en la cara de Caleb, tan cerca, a s?lo un pie de distancia, la miraba con expectativa. Sus ojos parec?an iluminarse mientras le apretaba la mano con m?s y m?s fuerza. Las manos de Caleb se sent?an calientes. Las suyas estaban muy fr?as. Parec?an sin vida. A pesar de sus esfuerzos, Caitlin no pudo mantener abiertos sus ojos ni un segundo m?s. Estaban demasiado pesados. Se sent?a... enferma no era la palabra . Se sent?a ... pesada. Se sent?a como flotando libremente, como si estuviera en un limbo, atrapada entre dos mundos. No se sent?a conectada con su cuerpo, y no sent?a que era parte de la tierra. Pero, tampoco sent?a que estuviera muerta. Se sent?a como si estuviera tratando de despertarse de un sue?o muy, muy profundo. Trat? de recordar. Boston ... la Capilla del Rey ... la espada. Y entonces ... la apu?alaron. Yaciendo all?, muriendo. Y Caleb a su lado. Y entonces ... sus colmillos . Acerc?ndose a ella. Caitlin sinti? un dolor sordo y punzante a un costado de su garganta. Deb?a ser donde la mordieron. Ella se lo hab?a pedido – se lo hab?a suplicado. Pero por la forma en que se sent?a ahora, no estaba segura de hab?rselo pedido. No se sent?a bien. Sent?a una sangre helada, fr?a correr por sus venas. Sent?a como si hubiera muerto sin haber dado el siguiente paso. Como si estuviera atrapada. M?s que nada, sent?a dolor. Un dolor sordo, palpitante en su costado inferior derecho y en el est?mago. Deb?a ser donde la apu?alaron. "Lo que est? pasando es normal", dijo Caleb en voz baja. "No tengas miedo. Al principio, todos pasamos por eso cuando nos convirtieron. Te vas a sentir mejor. Te lo prometo. El dolor va a desaparecer. " Ella quer?a sonre?r, tocar y acariciar su rostro. El sonido de su voz hac?a que todo en el mundo fuera perfecto. Hac?a que todo valiera la pena. Ella estar?a con ?l para siempre, ahora, y eso le dio esperanza. Pero estaba demasiado cansada. Su cuerpo no estaba respondiendo a lo que su cerebro quer?a. No pod?a hacer que sus labios sonrieran y no ten?a la fuerza para levantar su mano. Sinti? que se volv?a a quedar dormida... De repente, sus pensamientos cambiaron nuevamente sacudi?ndola para que despertase. La Espada ... yac?a all?, y entonces ... la robaron. ?Qui?n la ten?a ahora? Y entonces se acord? de su hermano, Sam. Inconsciente. Luego, ese vampiro se lo llev?. ?Qu? le hab?a pasado ? ?Estaba a salvo? Y Caleb. ?Por qu? estaba aqu?? Deber?a estar buscando la Espada. Deteni?ndolos. ?Estaba aqu? s?lo por su bien? ?Estaba sacrificando todo para quedarse a su lado ? Pregunta tras pregunta corr?a por su mente. Reuni? cada onza de la fuerza que ten?a y abri? sus labios un poquito. "La Espada", alcanz? a decir con la garganta tan seca que le doli? decirlo. "Tienes que ir ...", a?adi?. "Debes salvar ..." "Shhh", dijo Caleb. "Descansa." Quer?a decir algo m?s. Mucho m?s. Quer?a decirle lo mucho que lo amaba. Lo agradecida que estaba. Cuanto deseaba que ?l nunca se fuera de su lado. Pero tendr?a que esperar. Una nueva ola de sopor cay? sobre ella, y sus labios simplemente no se volvieron a abrir. A su pesar, sinti? que se hund?a, se hund?a, tambale?ndose de nuevo en la oscuridad, de regreso a su estado de sue?o inmortal. DOS Kyle volaba sobre el norte de Manhattan y nunca se hab?a sentido tan euf?rico. Detr?s de ?l volaba Sergei, su obediente soldado, y detr?s de ?l cientos de vampiros que se les hab?an unido en el camino. Ahora Kyle portaba la legendaria Espada en su cintur?n, y no necesitaba decirse nada m?s. Vampiros mal?volos a lo largo de la costa este ya hab?an escuchado la noticia y, muchas cofrad?as estaban ansiosas de unirse a Kyle. Sab?an que la guerra estaba pr?xima y la reputaci?n de Kyle era una garant?a. Estos vampiros mercenarios sab?an que, dondequiera que ?l fuera, no ser?a para nada bueno. Y quer?an formar parte. Kyle sent?a la emoci?n del creciente ej?rcito detr?s de ?l y, mientras volaba sobre la ciudad, sinti? otra oleada de confianza. Sergei hab?a hecho bien al agarrar la Espada y apu?alar a esa chica, Caitlin. De hecho, Sergei lo hab?a sorprendido. Nunca hab?a imaginado que Sergei fuera alguien en quien pudiera confiar. Lo hab?a subestimado y, como recompensa, hab?a decidido mantenerlo con vida, se hab?a dado cuenta que podr?a ser un buen compa?ero. Estaba particularmente impresionado de que Sergei le hab?a entregado la Espada diligentemente inmediatamente despu?s de salir de la Capilla del Rey. S?, Sergei sab?a cual era su lugar. Si continuaba as?, Kyle podr?a incluso promoverlo, hasta podr?a llegar a darle una peque?a legi?n de los suyos. Kyle odiaba la mayor?a de cosas, de la mayor?a de la gente, pero si algo apreciaba era la lealtad. Sobre todo despu?s de lo que su gente, el la Cofrad?a Marea Negra, hab?a hecho con ?l. Despu?s de miles de a?os de lealtad, Rexius, su l?der supremo, hab?a expulsado a Kyle como si fuera un nadie, como si sus miles de a?os de servicio no hubieran significado nada. Todo por un peque?o error. Resultaba impensable. El plan de Kyle hab?a funcionado a la perfecci?n. Ahora esgrim?a la espada, y nada, absolutamente nada, se interpondr?a en su camino. La guerra con la raza humana, y con las dem?s razas de vampiros, pronto iniciar?a. Al continuar hacia el centro, ahora sobre Harlem, Kyle descendi? m?s cerca del suelo, usando su vista de vampiro para hacer acercamientos a los detalles abajo. Y sonri? de oreja a oreja. La propagaci?n de la peste bub?nica era todo un ?xito. Reinaban el alboroto y el caos. Esos peque?os pat?ticos humanos corr?an en todas direcciones, conduciendo sus veh?culos a alta velocidad en direcci?n contraria por las calles de un solo sentido, discutiendo entre ellos, saqueando tiendas. Vio que la mayor?a de los humanos estaban cubiertos de llagas horribles, muestra de la presencia de la peste. Tambi?n vio los cad?veres apilados en casi todas las esquinas. An? abajo era Armaged?n. Y nada pod?a hacerlo m?s feliz. S?lo ser?a una cuesti?n de d?as para que todos los humanos en la ciudad se infectaran. En ese momento, Kyle y sus hombres podr?an acabar f?cilmente con el resto de ellos. Se alimentar?an como nunca antes. Y luego esclavizar?an al resto de la raza humana. El ?nico peque?o obst?culo que quedaba en su camino era la Cofrad?a Blanca, esos vampiros pat?ticos que se alimentaban s?lo de animales y se cre?an mejores que los dem?s. S?, tratar?an. Pero no ser?an un rival para la Espada. Cuando terminara con los humanos, despu?s acabar?a con ellos. En primer lugar, y lo m?s importante, tomar?a de nuevo el lugar que le correspon?a en su propia cofrad?a. Y lo har?a con brutalidad. Rexius hab?a cometido un grave error al castigarlo, cre?a Kyle, mientras tocaba y palpaba las cicatrices endurecidas en un costado de su cara, su terrible destino, su castigo por dejar escapar a Caitlin. Rexius pagar?a por todas y cada una de las cicatrices de Kyle. Rexius era poderoso, pero ahora, con la espada, el poder de Kyle era a?n mayor. Kyle no descansar?a hasta que Rexius cayera muerto por su propia mano, y hasta que ?l se declarase como el nuevo l?der supremo. Kyle sonri? ampliamente ante la idea. El l?der supremo. Despu?s de todos estos miles de a?os, se lo merec?a. Era su destino. Kyle y sus hombres volaron y volaron, sobre Central Park, a lo largo Midtown, sobre Union Square, sobre Greenwich Village ... y, finalmente, llegaron al parque del Ayuntamiento. Kyle baj? con elegancia, cayendo sobre sus pies, y el reba?o de ahora cientos de vampiros aterriz? detr?s de ?l. El ej?rcito de Kyle hab?a crecido m?s de lo que pudiera creerse. Qu? manera de regresar, ?l pens?. Kyle estaba a punto de dirigirse a las puertas del Ayuntamiento, estrellar su puerta y comenzar su guerra, cuando not? algo por el rabillo del ojo. Algo que lo molestaba. Kyle utiliz? su visita para hacer un zoom de varias cuadras y poder observar de cerca el caos frente al puente de Brooklyn. Cientos de coches estaban atrapados en el tr?fico, atascados unos contra otros, sin poder moverse enfrente del puente. Todos quer?an salir. Pero el puente estaba acordonado. Varios tanques y camiones militares bloqueaban el camino, docenas de soldados sentados sobre los tanques apuntaban a la multitud con ametralladoras. A ning?n humano le era permitido salir de la isla de Manhattan. Los militares buscaban evitar que la plaga se propaguase. Probablemente, hab?an bloqueado todos los puentes y t?neles. Por un lado, eso era exactamente lo que Kyle deseaba: facilitaba las cosas, ya que todos los seres humanos estar?an atrapados en Manhattan y podr?a matarlos a todos con mayor facilidad. Pero, por otro lado, ahora que lo ve?a con sus propios ojos, se le revolvi? el est?mago. Odiaba a la autoridad -de todo tipo. Y eso inclu?a a los militares. Casi se compadec?a de las masas de seres humanos que clamaban por salir de la isla. Eran detenidos por elementos de autoridad. Las venas de Kyle herv?an ante la idea. Entonces, se le ocurri? algo. ?Por qu? no dejar que algunos humanos salieran de la isla? De hecho, eso servir?a a su prop?sito. Desparramar?an la plaga m?s lejos. A Brooklyn, para empezar. S?, eso podr?a ser muy conveniente, totalmente. De repente Kyle se elev? de nuevo en el aire y vol? hacia el pie del puente de Brooklyn. Inmediatamente, los cientos de vampiros lo siguieron pis?ndole los talones. Bien, pens?. Eran leales y obedientes, y no hac?an preguntas. Sin lugar a dudas, ?ste ser? un ej?rcito muy ?til. Kyle aterriz? en la base del puente de Brooklyn, sobre el cap? de un auto, y los cientos de vampiros aterrizaron sobre otros autos, el sonido de sus botas clic - clac cuando tocaron el suelo. De repente, las bocinas de los autos empezaron a sonar. Parec?a que a los humanos no les gustaba que la gente caminara sobre sus autos. Nuevamente, la ira se apoder? de Kyle, quien pens? en la ingratitud de estos pat?ticos humanos, haciendo sonar sus bocinas cuando ?l hab?a llegado para ayudarlos. De pie sobre el cap? de un SUV de Saab, que sonaba su bocina, ?l se detuvo. Hab?a estado a punto de saltar al suelo para hacer frente a los militares pero, en cambio, se volvi? lentamente y mir? a trav?s del parabrisas a la familia que lo miraba con furia. Era una t?pica familia fresa. En el asiento delantero, se encontraba el marido y la mujer, en sus 40s, y detr?s de ellos, sus dos hijos. El marido baj? la ventanilla y agit? el pu?o hacia Kyle. " Qu?tate de mi cap?! " grit? el hombre. Kyle, de pie sobre el cap?, se hinc? sobre una rodilla, se tir? hacia atr?s, y lanz? su pu?o a trav?s del parabrisas. Agarr? al hombre por el cuello de su playera y, en un solo movimiento, lo jal? hacia ?l a trav?s del parabrisas. Hab?a vidrio rotos por todas partes, mientras los gritos de la esposa y los hijos del hombre iluminaban la noche. Sonriendo, Kyle se puso de pie sobre el cap?, levant? al hombre por sobre su cabeza. El hombre gem?a y lloraba, su cabeza estaba cubierta de sangre por los cristales rotos. Kyle retrocedi? y, con una amplia sonrisa, arroj? al hombre por el aire como si fuera un avi?n de papel. El hombre vol? a cientos de metros y aterriz? en medio del tr?fico, sobre el cap? de otro auto. Muerto, Kyle esperaba. Kyle regres? a lo que se tra?a entre manos. Salt? del coche y corri? hacia los enormes tanques que bloqueaban el puente. Pod?a sentir detr?s de ?l a los cientos de soldados que lo segu?an. A medida que se acercaba, todos los soldados se pon?an m?s y m?s tensos. Varios de ellos levantaron sus ametralladoras y le apuntaron. Hab?a un per?metro sin coches ni gente a unos cien metros de distancia de los tanques, uno que nadie parec?a dispuesto a cruzar. Pero Kyle felizmente cruz? la l?nea, y camin? de frente hacia el espacio abierto, directamente hacia el tanque. " ?Alto! " un soldado grit? por un meg?fono . "?No se acerque m?s! ?Dispararemos en el acto!" Kyle sonri? ampliamente mientras segu?a marchando, directamente hacia el tanque. "Dije ?NO SE MUEVA! " El soldado volvi? a gritar. "?Esta es tu ?LTIMA advertencia! Hay un toque de queda en vigor. ?Tenemos ?rdenes de disparar contra cualquier persona por la noche! " Kyle sonri? a?n m?s. " Soy el due?o de la noche", respondi?. Kyle continu? caminando hacia ellos y, de repente, ellos abrieron fuego. Docenas y docenas de soldados dispararon sus ametralladoras hacia Kyle y sus hombres. Kyle sinti? el dolor de las balas que rebotaban en su cuerpo. Una tras otra, todas rebotaban en su pecho y brazos y la cabeza y las piernas. Se sent?an como gotas de lluvia, pero m?s fuerte. Sonri? ante estas pat?ticas armas de los humanos. Kyle vio las expresiones de horror en los rostros de los soldados, en tanto empezaban a darse cuenta de que ?l ni se inmutaba. No pod?an entender c?mo ?l pod?a seguir caminando. As? como sus seguidores. Pero los soldados no tuvieron tiempo para reaccionar. Kyle se acerc? al tanque m?s cercano, se desliz? debajo, coloc? ambas manos debajo de los pelda?os, y con una fuerza sobrehumana, lo levant? por encima de su cabeza. Camin? varios metros, cargando el tanque por encima de su cabeza, hasta la barandilla del puente. Al poder mantener el equilibrio, varios soldados cayeron del tanque mientras ?l caminaba. Pero docenas de otros soldados se aferraron, agarrando el metal, tratando de sostenerse a como diera lugar. Gran error. Kyle dio tres pasos a la carrera, alz? de nuevo el tanque, y lo lanz? por todo lo que val?a la pena. El tanque se fue volando por el aire, docenas de pies, limpiando la orilla del carril. Viaj? por los aires sobre el puente de Brooklyn, cay?ndo cientos de metros hacia el r?o. El tanque gir? y gir?, y los soldados gritaban mientras se soltaban, cayendo en picada. Finalmente, el tanque toc? el agua arrojando enormes cantidades de agua. De repente, el tr?fico se desatasc?. Sin dudar, los ansiosos neoyorquinos pisaron el acelerador, y los autos se apuraron por el carril ahora abierto del puente. En cuesti?n de segundos, cientos de autos corr?an fuera de Manhattan. Kyle miraba las caras de los conductores al pasar, muchos ya estaban infectados con la peste. Kyle sonri? ampliamente. Iba a ser una noche hermosa. TRES Samantha observ? las monumentales puertas dobles abrirse y crujir ante ella, y sinti? un agujero en el est?mago. Escoltada por varios guardias vampiros, entr? a la sala de audiencias de su l?der. No la estaban sujetando - nunca se atrever?an - pero la acompa?aban de cerca, y el mensaje era claro. Ella segu?a siendo uno de ellos, pero estaba bajo arresto domiciliario, al menos hasta que tuviera su encuentro con Rexius. ?l la hab?a convocado como un soldado, pero tambi?n la estaba convocando como un prisionero. Las puertas se cerraron con un golpe detr?s de ella, y ella pudo ver que la enorme sala estaba llena. No hab?a visto una convocatoria de este tipo en a?os. Hab?a cientos de compa?eros vampiros en la habitaci?n. Era claro que todos quer?an ver, saber las noticias, qu? hab?a ocurrido con la Espada. C?mo ella hab?a permitido que se la quitaran. Sobre todo, era probable que deseaban verla castigada. Sab?an que Rexius era un l?der implacable y que incluso el m?s peque?o error exig?a un castigo. Una transgresi?n de esta magnitud ameritaba un castigo extravagante. Samantha lo sab?a. No intentaba escapar de su destino. Hab?a aceptado una misi?n, y hab?a fracasado. Hab?a encontrado la Espada , s?, pero tambi?n la hab?a perdido. Hab?a permitido que Kyle y Sergei se la robaran. Todo pudo haber sido perfecto. Recordaba claramente la Espada, all?, sobre el piso de la Capilla del Rey, en el pasillo, a unos pocos metros de su alcance. Estaba a s?lo unos segundos de tenerla, de cumplir su misi?n, de ser la hero?na de su cofrad?a. Y entonces, Kyle y ese horrible compa?ero suyo, Sergei, tuvo que llegar, quit?ndola de en medio, rob?ndosela de su mano. No era justo. ?C?mo pudo haberlo anticipado? Y ahora, ?qu? era? La villana. Quien dej? ir la Espada. Quien hizo fracasar la misi?n. Oh, s? , lo pagar?a con el infierno. No ten?a dudas. Ahora lo ?nico que deseaba era que Sam estuviera seguro. Lo hab?an noqueado, inconsciente, y ella lo hab?a cargado, lo hab?a llevado todo el camino de regreso hasta all?. Quer?a tenerlo cerca. No estaba preparada para dejarlo ir, y no sab?a d?nde m?s para llevarlo. Hab?a logrado introducirlo, y lo hab?a escondido en un lugar seguro, en el subsuelo, en una habitaci?n vac?o de su cofrad?a. Nadie la hab?a visto, al menos eso cre?a. ?l estar?a a salvo all?, lejos de las miradas inquisidoras de estos vampiros. Ella le dar?a su informe a Rexius, sufrir?a su castigo, y despu?s, esperar?a hasta el amanecer, cuando todos estuvieran dormidos, y se escapar?a con Sam. Por supuesto, no pod?a escapar inmediatamente. Tendr?a que informar primero, recibir su castigo o, de lo contrario su cofrad?a la perseguir?a y tendr?a que estar huyendo por el resto de su vida. Una vez que recibiera su castigo, nadie saldr?a en su b?squeda. Entonces, podr?a llevarse a Sam y huir lejos de aqu?, y podr?an establecerse en alguna parte. Solo los dos. No hab?a anticipado que el muchacho, Sam, que pudiera cogerle el coraz?n como lo hab?a hecho. Cuando pensaba ahora en sus prioridades, primero pensaba en ?l. Quer?a estar junto a ?l. Necesitaba estar junto a ?l. De hecho, pod?a parecer una locura, incluso para ella, pero ya no pod?a imaginar su vida sin ?l. Estaba furiosa consigo misma. No sab?a c?mo hab?a dejado que las cosas llegasen a este punto. Enamorarse de un adolescente. Mucho menos de un humano. Se odiaba por ello. Pero era lo que era. No ten?a sentido tratar de cambiar lo que sent?a. Esta idea le dio fuerza, mientras se acercaba lentamente al trono de Rexius dispuesta a recibir su condena. Sufrir?a un dolor indescriptible, lo sab?a, pero pensar en Sam le daba fuerza. Tendr?a un motivo para volver. Y Sam estar?a protegido, a salvo de todo esto. Esa idea la ayudar?a a soportarlo. Pero, ??l podr?a amarla despu?s de que ella recibiera el castigo? Si es que conoce a Rexius, ?l le ten?a reservado el tratamiento con ?cido I?rico, y marcar?a su cara todo lo que pudiera. Ella podr?a perder lo mejor de su f?sico. ?A?n as? Sam la seguir?a amando? Esperaba que s?. Un silencio descendi? sobre la la sala, mientras los cientos de vampiros se acercaban m?s, impacientes por ver el cambio. Samantha dio unos pasos hacia Rexius y se puso de rodillas inclinando la cabeza. A s?lo unos pies de distancia, Rexius observaba desde su trono, sus ojos azules duros y helados la perforaban. La mir? fijamente durante lo que parecieron varios minutos, aunque Samantha sab?a que probablemente se trataba de solo unos segundos. Mantuvo su cabeza hacia abajo. Sab?a que no deb?a cruzar miradas con ?l. "Entonces," comenz? Rexius, su voz ronca cortaba el aire, "el pollo viene a casa a dormir." Siguieron varios minutos m?s de silencio, mientras ?l examinaba a Samantha. Ella sab?a que no deb?a tratar de justificarse bajo ning?n motivo. S?lo manten?a su cabeza baja. "Te envi? a una misi?n muy sencilla", continu?. "Despu?s de los fracasos de Kyle, necesitaba a alguien en quien pudiera confiar. Mi soldado m?s valioso. Nunca me hab?as decepcionado antes, no en miles de a?os", dijo mir?ndola fijamente. "Pero en esta, esta sencilla misi?n de alguna manera te las ingeniaste para fallar. Y a fracasar lamentablemente." Samantha baj? la cabeza otra vez. "Entonces. Dime exactamente lo que pas? con la espada. ?D?nde est?? " " Mi se?or," ella comenz? lentamente, "ubiqu? a la muchacha. Caitlin. Y a Caleb. Los encontr? a los dos. Y encontr? la Espada. Hasta logr? que Caitlin me la cediera. Estaba sobre el piso, a mi alcance. En cuesti?n de segundos, seguramente habr?a estado en mis manos para tra?rsela de regreso." Samantha trag? saliva. "No pude anticipar lo que sucedi? despu?s. Me sorprendieron, Kyle me atac?." Un fuerte murmullo estall? por toda la habitaci?n repleta de vampiros. "Antes de que pudiera agarrar la Espada", continu?, " Kyle ya la hab?a tomado. Huy? de la iglesia, ya no pod?a hacer nada. Trat? de encontrarlo, pero ya se hab?a ido. Ahora, la Espada est? en su poder." Un murmullo a?n m?s fuerte se propag? por toda la habitaci?n. Se pod?a palpar la ansiedad en la sala. " ?SILENCIO! " grit? una voz. De a poco, el murmullo se apag?. "Entonces," comenz? Rexius , "despu?s de todo, permitiste que Kyle tomara la espada. Pr?cticamente, se la entregaste." Samantha sab?a qu? deb?a hacer, pero no pudo contenerse. Ten?a que decir algo en su defensa. "Mi se?or, no hab?a nada que pudiera hacer- " Rex la interrumpi? con solo un movimiento de cabeza. Ella tem?a ese gesto. Significaba que lo que segu? no era nada bueno. "Gracias a ti, ahora tengo que prepararme para dos guerras. Esta guerra pat?tica con los humanos, y ahora una guerra con Kyle." Un pesado silencio cubri? la habitaci?n, y Samantha sinti? que su castigo era inminente. Estaba lista para recibirlo. Con firmeza, mantuvo en su mente la imagen de Sam, y el hecho de que no pod?an matarla as? nom?s. Ellos nunca lo har?an. Habr?a una vida despu?s de esta, alg?n tipo de vida, y Sam estar?a en ella. "Tengo un castigo muy especial reservado para ti", dijo Rexius mientras su boca se romp?a lentamente en una sonrisa. Samantha oy? las amplias puertas dobles abrirse detr?s de ella y se volvi? para ver. Su coraz?n se estremeci?. All?, arrastrado por dos vampiros, encadenado de pies y manos estaba Sam. Lo hab?an encontrado. Estaba amordazado, y por mucho que se retorciera y tratara de emitir alg?n sonido, no pod?a. Sus ojos se abrieron en shock y miedo. Lo arrastraron hacia un lado de la habitaci?n, las cadenas repiqueteaban, lo sosten?an firmemente, oblig?ndolo a mirar. "Parece que no s?lo perdiste la Espada, sino que tambi?n has desarrollado un afecto por un humano, en contra todas las reglas de nuestra raza", dijo Rexius. "Tu castigo, Samantha, ser? ver sufrir lo que es m?s querido para ti. Puedo intuir que lo m?s querido para ti no eres t?. Es este ni?o. Este peque?o y pat?tico muchacho humano. Muy bien," dijo inclin?ndose aun m?s cerca y sonriendo. "Entonces, es as? c?mo ser?s castigada. Vamos a infligir un dolor terrible a este muchacho." El coraz?n de Samantha lat?a fuertemente en el pecho. Era algo que no hab?a previsto, y no pod?a permitir. A cualquier precio. Entonces, entr? en acci?n, salt? en direcci?n de los asistentes de Sam. Se las arregl? para llegar hasta uno de ellos, cuando pate? su pecho con fuerza, sali? volando hacia atr?s. Pero antes de que pudiera atacar al siguiente, varios vampiros estaban sobre ella, la agarraron y la sujetaron. Ella luch? con toda su fuerza, pero eran demasiados y no pudo rivalizar con todos los vampiros al mismo tiempo. Impotente, observ? c?mo varios vampiros arrastraron a Sam hacia el centro de la habitaci?n. Lo colocan en el ?rea reservada para quienes ser?an sometidos al tratamiento ?cido de I?rico. El castigo era indescriptiblemente doloroso para los vampiros. Los dejaba marcados de por vida. En un ser humano, sin embargo, el dolor era incalculable, y el castigo implicaba, seguramente, una muerte horrible. Llevaban Sam a su ejecuci?n. Y la obligaban a mirar. Rexius sonri? a?n m?s cuando encadenaron a Sam al lugar. Cuando Rexius asinti?, uno de los asistentes arranc? la cinta de su boca. Inmediatamente, Sam mir? a Samantha con miedo en sus ojos. "Samantha", grit?. "?Por favor! ?S?lvame! " A su pesar, Samantha se ech? a llorar. No hab?a nada, absolutamente nada que pudiera hacer. Seis vampiros deslizaron un enorme caldero de hierro, que burbujeaba y silbaba, en la parte superior de una escalera. Pusieron el caldero en posici?n, justo por sobre la cabeza de Sam. Sam levant? la mirada hacia el caldero. Y lo ?ltimo que vio fue el l?quido salir de la caldera, burbujeando y silbando, cayendo directamente sobre su rostro. CUATRO Caitlin estaba corriendo. El campo de flores llegaba a su cintura, y al correr, Caitlin abr?a un camino entre las flores. El sol, rojo sangre, estaba sentado, como una enorme bola, sobre el horizonte. De pie, dando su espalda al sol, en el horizonte, estaba su padre. O al menos su silueta. Sus rasgos eran dif?ciles de reconocer, pero ella sab?a que se trataba de ?l. Mientras Caitlin corr?a y corr?a desesperadamente para verlo y abrazarlo, el sol se hundi? r?pidamente, demasiado r?pido. Todo ocurri? en un instante y, en cuesti?n de segundos, el sol hab?a desaparecido por completo. Se dio cuenta que estaba atravesando el campo en el medio de la noche. Su padre segu?a all?, esperando. Ella sent?a que ?l quer?a que ella corriera m?s r?pido, ?l quer?a abrazarla. Pero sus piernas no le permit?an correr m?s r?pido y, aun por mucho que lo intentara, ?l parec?a alejarse cada vez m?s. Mientras corr?a, la luna se elev? en el horizonte - una luna enorme, rojo sangre- cubriendo todo el cielo. Caitlin pudo notar todos sus detalles, las marcas, los cr?teres. Todo era muy claro. Su padre estaba de pie, como una silueta y, cuando ella trat? de correr a?n m?s r?pido, parec?a estar corriendo hacia la luna. Pero no pod?a llegar. De pronto, sus piernas y sus pies no se movieron m?s. Mir? hacia abajo: las flores se hab?an enroscado en sus tobillos y sus piernas y se transformaban en vides. Eran tan gruesas y fuertes que ya no pudo moverse en absoluto. Mientras observaba, una enorme serpiente se desliz? hacia ella, por el campo. Trat? de zafarse, escapar, pero no pod?a. Solo pod?a observarla mientras la v?bora se acercaba. Cuando estuvo cerca, la serpiente salt? en el aire, lanz?ndose directamente hacia su garganta. Caitlin se dio la vuelta y grit? mientras sent?a los largos colmillos perforar su garganta. El dolor era horrible. Caitlin se despert? sobresaltada, se sent? en la cama, respirando con dificultad. Toc? su garganta y sinti? las dos cicatrices endurecidas. Por un momento, confundi? su sue?o con la realidad y mir? alrededor de la habitaci?n buscando la serpiente. No hab?a nada. Se frot? la garganta. La herida a?n le dol?a pero no tanto como en el sue?o. Respir? profundamente. Caitlin estaba cubierta de un sudor fr?o, su coraz?n a?n lat?a con fuerza. Se limpi? la cara y los lados de las sienes y sent?a su pelo h?medo y fr?o pegado a su cara. ?Cu?nto tiempo hab?a pasado desde que se hab?a ba?ado? ?Se lav? el pelo? No lograba recordar. ?Cu?nto tiempo hab?a estado acostada all?? ?Y d?nde estaba exactamente? Caitlin mir? alrededor de la habitaci?n. Era el mismo lugar que recordaba de un tiempo atr?s - ?era de un sue?o o hab?a estado despierta aqu? antes? La habitaci?n era totalmente de piedra y ten?a una larga ventana arqueada, a trav?s de la cual pod?a ver el cielo nocturno y la enorme luna llena, su luz se vert?a en la habitaci?n. Se sent? en el borde de la cama y se frot? la frente tratando de recordar, cuando sinti? un dolor tremendo en su costado. Se agach? y pudo palpar la costra de una herida. Trat? de recordar de que era. ?Alguien la hab?a atacado? Caitlin se puso a pensar y, de a poco pero sin pausa, empez? a recordar los detalles. Boston. El Camino de la Libertad . La Capilla del Rey. La espada. Luego ... sera atacada. Luego... Caleb. ?l hab?a estado all?, mir?ndola desde arriba. Ella hab?a sentido como su mundo se desvanec?a y le hab?a pedido. Convi?rteme, se lo hab?a rogado... Caitlin levant? sus manos y palp? las dos marcas en el costado de su cuello, y se dio cuenta que ?l la hab?a escuchado. Eso aclaraba todo. Caitlin se par? de un salto. Estaba claro, hab?a sido convertida. La hab?an llevado a alguna parte, probablemente, para su recuperaci?n, probablemente bajo la mirada vigilante de Caleb. Se toc? los brazos y las piernas, torci? su cuello, palp? su cuerpo... Se sent?a diferente, no ten?a duda. Ya no era la misma de antes. Sinti? una fuerza sin l?mites corriendo por ella. Un deseo de correr, de correr a velocidad, de atravesar las paredes, de saltar en el aire. Tambi?n sinti? algo m?s: dos protuberancias leves en la espalda detr?s de sus om?platos. Eran muy sutiles, pero las sent?a. Alas. Ella sab?a, sent?a, que si fuera a volar, se abrir?an. Caitlin cay? embriagada por su fuerza que apenas descubr?a. Desesperadamente, deseaba probarla. Se sent?a encerrada, no ten?a idea de cu?nto tiempo hab?a estado all? - y quer?a saber c?mo era esta nueva vida. Tambi?n sinti? algo m?s que era novedoso: el sentido de la imprudencia. La sensaci?n que no pod?a morir. Que pod?a cometer errores est?pidos, que ten?a vidas infinitas para probar. Quer?a llevar las cosas al l?mite. Caitlin se volvi? y mir? por la ventana al cielo nocturno . La ventana ten?a un amplio arco, no ten?a vidrio, y estaba abierta a los elementos. T?pico de un antiguo claustro medieval. En el pasado, la anterior, la Caitlin humana habr?a dudado, habr?a pensado lo que iba a hacer, habr?a dudado. Pero la Caitlin vuelta a nacer no ten?a dudas. Pr?cticamente al segundo que lo pens?, tom? carrera directamente hacia la ventana. Con unos pocos pasos, Caitlin salt? al alf?izar de la ventana y se lanz? en el aire. Una parte de ella, alg?n instinto, le dijo que una vez que estuviera en el aire, brotar?an sus alas. Si estaba equivocada, se desplomar?a cientos de pies en la tierra. Pero la Caitlin vuelta a nacer sent?a como si nunca m?s podr?a equivocarse. Y no lo estaba. Cuando Caitlin salt? hacia la noche, sus alas brotaron desde detr?s de sus hombros y sinti? la emocionante sensaci?n de volar, de deslizarse por el aire. Estaba encantada con sus alas anchas y largas, estaba encantada de sentir el aire fresco y limpio de la noche en su rostro, su cabello y su cuerpo. La luna estaba tan llena y tan grande que iluminaba la noche como si fuera de d?a. Cuando Caitlin mir? hacia abajo, se le concedi? una vista de p?jaro. Hab?a sentido la presencia del agua y hab?a tenido raz?n. Estaba en una isla. A su alrededor, en todas direcciones, se extend?a un r?o enorme y hermoso, sus aguas estaban tranquilas, iluminadas por la luz de la luna. Era el r?o m?s ancho que jam?s hubiera visto. Y, en el medio, estaba la peque?a isla donde hab?a dormido. Era una peque?a isla, de poco m?s de una docena de acres, en un extremo se ergu?a un castillo escoc?s desmoronado, parcialmente en ruinas. Un espeso bosque ocupaba totalmente el resto de la isla. Mientras Caitlin volaba por arriba y por debajo de las corrientes de viento, girando, bajando en picada y planeando, rode? la isla nuevamente. El castillo era enorme, se ve?a magn?fico. En partes luc?a desmoronado, pero otras, las ocultas a la mirada, en el interior, estaban perfectamente intactas. Hab?a patios interiores y patios exteriores, murallas, torres, escaleras de caracol, y m?s y m?s acres de jardines. Era lo suficientemente grande para albergar un peque?o ej?rcito. Cuando descendi?, not? que el interior del castillo estaba iluminado con antorchas. Y hab?a gente pululando alrededor. ?Eran vampiros? Sus sentidos le dijeron que lo eran. Su propia especie. Caminaban alrededor interactuando entre s?. Algunos estaban entrenando, luchaban con espadas, jugaban. La isla estaba rebosante de actividad. ?Qui?nes eran estas personas? ?Por qu? ella estaba aqu?? ?Ellos la hab?an acogido? Cuanco Caitlin concluy? su c?rculo, vio la habitaci?n de la que hab?a saltado. Se hab?a estado quedando en la parte superior de la torre m?s alta que daba a una gran muralla, una terraza amplia y abierta. Sobre la terraza, hab?a un vampiro solitario. Caitlin no necesit? volar m?s cerca para saber qui?n era. Ya lo sab?a en su coraz?n y en su alma. Ahora, su sangre corr?a por ella, y lo amaba con todo su coraz?n. Y ahora que la hab?a convertido, lo amaba con algo m?s que amor. Sab?a que, aun desde esta distancia, que la silueta solitaria fuera de su habitaci?n era Caleb. Su coraz?n se dispar? al verlo. ?l estaba aqu?. Estaba realmente all?. Esperando, justo afuera de su habitaci?n. Debi? haber estado esperando que se recuperara. Todo este tiempo. ?C?mo saber cu?nto tiempo hab?a pasado? ?l nunca se hab?a ido de su lado. Inclusive con todo lo que hab?a pasado, con todo lo que estaba pasando ahora. Ella lo amaba m?s de lo que pod?a creer. Y ahora estar?an juntos para toda la eternidad. ?l estaba all?, inclinado sobre la muralla, miraba hacia abajo en el r?o, se ve?a preocupado y triste. Caitlin se lanz? directamente hacia ?l, quer?a sorprenderlo e impresionarlo con su habilidad reci?n descubierta. Con sorpresa, Caleb mir? hacia arriba y su rostro se ilumin? de alegr?a. Pero al aterrizar, de repente algo sali? mal. Sinti? que perd?a el equilibrio, perd?a control. Como si estuviera entrando demasiado r?pido y no pudiera reducir la velocidad a tiempo. Al posarse sobre la muralla, su rodilla top? con la piedra y aterriz? con demasiada fuerza, cayendo sobre la piedra. "Caitlin" Caleb exclam? y corri? hacia ella. Caitlin yac?a sobre la piedra sintiendo un nuevo dolor correr por su pierna. Estaba bien. Si hubiera sido la anterior Caitlin, simplemente un humano, se habr?a roto varios huesos. Pero esta nueva Caitlin sab?a que iba a recuperarse, recuperarse r?pidamente, probablemente en cuesti?n de minutos. Pero estaba apenada. Hab?a querido sorprender e impresionar a Caleb. Ahora se ve?a como una idiota. "Caitlin", ?l le pregunt? nuevamente, arrodillado a su lado, poniendo una mano sobre su hombro. "?Est?s bien?" Ella lo mir? y le sonri? t?midamente. "Bonita manera de querer impresionarte," dijo ella, sinti?ndose como una tonta. Pas? su mano por el costado de su pierna y palp? su herida. "Ya no soy m?s una humana", le espet?. "No tienes que preocuparte por m?." Inmediatamente se arrepinti? de sus palabras, y su tono. Se escuchaba como una acusaci?n, casi como si lamentase haberse convertido. No hab?a querido expresarse con un tono ?spero. Por el contrario, amaba sus detalles, le encantaba que a?n fuera tan protector. Habr?a querido darle las gracias, decirle todo esto y m?s pero, como de costumbre, la hab?a regado, y dijo exactamente lo incorrecto en el momento incorrecto. Qu? terrible primera impresi?n como la nueva Caitlin. Todav?a no pod?a mantener la boca cerrada. Era evidente que algunas cosas nunca cambian, ni a?n con la inmortalidad. Ella se sent?, y estaba a punto de poner la mano sobre su hombro y pedirle disculpas, cuando de repente, oy? un gemido y sinti? una nube peluda en su rostro. Se ech? hacia atr?s y se dio cuenta qu? era. Rose. Su loba cachorro, Rose salt? a los brazos de Caitlin. Rose gem?a de la emoci?n y lam?a toda la cara de Caitlin. Caitlin se solt? a re?r. Le dio un abrazo a Rose, la hizo hacia atr?s y la mir?. Segu?a siendo un cachorro, pero Rose hab?a crecido y era m?s grande de lo que Caitlin recordaba. Caitlin record? cuando vio a Rose por ?ltima vez, en la Capilla del Rey, tirada sobre el piso, sangrando, con un disparo de Samantha. Hab?a estado segura que Rose hab?a muerto. "La libr?", dijo Caleb, como siempre leyendo su pensamiento. "Ella es fuerte. Al igual que su madre", a?adi? con una sonrisa. Caleb debi? haber estado cuid?ndolas a las dos todo este tiempo. " ?Cu?nto tiempo estuve inconsciente?" pregunt? Caitlin. "Una semana", dijo Caleb. Una semana, pens? Caitlin. Incre?ble. Sent?a que hab?a estado inconsciente por a?os. Sent?a como si hubiera muerto y hubiera vuelto a la vida, pero de una nueva forma. Sent?a que hab?a recibido una limpia, que estaba haciendo borr?n y cuenta nueva. Pero al recordar todo lo que estaba ocurriendo, se dio cuenta de que una semana hab?a sido una eternidad. Hab?an robado la espada. Y su hermano Sam hab?a sido secuestrado. Una semana entera hab?a transcurrido. ?Por qu? Caleb no hab?a ido a buscarlos? Cada minuto era importante. Caleb se puso de pie y lo mismo hizo Caitlin. Ella se par? frente a ?l y lo mir? a los ojos. Su coraz?n comenz? a latir. No sab?a qu? hacer. ?Cu?l era el protocolo, la etiqueta, ahora que ambos eran verdaderos vampiros? ?Que ?l era quien la hab?a convertido? ?Eran una pareja? ??l la amaba tanto igual ahora que ella era de su misma raza? ?Ahora que estar?an juntos para siempre? Se sent?a muy nerviosa, como si hubiera m?s en juego, como nunca antes. Ella levant? la mano y la puso suavemente sobre su mejilla. ?l la mir? a los ojos, sus ojos brillaban con la luz de la luna. "Gracias," ella dijo en voz baja. Habr?a querido decir: Te amo, pero no se hubiera escuchado bien. Ella habr?a querido preguntar: ?estar?s conmigo para siempre ? ?Todav?a me amas? Pero a pesar de todo, a pesar de todos sus nuevos poderes, no ten?a el valor para decirlo. Al menos pudo haber dicho, Gracias por salvarme, o, Gracias por cuidar de m?, o Gracias por estar aqu?. Sab?a lo mucho que ?l hab?a sacrificado para estar all?. Pero lo ?nico que pudo decir fue Gracias. ?l sonri? lentamente, extendi? su mano y con cuidado quit? el pelo de la cara de Caitlin y lo trab? detr?s de su oreja. Luego, desliz? el dorso de su mano, tan suave, por su cara, examin?ndola. Ella se pregunt? en qu? estaba pensando. ?Estaba a punto de manifestar su amor eterno por ella? ?La besarla? Sent?a que ?l estaba a punto de hacerlo cuando de pronto ella se puso nerviosa. Nerviosa por su nueva vida. Nerviosa por lo que pasar?a si no llegaba a funcionar. As? que, en lugar de saborear el momento, tuvo que arruinarlo, abriendo su bocaza cuando lo ?nico que quer?a hacer era mantenerla cerrada. "?Qu? pas? con la Espada?" ella pregunt?. La expresi?n de la cara de Caleb cambi? por completo. Dej? de ser una mirada de amor, de pasi?n para ser una de profunda preocupaci?n. Lo vio transformarse en un instante, como una nube oscura pasando en un cielo de verano. ?l se volvi? y dio varios pasos hacia el borde de la muralla de piedra d?ndole la espalda, y mir? hacia el r?o. Eres un idiota, pens? para s? misma. ?Por qu? tuviste que hablar? ?Por qu? no pudiste dejar que te besara? A ella le importaba la Espada, era cierto, pero no tanto como ?l. Ellos, como pareja. Pero ella hab?a arruinado el momento. "Temo que la espada desapareci?," dijo Caleb en voz baja, aun de espaldas a ella, mirando el r?o. "Nos la robaron. Primero, Samantha y luego Kyle. Nos tomaron por sorpresa. No imagin? que estuvieran all?. Deb? imaginarlo." Caitlin se acerc? a ?l, se par? a su lado y suavemente puso su mano sobre el hombro de Caleb. Esperaba as? poder cambiar su estado de ?nimo. "?Est? bien tu gente? " le pregunt?. ?l se volvi? y la mir?, a?n m?s preocupado que antes. "No," dijo rotundamente. "Mi cofrad?a est? en grave peligro. Y cada minuto que estoy lejos, el peligro aumenta." Caitlin pens?. "Entonces, ?por qu? no has ido con ellos?", pregunt? . Pero ya sab?a la respuesta, incluso antes de que ?l la dijera. "No pod?a dejarte", dijo. "Necesitaba asegurarme que estabas bien." ?Eso fue todo ? Caitlin pens?. ?Acaso s?lo se preocupaba de que ella estuviera bien? Y tan pronto como se recuperara?, ?iba a dejarla? Por un lado, Caitlin sinti? una oleada de amor por ?l al saber lo que hab?a sacrificado. Pero, por otro lado, se pregunt?? si ?l s?lo se preocupaba por su bienestar f?sico? ?No de ellos como una pareja? "Entonces ... " comenz? a Caitlin , "ahora que ves que estoy bien ... ?vas a irte?" Hab?a sonado muy duro. ?Qu? le estaba pasando? ?Por qu? no pod?a ser m?s amable, m?s gentil, como ?l lo hab?a sido? En verdad, no lo dec?a en serio. Lo hab?a dicho de la peor manera. Hab?a querido decir: Por favor, no me dejes nunca. "Caitlin", ?l comenz? dulcemente: "Por favor, comprende. Mi familia, mi gente, mi cofrad?a - se encuentran en grave peligro. La espada est? por ah?, y est? en las manos equivocadas. Tengo que regresar con ellos. Debo salvarlos. Tendr?a que haberme marchado hace una semana... y ahora que veo que te has recuperado, bueno ... no es que yo quiera dejarte. Pero tengo que salvar a mi familia", dijo en voz baja. "Yo podr?a ir contigo", respondi? Caitlin, esperanzada. "Yo podr?a ayudarte." "No te has recuperado por completo", dijo. "Ese choque cuando bajaste no fue un accidente. A todo vampiro le toma alg?n tiempo acostumbrarse a sus nuevos poderes. Y en tu caso, tambi?n sufriste una terrible lesi?n de la Espada. Puede tardar d?as o semanas para sanar. Si viajas, podr?as lastimarte. El campo de batalla no es lugar para ti en este momento. Ellos podr?n entrenarte aqu?. Por esa raz?n te traje." Caleb se volvi?, y ambos cruzaron la terraza y se volvieron hacia el patio. All?, muy abajo, iluminados por la luz de las antorchas, hab?a docenas de vampiros boxeando, guerreando y luchando entre s?. "Esta peque?a isla posee una de las mejores cofrad?as", dijo Caleb. "Ellos han aceptado acogerte. Ellos te ense?ar?n. Te entrenar?n. Te har?n m?s fuerte. Y luego, cuando tus poderes se hayan desarrollado y te hayas sanado por completo, me sentir?a honrado que lucharas a mi lado. Hasta entonces, temo que no puedo permit?rtelo. La guerra a la que me dirijo va a ser muy peligrosa. Incluso para un vampiro." Caitlin frunci? su frente. Ella hab?a temido que ?l dijera algo as?. " Pero, ?y si no regresas?" pregunt?. "Si sigo vivo, volver? por ti. Te lo prometo." "Pero ?qu? pasar? si no vives?", pregunt? Caitlin, con demasiado miedo para poder pronunciar las palabras. Caleb se volvi? y mir? hacia el horizonte, y respir? profundamente. Se qued? mirando las nubes, y no pronunci? una sola palabra. Ahora Caitlin ten?a una oportunidad. Desesperadamente, quer?a cambiar de tema. ?l estaba decidido a irse, ella lo pod?a notar, y nada iba a detenerlo. Y era claro que no pod?a llevarla. SE sinti? completamente exhausta, y sab?a que ?l ten?a raz?n: ella no estaba lista para pelear. Necesitaba sanar. No quer?a perder m?s tiempo tratando de detenerlo. Y no deseaba hablar m?s de vampiros, de guerras, o de espadas. Quer?a usar el valioso tiempo que les quedaba para hablar sobre ellos. Caitlin y Caleb. Ellos como una pareja. Su futuro. El amor que se ten?an. Su compromiso con el otro. ?Qu? los un?a exactamente? M?s importante a?n, ella se dio cuenta durante todo el tiempo que estuvieron juntos, desde la primera vez que lo vio, ella siempre hab?a dado por sentada su presencia. Nunca se hab?a detenido un momento para mirarlo a los ojos y decirle exactamente lo que sent?a profundamente por ?l. Ahora, ella era una mujer, y sinti? que era hora de pasar a otro nivel y actuar con madurez, de actuar como una mujer. Para decirle lo que realmente sent?a por ?l. Deseaba que ?l lo supiera. Tal vez ?l lo sent?a, sent?a lo mucho que ella lo amaba, pero ella nunca hab?a pronunciado las palabras. Caleb, te amo. Te he amado desde el segundo en que te conoc?. Siempre te amar?. El coraz?n de Caitlin lat?a con fuerza, estaba m?s aterrorizada de lo que nunca hab?a estado. Temblando, alz? una mano y suavemente lo puso sobre la mejilla de Caleb. Lentamente, ?l se volvi? hacia ella. Finalmente, estaba lista para decirle lo que pensaba. Pero al intertarlo, las palabras se atascaron en su garganta. Al mismo tiempo, ?l la mir? con un destello de preocupaci?n y abri? la boca para hablar. "Caitlin, hay algo que tengo que decirte-", comenz?. Pero nunca tuvo la oportunidad de terminar la frase. De repente, se escuch? el sonido de una puerta abrirse y Caitlin inmediatamente sinti? que los dos ya no estaban solos. Ambos se giraron hacia el ruido para ver qui?n era. Era una persona. Un vampiro. Una hermosa criatura, incre?ble, m?s alta, m?s delgada, de mejor porte que Caitlin. Con cabello rojo, largo y suelto, y brillantes ojos verdes. Cuando Caitlin se dio cuenta qui?n era, su coraz?n se desplom?. No. No puede ser. Era ella. Sera. La ex esposa de Caleb. Caitlin la hab?a visto brevemente s?lo una vez en los claustros. Pero nunca la hab?a olvidado. Sera camin? hacia ellos con la elegancia de una criatura que hab?a estado en este planeta por miles de a?os. Segura. Sin detenerse, sin quitar sus ojos en Caitlin, camin? a un lado de Caleb. Levant? su mano p?lida y hermosa y lentamente la puso alrededor del hombro de Caleb. Mir? hacia abajo a Caitlin con absoluto desprecio. "?Caleb?" dijo en voz baja, con una sonrisa siniestra en su cara. "?No le has dicho acerca de nosotros?" Y con esas solas palabras, Caitlin sinti? como si hubieran hundido un cuchillo en su coraz?n. CINCO Con horror, Samantha vio como el caldero se inclinaba hacia la cara de Sam. Luch? con toda su fuerza, pero no hab?a nada que pudiera hacer para liberarse de sus captores. No hab?a nada que pudiera hacer. S?lo pod?a permanecer all? y observar c?mo destru?an a la persona que amaba. Mientras el l?quido ca?a sobre Sam, Samantha se prepar? para escuchar los gritos horribles que tan a menudo acompa?aban de una bendici?n con ?cido Iorico. Pero a medida que Sam se perd?a completamente en la cascada del ?cido, curiosamente no se escuchaba ni un solo sonido. ?El l?quido lo hab?a matado tan r?pidamente, tan completamente que ni siquiera tuvo tiempo de gritar? Cuando el l?quido se detuvo, Sam apareci? a la vista. Y Samantha estaba verdaderamente sorprendida. Como lo estaba cada uno de los vampiros en la habitaci?n. ?l estaba bien. Parpade? y mir? a su alrededor, claramente nada le dol?a. Inclusive se mostraba un poco desafiante. Era incre?ble. Samantha nunca hab?a visto algo as?- nunca hab?a visto a nadie, ya fuera humano o vampiro, que fuera inmune al l?quido. Es decir, nadie, excepto una persona. Ahora lo recordaba. Caitlin. Su hermana. Ella hab?a sido inmune tambi?n. ?Qu? significaba eso? ?Estaban relacionados gen?ticamente? Record? de nuevo su reloj, su inscripci?n. La Rosa y la Espina. ?La dinast?a se dividi? entre ellos? ?Pudiera ser que ella no fuera la Elegida? ?Pero que ?l lo fuera? Caitlin era unos a?os mayor que Sam y tal vez ella hab?a mostrado los signos de la mayor?a de edad antes que ?l. Tal vez si hubieran esperado algunos a?os, Sam tambi?n habr?a mostrado signos de metamorfosearse en un mestizo. Cualquiera que fuera la raz?n, era claro que ?l era inmune. Lo que lo convert?a en alguien muy, muy poderoso. Y muy peligroso para su cofrad?a. Samantha mir? a su alrededor y en la sala, con varios cientos de vampiros, no se escuchaba ni un sonido. Todos se quedaron mirando en estado de shock. Sam se ve?a enojado. Alz? la mano, arrastrando sus cadenas, y se sec? el agua de la cara. Tir? de las cadenas pero no pudo liberarse. "??Alguien me puede quitar esta maldita cosa!? " grit?. Y entonces, sucedi?. De repente, se escuch? un estruendo en la puerta. Samantha se dio vuelta y vio el enorme conjunto de puertas dobles desplomarse. No pod?a creerlo. All? estaba Kyle con la mitad de su rostro desfigurado, a su lado Sergei y cientos de vampiros mercenarios detr?s de ?l. Y eso no fue todo. Kyle la ten?a. La sosten?a en alto. La Espada. Kyle dej? escapar un grito horrible y lleno de locura, se lanz? de cabeza en la habitaci?n. Sus partidarios lo segu?an de cerca, gritando creando gran alboroto. La habitaci?n se transform? en un caos. Era vampiro contra vampiro, Kyle y sus hombres atacaban con sa?a a todo ser que ten?an a la vista. Pero la cofrad?a de la Marea Negra hab?a estado en guerra desde hac?a miles de a?os y no estaba dispuesta a ceder f?cilmente. Los vampiros de Rexius se defend?an con similar determinaci?n. Fue una batalla de cuerpo a cuerpo, mano contra mano, vampiro contra vampiro. Ninguno ced?a una pulgada. El propio Kyle avanzaba incre?blemente. Con las dos manos, sosten?a en lo alto la Espada y la balanceaba ampliamente en ambas direcciones. Dondequiera que fuera, los vampiros se desplomaban. Brazos, piernas, cabezas... Kyle era un ej?rcito de un solo hombre. Cort? un camino a trav?s de la multitud de miles de vampiros, asesinando uno por uno. Samantha estaba en shock. En sus miles de a?os, nunca hab?a visto a un vampiro asesinado, en realidad, definitivamente, asesinado. Nunca hab?a imaginado que un vampiro pudiera ser fr?gil. Esta espada era impresionante. Y muy, muy mortal. Samantha no esper? m?s. Cuando un vampiro la enfrent? gritando y apunt? con sus sangrientos dientes afilados a su cara, r?pidamente ella se agach?, dej? que volara sobre ella y luego sali? corriendo. Cruz? corriendo el cuarto hacia donde estaba Sam Sam. Justo a tiempo. Un vampiro truh?n tuvo la misma idea y se dirigi? directamente hacia donde el muchacho muerto de miedo estaba encadenado. Con los dientes extendidos apuntando a su garganta, el vampiro salt? directamente hacia Sam. ?l era como un cordero encadenado en una habitaci?n llena de leones. Samantha lleg? hasta ?l justo a tiempo. Salt?, chocando con el vampiro en el aire y lo derrib? al suelo. Antes de que pudiera levantarse, Samantha lo abofete? con fuerza, dej?ndolo fuera de combate. Ella se puso en pie y arranc? las cadenas de Sam. No bien lo liber?, ?l mir? a su alrededor con total incredulidad, como si una pesadilla fant?stica se hubiera hecho realidad. "Samantha", dijo, " ?qu? diablos est? pasando?" " No es el momento, " dijo Samantha , mientras arrancaba la ?ltima de sus cadenas, lo agarraba del brazo y tiraba de ?l conduci?ndolo a trav?s del caos. Ella se dirigi? a la salida. Mientras corr?an, otro vampiro malicioso salt? hacia ellos con los dientes extendidos. Samantha agarr? a Sam y lo tir? al suelo, ella se agach? y el vampiro salt? justo sobre sus cabezas. R?pidamente, ella recuper? su posici?n, lo jal? hacia arriba, y los dos echaron a correr a trav?s de la habitaci?n. Se las arreglaron para agacharse y dar rodeos mientras ella lo guiaba. Ella sab?a que si pod?a alcanzar esa puerta, hab?a un pasillo detr?s y una escalera trasera que podr?a conducirlos a la calle. Una vez afuera, pod?a llevarlos lejos, muy lejos de aqu?. En medio del caos, nadie se dio cuenta que ellos estaban esapando. Ella estaba casi fuera, a s?lo unos metros de distancia. Y entonces, justo cuando estaba a punto de lograrlo, sinti? la presi?n en su espalda, sinti? que ca?a golpeando el suelo. La hab?an saltado por detr?s. Se dio la vuelta y mir? hacia arriba para ver qui?n era. Sergei. Ese peque?o y despreciable compa?ero ruso de Kyle . Quien hab?a robado la espada de su mano. ?l le sonri?, una sonrisa cruel mal?fica y ella lo odi? m?s de lo que nunca lo hab?a hecho antes. Sam, por su parte, no parec?a estar asustado. Salt? sobre la espalda de Sergio y us? sus cadenas para envolverlas alrededor del cuello de Sergei. El chico era fuerte. De hecho, apret? con la fuerza suficiente para obligar a Sergei a aflojar su apret?n sobre Samantha, ella aprovech? la oportunidad para rodar por debajo de ?l. No obstante, Sam no era un digno rival para un vampiro. Gru?endo, Sergei se levant? y lanz? a Sam lejos de ?l, como si fuera un mu?eco de trapo. Sam aterriz? a tres metros de distancia estrell?ndose contra la pared. Cuando Samantha trat? de ponerse de pie, una docena de vampiros se abalanzaron sobre ella. Not? que Sam estaba rodeado tambi?n. Estaban atrapados. Lo ?ltimo que logr? ver fue la cruel sonrisa de Sergei, cuando acab?, d?ndole un pu?etazo en la cara. * Cuando Kyle atraves? la enorme sala de la cofrad?a de la Marea Negra esgrimiendo la espada violentamente, destruyendo vampiro tras vampiro, nunca se hab?a sentido m?s vivo. Estaba cubierto de la sangre que salpicaba en todas las direcciones y sent?a sus manos h?medas con la sangre mientras giraba con m?s y m?s intensidad. Era la venganza. La venganza por sus miles de a?os de servicio leal, por la forma en que lo hab?an tratado. ?C?mo pudieron atreverse? Ahora conocer?an el significado de la palabra venganza. Todos ellos tendr?an que disculparse y, hasta el ?ltimo de ellos, inclinarse ante ?l, tocando el suelo, y admitir que se hab?an equivocado terriblemente. Todo estaba saliendo a la perfecci?n. Despu?s de su peque?o desv?o en el puente de Brooklyn, hab?a conducido a su leal gent?o por las puertas del Ayuntamiento, matando a los pocos vampiros que se atrevieron a interponerse en su camino. Luego, se hab?an introducido por el pasadizo secreto m?s y m?s en las entra?as del Ayuntamiento, directamente al nido de su cofrad?a. Ning?n vampiro se atrevi? a ponerse en su camino cuando su ej?rcito irrumpi? en la sala. Muchos otros vampiros, al ver a Kyle y en especial la Espada, inmediatamente se rindieron a ?l. Lo alegr? ver que muchos de sus antiguos de cofrad?a le segu?an siendo leales. Sab?a que hab?a llegado el d?a para reclamar el liderazgo que le correspond?a. Rexius era un l?der d?bil. Si hubiera sido m?s fuerte, habr?a encontrado la Espada ?l mismo, hace a?os. Nunca habr?a enviado a otros a hacerlo por ?l. Le gustaba castigar a otros por sus propios errores, cuando era ?l quien deb?a ser castigado. Hab?a crecido ebrio de poder. Desterrar a Kyle hab?a sido un ?ltimo y desesperado intento por eliminar a todos sus allegados. Pero hab?a fracasado. Kyle atraves? la sala y se dirigi? directamente al trono de Rexius. Rexius lo vio venir y sus ojos se abrieron en p?nico. Rexius salt? de su silla y trat? de escabullirse de los combates. El tan llamado l?der mostraba su verdadera cara en tiempos de guerra. Pero Kyle ten?a otros planes. Kyle corri? hacia el otro lado para encontrarse cara a cara con Rexius. Habr?a sido mucho m?s f?cil simplemente hundir la espada en su espalda, pero ?l se negaba a que Rexius se desmoronase tan f?cilmente. Quer?a que Rexius viera de cerca quien lo mat?. Rexius se detuvo, su camino bloqueado por los enormes hombros de Kyle y por la espada brillante y reluciente. La mand?bula de Rexius temblaba. Reixus levant? un dedo tembloroso y lo apunt? a la cara de Kyle. En ese momento, parec?a tan solo un hombre viejo. Un hombre d?bil y viejo, aterrorizado. Qu? pat?tico. "?Quedas desterrado! ", grit? sin convicci?n. "?Ordeno que te destierren!" Ahora era el turno de Kyle para sonre?r, una sonrisa amplia y maliciosa. "?No vas a ganar! " a?adi? Rexius. "?No vas a ganar!" Kyle se acerc? casualmente, se ech? hacia atr?s y, con solo un golpe suave, hundi? la Espada en el coraz?n de Rexius. "Ya lo hice", dijo Kyle. La habitaci?n entera, aun ocupada en la batalla, se volvi? y se qued? mirando. Se escuch? un grito horrible que consumi? toda la sala de piedra. Parec?a no tener fin porque Rexius chillaba y chillaba. Mientras todos miraban, su cuerpo se disolvi? ante sus ojos, desintegr?ndose en una nube de humo, y luego en una brizna que subi? hacia el techo. Toda la habitaci?n se detuvo y mir? a Kyle. Kyle alz? la espada alta y rugi?. Era un rugido de victoria. Todos los vampiros sobrevivientes de ambos lados de la batalla se volvieron y miraron a Kyle. Todos cayeron de rodillas, bajaron la cabeza inclin?ndose hasta tocar el suelo. La lucha hab?a terminado. Kyle respir? profundamente, disfrut?ndolo. Ahora, ?l era el l?der. SEIS Sin poder decir una palabra, Caitlin se alej? de Caleb y Sera. Era demasiado para que pudiera procesarlo todo de una vez. ?Acababa de ver lo que cre?a haber visto? ?C?mo era eso posible? Ella hab?a pensado que conoc?a muy bien a Caleb y que estaban m?s cerca que nunca. Estaba segura de que estaban juntos, como una pareja, y que ser?a as? para siempre. Hab?a vislumbrado con claridad su nueva vida juntos y estaba segura de que nada iba a separarlos. Y entonces ocurre esto. Nunca se le ocurri? que podr?a haber otra mujer en la vida de Caleb. ?C?mo no pudo haberle dicho? Por supuesto, Caitlin recordaba a Sera de su breve visita a los claustros pero Caleb insisti? en que ya no sent?a nada por ella, que lo que vivieron juntos, pas? a?os atr?s, cientos de a?os atr?s. Entonces, ?qu? estaba haciendo ella all?? ?Sobre todo ahora? En el momento m?s privado de Caleb y Caitlin juntos, ?cuando Caitlin hab?a levantado, totalmente convertida en un verdadero vampiro, por la propia sangre de Caleb? ?C?mo pudo saber d?nde estaban? ?Caleb la hab?a invitado? ?l deb?o hacerlo. Pero, ?por qu?? Olas y olas de dolor la invadieron. No encontraba una explicaci?n. Siempre hab?a temido mostrarse vulnerable, sobre todo frente a los hombres, por esta misma raz?n. Pero con Caleb, se hab?a soltado, hab?a confiado en ?l por completo. Se hab?a mostrado m?s vulnerable que con cualquier hombre con quien hab?a estado. Y ?l se las hab?a arreglado para lastimarla profundamente, m?s profundamente de lo que pudo haber imaginado. Sin embargo, no pod?a comprender c?mo pod?a haberlo juzgado tan mal, ?c?mo pudo equivocarse tanto? Sent?a como sus entra?as se romp?an a pedazos. ?C?mo ser? ahora la inmortalidad, sin ?l? Ser?a una condena. Una condena eterna. Sent?a que quer?a morir. Y aun peor, se sent?a como un idiota. "?Caitlin!" Caleb grit? detr?s de ella, mientras ella escuchaba sus pasos corriendo tras ella. "Por favor, d?jame explicarte." ?Qu? tendr?a que explicar? Era claro que ?l la hab?a invitado a aqu?. Era evidente que a?n la amaba. Y era evidente que sus sentimientos por Caitlin no eran tan fuertes como los sentimientos de ella por ?l. Caleb la tom? del brazo jal?ndola, rog?ndole para que se volviese y lo mirase. Pero ella se apart?. No soportaba que ?l la tocara. No quer?a saber nada de ?l. Nunca m?s. "?Caitlin! " exclam?. "?No vas a dejar que te explique?" Pero Caitlin no se detuvo. Ahora, era una persona diferente, un ser diferente y lo sent?a en m?s de un sentido. Junto con su fuerza de vampiro reci?n descubierta, tambi?n le sobrevino una nueva serie de emociones propias de los vampiros nuevas para ella. Ya pod?a sentir que sus emociones eran m?s fuertes de cuando hab?a sido humana, eran mucho m?s intensas. Sent?a todo mucho m?s profundamente. No se sent?a deprimida - sent?a como si estuviera muriendo literalmente. No se sent?a traicionada - sent?a como si, literalmente, la hubieran apu?alado en el coraz?n. Quer?a abrirse a s? misma, hacer cualquier cosa para detener el dolor que la desgarraba en su interior. Se dirigi? al otro lado de la terraza y entr? a su habitaci?n, cerrando la puerta de roble detr?s de ella. "?Caitlin, Caitlin por favor!", se escuchaba la voz apagada del otro lado de su puerta. Caitlin se volvi? y cerr? la puerta. "?Vete!", grit?. "?Regresa con tu esposa!" Despu?s de algunos segundos, por fin sinti? que ?l se hab?a ido. Ahora estaba s?lo ella. S?lo el silencio. Caitlin se sent? en el borde de la cama en su peque?a habitaci?n, puso su cabeza entre las manos y llor?. Sollozaba y sollozaba con gritos desgarradores. Sent?a que todo lo que ten?a de pronto se lo hab?an quitado. Escuch? un gemido y sinti? un pelaje suave contra su rostro, y mir? hacia abajo para ver a Rose, frotando su cara contra la suya. Rose lami? las mejillas de Caitlin tratando de lamer sus l?grimas. Le ayudaba a Caitlin para despejarse. Se agach? y acarici? el rostro de Rose, tocando su pelaje. Rose salt? al regazo de Caitlin, todav?a era peque?a para hacerlo, y Caitlin la abraz?. "Todav?a tengo a ti, Rose" dijo Caitlin. " T? no me dejar?s, ?verdad?" Rose se ech? hacia atr?s y le lami? la cara. Pero era demasiado el dolor. Caitlin no pod?a permitirse el lujo de sentarse en ese cuarto un segundo m?s. Sent?a como si estuviera a punto de estallar a trav?s de las paredes. Mir? la enorme ventana, vio el cielo acogedor de la noche y, sin vacilar, baj? a Rose, salt? de la cama, dio dos zancadas y salt? hacia afuera. Sab?a que sus alas brotar?an y la llevar?an lejos. Pero una parte de ella deseaba que no lo hicieran - deseaba que fallaran y la hicieran caer en picada directamente sobre la tierra. SIETE Samantha estaba encademada. Varios vampiros la agarraban con firmeza de los brazos mientras la arrastraban a trav?s de la gran sala. La habitaci?n se hab?a convertido en un matadero. Por donde viera, hab?a miles y miles de cad?veres de vampiros; sus ex -compa?eros de cofrad?a -su sangre formaba charcos por todo el piso- cortados en pedazos por Kyle y su maldita espada. Esa espada ten?a un poder mayor al que hab?a imaginado. Sin embargo, en medio de esta carnicer?a, varios cientos de vampiros permanec?an vivos. Ahora eran parte de la gente de Kyle. Y a cada momento, docenas m?s entraban por las puertas abiertas. De hecho, la corriente de vampiros ?vidos de declarar su lealtad a Kyle parec?a no tener fin. Era evidente que ahora se trataba de su cofrad?a. Con Rexius muerto, no quedaba nadie m?s a quien declararle lealtad. Y Kyle se lo hab?a ganado. Se las hab?a arreglado para acabar con todos los vampiros que lo hab?an traicionado. Hab?a cientos de vampiros que lo hab?an ayudado en la batalla contra Rexius. Algunos eran verdaderamente leales a Kyle, mientras que otros eran simplemente oportunistas. A otros simplemente les disgustaba Rexius y hab?an estado esperando su oportunidad. Llegaban vampiros de cofrad?as de toda la ciudad. La noticia se difundi? r?pidamente en el mundo de los vampiros y todos quer?an ser parte de la pr?xima guerra. Cualesquiera que fueran sus razones, ahora eran parte del ej?rcito de Kyle. Ahora que Kyle era el l?der, ahora que la Espada estaba en su poder, era claro que pronto habr?a una gran guerra, una guerra como ninguna otra que la raza de los vampiros hubiera librado. Kyle era despiadado y estaba sediento de sangre y ni siquiera esta carnicer?a lo hab?a satisfecho. Estaba resentido y no lo pod?a evitar. Todos los vampiros que no se hab?an apresurado a jurarle lealtad pagar?an por ello. Adem?s de todos los inocentes seres humanos. Sus vendettas se extend?an interminablemente, Samantha lo sab?a, y la ciudad de Nueva York pronto ser?a su juguete. Arrastraron a Samantha bruscamente a trav?s de todo el caos hasta el centro del cuarto. Kyle estaba ahora sentado en el trono de Rexius, saboreando su poder; una sonrisa maligna se extendi? por su rostro cuando, desde todas las direcciones, los vampiros se inclinaron ante ?l. De pie a un lado de Kyle, Sergei golpe? su bast?n de metal en el piso, tres veces. El cuarto entero con miles de vampiros se aline? en perfecto orden. Todos levantaron sus pu?os y gritaron : "?Dios te salve, Kyle!" Samantha estaba asombrada. Era una incre?ble demostraci?n de fuerza y lealtad. Nunca hab?a presenciado una manifestaci?n de obediencia as?. Kyle ten?a magnetismo. Ya era un tirano. Pero Kyle no parec?a interesado en sus soldados. En cambio, ten?a sus ojos fijos en Samantha. Todos en la habitaci?n parec?an notar su inter?s por ella, y el rumor se calm? para presenciar el intercambio. "Entonces," le dijo Kyle. "Me ganaste la Espada. Pero tal como puedes ver, yo soy quien la esgrimo." "Por ahora," le sorraj? Samantha . Dejemos que lo crea, ella pens?. Porque en verdad, estaba segura que un d?a ya no le pertenecer?a. Quien estaba destinado a empu?ar la espada lo har?a y, en el fondo, ella sab?a que no era ?l. Kyle alz? sus cejas. "?Sabes por qu? te he mantenido con vida todo este tiempo", ?l le pregunt?. Samantha le devolvi? una mirada desafiante. No ten?a ning?n inter?s en entablar un di?logo con ?l. No quer?a saber nada de este nueva cofrad?a. Quer?a irse para estar lo m?s lejos posible de este lugar. Tan solo quer?a llevarse a Sam y partir. Si ?l se los permit?a. Pero Sam no estaba a la vista. Los soldados de Kyle lo hab?an capturado y ella no lo hab?a visto desde entonces. Samantha necesitaba mantener la calma hasta que pudiera averiguar d?nde estaba. Necesitaba comprar tiempo, declarar su lealtad a ?l si era necesario, hasta que ella y Sam pudieran escapar. "Todav?a no s? por qu? Rexius te envi? a ti a recuperar la espada y no a m?. Como ya todos sabemos, soy un mejor guerrero. Pero tengo que admitir que tienes algunas habilidades", dijo. "Pero esa no es toda la raz?n por lo que te he mantenido con vida. Rexius hab?a planeado castigarte. Por eso, supongo, ya no tienes ning?n motivo para seguirle siendo leal. Se avecina una guerra y necesito guerreros fuertes como t?. Si te sientes lista para jurarme lealtad, considerar? la posibilidad de mantenerte con vida." Samantha pens?. No ten?a problema con jurarle lealtad porque sab?a que muy pronto dejar?a todo esto. Pero, primero. necesitaba saber qu? hab?an hecho con Sam. " ?Qu? hicieron con el chico? " pregunt?. "?D?nde est??" Kyle sonri?. "Ah, cierto, el chico. Llegamos al coraz?n de lo que quiero hablar. No entiendo por qu? te has encari?ado tanto con este humano, violando nuestras reglas. Ya sabes que podr?a matarte s?lo por eso. Pero lo encuentro muy interesante y, de hecho, es una de las razones por las que te estoy dejando vivir. "Mira, Samantha, necesitas ser castigada. Cualquier vampiro que en alg?n momento fue fiel a Rexius y no a m?, tiene que ser castigado. Es parte del proceso de iniciaci?n a mi nuevo Ej?rcito. Aprender?s a obedecerme, obedecerme solo a m?. "En tu caso, encontr? la soluci?n perfecta: un acto que servir? tanto para poner a prueba tu lealtad hacia m? como para castigarte. Mis hombres te llevar?n con el muchacho, lo traer?s de regreso aqu? y, delante de todos, lo matar?s." El coraz?n de Samantha se desmoron? ante la idea. Eso era algo que nunca, nunca podr?a hacer. Se quitar?a antes su vida para no quitar la de Sam. Como de costumbre, Kyle estaba delirando. Y era cruel. S?, era el sucesor apropiado de Rexius. "Me voy a divertir observ?ndote mientras le quitas la vida", dijo Kyle, sonriendo con solo pensar en ello. "Como ves, considero que este chico es una carga. Viene de la misma hebra que su hermana y, por lo que s?, tienen una inmunidad que nos podr?an hacer da?o. No conf?o en ninguno de ellos. Por no mencionar que es un humano." Kyle estudi? el rostro de Samantha detenidamente. "Si lo haces, te recompensar? con rango, honor y prestigio. Habr? un lugar especial para ti en mi nueva cofrad?a. Esta ser? una guerra magn?fica, uno de las m?s bellas que nuestra raza haya visto jam?s. Y t? puedes ser uno de sus principales art?fices. "Pero si te niegas... ser?s torturada, lentamente, ser?s exiliada en un dolor eterno, y tu nombre ser? borrado por completo de la historia de nuestra cofrad?a." La habitaci?n se sumi? en un silencio sepulcral mientras Samantha pensaba. Su mente daba vueltas, tratando desesperadamente de encontrar una salida. "?Por qu?, simplemente, no lo matas t? mismo?"pregunt? finalmente. Kyle se ech? hacia atr?s y sonri? lentamente. "La mitad de la diversi?n estar? en observarte hacerlo", dijo. "Uno de mis pasatiempos favoritos es ver a la gente matar lo que considera muy valioso." OCHO Caitlin vol? y vol?. No ten?a idea a d?nde iba pero cualquier lugar a donde la llevara el viento le parec?a bien. Sent?a como si no tuviera a d?nde ir y no le quedara nada por qu? vivir. Su bien amado Caleb la hab?a traicionado y la ?nica persona que le importaba en el mundo, su hermano, Sam, probablemente tambi?n la hab?a traicionado. Despu?s de todo, Sam hab?a guiado a Samantha, hab?a guiado a todos esos vampiros mal?ficos, directamente hacia ella, a la Capilla del Rey. ?Quedaba alguien en el mundo en quien pudiera confiar? ?Era su destino que todo el que entraba en su vida acababa traicion?ndola? Caitlin vol? muy lejos sobre el r?o Hudson y mir? hacia la tierra que brillaba con la luz de la luna. El aire de la noche le rozaba la cara y el pelo y le enjugaba las l?grimas. Ahora, estaba muy lejos de la isla que era s?lo un punto en el horizonte. Ella vol? m?s y m?s lejos, desesperada por aclarar su cabeza. Se lanz? hacia bajo, a unos metros del agua y vol? muy cerca de la superficie, casi toc?ndola. Se sent?a bien estar tan cerca del agua. Una parte de ella deseaba zambullirse y sumergirse. Pero otra parte de ella, la parte nueva de vampiro, sab?a que ser?a in?til. Un vampiro no pod?a morir. Ni siquiera por ahogamiento. Mientras volaba, a su alrededor grupos de peces saltaban fuera del agua. Debieron sentir su presencia. ?Sintieron la sangre de vampiro? No bien Caitlin se elev? en el aire, su cabeza se empez? a aclarar nuevamente. Pens? en todo lo que hab?a sucedido. Los detalles ya se sent?an difusos. ?Era posible que hubiera agrandado la situaci?n? Ahora que lo pensaba, ?qu? hab?a hecho Caleb realmente? S?, Sera estaba all? y, por un lado, su presencia era inexcusable. Pero cuanto m?s pensaba en ello, m?s se daba cuenta de que no sab?a exactamente por qu? Sera estaba all? o c?mo hab?a llegado. A ciencia cierta, realmente no sab?a si Caleb la hab?a invitado. A ciencia cierta, no sab?a si los dos estaban de nuevo juntos. ?Era posible, remotamente posible, que hubiera otra explicaci?n? Tal vez, hab?a reaccionado demasiado r?pido. Siempre lo hac?a, nunca pod?a controlarse. Mientras Caitlin volaba a?n m?s alto, dio un amplio giro amplio de regreso en direcci?n a su isla. Sinti? que le atra?a volver all?, y una parte de ella se pregunt? incluso si podr?a regresar. Despu?s de todo, realmente, ?d?nde m?s podr?a ir? Mientras se dirig?a en esa direcci?n, sinti? que ten?a un nuevo prop?sito. Tal vez, debi? haberle dado a Caleb al menos una oportunidad para que se explicase. ?l le hab?a salvado la vida muchas veces. La hab?a cuidado todos estos d?as, la hab?a tra?do de regreso a la vida. Tal vez, todav?a la amaba. Tal vez... Caitlin ya no estaba tan segura. Pero cuanto m?s volaba, m?s se daba cuenta de que le deb?a a Caleb al menos una oportunidad, una oportunidad para explicarse. S?, se la dar?a. Y, despu?s, tomar?a una decisi?n. * Caleb estaba furioso. Una vez m?s, Sera llegaba a su vida ocasionando destrucci?n, dondequiera que fuera. No pod?a recordar, durante miles de a?os, cu?ntas veces le hab?a pedido que se mantuviera lejos de ?l, cu?ntas veces le hab?a dejado en claro que no sent?a nada por ella, que no la quer?a en su vida. Pero innumerables veces, en todos los momentos equivocados, se las arreglaba para aparecer. Era como si supiera, como si percibiera cada vez que estaba con alguien nuevo, cada vez que estaba con alguien que realmente le importaba. Y ella siempre aparec?a exactamente en el momento equivocado. Era la criatura m?s territorial y posesiva que jam?s hubiera conocido. Y ella hab?a infestado su vida durante miles de a?os. Esta vez, no pod?a aceptarlo. No se lo permitir?a. Ella hab?a arruinado sus relaciones demasiadas veces, y esta vez era ya m?s que demasiado. Caitlin le importaba m?s que cualquiera -sea vampiro o humano- con quien hubiera estado antes. Y Sera, como una polilla a una llama, debi? percibirlo. Esto debi? ser lo que la sac? de la clandestinidad y la impuls? a localizarlo. Ella ten?a una excusa -siempre ten?a una excusa. Ese era el problema con ella: nunca se la pod?a culpar un cien por ciento porque siempre se presentaba con alg?n mensaje urgente que siempre ten?a algo de legitimidad. En este caso, por supuesto, su cofrad?a estaba a punto de ser atacada. Kyle, ella hab?a dicho, hab?a regresado a la ciudad de Nueva York, con la espada, y era solo cuesti?n de d?as para que iniciara una guerra abierta de vampiros. Lleg? con un mensaje de su cofrad?a: quer?an que ?l volviese. Ellos perdonar?an sus antiguas transgresiones. Necesitaban todos los soldados con que pod?an contar en estos tiempos de guerra y Caleb era uno de los mejores. Entonces, por un lado, no pod?a molestarse tanto con ella como hubiera querido - lo que hac?a la situaci?n a?n m?s desesperante. Por el otro, sospechaba que ella hab?a estado esperando una situaci?n como ?sta para tener una excusa para inmiscuirse nuevamente en su vida. Aun as?, no ten?a ning?n derecho para dejar en Caitlin la impresi?n de que todav?a estaban juntos. En la terraza del castillo, donde aun permanec?an, Caleb estall? con el rostro encendido. "Sera", espet?. "?Por qu? tuviste que decir eso? ?Por qu? usaste esas palabras? ?No hay nada entre nosotros! Y, como bien t? sabes, no hay nada que no le haya dicho a Caitlin. Viniste para entregar un mensaje de nuestra cofrad?a. Eso es todo. Le diste la impresi?n de que le escond?a alg?n secreto, que t? y yo todav?a estamos juntos." Su ira no la disuadi?. En todo caso, ella parec?a disfrutarlo. Hab?a conseguido desordenar sus plumas y parec?a que eso era exactamente lo que hab?a buscado. Ella sonri? lentamente, dio un paso hacia ?l, puso una mano sobre su hombro. "?Pero no lo estamos?" pregunt? ella seductoramente. "En el fondo t? sabes que todav?a lo estamos. Esa es precisamente la raz?n porque te molesta tanto. Si no sintieras algo por m?, no te importar?a de ninguna manera." Caleb quit? la mano de Sera de su hombro. "Sabes que eso es un completo disparate. No hemos estado juntos desde hace cientos de a?os. Y nunca volveremos a estarlo. No s? cu?ntas veces necesito dec?rtelo," dijo Caleb exasperado. "Necesito que te quedes fuera de mi vida. Necesito que te alejes de m?. Y sobre todo de Caitlin. Te advierto: debes mantenerte alejada de ella." En un abrir y cerrar de ojos, el rostro de Sera se llen? de ira. "Esa ni?a pat?tica", le espet?. "El que ahora sea una de nosotros, no la coloca en una posici?n superior. Ella no tiene nada en mi contra. No entiendo c?mo puedes estar de su lado. Por no mencionar de que nuestra cofrad?a nunca sancion? que la convirtieras", dijo Sera, dando a Caleb una mirada oscura. Caleb sab?a qu? significaba eso. Era una amenaza. Ella le estaba advirtiendo que hab?a violado la ley. Podr?a ser castigado severamente por ello - y ella lo estaba amenazando con dec?rselo a los dem?s. "Tus amenazas no me asustan," dijo Caleb oscuramente. "Puedes decirles a todos lo que quieras. Yo mismo voy a enfrentar lo que ellos quieran decirme." "Me das asco" Sera espet?." Aqu? estamos en guerra, toda nuestra cofrad?a, nuestra familia est?n en riesgo. Y t?, ?qu? est?s haciendo? Est?s escondido aqu?, en una isla esperando que una ni?a pat?tica se recupere. Deber?as estar en casa, defendiendo a tu gente como el verdadero hombre que sol?as ser-" "Mi cofrad?a me expuls?", espet? Caleb", despu?s de cientos de a?os de leal servicio. No les debo nada. Est?n viviendo ahora exactamente lo que se merecen." Caleb exhal?. "Sin embargo, ellos s? me importan y, considerando la situaci?n, no voy a defraudarlos. Te dije que voy a volver, cuando sea el momento adecuado." "Dijiste que volver?as cuando ella se hubiera recuperado. Es evidente que ya est? bien. No tienes ninguna excusa. ?Debes volver ahora!" "Voy a cumplir con mi palabra, como siempre lo he hecho. Pero voy a ser muy claro en este punto: s?lo regreso para ayudar a salvar nuestra cofrad?a y a los humanos que podr?an ser sacrificados, y para recuperar la Espada. No abrigues ninguna falsa ilusi?n de que es por cualquier otra raz?n. Tan pronto como cumpla mi misi?n, me ir? de nuevo, esta vez para siempre y ser? la ?ltima vez que veas mi cara. No abrigues ninguna fantas?a que estamos juntos de nuevo. Porque no lo estamos." "Oh, Caleb," dijo, con una risita oscura, "puedes creer lo que quieras, pero t? sabes en el fondo que t? y yo hemos estado juntos por siempre, y que siempre vamos a estarlo. Cuanto m?s luches, m?s cerca estar?s de m?. S? lo mucho que me amas . Puedo sentirlo, todos los d?as." "Te est?s enga?ando", dijo Caleb. "Est?s cada vez peor." Конец ознакомительного фрагмента. Текст предоставлен ООО «ЛитРес». Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию (https://www.litres.ru/pages/biblio_book/?art=43691983&lfrom=688855901) на ЛитРес. Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.
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