Завьюжило... ЗапорошИло... Замело... Сорвавшись в тишину, дохнуло тайной... И разлились, соединясь, добро и зло, Любовь и смерть Над снежной и бескрайней Пустыней жизни... ... Впрочем, не новы Ни белые метели, ни пустыни, Непостижимое, извечное на "Вы" К бессрочным небесам в лиловой стыни: "Вы изливаетесь дождями из глубин, Скрываете снег

Deseo De Muerte - Series V?nculo De Sangre Libro 12

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Deseo De Muerte – Series V?nculo De Sangre Libro 12 Amy Blankenship Ren pens? que lo hab?a atrapado como a un peque?o ladr?n s?lo para hallar que escondido bajo capas de ropa de ni?o y suciedad era la tentadora m?s deseable que jam?s hab?a visto. Al darse cuenta de que hab?a sido estigmatizada con la marca de un demonio y parec?a tener deseos de morir, Ren decide r?pidamente que la ?nica manera de mantenerla viva es no dejarla fuera de su vista. Si los demonios eran lo suficientemente suicidas como para pensar que iban a rob?rsela, ?l les dar?a su propio deseo de morir. Table of Contents Cap?tulo 1 (#) Cap?tulo 2 (#) Cap?tulo 3 (#) Cap?tulo 4 (#) Cap?tulo 5 (#) Cap?tulo 6 (#) Cap?tulo 7 (#) Cap?tulo 8 (#) Cap?tulo 9 (#) Cap?tulo 10 (#) Cap?tulo 11 (#) Cap?tulo 12 (#) Cap?tulo 13 (#) Cap?tulo 14 (#) Cap?tulo 15 (#) Cap?tulo 16 (#) Cap?tulo 17 (#) Deseo de Muerte Series V?nculo de Sangre. Libro 12 Amy Blankenship, RK Melton Trandlated by Arturo Juan Rodr?guez Sevilla Copyright © 2013 Amy Blankenship Segunda Edici?n Publicada por Amy Blankenship Todos los derechos reservados. Cap?tulo 1 Ren mir? a la chica en sus brazos mientras atravesaba la sala de estar subterr?nea de Gypsy y pasaba por las cortinas de cuentas que rodeaban su dormitorio. Lo principal que atrajo su mirada fue la delgada capa de suciedad que hab?a manchado toda su cara como maquillaje para cubrir el hecho de que ten?a una tez lisa e inmaculada. Incapaz de detenerse, Ren dej? que su mirada se dirigiera lentamente hacia sus labios perfectos y luego hacia el abanico de sus largas y oscuras pesta?as donde se rozaban contra sus mejillas. Har?a falta algo m?s que suciedad y ropa holgada para ocultarle su suavidad y belleza. Pod?a sentir la gruesa tela que ella hab?a envuelto tan apretadamente alrededor de su pecho y eso le molestaba. No era de extra?ar que se hubiera desmayado as? arriba... ?l dudaba que ella pudiera incluso respirar correctamente con esas ataduras apretando sus pechos tan fuerte. Silenciosamente se pregunt? de qui?n hab?a sido la brillante idea de que ella se vistiera como un ni?o... Ojal? que no de ella. Ren se detuvo al lado de la cama y se inclin? sobre ella para colocar a Lacey en el colch?n blando. Fue su suerte que la chica eligiera ese momento exacto para salir de su desmayo muerto y despertar luchando contra ?l. Lo primero que Lacey not? fueron los fuertes brazos que la rodeaban tan posesivamente. Su cerebro se desboc? autom?ticamente cuando su mente paranoica pens? sinceramente que el peligroso demonio del que hab?a estado huyendo durante las ?ltimas dos semanas finalmente la hab?a alcanzado. Si esto era su fin, entonces se iba a hundir sin pelear. Antes de que la oscuridad tuviera la oportunidad de despejarse de su visi?n, empez? a pegarle pu?etazos al monstruo que la sosten?a. "?Su?ltame, bastardo de coraz?n negro!" Grit? Lacey, y comenz? a patear sus pies para desequilibrar al demonio. Cogido desprevenido por su r?pido despertar, Ren le arrebat? sus gafas de sol al aire, donde ella se las hab?a arreglado para quit?rselas de la cara porque sus manos estaban llenas de ella. R?pidamente se frustr?, apret? los dientes y la dej? caer sin gracia sobre el colch?n. No se molest? en volver a ponerse las gafas todav?a; Ren se par? a toda su altura y observ? como ella rebot? una vez y de alguna manera se las arregl? para doblar sus rodillas debajo de ella en el aire para que ella aterrizara sobre ellas. El movimiento era r?pido para un humano... Muy impresionante. Lacey parpade? y sinti? un abrumador alivio cuando finalmente su visi?n se despeg? y se dio cuenta de que s?lo era la mano pesada de Gypsy: “quiero mecerte como guardaespaldas”. Sin embargo, frunci? el ce?o cuando su mirada se vio atra?da por sus extra?os ojos. Le llev? menos de un latido decidir que el color de sus lirios le recordaba al mercurio puro con el toque del azul hielo en los bordes. Curiosamente aumentaron su atractivo sexual ya que estaba absolutamente segura de que ?l no estaba ciego. - "Oh, eres t?", murmur? agradecida y luego se encogi? mentalmente cuando ?l le levant? una elegante ceja inquisitivamente. - "?Qui?n cre?as que era... El hombre del saco?" Pregunt? Ren mientras se pon?a sus gafas de sol oscuras. Todav?a estaba un poco asombrado de que ella lo hubiera mirado a los ojos y no se hubiera asustado ni se hubiera estremecido de miedo. Lacey lo mir? fijamente y se oblig? a empujar fuera de su mente la imagen de miedo del viejo demonio y sus subordinados. Se cruz? los brazos sobre el pecho y dijo con todo el sarcasmo que pudo, con el coraz?n todav?a acelerado a una milla por minuto: "No, no eres un hombre del saco... S?lo un asqueroso que parece que no me quita las manos de encima". Ren medio sonri?; y medio la mir?, y respondi? con igual sarcasmo: "Ya quisieras". - "?Ojal??" Lacey exigi? y se levant? para arrodillarse en el colch?n. Ella enderez? los brazos a los costados y levant? los pu?os mientras luchaba contra el ligero miedo que a?n le persegu?a por la columna vertebral. No tuvo tiempo para esto. Si no sal?a de aqu?, hab?a una posibilidad de que fuera demasiado tarde para irse y estaba buscando directamente la raz?n del retraso. - "S?... Ya quisieras", repiti? Ren pregunt?ndose c?mo una chica tan atrevida pod?a lucir tan linda vestida de ni?o. - "Te dir? lo que deseo... Desear?a que me dejaras conseguir lo que vine a buscar para poder seguir mi peque?o y alegre camino," ella le devolvi? levantando la barbilla. - "Hablando de eso... ?Exactamente qu? intentabas robar y para qui?n lo estabas robando?" Pregunt? Ren mientras se inclinaba un poco m?s cerca de ella para intimidarla y responder a la ?nica pregunta que estaba royendo un agujero en su cerebro. No le gustaba la idea de que ella se pusiera en peligro a s? misma trabajando con demonios y se resisti? al impulso de hacerla entrar en raz?n. A pesar de que ella no pod?a ver sus ojos debido a las gafas de sol, Lacey pod?a sentir su mirada plateada nivelada sobre ella y tuvo que suprimir un escalofr?o. Manteniendo su mirada cautelosa sobre ?l, ella corri? hacia atr?s para poner la cama entre ellos s?lo para parpadear sorprendida cuando ?l desapareci? repentinamente de la vista. No pod?a controlar el grito asustado que se le escap? cuando sinti? que las dos manos se agarraban de sus hombros justo cuando su mano izquierda se encontraba con el aire en lugar de la superficie plana del colch?n. Si ?l no se hubiera movido tan r?pido, ella se habr?a ca?do de la cama al suelo. - "?Qu? tal quedarte quieta por un maldito minuto?", dijo Ren un poco m?s duramente de lo que hab?a pensado, pero esta chica iba a tener que relajarse antes de lastimarse. La respiraci?n de Lacey se aceler? y su mirada corri? por toda la habitaci?n en busca de alg?n tipo de arma. Para su alivio, se dio cuenta de que unos cuantas decoraban las paredes y mentalmente sonre?a ante la habilidad de su abuelo para pensar en el futuro. L?stima que todav?a estaban fuera de su alcance. El hombre que sosten?a sus hombros se hab?a movido demasiado r?pido para ser humano... Lo que significaba que era un demonio. Si ese era el caso, ?entonces qu? demonios hac?a un demonio dentro del refugio secreto antibombas de su abuelo y por qu? estaba sola con ?l? Poco a poco parpade? y todos los pensamientos de contraatacar la dejaron cuando el recuerdo la golpe? en la cara... Con fuerza. El abuelo estaba muerto. Un sonido junto a la puerta le hizo levantar la mirada y vio a Gypsy y al otro tipo que hab?a derribado la puerta principal de la tienda entrar en el dormitorio. Los hombros de Gypsy se desplomaron cuando la expresi?n de Lacey lentamente pas? de la tristeza a la acusaci?n mientras se miraban el uno al otro desde el otro lado de la habitaci?n. - "?Puedes sacarlos de aqu? y darme un momento para pensar con claridad?" Lacey exigi? enojada mientras luchaba contra las l?grimas que le hab?an provocado los pensamientos de no volver a ver a su abuelo. "Ren me dispar? deseando que hubiera un demonio cerca que pudiera leer la mente para poder obtener ese poder. Dar?a el rescate de un rey por saber lo que esta chica est? pensando ahora mismo. Lo ?ltimo que necesitaba era que ella tuviera tiempo suficiente para inventar una historia de portada antes de que pudiera sacarle la verdad”. - "Ren, por favor... ?Pod?is t? y Nick darnos algo de privacidad a las chicas?" pregunt? Gypsy suavemente, sintiendo pena por Lacey. Ella ya hab?a lidiado con su propio dolor por la muerte de su abuelo... Pero aqu? Lacey acababa de enterarse. Ren mir? fijamente a Gypsy por un momento antes de volver a mirar a la chica a la que todav?a ten?a agarrada. Al apretar, se inclin? hacia adelante hasta que sus labios estaban a unos cent?metros de su oreja, "No estar? lejos." Ahora Lacey naci? en la noche, pero ella no hab?a nacido la noche anterior y entend?a perfectamente la amenaza subyacente del hombre en sus palabras Gypsy suspir? y agit? la cabeza antes de sacar a ambos hombres de su habitaci?n. "Adelante, creo que puedo manejarlo desde aqu?." Se quit? un mech?n de pelo oscuro de los ojos cuando salieron del ?rea de dormir pero se detuvo justo dentro de su sala de estar para darse la vuelta y mirarla. Frunciendo el ce?o, se acerc? tranquilamente a la puerta del refugio antia?reo y se?al?. "Sin ofender a ninguno de ustedes, pero no he visto a mi prima en m?s de un a?o y creo que tiene tantas preguntas como ustedes... As? fuera." Nick puso una mano en el hombro de Ren y lo empuj? suavemente hacia la puerta. R?pidamente quit? su mano cuando Ren se encogi? de hombros y sali? corriendo de la habitaci?n que ten?a ante ?l. Antes de seguirlo, Nick gir? la cabeza y sonri? tranquilizadoramente a Gypsy. "Estaremos afuera si necesitas algo. T?mate tu tiempo". Ren se dio la vuelta para contradecir la concesi?n del tiempo, pero las palabras murieron en sus labios cuando vio que Lacey estaba ahora justo detr?s de Gypsy con una sonrisa engre?da en su cara como si se hubiera salido con la suya en todo. El peque?o mocoso estaba exasperado y a punto de cabrearlo... As? que decidi? jugar su jueguito. Inclinando su cabeza hacia abajo para que ella pudiera ver la plata de sus ojos, Ren devolvi? la sonrisa con una m?s oscura de la suya propia haciendo que su expresi?n se deslizase un poco. Lacey no pod?a creer que este tipo le sonriera como si supiera algo que ella no sab?a. Bueno, al diablo con eso. En represalia, extendi? la mano y colg? la puerta del refugio antia?reo lo suficientemente cerrada como para que hiciera un ruido muy fuerte en un segundo antes de cerrarla con llave. - “Tomemos como ejemplo tu sexy rechazo de los ochenta", se enfureci? mentalmente, extra?ando por completo el hecho de que acababa de darle un cumplido y un insulto en la misma frase. "Ren tron? y cogi? el volante para abrirlo, pero Nick r?pidamente apart? la mano”. - "Oh vamos, dudo que sea peligrosa", Nick se ofreci? a hacer que Ren se calmara. "En caso de que no lo hayas notado, ella est? medio asustada ahora mismo, no planeando apoderarse del mundo. Adem?s, s?lo hay una salida de ese refugio antia?reo y estamos aqu? frente a ?l. Cr?eme... Es s?lo una chica y no una amenaza". - "?Vete a la mierda!" Ren enloqueci? de exasperaci?n. "Si es tan inocente, ?por qu? se viste como un ni?o y trata de entrar en la tienda de su abuelo en medio de la noche? Oh, y no olvidemos el hecho de que fue directamente a una b?veda oculta que hasta ayer conten?a un mont?n de artefactos muy poderosos que cualquier demonio le dar?a a su Hoja del Demonio para ponerle las manos encima. Adivina qui?n es Robin", finaliz? con gallard?a. Nick sonri? y sacudi? lentamente su cabeza, "Oh no... Soy Batman." - "Lo que sea... Robin", dijo Ren mientras pon?a la palma de su mano contra la puerta y cerraba los ojos para concentrarse. Frunci? el ce?o cuando los pensamientos de Nick, que no eran muy agradables, sonaron de repente a trav?s de su mente alto y claro. Ren no pudo evitarlo y comenz? a despotricar silenciosamente contra el poder de lectura de la mente que le hab?a fallado hace un momento cuando le habr?a sido ?til. Dondequiera que estuviera ese demonio lector de mentes... Necesitaba quedarse quieto. Gypsy suspir? ante la terquedad de Lacey y se dio la vuelta para enfrentarse a su prima. No se molest? en decirle que ambos hombres sab?an c?mo abrir la puerta que acababa de cerrarles en la cara. Si segu?a antagonizando a Ren, lo descubrir?a muy pronto... Gypsy estaba seguro de eso. - "Lo que en el mundo..." Gypsy s?lo comenz? a cerrar la boca cuando Lacey de repente se toc? los labios con las puntas de los dedos e hizo un sonido de silbido. - "?D?nde est? nuestro cristal?", susurr? apenas Lacey antes de empezar a caminar por la habitaci?n mirando la gran cantidad de cristales que Gypsy ten?a en exhibici?n personal. Gypsy sonri? al darse cuenta de lo que Lacey estaba buscando y se acerc? al escritorio de su computadora, alcanzando el brillante cristal de cuarzo rub? que estaba all?. De ni?os, a menudo usaban el cristal de la privacidad para contarse los secretos que no quer?an que nadie m?s escuchara... Especialmente los adultos. El cristal en s? mismo hab?a sido su secreto y se lo hab?a dado su abuelo para que lo compartieran. A medida que crec?an, el cristal se apartaba porque no le serv?a de nada. Gypsy no sab?a por qu? el cristal segu?a con ella en lugar de seguir adelante como sol?an hacer los cristales... Tal vez ahora obtendr?a su respuesta. Ren mantuvo su mano presionada contra la puerta tratando de escuchar a trav?s del grueso acero. Sus ojos se entrecerraron cuando la voz de Gypsy se cort? repentinamente a mitad de la frase. Nick estaba parado a su lado con la oreja presionada contra el fr?o acero. Estaba teniendo un poco de problemas pero todav?a pod?a o?r las mismas cosas que Ren. Ren frunci? el ce?o cuando escuch? a Lacey preguntarle a Gypsy sobre un cristal justo antes de que la habitaci?n se quedara en silencio, excepto por el sonido de sus pasos. - "?Qu? tiene que ver un cristal?" pregunt? Nick. Ren le lanz? una mirada que b?sicamente le dec?a que guardara silencio antes de cerrar los ojos y volver a concentrarse. Gypsy y Lacey se sentaron en el sof? una frente a la otra con Gypsy sosteniendo el cristal en su mano. Lacey puso su mano en la de Gypsy, atrapando el cristal entre las palmas de sus manos antes de soltar un fuerte suspiro. - "Cu?ntame todo lo que me he perdido desde que me fui", dijo Lacey en voz baja. Ren se estaba frustrando, esforz?ndose por escuchar mientras intentaba ampliar el alcance de sus s?cubos. S?lo fragmentos de su conversaci?n se filtraban ahora, como una mala recepci?n de radio y de repente se dio cuenta de que estaba siendo bloqueado por alg?n tipo de magia. El aire que le rodeaba adquiri? un poco de poder y su ce?o fruncido se hizo m?s profundo justo antes de burlarse de la puerta. Nick se inclin? hacia atr?s, confundido: "Ya no oigo nada". - "Parece que Gypsy tiene algo ah? que puede proteger una conversaci?n personal," - dijo Ren, y sus labios se adelgazaron en agitaci?n. "Est?n usando magia para que no los oigamos." Nick se enfad? con el gran Ren siendo superado tan f?cilmente, "?Quieres decir que t?, con todo tu poder, no puedes romperlo?" La mand?bula de Ren se flexion? mientras tiraba del poder del cristal y estiraba el escudo hasta donde estaba dentro de su barrera. "Yo no he dicho eso. Har? falta algo m?s que el juego tonto de una ni?a y un truco de sal?n para mantenerme alejado". Se acerc? un poco m?s a la puerta y mir? a Nick con una sonrisa traviesa, "?Quieres o?r lo que dicen?" - "Qu?, crees que soy est?pido... Por supuesto que lo soy", contest? Nick con una astuta sonrisa. No estaba por encima de escuchar a escondidas cuando le conven?a. De hecho, normalmente era un profesional en eso. Ren le hizo un gesto y puso una mano sobre el hombro del jaguar, apretando un poco demasiado fuerte s?lo por diversi?n. Nick se encogi? de hombros ante el fuerte agarre, pero lo ignor? cuando sus cejas se elevaron hasta la l?nea del cabello, cuando de repente escuch? las voces de las mujeres con la misma claridad que si estuviera en la misma habitaci?n que ellas. - "Bonito", susurr? a rega?adientes. Gypsy se sent? con las piernas cruzadas en el sof? mientras le contaba a Lacey todo lo que hab?a pasado, comenzando con la muerte del abuelo. No hab?a tomado tanto tiempo como ella pens? para contar la historia y en realidad se inclin? un poco hacia adelante cuando comenz? a contarle a Lacey sobre Nick, Ren y todo el l?o con Samuel. Se sonroj? cuando admiti? que hab?a estado enamorada de Nick durante a?os. Al otro lado de la puerta, Nick respir? profundamente satisfecho al escuchar la confesi?n de Gypsy y mir? hacia Ren para ver c?mo lo estaba tomando. Fue un poco decepcionante encontrar al otro hombre despreocupado. - "C?llate", Ren frunci? el ce?o deseando que Nick dejara de pensar tan fuerte en ?l. Nick ten?a muchas ganas de re?rse, pero tambi?n quer?a o?r lo que pasaba dentro de la habitaci?n. Para cuando Gypsy termin? de alcanzarla, Lacey se estaba frotando la sien con su mano libre y su cara estaba frunciendo el ce?o como si tuviera un fuerte dolor de cabeza. - "?Todo eso y sigues viva?" Y aqu? el abuelo pens? que me hab?a dado el trabajo peligroso. ?Hay algo m?s que deba saber?" pregunt? Lacey cruzando los dedos, no hab?a nada m?s que contar. Gypsy lo pens? por un momento y luego sacudi? lentamente su cabeza, "No, creo que eso cubre todas las cosas importantes." - "Es una maravilla que el brebaje de la bruja siga en pie", susurr? Lacey y apret? con m?s fuerza la mano de su prima antes de mencionarlo entre ellos. "Y trataste de dispararle a un demonio con una bala de madera", sacudi? la cabeza con asombro y simpat?a. Valientes y tontos parec?an tener algo en com?n. "Estoy tan contenta de que este Michael tuviera el poder de curarte. Habr?a muerto si hubiera vuelto a casa y me hubiera dado cuenta de que t? y el abuelo... Se hab?an ido". - "Estoy bien y ahora est?s en casa. Te quedas... ?Verdad?" pregunt? Gypsy dejando que la esperanza brillara en sus ojos. Lacey comenz? a decir que no, pero se detuvo, mordi?ndose el labio inferior mientras trataba de entender algo que su prima le hab?a dicho. Levantando la barbilla, fij? su mirada con la pregunta de Gypsy si acababa de encontrar la red de seguridad que hab?a estado buscando. Si eso imped?a que los demonios la encontraran por un tiempo m?s, entonces no se iba a quejar. - "Espera un segundo... ?Hablabas en serio cuando dijiste que los demonios no pueden entrar en este edificio sin tu permiso?" pregunt? sabiendo cuando algo sonaba demasiado bueno para ser verdad... Normalmente lo era. - "Es verdad", confirm? Gypsy con entusiasmo. "Incluso probamos el hechizo para asegurarnos de que funcionara, y bueno... Funciona brillantemente." Trat? de no sonre?r mientras recordaba que Nick y Ren hab?an sido succionados de la tienda. - "Ahora que es la cosa m?s dulce que he o?do en hmmm... Alrededor de un a?o", dijo Lacey sinceramente y sinti? algo de la tensi?n de sus hombros y espalda. Quiz?s si se quedaba, podr?a ganar un poco m?s de tiempo antes de enfrentarse a la parca. "?Y dices que este fue uno de los hechizos que ha estado en la caja fuerte todo este tiempo?" Silenciosamente se pregunt? si hab?a venido del mismo libro de hechizos que ella sab?a que conten?a el hechizo para contrarrestar el poder de la marca del demonio que ahora llevaba. La forma en que ella lo entend?a... Al lanzar un hechizo de distorsi?n sobre su marca demon?aca, ser?a casi imposible seguirla. No quitaba la marca, pero era la mejor cosa siguiente. Necesitaba averiguar a d?nde se hab?an llevado ese libro. Su siguiente paso ser?a localizar el aquelarre de brujas m?s poderoso de la ciudad y convencerlos de que la ayuden a realizar el hechizo. El problema era... Que alguien hab?a movido el maldito libro. Gypsy inclin? la cabeza hacia un lado preocupada cuando el alivio en los ojos de Lacey se desvaneci? para preocuparse. "Lacey, ?d?nde has estado el ?ltimo a?o? ?Qu? pas? para que no volvieras a casa?" Cuando Lacey no respondi? de inmediato, Gypsy baj? la mirada hasta donde sus manos a?n estaban juntas alrededor del cristal. "Debes saber que el abuelo estaba muy preocupado cuando desapareciste. Trat? de ocult?rmelo, pero t? te mantuviste alejada por tanto tiempo que finalmente se convenci? de que nunca volver?as... Que algo terrible te hab?a sucedido". Lacey hizo una peque?a mueca sabiendo que el abuelo era el ?ltimo responsable del l?o en el que estaba metida. Todo esto fue culpa de ella. Siempre hab?an mantenido a Gypsy fuera del c?rculo, pero ahora que el abuelo se hab?a ido, no parec?a que hubiera nada que la detuviera de contar al menos parte de la historia. Adem?s, cuando su pasado la alcanzaba, entonces por lo menos Gypsy sab?a lo que realmente le pasaba, y tal vez hasta pon?a un marcador de tumba al lado del abuelo en la memoria. Se sinti? tranquila mientras decid?a dejar entrar a su prima en las actividades extracurriculares de la familia. - "El abuelo siempre te enviaba a las subastas y a lugares seguros para conseguir los artefactos que quer?a para su colecci?n o que necesitaba para apaciguar a su clientela. Ese era tu trabajo y lo hac?as muy bien". Sonri? cari?osamente a su prima antes de a?adir: "Pero yo... Yo era buena en algo completamente diferente." - "?Ad?nde quieres llegar?" pregunt? Gypsy frunciendo el ce?o. Ten?a la sospecha de que no le iba a gustar lo que fuera que Lacey estaba a punto de decirle. Lacey se encogi? de hombros como si no fuera para tanto: "El abuelo te envi? despu?s las cosas que estaban disponibles y f?ciles de conseguir... S?lo haz unos cuantos tratos en secreto, con la ayuda de un negocio muy buscado o un enorme fajo de dinero en efectivo. Me envi? tras las cosas que no eran tan... F?ciles de conseguir." - "?Como qu??" pregunt? Gypsy. - "Como las cosas de las que la gente no quer?a desprenderse", le coment? Lacey y vio c?mo se le ca?a la mand?bula a su prima. Cap?tulo 2 - "?Te envi? a robar cosas?" La voz de Gypsy se elev? desconcertada. "No puedo creer que el abuelo te animara a hacer algo tan peligroso". - "?C?mo crees que se meti? en este negocio en primer lugar?" pregunt? Lacey con una ligera sonrisa. - "S?lo he o?do rumores", susurr? Gypsy m?s que un poco sorprendida por la confesi?n. Algunas de las personas de m?s alto rango en las subastas clandestinas han estado lanzando sus sugerencias durante los ?ltimos dos a?os. S?lo hab?a asentido educadamente y sonre?do, y luego blanqueado los rumores de su mente sin querer pensar demasiado en ellos. Ella suspir? mientras admit?a: "Me encog? de hombros pensando que se estaban metiendo conmigo porque a menudo nos apoder?bamos de cosas que los dem?s quer?an mucho". - "Ten?an todo el derecho a estar celosos. El abuelo era un notorio ladr?n de gatos en la flor de la vida y pudo conseguir muchas cosas valiosas durante esos a?os", confirm? Lacey con orgullo en su voz. - "Su especialidad eran los objetos sobrenaturales... Viejos libros de hechizos, diarios, pinturas y varios objetos m?gicos. Los rumores clandestinos dicen que en realidad encontr? el Santo Grial y se lo escondi? al hombre que lo contrat? para encontrarlo. Dudo seriamente que lo hiciera, pero eso s?lo a?ade al mito que rodea al abuelo". Gypsy frunci? el ce?o: "?C?mo se mantuvo vivo todos estos a?os persiguiendo cosas tan peligrosas?" Lacey se encogi? de hombros, "?Qui?n sabe? El abuelo se hizo muchos enemigos antes de retirarse de su pasatiempo favorito. Nadie pod?a probar que era ?l porque hab?a dominado el arte del robo. Una de las primeras cosas que rob? fue un dispositivo de camuflaje que lo hizo completamente indetectable. Su escudo contra la mayor?a de los enemigos que sospechaban de ?l era el hecho de que muchas de las cosas que pensaban que podr?a haber robado eran lo suficientemente poderosas como para ser usadas contra ellos si tomaban represalias". - "Un dispositivo de camuflaje", repiti? Gypsy con los ojos muy abiertos. "?Como la capa de invisibilidad de Harry Potter?" - "No lo s?... Nunca llegu? a verlo porque desapareci? antes de que naci?ramos", contest? Lacey. "Supongo que alguien m?s era mejor ladr?n que el abuelo." - "No es de extra?ar que lo que queda de nuestra familia se mudara de la ciudad y nos advirtiera sobre salir con el abuelo. Cre? que era porque supon?an que estaba loco por creer en lo sobrenatural y dirigir una tienda como ?sta". Gypsy agit? la cabeza recordando todas las veces que lo defendi?. Pero a?n as? no se arrepinti?. Ella lo hab?a amado y eso era todo lo que le importaba. - "Oh no", Lacey la contradijo. "La familia no tiene ni idea. ?l lo quer?a as?. Siempre actuaba extra?o a su alrededor a prop?sito... para que lo tildaran de marginado y se mantuvieran alejados. No quer?a poner a ninguno de ellos en peligro si alguien iba tras ?l". Los labios de Lacey insinuaban un ce?o fruncido mientras pensaba en la primera vez que se mud? con el abuelo... Justo aqu? en esta tienda. Cuando ten?a nueve a?os, sus padres murieron en un extra?o accidente y su abuelo apareci? para reclamarla en cuesti?n de horas. No ten?a forma de saber si el accidente fue realmente un accidente o no y le hab?a confesado esa preocupaci?n secreta despu?s de que ella supiera la verdad sobre ?l. Era la teor?a de que sus padres podr?an haber sido asesinados por alguna baratija paranormal lo que finalmente la hizo querer vengarse de cualquiera que llevara objetos sobrenaturales con la esperanza de que se encontrara con el que los hab?a matado. Sin embargo, nunca hab?a aparecido nada y r?pidamente se hab?a vuelto adicta a la emoci?n del trabajo. Eso... Y el dinero tampoco estaba mal. - "Fue idea m?a seguir sus pasos y ?l se opuso desde el principio", record?. "Pero despu?s de un tiempo, lo agot? saliendo y robando por mi cuenta. Me asegur? de que me pillara haci?ndolo para que no tuviera m?s remedio que ense?arme a entrar y salir sin ser detectada. No fue idea suya, pero no le dej? otra opci?n. O me dejaba hacerlo sola y me mataban, o me ense?aba todos sus trucos y esperanzas". - "Ya veo", Gypsy agit? la cabeza hacia su taimada prima y casi sinti? l?stima por su abuelo. "El pobre abuelo no tuvo oportunidad". - "S?, bueno... Me sobrepas? con este ?ltimo trabajo", confes? Lacey. "Fue mi culpa y el abuelo no deber?a haberse culpado a s? mismo. Sab?a que yo era testaruda y que hab?a hecho lo mejor que pod?a". - "Oh, no", susurr? Gypsy haciendo una cara. "Te fuiste por m?s de un a?o. ?Qu? te pas? exactamente?" Alarg? la mano y toc? la mejilla de Lacey con la almohadilla de su pulgar, limpiando una mancha de la suciedad que hab?a all?. "?Es por eso que te vistes como un chico sucio y andas a escondidas?" ?Est?s huyendo de algo... O de alguien?" - "Me temo que un poco de ambos. Ni siquiera deber?a estar aqu? ahora y cuanto menos sepas de lo que est? pasando, mejor". Ella mir? hacia la puerta sabiendo que deb?a seguir el ejemplo de su abuelo y proteger a la familia manteniendo las distancias. "Se supon?a que iba a entrar y salir de aqu? sin que nadie se diera cuenta, pero tu perro guardi?n tuvo que ir y arruinarlo todo." Gypsy not? que Lacey empezaba a moverse y la manera en que miraba hacia la puerta como si quisiera irse. No queriendo que se fuera, Gypsy r?pidamente dijo: "Hay una cl?usula en el testamento del abuelo sobre ti... Nunca se dio por vencido de que volvieras a casa." Lacey sonri? cari?osamente: "?l siempre nos cuid?". Gypsy asinti? sinceramente: "S?, lo hizo y por eso te dej? la mitad de la tienda en su testamento. El brebaje de la bruja es mitad tuyo y mitad m?o. Aunque no estabas, hice que arreglaran la escritura como el abuelo quer?a. Ahora somos socios y podemos dirigir este lugar juntos si te quedas". - "No lo s?", susurr? Lacey. Sus d?as estaban contados. Incluso si ella hubiera conseguido el libro de hechizos y da?ado la marca del demonio... Ellos eventualmente la alcanzar?an y ese ser?a el final. Empez? a separar su mano de la de Gypsy, pero su prima se mantuvo firme. "No sabes lo que est?s pidiendo. Si me quedo... Podr?a ser peligroso para los dos... No s?lo para m?". "Ahora tengo amigos muy poderosos y pueden ayudarte... A mantenerte a salvo de quien sea o lo que sea que te asuste tanto", dijo Gypsy alzando la barbilla. "Despu?s de lo que ha estado pasando aqu?... Soy un poco m?s dura de lo que recuerdas y puedo manejarlo." Lacey cerr? los ojos y respir? hondo. La tienda que siempre hab?a amado era la mitad de la suya... Dios bendiga el alma del abuelo. Siempre hab?a dicho que ella le recordaba a ?l cuando era m?s joven y que finalmente se enorgullec?a de ello en lugar de pensar que era algo malo. Por supuesto, tambi?n pod?a recordar sus largas conferencias sobre c?mo conseguir que la mataran. S?... Si pudiera verla ahora, las primeras palabras que saldr?an de su boca ser?an que te lo dije. Gypsy se dio cuenta de que estaba ganando y a?adi?: "Hasta puedes decirme lo que quer?as de la caja fuerte y le pedir? a Ren que te lo devuelva si te ayuda a sentirte m?s seguro". Hab?a estado tan sola desde que Lacey desapareci? y el abuelo falleci?. Estaba convencida de que Lacey estaba muerta e incluso la hab?a llorado. Verla aqu? ahora... Lo ?ltimo que quer?a era perderla de nuevo. La mente de Lacey iba a una milla por minuto. Ten?a tantas ganas de quedarse, ?pero se atrevi? a subestimar a los demonios que la persegu?an bajando la guardia? Encima de todo, una de las amigas de Gypsy era un demonio... O una sobrehumana, o algo as? y se puso un poco nerviosa. Fue entonces cuando algo que la gitana hab?a dicho la hizo pensar y una astuta sonrisa se extendi? por sus labios. "Gypsy -comenz? pensativa-, dijiste que el hechizo que tienes en la tienda... Que s?lo el due?o puede invitar a la gente a entrar... ?Cierto? Soy medio due?a de la tienda, as? que si le digo a alguien que se vaya... ?Tendr? que irse?" - "As? es, puedes decir qui?n puede entrar y qui?n no si no es cien por ciento humano", confirm? Gypsy con un r?pido asentimiento con la cabeza y luego jade? cuando Lacey se inclin? repentinamente hacia adelante y le dio un fuerte abrazo. - "Eso significa que puedo decirle a cualquiera que me moleste que me vaya, incluyendo a tu imponente guardaespaldas", dijo Lacey con una sonrisa, sinti?ndose nerviosa ahora que se convenci? de que lo m?s inteligente que pod?a hacer era quedarse aqu? donde ten?a un escudo de demonios a su alrededor. Quiz?s se convertir?a en una reclusa, o al menos se dar?a cuenta cuando fuera el momento de enfrentarse a sus demonios. - "Oh, por favor, no desalojen a los ni?os", dijo Gypsy y se ech? para atr?s casi ri?ndose de la decepcionada mueca en la cara de Lacey. "Si no fuera por Ren y Nick, estar?a muerto o ser?a esclavo de un demonio y no tendr?as una tienda a la que volver. Les debo la vida a los dos. Y por lo que respecta a Ren, no puedes usar el hechizo que ?l ayud? a poner en este lugar en su contra". Ella escondi? una sonrisa culpable sabiendo que ya lo hab?a hecho una vez en nombre de probar el hechizo. Lacey casi puso los ojos en blanco pero asinti? para que su prima supiera que se comportar?a... Lo mejor que pod?a de todos modos. "?Puedes al menos guardar mi secreto? Cuanta menos gente sepa lo que he estado haciendo, mejor. Para ser honesta, ni siquiera deber?a hab?rtelo dicho. Adem?s, prefiero llevarme bien con tu har?n que pelear con ellos". Gypsy estaba a punto de responder cuando oyeron la gran rueda en la puerta girar, haciendo que ambas chicas saltaran sorprendidas. Ella suspir? pesadamente sabiendo que los chicos hab?an decidido que hab?an esperado lo suficiente, o que hab?an escuchado todo... Ella preferir?a que fuera lo primero. Las ni?as observaron cansadas c?mo la gruesa puerta de acero se abr?a y Ren entr?, seguido por Nick. Ren no parec?a nada contento, mientras que Nick ten?a una expresi?n comprensiva en su tranquila cara. - "Me temo que es un poco tarde para secretos", dijo Ren satisfecho. "Ya lo hemos o?do todo." Lacey lo mir? fijamente sabiendo que s?lo hab?an o?do lo que le acababa de decir a Gypsy y... Eso era s?lo la punta del iceberg. Si realmente lo supieran todo, ya la habr?an tirado por la puerta y la habr?an cerrado con llave. Nick se dio cuenta de la intensa mirada que Ren le estaba dando a Lacey y se pregunt? si el idiota le iba a pegar a la chica por ser el ladr?n del que originalmente la hab?a acusado. En lo m?s profundo de su mente, esperaba que Ren hiciera algo est?pido para que las chicas pudieran ponerlo en su trasero. Decidido a esperar y ver qu? pasaba, Nick se acerc? para pararse cerca del sof? donde estaba Gypsy y ver el espect?culo. Sabiendo que estaban atrapados, Gypsy r?pidamente apart? su mano del cristal y se encogi? cuando Ren la mir? fijamente con una expresi?n de decepci?n. No entend?a por qu?, pero ser atrapada por Ren la hac?a sentir como una ni?a y frunci? el ce?o, corriendo por el coj?n para acercarse a Nick. - "En circunstancias normales, un cristal de privacidad podr?a haber funcionado con tu abuelo y tus otros parientes... Pero no soy humano", les inform? Ren a ambos, pero sus palabras eran para Lacey. "Y despu?s de lo que acabo de o?r, creo que guardar secretos no es la mejor idea... de hecho, es una muy mala idea y t?", a?adi? clavando a Lacey con una dura mirada, "no contaste casi la mitad de la historia". Lacey apret? sus labios y le dio su mirada m?s desafiante, "Nadie te pidi? que escucharas a escondidas." De repente, Ren se ergu?a sobre Lacey, mir?ndola fijamente con sus intensos ojos plateados y sus gafas de sol en su pu?o. C?mo se atreve a llamarlo peque?o, era el doble de grande que ella. Gypsy salt? y r?pidamente se puso detr?s de Nick cuando Ren golpe? ambas palmas contra la parte trasera del sof?, enjaulando a Lacey contra los cojines. - "Empieza a hablar", orden? Ren con voz ?spera esperando que la intimidaci?n fuera la clave para conseguir los detalles que quer?a. Ahora que Gypsy estaba detr?s de ?l y no pod?a ver su expresi?n, los labios de Nick se extendieron en una amplia sonrisa. Dio un paso atr?s, acercando mucho m?s su cuerpo al de ella, haci?ndole saber en silencio que la proteger?a del gran mal fuera de control de Ren. No fue su culpa que Ren lo hiciera parecer un buen tipo. Lacey mir? a Ren con igual ferocidad y sac? algo de su bolsillo, palme?ndolo sin que nadie se diera cuenta. Sintiendo el metal caliente y delgado contra su piel, sorprendi? a todos cuando golpe? la palma de su mano contra el pecho de Ren y f?cilmente lo empuj? lejos de ella. - "Retrocede", insisti? con calma. Ren sinti? que algo le picaba la piel a trav?s de la camisa y, de hecho, dio un paso atr?s a rega?adientes. Sus labios se adelgazaron sabiendo que ella ten?a alg?n tipo de medall?n encantado en su mano y con un r?pido movimiento la apart? de ella. Cuando al instante le quem? la mano, la tir? por toda la habitaci?n. - "?Suficiente con los juguetes infantiles?" Gru??, en silencio deseando que su mano dejase de picar. Sea lo que sea... No le hab?a ca?do muy bien y el sentimiento era mutuo. - "No tengo que decirte nada," dijo Lacey manteniendo su voz tranquila y mientras se pon?a de pie. El hecho de que el medall?n hubiera funcionado tan bien en ?l le hizo saber que era poderoso. S?lo reaccionaba al poder y por lo general ni siquiera trabajaba con demonios de bajo nivel porque no ten?an suficiente. Honestamente, ella no esperaba que funcionara con ?l... Era lo ?nico que ten?a a su alcance. - "Puede que s?lo sea humano, pero no cometas el error de subestimarme." Lacey exhal? fuerte cuando Ren dio un paso amenazador hacia ella. "Ni siquiera te conozco", le dijo ella levantando una ceja. Ren pas? una mano a trav?s de su flequillo en exasperaci?n y silenciosamente cont? hasta diez... No es que estuviera ayudando. Ignorando a Ren, Lacey dirigi? su mirada hacia Gypsy. "Me voy a quitar esta ropa de chico y a darme una ducha. ?El abuelo guard? alguna de las ropas que dej? aqu??" Gypsy asinti? decidiendo que Lacey ten?a m?s pelotas de las que recordaba, aunque su primo nunca hab?a sido realmente un empuj?n. "Est?n guardados en el maletero del armario." Lacey sonri? agradecida: "Bien, te ver? en unos minutos. Y t? - continu?, echando otra mirada a Ren y devolvi?ndole el favor por la forma en que se lo hab?a hecho hace unos minutos -, ni siquiera pienses en mirar a hurtadillas. - "Como si," dijo Ren insultantemente y cruz? los brazos sobre su pecho mientras le daba una vez m?s, "pareces una sucia rata callejera." Lacey dej? que una sonrisa apareciera en su cara decidiendo que si no pod?a ganarle en el juego de insultos entonces se divertir?a con ?l, "Sabes que quieres". - "Creo que lo entiendes al rev?s", Ren le mir? fijamente. "Eres el ?nico conocido por forzar la cerradura y entrar donde no te invitan." Al darse por vencida, Lacey le arroj? el cristal silenciador que a?n ten?a en la mano y se fue a ducharse, dando un portazo detr?s de ella. Ren sonri? con suficiencia mientras atrapaba el cristal en medio del vuelo y h?bilmente se embols? la baratija... No volver?an a usar ese poquito de magia. - "Olvid? su ropa", coment? Nick asintiendo hacia el armario que Gypsy hab?a indicado. En cuesti?n de segundos, la puerta se abri? de nuevo y Lacey sali? furiosa refunfu?ando en voz baja sobre la necesidad de una zona libre de testosterona. Fue directamente al armario y arrastr? el ba?l a la vista. Gypsy enarc? una ceja y luch? contra la sonrisa que intent? aparecer en su rostro cuando Lacey tir? del pesado ba?l hacia el ba?o y volvi? a cerrar la puerta de golpe, sin siquiera mirar en su direcci?n. En el momento en que todos oyeron que la ducha se encend?a, Gypsy dej? que su risa ligera y tintineante llenara la habitaci?n. Iba a ser muy divertido tener a su prima de vuelta. Si nada m?s... La chica era entretenida y hab?a sido su mejor amiga desde que ten?a memoria. - "No entiendo por qu? te diviertes tanto", refunfu?? Ren y sali? furioso del apartamento, pisando a fondo las escaleras. No ten?a ni idea de c?mo pod?a estar tan irritado y excitado al mismo tiempo. Nick resopl? y mir? a Gypsy, "Creo que s?lo estaban coqueteando entre ellos." Gypsy asinti? que le gustaba la idea. Tal vez esta sea otra raz?n para que Lacey se quede. "Bueno, si est? en problemas... Y sospecho que lo est?, ?qui?n mejor para protegerla que Ren?" Dijo ella con una sonrisa. Nick no sab?a si estar celoso de que ella pensara que Ren era mejor protector que ?l, o estar feliz de que Gypsy pareciera estar bien con la extra?a atracci?n de Ren y Lacey el uno hacia el otro. Pens? en ello por un segundo y luego se rindi?... Admitiendo en silencio que Ren era m?s grande, m?s fuerte y mucho m?s poderoso. L?stima que la ca?da del tipo grande fue el hecho de que le faltaban unas cuantas c?lulas cerebrales. Ren hab?a o?do el crujido de Nick pero ignor? lo que estaba insinuando. Coqueteando... No hab?a forma de que pensara en sentirse atra?do por ese mocoso. Era sarc?stica, taimada, y una ladrona... Todo menos en su libro. Subi? las escaleras y comenz? a caminar de un lado a otro en el enorme ?rea de almacenamiento. - "Ella me orden?... Que no mirara a hurtadillas", dijo en un susurro mientras caminaba. Cap?tulo 3 Lacey suspir? cuando el agua caliente salpic? su cuerpo y disfrut? la sensaci?n de finalmente estar completamente libre de las ataduras que hab?a tenido alrededor de sus senos para parecerse a un adolescente. Ten?a la idea de quemar la ropa robada que llevaba puesta. Ella agarr? el matorral de donde estaba colgado en el grifo de la ba?era y subi? un poco m?s la calefacci?n. Para ella, relajarse era un lujo del que no hab?a podido participar desde que huy? de Vincent y de la horda de demonios que la persegu?an. Vincent... Incluso el nombre le provoc? sentimientos de culpa y frunci? el ce?o con tristeza. Ella lo conoci? un par de d?as despu?s de recibir el dise?o del enorme museo al que el abuelo la hab?a enviado. Sucedi? que ambos hab?an sido enviados por diferentes personas para robar el mismo artefacto. Sus labios temblaban ante el gracioso recuerdo... La mirada en la hermosa cara de Vincent cuando la pill? irrumpiendo en la misma habitaci?n secreta en la que estaba all? para irrumpir. Si hubieran tratado de pelear por cu?l de ellos hab?a llegado primero y qui?n merec?a el bot?n, habr?an alertado a los guardias fuertemente armados que estaban al final del pasillo y hab?an sido arrestados, o peor a?n... Disparados. Mir?ndose el uno al otro, tardaron unos treinta segundos en tomar la decisi?n mutua de trabajar juntos para ganar la pieza. Aunque pensando en ello ahora, se dio cuenta de que Vincent habr?a estado bien de cualquier manera... ?l s?lo hab?a accedido al equipo de la etiqueta porque ?l tambi?n quer?a. Una vez que hab?an salido a salvo del museo, de repente hab?an sido rodeados por cinco demonios de la sombra de ojos negros que los hab?an tomado como hu?spedes dentro de algunas de las fuerzas de seguridad locales al poseerlos. Parada en las luces parpadeantes de los coches de polic?a con las manos en alto y cinco juegos de pistolas apuntando directamente a ellos, ella hab?a pensado con seguridad que no iban a salir con vida de all?. Eso fue hasta que Vincent hab?a entregado a uno de ellos el artefacto robado y se le entreg? un enorme malet?n de dinero a cambio. Despu?s, Vicente se ofreci? a repartir el dinero con ella y le pidi? que hiciera negocios con ?l. Sin pensar en las consecuencias, hab?a accedido a que la sociedad decidiera que podr?a conseguir a?n m?s cosas para su abuelo usando los lazos de Vincent con estos nuevos coleccionistas agresivos. Estaba entusiasmada con la idea de tener finalmente un compa?ero y hab?a visto que ?l pod?a ser tan furtivo como ella. Tampoco le hac?a da?o que fuera tan sexy como el infierno y que tuviera un acento brit?nico que hac?a que sonara como si estuviera coqueteando con cada frase. Lacey agit? la cabeza ante su ingenuo pensamiento mientras se enjabonaba el cabello con champ?. Ella acept? el arreglo por codicia y porque ?l era muy sexy... Sus ?nicas dos debilidades. Despu?s de una noche y casi todo el d?a siguiente de sexo caliente como el infierno, Vincent le hab?a contado un poco sobre el anillo subterr?neo al que pertenec?a. No le hab?a tomado mucho tiempo darse cuenta de que ser su socia significaba que ella tambi?n era socia de toda una red de poderosos demonios. Gracias al abuelo, ella no hab?a sido completamente despistada acerca de los demonios, pero eso no significaba que hubiera bailado con uno. Aunque el conocimiento de en lo que se estaba metiendo la hab?a puesto nerviosa, hab?a ignorado el sexto sentido y hab?a estado esperando la emoci?n que Vincent le ofrec?a. Esa noche, la llev? a encontrarse con el demonio maestro del anillo subterr?neo... Un anciano que parec?a ciento diez a?os de edad y que se llamaba Masters, lo cual le pareci? gracioso en ese momento. Cuando el viejo demonio rechaz? fr?amente su invitaci?n a entrar en el c?rculo clandestino de ladrones y trat? de matarla en el acto, perdi? todo sentido del humor. Si no hubiera sido por Vincent pisando delante de ella y recibiendo la bala destinada a su cabeza, estar?a muerta ahora mismo. Ella pens? que Vincent estaba muerto cuando se sacudi? y gimi? cuando la bala entr? en ?l, envi?ndole un chorro de sangre por la cara. Esa fue la primera vez que se enter? de que Vincent no pod?a ser asesinado... No importaba lo que le hubieran hecho. Se hab?a sacado la bala del hombro mientras discut?a con el demonio de ojos negros en su nombre, diciendo que hab?a querido un compa?ero durante a?os y que la hab?a elegido a ella. Viendo que Vincent era su ladr?n favorito, Masters hab?a aceptado a rega?adientes, pero s?lo si pod?a marcarla como una de sus subordinadas, d?ndole derecho a matarla si alguna vez se pasaba de la raya o intentaba dejar el grupo. Vincent la hab?a mirado tranquilamente por encima de su hombro sangrante y le dijo: "O es eso, o nunca te dejar? salir viva de esta habitaci?n. ?Est?s de acuerdo con el trato?" Su abuelo le hab?a ense?ado a no hacer nunca un trato con un demonio, pero no era tan est?pida como para estar en desacuerdo con el que ten?a delante. Como ella hab?a mirado sus fr?os ojos negros, sab?a que ?l la matar?a y la olvidar?a con el mismo aliento. Una vez que dejaron la inmensa propiedad de Masters, ella se volvi? contra Vincent y mir? fijamente, pensando que ?l tambi?n era un demonio... O al menos un mestizo de alg?n tipo y no la hab?a advertido. R?pidamente le inform? al apuesto imb?cil que estaba agradecida de que ?l le hubiera salvado la vida, pero que ten?a una regla sobre no acostarse con demonios. Vicente se hab?a agarrado tranquilamente de sus hombros y le hab?a pedido que mirara de cerca la sangre que manchaba su camisa... Era roja. Si hubiera sido un demonio, habr?a sido negro. Una vez que se calm?, ?l explic? sus... Circunstancias inusuales. Le hab?a informado que era completamente humano en todo el sentido de la palabra, pero en alg?n momento del camino hab?a sido maldecido por los ?ngeles. Ella no estaba segura de lo que ?l quer?a decir con ?ngeles, ya que ?l no lo explicaba, pero el resultado final era que Vincent no pod?a morir. Correcci?n... Podr?a morir pero nunca pareci? permanecer muerto por mucho tiempo. Incluso se hab?a desabrochado la camisa dej?ndola ver que la herida de bala ya hab?a dejado de sangrar y que se estaba curando a un ritmo r?pido. Lacey se compadeci? de su situaci?n al llegar a conocerlo mejor, entendiendo que hab?a vivido tanto tiempo que estaba aburrido, intr?pido, solo... Y muy enfadado porque segu?a vivo mientras todos los que hab?a querido estaban muertos. Ella y Vincent hab?an hecho varios acuerdos concernientes a su sociedad y amistad. La primera fue que ella no intentar?a huir porque aunque ?l no pod?a morir, Vincent estaba bastante seguro de que ella podr?a y lo har?a una vez que Masters la alcanzara. El otro acuerdo era que continuar?an su relaci?n sin ataduras que ella hab?a disfrutado inmensamente. No es que ella no lo amara... Lo amaba. Pero fue m?s como un mejor amigo, lo que fue algo bueno ya que afirm? haber perdido la habilidad de regalar su coraz?n hace eones. Para ?l, enamorarse de alguien s?lo le causar?a dolor de cabeza cuando lo ve?a envejecer y morir... Dej?ndolo atr?s. Ella lo entendi? completamente. Fue durante su asociaci?n con Vincent que aprendi? un par de verdades sobre el ladr?n m?s grande de su tiempo... Su abuelo. Se llamaba Camale?n y nunca dio otro nombre. Tambi?n hab?a sido tan bueno en el arte del enga?o que nunca hab?a fallado en un solo trabajo para el que hab?a sido contratado... Y sin duda alguna lo hab?a hecho en secreto. Por la forma en que lo hab?an descrito como un maestro del disfraz y el hecho de que se pasara por Camale?n, ella supo de inmediato que era el abuelo, aunque nunca hab?a compartido esa informaci?n con nadie, ni siquiera con Vincent. La teor?a m?s concordada era que hab?a sido un metamorfo, que en su opini?n era la m?s cercana a la verdad ya que nadie sab?a que el abuelo ten?a el dispositivo de camuflaje. El mundo de los demonios segu?a tratando de encontrarlo, pero muchos cre?an que estaba muerto. Despu?s de su ?ltimo trabajo, que consist?a en robar un orbe de alma de un original, desapareci? r?pidamente llev?ndose el orbe con ?l. Nadie hab?a sido capaz de encontrarlo desde que... Lo hab?an buscado, de eso Lacey no ten?a ninguna duda. No sab?an que el orbe del alma en cuesti?n estaba sentado en una caja fuerte, de concreto en medio de Los ?ngeles, rodeado por una sala de demonios. Por eso, Lacey sab?a que habr?a sido peligroso ponerse en contacto con cualquier miembro de su familia por temor a que los demonios encontraran a su abuelo. Ella sab?a que no deb?a ponerse en contacto con ?l. No lo habr?a entendido y probablemente habr?a venido a por ella, seguramente mat?ndose en el proceso. Ella hab?a guardado su silencio durante m?s de un a?o, sin decir ni una palabra de su paradero mientras se enredaba cada vez m?s en el lujoso anillo del robo. Tan pronto como se dio cuenta de que ya no la vigilaban tan de cerca, empez? a planear su gran escape. Incluso le advirti? a Vincent que lo har?a a la primera oportunidad que tuviera. ?l le hab?a recordado la marca que Masters hab?a puesto en su hombro, pero ella hab?a considerado qu? hacer al respecto. Ella le asegur? que su pr?xima parada ser?a entrar en una cierta caja fuerte que ella sab?a que ten?a un libro de hechizos que la ayudar?a con la marca del demonio... Ella simplemente no le dijo que era la caja fuerte de su abuelo. Por lo que Vincent sab?a, ni siquiera ten?a abuelo. Las dos ?ltimas misiones a las que hab?an sido enviados hab?an sido tan peligrosas que ella casi hab?a conseguido que la mataran en ambas ocasiones y lo habr?a hecho si Vincent no hubiera estado all? para llevarse las heridas por ella. Se hab?a entregado para que ella pudiera escapar. Las dos veces hab?a sido brutalmente asesinado y su cuerpo tirado s?lo para que ?l pudiera regresar una vez que se hubiera despertado y sanado. Finalmente, aceptando que era demasiado peligroso para ella quedarse, Vincent se hab?a ofrecido a ayudarla a escapar. Sucedi? que la siguiente misi?n los llev? de regreso al mismo museo en el que se hab?an reunido. El trabajo consist?a en robar un dispositivo que se dec?a que incapacitaba a todos los demonios a menos de cien metros de ?l cuando fue disparado. Perfecto. El plan era que s?lo uno de ellos regresar?a de este trabajo. Sus esperanzas eran que cuando Vincent le diera el dispositivo a Masters, el demonio se centrar?a en el dispositivo que obviamente era un arma contra su especie y no ir?a tras ella de inmediato, d?ndole tiempo para llegar al hechizo que necesitaba para contrarrestar la marca que Masters le hab?a puesto. Hab?an robado f?cilmente el objeto que, para ella, se parec?a mucho a un cubo de Rubik de metal de diez caras que estaba cubierto con s?mbolos dorados en lugar de colores. Mientras estaban all?, golpearon a los guardias y les robaron sus armas. Vincent se hab?a dado la vuelta y le hab?a dado un lindo discurso de “adi?s querido amigo” y un beso r?pido en la mejilla. El problema surgi? cuando salieron del museo y encontraron a Masters y a una horda de demonios esper?ndolos. Los maestros se hab?an re?do, diciendo que la marca que ?l le hab?a dado le hab?a dado una advertencia de lo que ella estaba planeando... Hasta el hecho de que ella era la nieta del Camale?n y estaba corriendo de vuelta a ?l donde hab?a una caja fuerte de cosas que ahora le interesaban... Incluyendo el orbe del alma. Los maestros hab?an asentido entonces a Vincent, agradeci?ndole que la mantuviera distra?da e inconsciente del verdadero poder de la marca. Ella hab?a mirado a Vincent acusadoramente y luego le arrebat? el aparato de la mano y rez? para que supiera lo que estaba haciendo mientras empezaba a girarlo r?pidamente. Hab?a estado obsesionada con una imagen del Cubo antes de venir al museo a robarlo y us? esa memoria para unir r?pidamente los s?mbolos. Uno por uno, los demonios empezaron a caer en un dolor agonizante pero no los Maestros... No, ese hijo de perra comenz? a caminar directamente hacia ella con un destello enfurecido en sus ojos. Fue cuando Vincent se mud?. Ella no lo hab?a notado tomando una espada antigua de la misma b?veda oculta en la que hab?a estado el Cubo, pero all? estaba en su mano y ?l la sosten?a contra la garganta del demonio. En un movimiento igual de r?pido, el demonio clav? su mano a trav?s del pecho de Vincent y la sac? por la espalda. - "Corre", le gru?? Vincent justo antes de que sus ojos se cerraran y la cabeza del demonio cayera al suelo a su lado. Todos los dem?s demonios la miraban desde sus posiciones praderas, as? que puso el Cubo en el suelo a sus pies e hizo exactamente lo que Vicente le hab?a dicho que hiciera... Corri? como el demonio. No ten?a forma de saber si Masters le hab?a dicho a alguien lo que sab?a de ella y rez? para que el codicioso hijo de perra no hubiera compartido sus secretos temiendo que otro demonio le ganara hasta el legendario orbe del alma. Sus pensamientos segu?an desvi?ndose hacia Vincent, pregunt?ndose si estaba bien o si estaba siendo torturado por su papel en ayudarla a escapar. No pod?an matarla permanentemente, pero ella sab?a muy bien que hab?a cosas mucho peores que permanecer muerta... Ser brutalmente asesinada una y otra vez siendo una de ellas. Ella mir? de nuevo a su hombro sabiendo que ten?a que conseguir ese hechizo y contrarrestar la marca para que el sacrificio de Vincent no fuera en vano. Dej? que el agua caliente de la ducha lavara las l?grimas silenciosas de su cara mientras renovaba su determinaci?n. Arriba, Ren de repente dej? de caminar y mir? hacia abajo escuchando el agua bombeando a trav?s del sistema. Una sonrisa taimada apareci? en su rostro cuando se dio cuenta de que estaba parado justo encima del ba?o de abajo, donde estaba Lacey. Su mirada sigui? el sonido hasta la pared, donde las tuber?as que conduc?an el agua a trav?s de todo el lugar bajaban hasta el suelo y entraban en el refugio antia?reo. Ella hab?a estado en esa ducha el tiempo suficiente y ?l estaba listo para intentarlo de nuevo con el interrogatorio. Caminando hacia las ca?er?as, puso su mano sobre la que quer?a y cerr? los ojos, concentr?ndose en el medidor de temperatura del calentador de agua. Sus labios se convirtieron en una sonrisa de satisfacci?n cuando la escarcha apareci? bajo sus dedos en el tubo de bronce. El grito que reson? en el refugio antia?reo hizo que todos, excepto Ren, se sorprendieran. En la ducha de vapor, el agua hab?a pasado de hervir caliente a congelarse fr?a en menos de un segundo, haciendo que Lacey se acobardara bajo el agua de la aspersi?n. En el proceso, ella resbal? en el fondo resbaladizo de la tina y tropez? hacia fuera casi tomando la cortina de ducha con ella. - "?Lacey!" Gitano grit? preocupado. Lacey se desenred? de la cortina de la ducha y la hizo a un lado, agradecida de que no la hubieran derribado. - "Estoy bien", grit? Lacey a la cabeza de la ducha. "Necesitas un calentador de agua nuevo... La maldita cosa pas? de caliente a fr?o ?rtico en menos de un segundo." Gypsy frunci? el ce?o al otro lado de la puerta pregunt?ndose qu? hab?a hecho que el agua hiciera eso. Se hab?a duchado una hora antes y el agua caliente estaba bien. - "Le dir? a Ren que lo revise", dijo Gypsy por la puerta cerrada. "Tiene una forma de manipular m?quinas y hacerlas funcionar incluso despu?s de que hayan dejado de funcionar." Lacey volvi? la cabeza y mir? fijamente a la puerta escuchando la explicaci?n de Gypsy e inmediatamente supo lo que hab?a sucedido. - "Esto significa guerra", sise? en voz baja y luego, al no tener elecci?n, volvi? a meterse en el fr?o spray para quitarse el resto del jab?n del pelo. Ren estaba arriba sentado en el piso con la espalda contra la pared y una sonrisa en la cara. Momentos despu?s escuch? pasos en la escalera y no se molest? en esconder su sonrisa cuando vio que era Nick. - "Lo sab?a", exclam? Nick en un fuerte susurro. "Pero tengo que admitir... Que estuvo bastante bien." Ren acarici? la pipa fr?a junto a ?l, "Tengo mis momentos". Nick le pas? una mano por el pelo: "Tendr?a cuidado con ella... Gypsy acaba de decirle que se te dan bien las m?quinas". La sonrisa de Ren se ensanch?, "Bueno, no es una maldita verg?enza." - "Te est?s divirtiendo demasiado", acus? Nick. - "Por supuesto que s?", estuvo de acuerdo Ren. "Ahora volvamos abajo y veamos si puedo averiguar qu? le pasa al pobre calentador de agua de Gypsy." Nick resopl? y agit? la cabeza mientras Ren regresaba al b?nker. Estaba tan contento con el hecho de que toda la atenci?n de Ren parec?a centrarse ahora en Lacey en vez de en Gypsy. Ren entr? en la sala justo a tiempo para o?r que la ducha dejaba de funcionar. Mir? a Gypsy y vio que ella estaba sentada en el sof? con el ce?o fruncido. - "?Qu? pasa?" Pregunt? Ren con expresi?n inocente. - "Mi calentador de agua ha dejado de funcionar de repente", explic? Gypsy y mir? a la puerta del ba?o. "Lacey dijo que se congel? as?", chasque? los dedos. - "Eso debe haber apestado", dijo Ren haciendo que Nick se diera la vuelta para evitar que Gypsy viera la amplia sonrisa en su cara. Lacey estaba temblando cuando sali? de la ducha y se sec? r?pidamente. Envolviendo la toalla a su alrededor, camin? hacia el espejo sobre el fregadero y se dio cuenta de que se ve?a y se sent?a mejor ahora que no estaba escondida bajo una capa de tierra y ropa que era demasiado grande. Tomando el cepillo de pelo de Gypsy, comenz? a pasarlo por su largo cabello oscuro. Volvi?ndose, continu? cepill?ndose el pelo mientras abr?a el gran ba?l... Sonriendo cuando vio toda la ropa que hab?a dejado atr?s. Luch? contra el impulso de alcanzar y tirar todo al aire s?lo para poder rodar por el suelo. Sus cosas... Se las hab?a perdido. Al llegar, sac? un vestido de color p?rpura el?ctrico y un par de sandalias negras y las puso en la parte superior del pecho junto con un juego de sost?n y bragas a juego. Volvi?ndose hacia el espejo, termin? de cepillarse el cabello y puso el cepillo de nuevo en el fregadero. Su cabeza se inclin? hacia un lado contemplando la peque?a colecci?n de cosm?ticos que Gypsy ten?a e hizo un r?pido trabajo en la aplicaci?n y secado del cabello. Mir? de nuevo al espejo y se qued? boquiabierta cuando vio la misma marca que ten?a en el hombro, ahora garabateada, junto con una imagen negra y sedosa que la miraba en vez de su propio reflejo. Un verdadero grito de terror sali? de sus labios cuando la oscura oscuridad lleg? a trav?s del espejo hacia ella. Lacey tropez? hacia atr?s y casi tropieza con el tronco en su prisa por mantenerse fuera de su alcance. Su espalda golpe? la pared del ba?o mientras los demasiado largos brazos continuaban llegando hacia ella y sus espeluznantes labios se mov?an a un ritmo que ella pod?a decir que era alg?n tipo de canto. Ella salt? cuando la puerta del ba?o de repente vol? hacia adentro y Ren estaba parado en la entrada con Gypsy directamente detr?s de ?l. Lacey volvi? a mirar al espejo y quiso gritar de nuevo con frustraci?n cuando vio que la imagen tridimensional del demonio hab?a desaparecido y que una delgada capa de cristales de hielo cubr?a ahora el espejo. El aliento de Ren se le congel? en el pecho cuando se dio cuenta de que hab?a pasado de ser un chico sucio de la calle a tener una piel suave y flexible, un pelo limpio y sedoso y un cuerpo que le hizo desear haber sido el jab?n. Sab?a que era hermosa, pero la hab?a subestimado. Su visi?n se estrech? instant?neamente en la toalla que estaba parcialmente abierta y exponiendo el lado de Lacey que estaba frente a ?l, deteni?ndose justo antes de su pez?n y su liso mont?culo. R?pidamente se forz? a apartar sus ojos siguiendo su mirada al espejo y frunci? el ce?o al ver la capa de hielo que se hab?a formado all?. El espejo eligi? ese momento exacto para resquebrajarse de la fr?a temperatura, el sonido resonando ominosamente en el repentino silencio. Los ojos de Lacey se abrieron de par en par al ver la mirada sospechosa en la cara de Ren y r?pidamente pens? en una manera de distraerlo del espejo. - "?Qu? demonios crees que haces entrando por la puerta del ba?o mientras estoy aqu?, pervertido?" le grit? mientras se enderezaba e intentaba arreglar su toalla rebelde. - "Pensamos que estabas en problemas", dijo Gypsy en voz baja desde detr?s de ?l. Lacey suspir? dram?ticamente, "Bueno, como puedes ver, estoy bien. Me pareci? ver algo en el espejo, eso es todo. Ahora, si no te importa -volvi? a golpear la puerta en la cara de Ren-. "Te dije que no ser?as capaz de evitar espiar", se burl? de ?l a trav?s de la puerta. - "Si t? lo dices", Ren le dispar? estrechando la mirada. "Yo no soy el que grit? a mi propio reflejo." - "Ren", le advirti? Gypsy y luego le cerr? los labios cuando se dio cuenta de la dura mirada de determinaci?n que ten?a en la cara. Lacey abri? la boca para gritarle algo, pero descubri? que se hab?a quedado en blanco. Ella le hab?a declarado una guerra personal pero nunca encontr? nada que valiera la pena decir que le superara. - "Maldita sea, es bueno", susurr? ella y luego mir? nerviosa hacia el espejo. Ya no se sent?a segura, y r?pidamente empez? a vestirse. Ren sonri? con suficiencia cuando escuch? su cumplido, pero no dur? mucho mientras sus pensamientos volv?an al espejo y a la extra?a formaci?n de hielo. Hizo que el agua de las tuber?as se enfriara, pero no habr?a afectado al espejo ni a nada en el ba?o. No... Su grito hab?a sido tan real como el miedo que hab?a visto en su cara cuando abri? la puerta. Queriendo darle a Ren m?s tiempo a solas con Lacey para que encendiera la chispa que podr?a decir que estaba all?, Nick mir? hacia abajo en su tel?fono celular y luego de vuelta a Gypsy, "?Est?s listo? Son casi las nueve". Los ojos de Gypsy se iluminaron y ella le sonri?, esperando ansiosa su primer d?a en el negocio. Ten?a un poco m?s de curiosidad por saber c?mo iba a conseguirlo invitando a sus clientes no humanos de uno en uno a su tienda cuando entraran en contacto con su barrera. Tambi?n iba a ser divertido cuando alguien que ella hab?a conocido durante a?os trat? de entrar y no pudo.... Entregarse como un paranormal. Si nada m?s... Hoy ser?a muy informativo. - "Bueno, esto ser? interesante. Me alegro de que los humanos normales puedan entrar sin invitaci?n o tendr?a que estar en la puerta todo el d?a como un saludador en Wal-Mart. Buenos d?as, por favor pasen", se ri? mientras le pasaba la mano por delante con la invitaci?n haciendo sonre?r a Nick. Gypsy mir? por encima de su hombro a Ren: "Ustedes dos jueguen bien ahora." R?pidamente subi? las escaleras antes de que Ren pudiera decir algo que la detuviera. Los labios de Nick temblaron, pero tampoco dijo nada, ya que Ren estaba ahora con el ce?o fruncido. Metiendo sus manos m?s profundamente en sus bolsillos, sigui? a Gypsy arriba para que pudiera poner el cartel de Halloween que hab?a hecho. La mayor?a pensar?a que era s?lo una decoraci?n de Halloween, pero claramente dijo: "Todos los paranormales deben pedir permiso antes de entrar". Ten?a la intenci?n de ponerlo en la puerta justo a la altura de los ojos para que no se le pasara por alto. Ren se frot? la barbilla mientras miraba pensativo a la puerta del ba?o. Ten?a raz?n al pensar que Lacey llevaba una m?scara de olor cuando entr? aqu? anoche. Ahora que ella lo hab?a duchado todo, ?l pod?a olerla. Ese peque?o y ?til poder probablemente le ven?a del gatito enfermo de amor que acababa de seguir a Gypsy arriba. Ahora pod?a oler su miedo, junto con el sonido de su r?pida respiraci?n mientras ella corr?a a vestirse. Ella le hab?a mentido de nuevo. Lo que hab?a visto en ese espejo la hab?a asustado de verdad y ?l era muy consciente de que ped?rselo no servir?a de nada. Fue entonces cuando decidi? que ya era suficiente. Sacando su tel?fono celular, Ren mentalmente marc? el n?mero de Storm y esper?, sonriendo cuando fue recogido en medio del primer timbre. - "Ver? si puedo atrapar a Zachary por ti", dijo Storm y colg? abruptamente antes de que Ren pudiera decir algo. Ni siquiera le molest? que los otros dos hombres aparecieran inmediatamente con ?l en la sala de estar de Gypsy. - "Qu? diablos Storm", se quej? Zachary mientras se met?a su camisa desabrochada en sus pantalones desabrochados. Iba a tener que hablar con el Caminante del Tiempo acerca de gui?ar el ojo dentro y fuera de su dormitorio de esa manera. Ya era bastante malo que Nighthawk tuviera el h?bito de hacer ese peque?o truco. "Estaba en medio de algo muy importante, como puedes ver." - "Esto no tomar? m?s que un minuto," dijo Ren y sonri? astutamente sabiendo exactamente lo que Zachary hab?a estado haciendo. Conoc?a el sentido del humor de Storm lo suficiente como para saber que la forma en que el Caminante del Tiempo lo ve?a... El tiempo lo era todo. Se quit? las gafas de sol y se las meti? en el bolsillo sabiendo que por un momento tendr?a que mirar a Lacey directamente a los ojos mientras usaba la energ?a del F?nix. Cap?tulo 4 Lacey termin? de vestirse, evitando el espejo lo m?s que pudo mientras se odiaba a s? misma en silencio. ?Por qu? demonios ese tipo insisti? en venir a rescatarla...? Ella estaba bien, muchas gracias. Claro, hab?a tenido sus momentos de estar aterrorizada pero nada que no pudiera manejar. Su irritaci?n se le fue de las manos sabiendo ahora que los demonios la hab?an encontrado y que no vivir?a lo suficiente para vengarse de ?l. Ella cerr? el ba?l y lo empuj? en la esquina antes de bordear la pared para poder mantenerse fuera del reflejo del espejo en su camino hacia la puerta. La sonrisa de Ren se volvi? francamente malvada cuando el pomo de la puerta comenz? a girar y se tele transport? directamente frente a la puerta del ba?o. ?l no le permiti? dar m?s de un paso antes de extender r?pidamente la mano y palpar su frente, simult?neamente acunando la parte posterior de su cabeza con su otra mano para mantenerla quieta. Inclinando su cabeza hacia arriba, se inclin? hacia delante y cerr? su mirada de mercurio con la de ella. Lacey abri? los labios para gritarle, pero su voz le fall? repentinamente cuando vio llamas oscuras erupcionar en sus hermosos ojos plateados. En un instante, destellos detallados del a?o pasado empezaron a correr por su mente tan r?pido que apenas pod?a seguirles el ritmo. La inundaci?n de emociones que sigui? a las visiones la abrum?. Asustada por lo que estaba sucediendo, trat? de salir del estrecho agarre de Ren, pero con la mente sobrecargada, su cuerpo se entumeci? y no pudo moverse. Ren mantuvo a Lacey quieta mientras una multitud de recuerdos inundaban su mente permiti?ndole ver todo e incluso experimentar algunas de las emociones que le acompa?aban. Fue pura terquedad lo que evit? que cayese de rodillas por el impacto. Desde el momento en que ella conoci? a Vincent hasta la visi?n de la criatura alcanz?ndola a trav?s del espejo del ba?o. ?l respir? pesadamente por la nariz al ver los momentos ?ntimos entre Vicente y ella y sinti? una envidia casi cegadora te?ida de odio por el hombre que la hab?a metido en esta peligrosa situaci?n. ?C?mo se atreve a tocarla tan suavemente despu?s de mostrar tanto desprecio por su vida? Habiendo visto lo suficiente, Ren la solt? con un fuerte gru?ido que fue inmediatamente seguido por un fuerte crujido que reson? en la silenciosa habitaci?n. Su cabeza se quebr? al lado cuando la palma de su mano golpe? el lado de su cara y ?l sab?a que se lo merec?a, pero de ninguna manera se disculpar?a por la invasi?n. - "?C?mo te atreves a hacerme eso, imb?cil?", Lacey se enfureci?. Viendo las oscuras llamas desvanecerse lentamente de sus ojos plateados, ella sab?a sin duda que ?l hab?a visto los recuerdos junto a ella. "?Qui?n demonios crees que est?s invadiendo mis pensamientos privados de esa manera?" - "S?, esa es la reacci?n que yo tambi?n tengo normalmente", Zachary se las arregl? con una amplia sonrisa en la cara. Lacey mir? a su alrededor para ver qui?n hab?a hablado, pero s?lo vio fugazmente a otros dos hombres mientras desaparec?an en el aire. - "?Por qu??" pregunt? Lacey, desestimando por completo el hecho de que acababa de ver a alguien tele transportarse fuera de all? como si hubiera sido transportado a la nave nodriza. Eso no la sacudi? de ni la mitad del hecho de que el hombre frente a ella acababa de robarle todos sus secretos. "?Y tienes el valor de llamarme ladr?n?" Ren la mir? con una expresi?n estoica: "No me habr?as dicho nada de otra manera, y si lo recuerdas bien... Fui lo suficientemente amable como para preguntar varias veces. No me dejaste otra opci?n que llamar a un amigo muy poderoso para que me ayudara a obtener las respuestas que necesitaba. Es bueno que yo tambi?n lo haya hecho, porque tienes un mont?n de problemas". - "El problema es m?o, no tuyo", respondi? Lacey. Ren se inclin? m?s cerca de ella y sonri? cuando retrocedi? contra el marco de la puerta. "Para tu informaci?n, no todo el mundo aqu? es un mal tipo e incluso podr?a ayudarte a salir de este l?o en el que est?s metido." Levant? una ceja oscura antes de volver a ponerse las gafas de sol. - "Lo siento si me da un poco de miedo confiar en la gente ahora mismo... Especialmente en otro demonio", dijo Lacey deseando que se quitara las gafas de sol. "Seguramente puedes entender por qu?." - "Te contar? uno de mis secretos si te hace sentir mejor", dijo Ren en voz baja. "Soy humano, pero tengo la habilidad de... Copiar... Asumir los rasgos de otros paranormales mientras est?n dentro de mi rango de s?cubos." Lacey frunci? el ce?o, "?S?cubo? Pens? que una s?cubo era hembra... De hecho s? que son hembra. ?No te convertir?a eso en un ?ncubo?" Ren agit? la cabeza, "No soy un verdadero s?cubo, as? es como siempre lo hemos llamado, considerando que parece que chupo cualquier poder de la nada cuando estoy cerca de alguien que tiene suficiente poder para hacerlo. Y tampoco es por elecci?n... Sucede tanto si quiero como si no. Si estoy cerca de m?s de un paranormal, entonces obtengo m?s de un tipo de poder". - "As? que eres una ladrona", se?al? Lacey con una sonrisa de satisfacci?n. La sonrisa de Ren coincidi? con la de ella cuando r?pidamente corrigi? su suposici?n: "No puedo quitarles su poder, pero puedo igualarles, lo que resulta muy ?til cuando me encuentro luchando contra uno". - "Si no sabes lo que realmente eres, ?c?mo sabes que no eres un demonio o al menos un mestizo?" Pregunt? curiosa ahora. - "Porque la sangre de demonio es negra", dijo Ren recordando la forma en que Vincent se hab?a ganado su confianza. Mir? el abrecartas en el escritorio de la computadora de Gypsy. Levant?ndolo, lo cort? en la palma de su mano y la dej? ver el color carmes? que ten?a tiempo de aparecer en la herida unos segundos antes de que comenzara a sanar. Los m?sculos del est?mago de Lacey se apretaron cuando sise? suavemente por la herida autoinfligida. Ella r?pidamente mir? a su cara sintiendo culpabilidad y la lav? por hacer que ?l lo hiciera s?lo para demostrarle que ?l no estaba mintiendo. En cierto modo, le recordaba a Vincent... Humano pero no. "Como puedes ver... Sangro muy bien y es rojo." Ren tir? el abridor sobre el escritorio. "Soy completamente humano mientras s?lo haya humanos cerca... Pero como sucede, hay una guerra de demonios aqu? en L.A. Este lugar est? lleno de demonios y otros paranormales en este momento. Incluso conozco a un par de dioses que andan por aqu?. Mis poderes tienden a cambiar a medida que todos entran y salen de mi alcance". - "?Por qu? me dices esto?" Lacey pregunt? sabiendo que era algo que siempre deb?a mantener en secreto... Ella lo habr?a hecho. - "Piensa en ello como una penitencia por forzarte la verdad al arrebat?rtela de tus recuerdos. Siento haber llegado a eso," dijo Ren honestamente. "Tengo mis momentos de ser un verdadero bastardo, pero que sepas esto... Har? lo mejor que pueda para protegerte si me dejas. Eso significa que la pr?xima vez que algo venga de un espejo, no mientas.... Grita por m?". Lacey parpade? cuando dijo “grita por m?” y su mente se vino abajo. "No puedes leer mis pensamientos ahora mismo, ?verdad?" pregunt? r?pidamente sintiendo el calor subiendo por sus mejillas. Ren frunci? el ce?o y trat? de escuchar lo que ella estaba pensando, pero todo lo que ?l estaba recibiendo era silencio..... Entonces se dio cuenta de que ten?a m?s de una marca en su cuerpo. Lo hab?a visto cuando ella casi pierde su toalla en el ba?o. Le hizo preguntarse qu? otros secretos escond?a. - "El peque?o s?mbolo que est? tatuado justo debajo de su seno izquierdo es en realidad una barrera que impide que los dem?s lean sus pensamientos", dijo ahora sabiendo por qu? pod?a o?r a Nick sin intentarlo, pero no pod?a o?rla incluso cuando se hab?a estado concentrando tan intensamente. Lacey pod?a sentir el calor subir a sus mejillas mientras lo miraba fijamente, sin poder decidir si estaba excitada o enojada. No hac?a falta ser un genio para darse cuenta de en qu? hab?a estado atento cuando irrumpi? por primera vez en el ba?o. Ella podr?a jurar que vio la plata de sus ojos brillando a trav?s de sus gafas de sol y mir? hacia otro lado mientras el latido de su coraz?n se aceleraba. - "Bueno... Contenta de escuchar que el tatuaje realmente funciona", se las arregl? con la cara seria antes de girar para sacar el ba?l del ba?o. Pronto estar?a muerta, pero su ropa ten?a que estar colgada y, adem?s, no pod?a quedarse ah? parada mir?ndole fijamente todo el d?a... La estaba excitando. No oyendo nada m?s, Nick se alej? de la parte superior de la escalera donde hab?a estado escuchando a escondidas y sali? a la parte principal de la tienda. Sonri? y le dio a Gypsy un pulgar en alto, haciendo que la joven le sonriera cari?osamente. Mir? por la habitaci?n contando cu?ntos clientes estaban mirando. Hasta ahora eran cinco y no hab?a tenido que invitar a ninguno de ellos a entrar. El mantuvo sus ojos en el l?der del grupo local de Wicca mientras ella se acercaba a Gypsy queriendo saber si el env?o que hab?a ordenado la semana pasada hab?a llegado. Gypsy se meti? en la habitaci?n de atr?s y empez? a seguirla en caso de que algo de esto fuera pesado, pero se detuvo cuando el timbre sobre la puerta son?. Su sexto sentido era mucho m?s alto que el de un humano normal y Nick tuvo que reprimir su gru?ido mientras se giraba para ver a los demonios justo detr?s de la puerta. Ambos parec?an ex-militares con sus cortes de zumbido y expresiones duras, pero se hab?a convertido en un profesional en la detecci?n de demonios recientemente. Como vampiros sin alma, su olor siempre los delataba. Un joven muy guapo se interpuso entre ellos y entr? en la tienda antes de detenerse. Mir? por encima de su hombro a sus dos compa?eros que a?n estaban de pie justo fuera del umbral y quiso re?rse cuando se dio cuenta de que miraban al suelo justo delante de ellos en agitaci?n. Cuando ambos lo miraron acusadoramente, ?l s?lo sonri? y se encogi? de hombros, "Lo siento, amigos". Se daba cuenta de que sab?an que no se arrepent?a en lo m?s m?nimo, a juzgar por la forma en que lo miraban, pero no le importaba lo que pensaban. "Parece que voy a hacer esto solo despu?s de todo." Despidi?ndolos, se volvi? y dej? que su mirada buscara en la tienda al viejo mendigo o a la nieta a la que hab?a venido a ver. Nick se puso de pie y meti? la mano en el bolsillo profundo de su gabardina, donde el forro del bolsillo estaba recortado, d?ndole f?cil acceso a otras cosas cosidas en el cuero. Ten?a un peque?o arsenal de armas que no dudar?a en usar, cosas silenciosas que pod?a usar contra un enemigo sin llamar la atenci?n de los dem?s clientes. Sigui? al hombre mientras caminaba hacia el mostrador y not? que no estaba mirando nada m?s en la tienda. Nick ten?a la sensaci?n de que el extra?o no estaba aqu? como comprador, y sus perros guardianes demon?acos que ahora lo estaban observando a trav?s de la ventana; no era una buena se?al para el primer d?a de Gypsy en el negocio. El desconocido mir? con curiosidad a Gypsy mientras sal?a de la habitaci?n trasera con una caja y se dirigi? al otro mostrador donde una mujer la estaba esperando. Nick se movi?, coloc?ndose entre Gypsy y el hombre extra?o que la observaba. "?Puedo ayudarle?" El hombre le dio la vuelta con una expresi?n aburrida. Odiaba dec?rselo al gorila de la tienda, pero no se dejaba intimidar tan f?cilmente. Metiendo la mano en el bolsillo interior de su chaqueta, sac? un sobre de aspecto formal. "S?lo soy un mensajero y no quiero hacer da?o. Tengo una invitaci?n para el propietario de este establecimiento." Nick busc? el sobre, pero el hombre lo sac? y lo puso dentro de su chaqueta. - "Es s?lo para los ojos del due?o", le inform? el desconocido con acento brit?nico y el levantamiento de una elegante ceja. Nick inhal? profundamente, pero s?lo encontr? el olor de un humano. Se dio la vuelta y se apoy? en el mostrador mirando a los dos demonios que estaban mirando al desconocido con oscuros ojos melanc?licos. - "Usted tiene una compa??a muy extra?a para un humano", coment? Nick sin esperar una respuesta y no la obtuvo. Gypsy mir? hacia la ventana y vio a los dos hombres mirando fijamente a la tienda en lugar de entrar. Inmediatamente mir? a su alrededor en busca de Nick, y lo encontr? con un hombre que nunca antes hab?a visto. El hombre ten?a el pelo negro sedoso que llevaba una ligera ondulaci?n y apenas llegaba a sus hombros y un grueso pendiente de oro en una oreja. Sus bronceadas mejillas estaban desnudas, pero ten?a un bigote bien afeitado y una barba de dise?o que era tan ancha como el bigote, de modo que enmarcaba un conjunto de labios perfectos. La perfecci?n no termin? ah?, ya que not? unas largas pesta?as oscuras que enmarcaban los ojos marrones oscuros que eran la personalidad de los ojos del dormitorio. No ten?a ninguna duda de que probablemente podr?a seducir a cualquier hembra que se cruzase en su camino sin mucho esfuerzo. S?, el tipo era muy guapo y si los ?ltimos d?as le hab?an ense?ado algo, era que los humanos normales nunca se ve?an tan bien. Ese conocimiento la puso nerviosa cuando trat? de apresurarse y convocar a la compra de la mujer. Comenzando a sentirse frustrada, Gypsy mir? al otro lado del mostrador a la chica guapa que siempre gastaba tanto dinero en su tienda y luego suspir? agradecida cuando le dieron un gran fajo de dinero y le dijeron que se quedara con el cambio. - "Gracias", sonri? Gypsy y luego not? que hab?a una lista de art?culos costosos y dif?ciles de encontrar escritos en un pedazo de papel entre el dinero en efectivo. Mir? a la otra hembra y se dio cuenta de que la joven deb?a saber de la repentina afluencia de demonios para hacer tan extra?as peticiones, pero no ten?a tiempo para discutirlo ahora mismo. "Gypsy asinti? con la cabeza como si simplemente hubiera pedido una caja de chocolates”. Mientras la clienta se alejaba con su caja de art?culos cuestionables, Gypsy mir? hacia Nick y vio a los dos hombres que ahora estaban uno frente al otro y, por lo que se ve?a, se estaban midiendo el uno al otro. - "?Puedo ayudarle?" pregunt? Gypsy viniendo al otro lado del mostrador. El desconocido se apart? de Nick y sonri?: "Eso espero. Por casualidad, ?est? el viejo que maneja esta tienda aqu? hoy?" La educada sonrisa de Gypsy vacil?, pero ella hab?a respondido a esta pregunta m?s de una vez desde que se hizo cargo de la tienda. "Lo siento, pero falleci? hace poco m?s de un mes." Vio como una tristeza silenciosa se deslizaba en los ojos del hombre y eso la pon?a m?s tranquila. Con ese tipo de reacci?n, seguramente no estaba aqu? para causar ning?n problema. - "?Entonces tal vez su nieta est? disponible?" Pregunt? el hombre con calma. - "Soy su nieta. ?Hay algo en lo que pueda ayudarte?" pregunt? Gypsy cort?smente. El hombre frunci? un poco el ce?o, confundido, pero r?pidamente lo cubri? con una educada sonrisa: "Tal vez. Me dijeron que le diera esto al due?o". Desliz? el sobre hasta la mitad de su bolsillo para que ella pudiera ver el borde. Con el Sr. Dibujo R?pido a su lado, no confiaba en que no se lo arrebataran. - "Soy copropietario", dijo Gypsy con orgullo ahora que Lacey hab?a vuelto. El hombre parec?a que estaba contemplando algo, pero finalmente puso el sobre sobre sobre la superficie de cristal y lo empuj? hacia ella. Antes de que Gypsy pudiera siquiera alcanzarlo, Nick intercept? el sobre con r?pidos reflejos y abri? la solapa trasera. Escane? el grueso trozo de papel dorado antes de volver a mirar al desconocido. El hombre le mir? fijamente como si estuviera aburrido. Gypsy frunci? el ce?o ante la sobreprotecci?n de Nick, pero algo en la expresi?n p?trea de su rostro impidi? que ella exigiera el sobre. Por c?mo iban las cosas por aqu?… Por lo que sab?a que era una amenaza de muerte, aunque ten?a que admitir que era muy curiosa. Nick dio un paso al otro lado del mostrador donde estaba Gypsy y sac? la 9mm de debajo de su camisa. Mantuvo el arma baja para que nadie m?s en la habitaci?n pudiera ver el intercambio detr?s del mostrador, excepto el hombre que estaba directamente al otro lado de la misma. El latido del coraz?n del hombre era constante al igual que su respiraci?n, as? que Nick pens? que no era una gran amenaza, pero quer?a que Gypsy la tuviera en guardia por si acaso. - "Enseguida vuelvo. No invites a nadie a la tienda mientras no estoy y le dispares si se acerca demasiado," la voz de Nick ten?a un toque de advertencia mientras miraba fijamente al otro hombre. - "Qu?", pregunt? Gypsy en un susurro de asombro y mir? a Nick como si hubiera perdido la cabeza. "?Qu? dice esa carta?" - "Es s?lo una invitaci?n, pero tengo el presentimiento de que le interesar? a Ren. Te lo contar? en cuanto lo vea - respondi? Nick y se dirigi? al cuarto de atr?s -. Gypsy volvi? la mirada hacia el hombre que ten?a frente a ella, preguntando y exigiendo suavemente: "?Qu? clase de invitaci?n?" Ella sostuvo el arma detr?s del mostrador pero la mantuvo nivelada sobre ?l. No pudo evitar sonrojarse sabiendo que si apretaba el gatillo ahora mismo, la bala lo golpear?a en un lugar donde ning?n hombre quer?a resultar herido. Con suerte, ?l tomar?a eso en consideraci?n y no intentar?a nada est?pido. - "A una subasta importante", contest? el hombre con una sonrisa sexy. Los ojos de Gypsy se iluminaron al escuchar la palabra “subasta”, pero luego fruncieron el ce?o pregunt?ndose por qu? Nick pens? que Ren querr?a ver una invitaci?n a una subasta, incluso si era para uno que era del tipo clandestino. No era la primera vez que recib?a una invitaci?n por mensajero. - "?Qu? tan importante?" Pregunt? completamente intrigada. - "Si me permites hacerte una pregunta primero, pregunt? el hombre. "?Por casualidad eres pariente de Lacey?" Los labios de Gypsy se abrieron cuando instintivamente apret? el arma y dio un paso atr?s, entendiendo ahora por qu? Nick hab?a aceptado la invitaci?n a Ren. - "?Qui?n eres?" Pregunt? con aprensi?n. Los labios del hombre insinuaron una sonrisa, pero no respondi?. Ren mir? hacia la puerta abierta del b?nker cuando escuch? los pasos de Nick casi bajando las escaleras. Vio como el jaguar saltaba los ?ltimos pasos agarrando un sobre en sus manos y moviendo una ceja para encontrarse con Nick en la entrada. - "No hagas preguntas, s?lo lee", dijo Nick apresuradamente mientras le entregaba el sobre a Ren. Ren la abri? y sac? la invitaci?n, ley?ndola a fondo. Los m?sculos de su mand?bula se flexionaron mientras luchaba contra el impulso de arrugar el papel de su pu?o. Su cuerpo se relaj? cuando de repente cambi? de opini?n y mir? por encima de su hombro a Lacey, quien los estaba observando de cerca. - "Parece que vamos a una subasta", le inform? Ren. - "Una subasta", repiti? Lacey mientras se recostaba en el sof? y fing?a pensar en ello durante unos dos segundos antes de rechazarlo. "No estoy de humor, as? que no, gracias". - "No tienes muchas opciones", dijo Ren mirando hacia atr?s a la invitaci?n. "Parece que el art?culo principal en el bloque de la subasta es un alma marcada y la oferta inicial para esa alma marcada es un orbe de alma. La subasta se llevar? a cabo esta noche a medianoche... Justo al final de la calle". Ya pod?a oler su miedo, pero no ten?a intenci?n de ponerla en peligro. Su parte en el anillo del robo terminar?a esta noche... ?l se asegurar?a de eso. Lacey se sinti? como si estuviera caminando sobre patas de goma mientras se acercaba a Ren y tomaba el papel que ?l le ofrec?a. Su mirada fue inmediatamente atra?da hacia el s?mbolo en la parte inferior donde normalmente estar?a una firma y su coraz?n se hundi? en la boca del est?mago con temor. R?pidamente levant? la mirada y hoje? las palabras. - "Al diablo con eso. Si no salgo de este edificio, entonces les faltar? su art?culo principal y su peque?a subasta va a ser un fracaso", dijo Lacey devolvi?ndole el papel a Ren. "?Ves ese sello en la parte inferior? Ese es el sello del anillo para el que trabaj?. Si voy a esta subasta... Me matar?n". "Lacey", dijo Ren con calma, sabiendo que estaba asustada tontamente en ese momento. "Si est?n tan cerca, entonces ya saben d?nde est?s. No puedes esconderte aqu? para siempre. Adem?s, parece que tenemos algo que ellos quieren". - "S?... Yo", dijo Lacey sin molestarse en esconder el miedo en su voz mientras lo miraba. "Ya s? que van a matarme, pero eso no significa que tenga que hac?rselo f?cil". Nick se gir? y empez? a subir las escaleras sin querer dejar a Gypsy solo por mucho tiempo con el extra?o. Sin mirar atr?s, ?l les dijo: Cuando decidas lo que vas a hacer, hay un brit?nico arriba esperando la respuesta y dos demonios esper?ndote fuera de la tienda". Ren baj? la mirada a Lacey cuando oy? el latido de su coraz?n comenzar a latir repentinamente y ella baj? las escaleras detr?s de Nick. Su expresi?n y pensamientos se oscurecieron. Mejor que ese extra?o no sea el bastardo brit?nico que la hab?a metido en todos estos problemas en primer lugar. Lacey dobl? la esquina hacia la habitaci?n principal s?lo unos segundos despu?s de que Nick lo hiciera. Sus labios se abrieron al ver a Vicente tranquilamente parado all? mirando a Gypsy desde el otro lado del mostrador. Su mirada baj? al ver el arma en la mano de Gypsy y quiso re?rse de la inutilidad de la amenaza, pero se abstuvo de saber que ella ser?a la ?nica que entender?a la broma. Vincent gir? la cabeza y mir? fijamente a la chica que estaba buscando. "Ah? est? la muchacha", respir? d?ndose cuenta de que la extra?aba m?s de lo que quer?a decir. En segundos, Lacey ten?a sus brazos alrededor de la cintura de Vincent y su cara presionada contra su pecho. Le devolvi? el abrazo y se abstuvo de mirar hacia atr?s a los demonios que estaban fuera sabiendo que ya la hab?an visto, aunque la gir? para bloquear su sangrienta visi?n. Gypsy parpade? en la reuni?n afectuosa y baj? el arma agradecidamente. No pod?a estar tan mal si la forma en que sus ojos se hab?an suavizado en el momento en que vio a Lacey era una indicaci?n. Ella le devolvi? el arma a Nick cuando se uni? a ella detr?s del mostrador. Un cliente escogi? ese momento para hacerle una pregunta y ella mir? a Nick sin estar segura de si deb?a irse todav?a. - "Puedo o?r a Ren venir para que puedas relajarte, nosotros nos encargaremos de esto", dijo Nick, asegur?ndole que estaba bien si necesitaba seguir con sus asuntos. Asintiendo, Gypsy se desliz? a trav?s de Nick y le dio a Ren una amplia anchura cuando se dio cuenta de la mirada furiosa en su cara al salir de la habitaci?n trasera. Vio como ?l miraba a los demonios con una oscura mirada antes de descartarlos completamente y volver su atenci?n hacia el mostrador. - "Vigila a qui?n invita Gypsy en este lugar. D?jamelo a m?," Ren exigi? venir detr?s de Nick. Nick sinti? un escalofr?o correr por su columna vertebral y r?pidamente se dirigi? hacia el frente de la tienda. Incluso el jaguar que llevaba dentro se alegr? de que ?l no fuera el que ten?a los brazos alrededor de Lacey en este momento. Ren hab?a jugado sucio cuando se trataba de competir con Gypsy, pero ten?a la sensaci?n de que no hab?a sido nada comparado con el infierno en el que estaba metido este brit?nico. Vincent levant? la vista y vio al hombre de aspecto intimidante que ven?a hacia ellos con pasos r?pidos y airados. Lo primero que not? fue la forma en que el hombre no lo miraba realmente... Estaba mirando hacia abajo, hacia la espalda de Lacey, donde sus brazos la rodeaban con seguridad. Puede que no tenga poderes sobrenaturales, pero despu?s de vivir durante tantos siglos, podr?a ver a un hombre celoso a una milla de distancia. Vincent sonri? interiormente pregunt?ndose qu? pensar?a Lacey de la relaci?n... Si es que la hubiera. Durante el ?ltimo a?o, ?l hab?a sido el ?nico hombre que la hab?a tocado y no hab?an estado separados lo suficiente para que ella se entregara a otro amante. Era demasiado exigente para eso. Con una sonrisa molesta tirando de sus labios, Vicente apret? su mano s?lo un poco para ver si el otro hombre se opon?a. Despu?s de todo... Su pasatiempo favorito era cabrear a la gente. Conoc?a a su peque?a compa?era de crimen lo suficientemente bien como para saber que su idea de obsesi?n y posesi?n estaba reservada s?lo para las baratijas que ten?an el h?bito de robar... Y no para el sexo opuesto. Esa era una de las cosas que le gustaba de ella, el hecho de que ambos favorec?an la cl?usula sin condiciones. Sabiendo que no pod?a apartarla del otro hombre, Ren se oblig? a detenerse a menos de dos pies detr?s de Lacey, que estaba arrebatando distancia si era necesario. Ya le desagradaba este idiota, pero fue lo suficientemente inteligente como para contener su impulso de estrangular a Vincent para que pudiera o?r por qu? el hombre hab?a tra?do demonios aqu?. Ren desliz? su mano derecha dentro de su gabardina para ocultar el hecho de que ten?a el pu?o tan duro que pod?a sentir sus u?as mordi?ndose dolorosamente en la palma de la mano. Si Vincent pens? que iba a llevar a Lacey de vuelta a ese circo demon?aco al que llamaban anillo de ladr?n, entonces le dar?a a esa persona sin valor, algo mucho m?s doloroso en lo que pensar. Cap?tulo 5 - "Estaba tan preocupada por ti", murmur? Lacey en la camisa de Vincent, tratando sin ?xito de contener las l?grimas de gratitud de verlo entero. Las pesadillas que hab?a tenido de que lo enterraran vivo en alg?n lugar, o peor a?n, perdieron su poder sobre ella mientras ella se aferraba a ?l... Su amigo que hab?a muerto tantas veces. Su coraz?n se hab?a detenido esa noche y la memoria a?n ten?a el poder de hacerla estremecer. En el pu?o le puso el material de su camisa: "Maestros... La mano de ese maldito bastardo te atraves? hasta el fondo. ?C?mo escapaste?" Al o?r el ligero temblor de su voz, Vicente despidi? al hombre enfurecido que estaba detr?s de ella y renunci? a su abrazo antagonista para que pudiera palmear sus brazos. Suavemente la empuj? hacia atr?s y mir? sus h?medas mejillas. Maldita sea... Le dijo que nunca se preocupara por ?l... Y mucho menos que llorara. ?l endureci? su voz, "Te olvidas del amor... Lo disfruto. Todo ello. Morir no es m?s que un juego para m?". Sus est?pidas l?grimas ten?an el poder de lastimarlo m?s que una mano a trav?s de su coraz?n. "As? que guarda tus l?grimas infernales para algo que valga la pena", dijo sabiendo que era la forma m?s r?pida de secarle los ojos... Cabrearla. Lacey mir? a Vincent. Lo hab?a hecho a prop?sito. "Cualquiera que sea el idiota, s?lo dime qu? demonios pas?", dijo ella jugando su juego. - "As? est? mejor", Vincent se ri? de su temperamento. Fue realmente entra?able. "En el momento en que reviv?, estaba de vuelta en la finca de Masters rodeado de muchos demonios enojados que se estaban divirtiendo mientras se turnaban para matarme con heridas que r?pidamente sanar?an para que pudieran tener el placer de hacerlo una y otra vez. Bastardos mon?tonos". Lacey aspir? un aliento agudo y sus ojos se abrieron de par en par mientras lo miraba fijamente. Su imaginaci?n se desbordaba como una mir?ada de formas aleatorias en las que los demonios pod?an matarlo. Viendo sus ojos brillar con nuevas l?grimas, Vicente agreg? r?pidamente: "No eran los ?nicos que se estaban divirtiendo en la fiesta y ni siquiera batieron mi r?cord de muertes en un per?odo de cuarenta y ocho horas porque no se callaban lo suficiente". - "Fue mi culpa. Lo siento... Lo siento mucho. Deb? haberme llevado tu cuerpo conmigo de alguna manera", dijo Lacey deseando poder retroceder en el tiempo. "Te sacrificaste para salvarme de nuevo, y yo... Te dej? ah? tirado. Alguna compa?era que result? ser." - "Estabas haciendo exactamente lo que te dije que hicieras", corrigi? Vincent bruscamente. Alarg? la mano y le dio palmaditas en la parte superior de la cabeza como si fuera un buen cachorrito s?lo porque sab?a que ella lo odiaba. Cuando ella lo golpe? con enojo en el brazo, ?l volvi? a estar satisfecho de que ella no se iba a derrumbar delante de ?l. El hab?a cruzado suficiente de sus propias l?neas durante el a?o pasado por ella y no cre?a que pudiera soportar verla llorar ahora mismo sin revelar sus verdaderos sentimientos. - "Pero debes haberte escapado de ellos o no estar?as en Los ?ngeles, ?verdad?" pregunt? Lacey escudri?ando sus ojos. "Puedes dejarlos ahora y quedarte aqu? conmigo... Donde es seguro." "Vincent inclin? su cabeza hacia el frente de la tienda para llamar su atenci?n sobre sus obsesionados fans de ojos negros que incluso ahora estaban observando cada movimiento que hac?a. "Mi escolta me est? esperando para llevarles tu respuesta." Lacey apenas perdon? una enfadada mirada hacia los dos hombres que estaban justo detr?s del cristal antes de encogerse de hombros sin miedo. "No pueden venir en El brebaje de la bruja. Los demonios no pueden entrar aqu? sin mi permiso o el de mi primo, as? que pueden quedarse ah? fuera y pudrirse por lo que a m? respecta". - "Ojal? fuera tan f?cil", dijo Vicente moviendo la cabeza ante su intr?pido compa?ero. Fue una pena que se le hubiera pegado tanto. La auto-preservaci?n era algo bueno de tener... Si ser asesinado era lo ?ltimo que hicieras. Decidido a sacarla de la tierra de los cuentos de hadas, Vicente entrecerr? los ojos y le mostr? su disgusto: "Como parece que has olvidado un detalle importante, te recordar? la verdadera realidad de la situaci?n. Los demonios en nuestro peque?o anillo tienen un fetiche por las armas mortales, y con el comercio clandestino, se han convertido en una colecci?n bastante elegante. No necesitan entrar a buscarme a m? o a ti. Pueden dispararnos a trav?s de la maldita ventana, ya que ambos est?n armados". Lacey lentamente mir? hacia la ventana pregunt?ndose por qu? no hab?an levantado sus armas y a?n no le hab?an disparado. Tal vez se estaban comportando ya que la calle detr?s de ellos estaba llena de tr?fico y hab?a tantos compradores caminando de tienda en tienda. S?... Demasiados testigos. Reconoci? a ambos demonios porque hab?an estado con Masters la noche que us? el cubo con ellos para poder escapar. Vincent ten?a raz?n sobre su fetiche por las armas... Incluso hab?an robado armas de ?ltima generaci?n para los monstruos. La raz?n principal por la que los demonios usaron armas en lugar de destrozar a la gente fue para que se mezclaran con otros humanos asesinos en lugar de eliminar a su raza. - "Bueno, no pueden disparar lo que no pueden ver", se?al? y agarr? la mano de Vincent tratando de jalarlo hacia el cuarto de atr?s con ella. Ella frunci? el ce?o y le mir? con ira cuando se neg? a ceder. Vincent la empuj? hacia adelante antes de que pudiera retroceder contra el volc?n humeante que estaba parado justo detr?s de ella... El peque?o idiota. - "Si quisieran, podr?an volar esta tienda en pedazos y ambos lo sabemos", dijo con calma. ?l hab?a hecho un juego para que lo mataran, pero ella necesitaba empezar a usar su cabeza antes de perderla. El pensamiento lo irrit? y mostr? en su voz: "Detente y piensa antes de que termine teniendo que enterrarte a ti tambi?n". - "Maldita sea", Lacey apart? su mano de la suya con un frustrado sonido. Ella iba a tener que quebrarlo para que no le vomitara eso en la cara cada vez que ?l no aprobara sus acciones. "?Por qu? te rodeas de monstruos cuando no te pareces en nada a ellos?" Sise? ella sabiendo ya la respuesta y era una raz?n est?pida para ella. "Ellos pueden morir tan r?pido como nosotros. Lo probaste cuando le arrancaste la cabeza a Masters". "No te preocupes por mi amor," instruy? Vincent, sabiendo que ella no ser?a capaz de correr o esconderse de esto. "Estoy aqu? para ayudarte y tienes que prestar atenci?n. El nuevo demonio que tom? el lugar de Masters quiere hacer un trato contigo". - "Un trato... ?Realmente creen que soy tan est?pido como para cometer ese error otra vez?" Lacey hizo una cara. "No est? sucediendo". - "Esc?chame", dijo Vincent pasando su mano a trav?s de su flequillo para sac?rselo de los ojos. "Esta noche en la subasta, ellos ofrecer?n el reclamo que tienen sobre tu alma y te dar?n tu libertad a cambio del orbe del alma que tu abuelo rob? hace tanto tiempo. Tienes acceso a ella... ?No?" El ce?o fruncido de Ren se hizo m?s profundo al recordar que sosten?a el extra?o orbe del alma en la palma de su mano y ve?a el remolino de la entidad atrapada en su interior. No hab?a sentido ning?n poder proveniente del alma... S?lo un poder masivo proveniente del orbe mismo. Lo que hab?a dentro estaba muy bien protegido y confinado por una buena raz?n, sin duda. El hecho de que los demonios lo quisieran no le sent? nada bien. Lacey mir? a Vincent con el ce?o fruncido mientras se daba cuenta de que se estaba perdiendo para salvar su trasero otra vez. "Esta fue tu idea... ?No? Porque sabes que una vez que se llegue a un acuerdo con los demonios, ellos lo cumplir?n y me dejar?n en paz". "No me pintes como un h?roe todav?a amor", dijo Vincent, conden?ndose por romper la ?nica regla que ten?a sobre dejar que la gente se metiera bajo su piel. "S?lo lo suger? porque me estaban torturando y quer?a que pararan." Lacey levant? el pu?o y le peg? fuerte en el pecho sin importarle si le dol?a m?s a ella que a ?l. En serio... Podr?a ser un imb?cil, siempre fingiendo que no sent?a el dolor de morir cuando ella hab?a visto la mirada agonizante en su cara demasiadas veces como para creer esas tonter?as. - "?Intentas hacerme llorar?" ella acus?. Los hombros de Vincent se agacharon al darse cuenta de que probablemente no deber?a haber admitido ese peque?o hecho. Ella deber?a estar enojada con ?l por ponerla en peligro en primer lugar en lugar de preocuparse por su tolerancia al dolor. No importaba cu?nto dol?a si el dolor no significaba nada. Deber?a haber sabido que no deb?a ceder en su soledad ni por un minuto... Arrastrarla a este l?o como un bastardo ego?sta s?lo porque estaba aburrido. Era incre?ble que la hubiera protegido tanto tiempo, pero si ella lo escuchaba, por fin pod?a dejarla en paz. - "Mira, no s? lo que es esta esfera del alma, pero el hecho de que la quieran lo suficiente no s?lo para dejarte vivir sino tambi?n para darte un limpio respiro... Bueno, la esfera del alma probablemente no es una cosa buena", admiti? y luego la mir? con obstinaci?n. "Pero si eso te impide hundirte seis pies bajo tierra, entonces te digo que les des la maldita baratija." Ella le gru?? pregunt?ndose si alguna vez dejar?a de usar su mortalidad contra ella. Por el momento, le importaba un bledo el legendario demonio que su abuelo hab?a dicho que estaba atrapado dentro del orbe del alma como un genio en una botella. Como su abuelo nunca hab?a descubierto c?mo abrirlo, y lo hab?a intentado, entonces no era m?s que un peque?o pisapapeles para ella. Girando alrededor para ir a cazar a Ren, ella casi salt? de su piel encontr?ndolo a menos de un pie detr?s de ella. Algo sobre la mirada de muerte que le estaba dando a Vincent la hizo poner un poco m?s de distancia entre ella y su amigo. Se desliz? de entre ellos y se recost? contra el mostrador. Genial, Ren parec?a que quer?a matar y Vincent siempre dec?a que ten?a ganas de morir... Deber?an llevarse bien. Lacey respir? hondo para calmar sus nervios y cuadrar sus hombros. "Como parece que le desagradan los ladrones, supongo que no rob? el orbe del alma, sino que lo traslad? a un lugar m?s seguro, como me asegur? Gypsy...". - "Correcto", Ren estuvo de acuerdo sin perder el ritmo. ?l quer?a que ella acudiera a ?l en busca de ayuda porque el hombre al otro lado de ella seguramente ser?a su muerte. Sin embargo, viendo la manera en que Vincent manejaba la cabecita caliente, en realidad le hab?a dado ?l mismo algunos consejos sobre c?mo tratar con ella. Se abstuvo de frotarse la sien. Usando el poder de Zachary sobre ella lo ten?a todo desquiciado en la cabeza y lo estaba confundiendo. Sent?a que era ?l quien la hab?a conocido durante el ?ltimo a?o... Le hac?a el amor... La proteg?a... Mor?a por ella. Al menos a?n ten?a sentido com?n para culpar al otro hombre de todas las cosas malas. - "Entonces no deber?as tener problemas para recuperarlo por m?... ?Correcto?" Lacey pidi? probar su honestidad. Sabiendo que le salvar?a la vida, Ren ten?a toda la intenci?n de usar el orbe del alma para el comercio. En vez de anunciar ese hecho delante de Vicente, el informante demon?aco, respondi? evasivamente: "Tendr? que hablar de ello con cierto Dios... Pero tal vez pueda arreglarlo". ?l sonri? interiormente cuando Vicente levant? una ceja ante la observaci?n de Dios. "Pero los demonios tienen que aceptar que tengas tu propia escolta a la subasta porque no ir?s solo." Lacey sinti? la esperanza florecer en su pecho de repente recordando lo que Ren hab?a dicho acerca de succionar los poderes de todos los que le rodeaban y ser capaz de utilizarlos. Solo pod?a imaginar lo poderoso que se volver?a si entraba en una habitaci?n llena de demonios y otros paranormales. Brillante idea... Los demonios no sabr?an qu? los golpe? hasta que todo terminara y no tendr?an m?s remedio que aceptar a?adir el nombre de Vincent a la lista de los libres. Ren la mir? fijamente cuando ella le regal? lentamente la sonrisa m?s asombrosa que jam?s hab?a visto. Fue en ese momento cuando supo que estaba en grandes problemas. Ahora que ella ten?a su confianza, Lacey se acerc? a Vincent y lo mir? desafiante. "Entonces dile a esos bastardos esto: Aceptar? su trato con una condici?n. El trato tiene que incluir no s?lo la m?a... Sino tambi?n tu alma y tu libertad". - "?Tienes ganas de morir?" Ren pregunt? repentinamente queriendo sacudir un poco de sentido en esa bonita cabeza suya. - "Estoy de acuerdo con tu nuevo amigo", dijo Vincent, gan?ndose una mirada de asombro por parte de Ren. "Yo no sacudir?a el amor de ese bote... No cuando t? eres el que est? sentado en ?l. Vamos a estar rodeados de demonios esta noche en la subasta porque hay muchas cosas en juego... No s?lo t?." Vincent respir? hondo antes de continuar, "Esto no es como las peque?as subastas que celebraron el a?o pasado... Piensa a una escala mucho mayor y luego reemplaza a los billonarios calvos con hermosos demonios y te estar?s acercando a la realidad". - "Hermosos demonios", Lacey lade? una ceja mientras la cara marchita de Masters brillaba en su mente. Agit? la cabeza ante su ingenuidad. "Nueve de cada diez veces, el demonio m?s hermoso de la sala ser? el m?s poderoso. Ser?a prudente recordarlo, ya que s?lo los m?s poderosos est?n invitados esta noche". Ren no se molest? en suprimir la necesidad de frotarse la sien esta vez. Quienquiera que estuviera a cargo de este anillo necesitaba que le examinaran la cabeza. "Aficionados", gru?? manteniendo la voz baja. Lacey parpade?, "Estoy de acuerdo con Ren... ?Qu? demonios est?n pensando?" - "Que pueden comprar, vender y comerciar como los bastardos codiciosos que siempre han sido," Vincent se encogi? de hombros esperando realmente que una gran pelea estallara esta noche y el todopoderoso se?or del anillo perdiera la cabeza. No le molestar?a en este momento. El hecho de que la ranura de Lacey estaba cerca del comienzo de la noche fue ?til y esa es otra raz?n por la que ?l no quer?a que ella entrara ah? y arruinara las cosas al no seguir las reglas. - "Est?n revisando las armas en la puerta, pero eso realmente no ayudar? a los humanos que van a estar all?. Como bien sabes, la mayor?a de las armas demon?acas son parte de ellas y no pueden ser controladas como un arma. Va a ser una reuni?n peligrosa y no entrar?a ah? con la intenci?n de exigir nada". Lacey simplemente le mir? fijamente con un desafiante brillo en sus ojos. Vicente agit? la cabeza y mir? por la ventana a los demonios, notando que uno de ellos estaba vigilando la calle mientras que el otro lo vigilaba en la tienda. "Los ?ngeles no es lo que recuerdo que era. Por una vez... Incluso los demonios tienen que cuidarse las espaldas." Конец ознакомительного фрагмента. Текст предоставлен ООО «ЛитРес». 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